Propuesta


   Sobre la mesa que había en el jardín de los Trafalgar, había fuentes con variedades de ensaladas, carne asada, al horno, y cosida, variedad de platillos también que entre Law y la Señora Trafalgar habían cocinado.

-¿Dónde está papá? Preguntaba la pequeña Lami mientras ponía el servicio y los vasos en la mesa.

-Esta con Mugiwara-ya- respondió Law, que dejaba la última fuente de comida en la mesa y que contenía puré.

-¿Ya está mejor?- dijo la joven jalando la sudadera que llevaba Law.

-Claro que si pequeña, papá lo invitó a almorzar...pero no sé si él querrá quedarse-

-Jamás le digo que no a la comida Torao y lo sabes-

Luffy llegaba al jardín, ayudado por el señor Trafalgar.

El menor llevaba una playera que Law reconoció como suya, pero que ya no le quedaba porque había crecido mucho en poco tiempo, pero a Luffy le quedaba algo holgada.

-Tu madre encontró esta playera y otras prendas tuyas en unas cajas que habían en tu habitación- informo Luffy mientras tomaba en sus manos la playera que tenía puesta y la jalaba un poco para mirar su cuerpo herido bajo ella.

-Te queda bien aunque es la ropa de mi hermano- sonrió Lami.

-Por favor siéntate Luffy, no te esfuerces demasiado- dijo la voz de una mujer detrás de Law.

-¡Querida...Rocinante! Qué bueno que estas aquí amigo- decía el señor Trafalgar – Law llévalo hasta una silla por favor- terminó ordenándole a Law y este obedeció, y llevo a Luffy a la silla más cercana mientras ambos veían al señor Trafalgar saludar alegremente a Rocinante.

-¿Se ven lindos juntos saben?- decía Lami correteando alrededor de los jóvenes.

Todos se volvieron a verlos cuando la muchacha hizo el comentario. Lami reía feliz abrazando a su hermano, Cora le dirigió una mirada más que obvia, y los padres del joven sonrieron antes de mirarse entre sí y sonreírse mutuamente. Sin embargo el móvil de Law empezó a sonar interrumpiendo aquella extraña y loca escena.

-Espera aquí por favor...- le dijo a Luffy le ayudo a tomar asiento en una de las sillas que habían a la mesa – ¿te encuentras bien?-

-Sí...- dijo ocultando sus nervios y las ganas de volver a estar tan cerca de su amigo como lo había estado nada más hacia unos segundos.

-¿Qué quieres?- le oyó decir a su amigo mientras éste se alejaba un poco de todos para atender la llamada.

Luffy junto sus cejas, había una persona a la que le respondía de esa manera el móvil.

-¿Porque lo llama? Su relación terminó, él me lo dijo...- murmuro para sí.

-¿Ya te sientes mejor Luffy-san?- preguntaba la pequeña Lami sacando de sus pensamientos a Luffy.

-¡Sí! Tu padre y Torao me ayudaron, estoy bien gracias a ellos, y tú ¿cómo has estado? Hacía mucho que no te veía, has crecido mucho- le sonrió él.

-Yo estoy bien también, mamá y papá cuidan de mi- luego se acercó más a Luffy y llevo sus delgadas manos a su boca para que nadie más viera lo que iba a decir. Luffy se inclinó un poco hacia ella cuando la vio hacer ese gesto, y le ofreció la oreja.

-¿Te gusta mi hermano verdad?- susurro en el oído del joven.

Los nervios lo traicionaron, su rostro se puso rojo y su cuerpo empezó a temblar levemente, retorcía sus manos sobre su regazo, y la miro sorprendido por lo que la muchacha le decía.

-Como dices esas co...- se interrumpió a la mitad de la frase, cuando se oyó el sonido de algo duro azotando contra el suelo.

Una vez más todos dirigían la mirada hacia Law que había lanzado con tanta fuerza su móvil contra el suelo que se hizo añicos. Lo vieron llevarse la mano a la cabeza y pasearse de un lado a otro enfurecido y resoplando.

-¿Que pasó Law?- pregunto su padre extrañado por la repentina reacción de su hijo. Era extraño que Law actuara de esa manera, nunca lo habían visto así de molesto.

-Law... ¿que ocurre?- pregunto su madre acercándose y sujetando las manos de su hijo para que se calmara. Law al verla pareció volver en sus cabales.

