Sweet >02<

Durante la media noche, logró perder el sueño tras escuchar como llamaban a su puerta lentamente. Frunciendo el ceño se levantó de su cama para ver donde era tanto alboroto.

Al salir algo adormilado de su pequeña habitación, se dio cuenta que el ruido provenía de su puerta, lo cual lo alarmó aún más y tras unos cuantos pasos apresurados, terminó por abrir la puerta principal de su casa, llevándose así, una gran impresión.

Sintió unos brazos que rodeaban sus hombros y se quedó estático sin poder creer que ella estaba ahí, abrazándolo tan bruscamente.

Rápidamente el chico buscó el rostro de la joven que tenía sobre sus brazos y al verla, pudo darse cuenta del estado de ebriedad con el que venía su linda chica.

-¿Po-por que estás así?-preguntó alarmado-ven aquí.-La abrazo completamente adentrándola a su casa y cerró nuevamente la puerta con seguro. Ambos cayeron sentados en el sofá y el tomo el rostro de ella entre sus manos tratando de verla a los ojos.-¿Podrías decirme qué pasó? ¿Por que has bebido así?

Su rostro claramente era de preocupación por la chica.

Ella solo lo observo quieta con sus ojos entrecerrados y llenos de lagrimas. Recargo su cabeza en el pecho del chico, dejándolo con la angustia enorme hasta que la escuchó hablar con tono de ebriedad.

-Es que.. te quiero.-confesó sin pena alguna, haciendo que el se sorprendiera por lo que acababa de escuchar.-Y se que también me quieres. Te juro que lo intento pero no puedo.-Hablaba sollozando mientras cubría sus ojos.-Me gustas mucho, Kim Taehyung.

Él sonrió al tiempo en el que ella se separo de él para verlo y pudo darse cuenta de sus ojos lagrimosos y se preguntaba el por qué ella decía esas cosas

Fue en ese instante donde sintió los finos labios de la chica posarse en su comisura derecha y pudo sentir y probar el licor de sus labios al tocarlos con los de el.
Habían muchos sentimientos mezclados, pero no entendía porque ella decía que no podía si sus sentimientos también eran correspondidos.

Se mantuvo el resto de la noche acostado sobre su sofá pensando en lo ocurrido, mientras ella dormía en su cama después de caer rendida por el cansancio y los efectos del alcohol.

A la mañana siguiente, sentado sobre el sofá, la observo cuando ella salió lentamente de su habitación. Él sonriente se puso de pie y planeando hablar con ella sobre lo ocurrido de esa madrugada, se acerca lentamente para llegar hasta ella.

Lo que más lo asombró fue cuando ella retrocedió un poco, estendiendo su mano frente a él. Él frunció su ceño y quedó totalmente desconcertado ante la situación y el rechazo. No entendía por qué.

-Olvida por favor todo lo que te dije anoche. No sabia lo que decía, estaba ebria.-él se quedó en silencio a unos cuantos pasos de ella.

-No te creo-Susurró-Todo se sintió tan real, ¿Cómo puedes cambiar de opinión así? Hablemos por favor.

Ella negó ante su petición y observo rápidamente todo el departamento mientras pasaba su mano por su cabello al momento en el que su móvil vibro y miró el nombre de la persona que estaba llamándola.

Apago su celular y lo guardo en el bolsillo de su pantalón. Medito todo por unos minutos mientras respiraba un poco anormal, hasta que decidió hablar nuevamente.

-No quiero que volvamos a hablar.-musito lentamente pensando en cada palabra que salía de su boca. Dio un paso encaminandose a la puerta, pero él dio un paso hacia ella para detenerla.-No por favor, no lo hagas. Solo.. deja que me valla.

Él, quien ya tenía sus ojos cubiertos en lágrimas, solo paso saliva lentamente por su garganta mientras le asentía y caminaba a pasos lentos retrocediendo de ella, indicándole que la dejaría ir sin ningún problema.

Ella lo miró y cerró sus ojos dándose cuenta que el aceptaba lo que ella le pedía y la dejaría irse sin molestarla ni detenerla, aunque el quisiera tenerla junto a él siempre.

Durante lo que restaba de la semana, su amigo Jin intentaba darle ánimos y reconfortarlo siempre. Hacía de todo para distraerlo y planeo una salida el fin de semana con todos sus amigos.

El chico no estaba convencido, puesto a que aún se sentía dolido y confundido. Pero como su amigo se había comprometido, no lo haría quedar mal.

El fin de semana había llegado y justamente ese día, se reunirian con todos sus amigos. Al llegar al lugar donde se quedaron de ver con los demás, pidieron algo leve para esperar a que terminaran de llegar todos sus amigos.

Una vez todos ahí, la charla comenzó y con ello el aumento en las bebidas de licor que habían pedido para pasarla bien un rato. El propósito de su amigo Jin, era que él saliera de esa burbuja de sentirse solo, que el mismo había creado. Él no estaba solo y su amigo Jin se lo haría saber.

Sus amigos eran muy simpáticos y en más de una ocacion, le sacaron algunas lindas sonrisas.

