t r e i n t a
—No confió en él, y bueno —suelto un suspiro —en verdad creo que está loco.
—Es que lo está —agrega Kian con seguridad.
Kian se queda un rato más a mi lado, intentamos buscar otro tema de conversación que no sea sobre Betty y Azren, pero por más que lo evitemos mi mente no puede dejar de pensar en ellos dos, es imposible sacarme de la cabeza la idea de ellos dos tramando algo, incluso me cuesta dormir, estoy segura que todos en el instituto pueden ver mis ojeras, a juzgar por una que otra mirada que me dan mis compañeros estoy seguros que están tan sorprendidos por ellas, ni siquiera me he molestado en maquillarme, pues no estaba de humor para hacerlo.
—¿No crees que el día esta como extraño? —pregunta Kate acercándose a mi lado. —no sé si es mi imaginación, pero siento que todos están raros hoy. —me encojo de hombros observando a las personas a mi alrededor mientras caminamos por los pasillos de la universidad hacia nuestras clases.
—No lo creo, estoy segura que solo eres tú —Kate se encoje de hombros y le resta importancia a su comentario.
—¿Sabes? Greg no me ha llamado desde anoche, y ni siquiera lo he visto esta mañana —dice preocupada —siento que trama algo y estoy segura que es junto con tu novio, esos dos juntos pueden ser un desastre.
—Greg es más tranquilo —le digo a lo cual ella asiente —Kian es el hiperactivo.
Mi teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón, haciendo que detenga mi paso para sacarlo y ver de que se trata la notificación que he recibido.
"George St. 215, 2085. Te espero a la salida (: -Kian"
Una sonrisa se forma en mi rostro al ver que es un mensaje de Kian, inmediatamente me apresuro a responder.
"Ahí estaré, te amo (;"
Guardo mi celular en el bolsillo de mi pantalón nuevamente y volvemos a caminar hacia nuestras clases.
—¿Era Kian? —pregunta Kate y asiento —¿Esta con Greg?
—No lo sé —le digo negando —¿Quieres que le pregunte?
—No, déjalo así, estoy segura que Greg me llamara en cualquier momento.
Las horas pasan y mis ansias de ver a Kian aumentan cada vez más que se acerca la hora de salida, antes de ir a la dirección que me ha mandado decido ir al dormitorio por una sudadera y las llaves del auto, no me doy cuenta que Kian me había respondido el ultimo mensaje que le mandé hasta que me subí al auto.
"También te amo"
Sé que no puede verme, pero eso no evita que una sonrisa aparezca en mi rostro. Llegar a la dirección me toma alrededor de una hora y media debido a todo el trafico de la ciudad, además que no me es sencillo dar con el lugar exacto, al parecer es un fraccionamiento donde hay varias casas alrededor, todas similares, de un color blanco o beige y la misma fachada por fuera que no encuentras una diferencia, incluso el numero de casa es difícil de ver pues parece estar casi oculto. Puedo ver su auto estacionado justo en frente de la casa, y un auto color rojo en la cochera de la casa en la que se supone que se encuentra. Estaciono el auto en la cochera, detrás del auto rojo, saco mi teléfono y le llamo para confirmar que está en el lugar.
"El número que usted marco esta fuera de servicio"
Responde una contestadora cuando me manda a buzón, vuelvo a intentar dos veces más y estás me mandan a buzón nuevamente, lo cual se me hace raro pues Kian siempre responde el teléfono, no importa la hora que sea el siempre responde. Me quedo en el auto observando la casa, la duda de bajarme y tocar la puerta en busca de él parece no agradarme del todo, pero aun así me bajo y me acerco a la puerta, doy tres golpes a ella pero nadie se acerca a abrirla, busco en la pared algún timbre, por suerte hay uno a mi derecha e inmediatamente lo presiono escuchando el sonido que emite dentro de la casa, nadie parece acercarse a abrir, la duda comienza a aparecer en mi mente, saco mi teléfono y hago un cuarto intento de llamar a Kian pero sigue mandándome a buzón, estiro mi mano hacia el timbre y lo presiono con la esperanza de que esta vez alguien habrá, pero no sucede nada, lo presiono nuevamente y este juego comienza a desesperarme a la séptima vez que le llamo a Kian y no responde.
No me molesto en presionar el timbre nuevamente, ni siquiera a llamarla, camino hacia el auto pensando en que quizás quería jugarme una especie de broma.
"Entra a la casa, esta abierta Meg, estoy esperándote (;"
Es el mensaje que recibo justo cuando ya estoy dentro del auto, suelto un bufido y salgo de el hacia la puerta, esta vez me quedo frente a ella, estiro mi mano hacia la perilla para abrirla, pero rápidamente la retiro insegura, algo dentro de mi comienza a sentir desconfianza, vuelvo a colocar mi mano sobre la perilla y la dejo allí unos segundos dudando en abrir, suelto suspiro antes de abrir y entrar a la casa.
