Capitulo 18

"Dicen que el placer se múltipla cuando se prohíbe"

Mi cabeza se mueve de un lado a otro a causa de la música latina que suena en mi habitación mientras me voy alejando. Canto la letra de la canción moviendo mi cuerpo de igual energéticamente. Con mi mochila colgando de un hombro, bajo las escaleras hasta la cocina para tomar alguna fruta.

Tenía pensado comer algo ligero ya que hoy es día de entrega de trabajos y necesitaba hacer que este día sea positivo. Si, me levante de buen humor y quiero seguir así hasta volver a cerrar los ojos.

—Buenos días, hermanitos y hermanita. —Saludo con una radiante sonrisa. Voy directo al refrigerador mientras una manzana llama mi atención, sin prestar la mínima atención a mis espaldas, sostengo las dos manzanas. —Hoy amanecí del mejor humor posible así que... ¿por qué tienen esa cara tan rígida? —Sus rostros desencajados me miraban serios.

—¿Donde estabas? —Lea es la primera en contestar o preguntar, lo que sea.

Bufo ante su pregunta.

—¿Que es esto? ¿Jugamos a la familia y no me he enterado?

—Es en serio, Phoenix ¿donde carajos estabas? —Suelta Lea, con su rostro contraído por él enojo.

Enarco una ceja y sin contestar introduzco una de las manzanas a mi mochila y la otra me la llevo a mi boca.

—No se cuantas veces les diré que no tengo porqué decirles donde estoy cada que me pierden de vista. —Suspiro. —Chicos, respiren, lo necesitan. Ethan, por dios, mírate. Tienes las ojeras más grandes que un tiranosaurio rex, duerme un poco, hermoso.

—¿No ven que tiene cara de estupida? —Inquiere Axel.

Le muestro el dedo medio mandándolo al demonio.

—¿Acabas de llamarme hermoso? —Inquiere atónito.

—Yo también soy hermoso ¿a qué si? —Logan me manda unos cuantos besos al aire de forma tan estupida que me hace reír.

—Si Logan, una preciosidad —Negando, vuelvo a colgarme la mochila al hombro.

Beso la mejilla de Lea la cual tiene la cara tan desencajada que parece que se partirá la mandíbula, joder, es un día hermoso, que cambie esa cara. Cuando es el turno de Axel este voltea el rostro estampando sus labios con los míos apropósito, me sorprendo ¿pero qué más da?

Separó los de Axel adentrando mi lengua en su boca, bueno, acabo de descubrir que mi hermanito no sabe tan mal a cómo llegue a pensar. Suelta un gemido que se ve ahogado en mi boca y antes de que se salga de control, me aparto unos pasos atrás, sosteniendo su rostro en mis manos. Estaba perplejo.

—No besas nada mal ¿eh?

Resopla.

—¿Nada mal? ¿Me estás jodiendo? Soy el puto mejor besando, Phoenix, podría darte una demostración mejor qué está.

Río.

—¿No que te jodía la vida?

—Con ese beso si que me la jodiste, pero te encanta joderme la vida, hazlo otra vez.

—Si, claro, no pasará. —Me carcajeo.

Me separo de él terminado de besar las mejillas de Logan y Ethan que, al igual que Luke y Lea tienen los ojos fijos en el umbral de la cocina. Sigo sus miradas encontrándome con las de Dominik, Devon y Diamond, pero no una mirada cordial o amistosa. En estos momentos es donde me pregunto ¿qué demonios pasa en la cabeza de estos tres? Un día me tratan como si fuera una grandísima perra y al otro quieren devorarme como leones ¿que les pasa?

Espera ¿que estarán pensando si ven a dos hermanos besándose? Aunque, bueno, es solo un besito ¿si los primos pueden? ¿Por qué los "hermanos" no?

—Phoenix, ¿vas a la universidad? Podemos irnos juntas y luego, cuando salgamos, ir a algún lado.

—Prefiero irme sola, Lea, pero gracias. Nos vemos luego —Salgo de la cocina chocando fuertemente el hombro con el de Dominik y el de Diamond.

