Cuando era pequeña, solía ser sonriente y amable. Me gustaba platicar con cualquier persona sin importar su edad. Con el paso del tiempo esa parte de mi personalidad fue disminuyendo, al grado de que al convertirme en adolescente, no me gustaba socializar con nadie. Solían molestarme en la escuela diciéndome que era rara y así fue como me gane el odio de varias personas. No lo hacía a propósito, simplemente me costaba mucho trabajo crear un lazo afectivo con alguien, y en lo personal no me interesaba en lo absoluto. Pasaron los años y mi actitud seguía siendo la misma, llegue a una edad adulta sin tener a nadie a mi lado. Mi familia era la que principalmente se preocupaba por este hecho, decían que no querían que me quedará sola toda la vida. Que yo debía formar mi propia familia y tener un hogar. Para ser sincera, no me incomodaba esa idea, de hecho siempre he sido cursi y romántica, me encanta ver películas de romance y pensar que yo puedo vivir una de esas historias, pero dadas las circunstancias es obvio que eso solo pasa en los cuentos de hadas y eso lo aprendí con el tiempo. Aprendí a no aferrarme a nadie, ni siquiera se si he estado enamorada, pero al ver las relaciones de personas cercanas a mi menos me daban ganas de tener una relación. Se que quizá no todo el mundo es así, que por ahí hay parejas que pueden de verdad ser un "Felices para siempre" Pero dudo que eso me pase a mi.