Recuerdos.


[POV. AQUA]


Andando a través de la oscuridad tanto tiempo que ni me acuerdo ya, sola, rodeada tan solo por sombras de lo que fueron y nunca más volverán a ser...me ha dado mucho en que pensar.  Caminando sin rumbo, intentando encontrar una salida a aquel infierno oscuro, frío y sin vida...sin las personas a las que más quiero...me ha hecho darme cuenta de que las cosas podrían haber sucedido de otra manera...de que hubiera deseado actuar de otra forma...Pero, por lo que sea, las cosas se salieron de control. Perdí las riendas de un destino ( ¿O quizás el azar? Quién sabe. ) que se fue desmoronando cada vez más y más...Hasta perder la luz que me guiaba hasta ese final feliz que tanto anhelaba.



¿Por qué?


¿Por qué pasó?


¿Por qué tuvo que ser así?



Es lo único que no paraba de cuestionarme. Una tras otra vez. Intentando mantener así las fuerzas para seguir luchando, para no detenerme, para no caer, para volver a construir mi mundo y recuperar las alas que las circunstancias me robaron sin permiso. Para regresar...junto a mis amigos...a como todo era antes. Antes de que esta locura empezara. Antes de que Xehanort jugara con nuestro corazones como de objetos sin vida se tratasen; como meros juguetes para conseguir su propio interés. Sin reparar en el daño que había ocasionado. Y que aún hoy perduraba en cada uno de nosotros.



¿Cuánto tiempo ha pasado?



Recuerdos...Eso es todo lo que me quedaba ahora. Y lo que más rabia me daba, lo que más me frustraba de mí misma...es que los estaba perdiendo. Los estaba perdiendo poco a poco, lentamente, en una muerte lenta y agonizante se iban desvaneciendo entre mis dedos sin poder hacer nada. Como la arena de la playa. No sabía si era el tiempo...¿Cuánto tiempo llevaba en este horrible lugar? ¿En esta prisión? No sabía si era yo...¿Estaría cambiando; era la misma Aqua de siempre? O si era la oscuridad que le iba arrebatando pedazo a pedazo las esperanzas que le quedaban. Sin compasión.



"¿Vas a sucumbir a la desesperación, al odio y al rencor?"


"No...No puedo."


"¡Hey, Aqua! ¿Alguna vez te has preguntado...qué son las estrellas? ¿Dé dónde vienen?"


"¿Heh? Pues...ehm..."


"Las estrellas son como los corazones."


"¿Terra?"


"He...Resulta difícil pensar que hay tantas cosas por ahí ¿Eh? Qué hay tantos corazones que brillan por sí mismos. Que cada persona ofrece su pedacito de luz para iluminar tan enorme cielo...Y que a la vez, cada luz es un mundo. Un mundo que está esperando para ser descubierto. Aún hay mucho por ver ahí afuera..."


"¿Qué?  No lo pillo..."


"En otras palabras, son como tú, Ven."


"Ajá...¿Y eso qué quiere decir?"


"Ya lo averiguarás algún día. Estoy seguro."


"¡Pero yo lo quiero averiguar ya!"


"Eres demasiado joven todavía. Cuando seas mayor, así como yo."


"¡No me trates como a un crío! ¡Yo ya soy mayor! Y seré más alto y fuerte que tú, ya verás."


"Ya claro, sigue soñando..."


"Je...jajaja~"


"Oye, ¿Y tú de qué te ríes?"


"Ja...Es que parecéis una pareja de hermanos jaja."


"¿Cómo/Qué?"



Recordaba ese momento a retazos, pero me aferraba a esos pedazos rotos como si mi vida se fuera en ello. Ven...Terra...¿Cuándo volveremos a reír como antes? ¿Antes de qué el día de nuestros sueños se convirtiera en el día en el que comenzaron nuestras peores pesadillas? ¿Cuándo...os volveré a ver otra vez, sanos y salvos, con una sonrisa y esperándome con los brazos abiertos? ¿Dónde quedó la tutela paciente del Maestro Eraqus?