Si, los odio. Odio a Dominik por besarme de la mejor manera que nadie lo haya hecho en mi vida, y eso es decir mucho. Detesto como mis piernas flaquean y como mi corazón se encoge cuando mi mirada se topa con la azulada de Devon. Aborrezco la forma en como mi cuerpo se prende en fuego cuando Diamond posa sus grises ojos fríos en mi cuerpo. Lo. Odio. Detesto que ellos cambien de ánimos tan radicalmente, un día te tratan de puta madre y al otro cómo si fueras una jodida escoria.

Eso, eso no es justo.

Pero supongo que ese odio siempre ha estado ahí ¿odio por qué? Ni idea, pero sé que está ahí ¿si no por qué sus tratos? vamos que... hasta se habían ganado mi buen humor pero una mierda. Qué hagan lo que quieran, yo vine aquí con un objetivo y lo voy a cumplir. La distracción hubiera esta bien, en su momento, pero ya no. Ya no joderé con personas que podrían causar la muerte de mis amigos y de la persona más importante de mi vida.

No. Absolutamente no.

—¿Acabas de besar a Axel o estoy alucinando? —Inquiere Luke, atravesando mi camino con un ceño fruncido.

—Llámalo un besito de despedida ¿quieres uno? —Levanto la ceja coquetamente y al ver cómo se sonroja me carcajeo ¡Luke sonrojado siempre es lo mejor!—Por dios, solo es un besito. Cálmate.

Resopla, con sus hombros rígidos.

—No creo que Axel piense que solo es un "besito". —Mira por encima de mi hombro y en ves de seguirle la mirada me encojo de hombros porque sé que mi mirada se topará con ojos no deseados. —¿Me dejas llevarte a la universidad?

Pongo los ojos en blanco.

—¿Que tienen ustedes hoy con querer controlarme? Es estresante.

—Por cierto ¿donde estabas anoche? Norman nos llamó preguntándonos por ti luego de que dejarás el centro comercial y cómo no contestabas sus llamadas se preocupó, no le dimos tanta importancia pero unas horas después Devon llamó a Ethan para saber si estabas aquí y como tú auto estaba aquí definitivamente nos preocupamos más ¿por qué demonios haces eso? —Escupe con los brazos cruzados y el rostro severamente serio.

Le sonrío con inocencia.

—Cuando estaba en el centro comercial me encontré con un cristiano—Ladeo la cabeza. —Era así como esos cristianos simpáticos y me convenció de ir a la iglesia unos ratitos. Pero creo que se me fueron las horas.

Bufa sin siquiera creerme ¡pero vamos! Tampoco es como si le pudiera decir "oye, Luke, apuñale y queme a un hombre solo por pensar en tener sexo conmigo en un momento donde estaba sumida en la tristeza" ¿que tan malo sería decirle eso? No, horrible. Eso cambiaría mis planes radicalmente.

—A ti nunca te han gustado las religiones ¿por qué no buscas un mejor cuento?

—Tengo una figura muy linda que me regalaron—Con la cual hace unas horas asesine de forma desgarradora a un hombre. Sonrío, enseñando los dientes. —¿Quieres verla?

Levanta una ceja.

—¿Tu en una iglesia? No me lo creo. Busca algo con más creencia.

Visualizo la hora del reloj de pared en la casa.

—Mierda Luke, ¿por qué no me dijiste que era tan tarde? Llegaré súper tarde a la universidad, idiota. —Corro a la puerta. —¡Nos vemos allá!

Estos días en la universidad se están volviendo una jodida tortura por culpa del final de este semestre, un semestre más y me gradúo de criminología. Otro paso importante para mis planes, pero todo este proceso se está volviendo tan tedioso. Exámenes, clases de prácticas en escenas de crímenes, más exámenes, trabajos, en el área de leer los libros creo que estoy bien, ¿pero en explicar lo aprendido? Cómo la mierda.

