Capítulo 23

"Llega un momento en que tus demonios piden un infierno más grande"

La alarma.

La puta alarma ¿en que maldito momento llegue a poner una alarma?

¡¿Dónde demonios está?!

Rebusco en todo los rincones de la habitación que Diamond, muy duramente, me había dicho que era mía justo al llevar hace una semana aquí. La verdad, es que es linda, espaciosa y tiene vista a las gigantescas montañas que rodean esta arquitectura. Un lugar que es sencillamente fantástico, para nada extravagante pero tampoco sencillo.

La arquitectura, un poco antigua, expresa un sentimiento de misterio que básicamente grita a los cuatro vientos "explórame y quédate lo que te encuentres" no debería llamarlo instinto, pero esta mansión me está llamando.

Aunque, tres putas torres altas adornan los perímetros del edificio principal de la mansión Richter. De cuatro jodidos pisos de altura, la mansión se encuentra en un gran terreno rodeado por una gran pista de carrera. ¿Pero quien demonios vivía aquí? ¿Un lunático? ¿O una esquizofrénica con los bolsillos llenos y la vida resuelta? Solo una persona con poco juicio hace esta monstruosidad de lugar.

La mansión Richter es básicamente rareza y misterio. Igual que Diamond, Dominik y Devon.

Encuentro el responsable de interrumpir mi fantástico sueño: Mi celular esta suena y suena por culpa de un maldito desconocido que no sabe qué las putas seis de la mañana se respetan a toda consta.

—¡Quien sea que seas hijo de puta, la gente normal todavía duerme a las malditas seis de la mañana!

—¿Entonces para qué propusiste reunirnos a esta hora? —Suspira. —Eres quien pone las reglas y la primera en incumplirlas, Fogata. Eso está muy mal.

Mierda, se me había olvidado la maldita reunión.

—Dominik, lo siento, es que me quede dormida.

—No te preocupes, ya lo sé—Comenta. Hago una mueca. Eso suena extraño. —No pongas esa cara, me dan ganas de ir y no dejarte salir.

¿Me está viendo? Busco en la habitación y no visualizo a nadie... espera, ¿de verdad no lo hizo...?

—¿Que..? —inquiero pasmada, mientras observo paranoica las paredes de mi habitación. —¡¿Instalaste cámaras en mi cuarto?!

—¿Sabes? —cuestiona ignorándome.—Esas bragas naranjas que traes combinan jodidamente bien con las mejillas de tu culo rosado.

Que. Maldito. Descarado.

Y qué maldita descarada yo por estar pensando en cómo sería si Dominik me quitara las malditas bragas naranjas.

—Dominik Steiger, si no apagabas esas malditas cámaras te juro que te cortaré la cabeza ¡te lo juro!

Se ríe. De la forma más sexy y deliciosa que pueda existir, y me odio por seguir pensando así ¿Pero qué es tan gracioso?

—Te estaremos esperando en la cabina, no te demores.

Es lo ultimo que dice antes de colgar. ¡Me cuelga! Pero cuando lo tenga en frente, ugh, ni siquiera se para que me molesto si entre él y Diamond están volviéndome loca desde que estoy casi. Una semana y todavía no logro acostumbrarme a ellos, ni siquiera a los desayunos exquisitos que Devon me prepara cada mañana.

Es tan extraño, cuando sale de su habitación, si no es para regalarme un libro es para prepararme algún postre. Y no sé de donde sabe qué amo la comida dulce, pero todos los días hace algo nuevo. Siempre.

Con un suspiro hondo, me doy una ducha para cambiarme e irme a la jodida reunión que yo misma organicé con el fin de decirles a todos en lo que me podrán ayudar de verdad para joder a la organización. Pero apenas me acordaba de eso, he estado la semana entera desde que llegamos investigando.

Todo. Sobre todos.

Así que si, me sé la vida de todos los que conviven en esta mansión. Desde los empleados privados hasta mis mismos "amigos" y vaya que me encontré con muchas sorpresas. También con expedientes criminales, arrestos, desapariciones ¡hasta muertes falsas!

Al llegar a la cabina, que es básicamente un cuatro gigantesco con computadoras, ordenadores, registros de todo tipo y aparatos que sirven para todo. Cualquiera se preguntaría qué demonios hacen estos tres con todo esto aquí, pero a nosotros simplemente nos dió igual. Obviamente yo si le di importancia, porque al igual que yo, Dominik, Diamond y Devon esconden algo. Lo sé, lo presiento.

Pero al investigarlos en la red, no encontré absolutamente nada. De ninguno de los tres. Ni sus rostros están en ninguna parte.

Y para qué no puedan ser encontrados debieron haber hecho algo muy grande.

¿Por qué a mí fue la que le tocó estar rodeada de seguros "psicopáticas"?

