Capítulo 13

Un año y medio después:

Cerré mis ojos apretándolos con fuerza cuando el clímax me golpeo, gruñí por lo bajo ahogando el sonido en la curva de su cuello, mi respiración se entrecorto y resople agitadamente mientras embestía contra su entrada unas cuantas veces más hasta descargar la última gota de mi semen en su interior.

Una vez que mi pulso volvió a la normalidad sonreí y besé un recorrido de su hombro a sus tibios labios, apoyé mi frente en la suya y suspire acariciando su rostro, -eso fue fantástico, susurre sobre su boca para luego besarlo intensamente,... no sabes cuanto extrañaba esto bebé.-

Me levanté de la cama y me arregle la ropa para buscar una toalla húmeda, limpie su cuerpo y retire la toalla que había puesto debajo suyo para no ensuciar las sabanas, -mañana no vendré a la clínica, cambie su bata y lo arrope entre las mantas como si nada hubiera sucedido,... es mi día libre y llevaré a Soobin al parque.-

El reloj de la pared indicaba que eran las 3:40 de la madrugada, era un alivio para mí conocer el funcionamiento de la clínica como la palma de mi mano porque sabía perfectamente que las enfermeras no harían su ronda de revisión sino hasta las cinco A.M y eso era una gran ventaja.

Una vez que me asegure de que Hoseok estuviera bien me senté a su lado acariciándole el cabello, jugando con sus largos mechones castaños, -me gustaría que algún día pudieras conocerlo, es un niño encantador...

Le dije sonriendo al pensar en lo grande que ya estaba mi pequeño Soobin,... creo que él te amaría... tanto como yo lo hago.- inclinándome hacia él lo besé nuevamente para despedirme y luego me dirigí hacia la puerta, destrabando el cerrojo miré sobre el hombro a mi hermoso Hoseok una última vez.

Inhalé profundamente antes de obligarme a dejarlo, Hoseok se había convertido en mi refugio y mi consuelo, no solo lo buscaba para satisfacer mi cuerpo si no mi alma, aunque probablemente no pudiera escucharme había adoptado esta costumbre de contarle todo lo que sentía, era una especie de confidente silencioso para mí.

Llegando a casa me estacione en la esquina, no estaba seguro de si había hecho bien en venir, la discusión con Jessica en la mañana había empeorado las cosas abismalmente, otra vez le había planteado mi anhelo de divorciarme provocando que ella estallara en furia como cada ocasión en que se lo mencionaba.

Pero esta vez me había amenazado abiertamente con sacarme la custodia de Soobin impidiendo que lo volviera ver si la dejaba, me recosté contra el asiento recordando aquellas palabras.

También había asegurado que me denunciaría por maltratos y me sacaría hasta el último centavo para dejarme en la ruina.

A esta altura no comprendía cuál era su afán de continuar con este falso matrimonio si evidentemente ambos éramos infelices, pero al parecer valía más mantener las apariencias frente a una sociedad repleta de hipócritas a quien no le importas que vivir tu vida libremente sin prejuicios.

El único que me comprendía y no me juzgaba era Jimin, últimamente me reservaba de contarle ciertas cosas y me sentía culpable por ello.

Él sabía que estaba ocultándole cosas pero no me presionaba para hablar, supongo que pensaba que estaba redescubriéndome con mi reciente homosexualidad así que solo me apoyaba y me animaba a hacer lo que me hiciera realmente feliz.

Suspirando vi que ya eran las 4:30 y el cielo comenzaba levemente a aclararse en el este, todavía dudaba si entrar o no pero quería estar allí para cuando Soobin se despertara, por suerte ya ni siquiera compartíamos habitación así que no tenía que preocuparme por verla.

Dándome valor restregué mi rostro y salí del auto caminando a paso tranquilo por la acera, todo alrededor estaba silencioso y calmo, por las ventanas de mi hogar podía ver la oscuridad del interior en la planta baja.

Mi nueva habitación se encontraba abajo pero inconscientemente me dirigí hacia las escaleras, siempre sin importar la hora que fuera iba hasta la habitación de Soobin para darle un beso y asegurarme de que estuviera teniendo un sueño tranquilo.

Abriendo su puerta ya con una sonrisa me adentre sigilosamente para no despertarlo pero me detuve al oír un sonido particular proveniente de mi antigua habitación, me quedé estupefacto al oír los murmullos sin poder creerlo, no era tan estúpido como para no saber de qué se trataba.

Jessica estaba con alguien más, pero no fue solo el hecho de que tuviera un amante lo que me molesto o que ella siempre me culpara de serle infiel cuando claramente también lo era si no el que se atreviera a traerlo bajo el mismo techo donde dormía nuestro hijo.

