Capitulo 20

Soy de esta manera porque fue el único ejemplo que me inculcaron, no puedes culparme por lo único que me ensañaron a ser ¿quieres juzgarme por cómo podría tratarte? Hazlo, pero no en cómo soy

—Aquí es donde los poderosos criminales obtienen lo que realmente se merecen —opina Magnus conduciéndonos por unos pasillos repletos de guardias. —Justicia.

Automáticamente mi mente se pone a pensar más rápido.

—¿Qué no existen cárceles para eso?

—No, ¿cárceles donde las personas poderosas gozan de lujos? Si, eso si existe. Pero aquí están estos criminales que con el dinero que tienen, podrían comprar la misma cárcel en la que estén para vivir como reyes. —Doblamos por unos pasillos. —Todas las personas que están aquí han cometido los delitos más atroces que podrías imaginar.

Interesante.

—¿Cómo cuales?

—No creo que puedas soportarlo, muñequita —Opina Delia guiñándome una ojo. Por lo que veo, todos opinan lo mismo que Delia, todos piensan que no lo soportaría.

¡Vamos! No pensaba que serían tan ingenuos.

Me encojo de hombros y los sigo hasta una gigantesca puerta metálica. Con una mirada Magnus espera a que le indique si puedo entrar o no ¿qué habrá detrás de esa puerta que me está preguntando si podré soportar eso? ¡¿Y por qué demonios piensan que no puedo soportar eso?! ¿Qué clase de bambi creen que soy?, Qué indignante. Los demás no opinan nada mientras asiento dándole la aprobación que necesita.

Al pasar por la puerta metálica solo escucho gritos. Gritos y más gritos resuenan por toda la cárcel, mujer tras mujer, hombre tras hombre son sometidos a diferentes torturas propinadas por unos hombres de negro, cada uno en una celda torturando a cada prisionero. Observo todo fascinada, investigare más a fondo sobre este lugar, a menos que de verdad sea como dijo Magnus, "secreto".

Ellos se roban a los prisioneros peligrosos y adinerados para torturarlos como es debido por sus crímenes cometidos ¿pero como lo hacen? ¿Son algo así como justicieros?, No me jodas, esto es súper extraño. ¿Entonces por esto se reúnen encapuchados en nuestro jardín en las noches? ¿Para hablar de criminales? ¿Hablarán de mi?

—No te acerques mucho a las celdas, los prisioneros tienden a ser muy violentos—. Masculla Diamond mirándome con cuidado.

Asiento dándole una mirada dura. Seguimos caminando unos minutos más, los minutos más largos de mi vida, hasta que Magnus se detiene en una celda pequeña y oscura.

—Celda de los hermanos Serkan —Anuncia Trevor.

—Ábrela—. Demando.

—No podemos abrir las celdas, Phoenix —niega Axel. —No seas estúpida ¿no ves que aquí todo el mundo es peligroso?

—Entonces déjenme entrar.

—¡No! —ruge Devon.

—Nadie además de nosotros y los torturadores puede entrar a las celdas. —Aclara Dominik.

Arrugo la nariz.

—Lea —La llamo. —Sabes todo lo que puedo hacer, déjame entrar.

Mi amiga de casi toda mi adolescencia se muerde el labio al tener la atención de todos puesta en ella. Necesito entrar, verlos antes de poder hacer algo.

—Está bien —Acepta. Mira a Magnus. —La conozco, si algo pasa ella puede resolverlo, búscale la llave.

Asiente. Me renuevo con impaciencia en mi sitio.

—Bien.

Le piden la llave a unos de los guardias y cuando abren la puerta entro sin dudarlo. Miro las paredes sucias de la celda, todo está tan oscuro, también huele fatal tengo que hacer un gran esfuerzo por no salir corriendo de aquí. Con una mueca en la cara, visualizo a una chica pelinegra y sucia, esta casi desnuda.

—¿Zehirli?

Mierda.

—¿Feray? —Me arrodillo a su lado. —Mierda, pense... que no eran ustedes, ¡carajo! ¿Qué demonios hacen ustedes aquí?

Ella tose con esfuerzo y hago una mueca de dolor al ver su rostro demacrado.

—Zehi, tienes que salvar a Ruslan, lo han golpeado mucho —Solloza—. Él está mal, mi hermano está muy mal y morirá ¡dime qué lo salvarás, por favor! ¡Dímelo, Zehi!

