Sabo y Koala
Simultáneamente
-Que... ¡¿Qué?!- Ace acababa de responder al llamado de Sabo dándole las últimas noticias. Marco, desde la cocina lo miraba sin hacer comentario alguno, pues no solía meterse en los problemas familiares a menos que Ace estuviese involucrado.
-Como lo oyes... llego aquí diciendo que no tiene donde ir... tampoco sé cómo dio con mi dirección... Koala se molestara conmigo cuando se lo diga... pues llego en el peor de los momentos... ah por cierto, Luffy se fue con Shanks, no me preocupa en realidad porque sé que Shanks no le permitirá faltar a clases... la verdad es que ha estado actuando extraño desde hace ya varios días...-
Marco dirigió su mirada a su novio, mientras oía la conversación gracias al altavoz, e hizo un gesto con su cabeza como diciendo "Te lo dije"
-Bueno, es cierto... Shanks es buen hombre y Makino cuidara de él.... Pero ¿Law ya lo sabe? ¿Sabe que Luffy se ha ido de la ciudad?-
-Solo sé que se lo había mencionado en alguna ocasión pero creo que no sabe que en realidad cumplió con su palabra...-
Ace se sento otra vez en el sillón de la sala.
-Y que harás con "ella" Sabo... Koala y tú lo pasaron muy mal por su culpa...-
-No puedo echarla a la calle Ace ya es muy tarde... se quedará en el cuarto de invitados, y mañana a primera hora le pediré que se valla... no quiero problemas con Koala por esto... Diablos... y ahora quien será a estas horas de la noche...-
Ace oyó un ajetreo al otro lado del teléfono, y oyó como su hermano abría la puerta allá en su hogar.
-Oh cielos...-
-Que ocurre Sabo...-
-Te llamo luego Ace, hay algo que debo atender-
Sin más su hermano cortó la llamada. Ace se levantó y fue con Marco a la cocina quien preparaba algo para comer, pues habían estado trabajando en el nuevo manga de Ace durante todo el día.
-¿A que habrá venido esa mujer a buscar a Sabo? ¿Qué no le basto con lastimar a tu hermano en aquella ocasión?- pregunto el rubio apagando los quemadores de la cocina.
-No lo sé... Pero espero que no se atreva intervenir en el noviazgo de Koala y Sabo... no ahora que Sabo está decidido a llevar su relación con ella a un nuevo nivel-
-Oh... ¿al fin se decidió?- sonrió mientras ponía en la mesita de la cocina unas fuentes con ensalada, vasos, una botella de vino que saco de la nevera, y los platos de la alacena y empezó a servir la comida con ayuda de Ace.
-Si... el otro día nos hizo esa insinuación a Luffy y a mi... en realidad espero que todo resulte muy bien... tenía la esperanza de que ese acontecimiento iría sin inconvenientes...- termino refunfuñado y dejando el cubierto con algo de brusquedad sobre la mesa.
-Está todo listo... por favor siéntate querido... vamos a comer- le sonrió besándolo.
-Si... muero de hambre- respondió el respondiendo tiernamente el beso- no hay duda... tus besos son mejor que cualquier cosa...-
-Te daré todos los que tú quieras...- volvió a besarlo, esta vez con un poco más de intensidad.
Se sentaron a comer olvidando por un momento el trabajo y los asuntos familiares, era los momentos en que hablaban de ellos de futuro como pareja y en lo posible de vivir el resto de sus vidas juntos. O al menos Marco tenía planes para más adelante.
Así, aquel día daba fin para ellos... pero para otros la noche apenas y comenzaba.
Apartamento de Law:
El lugar estaba muy ordenado, casi no había polvo en la superficie de las mesas ni en la cocina o muebles del departamento. Law siempre había sido así de ordenado, pues su madre le había inculcado el ser ordenado con sus cosas desde pequeño.
El joven ahora se hallaba ahora sobre el sofá del living, sentado, con los brazos sobre el lomo superior del sillón de cuero, y sus manos caían por este con su nuevo teléfono celular en una de ellas, y una lata de cerveza en la otra. Estaba con los ojos cerrados, pues había estado intentando ponerse en contacto con Luffy, tras lo ocurrido en el almuerzo del día anterior.
-Ya estoy lista- anunciaba Lami algo deprimida.
Law abrió los ojos dando un leve sobresalto y dejando caer su móvil, el que Lami recogió y miró el contacto que su hermano había estado llamando.
