Por fin, llegue a la comodidad de mi casa, mi hogar.

—Ma ya llegue —dije tirando mi mochila al suelo y sentándome en el sillón.

—Rayita, cariño, ¿cómo te fue?— Mi madre vino al sillón conmigo.

—Fue fatal ma— ella me interrumpio.

¿No le importa lo que me pasa? ¿Desde cuando? Este día es muy raro, todo está distinto.

—¿Sería mucho pedir que lleves la mochila a tu piesa?

Mierda, ¿vos tambien vas a joderme hoy?

—Dale ma pero después de comer, ¿si? Me muero de hambre, ¿que hiciste?

—Bueno amor, a la comida le falta media hora todavía, estoy haciendo pollo.

¡Mierda!

—¿Media hora?... Okey— fui a la cocina y tomé una fruta.

—Me decías cariño, ¿como te fue en la escuela?— Mi madre vino a la cocina conmigo.

Le conté todo a mi madre, bueno... Evitando detalles.

Se que no le gustaría saber que me robaron el dinero así que eso lo evite, solo dije que no había llevado.

Luego del almuerzo subí a mi habitación.