Pero al menos, al llegar a la clase que me toca sólo tenemos que trabar en algunos temas y entregar algunas prácticas. Si no fuera por la ayuda de Onai, el chico al que si le haces cualquier pregunta relacionada con casos de crímenes sin resolver de todo el mundo es capaz de darte un millón de teorías con posibles soluciones, y el mejor explicando temas complicados. Estuve a un gramo de arena de comérmelo a besos por ayudarme a pasar el examen de teoría pero su novia Any casi me rompe la cabeza.

Son una parejita tan graciosa que de ves en cuando me sacan carcajadas en medio de la clase.

—Phoenix Tea Armani —La secretaria extraña del director capta la atención de todos en la clase. —El director Digger la necesita en su oficina.

Lo que me faltaba, que el viejo ese tan turbio solicitara joderme la vida justo en este día tan lindo. Genial.

Recogiendo mis cosas con cuidado me levanto del asiento para ir a plantar un beso en la mejilla de Any a modo de despedida. Suelto unas risitas al ver el rostro anhelante de Onai a la espera de un beso, pero a esta medida ya me dirijo a la salida de la clase.

—Deja de mirarla así, no seas tan descarado ¡soy tu novia, Onai! —Al escuchar el reproche de Any me carcajeo sin contener la risa.

Sin llegar a pensar en nada más que acabar con lo que sea que quiera el director, interrumpo en su oficina como si esta fuera tan inservible. Me encanta ver cómo disimula su enojo por mi falta de educación con una sonrisa cordial ¿estaba esperando un saludo lindo el señor Digger? Me la chupa su puesto de director.

—¿Para que me necesitaba, señor Digger?

—Toma asiento por favor —Señala un lugar enfrente de su escritorio. Encogiéndome, hago lo que me dice. —¿Como has estado? La última vez que nos vimos fue hace meses.

—Si, bueno ya sabe, cursar una carrera universitaria no es nada fácil.

Sonríe.

—Sin embargo tienes cuatro carreras cursadas ¿no es así? —Arquea una ceja.

¿En donde se me pudo ocurrir poner en mi información academia todas esas carreras? ¿No podía mantenerlas en secreto? Soy una completa estupida y más estupido es Logan por convencerme de hacerlo.

—Si, la vida puede resultar loca ¿no?

—Es cierto ¿pero por qué no me cuentas cómo es posible que te hayas graduado de tantas carreras universitarias con tan sólo veintidós años? —Suelta. Me tiende todos los papeles que les había pedido a Axel y a Logan entregar unos meses antes de llegar a Suiza.

Trago con fuerza.

—Bueno...

—¿Estos papeles son falsos verdad, Phoenix?

Mierda. Un suspiro involuntario de alivio se escapa de mis labios antes de poner retenerlo. Joder, ¡piensa que los papeles son falsos! Al menos no piensa que es sospechoso que sepa tantas cosas a la...

—Ay no, ¿cómo cree? Quizás fue un error del sistema o algo así pero, si, digamos que quizás mentí —Susurro lo último. —Solo he hecho cursos complicados con relación a esas carreras.

Arruga el entrecejo claramente sin poder entender. Amigo, yo tampoco sé qué diablos estoy diciendo.

—Los errores así no existen... mira da igual —Se levanta sigilosamente y cierra la puerta de su oficina sospechosamente mientras mi alarme de peligro se activa. —Hay unas personas que quieren dar contigo, Phoenix, no se quienes son o qué quieren pero debes irte de aquí mientras puedas.

—¿De que hablas? —Inquiero, ahora si poniendo atención en todo lo que dice.

—Varias personas han venido a preguntar por ti desde que llegaste a la universidad. Solo hacían preguntas con relación a tu físico.

—¿Cómo cuáles preguntas?

—La primera vez que uno de ellos vino, preguntó si aquí había alguien con uno de sus ojos gris o si el otro era verde o que si era pelirroja. Le conteste que si porque tu físico es bastante inusual así que tampoco le di importancia. Luego fueron llegando más personas preguntando lo mismo, uno de tus hermanos, Ethan, fue a uno de los que preguntaron. No se lo tomó muy bien.

