Sick Again...


—¿Entonces Jimmy, te quedarás a comer con nosotros? ¡La comida que cocina Clemont es deliciosa! —Su expresión limó cualquier aspereza que hubiera despertado en el entrenador músico por toda aquella confusión entre chico, chica y cosplay, por lo que terminó recibiendo una ferviente afirmativa del joven, misma que no notó plasmarse en el rostro de uno de sus mejores amigos, al encontrarse a una distancia más lejana, quien la observa con aquella mirada castaña alegre y empática al darse cuenta de lo amable que podía ser.

POKÉMON XYZ

Sick Again...

—Serena estaba muy preocupada por ti, lo bueno es que ya estás bien y ahora todo vuelve a la normalidad. —La pequeña rubia se acurruca en el pasto junto a la mesa, para dejar salir de la bolsa a su par de Pokémon acompañantes, que saltan directo al suelo.

—Sí, lamento mucho haberlos preocupado. —Como acto reflejo a su petición de perdón un tanto nervioso, se llevó una mano tras de la cabeza y cerró los ojos en un arco. —Pero gracias a la medicina que ustedes me trajeron ¡Ya me siento mucho mejor!

—¡Pikaaapi! —animó la conversación el eléctrico aún entre sus brazos.

—Lo mejor ahora es que te vistas Ash, porque de continuar con ese atuendo, puedes recaer, no es bueno que estés tan desabrigado —Recalcó el hermano mayor, mientras servía el caldo de verduras en cada uno de los platos, al mismo tiempo que Jimmy y Serena finalmente se acercaron a la mesa.

—Por favor siéntate —le indicó lugar, a lo que el chico sin dudarlo acepto.

—Ahora que lo dices Clemont... —Parpadeó un par de veces el entrenador de paleta viendo que la artista aún llevaba puesta su ropa.

—¿Sucede algo Ash? —se nota aludida.

—Mi hermano dice que Ash debe cambiarse así que sería bueno que le regresaras su ropa —sonríe abiertamente Bonnie, sonrojando a la entrenadora de Braixen, que se encoge de hombros avergonzada.

—¡Lo, lo lamento tanto! ¡Enseguida te la devuelvo! —Se llevó ambas manos a cubrir sus labios mientras lo miraba angustiada.

—Tranquila, no hay problema —le sonrió, a lo que ella le respondió con una igual, sintiéndose más tranquila, entonces le indicó que caminaría hacia su tienda de campaña, por lo que él le brindó espacio.

No puedo creer que Ash no haya mencionado palabra... aparte de suponer que yo peleé en su lugar... ¿Será sólo suerte? ¿o es que acaso no le molesta que haya tomado sus cosas? Espero que sea eso...

Entró acurrucada al pequeño módulo, localizando sus prendas al instante. Habían sido colocadas delicadamente en una esquina, cuando recordaba perfectamente haberlas dejado junto a la bolsa de dormir donde descansaba su entrenador favorito, lo que la hizo colorearse una vez más de rojo y separar los labios preocupada y emocionada a la vez, una combinación que aceleraba su corazón bruscamente, con la idea de imaginar que él mismo al tomar su ropa entre sus manos y no encontrar la suya, supuso que algo extraño estaba pasando, para luego salir de su tienda junto a Bonnie y Clemont y encontrarla vestida como él. ¿Qué habría pensado?

Pasados unos minutos hubo salido de la tienda de Ash, entrado a la suya y cambiada a la ropa habitual finalmente salió, devolviéndole en sus manos, las prendas azules al entrenador que pertenecían.

—¡Gracias! ¡Enseguida regreso! —corrió a meterse dentro de su tienda.

—¡Date prisa que la comida se enfría! —logró escuchar la voz de Clemont a la distancia, por lo que levantó la mano antes de desaparecer tras la puerta de tela.

—Lo... que aún... a estas alturas no me queda claro es por qué estabas haciendo cosplay —Miró interesado, alzando las cejas el entrenador de Spike.

—¿Cosplay?... —lo miró sin comprender la artista.

—Lo que Jimmy quiere saber es por qué estabas vestida como Ash —vuelve a explicar con una estocada invisible la futura entrenadora, mientras le sonríe a la chica de cabellos castaños claros.

—Bueno... lo que sucede es que él estaba muy enfermo... no quise despertarlo, por eso... decidí que lo mejor sería hacerme pasar por él para no causarle problemas, lo lamento mucho, —volvió a sonreírle, ladeando un poco la cabeza. —Es que cuando algo se le mete en la cabeza a Ash... —trata de explicar su punto.

—Claro, ¡Por supuesto que hubiera querido combatir! —se introduce en la conversación el mencionado, sentándose directo a la mesa junto a Jimmy.

—¿Es verdad que estabas enfermo? —lo observa de pies a cabeza con grandes ojos sorprendido.

