(...)

Era una mañana normal en el apartamento de Dana y Norah.
Norah veía la televisión mientras su amiga revisaba algunos pasos de baile para la función.
Solo faltaba un mes y estaba muy nerviosa.

Pero durante estos días se sentía demasiado cansada y eran muy pocas las veces en las que sacaba tiempo para ensayar.

- Creo que vas a arrasar. - comentó Noah viendo los pasos que realizaba Dana - No, no lo creo, lo juro.

Ella sonrió agradecida y siguió a lo suyo, pero unos constantes golpes en la puerta la hicieron detenerse.

Norah suspiró pesadamente sin querer levantarse y caminó hacia la puerta lentamente.

Dana frunció el ceño al oír un pequeño grito de parte de su amiga cuando la puerta se abrió.

- Soy Jack.

- Soy Zach.

- Soy Jonah.

- Soy Daniel.

- Soy Corbyn.

- ¡Y somos Why Don't We! - gritaron los 5 a la vez.

Dana soltó una pequeña risita al oírlos mientras Norah abrazaba a todos.

- ¡Yo soy Norah! - gritó su amiga emocionada.

Daniel sonrió a Dana acercándose a ella mientras los chicos hablaban con Norah.

- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó la ojiverde divertida.

- Yo también me alegro de verte. - comentó sarcástico y la rodeó en sus brazos - Solo queríamos visitarte, ya sabes.

- Estoy ensayando. - explicó con un puchero.

- Pero yo te quierooooo. - se quejó Daniel con ojos de cachorrito.

- Maldito. - dijo ella entrecerrando los ojos - No me puedo resistir a esos ojitos y a tu puchero de bebé.

Apretó sus mejillas y Daniel sonrió acercándola a él.

- Mi beso. - repitió de nuevo las mismas palabras del otro día.

- No debería haberte prometido los besos que tu quisieras. - se lamentó ella en broma.

Apoyó sus brazos en el cuello de Daniel y acercó sus labios a los de él.
Pronto los dos se fundieron en un beso lento y placentero.

- ¿Siempre tienen que hacer eso cuando estamos delante? - Jack puso una mueca asqueado.

- Awww. - se conmovieron Norah y Zach a la vez.

- Dios, y ahora estos dos. - el ruloso rodó los ojos - Creía que habíamos venido aquí para divertirnos, no para hacer escénitas románticas.

- A los que no tenemos novia nos duele. - añadió Jonah.

- ¿Christina? - Corbyn estaba al teléfono - Te extraño.

Dana rió al separarse de su rubio y miró a todos sonriente.

(…)

La noche había llegado entre risas y juegos por parte de todos.
Los chicos llevaban allí todo el día y parecía que no tenían intención de irse.

- Voy al baño. - susurró Dana a Norah.

Su amiga solo asintió y siguió hablando con Zach.

Todos estaban sentados en círculo alrededor de la alfombra, hablando y comiendo palomitas.
Pero la falta de comentarios de la ojiverde hizo a Daniel darse cuenta de que ella no estaba.

- ¿Y Dana? - preguntó Daniel con el ceño fruncido.

- Me dijo que iba al baño hace 5 minutos. - Norah arrugó la frente - ¿Crees que se encontrará bien?

- Voy a ver.

Se levantó del suelo y comenzó a caminar por el apartamento hacia el baño, el cuál estaba vacío.
Frunció el ceño y siguió buscando hasta que oyó unos sollozos dentro de una habitación.

Su corazón se encogió al oírlo y sus pies comenzaron a moverse solos hacía la puerta del cuarto.

Entró sin llamar sabiendo que era Dana y corrió hacia ella preocupado.

- ¿Qué pasa? - cuestionó abrumado.

Ella negó con la cabeza sin cesar su llanto y se tiró a sus brazos.

- H-he...

- Shhhh. - le calmó - Respira primero.

Dana cogió una gran bocanada de aire y lo soltó entrecortadamente, dejando escapar un sollozó al final.

- Tengo un bulto en el pecho. - soltó con la voz rota y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

Daniel sintió su cabeza explotar y como su cuerpo se rompía en pedacitos.

- Puede que no sea eso. - dijo intentando convencerse más a él que a ella.

- Es eso Daniel. - sollozó - Siempre es eso.

Se aferró al rubio con fuerza y escondió la cara en su cuello.

- No puede ser verdad. - se dijo Daniel - Otra vez no.

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No me maten.

*Sin corregir*

Love ya ❤