No hemos ganado las interescolares.

Lo que sí habíamos logrado era quedar en el tercer puesto. No me iba a quejar, era mejor que nada. Además, habíamos perdido contra otros equipos de la Aster League y, siendo sinceros, ellos eran realmente buenos.

Veo al entrenador agradecer a los encargados y saludar a algunos conocidos mientras yo sujeto las medallas. Él acaba y se acerca a mí, dándome varios golpecitos en la espalda.

—El próximo año será —suspira. Nos acercamos al resto del equipo—. Lo habéis hecho genial, chicos.

—Nos vamos a graduar este año —recuerda Hywel.

—Mi trío ganador —se lamenta el entrenador—. Bueno, sigo teniendo al resto del equipo.

—Quién pensaría que esto se acabaría. —Jake se pone sentimental.

—¿Por qué tan emotivos de la nada? —les reprocho.

—No hemos quedado los primeros —se queja el peliverde.

—Bueno, pero sí los terceros, hay que ser positivos. —Abulto mi labio inferior, dándoles sus medallas.

—Aburrido, yo quería la copa.

—Entonces, deja de quejarte y consíguela cuando estés en la universidad. —Hywel se encoge de hombros, con una sonrisa de oreja a oreja.

—Para entonces, ya ni jugaré. —Frunce los labios—. ¿Tú no estás demasiado feliz? —cuestiona Jake.

—¿Yo? No sé de qué hablas.

—Tiene una cita con Dess —toso yo por lo bajo.

Mi mejor amigo me mira, pero en vez de maldecirme o insultarme, sonríe aún más.

—¿Celoso?

Suelto una carcajada.

—¿Por qué lo estaría? —Frunzo el ceño.

—No sé, por eso te pregunto. —Alza ambas cejas.

Me relamo los labios, saboreando la derrota en este espontáneo enfrentamiento.

—Odio el amor —declaro.

—Con lo bonito que es...

—Claro, ¡como a ti te corresponden! —siseo.

—Ni que fuera mi culpa.

—Te odio. —Sorbo mi nariz.

—Eso es mentira, pero bueno, te invito a cenar Lesya, ¿quieres?

Se me pasa la molestia al instante.

—No me voy a negar.

Lo veo rodar los ojos, pero sigue sonriendo el condenado. ¿Así era enamorarse y que te correspondieran? Ya desearía yo.

—¿Alguien puede espantar a las mariposas que revolotean alrededor de Hywel? Por favor —suplica Víctor.

—Agradeced que no nos veremos hasta mañana, Lesya me tiene que soportar lo que queda del día. —Les saca la lengua.

—¿En qué momento te invité a dormir en casa? —me lamenté.

—En el momento en que nos convertimos en mejores amigos y te enamoraste de mi extraordinario carisma.

Desvío la mirada, haciéndolo reír.

Los demás miembros del equipo siguen intentando fastidiar a Hywel, pero nadie lo consigue. Salimos del polideportivo, encontrándonos de nuevo a Dión y Dess. Ambos nos saludan agitando sus manos y nos acercamos, esperando que el bus del equipo nos recoja.

—Chicos, espero que no tengáis nada que hacer esta noche, porque os invito a cenar —anuncia el entrenador—. Os lo merecéis.

El equipo comienza a celebrar, vitoreándolo. Mientras tanto, siento un pequeño golpe en el hombro; es Dión.

—Hola —lo saludo tímidamente.

—Hola —responde, sonriendo socarronamente.

—¿Vienes a molestar? —Enarco una ceja, preparando respuestas en mi cabeza para sus posibles provocaciones.

—¿No estás demasiado a la defensiva? —Esboza una sonrisa ladeada, divertido.

—¿Por qué será?

Suelta un suspiro, entregándome un ramo de gardenias.

—Felicidades, capitán. —Es un gesto extrañamente genuino de su parte.

—¿Gardenias? ¿Para quién? —Analizo mis alrededores para encontrar a la afortunada persona..

—Para ti, estúpido. ¿Quién más es el capitán?

