Nagisa no asistió a las 9 noches ni al entierro de su amado, pues sabía que nakamura y Sakura no le iban a querer cerca, y aunque Isogai y maheara le insistieron para que fuera el sólo dijo que no. Sólo veía el entierro a lo lejos con un sentimiento de tristeza que cada vez se hacía más grande.

Los meses pasaron, para ser exactos 3 meses en los que Nagisa extrañaba a Karma; el calor que emitía cuando se quedaba a dormir con el, las noches de juego de mesa que el traía cuando ninguno tenía sueño, el que le ayudará con el desayuno y a lavar la ropa. Y esas sólo eran algunas de las cosas que extrañaba hacer con karma.
Se pasaba las noches mirando fijamente el techo en la oscuridad, el mismo sentimiento viejo y vacío en su corazón cuando tenía frío. "Karma solía venir en estas noche sólo para acostarse a mi lado y calentarme".

Lo veía cada vez que cerraba los ojos."Tal vez un día entenderé porqué todo lo que toco muere..."
Solía pensar eso a menudo cuando veía aquél osito dormilón con la última ropa que uso karma puesta junto a todas sus cosas en su habitación. Esa era su manera de recordarlo...

El amor venía despacio y se iba tan rápido...

Lo veía cuando se quedaba dormido, pero nunca para poder tocarlo o poder quedarse a su lado y terminaba llorando al levantarse con el oso de peluche en su pecho. Lo extrañaba hasta para hacer la comida...

Estaba lavando su ropa y entre ellas la ropa de karma que usaba el oso. extrañaba que al lavar la ropa, karma le abrazar por detrás y le hablará... Colgó una camiseta blanca suya y sintió el abrazó de karma en su cintura después de una fuerte brisa junto a una risa del mismo.

-¿Karma? -Le brillaron los ojos y miro hacía atrás, pero sólo vio la chaqueta de karma que estaba colgada atrás de el, la brisa debió hacer que las mangas se escurrieran bajo sus brazos y se abotonarán las mangas. Aunque era poco probable Nagisa quería creer que había sido eso y su mente jugando con el.

Aveces se tocaba pensado en karma con sus ropas, pero no era lo mismo autocomplacerse y hacer el amor con el. No era lo mismo besarlo y bersar su almohada. No era lo mismo soñar a su lado y soñar con el mientras se marchaba....

Nagisa sintió que ya no podía más aquella noche que despertó de su pesadilla con karma, miro al osito de ojos dormilones que traía puesta la última ropa de karma.
-Te extraño mucho karma... quiero ir contigo...

-¿Estás seguro que quieres venir conmigo?-abría sido su imaginación o el peluche le hablo? Al final no importaba y sólo contestó.

-Si, ya no aguanto un día más sin ti...

-Pues entonces aquí te espero.

Nagisa no hizo nada y sólo se acostó para irse a dormir, pensando que sólo Nakamura estaría dispuesta a hacer lo que el quería que le hiciera.

Un pequeño favor