 Prometo que quiero revivir esos momentos de alegría...prometo que quiero volver a despeinar ese supe alborotado cabello tuyo Ben...quiero volver a hacerte de rabiar Terra...y...y quiero volver a abrazaros con fuerza. Mis dos mejores amigos. Hasta el Maestro Eraqus...¿Cómo es posible que las cosas se torcieran tanto?



Recuerdo el día en que llegó una pequeña luz a Tierra de partida...Esa pequeña vela moribunda que amenazaba con apagarse de un momento a otro, en un soplido, custodiada por una oscuridad tan grande y profunda, que parecía casi un milagro que ese farolillo no se hubiera extinguido en el camino. Sus ojos azules eran tan oscuros...tan inexpresivos y carentes de alegría...tan dolidos, que al principio creí que la luz que sentía en su interior, esa calidez que me atraía a hablarle cuando lo vi por primera vez, era una ilusión.


Ven...



"¡Buen entrenamiento, Terra!"


"Uff...Ha sido duro. Pero siento que cada vez mejoro más con la Llave Espada. Y diría que tú también, Aqua."


"Sip. Venga, un poco más. Después podemos practicar en la zona de entrenamiento fuera del Castillo, ¿Qué te parece?"



En ese momento, el eco que hacían las puertas del castillo al abrirse se extendió por todo el lugar. Las cadenas de oro se agitaron en un tintineo armonioso. Sorprendidos, dejemos de practicar las técnicas de combate con la Espada y nos acercamos con curiosidad al balcón interior con soberbios adornos marcados en oro y marfil. Desde allí, podíamos ver a la perfección qué sucedía en la planta baja sin que nos vieran. 



Un hombre muy extraño, más mayor incluso que el Maestro Eraqus y vestido de una forma bastante extravagante y oscura, entró por el gran umbral y hablaba con su Maestro de algo que no alcanzaban a oír, por mucho que quisieran. Pero lo que más les llamó la atención, fue que ese hombre traía consigo a un chico.



Tenía el pelo dorado, con reflejos anaranjados como el amanecer y vestía con una chaqueta blanca y negra. Su cara no la podíamos ver desde esa altura, pero podíamos asegurar que estaba como...¿Deprimido? No movía ni un solo músculo desde que había llegado, ni siquiera para admirar las cristaleras de colores que adornaban los ventanales del edificio blanco. No tenía la típica alegría de un chico de su edad. Era, no menos, extraño.



"¿Quién será?"


"Uhm...No lo sé. Tampoco sé de que va esto. El Maestro no nos avisó que tendría una visita importante...¿Crees que será un aprendiz?"


"Parece muy triste...Tal vez tenga miedo." Lo miré, apenada. Pero no me atrevía a bajar.


"Es algo que podemos averiguar. Voy a ver."



Aprovechando que los dos hombres se habían marchado a una sala interior para hablar más tranquilamente y en privado, Terra decidió bajar para saludar al recién llegado, que estaba completamente solo, justo en el mismo lugar en el que se había parado al entrar con su supuesto Maestro. Era como sí sin él, no supiera a dónde ir o con quién se encontraba. Más bien...parecía que estaba en otro mundo, absorto de la realidad. 



"¡Aqua, baja!"


"¡Voy!"



Sacudí la cabeza para escapar de mis pensamientos. Terra me hacía gestos con la mano mientras una sonrisa adornaba su rostro. No tardé en reaccionar y bajar por las escaleras traseras hasta dónde se encontraban los dos. La perspectiva de su ánimo no cambió mucho desde allí. Me infundía cierta lástima...no sabía que podía pasarle, o las razones por las que ese hombre lo había traído hasta allí en ese estado tan lamentable...¿Estaría enfermo? Pobre...



"Yo soy Terra." Se presentó con una mano en el pecho.


"Y yo me llamo Aqua, encantada."


"...Terra...Aqua...Yo...Ventus." Su voz sonaba distante. Apagada.


"Je...que susto, creía que te había pasado algo."


"Oye, ¿Y de qué mundo vienes? ¿Conoces a ese tipo que te acompañaba? ¿Eres su aprendiz o vienes a ejercitarte con nuestro Maestro, Eraqus? ¿Eres bueno con la Llave Espada? ¿Sabes? Conozco un sitio genial en el que podríamos hablar mientras tan..."