Les explico a todos todo lo que les corresponde. Lea, Magnus, Luke y Ethan se encargarán de tener los registros de todos los laboratorios que tenga Bağışıklık al rededor de todo el mundo ¿para qué servirá esto? Bueno, cuando acabemos con Mahazar tendremos que ocultar a sus experimentos, o sea, las personas que secuestraron.

Traumados y torturados, pero estarán a salvo conmigo.

Mientras Axel, Logan, Melissa y Delia se encargarán de tener la información de todos los empleados de la organización, su pasado, presente y quizás si piensan tener futuro. Familia, amigos, conocidos. Absolutamente todo, hasta cual fue el último periodo de cada enfermera, doctora o bióloga.

—¿Y como para que necesitas saber cuando le sangra la vagina, maldita rara? —cuestiona Axel con una mueca adornándole el rostro.

—Los detalles son importantes en una investigación, Axel. Ponte a trabar mejor.

Después de darme otra mirada de "rara enferma" vuelve la mirada hacia el computador. Les indico a Norman, Freya, Ruslan y Sofiane que se encargarán de hackear las computadoras, las cámaras, los programadores y todo lo que contenga información valiosa. ¿Qué cómo hackearemos Bağışıklık? Ruslan será el responsable, desde que nació fue puesto en frente de un ordenador hackeando a la nasa con solo diez años.

Palabras de Freya, no mías.

Mientras en mi cerebro se produce una pequeña advertencia de "no lo hagas, detente ahora", le indico a los tres imbéciles culpables de mi desgracia, que me sigan fuera de la cabina para darles una tarea extra que no precisamente entra en el tema de la organización Bağışıklık. Es algo un poquito menos importante, pero que igual sé que servirá de algo.

—Necesito que busquen algo importante para mi —les informo mostrando la carpeta que tengo en las manos. —Ella es Samira Winter. Ahí tienen todos sus datos.

Diamond sostiene la carpeta en sus manos. Los tres observan en contenido.

—¿Que quieres exactamente con esta alemana? —cuestiona Devon ojeando las páginas.

Por supuesto que harían preguntas, siempre vienen preguntas con este tipo de favores.

—Saber donde esta, cualquier indicio de donde esté. Todo. Pero lo necesito cuanto antes.

—Para que quieres saber donde está? ¿Qué necesitas de ella? —suelta Diamond. —¿tiene algo que ver con la organización? Y ni se te ocurra venir con esa mierda de que no nos incumbe eso. Ya va siendo hora de que dejes esa estupidez.

Espera...¿qué?

—Si tanto te molesta mi estupidez puedes largarte. Solo es un favor que te estoy pidiendo, pero si tan idiota te pondrás mejor piérdete. —Lo miro a los ojos, conteniéndome de no sacárselos en este preciso momento.

Aunque, la idea no estaría nada mal.

—¿Por que siempre tienen que pelear? —Cuestiona Devon, cansado.—Phoenix, te ayudaremos con cualquier cosa que nos pidas, pero Diamond tiene razón. Necesitamos saber para qué quieres que busquemos a esta chica.

—Además, yo tengo algunas condiciones extras por ayudarte con esto—opina Dominik ganados unas miradas fugaces de sus hermanos.

Asiento sin darle mucha importancia. Pero sabía que llegar a pedirles este favor a ellos no sería tan sencillo como pensaba. Tampoco me entiendo, en las noches tengo miedo de confiar y en las mañanas es lo primero que hago. Pero, si observo todo me daré cuenta de que nada de esto tiene sentido alguno.

¿Así que por qué complicarse tanto la vida que tarde o temprano joderás tu misma?

—Samira era amante de Mazhar, se acostaban desde que la habían traído a la organización. En ese entonces ella lo hacía por beneficios, menos torturas, la dejaban salir al jardín. Todo lo que se le negaba a cualquier experimento—Me remuevo, incómoda por la atenta atención que me brindan los tres. —Pero a Samira le producía asco estar con esa maldita escoria. Llego a abusar de ella varias veces, así que por eso la ayudé.

—¿Llegaron a abusar de ti, Phoenix? —Dominik hace una mueca.

Niego.

—No, si lo intentaron varias veces, pero había alguien siempre me protegía.

—¿Quien?

—No estamos hablando de mi, Diamond—Veo como el rostro de Devon se desencaja, pero no opina nada. Mejor así. —Necesito que encuentren a Samira porque presiento que todo lo que sabe es clave en mi plan.

—¿Pero ella no escapó con ustedes?

—Si, pero quiso irse por su propio camino. Antes de irse quedamos en que nos veríamos en un lugar. Samira nunca llegó, tampoco se llegó a poner en contacto conmigo. —Suspiro. De solo pensar en que Samira podría estar en peligro me parte el alma.