—Ay, ¿por?

—¿Por ganar?

—No hemos quedado los primeros...

—¿Y? Lo habéis intentado.

—No sé, es raro para quien tiene el título de ganador regional. —Frunzo el ceño.

—Acepta las putas flores, Lesya —me ordena Dess.

—Cuánta agresividad por aquí. —Desvío la mirada, haciendo un puchero—. ¿Por qué gardenias?

—Según el vendedor, porque significa admiración y alegría —contesta Dión, encogiéndose de hombros.

—¿Seguro? —Me aguanto la risa—. ¿No te ha dicho que también significa amor secreto? ¿Acaso estás enamorado de mí, Dioncito?

Hace una mueca de horror

Auch.

—Desearías.

Dess me mira con pena y después golpea a Dión en la nuca.

—¿Eres el mismo niño de siete años que estaba secretamente súper enamorado de Lesya? —lo pica.

Entonces, el pelinegro se sonroja y es la primera vez que lo veo tan rojo. Trago saliva, aguantándome un "eres adorable".

—¡Cállate la puta boca, Dess! —exclama, avergonzado—. ¡No me expongas!

Me cubro la boca, ocultando mi naciente sonrisa.

—Hala, ¿qué pasa por aquí? —Hywel pasa su brazo por mi cintura.

—Dess acaba de exponer a mini Dión —carcajeo, no pudiendo contener las ganas.

—¿Dión tiene un hijo? —Arruga la nariz.

—¿Qué? ¡No!

—Bueno, si me dices mini Dión, no puedo evitar imaginarme a un hijo suyo.

—Me refería a su mini yo de hace diez años —resoplo.

—¿Y qué pasa con su mini yo de hace diez años?

—¡Estaba enamorado de Les...! —Dión le cubre la boca a su mejor amigo antes de que termine la frase.

Hywel me observa de arriba a abajo y repite la misma acción con el pelinegro, sonriendo pícaramente, cambia de posiciones con él, quedando al lado de Dess.

Me siento traicionado.

—Vaya, la teletransportación es una habilidad increíble —ríe con inocencia.

Le dedico una mirada de asco

—Que os den a todos. —Dión nos saca el dedo y su teléfono comienza a sonar.

Lo observa con desinterés y cuelga.

—Por eso tardas un siglo en contestar los mensajes —lo acusa Jake, acercándose a nosotros.

Dión alza una ceja.

—No, si no te contesto rápido es porque no quiero. —Se cruza de brazos.

—Claro, porque a su Mooncito le contesta al instante —se burla Dess.

Siento que mi corazón se detiene al instante cuando escucho ese apodo, pero lo dejo pasar. De todas formas, ahora que salía la película de Reminiscencia, la gente se había acostumbrado a ponerse nombres cariñosos referentes al libro y sus personajes.

—¿Te gusta Reminiscencia? —le pregunto a Dión.

Este se gira para verme, asintiendo lentamente.

—¿Que si le gusta? —Dess deja escapar una risa sarcástica—. Tiene la trilogía completa, ediciones especiales y va a ir a la premier de la jodida película, Lesya.

—¿¡Vas a ir a la premier!? —Me cubro la boca al notar que he elevado mi voz sin darme cuenta.

Dión se encoge de hombros, restándole importancia.

—Qué casualidad que Lesya también sea un fanático absoluto de ese condenado libro —carraspea falsamente Hywel.

—¿Tú también lo eres? —Me contempla, intrigado.

Recobro mi compostura.

—¿Yo? Un poco. —Finjo desinterés.

Giro mi cabeza recordando a Solecito y las noches en las que estuvimos hablando del libro y de los actores que interpretarían la película. Por no hablar de cuando salió la tercera parte y nos quedamos hasta la madrugada fangirleando.

—¿Un poco? —cuestiona Jake—. ¡Te pasas el día llorando para que veamos la película contigo! Por no hablar del mote de tu SunShine.

—¡Se lo puso él! —me defendí.

Dión estalla en carcajadas.