Con razón han estado tan insistentes con siempre estar encima de mi pero si sabían esto ¿por que no me dijeron? Dado que se que están metidos en algo extraño, pero por lo que me contó Logan sus asuntos no tienen nada que ver conmigo ¿pero y si mintió? No, Logan nunca me mentiría, de eso estoy segura. Pero estas cosas son muy extrañas: primero la persona inquietante del estacionamiento, luego los desconocidos en la casa.

Esto no era lo que tenía en mente.

—¿Me estas escuchando? —El director Digger continúa.

Sacudo la cabeza para despejar los pensamientos.

—Si, si. Continua.

—Dos de esas personas decidieron empezar a estudiar aquí un mes después de que llegaste. No me preguntes porque creo que tiene algo que ver o no, solo sé que esos chicos son muy sospechosos —Corre con ansiedad a su escritorio, a rebuscar en todos los papeles desorganizados que estar esparcidos por toda la oficina.

—¿Que quieres decir con chicos? ¿Son dos?

Encuentra un fajo de papeles y me los tiende.

—Son los hermanos Serkan, son originarios de Turquía pero "según ellos" parte de su cultura también es de España —Mientras el director habla de ellos yo visualizo la fotos de ambos hermanos. Le chica es bastante sensual con sus pirsing en cada una de su oreja y en sus labios. El chico, por otro lado, es...—Ves lo que yo veo en Ruslan ¿no?

Asiento, totalmente concentrada en la foto de Ruslan. Es tan extraño, su piel igual de blanquecina que los albinos pero claramente no lo es. Su rostro... mierda su rostro, es tan malditamente inexplicable, sus pestañas ¿Rubias? gruesas y largas iluminadas por la luz de la cámara. Sus labios, haciendo una mueca de desagrado hacia la cámara frunciendo sus cejas que son ¡negras! Y su cabello pelirrojo, pero de uno muy intenso ¿Qué demonios? Es como si fuera la persona más hermosa del mundo, pero de una forma muy retorcida.

Pero sus ojos, ojos avellana.

—Este chico es... —Algo extraño pasa con él y no se porqué, pero algo me dice que la extrañeza de su físico es un daño colateral

—Algo que no puedes ni explicar. Si su rostro es muy extraño. —Asiento sin quitar la mirada de la foto de Ruslan.

—¿Crees que pueda quedarme las dos fotos?

—Por supuesto. —Dice, revelando un extraño nerviosismo en su rostro. —Te estoy diciendo esto para que te cuides, Phoenix. Quizás tus papeles sean falsos, quizás no estudiaste todas esas carreras a la vez —Si las estudié pero hay que dejarlo con su pensamientos ¿no? —Pero de verdad tienes que cuidarte, estas personas no están bromeando. Esto es muy peligroso.

Entrecierro los ojos hacia el.

—Hay algo que no me estás diciendo ¿verdad? —Traga saliva pero no lo confirma, tampoco lo niega. —Bien, no lo hagas. De todos modos lo sabré. —Me levanto. —No le cuentes esto a nadie. A nadie ¿me entiendes? Ni siquiera a mis hermanos.

—¿Buscarás a los Serkan? —Inquiere mientras salgo de su oficina con los papeles de los hermanos Serkan en las manos.

—Veré que puedo hacer.

Me adentro al pasillo sintiendo la mirada que me hecha la secretaría del director Digger. Esa mujer es extremadamente extraña, la tendré vigilada al igual que a Digger, no me fio ni un poco de él. Bueno, al menos estoy a un paso de mi plan. Con qué los hermanos Serkan ¿eh? Qué demonios querrán estos dos de mi ¿y por qué Ruslan es tan extraño? A su hermana la vi bastante normal, bueno, lo suficiente normal a cómo puede ser una persona con más agujeros que un colador.

