v e i n t i s é i s
—Esto tiene que ser una broma —dice Kian soltando una pequeña risita.
—¡Está lloviendo! —extiendo las palmas de mis manos para sentir la lluvia.
—No Meghan, es tu imaginación —dice Kian sarcásticamente haciendo que ruede los ojos. Jalo de su playera para acercarlo a mí, Kian posa sus manos sobre mi cintura nuevamente, sus labios rosan los míos, abre un poco su boca para besarme, pero justo en el momento lo empujo provocando que se tambalee.
—¿Ibas a besarme? —pregunta.
—No Kian, es tu imaginación —le digo imitando sus palabras, Kian niega divertidamente, se acerca rápidamente a mi y me toma del rostro para luego besarme.
—¿Sabes? A veces pareces volverme loco —dice recargando su frente junto a la mía.
—Dímelo a mí, me vuelves loca y a veces me sacas de quicio —rueda sus ojos y vuelve a negar con la cabeza.
—Sabes que no me refería a esa clase de loco —dice divertidamente, se separa un poco de mi para mirarme. —¿Te parece si vamos adentro del bote?
—Quisiera quedarme un rato más en la lluvia —le digo observando a los demás botes a nuestro alrededor y sintiendo la lluvia caer.
—Mmm... Me quedare contigo —dice sentadose a mi lado—, pero no intestes hacer nada estilo titanic, odio esa película.
—¿Te escuche bien? —lo miro asombrada mientras él asiente. —yo amo el titanic, acabas de perderme con eso.
Kian hecha su cabeza hacia atrás para reír.
—¿Es una broma no? —niego con la cabeza.
—No, yo la amo, Leonardo DiCaprio tiene mi corazón y Kate Winslet es sin duda perfecta —le digo y el niega ligeramente. —¿Tan siquiera la has visto?
—No completa —dice con cara de asco.
—¡Kian! —me hago la ofendida—, Por dios, esto no puede estar pasándome.
Toco mi frente con una mano mientras niego con la cabeza.
—Meghan no exageres, esa película no es para tanto —dice encogiéndose de hombros.
—Te juro que veremos esa película juntos —le digo y el comienza a negar.
—No veré una película cursi.
—¡No es cursi! Es romántica —lo corrijo.
—Lo es, tienes que admitirlo —dice enarcando una ceja en mi dirección.
—Lo único cursi aquí eres tú —le digo dándole un ligero empujón.
Nos quedamos en un silencio cómodo mientras la lluvia cae sobre nosotros, Kian pasa uno de sus brazos sobre mis hombros acercándome más a él, recargo mi cabeza sobre su hombro y observamos el océano a nuestro alrededor, las olas parecen golpear suavemente el bote relajándonos. Para cuando Kian rompe el silencio entre nosotros yo estoy a punto de quedarme dormida.
—¿Te parece si pasamos la noche aquí? —pregunta haciendo que me separe de él.
—No tenemos en que dormir —le digo.
—Hay una habitación allá adentro y un par de cobijas.
Estoy muy cansada como para decirle que deseo ir a casa así que me limito a asentir con la cabeza, Kian se levanta y extiende una mano en mi dirección la cual tomo y segundo después jala una madera del suelo hacia arriba y esta se abre, me hace una seña para que baje la escalera que está debajo, y con cuidado de no caerme logro llegar hacia el interior del bote. Hay un sofá en una esquina en la parte derecha y a la izquierda hay dos puertas, la primera puerta es la habitación y la segunda es un baño, Kian se asegura de cerrar para que la lluvia no entre hacia nosotros, una vez dentro camina hacia el fondo y hay un pequeño closet pegado a la pared el cual abre y saca dos toallas para cada Kian, para después entrar a la habitación.
—Hay un problema —le digo una vez que termino de secarme.
—¿Qué sucede? —pregunta confundido.
—Mi ropa —le digo señalándola, la cual esta toda empapada debido a la lluvia. —no puedo dormir así.
Kian hace una pequeña mueca.
—Lamento decirte que no hay nada que podamos usar —una sonrisa coqueta se forma en su rostro. —dormiremos en ropa interior.
