d i e z
Sus labios eran dulces y suaves y tenían una pizca a sabor chocolate, mis brazos se enredaron en su cabello y lo empuje un poco más hacia mi mientras que las manos de Kian en mi cintura me pegaban más a él, mi corazón palpitaba con gran fuerza ante el beso, de todas esas veces en las que imagine que se sentiría besarlo no pensé que se sentiría tan bien. Nos separamos por la falta de aire, quite mis brazos de su cuello, pero las manos de Kian aún seguían en mi cintura.
—Creo que deberíamos irnos —dice. No puedo evitar sentir una apuñalada en el corazón, ¿es todo? ¿Sólo me besara y luego nos vamos? Me pongo nerviosa sin saber bien que decir, me alejo bruscamente de él haciendo mi mejor esfuerzo por ocultar mis sentimientos.
—También pienso lo mismo —le digo en el tono más frio que me es posible, Kian me da un asentimiento con la cabeza y comienza a caminar fuera del lago conmigo detrás de él.
Debí imaginarme que el besarlo no le quitaría lo idiota, mi ropa se siente demasiado pesada debido al agua que me cuesta caminar, Kian me abre la puerta de su auto e inmediatamente me subo sin decirle ninguna palabra, esta vez ni se molesta por prender la radio mientras conduce, estoy segura que se puede sentir la tensión de parte de ambos, ninguno de los dos hablamos, yo estoy recargada en la ventana evitando mirarlo mientras mi corazón palpita con gran fuerza que parece que va a salirse de su lugar.
Cuando llegamos al estacionamiento de los departamentos ni me molesto en despedirme, simplemente abro la puerta del auto y me bajo sin decir una palabra, no espero que se baje detrás de mí, sigo caminando con una pequeña sonrisa en mi rostro y mi ropa empapada de agua. Esta vez ni siquiera presto atención a las miradas raras que me dan las personas que están en los pasillos de los dormitorios, camino con la cabeza en alto fingiendo que nada ha pasado.
—¡Hola Meg! ¡Wow! ¿Qué te paso? —pregunta Kate al instante en el que me ve cruzar por la puerta, la sonrisa en mi rostro es remplazada por una pequeña risa amarga, me encojo de hombros y trato de hablar, pero las palabras no salen.
—¿Qué me paso? —mi voz se quiebra y las palabras no pueden salir correctamente —Kian me beso.
Si este hubiera sido otro momento la cara de Kate hubiera sido de felicidad en vez de confusión.
—¿Y eso es malo?
Tomo asiento en el borde de mi cama, Kate quien está en su cama se acomoda para quedar frente a mí.
—Me beso ¿y sabes que dijo? Dijo que creía que deberíamos irnos —Kate me da una pequeña sonrisa —No lo entiendo, algunos días lo odio otros días siento una atracción por él y otros días solo lo vuelvo a odiar.
—Bueno, Kian puede ser un chico complicado a veces —dejo escapar otra risa amarga.
—Tú sabes que yo no soy buena socializando, sabes que me cuesta mucho abrirme con otras personas y me encariño con facilidad, creo en las palabras de los demás —agacho mi cabeza mientras juego con mis manos —sabes que la mayoría de las personas no han sido buenas conmigo y bueno Kian estaba comenzando a tratarme bien.
—Te estabas encariñando con él —dice Kate en un susurro. —Meg, sé que siempre has tenido un pequeño crush con Kian, desde antes que yo saliera con Greg y lo conocieras en persona.
—Pensé que no lo recordabas —le digo con una pequeña sonrisa —sabes que eso sucedió cuando recién entramos a la universidad y él ni siquiera sabía de nuestra existencia.
—Lo sé, pero te gustaba y sé que cuando conociste a Liam las cosas cambiaron, pero al menos yo creo que ese pequeño crush que tenías con él en primer año, ha comenzado a despertarse nuevamente.
—Te juro que si yo hubiera sabido lo complicado que era no me hubiera tenido un crush con él.
—Demasiado tarde —dice Kate.
Suelto un suspiro cansado y después me levanto para meterme a bañar y secar mi ropa empapada, me permito tardar todo lo que quiera en la ducha hasta que me siento más relajada para salir. Kate tenía razón, había tenido un crush con Kian desde la primera vez que lo vi en la escuela, él no nos conocía a nosotras, estoy segura que incluso nunca nos vio en los pasillos de la universidad, yo sabía que un chico como el jamás se fijaría en mí, con el tiempo conocí a Liam y mi crush con Kian fue desapareciendo, incluso después de que Greg lo presento no sentía nada por él hasta hoy en día, es como que está despertando un sentimiento en mí, pero es algo que no puedo explicar, este sentimiento es muy diferente al que sentía por Liam.
—¿Te parece si vemos películas? —dice Kate en el instante en el que salgo del baño, asiento con la cabeza y ella se hace a un lado para que me siente en la cama. —Hace mucho que no tenemos un maratón de películas, la verdad es que necesitamos uno.
—Como en los viejos tiempos —le digo recordando todas esas tardes en las que veíamos películas hasta quedarnos dormidas.
