v e i n t i u n o

Decidimos quedarnos un rato más en el mar, pero debido a la ropa empapada y mis inevitables escalofríos, Kian opto por ir a su departamento, el cual no quedaba tan lejos a comparación de la universidad.

—¿Dónde está tu hermana? —pregunto con curiosidad al ver que el lugar esta vacío.

—Margot y Jeremy cuidan de ella el resto de la semana, yo la tengo los fines de semana y cualquier día que no asista a la universidad —dice mientras camina por el departamento prendiendo las luces.

Va hacia el cuarto de lavado y saca un par de toallas.

—Gracias —le digo tiritando debido al frío, seco mi cabello el cual esta empapado de agua y después la coloco sobre mis hombros.

No había notado que Kian estaba observandome fijamente, su cabello estaba empapado de agua junto con su ropa, una pequeña sonrisa se formo en mi rostro al igual que en el suyo.

—Uhm...Puedes usar cualquier baño para secarte.

Asiento con la cabeza y entro al baño que esta frente a una de las habitaciones, comienzo a quitarme la ropa y exprimirla sobre la bañera la cual suelta bastante agua, tomo la toalla y comienzo a secar mi cuerpo con ella, me tomo un tiempo en el baño haciendo mi esfuerzo por secar toda la ropa, mis pantalones están igual de empapados que mi blusa y sudadera. Era consciente de que no traía ropa seca conmigo y no podía ponerme la misma ropa o quedarme en ropa interior, pero me apenaba la idea de pedirle alguna playera prestada a Kian.

—Meg, ¿Estás bien? —pregunta Kian después de permanecer unos quince minutos encerrada en el baño.

—Uhm..sí —hago mi esfuerzo por no sonar nerviosa, me muerdo las uñas de mi mano derecha tratando de tranquilizarme.

—¿Segura? —dejo escapar todo el aire que llevo conteniendo todo este tiempo y me aclaro la garganta antes de hablar.

—La verdad es que no -digo acercandome a la puerta, tomo la perilla entre mi mano aún sin quitarle el seguro. —¿Podrías prestarme algo de ropa?

Pregunto en un susurro que estoy segura que es apenas audible para él, puedo escuchar que deja escapar una pequeña risita.

—Volvere en unos segundos —es lo que dice antes de escuchar sus pasos desaparecer.

Después de unos segundos, Kian da tres golpes a la puerta y de pronto me siento insegura en abrirla, de cierta forma me aterra que me vea casi desnuda.

—Meg abre —dice Kian del otro lado de la puerta.—prometo no verte si eso es lo que te asusta.

Inmediatamente me sonrojo y me regaño a mi misma por ser tan transparente con mis sentimientos, estoy segura que era muy obvio adivinar cual era el motivo por el que no salia del baño.

Dejo escapar un suspiro y quito el seguro de la puerta dudosa, me toma unos segundos abrirla, mis ojos están fijos en los de Kian el cual por suerte los tiene cerrados, ni siquiera esta haciendo trampa para verme y una pequeña e insegura sonrisa se forma en mi rostro, recargo mi cuerpo a la puerta y me limito a sacar mi cabeza y extender mi mano para tomar la playera negra que me esta dando, una vez que la tomo me apresuro a cerrar la puerta tras de mi y Kian se echa a reír divertidamente, seguramente esta pensando que actuó como una tonta.

Me pongo la playera que me a prestado y agradezco a Dios de que Kian sea bastante alto a comparación de mi y su playera me llegue arriba de la rodilla, no cubre todo mi muslo pero aun así me siento más cómoda.

Me repito a mi misma que no tengo por que avergonzarme de mi cuerpo, ningún cuerpo es perfecto y si realmente me quiere no tendría por que juzgarme, así que salgo del baño tratando de no demostrar lo nerviosa que estoy. Kian, quien esta de espaldas a mi, se gira inmediatamente para verme, sus ojos me escanean de arriba abajo poniéndome más nerviosa.

—Cuando imagine que te verías malditamente sexy en mi playera, nunca imagine que tanto, por Dios Meg, te ves perfecta. —dice haciendome sonrojar y soltar una risita nerviosa. Tardo unos segundos en responder, pues no se que decir.