Asiento tragándome el nudo que se ha formando en mi garganta. Feray es una parte de mi pasado que no debería desenterrar, pero eso no quiere decir que la deje aquí tirada con su hermano casi muerto. Ella me salvó de tantas cosas y si necesita que salve a su hermano, lo haré, tendré que sacarlo de aquí con urgencia si no quiero ganarme el odio de Feray.

—Escúchame Feray, aquí mi nombre no es Zehirli ¿escuchas? —susurro. Asiente con las lágrimas rodando por su rostro. —Mi nombre es Phoenix y aquí nadie conoce mi pasado ni nada de lo que he vivido ¿bien? No puedes decir nada relacionado de cómo nos conocemos.

—¿Estás con esos chicos que nos secuestraron?

—Si —me apresuro a decir—. Pero ya habrá tiempo para explicarte todo eso, ahora solo tienes que seguir lo que diré ¿entiendes? ¿Confías en mi?

—Si —gruñe no muy de acuerdo pero algo es algo.

Atravieso la celda hasta salir a donde los chicos mientras ellos me esperan impacientes.

—¿Te dijeron lo que necesitabas? —Quiso saber Melissa removiéndose en su sitio incómoda. Y era yo la que no podría soportar esto de aquí ¿eh?

Me encojo de hombros.

—Si y no. —me giro hacia Lea y Magnus. —Necesito que los saquen a los dos de esa celda. Ruslan está muy herido y quizás no soporte las próximas horas o quizás minutos.

—Espera... ¿que? ¿De qué estás hablando Phoenix? —interrumpe Luke luciendo frustrado.

Levanto la cabeza.

—Lo que escuchaste, tienen que sacarlos a los dos de ahí adentro. —digo—. Esto es injusto ¿quien fue el idiota o la idiota que se le ocurrió la brillante idea de los traerlos aquí?

—¿Pero que coño te pasa? —ruge Delia—. Estás hablando de criminales ¿por qué diablos los sacaríamos? Por algo están ahí no seas tonta. Justamente por ti están ahí ¿por qué no se lo dices Diamond para que ella deje su mierda?

Me ocuparé de la mala vibra de Delia más tarde pero ahora giro la mirada en dirección a Diamond,enojada, frustrada y con mas ganas de matarlo que de ¿besarlo?

—Llegaron de la nada preguntando por ti ¿que querías que hiciera? Cuando los conocí me apuntaron con un arma a la cabeza, por eso están ahí. Sé que querían poner tu vida en riesgo así que los traje para que no lo hicieran ¿contenta? —da un paso al frente. —No te compadezcas de estas personas, Phoenix, todos han cometido un delito grave ¿y esos que intentas salvar? No lo valen.

—Si lo hacen y por favor no me vuelvas a dirigir la palabra en tu maldita vida—mis palabras parecieron dolerle pero no dejo que se notaran mas de lo debido. —Logan, ayúdame a sacarlos.

Este niega.

—No puedo, Phoenix...

—¡Que si maldición! ¡¿No ven que ellos son iguales que nosotros?! ¿Recuerdan cuando estábamos en los laboratorios? Adivinen qué, nosotros no éramos los únicos. Antes de irme los dejamos ir a todos, pero ellos que están ahí dentro están pasando el mismo infierno que pasaron ustedes en ese lugar, y ustedes son los culpables de eso.

Ellos niegan mientras que Diamond, Dominik, Devon, Magnus los gemelos y las novias nos miran con desconcierto ¿con qué ellos no le habían contado a sus amigos lo que habíamos pasado?

—Estás mintiendo, hicimos que todos estuvieran a salvo en un lugar secreto.

—¿Y quien creó ese lugar secreto, Ethan? Cuéntame ¿quien lo hizo? —Me cruzo de brazos. Por supuesto que tienen que creerme.

—¿De verdad le hicimos los que ellos nos hicieron a nosotros? —Lea solloza mirándome con arrepentimiento. Sabía que no se lo tomaría bien, pero esto es por el buen común. —No puedo creerlo —solloza más alto mientras que Magnus la observa extrañado. —Sácalos de ahí Magnus, a la mierda con el legado de tu familia, no podemos dejarlos aquí.

Bingo.

—Está bien, pero al tal Rulan no podemos llevarlo a un hospital.

Sonrío victoriosa.

—Ni te preocupes por eso cuñadito.

Magnus y Diamond le ordenan a uno de los guardias sacar a Ruslan en una camilla mientras que Freya prefiere salir caminando sola. Sin quiera dudarlo dos veces me quito mi sudadera quedando en un pequeño y diminuto top para tendérselo a Freya, la tela que tiene a penas puede cubrir bien sus senos. Me devuelve una mirada de agradecimiento y yo asiento.

