Las luces del escenario se apagaron y la música del primer número de baile comenzó a sonar.

Dana tuvo que salir con las demás bailarinas a actuar. No le hacía falta ensayar el baile, se lo sabía de memoria. Era su favorito.

Se sabía cada baile, de cada escena, de cada personaje. Se podía decir que tenía una pequeña obsesión con aquel ballet y le encantó poder representarlo en aquel teatro, aunque pareciera vacío.

Las escenas iban pasando con lentitud. Daniel salía solo unas cuantas veces y parecía nervioso, pero lo estaba haciendo muy bien según Dana. Estaba impresionada.

- ¡Ese trasero! - gritó alguien del supuesto público. Dana podía jurar que esa era la voz de Zach.

Miró desde su escondite a las butacas y vio a los chicos, Alec, Keri y Norah.
Zach aplaudía con emoción al ver a Daniel bailar, los demás chicos intentaban calmarle y Keri lloraba de alegría viendo a su hijo en el escenario.

La imagen se le hizo muy tierna y graciosa a la vez.
¿Qué hacían allí?

El número de Daniel terminó y ahora le tocaba a ella salir a bailar con él.

El rubio la sonrió cuando llegó a su lado y solamente tuvieron que seguir los sencillos pasos del número final.

- ¿Qué están haciendo ellos aquí? - susurró Dana cuando dió la espalda al público.

Daniel alzó los hombros fingiendo no saber nada y sonrió mientras la levantaba del suelo siguiendo con el baile.

La chica intentaba no fruncir el ceño  por la estética del ballet, pero se le hacía muy complicado, estaba confusa.

La música iba acabando poco a poco hasta que el número terminó.

Los dos hicieron la típica reverencia y el público aplaudió fuertemente.

Dana sonrió al público y saludó efusivamente a su hermano.
Luego se giró para abrazar a Daniel, y se le encontró de rodillas frente a ella.

Juntó sus cejas aturdida hasta que se dió cuenta de lo que pasaba y se tapó la boca con las manos.

El rubio sonrió y sacó una pequeña cajita de su bolsillo.

- Dana...

- ¡Woooouuuuu! - interrumpió Zach a Daniel y todos le miraron mal - Lo siento... Prosigue.

Daniel rió un poco y miró a la chica a los ojos intensamente.
Ella estaba a punto de desmayarse ante lo que él iba a decir.

Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento, y las manos en su boca temblaban.

- Dana, he pasado los mejores momentos de mi vida contigo. - sonrió con tristeza - Sé que no podremos estar mucho más tiempo juntos, pero de verdad quiero hacer esto. Quiero que estemos más unidos que nunca cuando llegue el día en el que no te pueda tener entre mis brazos. Así qué... Dana Benjamin ¿Quieres casarte conmigo?

Todo el pequeño teatro del edificio se quedó en silencio, esperando la respuesta de la chica.

- Mmm... Yo...

- Oh no. - pensó el chico al ver su cara aterrorizada.

- Dana...

La ojiverde salió corriendo detrás del escenario, encerrándose en el vestuario con cerrojo.

- Incoooooomodo. - comentó de nuevo Zach y como antes, todos le dieron una mala mirada.

Daniel corrió detrás de ella y golpeó la puerta del vestuario pidiendo que abriera.

- Por favor abre. - rogó - Solo quiero hablar.

Nadie le contestó.
Rendido, apoyó la frente en la fría madera de la puerta.

- Lo siento. - se disculpó en un susurro - Quizás me haya precipitado, pero quiero hacerlo Dana, quiero estar oficialmente unido a tí.

- Pero voy a morir. - oyó el susurró ahogado de la chica al otro lado de la puerta. - Será mucho peor ver a tu "esposa" morir que a una simple chica que nunca llegó a ser nada para tí.

Daniel suspiró cansado cerrando los ojos con fuerza.

- Abre la puerta.- demandó en un susurro y ella con cuidado lo hizo.

Los ojos de Dana se asomaron por la apertura cristalizados y le dejó pasar.

En cuanto Daniel entró al vestuario la atrapó entre sus brazos y besó su cabeza cientos de veces.

- Ni se te ocurra volver a decir eso ¿Entendiste? - ella asintió aferrándose a su agarre - Daría igual si fueras mi esposa o no, Dana. Tú muerte me causaría el mismo dolor, porque estoy enamorado de tí, y nada puede cambiarlo. - acunó su rostro entre sus manos y besó tiernamente sus labios - Te amo Dana.

Ella sonrió tímidamente y limpió sus lágrimas.

- Yo también te amo Daniel. - los dos sonrieron - Y sí.

- ¿Sí, Qué?

- Si quiero casarme contigo.

El rostro del rubio se iluminó y besó de nuevo a la ojiverde.
Ella rió un poco y Daniel la arrastró de nuevo al escenario.

- ¡Ha dicho que sí! - gritó a sus amigos y familia.

Una ovación se oyó en el público y todos aplaudieron euforicamente, incluso más que cuando el ballet terminó.

Daniel y Dana se besaron apasionadamente delante, mientras ellos seguían aplaudiendo.

Iba a pasar. Pronto los dos serían los señores Seavey.

FIN

Del capítulo

Ahora enserio, está historia está llegando a su fin.

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Pd: maldigo a las personas que lo adivinaron xd (es broma, las amo)
Yo ya no sé si ustedes son muy listas o yo soy muy obvia y no tengo imaginación.

Triste vida.

Love ❤