-Es cómoda -digo e inmediatamente me regaño a mi misma por sonar como una tonta.

—Por Dios, eres muy tierna —Kian se acerca a mi y toma mi rostro entre sus manos para luego besarme. Nuevamente esas mariposas aparecen en mi estomago pero estoy segura que son más bien ganas de vomitar, debido a mis nervios.

Kian trae puesto su pijama, tomo su playera entre mis manos y jalo de ella para acercarlo a mi y profundizar el beso.

—Es algo tarde, ¿Quieres quedarte? —susurra entre el beso.

Asiento sabiendo que no seria justo hacerlo conducir hacia la universidad, justo cuando esta en la comodidad de su casa.

—Puedes dormir en mi habitación, yo dormire en la habaticación de Camila —deposita un beso en mi frente y se aleja de mi para ir a su habitación.

Entramos a su habitación y de su closet saca un par de cobijas.

—Estoy cansada —le digo mientras tomo asiento en el borde de su cama.

—te ves cansada.—responde lanzando una cobija en mi dirección.

—estoy segura que me resfriare después de esto y será toda tu culpa.—me quejo antes de estornudar.

—Parecias divertirte.—dice encogiendose de hombros.—seguro que tambuén me enfermare yo.

—¡Eso no seria justo! Tenia la esperanza de que tu cuidaras de mi cuando me enfermara.—ambos reimos divertidamente.

—Pues pensaste mal -se acerca a mi y me da un beso en la mejilla.-—iré a dormir.

—Descansa Kian.—le digo para cuando llega a la puerte, este se detiene y me da una sonrisa.

—Descansa Meg —dice antes de cerrar la puerta y desaparecer.

Destiendo las colchas de la cama y me tumbo sobre ella tapandome con la cobija que Kian me a ofrecido, no puedo evitar sonreír al recordar nuestro día, un bostezo sale de mi boca y segundos después caigo rendida.

***

Justo como lo había imaginado, Kian y yo nos enfermamos al tercer día después de haber estado en la playa y haber comido bastante helado de chocolate y vainilla, pues Greg y él habían comprado una promoción de 6 botes de helado la cual según ellos, no podían desaprovechar y como Kate y yo somos amantes del helado era obvio que no íbamos a desperdiciarlo.

-No debiste de haber comido todo ese helado -dice Kate en mi dirección, estoy acostada sobre mi cama con un montón de cobijas a mi alrededor para controlar el frío que siento, ni siquiera había asistido a clases día de hoy, había pasado toda mi mañana e incluyendo mi tarde acostada sobre mi cama.

Kate se había ofrecido a cuidarme en cuanto saliera de la universidad, me preparo un caldo de pollo el cual me recordaba a los viejos tiempos en los que mi madre cuidaba de mi cuando me enfermaba y solía darme caldo de pollo para sentirme mejor. No me me sentía con muchos ánimos de usar mi celular así que solo me limitaba a responder una que otra llamada de Kian, quien estaba igual de mal que yo, por suerte Greg decidió quedarse en su casa para poder ayudarlo, en momentos como este me sentía orgullosa de tener la clase de amigos como Kate y Greg, esos que están contigo en todo momento y cuidan de ti, la clase de amigos que ya no hay en el mundo.

No tenía idea de que hora era con exactitud pero a juzgar a la poca luz que había en el exterior estaba segura que en pocos minutos la noche llegaría, Kate y yo estábamos acostadas sobre mi cama viendo una película, un par de golpes en la puerta llaman nuestra atención por completo.

—¿Esperas a alguien? —le pregungo y ella niega.

—¿tú? —niego al igual que ella y esta se levanta de la cama a abrir la puerta.

—Hola, me entere que Meghan esta enferma y solo quería venir a verla —dice una voz que me es familiar.

Kate se voltea a verme y tiene la misma expresión de confusión al igual que yo.


***
Hola, se que es tarde pero tal como prometí aquí esta el capitulo 21! Les quiero dar las gracias por que STEP esta en el puesto #274 muchas gracias por leerme! Me pregunto quien podra ser la persona que busca a Meghan... Dejen sus opiniones! Besos😘

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