-Paso lo peor que me podía pasar- dijo en un tono que a su madre la asustó.

Lami también pareció sorprendida cuando vio el cambio repentino en la expresión de Luffy.

-¿Era ella verdad?- se había levantado de su silla y lo miraba a una distancia prudente y se quedó estupefacto del tono que empleó para decir aquello.

-Ahora regreso- dijo, besó a su madre a modo de disculpa por su reacción, se detuvo ante Luffy a quien sujetó suavemente por los brazos.

-Por favor espera aquí... - dijo ante la expresión los demás y abandonó el jardín para finalmente dejar la casa.

-¿Que le pasa a este chico? Está actuando raro desde que llegó- comento su padre sin entender.

-Cosas de adolecentes amigo, cosas de adolescentes, seguro no es nada grave- decía Rocinante tratando de aligerar la atmosfera tan tensa que se había formado.

-¡Vamos a comer!- dijo la pequeña.

Y así el almuerzo empezó. Con Cora y los señores Trafalgar divirtiéndose al igual que Lami, y Luffy que, aunque mostraba un semblante alegre y despreocupado, no paraba de pensar en su amigo y en quien había llamado a su móvil.

Law llego al cabo de una hora, la familia aún estaba a la mesa almorzando. Su madre al verlo llegar le preparo un plato enorme lleno de ensaladas y comida.

-¡Siéntate junto a Luffy, hermano! Ha estado preocupado por ti desde que te fuiste hace un rato-

-Por favor no me pregunten nada, no tengo ánimos para responder a sus preguntas en este momento- dijo Law antes de que alguien pudiera decir algo. El resto optó por no decir una sola palabra sobre el tema, pero Luffy no, Law sabía que Luffy no lo dejaría en paz.

-¿Que te dijo para hacer que te pusieras así?- pregunto él disimuladamente mientras bebía un poco de agua.

-Maldita arpía...- susurro molesto – ¿te parece si hablamos luego? De verdad no quiero hablar del esto ahora-

Luffy se quedó mirándolo embobado y con cara de enamorado que fue obvio para todos los que estaban en la mesa asintió.

El resto del almuerzo transcurrió normal, incluso Law fingía para no decepcionar a sus padres que tanto se habían esforzado en preparar aquel almuerzo para él.

-Papá...mamá... Cora... pequeña monstruo- dijo sacudiendo cariñosamente el cabello de Lami, y se volvió a su amigo que estaba a su lado y que estaba hecho un manojo de nervios.

–Lamento...lamento lo de hace un momento... sólo fue una llamada que no esperaba y bueno... de verdad lo siento...-

-Se los dije... problemas de jóvenes enamorados no es así, Law...Luffy-

-Cora-san...- murmuro Luffy nervioso.

-No estás tan equivocado Cora-san... a mi hermano le brillan los ojos cuando Luffy-san esta con él, pero él no quiere admitirlo-

-No es lo que estás pensando Lami... puedes estar segura- respondió Law al comentario de la niña -Estabas buscando una secretaria... o eso me dijiste esta mañana no es así Cora- cambio de tema Law – como te ha ido con eso?-

"No es lo que piensas" Era obvio, no por nada esa mujer lo acababa de llamar. Luffy sabía muy bien de la fama que Law tenía entre las mujeres, pero sabía que esa mujer en particular había sido una mala decisión y habían discutido por eso en una ocasión.

Luffy bajó la mirada hacia su vaso que ahora tenía jugo natural de manzana, y lo rodeaba con ambas manos del mismo modo en que se rodea una taza de té o café, para calentar las manos.

-Ya conseguí una... solo que aún no lo sabe- miro de manera perversa a Luffy – ¿puedo hablarte un momento Luffy en privado?- dijo – No les molesta ¿verdad? ¿Puedo llevarme al enfermito conmigo un momento?-

Entonces Luffy levanto la vista hacia Cora.

-No, claro que no. Usen mi oficina para que hablen con calma- ofreció el señor Trafalgar.

Cora se levantó de la mesa para rodearla y ponerse frente y entre Law y Luffy, respectivamente y a quién le ofreció su espalda para que éste subiera a ella. Así lo hizo.

-¡Vamos a jugar hermano!- llamó la pequeña llevándose a su hermano con él.

