20 de noviembre de 2020
Solo quiero verte feliz...
Un mes más en dónde tan solo puedo verle de lejos de nuevo ha cambiado y dejado todo como antes, ahora solo veo que hoy te casas y de las cosas más ilógicas soy una de las damas, quisiera ser la novia pero por lo visto mis atributos fracasan al intentar ser la novia de prototipo perfecto. En este momento estaba siendo acosada por los estilistas, cuando ya estaba lista corrí fuera de la casa de Jorge, hacia el jardín; pero en el camino pude notar que Jorge se encontraba en una de las habitaciones de abajo luchando con la corbata así que me acerqué a él.
-Déjame ayudarte con eso- Aparté sus manos de la corbata y me encargué de arreglar su nudo, recuerdo haber hecho lo mismo el día del baile.
-Gracias...- susurró muy bajito, yo elevé mi mirada y choqué con esos ojos que tanto iluminaban- como deseo que fueras tú...- lo miré confundida nada entendía.
-No hables de ello por favor...- me tomaron segundos para evitar llorar- Hoy es tu día ogro gigante, te casarás y no hay marcha atrás no digas que desearías que fuera yo, porque a mí me importa verte feliz y si es con ella entonces ve, sabes que me duele soltarte cuando no ha pasado si no un mes pero estoy segura de que ella será la persona perfecta para ti, tal vez el destino nos separó cuando menos lo quisimos y creímos que podríamos volver pero tal vez el destino no nos quiere unidos, yo estaré siempre...- una lágrima se desplazó por mi mejilla hacia abajo y él la enjuagó, con cuidado se acercó y rozó sus labios- Para por favor...- me alejé solo un poco- no quiero ser siempre esa que de segundas veces se trata, si estoy es porque te apoyo pero créeme cuando te digo que estas situaciones me matan, no me retiro porque sé que debo quedarme para acompañarte pero no te prometo que vaya a sentirme cómoda en este estado.
-Hoy se supone debería ser el día más feliz de mi vida, pero no lo es porque la persona con la que compartiré mi lugar en el altar no es la misma que soñé. Odio que esto no me cause felicidad pero debo intentarlo porque esto es solo por complacer un deseo de mi padre- sé que ese señor no me quiso nunca, así que bajé la mirada.
-Tal vez él solo quiere lo mejor para ti, así que es momento de que salgas y enfrentes este nuevo reto- Me acerqué a él y le di un beso en su mejilla a lo cual respondió con una sonrisa y me marché.
Un mes más en dónde tan solo puedo verle de lejos de nuevo, ha cambiado y dejado todo como antes.
Ahora solo veo que hoy te casas y de las cosas más ilógicas soy una de las damas, quisiera ser la novia pero por lo visto mis atributos fracasan al intentar ser la de prototipo perfecto.
En este momento estaba siendo acosada por los estilistas, cuando ya estaba lista, corrí fuera de la casa de Jorge, hacia el jardín; pero en el camino pude notar que Jorge se encontraba en una de las habitaciones de abajo luchando con la corbata así que me acerqué a él.
-Déjame ayudarte con eso- Aparté sus manos de la corbata y me encargué de arreglar su nudo, recuerdo haber hecho lo mismo el día del baile.
-Gracias...- susurró muy bajito, yo elevé mi mirada y choqué con esos ojos que tanto iluminaban- como deseo que fueras tú...- lo miré confundida no entendía, porque hasta donde recordaba él se casaba por estar enamorado y no por más nada.
-No hables de ello por favor...- me tomaron segundos para evitar llorar- Hoy es tu día ogro gigante, te casarás y no hay marcha atrás no digas que desearías que fuera yo, porque a mí me importa verte feliz y si es con ella entonces ve, sabes que me duele soltarte cuando no ha pasado si no un mes. Pero, estoy segura de que ella será la persona perfecta para ti, tal vez el destino nos separó cuando menos lo quisimos y creímos que podríamos volver, pero esta vez comprendo que el destino no nos quiere unidos, yo estaré siempre...- no pude continuar porque una lágrima se desplazó por mi mejilla y él la enjuagó con su pulgar, de pronto con cuidado se acercó y rozó sus labios- Para por favor...No puedo hacer algo como esto- me alejé solo un poco- no quiero ser siempre esa que de segundas veces se trata, si estoy es porque te apoyo. Pero créeme cuando te digo que estas situaciones me matan, no me retiro porque sé que debo quedarme para acompañarte pero no te prometo que vaya a sentirme cómoda viendo como es ella quien cumple lo que alguna vez fue mi sueño.
-Hoy se supone debería ser el día más feliz de mi vida, pero no lo es porque la persona con la que compartiré mi lugar en el altar no es la misma que soñé. Odio que esto no me cause felicidad pero debo intentarlo porque esto es solo por complacer otro deseo de mi padre, como siempre- sé que ese señor no me quiso nunca, así que bajé la mirada.-Daría todo por poder retractarme y dejar todo atrás, daría todo porque caminases tu hacia ese altar, porque tu estuvieses vestida de blanco, porque el "sí, acepto" saliera de tus labios.
-Tal vez él solo quiere lo mejor para ti, así que es momento de que salgas y enfrentes este nuevo reto- Me acerqué a él y le di un beso en su mejilla a lo cual respondió con una sonrisa- Y no olvides, yo seguiré aquí... no esperándote pero si apoyando cada paso que des. Intenta ser feliz que la vida te coloca retos por razones específica- luego de eso me marché, con el alma hecha pedazos y un nudo incesante en mi garganta, pero a pesar de eso, fui a donde la novia y me preparé para lo que consideraría mi muerte.
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