Epílogo
- Estamos aquí reunidos... - el cerebro de Daniel se desconectó de inmediato.
Se levantó de su asiento y nadie le detuvo. Todos le dedicaron una mirada triste y siguieron escuchando al sacerdote.
El rubio cogió a Dylan en brazos y se acercó a la lápida de Dana.
La misa se celebraba 20 metros más lejos, así que podía estar solo.
Dylan jugaba con el pelo de su padre mientras él miraba los dibujos que decoraban la piedra. Eran los mismos dibujos que la chica había hecho en la puerta de su cuarto años atrás. Norah los dibujó con la aprobación de Daniel y el ataúd quedó bastante bien. La representaba bastante bien.
- bah - balbuceó el pequeño mirando al rubio fijamente.
Él le devolvió la mirada y sonrió al ver sus ojos. Eran iguales a los de la chica.
Daniel besó su mejilla y dejó un ramo de rosas en la lápida, acariciando la piedra con la yema de sus dedos.
- Solo ha pasado una semana y ya te hecho de menos. - murmuró con una risa - Me dejaste prendado de verdad ¿Eh? Sigo estando enfermo de amor por tí...
Se sentó en el suelo al lado de la gran piedra y jugó con Dylan suavemente, cantándole algunas canciones.
La misa terminó y Norah se acercó a Daniel con una caja entre sus manos.
- Hola. - sonrió como pudo y se sentó enfrente del rubio - ¿Te encuentras bien?
- He tenido días mejores. - besó la mejilla de Dylan - ¿Qué tienes allí?
Norah miró la caja y sonrió entregándosela.
- Es de Dana. - Daniel le dejó a Dylan por algunos momentos y abrió la caja. Cartas - Las escribió hace algunos meses para tí.
Las cartas estaban divididas en pequeñas cajitas de cartón, cada una de un color y con una frase en ellas.
Cuando te sientas triste.
Cuando sientas que la vida es una mierda.
Cuando creas que no puedes más con Dylan.
Cuando te sientas solo.
Cuando estés feliz.
- Está es la que te explica todo.
Querido Dani jirafa Seavey:
Te he escrito estás cartas para asegurarme de que seguirás con tu vida aunque ésta te lo ponga difícil. Cada caja contiene unas cartas para un sentimiento. ¿Cómo te sientes?
Dependiendo de cómo, elige una carta y yo te hablaré de cosas... Agh! No sé explicarlo, solo pruébalo ¿Vale? Dale besitos a Dylan por mí.
Te ama, Dana.
Daniel rió un poco y miró las cartas. ¿Cómo se sentía ahora? ¿Triste? Sí, se sentía triste.
Cogió una carta de: "cuando te sientas triste' y la abrió mientras Norah jugaba con Dylan.
Holaaaaaaaaa Dani:
¿Por qué te sientes triste? ¿Es por mí?
Si es así, quiero que sepas que estoy bien. No lo sé de verdad, pero presiento que estoy bien y tú también deberías. Te estoy vigilando desde allí arriba y no me está gustando para nada esa cara tristona. Prueba a sonreír. ¡Sonríe! Sé que no lo has hecho pero... Ahora sí ¿Verdad? Digamos que has sonreido. ¿Te sientes mejor? ¿No? Vale, te contaré un chiste.
Dana la sexy: Toc, toc.
Dani boy: ¿Quién es?
Dana la sexy: Co.
Dani boy: ¿Co qué?
Dana la sexy: Co-che. Jajajajajajajajajajaja
Ay la virgen, ¿Te gustó? Me lo enseñó Alec, así que si no te gustó cúlpale a él.
Si no te sientes triste por mí, déjame decirte que tú eres demasiado fuerte y tienes la sonrisa más bonita del mundo como para que no la uses. Tú siempre vences a todo lo que se te pone encima. ¿Por qué esto no sería igual? Tienes a Dylan y a los chicos. Pasa un buen rato con ellos y olvídate de todo. El pasado es como una mariposa, Daniel; si lo tocas demasiado después no podrá volar.
Ahora mismo necesito besarte. Espera un momento...
Ya volví, fui a darte un beso. Sonreíste como todo un bebé y me encantó. ¿Lo recuerdas? Fue por eso que lo hice, necesito besarte continuamente. Es como una pastilla (mucho mejor que la quimioterapia) No cura mi cancer, pero cura mis males. ¿Lo sabías? Creo que no, pero ahora sí.
Tengo que despedirme, vamos a ir a la feria y voy a comer algodón dulce, y ya sabes que me chifla.
No estés más triste.
Te amo, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho. Adiós cielo.
Limpió las lágrimas de sus ojos y sollozó con una sonrisa.
- La amo.
Norah sonrió asintiendo.
(...)
- ¿Papá? ¿Me llevas?
Daniel negó sonriendo y subió a su hijo en la espalda.
Dylan se aferró al ojiazul y sonrió viendo todo desde arriba.
- Me encanatan los fuegos artificiales. - dijo emocionado.
Desvío la mirada hacia un lado y vio a Lavander mirándole con algo de sonrojo en sus mejillas.
Él también se sonrojó y pidió a su padre que le bajara.
- Papá... - comenzó nervioso - ¿Me das algo de dinero para comprar una algodón dulce a Lav?
Daniel alzó las cejas con una sonrisa burlona.
- ¿Te gusta? - Dylan se sonrojó mucho más y negó - Sí te gusta - rió - Toma. - le entregó el dinero. - Se educado.
El pequeño asintió con una gran sonrisa y corrió hacia Lavander emocionado.
Enseguida Jack se acercó a Daniel con el ceño fruncido.
- ¿Qué está pasando con tú hijo y MI hija?
Daniel rió cortamente.
- Son amigos, ¿Hay algo malo en eso?
- No, pero... Lavander es algo pequeña para estar con... Él.
- Lav tiene 9 y Dylan 10 ¿Qué pasa con eso? - Daniel sonrió - Sabes que mi Dylan va a ser un buen novio.
- ¿¡Qué?! ¿Quién te ha dicho que yo apruebe eso?
- Lo terminarás por aprobar. - rió Daniel.
- ¡Agh! Vale.
Jack se alejó de allí de nuevo y el rubio rebuscó en su bolsillo la última carta que le quedaba.
Cuando esté feliz.
Querido Daniel:
Sé que está carta será la última que abras, te conozco muy bien y sé que es duro ser feliz cuando no estás al lado de alguien al que amas. Pero lo lograste y estoy contenta por ello.
Está carta no lleva ningún mensaje más, si la has abierto es porque estás contento, disfruta el momento y se feliz.
Me alegro tanto de poder ver desde arriba esa hermosa sonrisa. Porque seguro que estás sonriendo. Dile a Dylan que le quiero.
Te amo Dani. Vive.
Limpió una lágrima rebelde que caía por su mejilla y guardó la carta de nuevo en su bolsillo mirando al cielo.
- Yo también te amo Dana.
Definitivamente...
Fin
Zachy_poo_is_mine🏥
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