-¿Y como va todo?, ¿Siguen trabajando en ese lugar?-Pregunto el mayor, Namjoon.

-Si, seguimos ahí.-Respondió Jin por los dos, se le notaban las ganas que tenía de formar una conversación con los chicos.-Taehyung es muy bueno haciendo figuras con la crema. En verdad es bueno.

El pequeño joven sonrio de lado por lo halagado que se sentía. Claramente le gustaba mucho la manera en la que su hyung hablaba de su trabajo. Se sentía bien consigo mismo al escuchar aquello.

-Si, he visto algunos. Espero ir pronto a tomar una de las mejores bebidas que sirven ahí, eh.-Jungkook sonrió y el chico azabache le asintió rápidamente.

-¿Y que es lo que han echo últimamente? Yo he tratado de conseguir empleo, pero siempre fallo.-Yoongi, uno de los mayores sonrió en burla al decir eso.-Pero seguiré intentando hasta encontrar algo bueno.

-Puedes ir ahí donde estamos Taehyung y yo. Estábamos buscando personal con buen potencial.-Ofreció Jin.

-¿Yoongi con buen potencial?-Hoseok, otro de los mayores, comenzó a reírse escandalosamente sólo para molestarlo, pero terminó contagiando a todos con su carismática risa.

-¡Ey, tu!-Jin le grito a uno de los chicos, quien sonreía con su móvil mientras texteaba algo.-Deja ese aparato, estamos aquí para convivir.-reprendió a unos de los jóvenes por estar concentrado más en su móvil que en sus amigos.

-Ah, si.-Jimin sonrió y los miro rápidamente y volvió a ver su teléfono aún sonriendo.-Es solo que.. bueno, nadie.

Apago su móvil y se unió a la conversación con todos sus amigos.

-¿Con quien hablabas?-Cuestiono Jungkook, el más joven.-¿Es esa chica otra vez?

-¿Sales con alguien?-Namjoon, el mayor, se intereso y comenzó a molestarlo.

-No están saliendo-Respondió por él Yoongi.-Ya le dije al mocoso que esa chica nomas esta interesada en su dinero.

Jimin bufo y rodó los ojos.-Tienes envidia de mi, lose.

-No te creas especial. Tae hace poco salía con alguien también.-El mencionado voltio rápidamente a ver a su mayor a su lado. El no quería hablar de eso y Jin tuvo que mencionarlo.

-¿Es verdad eso niño?-Namjoon le apretó su mejilla en modo cariñoso. El iba a negarse, pero nuevamente Jin habló y lo interrumpió.

-Si, ahora mismo están pasando por algo pero pronto se solucionará, siempre lo hacen.

-Deja de decir eso.-Susurro el chico y le dio con su ante-brazo en el estómago de su mayor.

-Es verdad, es modesto ya lo conocen.-Sonrió en burla su amigo Jin y giro a verlo y vio seriedad en el chico, por lo que mejor intento cambiar de platica.-Pero bueno, cambiemos de tema, el niño anda sentimental.

Jungkook río para tratar de suavizar la situación.-Bueno si insisten, me tomaré un trago fuerte.

-Jungkook deja de tomar, tienes que conducir ahorita.-Lo regaño Yoongi.

El solo lo observo y después de una mueca de disgusto, se tomó por completo el baso que se había preparado sin importarle lo que su mayor le decía. Después del trago, Jungkook sonrió como tonto y terminó por ofrecerle un trago a Taehyung. El se negó rápidamente, pero Jungkook ya había preparado el baso y lo puso frente a él.

Después de algunas horas, ambos chicos estaban completamente ebrios.

Yoongi dijo que se llevaría a Jungkook a su casa, mientras Jin se ofreció a llevarse a Taehyung a la suya. Pero el chico se negó y le dijo que llamaría a un taxi, que no se molestara.

Obviamente Jin se negó ante eso. Pero una vez todos afuera, nuestro lindo y ebrio azabache, se subió a un taxi antes de que alguien más se negara. Se despidió de ellos desde la ventanilla y sin más remedio, el taxi avanzó.

En el camino sin rumbo que el taxista había tomado, pensó en cuanto los había extrañado a todos y hablando de extrañar, saco su celular y entró a la aplicación de chat, viendo sus últimas conversaciones con la chica que el pensaba amar.

Aún tenía su contacto agendado y por su estado de ebriedad, sin pensarlo dos veces le mostró al chófer la dirección a donde quería que lo llevara.

Cerro sus ojos frustrado, no debía.

Una vez fuera del auto, se arrepintió de haber ido a su casa.

Mareado, se tambaleó un poco y termino parado sobre su jardín, sobre el pasto en su patio. Trato de pensar en lo que había hecho, pero su desesperación por verla fue más fuerte que él y fue por eso que terminó fuera de su casa.

Se toco su cabeza con sus manos y sonrió irónicamente.-¿Qué estoy haciendo?.. estoy arruinado.

De soslayo miró cuando la luz de la sala de la chica se encendió y sintió unas ganas inmensas de salir corriendo de ahí. Pero era confuso y quería verla de nuevo.

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