Esta vacía, todo a mi alrededor es de color blanco, me gusta el color blanco no voy a negarlo, pero todo en esta casa es blanco que te da un aspecto a un hogar frio, como si no hubiera una pizca de amor en este ahogar, un escalofrió recorre mi cuerpo y los bellos de mi piel se erizan bajo la tela de mi sudadera, me abrazo a mí misma insegura. Comienzo a avanzar por el pasillo principal y algo dentro de mi me dice que debería regresar a la entrada y salir de la casa, sí Kian intenta una especie de broma hacia mi sin duda esta tiene que ser una de sus mejores bromas pues ya esta comenzando a darme miedo.
—¿Kian? —grito con fuerza y mi voz resuena por toda la casa haciendo eco en las esquinas de lugar. —¿Dónde estás? —vuelvo a gritar, pero no obtengo respuesta alguna.
Camino hacia la cocina que parece ser el lugar más cerca, tengo que admitir que, aunque la casa parezca un hogar frio, sin duda es grande y bonita, hasta yo querría una casa como esta, la cocina tiene un gran ventanal que te permite ver el patío, en el cual hay una piscina y un hermoso jardín con un césped tan verde que estoy segura que es artificial debido a la manera en la que esta podado.
Me acerco al ventanal y me permito contemplar la vista hacia el jardín, los rayos del sol parecen apuntar hacia la piscina y una pelota de playa que está dentro de ella.
—Linda vista, ¿No? —dice una voz a mis espaldas que hace que me sobresalte, me volteo hacia la persona, Azren esta justo detrás de la barra cruzado de brazos con una sonrisa, trae puesto un suéter de color rojo y su cabello castaño parece estar un poco despeinado, incluso sus ojos están un poco rojos, como si estuviera llorando o quizás drogado.
—Azren —susurro para mi misma, pero a juzgar por la forma en que su sonrisa se ensancha estoy segura que me ha escuchado.
—¿No esperabas verme? —pregunta en un tono dolido, mi rostro esta completamente serio, estoy sorprendida y asustada al mismo tiempo que me cuesta formular las palabras.
—Kian dijo que estaría aquí —mi voz es apenas audible ante sus oídos, su sonrisa parece ensancharse.
—Kian está aquí —dice sínicamente —solo que está dormido.
—¿Quieres decir con eso? —pregunto dando un paso hacia él, pero retrocedo insegura, esta vez sonríe de forma que me deja ver sus dientes blancos.
—Le he dado zolpidem —dice como si nada.
—¿Qué es eso?
—Son pastillas para dormir —dice mirando caminando lentamente hacia la esquina izquierda de la barra, mi corazón parece paralizarse en el momento en el que comienza a caminar al igual que mis pies. —le he dado más de 3 pastillas, pero no te preocupes, va a despertar, te lo prometo.
Comienzo a retroceder inconscientemente hasta que mi cuerpo choca con el frio vidrio del ventanal, Azren esta justo en frente de mí.
—¿Esta es tu casa? —mi voz suena más aguda de lo normal debido al miedo, él asiente.
—¿Es linda no? —pregunta mirando todo alrededor. —Hace tiempo que no venía nadie a mi casa, eres la primera chica que invito.
—¿Qué quieres de nosotros? —me atrevo a preguntarle, mi voz sigue sonando débil.
—De Kian no quiero nada Meg —Azren esta bastante cerca de mí, puedo sentir el calor de la proximidad de su cuerpo, estira una de sus manos hacia mi cabello, pero rápidamente muevo mi rostro a un lado con la intención de que este no toque mi cabello, el mechón que alcanzo a tocar se cae de sus manos en el momento en el que me muevo. —Te quiero a ti.
Un nudo se forma en mi garganta, estoy demasiada aturdida por la situación que cada vez más parece que las palabras no pueden formularse ni siquiera en mi mente.
—Quiero ver a Kian —mi voz se quiebra al pronunciar su nombre, la angustia se apodera de mi cuerpo al igual que el miedo. —Por favor, Azren. Déjame verlo.
Azren suelta un bufido y comienza a caminar hacia la barra nuevamente hasta que se posiciona detrás de ella.
—Lo verás, te lo prometo —comienza a abrir los cajones bruscamente buscando algo entre ellos, mi mente piensa en cuchillos, estoy segura que sacara alguno de ellos.
Una idea viene a mi mente, me acerco a Azren insegura, pero trato de disimularlo.
—Azren —digo llamando su atención. —sí realmente me quieres, ¿Por qué tienes a Kian aquí?