Siento el rubor apoderarse en mis mejillas y debido a la carcajada que suelta Kian, estoy segura que la expresión en mi rostro tiene que ser demasiado sorprendente para causarle tanta gracia, sin duda no me esperaba que dijera eso.
—Solo estoy bromeando Meg, no hay necesidad de quitarse la ropa al menos que lo desees —dice guiñándome un ojo.
De pronto, en un abrir y cerrar de ojos Kian se ha quitado la playera rebelando su abdomen el cual está muy bien definido debido a todo el ejercicio que estoy segura que esa.
—No esperabas que estuviera así? —dice señalando su cuerpo de forma arrogante, ruedo mis ojos negando divertidamente, aún sigo sonrojada.
—Uhm...—quiero decirle que deje de ser arrogante, pero verlo sin playera me hace quedarme sin palabras y por la mirada que tiene sé que está disfrutando de la situación, disfrutando de lo nerviosa que me pone. —Te imaginaba mejor.
Me las arreglo para decir y Kian niega divertidamente.
—Creo que deberíamos de descansar —dice.
—Pienso lo mismo —le digo.
—Veré si hay alguna especie de bata o algo por aquí que podamos usar —Kian sale de la habitación en busca de un par de batas para bañarse.
Mi cuerpo se estremece debido a un escalofrió causado por el frio, me acerco a la cama y me siento en el borde de ella abrazándome a mí misma para entrar un poco en calor, Kian aparece después de un par de minutos con dos batas de bañarse.
—Tenemos suerte —dice mostrándome las batas, me extiende una de ellas y rápidamente la tomo para salir de la habitación y cambiarme. Me deshago de la mayoría de mi ropa quedándome solamente en ropa interior.
Para cuando salgo del baño y entro a la habitación, suelto una pequeña risita al ver la bata de bañarse puesta en Kian.
—Te ves ridículo —le digo con intensión de molestarlo.
—No más que tú —, ataca guiñándome un ojo ante su respuesta.
—¿Encontraste sabanas o alguna cobija? —pregunto y el asiente.
—Hay un par de ellas en el closet, pero olvide ir por ellas —dice.
Después de que Kian fuera por las cobijas al closet, decidimos que ambos tendríamos que compartir cobijas para poder entrar en calor debido a que era una noche helada, yo no estaba acostumbrada a dormir con alguien y Kian, bueno parecía que el chico odiaba compartir un espacio de la cama, cada vez que jalaba un pedazo de cobija para cubrir mi cuerpo él parecía jalarla con más fuerza y tomar gran parte de ella.
—¿Podrías dejar de moverte? —me quejo por cuarta vez consecutiva, ya había pasado alrededor de una hora, nuestras ropas estaban extendidas sobre el sofá con la esperanza de que estas se secaran a la mañana siguiente.
Desde que nos habíamos acostado él no podía dejar de dar vueltas sobre la cama cosa que estaba comenzando a molestarme. Jalo un poco de la cobija y hago mi intento por enrollarme en ella, Kian jala con gran fuerza que parece que podría tumbarme de la cama en cualquier momento.
—¿Podrías dejar de jalarme cobija? —se queja, dejo escapar un bufido pesado.
—¿Por qué tienes que ser tan complicado? —digo acercándome un poco hacia el para poder tener un poco más de cobija.
—¿Por qué tienes que ser tan amargada? —ataca.
—Deja de imitarme.
—No estoy imitándome.
—Lo haces.
—Claro que no.
—Estás diciendo lo mismo que yo solo que cambiando una que otra palabra.
—Eso no es imitarte.
—Lo es
—No es cierto.
—¡Ya basta! —de pronto siento sus manos tomarme de la cintura y Kian acerca mi cuerpo hacia él, su rostro queda justo en mi cuello provocando que su respiración choque en mi hombro erizando los bellos de mi piel.
—Déjame dormir, ¿Quieres? —dice en voz ronca.
***
"La forma tierna en la que actúas con los demás parece volverme loco. Eres la chica más adorable que he conocido...
Sigo pensando que es una lastima que no seas mía".