Sintiendo la mirada de los demás sigo al guardia hasta salir de la cárcel mientras atiendo a Ruslan en el auto de Dominik.

Al mirar todo su cuerpo el mío se sacude con un escalofrío. Ruslan está demasiado herido, tiene las mayorías de sus costillas rotas, bastantes golpes en la cabeza y la nuca, mientras que una de sus piernas está rota ¡rota! ¡¿Que demonios les hacen estos tipos?!

Veamos, entiendo la parte de que todos estos criminales adinerados sean castigados de la peor manera por sus crímenes ¡¿pero a quien se le ocurre traer a dos hermanos inocentes a este infierno?! Esto es una mierda, una mierda muy grande.

—Freya lo siento, Ruslan esta bastante mal como para que yo pueda atenderlo. —le comento a su hermana que está mirando con desesperación a su hermano. —Estudié para revisar a los humanos muertos, no para hacerlo cuando están vivos.

Solloza negando rotundamente.

—¡Tienes que salvarlo! Por favor, es mi hermano, tú harías lo que sea por tus hermanos —Me atrasando por su confección, pero tiene razón y básicamente que ellos estén aquí en mi culpa. —No puedes dejarlo morir, por favor, sálvalo haz lo que sea.

Me debato, Sofiane me matará si meto a Norman en esto pero Sofiane es el último de mis problemas ahora.

—Bien, solo tendrás que estar tranquila ¿esta bien? —Asiente frenéticamente mientras sostiene la mano sucia de su hermano. Saco mi celular y le marco a Norman, suenan unos pitidos pero atiende. —Necesito tu ayuda amigo mío.

—¡¿Que?! Te me desapareces y ahora quieres mi ayuda, ¿sabes lo paranoico que me pongo? ¡No! —me retiro el celular del oído por culpa de su grito. —Te desapareciste sin siquiera mandarme un mensaje para que no estuviera preocupado ¡ni siquiera me llamaste!

Confesarle a Norman que me desaparecí para poder salvar a Dominik a Diamond y a Devon para luego terminar matando a un violador no es la mejor manera de calmarlo, así que mejor ir a lo seguro.

—Luego te cuento—Ese nunca falla—. Ahora necesito que me digas si conoces a alguien que pueda ayudar a alguien que tiene casi todos sus huesos rotos...

—Jodeme ahora, estás bromeando.

Hago una mueca al ver el rostro pálido de Ruslan.

—No, Norman, no estoy bromeando ¡solo dime si sabes! Me contaste una vez...

—Si, si, si, cállate. —me interrumpe —Si tanta prisa tienes... tráelo a mi casa, puedo ayudarte.

—¡Gracias!

Suspira.

—Te estaremos esperando —Cuelgo la llamada y dirijo la mirada hacia Devon que está al volante.

Dominik y Diamond con los demás se quedaron dentro para hacer no sé qué, tengo una prioridad aunque me hubiera servido saber más sobre esa cárcel extraña de Magnus. Es que ¡vaya! Los tiene como si fueran juguetes.

—Llévame a la casa de Norman, lo más rápido que puedas.

Asiente.

—Agarrense bien —advierte.

Unos minutos después Freya maldice a Devon tantas veces que si un Cristiano estuviera en el auto con nosotros hubiera pensado que ella esta haciendo un ritual satanico. Pero es que Devon conduce como si lo estuvieran persiguiendo, no, un demonio con una motosierra apunto de matarnos, si, exagerado pero la próxima vez pensaré en no dejar que Devon conduzca.

—¡Maldito mongólico! ¡Conduce más despacio, hijo de perra! —Expresa Freya sosteniéndose de los asientos. —¡¿Que no ves que mi hermano está casi muerto anormal de mierda?! —Devon no dorminuye la velocidad y yo estoy apunto de vomitar. —¡Que bajes la maldita velocidad cabron!

—¡Devon baja la maldita velocidad que todavía tengo muchos planes! ¡Y los tengo que hacer viva!

Este me devuelve una sonrisa de disculpa pero logra bajar la velocidad, algo me dice que Freya no le cae muy bien, o bueno la mirada que le dirige a esta me lo dice. Yo solo me concentro en la tarea de mantener a Ruslan vivo mientras tenemos que soportar estas horas hasta llagar a la casa de Norman.

Maldición, tendré que explicarle algunas cosas a Norman y no sé cómo diablos se lo tomará. Ese maldito idiota ¿en qué momento se hizo tan importante para mí en tan poco tiempo? Apenas llevo unos cuantos meses aquí y ya, ¿cómo es posible que en pocos meses mi vida se ponga de todas las maneras jodida posibles? Eso debería ser imposible.