Que fuera capaz exponer a Soobin de esta manera hizo que me hirviera la sangre de rabia, esto era algo que no estaba dispuesto a tolerar, cerré cuidadosamente su puerta y apreté mis dientes tratando de controlarme mientras me dirigía a confrontarla.

No quería era provocar un escándalo que despertara a Binnie y lo asustara de alguna forma pero esto había superado todo los límites, además solo invitaría cordialmente a quien sea que estuviera con ella a que se fuera de mi casa o llamaría a la policía.

Y conociendo a Jessica no se arriesgaría a que alguien se enterara que su intachable reputación no era lo que aparentaba ser, ya más cerca los gemidos bajos y jadeos eran claramente reconocibles, caminando a zancadas irrumpí abruptamente en su habitación esperando sorprenderlos lo suficiente.

Pero lamentablemente el que resultó sorprendido fui yo cuando ambos se sobresaltaron y giraron sus rostros para verme, -tae... - mi corazón se detuvo al verlo, sus ojos ampliados con horror al mirarme allí de pie, Jessica lo empujo por el pecho para sacárselo de encima y gritar de manera histérica, -Taehyung... puedo explicarlo.-

Se levantó desnuda y sucia como estaba para acercarse a mí pero yo no deje de mirarlo, estaba paralizado en la puerta sin poder procesar lo que veía, -no me toques.- le dije a ella cuando intentó tomar mi brazo, -por favor... n-no... no es lo que parece.-

Intento vagamente defenderse Jessica entre balbuceos pero la ignoré para hablarle directamente a él, -¿sabes que no es por ella que esto me duele cierto?- lo mire seriamente pero Jimin no pudo sostener mi mirada.

Asintió agachando su rostro y cubriéndolo con sus manos, quedándose sentado en la que fue mi misma cama, -mi amor... por favor hablemos.- el rostro de Jessica lucía desesperado, no sabía si reírme de su cinismo o tenerle lastima.

Negué con la cabeza incapaz de decir algo y me di la vuelta para irme de allí antes de perder la poca dignidad que me quedaba, Jessica me siguió detrás intentando detenerme, -cariño, no puedes irte así... tenemos que hablar.-

Me detuve y la mire con desprecio para dejarle las cosas en claro, -si no tienes respeto por ti misma o por mí al menos deberías tenerlo por nuestro hijo que está durmiendo en esa habitación de allí, la señale con mi brazo extendido.

...no quiero escucharte y no me importan tus excusas, lo único que pretendo es que firmes los papeles de divorcio a primera hora en cuanto te los envié, ¿puedes entender eso?- Jessica me miro sorprendida como si le hubiera dicho un absurdo.

Luego sonrió descaradamente poniendo sus manos en su cintura en una actitud petulante, -recuerda lo que te dije esta mañana, si crees que te saldrás con la tuya tan fácilmente eres demasiado ingenuo, apreté mi mandíbula queriendo estrangularla pero sabía que sería capaz de usarlo en mi contra.

...al menos que prefieras que Soobin crezca creyendo que su padre lo abandono por una puta cualquiera, ¿Quieres el divorcio?... bien, pero atente a las consecuencias porque si me dejas no volverás a verlo jamás.-

Me empujo por el pecho hacia atrás retándome a que le contestara pero ella sabía perfectamente que no lo haría, no si me golpeaba donde más me dolía, no tenía armas para pelear contra ella y tampoco fuerzas, al final ella siempre obtenía lo que quería.

-¿Qué quieres de mi?- le dije en un tono bajo y suplicante, Jessica se encogió de hombros e intento acunar mi rostro entre sus manos pero me corrí hacia atrás, -cariño solo quiero que todo vuelva a ser como antes, te amo... eres el hombre que elegí para pasar el resto de mi vida.-

Su cinismo era nauseabundo, solo ella podía atreverse a decir algo así cuando todavía estaba desnuda, -tu no me amas Jessica, de lo contrario no te habrías metido con mejor amigo... pero si lo que quieres es resignarte a tener una vida mediocre y sin amor junto a mi entonces lo obtendrás.-

Ella frunció su ceño y luego me dio una bofetada, -¡TODO ESTO ES TU CULPA!, golpeo mi pecho con saña,... TÚ ME OBLIGASTE A BUSCAR CONSUELO EN ALGUIEN MÁS... PREFERISTE LÁRGATE CON TUS PUTAS Y DEJARME AQUÍ SOLA...-

Su cara estaba roja y su respiración entrecortada, no tenía sentido intentar razonar con ella porque jamás lo entendería, -la próxima vez que desees estar con alguien por favor preocupa no que sea en la casa... me iré a dormir.-

-dile la verdad... solo había hecho dos pasos cuando la voz de Jimin me detuvo, me volví para mirarlo sin entender a qué se refería, al menos ahora ya estaba vestido,... dile la verdad o se lo diré yo.- amenazo a Jessica de quien ahora solo veía su tensa espalda.