Es la nota que encuentro en cuanto abro mi casillero, no es Kian, de eso estoy segura, pero tampoco tengo la menor idea de quien puede ser esa persona que se encarga de dejarme notas. Estoy a punto de llegar tarde a clases así que me apresuro a sacar los libros necesarios de mi casillero y arrugo la nota entre mis manos para luego tirarla en el primer sesto de basura que encuentro en los pasillos.
Las clases pasan lentas y mi desespero por ir a los dormitorios aumentan cuando la ultima clase del día es calculo. Para cuando vuelvo a mi casillero y guardo mis cosas, me llevo una gran sorpresa que me deja sin palabras, hay una fotografía mía donde estoy caminando por los jardines de la universidad, estoy distraída por lo tanto no estoy volteando a la cámara, en la siguiente fotografía estoy sentada en los jardines bajo un árbol.
"Tu belleza cautiva a cualquiera".
Es la nota que aparece a un lado de las fotografías. Tomo la nota y las fotografías, echo un vistazo a mi alrededor, pero el pasillo parece estar solo sin ninguna persona, me recorre un escalofrió en el cuerpo que me hace cerrar la puerta de mi casillero apresuradamente, para luego salir corriendo hacia los dormitorios. Esta vez no tiro la nota y conservo las fotografías.
Me apresuro a llegar a mi dormitorio, se que Kate no ha salido de clases al igual que la mayoría de las personas pues, son pocos los estudiantes que se encuentran cerca de los dormitorios. Voy caminando tan apresurada que no me doy cuenta de la persona que venia frente a mi hasta que choco con ella.
—¡Meghan! —dice Azren con entusiasmo, me llevo una mano a la nariz aturdida debido al golpe que me he dado al chocar con cuerpo. —¿Estás bien?
—Sí, sí eso creo —le digo sin prestarle mucha atención. —Uhmm... Tengo que irme.
Paso por un lado de él sin despedirme, me detengo a cuatro dormitorios antes del mío para voltear hacia atrás en busca de Azren, pero este ya ha desaparecido, me entra la curiosidad de por qué tendría que estar en los pasillos de los dormitorios de chicas cuando los de chicos están en el otro extremo de la universidad, niego con la cabeza y continúo avanzando.
Cuando entro a mi habitación cierro la puerta tras de mi asegurándome de ponerle seguro a esta, me acerco a mi cama y encuentro otra nota en ella.
"Me siento sumamente atraído por ti, me cuesta tanto sacarte de mi cabeza. Prometo que nos veremos pronto".
Nuevamente un escalofrió se apodera de mi cuerpo, al saber que la persona que deja notas a entrado a mi habitación. Comienzo a revisar mis pertenencias en busca de alguna otra nota u objeto que haya dejado, busco en los cajones de mi ropa y todo parece estar en su lugar, busco sobre el mueble donde Kate y yo guardamos nuestros accesorios, por suerte no ponemos nuestros accesorios juntos así sabemos que es de cada quien, todo parece estar en su lugar. Cierro el cajón y vuelvo a abrirlo notando que mis collares y pulseras parecen estar revueltas, reviso el cajón de Kate y también parece estar desordenado.
Los accesorios de Kate parecen estar completos, el collar que Kian me había regalado el día del baile viene a mi mente, cierro el cajón de Kate y abro el mío en busca de ese collar, y justo como lo imagine el collar no está.
***
Se que he tardado mucho en actualizar pero esta semana no tuve ningún tiempo libre para poder subir el capítulo, pero les tengo una propuesta! ¿Qué tal si actualizo el sábado y domingo? A lo que me refiero con esto es que subiré esos dos días dos capítulos por cada día (SOLO POR ESTE FIN DE SEMANA) esta semana fue difícil pero haré mi esfuerzo por publicar más seguido la próxima.
Para los que notaron cambie el nombre de la historia a "Enamorándome de Kian" no estoy muy segura del nombre aún, creo que me gustaba más el otro pero había algo que no sé, en fin. Me gustaría que dejen sus opiniones acerca si debería de dejarlo como al principio que era STEP (si te enamoras, pierdes) o Enamorandome de Kian.
Sería de gran ayuda su opinión!
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