➡️Cap.42🔙

Me arrastra entre sus fuertes brazos hasta dejarme caer sobre la cama. Aposento que fue testigo de varias jaladas de ganso en nombre del que ahora está hambriento por cada porción de mi boca.

¡Y maldita sea! Qué no puedo mentir en que me trastoca la cabeza sentir el dulce néctar de sus labios sobre los ansiosos míos, pero su irregular respiración más la dura caricia que recorre cada ondulación mía, me deja casi sin respiración.

Es que trato de no gemir tan alto ante tamaña impresión pero el certero movimiento de su cadera me estaría complicando el asunto.

—Amor... Espera... Me voy a venir en seco si sigues restregando tu dureza por encima de mis ropas.

Suelto con mis labios en trompa ante los oscurecidos ojos de JungKook, que al minuto se sonríen junto con todo su rostro, diciéndome: —Bebé, eres un mata pasión, esa era la idea pero al verte entre morritos me dan ganas de estrujar tus cachetes en vez de clavarte duro contra el colchón.

¡Es qué este muchachito no tiene una pizca de compasión! Yo creo que en este momento, solo me saca leche de a gotero, porque el desgraciado me ha dejado seco. Pero aún así, no puedo dejar de reírme mientras realiza cosquillas por todo mi cuerpo y me siento malditamente perfecto.

Riendo como un asno mientras él, reitera que ama cada uno de mis sonidos... "Ama": conjugación verbal que se sienta tan correcta... Es que conocer la verdad de lo que dicta su corazón con esa escurrida palabra me pone los pelos de punta. Y no porque implique alguna especie de nerviosismo, sino porque me llena de tanta afección que rebasa mi enamorado corazón.

—Bueno, ya que el amigo está como soldado caído y no lo van a levantar, ven que te quiero conmigo.

Suelta mi tatuada belleza, a medida que se recuesta y me arrastra hacia el rinconcito más feliz del condenado planeta: el cobijo que se forma en el resguardo de su firme torso y su fornido brazo.

Y les juro que podría morir hoy mismo y sentirte el ser más afortunado del mundo. Porque la paz que me transmite su agarre, no la he experimentado ni siquiera con mi querida madre. Quizás, es porque son cosas totalmente diferentes y siempre mi madre me respeta mis momentos de soledad o de heladera (según ella) Pero estando junto a él, siento que me puedo dejar ser con cada una de mis armadas caretas. Ya que al fin y al cabo, algún día me dirá que está enamorado de cada una de ellas.

Su mano recorre suavemente mis cabellos, hasta que finalmente se detiene y percibo su respiración baja y regular. Entonces, elevo mi cabeza para encontrarme con su bello rostro adormecido mientras pronuncia imperceptibles palabras entre dormido.

Y les juro por mi Hana Teresa que aunque prometí no llorar, me resulta inevitable no colmar la naciente de mis ojos con incipientes lágrimas que espero -finalmente- no derramar. Aguantándolas como el mejor, mientras sonrío y se me nubla la visión a medida que lo recorro con mis ojos y acaricio lentamente sus relieves por encima de la ropa.

Todo esto es como un puto sueño hecho realidad. La bendita dicha de salir sorteado con la lotería del amor y la bondad. Porque Jungkook, será el desgraciado mas bueno en cuanto a lomo ahumado se refiere. Pero lo que lo repleta y rebasa por dentro, es tan pero tan hermoso, que me cuesta discernir si es un vívido producto de mi imaginación o la llave de mi fortuna personal.

Solo espero que Él de arriba me dé suficiente coraje y facultad para soportar y poder vivir con él, la simpleza de una vida ideal... Porque somos la perfecta imperfección del otro. Y eso lo sé, porque me lo dicen sus orbes cada vez que me veo en el reflejo de sus ojos.

—Se ven tan hermosos...

Se escucha el susurro de mi madre proveniente de la puerta entreabierta de mi habitación.

—Golpear no es lo tuyo, ¿no?

Libero susurros a medida que despacio me deshago del agarro de mi adonis personal.

—Toque despacito reiteradas veces y como no escuché nada, pensé que ambos se habían dormido. Solo entré a tapar al yerno para que no sufriera un resfriado, pobrecito.

Anuncia despacio y a las suaves risas mi madre. Y solo niego con mi cabeza, porque no puede disimular lo bueno que está y lo que le genera.

—Seguro madre, ¿solo para tapar y no para mirar? —anuncio llegando hasta ella y arrastrándola hacia afuera de la habitación —. Dejemos que duerma, pero "io no ama, mi panchita tiene hambre" —le suelto haciendo carita de bebito y sobando mi barriga a medida que me suenan las tripas.

—Vamos a comer bebé y así me cuentas algo de todo esto, porque de verte sufrir como un marrano, resulta que ahora lo tienes atrapado.

Me río ante sus palabras. ¿Realmente se ve como si fuéramos algo más que intenso sexo descontrolado? Y de inmediato se me viene a la memoria, su cálido abrazo y mi nuevo lugar favorito en el mundo. Y por más increíble que suene, no es su monstruosa iguana ubicada en lo profundo de la oscuridad de mis nalgas, es el resguardo de sus firmes brazos mientras me arrima hasta su cálido torso.

—Estoy completa e irremediablemente enamorado, madre.

Suelto, una vez que estamos ubicados en el desayunador. Uno a cada lado mientras ella me observa con cierto brillo especial en sus ojos.

—Y ver qué te aman por igual, para mí lo es todo.

Suelta mi madre y abro grandes mis ojos. Ella pudo ver a través de lo que expresa la psicomotricidad de mi proyecto a futuro (aunque a este paso debería pronto llamarlo "proyecto actual" o dádiva, mejor para mi gusto)

—Siéntate cómodo bebé que te sirvo, espero que te guste bien calentito —dice mi madre y me sonrojo ante sus dichos y por la dirección que toman mis desacertados pensamientos —. Hice un estofado de carne —. Finaliza.

Y tengo que recurrir a todo mi autocontrol para no tener que levantarme y así poder acomodar mi creciente bulto.

Pero lo que no me esperaba, es un caliente susurro que me haga tragar fuerte junto a un nada disimulado gemido que sale expedido de mis labios sin percatarme siquiera.

Pero lo peor de todo, es verla a mi Hana Teresa dejando de remover el estofado para no perder detalle del asunto.

—Despertaste justo a tiempo, querido. Espero que te guste la carne.

Dice mi madre ante un todo correcto JungKook, que a medida que contesta me observa de reojo tan ardiente, que les juro que estoy a punto de arrodillarme a rezar una plegaria que de rezo no tiene nada.

































Haw estos dos me encantan😍

Gracias por leer, comentar y votar♥️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top