Fijo mi vista en la ventana, no estaría metida en todo esto si no nos hubiéramos escapado...

—¿Esos autos nos están siguiendo? —Inquiere Freya observando el espejo retrovisor.

Volteo la cabeza para mirar a través del cristal trasero.

—Si, lo hacen desde que salimos de la presión —Contesta Devon.

—¿Por que tres camionetas oscuras nos estarían persiguiendo? ¿los mando Magnus? ¿O son del legado estúpido de su familia? —insisto.

Devon niega.

—Ninguno de los dos, yo los habría reconocido—Admite subiendo la velocidad, otra vez—.Siento mucho si antes se asustaron por la velocidad, pero era precisamente para perderlos y cómo todavía siguen siguiéndonos, tendré que intentar perderlos nuevamente.

—Ay no—Lamenta Freya.

—Ay si, por eso tienen que sujetarse bien. Presiento que no será fácil perderlos.

Trago mirando hacia atrás de nuevo.

—Si no nos siguen de parte de Magnus ¿por qué nos siguen?

Suspira, mandando al diablo el límite de velocidad de la carretera.

—No lo se, pero lo que si sé es que son peligrosos.

Mierda. Triple mierda.

Devon acelera a una velocidad casi imposible. Mientras me sostengo bien y escucho las maldiciones gritadas de Freya intento mantener mi ritmo cardiaco en control para que no se salga de mi pecho. Hace giros tan jodidamente bruscos que si el cuerpo de Ruslan no estuviera bien sujetado por él cinturón de seguridad, hace rato estaría en el suelo del auto o en el techo. Joder, mientras más aumenta la velocidad más nos van alcanzando los del auto negro.

—¡Vamos a morir malita sea! ¡¡Y por culpa de unos malditos gilipollas psicopatas!! —Grita Freya a los cuatro vientos desde el asiento del copiloto. —¡Nos vamos a morir to' mamaguevo! —Expresa en español.

Suelto una carcajada por las malas palabras de Freya, mierda, tenía tanto tiempo que no las escuchaba. Pero mi sonrisa se detiene al caer en cuenta de lo realmente importante, qué nos estén disparando cambia todas nuestras posibilidades ¡todas!

—¡Chicas, cambio de planes! —Exclama Devon mientras yo no encuentro qué hacer. —¡Tendrán que lanzarse por las ventanas! ¡Yo los intentaré perder mientras ustedes escapan!

Todo mi cuerpo se contrae.

—¡¿Qué?! ¡¿Y qué pasa con mi hermano?!

—¡Sálvense quien pueda! —Grita Devon sin apartar la vista del camino. —¡Por ahí ya viene una curva, ustedes saltarán cuando se los indique! ¡Freya, pásate para el asiento de atrás!

¿Qué dice? Está bromeando ¿verdad?

—¡¿Estás jodiendome?! —Sacó la pequeña Glock de la mochila que cuelga de mi hombro. —¡Esto no es una película de drama donde el protagonista sacrifica su vida por los demás! ¡No seas cobarde!

—¡¿Que no me estás escuchando, mujer?!

Oh, si. Claro que lo estoy escuchando.

Mi corazón ya no corría, saltaba tratando de salir de mi pecho mientras que la adrenalina me recorría de pies a cabeza, como una plaga. Volteándome y sin prestarle atención a los llamados de Devon ni a los gritos de Freya, le quito el seguro a la glock mientras apunto a uno de las camionetas oscuras. No es que tenga la mejor vista del mundo, pero de qué siempre les doy a mis objetivos, lo hago.

—¡Disparales en las llantas!

—Eso es muy aburrido, hasta para ti, Freya—murmuro, disparando la primera bala en la figura encapuchada que está al volante del primer auto. Luego le sigue el segundo, fallo algunos tiros, pero las balas no dejan de dar en el blanco.

En cuestión de minutos las tres camionetas pierden el control chocando entre sí, explotando al instante. Sonrío, tenia tanto tiempo que no jugaba estos juegos.

—¡No me jodas, carajo! ¡Phoenix, eso fue grandioso! ¡Cómo en los malditos viejos tiempos! —Victorea Freya.

Me encojo de hombros, relajada.

—Los malos hábitos nunca se olvidan.

Devon me observa en silencio a través del espejo del auto.

—¿Quien demonios eres? —Inquiere mirándome con extrañeza.

—Todo lo que imaginas y nada de lo que sueñas, Devon. —Contesto, encogiéndome de hombros manteniendo mi sonrisa ladeando.