-¡Dame un segundo si?- dijo Law y se volvió a mirar a su padre- Papá... ¿crees que Mugiwara-ya puede ser dado de alta? Sabo y Ace me lo preguntaron esta mañana y decidí esperar a que tú dieras la autorización-

-Bueno... está débil aún pero no veo razón para que no valla a casa, pero debe mantener reposo por al menos tres días más-

-Bien... llamaré a Sabo entonces para... para que venga a recogerlo- miro a Lami- espérame ¿sí? Haré una llamada y regreso ¿de acuerdo?-

La pequeña asintió y soltó a su hermano.

-Ocuparé el teléfono de la sala, como Cora estará en tu oficina no quisiera molestarlo-

-Si...si... claro no te preocupes- respondió- Llevaremos a Lami a ver una película, ¿quieres venir? Podemos pasar por algo de ropa a tu apartamento...-

-Me siento algo cansado papá... pero, mañana me llevaré a Lami a que pase el fin de semana conmigo si no tienen inconveniente-

-¿Puedo ir? ¿Puedo ir? ¿Puedo ir?-

-Me parece bien- dijo su padre mirando a la pequeña que lo miraba suplicante- Si Lami quiere ir y a ti no te molesta... ¿porque no? ¿Tu que dices querida?-

-Es su hermano y Lami lo extraña así que puede ir si es lo que quiere...-

Vio a sus padres y a su hermana jugar en el jardín, y por un momento quiso volver a ser un niño que podía correr a los brazos de sus padres cada vez que tenía un problema. Pero no, ya había

Crecido y ya era todo un hombre, y bien sabía que sus problemas debía resolverlos él.

Al llegar a la sala, no pudo evitar oír la conversación que estaban manteniendo Cora y Luffy, y apoyo su perforada oreja en la puerta de la oficina.

-¿...Que dices? ¿Aceptas mi oferta?-

-Bueno... es complicado lo que me ofrece... ¿y si me descubre?- respondía Luffy.

-No te preocupes por eso, conozco a alguien que puede ayudarnos, solo necesito saber si aceptas mi "oferta-ayuda" solo será unas horas al día, no afectará en absoluto tus estudios, me aseguraré de eso-

Hubo unos segundos de silencio y luego oyó a Luffy decir:

-Bien... acepto su propuesta-

-Bien, entonces te espero en una semana más, en este lugar...-

Otro segundo de silencio.

-Ahí estaré-

-Bueno, te llamaré para ponernos de acuerdo entonces-

El ajetreo que se oyó luego dentro de la oficina, lo hizo reaccionar y fue hasta el teléfono que había junto al sofá.

-De que hablaban...- se decía mientras marcaba al número de Sabo y oía las puertas de la sala abrirse. Law los miró.

-Sabo, hola. Habla Law...-

****************************

En la empresa de Sabo, las cosas estaban bastantes movidas, y había gente importante en su oficina cuando su móvil comenzó a sonar interrumpiendo la junta en que el joven se encontraba.

-Me disculpan un momento por favor- dijo el joven cuando vio quien lo llamaba.

Sabo siempre mandaba todo al carajo cuando de sus hermanos o de su novia se trataba, y como siempre, una vez más abandonaba la gigantesca sala de cristal en la que debía permanecer casi doce horas al día, ante la vista de disgusto de tres de los cinco empresarios que estaban allí.

-Hola Law como estas, como esta Luffy?- contestó Sabo cerrando la puerta de cristal detrás de él.

-Bien, muy bien gracias, te llamaba justamente por eso- respondía Law al otro lado del teléfono- mi padre dice que Mugiwara-ya puede ir a casa pero que debe guardar reposo-

-¿En serio? ¡Pero qué buena noticia! Pero tengo un problema... estoy en el trabajo y no puedo ir por Luffy en este momento...-

-¿Y Ace? ¿Tampoco puede venir por él?-

-No. Ace está en la Editorial, creo que tiene unas entrevistas y otras cosas que atender, pero no te preocupes, le pediré a Koala que lo recoja, hoy tiene el día libre, estoy segura que ella puede ayudarme-

-Bien... la espero entonces-

-Gracias Law, por todo y lamento las molestias que mi tonto hermano te ha causado-

-No hay problema, es mi amigo ¿no? Bueno te dejo trabajar, yo quiero dormir un poco, dile Koala que me llame al número de mi casa cuando llegue para recibirla debidamente-

-Por supuesto yo me encargo de avisarle, descansa hombre que lo necesitas-

-Hasta pronto- Sabo cortó la llamada, para luego dirigirse su secretaria -Hancok, ¿puedes ocuparte de los ejecutivos un momento por favor? Debo hacer una llamada-

-Por supuesto señor...ah... ¿y su hermano como esta?- pregunto mientras tomaba una carpeta que tenía junto a la computadora en su amplio escritorio, y levantándose para obedecer a su jefe.