-¿Aun no responde Luffy-san?- pregunto al ver la cantidad de veces que el muchacho había estado llamando a su amigo.
-No... Sabo y Ace seguro estarán ocupados y no quiero molestarlos solo ara preguntarles por él... - respondió Law mirando a su hermana mientras dejaba la lata de cerveza en la mesita. La joven se sentó junto a él antes de que éste fuera a dejarla a casa de sus padres.
-¿Qué es lo que les pasa a ustedes? Porque de pronto Luffy-san desaparece de la faz de la tierra? Y lo que me llamó la atención ayer en el almuerzo... ¿Quién te llamó para que reaccionaras así?
-No es de tu incumbencia monstruo- dijo el mayor levantándose y yendo por sus llaves que estaban colgadas junto a la puerta – vamos, mamá y papá estarán esperando por ti...- dijo abriendo la puerta para permitirle a Lami salir al pasillo, para luego él mismo abandonar el departamento y cerrar con llave la puerta.
Mientras conducía pensaba en su amigo. En porque había dicho que quería irse de la ciudad, o porque rayos estaba evitándolo.
Lami sólo lo miraba de vez en cuando, sospechaba algunas cosas, pero no podía asegurar nada. Y se sentía mal por no poder ayudar a su hermano en esos momentos, y aunque pudiera tampoco podía meterse en los asuntos personales de Law.
-Todo irá bien hermano, ya veraz que sí- le sonrió para darle ánimos.
No tardó en llegar a casa de sus padres, pues el viaje se le hizo realmente corto, y tras despedirse de ellos una vez que Lami se había ido a dormir, subió a su coche y regreso a su apartamento, el que ahora estaba tranquilo y silencioso sin Lami en él.
Se sentó en el sofá una vez que regresó, pero no encendió la luz, pues los ventanales permitían que la luz de afuera irrumpieran en su sala de estar, y así a oscuras se quedó pensando en donde diablos estaría su amigo y porque no le contestaba el móvil.
-Tenía que pasar esto justo ahora...-
Se pasó casi toda la noche pensando, se daba vueltas en el sofá una y otra vez. Monet le había mentido tantas veces cuando eran novios, que ya no creía en ella, ahora dudaba un poco de lo de su embarazo.... pero... ¿se atrevería a mentir con algo tan importante como eso?
Siguió tratando de comunicarse con Luffy, pero este seguía sin responder.
-¿Por qué te distancias de mí justo cuando más te necesito amigo?-
Cubrió sus ojos con su mano y empezó a llorar. Era la primera vez que lloraba por alguien, o mejor dicho por algo. Monet iba a darle un hijo cuando su relación ya no tenía arreglo. Ahora el problema era como decirles a sus padres que él sería padre dentro de poco.
Ya muy entrada la noche decidió irse a dormir... o al menos lo intento, pero estaba tan sumido en pensar a su amigo que no notó la hora que era hasta que miró una vez más su móvil, 4:40 am
No pudo dormir. Se levantó de la cama estando sólo con bóxer, y regreso al living donde se sentó en el sofá y siguió bebiendo. Quizás así podría conciliar el sueño y poder dormir almenos unas horas antes de ir a clases.
Incluso trató de leer un poco pero no pudo. El sólo hecho de recordar que pronto formaría una familia con una mujer a la que ya no quería...
Así, sin poder pegar pestaña en toda la noche desistió de sus intentos por hacerlo. Y se vistió para ir hasta un lugar en especial.
Casa de Sabo (minutos antes de la llamada a Ace)
Pasaban las noticias por la televisión cuando llamaron a la casa de Sabo, ya muy entrada la noche.
El joven se levantó a regañadientes de su sillón para abrir la puerta, puesto que el llamado era insistente.
-Ya oí ya oí...- decía el joven.
Pensó que tal vez era Luffy que había decidido volver y había olvidado llevar sus llaves con él.
-Sabía que regresarías Luf...- se interrumpió al ver quien estaba delante de su puerta.
-Sabo...-
Una joven de aproximadamente la misma estatura de Koala se lanzaba a su cuello abrazándolo cayendo ambos al suelo, la muchacha sobre Sabo.
-¿Tu... que estás haciendo aquí?- pregunto en un tono para nada agradable.
-¿Así recibes a quien fue tu novia?- dijo ella apartándose un poco del joven para verlo mejor – vaya... estás más apuesto que la última vez que te vi...- se acercó otra vez, pero en ésta ocasión a los labios del otro.