Y así pasamos la noche, viendo películas hasta quedarnos dormidas. Kian no se ha presentado por mi puerta en el transcurso de la semana, y yo hago mi mayor esfuerzo para no estar pensando en él, incluso le pedí a Jessica más horas extras en la librería para poder distraer mi mente. Mis días cada vez parecen complicarse más, mi madre me hablo dos días atrás para darme la noticia que mi padre se casara en un par de semanas, siendo muy honesta no me importo la noticia, ni siquiera sentí nada al respecto más que asombro, era algo que no me esperaba, o quizás lo que no esperaba era que se casaría con una chica que fuera cuatro años mayor que yo, por supuesto que no iba a asistir a su boda ni aunque me pagaran por ir a ella. Mi mamá estaba de acuerdo en que yo no fuera, pero estaba molesta por que no accedí a reclamarle a mi padre lo de su boda como ella quería, ambas terminamos discutiendo como de costumbre cosa que no ayudo nada a mis emociones, por otro lado, Kate conocía la situación en la que mi familia y yo estábamos y hacia su esfuerzo por animarme, ella sabía que yo nunca había tenido una buena relación con ninguno de mis padres.
—Los chicos son idiotas —dijo Jessica mientras comíamos helado en la librería, ya habíamos cerrado, pero decidimos quedarnos a conversar un rato. —salí con uno hace dos semanas, quizás hubiera pasado algo más con él si su novia no se hubiera aparecido en el lugar donde estábamos, créeme que estoy agradecida con la chica.
—Wow, eso me suena a mucho drama —le digo mientras como mi helado de chocolate con menta.
—Créeme demasiado, la chica termino con él en ese instante y le dio una buena bofetada, se la merecía —asiento con la cabeza mientras comemos nuestros helados y contamos nuestras malas experiencias con los chicos.
—Kian es un idiota, lo odio —digo de la nada y ella asiente.
—Y yo odio a todos los chicos con los que he salido y me han dejado, necesito conseguirme un novio pronto —dice haciendo que me ría ante su comentario. —te juro que mi madre no deja de decirme que debería de casarme pronto, eso me está molestando.
Me rio nuevamente, pero esta vez ella también se ríe. Nos pasamos más horas comiendo helado y conversando sobre chicos, Jessica se ofrece a llevarme a los dormitorios ya que es algo oscuro para caminar sola en la noche, cuando llego a mi habitación hago mi esfuerzo por no despertar a Kate quien ya está dormida sobre su cama, antes de acostarme en la comodidad de mi cama hay una pequeña hoja doblada a la mitad sobre ella que llama mi atención, la tomo y examino extrañada, desdoblo la hoja y lo único que veo es un 'Lo siento' en letra cursiva, creo saber quien la ha escrito. Hago bolita la hoja y la lanzo al otro extremo de la habitación para después acostarme en la cama e intentar dormir.
***
Azren aparece en la puerta justo cuando estoy por salir de mi habitación, trae dos cafés en mano y una bolsa.
—¡Hola Meg! —dice con una sonrisa que respondo de misma manera.
—Hola, no esperaba que vinieras —le digo tratando de no sonar grosera.
—Lo sé, es que llevamos días sin vernos y creí que sería bueno venirte a buscar antes de ir a la universidad. Traje café y donas —muestra sus manos con los cafés y la bolsa.
—¿Quieres pasar? —le digo haciendo una seña al dormitorio.
—Podemos ir a la universidad si quieres —dice y yo asiento con la cabeza, me entrega un café y ambos comenzamos a caminar. —Entonces, ¿Qué has hecho estos días? ¿Me has extrañado?
—No lo sé, quizás si, quizás no —le digo y ambos reímos un poco. —Creo que te extrañe un poquito.
—Creo que yo igual —dice.
Ambos vamos conversando de cosas al azar que parecen animarme un poco, aún queda una hora para entrar a clases y ambos nos dirigimos hacía el campus de la universidad, justamente vamos hacia el árbol donde nos conocimos por primera vez.
—¿Doné compraste estas donas? Están riquísimas —le digo mordiendo un pedazo de mi dona de chocolate.
—La verdad no tengo idea, iba pasando por una calle y encontré una cafetería.
—Creo que es la mejor dona que he comido.
—Me alegra que te haya gustado —dice Azren con una sonrisa, este quien esta recargado en el tronco del árbol se aleja un poco y saca una servilleta de la bolsa, se acerca a mí con delicadeza y limpia la comisura de mi labio, haciendo que me sonroje. —tenías un poco de chocolate.
—Gracias. —le digo tratando de vitar sonrojarme más de lo que ya estoy.
—¿Irás al baile de disfraces de la escuela?
—No lo sé, no soy muy afecta a los bailes.
Azren asintió con la cabeza ante mi respuesta. Cada mes la escuela trataba de motivar a los alumnos con distintas actividades, y como Halloween estaba a punto de llegar, festejábamos con un baile de disfraces.
La verdad era que yo jamás había ido a un baile escolar, la mayoría de las veces un chico tiene que invitar a la chica preparándole algo especial, ya sea un cartel o algo por el estilo, pero yo no tenía amigos o algún chico que quisiera invitarme por lo tanto no asistía a esos bailes.
Después de unos minutos más conversando cada quien se fue a sus clases. No vi a Kian por ningún lado, ni siquiera en los pasillos besuqueándose con cualquier chica, aunque si tuviera que topármelo por algún lugar de los pasillos, desearía que fuera solo, tenía que admitirlo, una parte de mí se moría por verlo y escuchar una explicación sobre lo sucedido en el lago, aunque conociéndolo, sabía que eso no sucedería, él no le daba explicaciones a cualquier chica y tampoco era la clase de chico que dejaba notitas por los dormitorios pidiendo disculpas, simplemente no entendía por que había dejado aquella nota sobre mi cama, ¿Qué sentía? ¿Haberme besado?
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