se que esta historia es de un capítulo, pero, todos quieren ver hiccstrid así que aquí le traigo más... Este "Bonus" está basado en el capítulo de RTTE "no dragon left behind" T:5; E:10.

No era que Hipo no pudiera dormir.

Estaba exhausto desde el día anterior, después de que el secuestrado Garff le había quitado la mayor parte de su energía, y estaba casi listo para colapsar, pero la forma en que Astrid había estado actuando después de regresar había sido inquietante, y sintió la necesidad.  mantenerse despierto un poco más en caso de que necesitara alguien con quien hablar.

Fueron Fishlegs quienes le dijeron a Hipo lo que había sucedido.  Incluso ahora, Astrid golpeando al dragón reptil alado solo para obtener el antídoto para Stormfly todavía lo sorprendió.  Él sabía que ella era valiente, sin embargo, sus límites nunca habían sido probados así antes.  Pero luego, eventualmente, se dio cuenta de que Stormfly no estaba realmente envenenada.  Ella solo estaba de duelo.

Por supuesto, Astrid no lo sabía.

Hiccup balanceó sus piernas sobre el costado de la plataforma de la orilla mirando hacia la noche ennegrecida.

Nunca antes había llorado Astrid Hofferson.  Incluso cuando era una bebé, sus padres se habían jactado orgullosamente de que ella estaba tan callada como un cordero.  ¿Lo creyó?

Sí lo hizo.

Ahora, sin embargo, se preguntaba cuán duro casi haber perdido a Stormfly había golpeado a la joven para forzarla entre esos puntos de quiebre.

Suspiró, mirando a Toothless.  El dragón estaba acostado a su lado, con los ojos somnolientos caídos y luchando por mantenerse despierto.  "¿Supongo que mejor volvemos adentro, amigo?"  reflexionó.  "No parece que alguien nos necesite esta noche".

De acuerdo, Toothless se levantó, tropezando ligeramente por su atontamiento.  Estaba regresando a la cabaña, y Hipo estaba a punto de seguirlo cuando de repente un grito agudo atravesó el aire y le provocó un escalofrío en la espalda.

Había venido de la cabaña de Astrid.

Sin otro momento de vacilación, Hipo corrió en su dirección, desdentado desde hace mucho tiempo olvidado, con ideas temerosas inundando su mente de lo que podría haberle sucedido.  ¿Estaba siendo atacada?  ¿Ella necesitaba ayuda?  ¿Y si ella estaba herida?

Pero cuando abrió la puerta a una velocidad frenética, de repente se dio cuenta de que no era tan terrible como pensó al principio.  Astrid estaba despierta en la cama, con las rodillas acurrucadas contra su pecho y temblando por todas partes.  Stormfly se estaba volviendo loca, brincando alrededor de la cabaña y chillando alarmada.

Hipo dio un paso tentativo hacia adelante.  Era difícil de ver en la oscuridad, pero aún podía sentir que algo andaba mal.  "¿Astrid?"

La cabeza de Astrid se disparó hacia arriba, e incluso en la tenue luz, Hipo pudo ver el miedo enterrado en sus ojos.  "¿Hipo?"  Su voz era ronca, áspera y ahogada por las lágrimas.  Ella sacudió la cabeza rápidamente, como si aclarase sus pensamientos.  "Yo ... yo ... no quise despertarte".

Hipo dio una pequeña sonrisa, caminando lentamente hacia su cama.  "Nah, ya estaba despierto de todos modos. Astrid ..." Hizo una pausa.  "¿Está ... está pasando algo?"

"Yo solo ... tuve una pesadilla. Estoy bien".

"No te ves bien".

"Hipo."  Astrid se llevó una mano a la frente.  Su voz se suavizó.  "Estoy bien. Puedes irte ahora".

Hipo se sentó al lado de su cama, con las manos juntas.  Tenía una sospecha furtiva de lo que estaba mal, pero no quería molestarla más al expresarlo.  En cambio, probó un tácito diferente.  "Sabes que puedes decirme cualquier cosa".