-No te atrevas... por favor- dijo Sabo levantándose y ayudando a la extraña a levantarse también – responde... ¿qué estás haciendo aquí?-
-¿Puedo quedarme aquí esta noche?-
-No, no puedes... si no vas a responder a mis preguntas entonces por favor vete- pidió el joven molesto.
-Mr. 5* me dejo por otra mujer... hace unos días... y pensé que podrías darme otra oportunidad y que volvamos a ser novios...- explicó la mujer acariciando al mayor.
-Pierdes tu tiempo, tengo novia y soy muy feliz con ella- respondía el apartando las manos de la chica de él – te pediré un taxi para que te lleve a algún hotel donde puedas pasar la noche, pero aquí no te quedarás... no quiero una discusión innecesaria con Koala por ti-
La mujer se quedó mirándolo un segundo tras dejar de acariciarlo, y llevó sus manos a su cadera y empezó a reír.
-¿Es en serio? ¿Aun sales con esa mujer? ¿Ya metió sus garras en tu fortuna querido?-
-A diferencia de ti, Koala me quiere a mí y no mi dinero-
Tenía que admitirlo, ese había sido un golpe certero al orgullo de aquella mujer.
-Puedo ser mejor que ella si así lo quieres amor...-dijo la mujer llevando su delgado dedo al pecho del mayor y empezando a delinearlo por sobre la camisa.
-Suficiente... vete por favor- dijo Sabo sacando su móvil y llamando a un taxi.
-No tengo donde ir- se excusó fingiendo estar afligida.
-Ya te lo dije, te pagare un hotel, pero vete por favor-
La mujer golpeó el móvil haciendo que este saliera con brusquedad de la mano del joven, para luego caer dormida en sus brazos.
Sabo la cargó al cuarto de invitados donde la dejo sobre la cama y puso unas mantas sobre la chica para que no pasara frío.
Llamó luego a Ace para contarle los últimos acontecimientos del día, que había sido bastante extraño.
Aún estaba al teléfono cuando llamaron por segunda vez a la puerta.
-Oh cielos...te llamo luego Ace, hay algo que debo aclarar.
-¿Que pasa amor?- Koala acababa de llegar a casa de Sabo, y éste tenía un semblante que preocupaba- pareces como si hubieras visto un fantasma...-
-Koala... que haces aquí a estas horas...- pregunto volviendo en sí.
-Acabo de salir de la agencia, y quise pasar a visitarte...- lo miró atenta – Sabo... ¿Qué tienes?-
El joven miró hacia las escaleras que daban al segundo piso, la chica hizo lo mismo y luego el joven miró a la muchacha otra vez.
-Amor...- tomó a la chica de la mano y la llevó hasta la sala donde aún seguía encendido el televisor.
Koala ya había empezado a asustarse, era la primera vez que se comportaba extraño.
-¿Qué ocurre Sabo...? estas actuando muy extraño...- se sentaron y Sabo tomó sus manos y beso a la joven.
-Voy a ser honesto contigo... pero no quiero que te enfades ¿de acuerdo? –
La muchacha dejo su cartera y su abrigo sobre la mesita y miró otra vez a su novio que estaba nervioso.
-¿Qué pasa?-
Sabo la dejo y se levantó, empezando un paseo por la sala, tras unos minutos haciendo eso, regreso con Koala y se arrodillo ante ella.
-Sabes que te amo ¿verdad? Y sabes que jamás me atrevería a lastimarte, pero si no te digo esto sentiré que estoy traicionándote...-
Otra vez sujetó las manos de la joven y la llevó con él a la habitación que tenían para invitados.
Se detuvieron frente a la puerta.
-Antes de que entres ahí, prométeme que no te iras y que te quedarás conmigo esta noche...-
Koala no dijo nada, y aun mirando a Sabo abrió la puerta.
Sabo esperaba que Koala se girara hacia él y le diera una merecida bofetada por tener a esa mujer en su casa.
-Va... Valentine*... ¿Qué hace ella aquí?- preguntó. Aunque no hubiera querido, su voz salió apaga y algo molesta.
-No lo sé en realidad...- respondió de inmediato el joven – dijo que su novio la había dejado hacia unos días y que había venido en busca de una oportunidad conmigo... luego se durmió... lo siento cariño no podía dejarla...-
La joven al fin se volvió a mirarlo.
-Ya... relájate...- le sonrió ahora honestamente - ¿esto era lo que querías mostrarme?-
Sabo asintió cubriendo un poco su rostro, pero la joven aparto su mano que cubría su rostro y le sonrió aún más.