-Muy bien, gracias por tu preocupación Hancok, Law acaba de llamarme, le dieron el alta por así decirlo- respondió Sabo sonriéndole a la hermosa mujer que tenía por secretaria. Era una mujer alta y esbelta de largo cabello negro y que solía llevar unos aretes en forma de serpiente en sus orejas.

-¡Qué bueno señor! Dele saludos de mi parte- dijo mientras se dirigía a la sala de juntas.

-Por supuesto Hancok, le daré tus saludos- dijo mientras buscaba el número de su novia en su móvil.

Sabo la siguió con la mirada y no le sorprendió ver que sus "socios" le dirigían miradas pervertidas a su secretaria y a él le lanzaban miradas asesinas, pero el muchacho les devolvió la mirada de la misma manera, y luego se volvió al escritorio para hablar con su novia.

-¿Diga?- respondía la voz suave de una chica al otro lado del teléfono.

-Querida soy Sabo, te llamo desde el trabajo... ¿cómo estas amor?- le dijo cuándo la oyó hablar.

-¡Hola querido!- saludo ella contenta – ¿cómo estás? ¿Paso algo? Te noto algo preocupado-

-Créeme querida que lo menos que quiero en importunarte, pero necesito pedirte un favor...

Tras varios minutos de charla Sabo, dejo el teléfono, se acomodó su ropa y regreso a su oficina.

-Lamento esa interrupción, pero el médico que atendió a mi hermano acababa de llamarme...-

-Sus problemas familiares no son nuestro problema joven-

Ese comentario por parte de uno de los ejecutivos hizo que el joven se enfadara.

-Voy a decirle algo Sr Crieg, que usted descuide a su familia no quiere decir que los demás hagamos lo mismo, le guste a quien le guste mi familia es primero que el trabajo, a quien no le guste puede salir ahora mismo de mi oficina. No voy a permitir que me juzguen cuando en el trabajo no les he fallado. ¿Está claro?

Hancok, sonrió complacida ante las palabras de su jefe.

-Y otra cosa, como vuelvan a mirar a mi secretaria como lo hicieron hace un momento, de por hecho que cancelaré de inmediato el contrato ¿entendido? Así como les molesta que atienda mis asuntos personales, a mí me molesta que no respeten a mis trabajadores-

-Maldito mocoso, te aprovechas de tu posición solo porque eres el vicepresidente de la compañía de Dragon- el que hablaba era un hombre alto, moreno de cabello negro y corto que solía llevar una gafas oscuras que jamás se quitaba, y solía tener alimentos pegados a la cara.

-Qué curioso que diga eso Vergo, porque me parece irónico que sea precisamente usted el que hable de abuso de poder. Le importa si nos centramos en el trabajo?- zanjó el asunto el muchacho.

Vergo, Crieg, Kurahadol, no hicieron más que morderse sus venenosas lenguas ante lo dicho por Sabo.

Pero otro de sus socios lo miraba maravillado. Era un hombre también alto, vestía algo extravagante. Llevaba un abrigo escarlata con plumas en el cuello, pantalones bombachos a cuadros de color amarillo y escarlata. Tan maravillado estaba que parecía que resplandía de la emoción.

-Estoy de acuerdo con usted Sabo-san- decía el hombre mientras se ordenaba su cabello verde – espero que su hermano se encuentre mucho mejor-

-Gracias Bartolomeow –san – le sonrió él.

Había una persona más en esa sala, que parecía pensar igual que Sabo.

Cavendish, presidente de una gran empresa de cosméticos reconocida a nivel mundial y muy popular entre las mujeres por sus productos de belleza, estaba allí para hacer negocios con Sabo.

-Ahora que Sabo-san ha dejado claro ese punto, deberíamos centrarnos a lo que hemos venido, a trabajar, si no les importa. Sabo- san, Bartolomeow-san, y yo no disponemos del tiempo que ustedes señores desperdician con sus ridículas quejas.

Así, sin nadie más que dijera algo continuaron con la junta.