Ella sufrió mucho en manos de Mazhar, soportó tanto en los laboratorios que si ella estuviera en sus manos...

—¿Por que no quieres que Lea y los demás sepan de esto?

—Por eso, Samira era amante por beneficio de Mazhar. Los chicos lo saben, pero Mazhar fue, varias veces, el que nos torturó. Y si llego a decirles que posiblemente Samira podría ser su esposa, no dudarían en capturarla una vez que sepamos donde está.

—O donde podría tenerla si es verdad lo que dices. —concuerda Devon.

—Si la capturamos sería más fácil ¿no? La atrapamos, le sacamos la información que queremos y que se vaya a, no se, ¿una montaña?

Niego rotundamente. Nunca le haría eso a Samira.

—Nada de capturarla, ni violentarla. Será más fácil si no usamos la fuerza porque créanme, ella no es tan fácil doblegar. Literalmente no encaja con su perfil.

—¿Por que? —Inquiere Dominik. En el poco tiempo que lo conozco, nunca lo había visto tan intrigado con algún tema de conversación.

Es relativamente extraño.

—Porqué lo que vives en la organización Bağışıklık te hace desconfiar y no creer en ninguna palabra. De nadie.

Les dejo la carpeta en las manos para luego irme nuevamente a mi cuarto. Al estar en mi cama, con tres ordenadores frente a mis ojos, me dispongo a investigar más acerca de la prestigiosa familia de Mazhar. Pero no precisamente toda la dinastía, si no a su mal nacido hijo. Con su foto en la pantalla iluminando mi rostro y la oscuridad de la habitación, tomo mi celular marcando su numero.

Y lo sé, contesta el teléfono apenas el primer pitido suena.

—Hola, muy buenos días —saludo cordialmente. —¿Cómo está? Le hablamos de la compañía telefónica rómpeme los ovarios ¿desea recibir su pedido?

—Estoy a dos segundo de volarte el cerebro en este preciso momento, Phoenix.—gruñe con su grotesca voz y mis esperanzas mueren al esperar que alguna vez cambie.

No, nunca pasará.

—A ver, qué sin mi no estarías tan cerca ¿eh?

Vuelve a gruñir, pero esta vez no me produce escalofríos como cada vez que hablamos.

—Phoenix, te explicaré algo qué tal parece que no estás entendiendo. Me paso por el culo lo cerca que estás, esto se ha ido a la mierda y estoy estoy por irme también. Así que haz lo que se te cante del culo, pero lo quiero para ya.

Pongo los ojos en blanco. Había olvidado, no accidentalmente lo estresante que podría ser.

—Tu sermón te lo guardas para otro día, solo te llame para actualizarte. Busque ayuda para acabar con la organización —justo cuando se que va a replicar me adelanto. —Y antes de que empieces, no acabaré completamente con ella, solo con los más importantes.

—Si, muy lindo todo pero Bağışıklık te tiene en su radar desde que llegaste...

Sostengo el celular con mas fuerza de la debida.

—Salí de su radar, no creas que soy tan estúpida.

—Da igual como sea, en menos de una semana los tendrás encima de nuevo, los conoces. Sabes bien lo qué quieren, Phoenix, no se van a detener.

Mi piel se eriza mientas mis pensamientos visualizan el horror. Mis manos empiezan a temblar levemente y niego. Las ganas de matar a alguien, romper huesos o cualquier cosa que se pueda destruir me traspasan. Malditos recuerdos, maldito miedo. Lo odio.

—Nunca lo tendrán —contesto con determinación, tragándome mis ganas de destrucción. —Por esto los destruiré a todos ¿todavía quieren joderme? Pues ¿qué crees? No lo harán. Nunca.

—Hagas lo que hagas, hazlo rápido. No me queda tiempo y a ti tampoco, si sigues tardando en esto tu cabeza será la única en rodar.

Me trago un nudo gigantesco. De pronto, mi estómago se empieza a sentir más pesado.

—Lo se —Suspiro, para luego colgar la llamada.

Unas horas después mis párpados se sienten como balas de cañón, mi cuerpo como si hubiera sido arrollado por diez mil tanques de guerra y la mente vacía. Cansada es poco para el agotamiento que siento, aunque apenas me deje el ordenador a un lado. Pase toda la mañana con los ojos metidos en la pantalla. En conclusión, ya sé cómo colarme en la muy asegurada mansión de Mazhar.

Pero necesito más, mucho más para hacerlo sola.

El pensamiento de volverme a dormir me atraviesa rápidamente pero así de fugar se desase cuando escucho unos toques rítmicos al otro lado de la puerta. ¿Tenía que ser justo en este momento? Inhalando hondo me dirijo a la puerta, encontrándome a Dominik sosteniendo un tazón de de dulces y chocolate. Cómo si de un dulce o truco se tratase.