Astrid soltó un fuerte olfateo, para su sorpresa.  "Yo ... no quiero hablar de eso".

Entonces ella no había ido por el anzuelo.

"¿Es ..." Él dudó.  "¿Se trata de lo que pasó hoy? Sé que pasaste por mucho, creyendo que ibas a perder Stormfly".  Cuando ella se tensó notablemente, agregó: "No habría sido muy diferente con Toothless. Nuestros dragones son algunos de nuestros mejores amigos. Perder a cualquiera de ellos sería ... horrible".

"Si." La voz de Astrid tembló ligeramente mientras hablaba.  "Hipo, pensé que iba a perder Stormfly. Para siempre. Es ... uno de los sentimientos más terribles que he presenciado".

El corazón de Hiccup ardió de remordimiento.  Tenía tantas ganas de abrazar a Astrid, consolarla, decirle que todo iba a estar bien.  Pero no podía quitar ese dolor.  Y de repente, por primera vez en años, realmente se sintió ... inútil.

Se aclaró la garganta.  "¿De eso se trataba la pesadilla?"

Hubo unos pocos latidos de silencio.

"Astrid ..." Hipo extendió la mano para ponerle una mano reconfortante en el hombro, pero se detuvo a mitad de camino.  Ella ya se sentía lo suficientemente vulnerable.  No quería empeorar las cosas.  "Está bien."

Para su sorpresa, cuando la miró de nuevo, las lágrimas se acumulaban en sus ojos.  Ella dejó escapar un aliento desigual.  "Sí. Pero esta vez, ella fue envenenada, y el antídoto no funcionó. Fue horrible, Hipo. No pude hacer nada más que mirar".  De repente, todo se derramó.  "Y luego se fue. En un momento, me la quitaron, para siempre".  Se envolvió en sus brazos, con los ojos cerrados.  "¿Cómo hago para que desaparezca, Hipo? Por favor ... dime ... ¿cómo manejo esto ...?"

Aturdido, Hipo se inclinó hacia delante y la tomó en sus brazos.  Su cabeza se enterró en su hombro, y él escuchó sus sollozos silenciosos llenar el aire.  La acunó suavemente hacia atrás.  "Oye, oye ... Stormfly está bien ... y tú también estás bien. Ella no estaba envenenada. Solo en duelo. Nada más".

"¿Pero y si ella fue envenenada?"  Astrid había levantado un poco la cabeza por un segundo antes de acurrucarse en su hombro.  "Esa sensación cuando pensé ... no, sabía que iba a morir ... duele. Y la sensación no va a desaparecer ..."

"Lo sé", dijo Hipo suavemente.  "Pero ... oye ... todavía me tienes".

"Mm ..." Astrid lo agarró más fuerte.  "¿Hipo?"

"¿Si?"

"¿Podrías ...?" Ella sollozó.  "¿Te quedarás aquí ... al menos hasta que me duerma?"

Hipo dejó pasar un momento y luego sonrió.  "Por supuesto. Cualquier cosa por mi milady".

La sintió un poco floja a su alrededor.  "Gracias."

"En cualquier momento. No creo que pudiera haber dormido mucho sabiendo que también estabas despierto".

"Supongo que eso nos convierte en dos".  Astrid se hundió más en él, permitiéndose finalmente relajarse.  "Te amo, Hipo", murmuró, y luego se detuvo.  "... Yo ... yo tampoco podría imaginar un mundo sin ti en él".

Hipo le dio un beso reconfortante en la mejilla.  "Siempre estaré aquí para ti, Astrid. Y sé que siempre estarás allí para mí. Hemos pasado por todo juntos. Esto es solo otro obstáculo en el camino, eso es todo".

"Yo ... supongo que sí".  Su voz bajó.  "Entonces ... ¿te quedarás aquí conmigo?"

"Mientras me necesites a mí también".

"¿Lo prometes?"

Hipo se rio en voz baja.  "Lo prometo."

"Gracias, Hipo", susurró.  "Gracias."

Su voz, por una vez, era mansa.

Pero Hipo sabía que nunca se había sentido más fuerte.