****************

-Estoy cansado... y me duelen los dedos y la muñeca- decía un chico pecoso masajeando sus articulaciones.

-Descansa un poco, tienes dos semanas aun para terminar con el storyboard*... vamos a comer. No has almorzado ni ingerido nada desde esta mañana y ya casi serán las cuatro de la tarde...-

-Sabo no me ha llamado... estoy preocupado- decía el muchacho dejando de lado el masaje de sus muñecas y metiendo su mano a su bolso que estaba bajo su escritorio.

-¿No han sabido nada de su hermano menor?- pregunto un joven rubio de gafas y de parpados caídos, que estaba sentado al escritorio frente al moreno, y revisaba algunas cosas en su tableta táctil.

-Aun no. Lo vi esta mañana y parecía estar mejor, pero aun así estoy preocupado- dijo el pecoso al fin con el móvil en sus manos.

-Quizás Sabo-san se encuentre ocupado y no ha podido llamarte...- comento el rubio acomodando sus gafas y levantando la vista hacia su receptor.

-Tengo un mensaje de voz- anuncio, y ambos prestaron atención al móvil del chico.

-Ponlo a ver que dice, seguro es de tu hermano-

El muchacho presiono la tecla de "Escuchar mensaje de voz" y le dio al alta voz para que su compañero oyera también.

"Tiene un mensaje de voz" decía la voz del buzón de voz "Mensaje número 1"

"Hola Ace, soy Sabo, y estoy llamándote desde el trabajo, me ha sido difícil contactarte así que dejaré este mensaje y ojalá me llames cuando lo escuches. En cuanto a Luffy, Law dice que puede ir a casa, pero yo no puedo dejar la oficina en este momento, ya sabes, hoy estarían esos malditos interesados que quieren hacer negocios con nuestra compañía, pero bueno ya te contaré luego los detalles. Le pedí a Koala que recogiera a Luffy dado que tú y yo estamos bastante ocupados en estos momentos. Luffy nos estará esperando en casa cuando regresemos, así que ve y come algo, sé que no lo has hecho desde que te fuiste esta mañana... ¿Que tal Marco-san? Espero estés bien, ¿me harías el favor de llevar a mi tonto hermano a comer? Pero no mucho, hoy haré un banquete para Luffy, y estas cordialmente invitado por supuesto

Los veré más tarde.

"Fin del Mensaje"

-Era tu hermano después de todo- sonrió el rubio – Ya lo oíste, vamos a comer-

-Si... ya lo oí. Vamos a comer- dijo el pecoso apoyando la mitad de su cuerpo sobre el escritorio y haciendo soporte en sus antebrazos para besar tiernamente a su compañero.

-Y eso a que se debe?- pregunto el rubio algo perplejo pero feliz.

-Nada en realidad... solo quería besarte es todo-

-Vamos a comer... es suficiente trabajo por hoy...- devolvió el beso.

-Si vamos- dijo el moreno y preparo su bolso y ordeno su escritorio que era un desastre con tantas páginas esparcidas en él.

-Déjame entregar estos storyboard y regreso, no te vayas si mi- dijo dándole la espalda al joven.

-Te esperaré en la entrada principal de la editorial Marco-

Marco hizo un gesto con la mano para darle a entender que lo había escuchado.

**********************

-¡Bien! ¡Es todo por hoy!- se oía la voz de una mujer que anunciaba el fin de la sesión de fotos en el set.

-Excelente Koala- Decía Vivi acercándose a ella –te veremos mañana gracias por tu trabajo, estuvo muy bien-

-Gracias- sonrió ella complacida.

-Igaram- llamo Vivi cuando Koala se despidió de ella – puedes llevar esto a las bodegas por favor?-

-Por supuesto Vivi-san. Fullbody, Jango!! Lleven los colgadores a las bodegas por favor...

-Hola Koala ¿cómo estas querida?- saludaba una mujer peli rosa, alta y esbelta y que traía unas gafas de sol.

-Hina-san, como está usted?- saludo contenta la muchacha estrechando la mano de la mujer.

Hina, una hermosa mujer peli rosa, de tés blanca y que lucía un hermoso vestido escarlata y tacones negros, llegaba al set. En sus hombros había una hermosa pañoleta semi transparente que hacia juego con su vestido y le sonreía a la joven.

-Muy bien querida, y veo que a ti no te va mal tampoco... y con ese hombre que tienes por novio- le dijo pícaramente.