—Tengo algunas películas y videojuegos en mente —dice entrando a mi habitación mientras yo me quedo pasmada. —Y ya sé que todos están con eso de la organización, pero antes de que empieces, un día sin dulces es un día perdido.

—¿Un día sin dulces perdido?

—Unju. Pero amenos que quieras darme tu dulce o que quieras el mío, nos toca esto. —Se encoge de hombros.

Sonrío, pero rápidamente me cruzo de brazos.

—Mira, Dominik, no sé qué piensas hacer con esto pero estoy demasiado ocupada, como todos ¿no buscaste lo que te pedí?

—Devon y Diamond están en eso, ven y veamos esa película de terror que acaba estrenarse—comenta, subiéndose a mi cama poniéndose cómodo. Como si la cama fuera de él.

Qué si, técnicamente es de él y sus hermanos, pero mientras este aquí es mía.

—Pero...

—Ven y deja de poner tantos peros.

Suspiro. Esto es una mala idea, muy, muy mala.

—Bien.

Me acomodo a un lado de Dominik, dejando un espacio enorme entre los dos. Pero a ver, miedo no es ¿eh? Solo soy precavida. Unos minutos pasan y la película comienza, ni siquiera se de qué demonios trata. Solo se que cualquier movimiento qué él hace mis ojos le prestan toda la atención.

—Tengo una duda —comienzo. —¿Por que ustedes siempre, no se, son tan insistentes conmigo para luego ignorarme o tratarme indiferente?

Dominik se toma unos minutos antes de responder, hasta se acomoda para hacerlo.

—Para empezar el que te trata con indiferencia, algunas veces, es Diamond. Y no lo malinterpretes, él no sabe cómo expresarse ante una situación desconocida ¿entiendes?

—No, no te entiendo nada.

Se remoja los labios e intenta disimular su sonrisa cuando rápidamente mis ojos se centran justo ahí. ¿Como puede tener labios tan perfectos?

—Diamond te quiere coger, pero no sabe cómo hacerlo si cada vez que intenta acercase a ti, te pones histérica.

—No me pongo histérica, Dominik, es que no sé cómo sentirme respecto a ustedes.

—Nadie dijo que lo nuestro tiene que ser sencillo.

—¿Nosotros? —inquiero con el ceño fruncido.—¿Hay un nosotros?

Sonríe. Ay, juro que me tengo que morder los labios para no comérmelo ahí mismo. Es que es tan deliciosamente encantador ¿cómo le haré para resistirme a ellos? ¿Cómo?

—Siempre ha existido un nosotros, Phoenix, desde antes que salieras a la luz.

Ahora, en este momento, si ya tiene mi atención total.

—¿Qué quieres decir con eso?

Se encoge de hombros.

—Eso, y si llegas a pensar que podrás seguir resistiéndote a nosotros. A mi. Te daré un consejo, no solemos soltar algo que es nuestro desde hace años.

¿De que carajo está hablando?

—Dominik, si no me explicas de qué estás hablando específicamente, lo sabré sin tu ayuda.

Suelta una de sus risas "ponte de rodillas"

—No, Phoenix, no lo harás. Si no has encontrado nada de nosotros, menos vas a encontrar el porque eres nuestra. —Se muerde el labio inferior, mientras me observa como el caramelo más dulce del mundo, o como el error más importante de su vida. —Eres inteligente, pero tienes algo que te impide saber. Es que subestimas a los que te rodean y eso, querida fogata, no te llevará a ningún lado.

—¿Por que me dices esto? —susurro.

—Porque lo necesitas. No nos subestimes, nadie sabe nada de nosotros, eso lo sabes ¿pero sabes por qué?

Niego, hipnotizada por sus palabras.

—Porque nos deshacemos de nuestros enemigos ¿has visto a alguien que pueda estar a nuestro nivel? No, nunca lo harás. No tenemos oponentes, tampoco somos líderes de nadie. Hacemos lo que nos dé la gana, pero sin errores.

Asiento.

—Sin errores. Siempre hay errores, Dominik, aunque no los quieras. Siempre los hay.

Su pecho retumba a causa de una risa roca que sale como la mejor melodía de sus labios. Sus brazos que sostienen el tazón de dulces, también retumban por reírse.

—Conmigo no, nunca los verás. Phoenix, por eso quiero proponerte algo importante.

Ya va, sé que Phoenix hablando con el hijo de Mazhar es extraño pero les aseguro que vendrán cosas más extrañas que esa JAJAJAJAJA.

Tranqui, es una broma no tan broma.

¿Qué creen que tengan Dominik, Diamond y Devon en mente? Es sospechoso el cómo se portan con Phoenix. Pero ella no se queda atrás ¿que tiene esta loca en la cabeza?

Lxs leo. Att: Phoenix <3

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