-Te prometo que mañana cuando despiertes no estará aquí...- dijo tomando la mano de Koala y besándola suavemente.
-Sabo... no te angusties, eres un buen chico y es por eso que te amo- lo beso esta vez en los labios.
-Te amo, te amo...- le repetía Sabo mientras respondía al beso.
-Así que era esto...- comento ella sonriendo y mirando el enternecido rostro que Sabo le ofrecía.
-Esa mujer no causo más que sufrimiento en aquella ocasión... y casi te pierdo por su culpa, era lógico que te molestaras cuando te enteraras de que se quedaría aquí esta noche...- respondía Sabo.
-Oye... ya no pienses en esas cosas... vamos a la cama ¿sí?-
La joven algo nerviosa, guio la mano de su novio hasta su pecho, Sabo la miro atento, luego la bajó y rodeo la espalda de la joven en un abrazo tierno.
-Eres la mejor chica que pude haber conocido...- la estrecho un poco más en sus brazos.
En el Penhouse:
Poco a poco Luffy abrió sus enormes orbes negros. Miró a su alrededor, estaba en una iluminada sala, movió un poco la cabeza para tratar de reconocer el lugar...
"Paredes blancas... luz bastante fuerte... cómoda cama..." se dijo al palpar la superficie en la que se encontraba.
-¿De quién es esta habitación?- se preguntó, y llevó al instante su mano a la garganta al notar que de ella salía una voz aguda pero delicada.
-Ya despertaste...- decía alguien a su lado – tardó un poco más el efecto en el que en otras personas Iva-san...-
Luffy miró a quien le hablaba, y se encontró a Cora y a Iva junto a él a los pies de la cama.
-Cada persona tiene una reacción diferente al ser inyectado con mis hormonas- sonrió satisfecha la mujer llevando sus manos hasta su cintura.
Luffy se levantó tan rápido en la cama que casi cae al suelo, así que se sentó en el borde de esta.
-¿Que... que me hiciste Cora-san?- preguntó mirando a ambos.
-Modifique tu voz y tu cuerpo muchacho, ¿no era eso lo que querías?-
El muchacho comenzó a tocar su cuerpo, y sus expresiones de horror iban en aumento.
Primero toco su rostro, delineado y fino, siguió con su pecho, que hasta hace unos momentos era liso, ahora estaba abultado y suave, se vio sus manos que ahora eran más finas y delgadas al igual que sus brazos, siguió tocando su cuerpo y llego hasta su cintura que ahora era bastante pequeña y al revisar bajo la ropa descubrió que ya no estaba su "amigo" donde debía estar, en su lugar había...
Ya no quiso seguir viendo su posterior y llevo otra vez su mano hasta su cabeza, donde acaricio una larga y suave melena negra que le llegaba casi hasta la cintura.
-Soy... soy... una chica...- el joven cayó una vez más sobre la cama, y ambos hombres sólo suspiraron resignados, pues estaban acostumbrado a ese tipo de reacciones.
Sin embargo, Ivankov sacó de entre sus ropas, una botellita de alcohol, que siempre llevaba con él para esta clase de situaciones.
El muchacho no tardó en reaccionar y despertar.
-¿Ya estas mejor?- le preguntó Cora.
El joven se dio una mirada más antes de contestar.
-¡¿Cómo crees que estaré mejor con estas cosas?!- dijo señalando sus pechos – ya no seré un hombre otra vez...- lloró.
-No es así- respondió Ivankov – el efecto de mi inyección de hormonas sólo dura un par de horas, lo necesario como para una presentación o un concierto, yo decido el tiempo en que quiero que seas una chica -
-Además... ¿tu condición acaso no era que Law no supiera que estas aquí?-
-Si...- respondía Luffy con su nueva voz – pero soy un chico, ¡¡UN CHICO!!-
-Ya relájate, Law jamás sabrá que eres tu... ahora hay que buscarte un nombre artístico...- decía pensativamente Ivancov.
-Yo ya había pensado en eso- dijo Cora mirando a ambos.
-¿Nombre artístico?- pregunto Luffy.
-Así es... y decidí que cuando salgas al escenario serás...-
Aclaraciones:
Mr. 5 y Miss Valentine:
Fueron miembros de la organización de Crocodile, Baroque Works, sin embargo, no recuerdo el nombre del que se llamaba Mr. 5
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