-Hahahahaha sí... estamos muy bien con Sabo en realidad, mejor que nunca diría-

-Hina se alegra de oír eso querida- dijo alegre- cuando te cases avísame por favor te regalare la fiesta lo prometo-

-Hahahaha muchas gracias lo tendré en cuenta- comento Koala. Hina solía hacer comentarios un tanto tontos algunas veces pero era una buena mujer.

-¿Has visto a Vivi querida? Mañana tengo una junta muy importante con una revista de renombre, y necesito que se ocupe de todo mientras no estoy- dijo bajando un poco sus gafas y mirando por sobre ellos el lugar buscándola.

-Está encargándose de vestuario y de la iluminación- dijo señalando hacia su derecha.

-Le aumentare el suelo, esa chica hace que esta agencia vuele por sobre las nubes, y el equipo técnico no se queda atrás-

-Tiene a los mejores en la agencia Hina-san, es lógico- dijo la muchacha soltando su cabello- si no le importa debo irme, tengo cosas que hacer-

-Oh cierto, leí en el periódico lo del hermano de tu prometido... cuanto lo siento... ¿esta bien el muchacho?-

-De hecho voy a recogerlo a la consulta del médico de la familia...-

-¿Y porque no va él?- pregunto extrañada Hina.

-Está en una junta justo ahora... así que me pidió de favor que fuera por él- dijo mientras recibía el abrigo que le alcanzaba Perona, otra de las chicas que trabajaban en el set.

-Aquí está tu abrigo Koala, hasta mañana-

-Gracias Perona, te veré mañana!-

-Bueno, ya no te quito más tiempo, suerte con tu cuñado querida, y lamento haberte llamado en tu día libre- dijo la mujer y se alejó al tiempo que Koala empezaba también a dirigirse a la puerta de salida del set.

-Muy bien, según mi nota... debo llamar al joven Trafalgar para recoger a Luffy-san...-

Salió de la agencia sacudiendo su castaña cabellera y poniéndose el abrigo, no hacía calor pero tampoco estaba del todo frio el ambiente, pero aun así la joven decidió abrigarse.

Paso a un mini market y compro algunos refrigerios, pensó que Luffy tendría hambre ya que tenía horas sin comer nada.

Koala trabajaba para la agencia de modelos más prestigiosa del país, "Hina's Model" desde hacía unos meses, y aunque ya había hecho muchas sesiones fotográficas, su trabajo aun no aparecía en las revistas hasta ese entonces, que cuando iba a llamar un radio taxi encontró una revista en una pequeña tienda en la que ella aparecía en la portada.

-Oh por dios usted es la chica de la revista- dijo el vendedor cuando Koala se acercó a comprar la revista – déjeme decirle que luce usted hermosa con ese vestido- dijo señalando la portada.

La chica no hizo más que sonreír y agradecerle al vendedor por su alago, luego guardo la revista en su cartera, ya se la mostraría a Sabo más tarde.

Volvió a guardar el móvil en su cartera después de llamar al radio taxi, que llego en cosa de minutos.

-A la residencia de los Trafalgar por favor- pidió la muchacha.

-Enseguida señorita- respondió el chofer y emprendieron el camino hacia la mansión de los Trafalgar.

La muchacha, se sentía algo cansada y estresada de tantas luces y cambios de ropa y de escenarios. Pero era su trabajo, y se durmió mientras iban a la mansión.

Pasado unos momentos el chofer la llamaba.

-Señorita... señorita hemos llegado-

La muchacha abrió lentamente los ojos y parpadeo un par de veces antes de enfocar del todo al conductor.

-Oh cielos me dormí...- dijo ella abriendo su cartera y tomando su billetera para pagar la carrera.

-No se preocupe señorita, me pareció que estaba algo cansada y decidí dejarla dormir hasta que llegáramos-

-Se lo agradezco de verdad- dijo ella un tanto distraída mientras bajaba del vehículo y se detenía frente a la ventanilla del conductor para pagar.

-Muchas gracias señorita...tenga un lindo día- se despidió el hombre y se marchó.

La muchacha se dirigió hacia la puerta principal.

-¡Ay por dios! Olvide llamar al joven Trafalgar- dijo llevando sus manos hasta su rostro.




Notas:

Me refiero al manga:

*Storyboard: https://es.wikipedia.org/wiki/Storyboard

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