—La verdad es que la entrada para la premier es para dos personas y a Dess tampoco le gusta tanto, así que si te quieres venir... Aunque sea conmigo, digo.

Trato de articular alguna palabra, pero soy incapaz.

—Bueno, cómo me voy a negar si me invitas así... —Agacho ligeramente la cabeza, avergonzado.

¿Esto contaba como una cita? Era la primera vez que Dión me invitaba a algo sin que hubiera un premio o broma de por medio. En las películas románticas, sería el momento perfecto para ahondar en nuestra relación. Sin embargo, eso no iba a pasar con nosotros, ¿verdad?

—Dile que sí y ya, Lesya. —Su mejor amigo me da un suave codazo.

—De acuerdo. —Esbozo una sonrisa de oreja a oreja.

Dión recibe otra llamada, exasperado, cuelga sin siquiera averiguar quién es.

—¿No deberías contestar? —inquiero.

—¿Por qué lo haría?

—Bueno, no sé, si te llaman será por algo; una emergencia, por ejemplo —farfullo.

Él suelta una risotada con un tono sarcástico marcado.

—Es mi ex. Podríamos decir que he roto con él, dudo que sea una emergencia. —Tuerce la boca.

—¿De verdad lo has hecho? —Dess se ve impresionado—. Pero ¿cómo que "podríamos decir"?

—Ha sido repentino, aún tenemos que tener la "charla".

Dess le aplaude.

—El primer paso al menos está completo.

—Nos contaréis el drama o... —Hywel hace una mueca de confusión—. Da igual, ¿felicidades?

—En resumen, tenía una relación tóxica con Crys y estaba cansado de que me dejara tirado cuando quisiera. Me sentía utilizado —confiesa el pelinegro—. He decidido ponerme primero.

—Ya verás cómo el amor toca tu puerta más pronto de lo que crees —celebra Dess.

—¿Cómo llegasteis a ese punto? —Me quiero golpear a mí mismo por hacer semejante pregunta de idiota.

—Algún día os contaré la historia completa algún día —ríe Dión.

Sé que no tengo nada que ver, ni me afecta, pero, de alguna forma, eso me alivia. ¿Por qué? ¿Era normal? Supongo que sí, después de todo, Dión era mi amigo y lo primero que quiero es verlo feliz.

—Hay que hacer noche de chisme —sugiere Jake.

—Si es en casa de Lesya, acepto —lo sigue Hywel.

—¿Y por qué mi casa? —Hago una mueca.

—Es grande y a tus padres no les importa que hagamos ruido.

—Yo me uno si me invitáis —Dess se abraza a mi mejor amigo.

Suspiro, cediendo:

—Preguntaré.

El entrenador grita repentinamente, avisándonos de que el autobús ya se va. Nos despedimos de Dión y Dess, comenzando a caminar hacia el vehículo.

—Por cierto, Lesya, ¡la premier es la semana que viene, sábado a las nueve de la noche! —me informa Dión, señalando su teléfono—. Te pasaré la ubicación por mensaje.

Asiento con felicidad y abrazo suavemente el ramo de gardenias que me había dado para contener mi emoción.

—No se te nota nada lo enamorado —susurra mi mejor amigo una vez que ya no lo pueden escuchar.

—Que te den —sonrío, sintiendo mis dedos cosquillear.

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06/08/2024: He añadido varios diálogos a este capítulo jiji, tanto al final como al principio si os dais cuenta. Estoy extendiendo algo el lore de Crys para poder darle un final más maduro que en la versión anterior wuju. Besitos. Dentro de unas horas, actualizo de nuevo jiji.

/sonríe y se va.

Ahre, no. Pero bueno, qué tontos que son mis bebés.

En fin, CITA ENTRE DIÓN Y LESYA :D. Ahora toca la parte mala y triste de la historia-

No, es broma JAJAJA. No me amenacéis de muerte, gracias.

Si Lesya es feliz, yo también. Si Lesya está enamorado de Dión, ¿yo también? JAJAJAJ

Eso es todo lo que quería decir, besitos de media mañana.