—Jaja sí... tanto que no recuerdo nada, ni haberme despertado esta mañana. —le explica al otro entrenador Pikachu con tanta naturalidad que pasó de hablar a tomar un bollo de pan con su mano y llevándoselo a la boca le tomó un buen pedazo de una mordida, seguida de varias cucharadas de guiso.

—¿En verdad no recuerdas nada de esta mañana? —pregunta un tanto desilusionada Serena, a pesar que el acercamiento que hubo entre ambos fue propiciado por la misma enfermedad del joven Ketchum.

—Pues... —se llevó una mano al mentón mientras dirigía la mirada al cielo pensando. —Sólo recuerdo que tenía tanta hambre y al mismo tiempo tanto calor y sed que decidí salir a buscar algo, pero de ahí...

—Ya veo... lo importante es que ya te encuentras mejor, debes comer mucho para reponerte bien. —Tomó la baya aranja que estaba a su lado del plato sobre la mesa y se la pasó.

—Jajaja con esto recuperaré fuerzas, Gracias Serena —sonrió sincero y no dejó de comer la sopa de su plato.

—Aunque no debes esforzarte mucho, por hoy descansaremos todo el día aquí para que repongas fuerzas —prácticamente le ordenó el rubio, por lo que los hombros del entrenador de Greninja cayeron decepcionados.

—¿Ahhh?

—Ustedes sí que son únicos —les sonrió Jimmy —¿Verdad Spike? —volteó hacia su Pikachu.

—¡Pikaaaaaapipipipipi! ¡ka! —respondió igual de animado que siempre.

—¿Por qué lo dices? —Apoyó su cabeza sobre las manos Bonnie, al poner los codos sobre la mesa, interesada por el señalamiento.

—Pues... parecen una verdadera familia, a ver... La mamá... —señala a Serena, quien se sonroja.

—¿Yo soy la mamá? —se yergue sobre el asiento sin notarlo.

—Definitivamente —responde y voltea hacia Clemont —El papá

—¿Co... Cómo? ¿Yo el papá? —algunas triangulaciones rojas se posaron bajo sus ojos sorprendidos y gafas oscurecidas por el bochorno.

—¡Y yo! ¡Yo qué soy! —pregunta entusiasmada Bonnie.

—Tú eres la bebé llorona.

—¿Llorona? ¿Cómo que llorona? ¡Clemont, Jimmy me llamó llorona! —Por el comentario todos rieron, mientras ella llevaba a cabo un puchero.

—¿Y Ash?, ¡falta Ash! —cambió el rumbo de los comentarios la pequeña rubia.

—Bueno, está claro que es el hijo consentido —ríe animoso por su propio comentario.

—¿Consentido? —parpadea un par de veces sin comprender el entrenador de paleta.

—Sólo diré que eres muy afortunado, —se llevó la servilleta a la boca. —¡Pero eso no quiere decir que te hayas librado de nuestro enfrentamiento! —se levantó de la mesa.

—¡Por supuesto que no! —se levanta de la mesa siguiéndole el ejemplo.

—¡Bieeeeen! ¡Ahhh! ¡Tu Pikachu! ¡Contra mi Pikachu! ¡Yaa!

—¿Qué? ¿Ya? —pregunta triste Clemont que recién se iba sentando a la mesa.

—¡Tráete tu plato! ¡No puedes perderte esto Onii-chan! —prácticamente lo haló la pequeña rubia.

Unos segundos más tarde habían tomado posición, a una distancia prudencial para llevar acabo la batalla. A pesar que sentía como todo el cuerpo empezaba a dolerle de nuevo, de ninguna manera iba a retractarse, su garganta se estaba secando, pero pasándose la lengua sobre los labios, dirigió la mano con agilidad hacia el frente.

—¡Pikachu, yo te elijo!

—¡Pikaa! —de un saltó cayó frente a él, apoyando las cuatro patas al suelo, mirando desafiante al adversario.

—¡Tú también ve! ¡Mi amado Pikachu! ¡Spike!

—¡Pikaaapipipi ka!

—¡Muy bien, esta es una batalla Pokémon! —habló tras tragar bocado Clemont. —Las reglas serán que sólo podrán pelear uno contra uno, el primer Pokémon que no pueda continuar pierde la batalla.

—Ya lo escuchaste, acabemos con esto rápido amigo... ¡Vamos, ahora! ¡Ataque rápido!

Serena que veía la batalla con las manos juntas sobre su pecho sonrió al ver el primer movimiento que llevó a cabo, el mismo que ella eligió en la batalla anterior.

—Así que su estilo de batalla será el mismo... —¡Tú también Spike! ¡Ataque rápido!

Los saltos rápidos de ambos Pikachus entre sí, daban la impresión de no detenerse nunca.

—¡Ahora salta y Electrobola! —indicó apretando el puño al nivel de su pecho el entrenador de Kanto.