Es lo primero que se me ocurre en decir, el chico se encoje de hombros antes de hablar.
—No me agrada la idea de que el sea tu novio —dice secamente. —ya sabes, nosotros fuimos más amigos que tú y él, ¿Acaso se te olvido todas esas veces en las que te molestaba? Yo no soy malo Meg, soy mucho mejor que él.
Me mira directamente a los ojos mientras habla, su mirada parece herida al decir sus ultimas palabras que algo dentro de mi siente lastima por él.
—Lo sé —agacho mi cabeza hacia mis manos y juego con ellas nerviosamente mientras me recargo sobre la barra frente a él. —tú eres mucho mejor que Kian, eres amable, dulce y tierno.
Puedo ver que una sonrisa se forma en su rostro, comienzo a caminar detrás de la barra para estar a su lado.
Azren observa mis pasos con delicadeza, y hago mi esfuerzo por que mis palabras suenen convincentes ante sus oídos.
—Podríamos darnos una oportunidad —digo cuando llego a su lado, él es mucho más alto que yo y tiene que agachar un poco su cabeza para mirarme, su mirada es tan fuerte que parece quemar mi piel.
—Tienes razón —estira una mano en mi dirección y acaricia delicadamente mi mejilla —pero es demasiado tarde —dice con frialdad, su mano llega a mi cabello y este tira de el con fuerza haciendo que suelte un grito agudo. —¿Crees que soy estúpido? Se que estas tramado algo Meghan.
Lagrimas comienzan a caer mientras el jala mi cabello con fuerza.
—Suéltame —digo entre lágrimas. —me lastimas.
Inmediatamente suelta mi cabello, levanto mi vista hacia el y sus ojos chocan con los míos, puedo ver que hay ira y dolor en ellos, da un paso atrás y se lleva las manos a su cabello y tira de el mientras niega con la cabeza.
—No quiero lastimarte —dice acercándose a mí y tomándome por los hombros, quise retroceder, pero uno de mis pies se tuerce que hace que casi caiga, pero Azren evita que pase. —yo te quiero, eres la chica ideal para mí, ¿Me amas verdad?
Su voz suena insegura con sus últimas tres palabras.
—Azren yo... —comienza a negar, y vuelve a estirar una mano y acariciar con delicadeza mi mejilla, quiero retroceder y alejarme, pero una de sus manos esta sosteniendo mi brazo con fuerza.
—chis —susurra poniendo su dedo índice en mis labios, mira a mis labios y se lame los suyos, en un abrir y cerrar de ojos Azren esta besándome, es un beso rápido y nada delicado, muevo mi rostro a un lado y esto parece disgustarle, su mano impacta con gran fuerza sobre mi mejilla provocando que suelte un grito agudo y caiga al suelo. —¡No quieres que te bese!
Grita y su voz resuena por todos lados, me llevo mi mano a la mejilla donde me a golpeado y la sobo mientras las lagrimas caen incontrolablemente por mis mejillas.
—Azren, por favor —susurro recargando mi cabeza. —Quiero a Kian —vuelvo a decir y el niega rápidamente molesto.
—Tú no lo quieres —dice señalándome con su dedo índice —tú me quieres a mí —comienzo a negar con la cabeza y se que eso es un grave error cuando se acerca a mí, me hago bolita en mi lugar con miedo a que me vuelva a pegar, pero no lo hace, me toma del brazo con gran fuerza y tira de mi para levantarme.
—Estas loco —le digo y su agarre se vuelve más firme, se acerca a uno de los cajones y rebusca entre ellos un cuchillo.
—Vamos a ver a Kian y ver que tan loco estoy —dice una vez que encuentra el cuchillo, comienzo a negar y hacer mi esfuerzo por zafarme de su agarre, pero él es mucho más fuerte.
—No lo mates por favor—digo tirando de él hacia atrás con todas mis fuerzas, el jala de mi y me hace caminar hacia las escaleras, las cuales me cuestan subir —¡No! ¡Por favor no!
—Todo es tu culpa Meghan —dice con una pizca de tristeza en su voz —yo te quise siempre y decidiste irte por el idiota, como todas las chicas lo hacen.
—No es mi culpa —digo entre lágrimas, ver el cuchillo entre sus manos me aterra.
—¡Lo es por tonta! —grita haciendo que me sobresalte, sostiene el cuchillo con más fuerza, incluso se detiene a ver su reflejo en el sínicamente.
Llegamos a una habitación, la cual es toda blanca como todo en este lugar, Kian esta tumbado sobre la cama profundamente dormido, esta atado de manos y pies. Azren me suelta y mi instinto es correr hacia Kian.
—¡Kian! ¡Despierta! —agito su cuerpo con la esperanza de que despierte. —¡Levántate por favor!
