Capítulo 18

Entremos una vez que el sol se había puesto, lo cargue entre mis brazos y lo lleve hacia el baño de nuestra habitación, llene la bañera con agua caliente y nos metí dentro para lavarlo dedicada y pacientemente, nos quedamos allí un buen rato entrando solo en calor y relajándonos. 

Después lo vestí y lo abrigue para llevarlo a recorrer la casa en mis brazos porque todavía se sentía muy débil como para caminar, y aunque incluso quiso salir para darle un vistazo al jardín permaneció la mayor parte del tiempo en silencio.

Tal vez seguía procesando todo lo que había pasado pero al menos no lucía molesto, solo pensativo, -¿quieres intentar comer una fruta?- le pregunté luego de que se diera por vencido con el caldo de verduras que le había preparado.

El negó con la cabeza y suspiro jugando con sus manos, -recuerdas cuando nos conocimos en tu consultorio, dijo de manera ausente,... ha pasado tanto tiempo... es extraño pero mi mente todavía cree que aún tengo veinte años, levantó la vista para verme con una expresión afligida.

...ahora estoy más cerca de los treinta y no sé cuando paso, en cualquier momento dejare de reconocerme en el espejo, un nudo se formo en mi garganta y me pecho se hundió contra mi estómago,... ¿Por qué me sucedió esto a mi Tae?-

Cubrí mi boca y desvié la mirada nerviosamente, muchos de mis pacientes me han hecho esa pregunta pero esta era la vez que más me dolía no tener una respuesta, -no lo sé, le dije en un débil susurro,... no hay nada que hubiera deseada más en este mundo que ayudarte pero no pude hacerlo...

Le confesé con tristeza... lo lamento mi amor... en verdad lo siento.- asentí emocionado a mis propias palabras sintiéndome un completo fracasado, él había acudido a mí confiado en que era uno de los mejores doctores de Corea pero no era más que fiasco.

Hoseok posó su mano sobre la mía acariciándome el dorso suavemente con la yema de sus dedos, -tú hiciste por mí más de lo que nadie ha hecho nunca, no te atrevas hacerte a menospreciarte de esa forma, me dijo sonriendo con los ojos llenos de profunda emoción.

...cuando me llevaste a ver a Jungkook y a Yoongi después de que los lastimara... ellos me contaron todo lo que hiciste por mí y por mi familia, trague saliva y humedecí mis labios, no tenía idea alguna de que él también lo supiera.

...los trajiste a todos para que estuvieran junto a mí, les diste un hogar, les conseguiste trabajo a mis padres, pagaste por muchas cosas que no eran parte de tu obligación, ni que decir de todo el tiempo y el esfuerzo que pusiste para encontrarme una cura... -pero no lo hice... 

Lo interrumpí enojado conmigo mismo,... al final de cuentas nada de lo que hice sirvió porque no pude salvarte.- Hoseok suspiro y me miró con ternura aunque yo estuviera ofuscado, -hiciste mucho más que eso Tae y siempre te lo agradeceré, solo quisiera tener el tiempo suficiente mientras esté consciente para demostrarte lo gran hombre que eres.-

-no lo... -por supuesto que sí, quise argumentar pero me cortó inmediatamente, con esfuerzo se pasó de su silla a mi regazo y me abrazo por el cuello recostando su cabeza en mi hombro,... eres un gran hombre aunque te cueste trabajo creerlo, eres bueno, bondadoso, amable y por sobre todas las cosas decidiste amarme a mi.-

Me reí de su descripción sin son de burla, -definitivamente mi mayor virtud es amarte.- le dije sintiéndome más ligero y él estiró su cabeza para verme divertido, -y es mi mayor fortuna, unió sus labios a los míos,... ahora llévame arriba quiero que me hagas el amor otra vez.-

*

Después de que intimamos nuevamente nos quedamos en la cama descansando y hablamos durante horas entrada la madrugada, le conté todo lo que sabía de su familia y él no pudo evitar llorar al leer de mi teléfono las ocasionales conversaciones que aún tenía con ellos.

Me sentí tan mal al verlo así que incluso le ofrecí llamarlos para que les dijera que estaba vivo pero Hoseok se negó rotundamente, dijo que ellos ya habían hecho su duelo por él y que no podía poner sus vidas patas para arriba nuevamente.