¿Pero será que a Ruslan le pasó lo mismo que a mi? ¿Será que él estaba en...? No, imposible. Definitivamente es imposible eso ¿verdad?

Continuo mi camino por los pasillos de la universidad Daughtler, analizando a cara rostro qué pasa por mi camino ¿donde estarían esos dos? Suponiendo que están aquí desde hace unos meses deberían estar vigilándome ¿pero por qué? ¿Para quien? Como siempre, mis preguntas por ahora no tendrán una respuesta. Pero la tendrán.

Al doblar por uno de los pasillos mi rostro choca con un pecho duro, durísimo y muy formado, pero cuando levanto los ojos...

—¿Que? ¡Ah, joder! ¡De todas las personas con las que podía toparme tenía que ser contigo! —Me alejo, sintiendo como el cosquilleo de su contacto me agita hasta las entrañas. —Maldita sea mi suerte.

—No tienes porqué estar enojada conmigo, Diamond fue el que te habló mal. No nosotros. —Devon explica mirándome fijamente a los ojos.

Me encojo de hombros.

—Por uno pagan todos.

—Diamond es una mierda aveces, esta vez se pasó y lo sabe pero no por eso yo y Dominik somos culpables —Carajo, tiene razón, pero no pienso admitirlo. —Ahora se arrepiente de la manera en la que te trato.

—Entonces puedes decirle que se meta ese arrepentimiento por el culo. —Escupo dándole la espalda para seguir mi camino. —Yo no soporto el mal trato de nadie ¡dile que se joda!

—¡Escúchalo al menos!

Escucho sus pasos detrás de mi. Aceleró mis pasos pero sin embargo el sigue pisándome los talones. Me volteó enfrentándolo.

—¡Deja de seguirme, Devon! —Quedamos cara a cara, con nuestras narices rozándose.

Una ráfaga de su perfume amentolado me atraviesa dejándome sin aire en los pulmones. Es tan rico que si aspiro otra bocanada de aire me veré como me estoy sintiendo. Una adicta a su olor.

—¿Tendré qué besarte como lo hizo Dominik para hacerte cambiar de opinión? —Susurra, fijando su vista en mis labio y por inercia paso la lengua para remojarlos. —Joder, Phoenix, di que sí.

Sonrío rozando mis labios con lo suyos. Él se estremece.

—Solo si me ayudas con algo.

Él se debate en si mirar mis ojos o mis labios y yo me debato en si alejarme de él o mandar todo al infierno. ¿Por que Devon es tan hipnotizante? ¡¿Por qué?!

—Te ayudaría hasta con lo imposible, Phoenix.

Mierda. Mierda. Mierda.

—Devon... —Me aclaró la garganta e intento alejarme pero me sostiene con fuerza. —Estamos en el pasillo de la universidad y todos los que pasan a nuestro alrededor se quedan viéndonos.

Y el puto descarado solo se encoge de hombros.

—No importa, créeme. Podríamos hacer de todo aquí mismo y a nadie le importaría.

—De verdad quieres que cambie de opinión sobre el tema de escuchar a Diamond. —Me suelta inmediatamente pero solo se aleja unos pocos centímetros. Sonrío victoriosa. —Bien hecho.

—¿Para que necesitas mi ayuda?

—Necesito que me ayudes a encontrar a estos chicos —Le paso las fotos de los hermanos Serkan. —Tienen algo que necesito.

Analiza las fotos con el ceño fruncido y sin pronuncia palabra alguna me devuelve mas fotos.

—¿Para que quieres verte con ellos? —Inquiere.

Pongo los ojos en blanco.

—Acabo de decírtelo: Tienen algo que necesito.

—¿Que cosa?

—No necesitas saberlo. Tómalo como un trato, tú me ayudas a buscar a estos dos sin hacer preguntas y a cambio yo hablo con Diamond. Tú eliges.

Se lo piensa unos minutos pero luego asiente. Ese será el trato.

—Bien, pero aquí no los vas a encontrar. —Se adelanta por los pasillos mientras yo, desconcertada, lo sigo.