En la tenue oscuridad del pasillo observe el rostro de Jimin, su expresión me mostraba arrepentimiento y sus ojos tristeza pero estaba tan molesto con él que no creía ser capaz de excusarlo por esto, -¡no te atrevas!, le siseo entre dientes Jessica como en forma de advertencia.

Sus hombros estaban rígidos y su rostro desencajado cuando se giro para hablarme,... n-no lo escuches... nada de lo que diga es cierto.- ignorándola mire a Jimin y él comenzó a derramar lagrimas, -lo lamento Tae... quise decírtelo antes pero no tuve el valor.-

-¡CÁLLATE!...- le gritó Jessica desesperada y él mordió sus labios temblorosos tomando una actitud incluso más sospechosa, -¿decirme que?, le dije esperando que no se acobardara,... si pretendes decirme cuanto tiempo estuvieron riéndose de mí no quiero saberlo...

Jimin desvió la mirada avergonzado,... al parecer eres mejor mentiroso que yo, en verdad me hiciste creer que la detestabas.- -olvídate de él cariño, solo está resentido porque te prefiero a ti.- intento pararse a mi lado pero me aleje de ella.

Quise irme pero ella tomó mi brazo nuevamente deteniéndome y al zafarme con brusquedad de un manotazo me di cuenta de que era Jimin, -Soobin es mi hijo...

Aquello me golpeó más que cualquier otro golpe que pudiera haber recibido, Jessica arremetió contra él arañándolo, golpeándolo y gritando fuera de quicio,... lo siento.- me dijo él sin prestarle mayor atención, mis puños se apretaron con fuerza.

De entre todas las personas en el mundo jamás imaginé que sería él quien me traicionarme de esta forma, -¿es cierto?- le pregunte destrozado, -por supuesto que no cariño... -solo mira su cabello, la interrumpió Jimin,... ¿nadie en su familia tiene el cabello rubio verdad?-

Dijo con lastimosa obviedad lanzándome la verdad cruelmente a la cara, ¿Cómo pude ser tan estúpido?, con la ira corriendo por mis venas aparte a Jessica del medio y le lance un puñetazo directo a la cara, Jimin se estampó contra la pared, su nariz sangrando a borbotones.

No se molestó en defenderse pero cuando estaba tentado a golpearlo nuevamente un llanto lejano me descolocó destrozándome por dentro, -t-todo esto fue en error... y-yo... yo solo me sentía tan sola..., el sollozo lastimero de Jessica no pudo tapar el llanto de Soobin.

...tu lo criaste es tu hijo por derecho... nada tiene que cambiar, p-podemos arreglarlo, podemos arreglar nuestro matrimonio y...- -jamás te lo perdonare, le dije directamente a él y aunque me destrozara el alma hice lo que me pareció más correcto,... tu hijo te espera.-

Sin saber que hacer su expresión se congeló y luego sus ojos se ahogaron en lágrimas, no pude más que darme la vuelta y alejarme, cuando pasé por su habitación tuve que cubrirme la boca para ahogar el sonido patético de profundo dolor que sentí al escuchar a Soobin pedir por su padre.

Sabía que me necesitaba pero no podía verlo a la cara y hacerle frente en este momento, -¡Taehyung!, Jessica corría detrás de mí por las escaleras y hasta la puerta, tenía que irme antes de hacer algo de lo cual me arrepentiría más tarde.

...NO PUEDES IRTE, gritó ella intentando alcanzarme pero al darse cuenta que todavía seguía desnuda volvió para tomar la manta del sofá,... NO PUEDES DEJARNOS NOSOTROS SOMOS TU FAMILIA... ¡TAEHYUNG!...

Me dirigí por la acera hacia mi auto sin mirar atrás y subí encendiendo el motor, Jessica golpeteo la ventanilla rogando que me quedara y la escuchara, en otro momento me hubiera reído de que la mujer de alta sociedad y refinada que siempre pretendía ser se estuviera humillando de esa forma.

Gritando semi desnuda en medio de la calle a tal hora de la madrugada,... ¡NO TE ATREVAS A IRTE!- aceleré haciendo que los neumáticos se marcaran en el asfalto dejándola rápidamente atrás, al igual que lo único bueno que me había pasado en la vida a parte de Hoseok.

Mis manos temblaban aferradas al volante, no tenía un lugar para ir y nadie esperaba por mí en ningún sitio así que solo me alejaría de la ciudad tanto como me fuera posible, me preguntaba si alguna vez dejaría de sentirme tan miserable, tan solo y desdichado. 

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