Creía que estaban mejor así, contarles la verdad implicaba volver a atarlos a su enfermedad y no quería eso para ellos, además de que ciertamente me traería todo tipo de problemas legales si decidían denunciarme.

Acordamos entonces que les escribiría una carta que yo mismo les entregaría cuando lo considerase necesario y oportuno, después negándose a dormir quiso ver el amanecer así que nos quedamos afuera hasta que sol ya estaba fuerte y brillante sobre nuestras cabezas.

Ahora estamos acostados en nuestra cama pero Hoseok seguía moviéndose inquietamente, -¿estás asustado?- le pregunte percibiendo su aura, ambos estamos enfrentados de lado y nuestras manos entrelazadas en el medio, -sí.- respondió simplemente con el pánico invadiendo su voz.

Al ver la expresión tan temerosa en sus ojos recordé algo y gire en su muñeca el rosario que le habían obsequiado sus padres al venir de Gwangju, -¿recuerdas aquella oración... la que tus padres te dijeron antes de que durmieras?-

Intentaba que las palabras llegaran a mi mente pero no había caso, yo nunca había sido un hombre de fe, Hoseok sonrió divertido, -sí, se llama oración vespertina, los niños pequeños la suelen decir antes de dormir... ¿Por qué?-

-¿la recitarías para mí?- mordiendo su labio inferior me miró curioso por un instante antes de asentir e inhalo profundamente acomodando sus pequeños dedos entre los míos.

"Ahora que al sueño voy a conciliar te pido señor protégeme, en el momento que su dulce voz se elevó en el aire como la brisa cerré fuertemente los ojos,... guíame por tus caminos a través de la oscura noche, no me abandones y quédate a mi lado hasta que la luz del alba glorifique el firmamento...

Me concentré en cada una de las palabras implorando que una simple oración se llevara lejos todos sus males y temores, las repetí en mi mente aunque no tuvieran ningún significado para mí porque sabía que para si él lo hacía,... Si yo no pudiera vivir los días futuros te ruego señor guarda mi alma y si muriera antes de despertar te suplico señor llévala contigo."

Nos quedamos en silencio, no me atreví a abrir mis ojos, solo lleve el dorso de su mano hacia mis labios para dejarle un tierno beso, no sé cuántos minutos pasaron pero permanecí quieto hasta que sentí como la tensión disminuía y el ambiente se relajaba.

Para cuando volví a abrir los ojos Hoseok ya dormía, acaricie su cabello apartándolo de su rostro, -descansa mi amor.- me quedé admirándolo hasta que el sueño me venció también y caí dormido, soñé con él esa noche, con aquella oración y en cómo Dios se lo llevaba de mi lado para siempre.

Recuerdo correr mirando al cielo rogándole a Dios que no lo alejara de mí, gritaba tan alto como podía temiendo que no me oyera, que de pronto desapareciera con él entre la bruma y no volviera a verlo jamás, le pedía que me dejara cuidarlo por más tiempo, que aún no era su hora.

Me vi corriendo hasta que mis pies sangraron pero no pude alcanzarlo, aquella neblina tapo mi visión por completo, giraba en círculos sin saber en dónde me encontraba o a donde se lo había llevado, la sensación de vacío, la desesperación, la angustia y el miedo de haberlo perdido me invadieron por completo.

Aún así ponía las manos alrededor de mi boca para que mi voz saliera proyectada y gritaba en todas las direcciones que no lo apartara de mi lado, que me dejara amarlo por más tiempo, no sé cómo terminaba el sueño, solo sé que me desperté entre medio de sudores fríos con lagrimas en los ojos.

Rasguñe el aire con mis pulmones para apaciguar mí agitada respiración, me estire buscando el calor de su cuerpo sabiendo que así me calmaría pero solo me encontré con las sábanas.

Abrí los ojos dejándome golpear por aquella cruel imagen pero no me moví tratando de dilucidar si todavía estaba soñando o aquella pesadilla se había tornado más oscura y siniestra.

Mi corazón comenzó a fallar estrellándose contra mi pecho estrepitosamente cuando la lucidez me sobrevino de golpe y lo único que supe es que me había despertado en una cama vacía...   

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top