Caminamos por los pasillos hasta el estacionamiento así que todavía desconcertada le lanzo las llaves de mi auto cuando me las pide. Conduce en silencio y moviendo los dedos repetitivamente contra el volante, me pregunto porque está nervioso ¿será por mi futura conversación con su hermano? ¿Me pedirá perdón? Porque si es así no pienso perdonarlo ni de chiste, además ¿por qué lo perdonaría? Me trato horrible cuando claramente yo lo traté mejor que nadie en su vida.

¡Los traté! ¡A los tres!

—¿Vamos a casa? —Inquiero con el ceño fruncido.

—Así es, ahí tendrás las respuestas que necesitas.

No contesto ¿como lo haría cuando tengo este espécimen conduciendo? Es como si estuviera a punto de derretirme por solo viéndolo conducir ¿como le hace para verse tan exquisito conduciendo? ¡¿Cómo?! Si Devon decidiera secuestrarme juro por todo lo que tengo que me iría con el solo por quedarme viéndolo conducir. Nunca más tocaré a este auto sin tener la imagen de Devon en mi mente, es como si todo el mundo exterior no tenga ningún sentido cuando tengo a Devon delante.

Es como si con solo ver sus ojos azules pueda ver lo infinito que es. Cómo el cielo.

Y así llegamos a casa, conmigo babeándole todo el camino y el fingiendo no darse cuenta de mi embobamiento, pero claramente podía ver la mini sonrisa que se le formaba en su rostro y eso me derretía más.

Yo parecía una acosadora compulsiva, y no lo trataba de disimular. No con Devon.

Entramos a la casa encontrando a todos en la sala, pero cuando digo a todos es ¡a todos!. Lea y Logan fruncen el ceño al verme entrar con Devon a un lado. ¿Por qué estarían todos reunidos aquí en ves de ir a la universidad?

—¿Que hacen ustedes aquí?

Observo a Devon y le hago señas para que hable, después de todo el fue el que me trajo aquí sabrá a hacer que.

—Phoenix está buscando a los hermanos Serkan.

Ahora si, si antes tenia la atención de todos a ahora siento que soy un foco en la oscuridad. Hasta Delia y Melissa, los gemelos, Diamond, Dominik, Sofiane, Luke y Axel me miran como si los ojos estuvieran apunto de salirse de sus cuencas.

—¿Para que estás buscando a esos dos? —Inquiere Melissa, adelantándosele a Dominik.

Me encojo de hombros.

—Para algo ¿saben donde se encuentran? —aguardan silencio mientras dirigen la mirada hacia Magnus y este no hace más que quedarse callado. —¿Saben algo? Puedo encontrar a cualquier persona con solo tener una foto de ella, estoy segura de que Axel y Ethan lo saben perfectamente.

Los dos levantan la cabeza de seguro, recordando las veces que los pillé en moteles y en lugares poco decentes cuando se desaparecían por horas y no contestaban mis llamadas.

—Solo dinos para qué los necesitas ¿sabes que ellos querían hacerte daño? —Se adelanta Magnus. —Nosotros tuvimos que alejarlos de ti para que no te hicieran nada.

Frunzo el ceño. El hecho de que Magnus me confiese algo así no me parece tan extraño, de hecho, extrañamente me lo esperaba de alguna manera.

—Dudo mucho que eso sea cierto, pero si no me vas a decir donde están los encontraré por mi cuenta. —Me doy la vuelta.

—Espera, Phoenix —Trevor se apresura a hablar. —Nosotros sabemos donde están, pero tienes que decirnos qué quieres con ellos para poder llevarte a donde están.

Sonrío. Vaya, eso fue más fácil de lo que pensé. 

Holaa, chicxs. Ahora todos los domingos habrán capítulos nuevos de SIBILINO, es para estar un poco más constantes con los acontecimientos y los incidentes. 

Recuerden que sus votos y comentarios ayudan a la historia a llegar a las personas, no lo olviden.  

Hasta el otro Domingo. Att:Mely o Phoenix ❤️

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