—Escuché que buscas información sobre la muerte de Kuro — dijo el chico frente a mi.

Él era del club de periodistas; su nombre era Ryo, creo. Por lo que había oído hablar de él, es que se trataba de un chico extraño. Pero ahora que lo veía de cerca no me parecía así, no entiendo porqué no es muy popular si es atractivo: cabello rojo y un ojo verde y el otro negro.

—¿Cómo sabes eso? — me había sorprendido que tan rápido lo descubriera — Solo se lo dije a mis amigas...

—Lo sé; te estuve espiando — respondió sin mucha importancia y apartó la mirada

—¿Qué? Espera, ¿¡me estabas espíando!? — grité y me puse roja de vergüenza. Todos los que estaban a nuestro alrededor se giraron a vernos y yo solo bajé la mirada

—No le prestes mucha importancia, es el trabajo de todo periodista — respondió. Él me miró con una sonrisa y se acercó a mi oído —. Se muchas más cosas de ti~

—E-Eso sonó muy pervertido — me puse más roja que un tomate y lo fulmine con la mirada; ya veo porque nadie habla con él y lo creen un rarito

—Tómalo como quieras, solo dime si aceptas o no

—¿Tengo otra opción?

—No, porque si me rechazas les diré a todos que planeas buscar al asesino y te lo impediran. Además de que les diré a todo el mundo lo que pasó en educación física, lastima que solo tus amigas se hayan enterado~ y sería aún peor que yo tuviera una foto de tu ropa interior — volvió a sonreír, esta vez me dio miedo

Lo que pasó fue que durante una carrera se me rompió el short y pues... Estuve en ropa interior durante una hora en la cual mis amigas me consiguieron ropa nueva. Tenía mucha vergüenza por eso debido a que ese día traía ropa interior de abuela... Nadie debe enterarse

—Acepto, no hay necesidad de llegar tan lejos — trage saliva y lo mire molesta — Nos vemos a la salida, no faltes.