(Dos días después)

El videoclip había quedado hermoso. Había varias escenas de los chicos cantando y la mayoría de Dana bailando. Algo en lo que había insistido mucho Daniel.

Mañana tenía que entregar el vídeo, pero hoy solo se preocupaba en hacer feliz a Dana. Hoy sería su primera cita oficial y la chica se moría de los nervios. Pero él parecía no notarlo.

Iban de la mano, caminado por la acera de camino al parque. Daniel tenía la sonrisa más grande en su rostro y eso calmó un poco a Dana.

- ¿Qué llevas en la mochila? - preguntó curiosa.

- Algo. - dijo él divertido.

Dana golpeó su brazo juguetonamente y Daniel rió atrayéndola más cerca de él. Soltó su mano y colocó la suya en la cintura de ella. Ahora iban pegados el uno al otro y los nervios de Dana volvieron a crecer.

Nunca había salido con un chico. Y nunca pensó que el primero sería él. Daniel Seavey, su mejor amigo.

No había muchas personas en el parque. Solo adolescentes, lo que le preocupó a Dana.
Sabía que los adolescentes podían ser crueles y no iban a tener piedad si se les ocurría acercarse a ellos.
Se notaba a Kilómetros que ella estaba enferma.

Era muy delgada debido al tratamiento y su piel parecía papel de lo blanca que era. Añadiendo el pañuelo que rodeaba su cabeza.

Miró a Daniel. A él no le importaba lo que dijera la gente. Estaba con ella por fin y lo aprovecharía.

El castaño se quitó la mochila y sacó de ella una manta que estiró en el césped, justo debajo de un árbol. Le extendió la mano a Dana y ella con una sonrisa se sentó a su lado.
Cuando los dos ya estuvieron sentados, Daniel comenzó a sacar comida de la mochila.
Todo eran chuches. Patatas fritas, gominolas, Cheetos, Oreos...

- Lo sé, no es muy romántico, pero no sé cocinar. - explicó con una mueca.

La chica rió ante su ternura y asintió restándole importancia.

- A mí me gusta así. - dijo - Hace bastante que no como estas cosas.

Daniel sonrió y los dos comenzaron a comer mientras hablaban de cualquier cosa.

La gente les miraba atentamente. Eran adorables y eso hacia que todos quisieran mirar la escena.
Daniel se dió cuenta y se giró para mirarles.

- Sabemos que somos hermosos, pero dejar de mirar. - la multitud se deshizo de inmediato y Dana soltó una carcajada tirándose al césped de espaldas.

El chico sonrió gateando hacia ella y colocándose encima suyo.
Admiró su risa con ternura antes de plantar un beso en su frente.

Dana calmó su risa un poco y sonrió a Daniel agarrándole del cuello. Poco a poco los dos se acercaron hasta que sus labios se fundieron en un beso.
Un magnífico beso, que, aunque Daniel había dicho a la gente que se fuera, algunas personas les observaron sonrientes.

(Lunes)

El profesor miraba el vídeo con detenimiento, mientras que el castaño se mordía las uñas nervioso.

El videoclip terminó y el hombre cerró el portátil entrelazando las manos y colocándolas encima del escritorio. Parecía serio, y eso a Daniel le asustaba.

- Está muy bien. - aceptó moviendo su cabeza hacía delante - Es asombroso.

El chico soltó todo el aire que contenía dentro y sonrió.

- Tienes un gran futuro como músico Daniel. Tú y tus amigos. - el profesor le sonrió amigablemente - Es más, hoy a la universidad va a venir un productor musical, y le voy a enseñar vuestro video.

Los ojos de Daniel se abrieron con sorpresa y emoción.

- ¿Enserio? - preguntó asombrado - ¡Gracias, gracias, gracias!

Le abrazó por encima de la mesa y el hombre rió divertido.

- Merecéis una oportunidad. - dijo - Será mágico poderos ver triunfar en Los Ángeles.

- ¡¿Los Ángeles?!

- Si, es allí donde se encuentra la discográfica y es allí donde empiezan todos los artistas. - informó el profesor - Deberéis pasar allí los primeros años de carrera para crear canciones y hacer giras. Todo eso si pasáis la prueba y está claro que lo haréis.

- Osea, - empezó Daniel - si conseguimos el contrato... ¿Deberemos irnos a Los Ángeles?

El hombre asintió.

- ¿No es genial? - cuestionó emocionado.

- Si... - murmuró él mirando al suelo.

No, no era genial. ¿Qué pasaría con Dana? ¿La dejaría sola?