—¿Ah sí?, ¡Escóndete bajo tierra! ¡usa excavar!

Ante los ojos asombrados de Ash, el Pikachu adversario terminó por hundirse en el terreno evitando la electrobola.

—¡Eso no es problema! —lo miró altivo por unos segundos, a lo que Jimmy frunció el seño. —¡Usa cola de hierro sobre la tierra y encuéntralo!

—¿Crees que volvería a caer en el mismo truco? —le devolvió la mirada desafiante el entrenador eléctrico.

—¿Qué? ¿el mismo truco? —abrió los ojos sorprendidos el pelinegro.

—Como yo usé ese movimiento durante nuestra batalla... es una estrategia que Jimmy ya conoce... —Mira preocupada hacia Ash, Serena.

—¡Vamos Ash! ¡Aunque Jimmy ya lo conozca, el no conoce todo tu estilo! —lo anima desde las afueras del campo, a lo que él le sonríe.

—¡Por supuesto! —tose entonces, perdiendo la vista del campo unos segundos, precisos en los que el Pikachu adversario salió del mismo, impactando a Pikachu hacia arriba.—¡Pikachu! —apretó los puños y los dientes molesto. —¡Aprovecha el empujón y regrésaselo con electrobola directo sobre él!

—¡PikaPika! ¡ChuPi! —le impactó la bola de energía, estrellando a Spike contra la grama en medio de una inmensa capa de polvo.

La misma que tras disiparse dejó expuesto al Pikachu contrario, cuyos ojos yacían en espirales.

—¡Oh no! ¡Spike! —corrió a socorrerlo Jimmy. Mientras Ash y Pikachu se acercaron a él.

—Fue una batalla intensa —le ofreció la mano para reincorporarse y tras sonreírle así lo hizo.

—Tu Pikachu y tú son realmente fuertes, tal y como dicen, pero no creas que esta será la última vez que sabrás sobre mí... ¡Vamos a volver a retaaarte!

—Sí, por supuesto, —se acercó Clemont, —pero primero lo primero, debes darle esta baya a tu Pokémon, hará que recupere un poco de fuerza.

—Sí también, puedo ofrecerles Pokelitos —corre hacia su tienda de campaña Serena.

—Gracias familia, pero ya obtuve todo lo que necesitaba, comprobar la verdadera fuerza de Ash Ketchum de Pueblo Paleta y su ¡Pikachu! Que ¡Sí que roqueeean! Ahora nos retiramos, —les sonríe auténtico, al mismo tiempo que Spike reacciona y le sonríe a su entrenador. —Es hora de irnos Spike.

—Bueno... si no hay nada que hacer para detenerte, fue un gusto conocerte —le brindó la mano esta vez en señal de despedida el entrenador de Pikachu.

—¿Hermano estás bien? —preguntó preocupado al estrecharlo. Su pregunta llamó la atención de Serena que al acercarse dejó el estuche de Pokelitos sobre la mesa.

—¿Por qué? ¿Qué pasa? —se acerca también Bonnie.

—¿Denené? —se interesa su compañero.

—Jaja no es nada... es sólo que... —parpadea y separa los labios, sintiéndose terriblemente cansado de un momento a otro.

—¿No me digas que te volvió la fiebre? —pregunta preocupada la artista, que sin pensarlo dos veces le coloca la mano sobre la frente. Jimmy retrocede para brindarle espacio, notando entonces la atención sincera y pulcra con que Serena lo atendía, sonrío al sentirse derrotado en ese ámbito también.

—Estoy bien... sólo... —el sonrojo febril se había posado sobre sus mejillas de nuevo.

—Lo mejor será que vuelvas a recostarte, el efecto de la medicina debió pasar —pasó el brazo de él sobre su hombro para acompañarlo hasta la campaña. Por lo que Jimmy levantó una mano en señal de despedida, lo mismo que las dos estrellas.

Una vez dentro, le ayudó a colocarse por encima de la bolsa de dormir, colocándole una parte enrollada de la misma como almohada.

—Ya verás que te pondrás bien... —Ash había cerrado los ojos, por lo que lo presumió dormido. —No me preocupes así...

—...Perdón —respondió abriendo los ojos para ella, lo que la sonrojó a nuevos niveles viéndose descubierta. —¿Sabes?... jeje... cuando me puse de vuelta mi ropa esta mañana... olía a ti... —terminó por cerrar los ojos, para esta vez efectivamente conciliar el sueño. Mientras ella había quedado petrificada a su lado tras escucharlo.

....

Jaja, pues hasta aquí llega esta idea, no sé cuántas veces habré visto el capítulo pero amo tanto cuando Sere se viste de Satoshi que no pude resistirlo más y he aquí mi continuación xD. No podía creer que mi niño se curara tan pronto, así que una segunda ronda xD.

¡Gracias por leer!

¡ARIGATO MINNA—SAN!

¡JA NEE!


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