Vuelvo la vista hacia Ruslan e intento, con los pocos suministros que tengo, mantenerlo con vida hasta las siguientes horas. Devon optó por no hacer ninguna parada, solo se concentró en llegar a la casa de Norman, los chicos llamaron horas después de irnos para decirnos que ya habían salido de la cárcel de torturas. Todavía no logro asimilar bien esa mierda ¿una cárcel para torturar criminales ricos? En mi puta vida se me hubiera ocurrido pensar en eso.

Y que sea un legado de la familia de Magnus se me hace más extraño, ya, entiendo la parte de que sea todo secreto ¿pero hay necesidad de toda esta mierda?

En el momento que llegamos a la casa de Norman, Devon se lleva en brazos al inconsciente de Ruslan mientras que yo me ocupo de despertar a Feray. Ella solo despertaba cinco minutos durante cada hora para saber de su hermano, a pesar de que hacía todo el esfuerzo que podía para no dormirse, siempre se quedaba rendida. Freya también pasó un infierno, presiento que peor que su hermano.

Pero es tan orgullosa y terca que prefiere ocuparse de su hermano que de ella misma.

La madre de Norman, Irene, nos dio la bienvenida junto a su novia Maeve. La pareja más rara que conocí en mi vida. Mientras que Irene es todo sol, calor y calidez, Maeve es todo lo contrario y por lo que observé, ellas son felices siendo así de diferentes.

Irene básicamente es como doctora y fue la que curó a Ruslan de la mayoría de sus heridas. Según sus palabras, Ruslan no solo tenía un par de costillas rotas, tenía la mayoría de sus huesos destruidos mientras que eso le impedía recibir bien el oxígeno. Además que las próximas tres horas ella lo pasó en un cuarto de hospital, raro que alguien tenga un cuarto de hospital en su casa ¿pero quien soy yo para opinar cosas ajenas? La idiota de Freya lamentablemente no pensaba lo mismo que yo.

Básicamente esa estupida hizo preguntas de todo lo que le parecía raro en la casa de las Grove, y sinceramente, había tantas cosas extrañas que se me hacía imposible enumerarlas, no sé si era el ambiente tan tétrico o la casa en si. Pero igual Freya no paraba de hacer preguntas prohibidas, sé que lo eran.

—Freya —Llamo su atención despacio, aprovechando que Maeve está hablando con Devon. —Deja de hacer preguntas para respuestas que no te corresponden saber—murmuro.

Me observa.

—Es que este lugar es muy extraño — susurra.

Le hecho una mirada a Maeve y a Devon. Ella hace lo mismo.

—Lo se, pero nosotras también somos extrañas y ellas no nos están haciendo preguntas —agrego. —Déjate de curiosa para que ellas tampoco lo estén.

Ella niega.

—Pero mi hermano...

Pongo los ojos en blanco.

—Llegamos con tu hermano básicamente con todos los huesos de su cuerpo rotos, tú pareces que saliste del mismísimo infierno, Devon tiene cara de ser víctima y yo parezco la líder de la banda ¿que tu hermano que? Da gracias a que ellas todavía no hacen preguntas al respecto y me vienes con que tú "hermano", hazme el favor, Freya. No seas tan estúpida por una vez en tu vida.

Ella contrae la mandíbula, claramente enojada.

—Había olvidado por un minuto lo hija de perra que eres—Escupe. —Sabia que está fachada de la mujer buena y preocupada sólo era eso, una puta fachada.

Justo antes de que pueda contestarle, Norman aparece por la puerta con una expresión extraña, muy extraña.

—Me explicarás todo más tarde ¿escuchaste? —Inquiere mirándome y llamando la atención de Maeve y Devon. Asiento sin dudarlo, de todos modos tenía pensado hacerlo. —Tu te ducharas y dormirás en mi habitación y...

Codeo a Freya.

—Freya —Gruñe.

Norman asiente pensativo.

—Freya hará lo mismo en la habitación de invitados, hay ropa que puede servirte ahí.

—Gracias.

—No hay de qué—Continua. —Mae te llevará a la habitación. Phoenix ven conmigo.

¿Qué será de todo esto ahora?

Buenoo *pone mirada misteriosa* los secretos se están subiendo un poco de tono, todavía faltan secretos que eso parte el alma.

Pero oigan, qué no todo es misterio, por ahí se vienen usas cosas candentes entre algunas personistas curiosas *guiño* *guiño*

Recuerden votar y comentar lo que tengan de duda.

Lxs quiero. Att: Phoenix <3

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