—No te escucha —dice Azren a mis espaldas, a tomado la misma pose que al principio, esta cruzado de brazos pero con el cuchillo en mano.
—Azren déjanos ir —le suplico y niega con la cabeza.
—Vamos a jugar un juego —me dice mientras se acerca a la cama, me apego más a Kian temerosa.
—No quiero jugar —le digo con temor. —quiero irme.
Comienza a negar con la cabeza.
—Tienes que jugar. —se acerca a mi y estira una de sus manos hacia mí, comienzo a patalear para que se aleje de mí, alcanza a tomar mi pie y tira de el hasta que caigo al suelo. —si coperas todo será más fácil Meg.
Azren comienza a pasar el cuchillo por el cuerpo de Kian delicadamente, una sonrisa maliciosa se forma en su rostro, está disfrutando de esto.
—El juego consiste en que tan bien me conoces —dice con firmeza —yo te diré algo de mi y tendrás que decir si es verdad o mentira, si aciertas no le pasa nada a Kian si no —finge pensársela unos segundos —me imagino que es muy obvio que le puede pasar ¿No? —dice mostrándome el cuchillo.
—No lo hagas —susurro, pero al no parece importarle.
—Aquí vamos —dice ignorando mis palabras —¿Cuál es mi color favorito?
—Verde —digo el primer color que se me viene a le mente, él niega con la cabeza.
—No, no, no —dice mostrando el cuchillo —ese es el color de Kian.
Pasa el cuchillo lentamente por su cuerpo con inseguridad de donde encajarlo, hace una pausa entre su muslo y su costado del estómago.
—Detente Azren —le digo tratando de acercarme a él para arrebatarle el cuchillo, él estira una mano en mi dirección para detenerme y encaja el cuchillo justo en el costado de Kian para luego retirarlo. —¡No! —escucho a Kian quejarse por lo bajo.
Más lagrimas parecen caer por mis ojos entre más segundos pasan.
—Oh mira—, dice Azren fingiendo sorpresa —el príncipe azul esta despierto —dice apretando los dientes —¿No te tomaste las pastillas, idiota?
Kian tose.
—No —dice con seguridad. —déjala ir Azren, resolvamos esto entre tú y yo. —su es débil, y puedo ver como su ropa se empapa de sangre.
—Kian —susurro entre llanto.
—Pero si apenas estamos comenzando —dice Azren con entusiasmo.
—No —murmura Kian mientras tose —ya esta por terminar.
Las palabras de Kian son difíciles de pronunciar y su voz suena rasposa, lo miramos confundidos, de pronto sirenas comienzan a escucharse afuera de la casa, la cara de Azren se llena de sorpresa y puedo ver el miedo en sus ojos, Kian hace su esfuerzo por rodar sobre la cama, emite un quejido mientras lo intenta hasta que logra quedar frente a nosotros.
—Siempre soy mejor que tú —dice con seguridad, y puedo ver esa sonrisa egocéntrica que tiene formarse en su rostro, pero luego se transforma en una mueca de dolor, la colcha blanca sobre la cama esta manchada de sangre.
Azren esta en shock y no se mueve de su lugar, incluso se sobresalta en el momento en el que un policía golpea la puerta de una patada pero no sabe como reaccionar al respecto, de la nada comienza a llorar y suelta el cuchillo levantando las manos en el aire, el policía a mi espalda no espera ni un segundo más y se acerca a Azren y ambas manos para tumbarlo sobre la cama boca abajo y colocar sus manos en la espalda.
—¡Lo tengo! —grita llamando a sus colegas, dos policías más entran a la habitación, Greg y un hombre que desconozco está a su lado.
—Llamare a la ambulancia —dice Greg al hombre a su lado y sale de la habitación para llamar. El hombre asiente y entra a la habitación, una rápida mirada a Kian y este me guiña un ojo en un intento para hacerme sentir mejor.
—¡Tienen que dejarme ir! —lloriquea Azren y el policía coloca su mano libre sobre su cabeza presionándola más sobre la cama.
—Se acabo Jeffery —dice el hombre caminando a mi lado, aun sigo en el suelo, tratando de asimilar la situación. —no volverás a acosar a más chicas.
***
Pobre Kian :c Espero les haya gustado el capítulo y por fin ya sabemos que paso con todas las locuras de Azren!
Nunca antes me habían pedido que dedique un capítulo, pero a la persona que me pidió que se lo dedicara ya lo he hecho! Natasha se que también me pediste que te lo dedicara, la verdad olvide pedirte tu user ya que me lo pediste por otra cuenta, perdón :c no olvide tu nombre así que si ves esto comenta o mándame un mensaje con tu usuario para dedicarte el próximo c;
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