De repente, ese chico cayó de rodillas al suelo, apretujándose la cabeza con las manos, con continuas gemidos de dolor. Ni Terra ni yo entendimos la situación. Él solo había querido ser amable...pero no sé que habíamos hecho mal. Ese hombre tan extraño vino corriendo junto con el Maestro y lo acomodó de mala manera en su regazo antes de que cayera al suelo totalmente desvanecido. La mirada que nos dirigió el Maestro fue tan rígida y fría que un escalofrío me recorrió la columna. Su tono de reproche era notable, como si hubiéramos hecho algo que estaba realmente mal.



"¿¿Qué le pasa??" Dije preocupada, pero no me atrevía a acercarme a ese desconocido de mirada tajante.


"¿Qué habéis hecho?"


"Nosotros solo...Solo quise ser amable, ¿Qué tienen de malo unas cuantas preguntas?"


"Ventus no os responderá. Porque él...no puede recordar nada de su pasado."



Acogimos a Ventus en nuestro hogar y cada día visitábamos su habitación para hacerle compañía y esperar a que despertará. Pero...los días iban pasando y él no abría los ojos, seguía dormido en la misma posición y no reaccionaba a ninguna palabra que escuchara. Si es que podía escucharnos. El décimo día, subí a su habitación y me senté en una silla a su lado. Le contaba alegremente lo que habíamos aprendido en nuestro último entrenamiento, los lugares nuevos que habíamos visto...con la esperanza de que volviera en sí. Pero por mucho que sonriera...la verdad es que estaba preocupada. Ese chico era todo un misterio.



Bajé la cabeza. Cada vez más pensaba en que era posible que no despertara nunca...Ya me daba igual conocer su identidad, igual que a Terra, solo queríamos que estuviera bien. Sentíamos cierta empatía hacia el joven.



"Vamos...despierta. Te has perdido una preciosa lluvia de estrellas...Estoy segura de que te hubiera encantado." Miré fijamente sus párpados, pero nada pasaba. "Ya no te preguntaremos nada, lo prometo. Mejor, tengo una idea, ¿Qué te parece si cuando despiertes, empezamos de cero? Es decir, olvidamos todo lo malo que te haya pasado y vuelves a empezar. Te ayudaremos. Vamos a ser tus amigos inseparables. Lo prometo, por Terra y por mí, pero por favor..."



No hubo respuesta. Apenada, me levanté con lentitud y me dispuse a marcharme. Mañana sería un nuevo intento. Pero, de repente, escuché un gemido. Cuando me giré, esperanzada, Ventus estaba sentado en la cama, con la misma mirada perdida de siempre. Sí...no estaba recuperado del todo...¡Pero había despertado! ¡Estaba bien!



"¡Terra, Maestro Eraqus! ¡Ventus ha despertado! Es un milagro..."



Ven...Cuánto daño te había hecho Xehanort...y tú, sin embargo, te esforzaste por seguir adelante, por llenar ese vacío con nuestra amistad. Por hacerte más fuerte cada día junto con Terra, a pesar de que los primeros días no sabías nada y estabas débil...luchaste. Incluso cuando creías que siempre seguirías siendo el debilucho de siempre y la tristeza te embargaba en forma de gotitas saladas, Terra estaba ahí para revolverte el pelo y alegrarte cómo buenos "hermanos" que eráis. Esas risas...añoro esas risas que oía desde la Plaza de Entrenamiento cuando a Terra no le tocaba entrenar. Disfrutaba de las sonrisas que hasta yo te provocaba. Esas sonrisas de felicidad que compartíamos todos, ahora, se habían ido.



Terra...tú también sufriste mucho. Y ese malvado se aprovechó de tu buen corazón para conducirte a su terreno, para utilizarte a su favor, para separarte de nosotros. Puso todo en tu contra con meras mentiras y ya no había punto de retorno ¿O quizás sí? ¿Quizás si lo hubo y no me di cuenta? 



Recuerdo cuando Xehanort se apodero de su cuerpo...como di hasta el último suspiro de esfuerzo por sacar a mi amigo de su encierro. Cómo, cuando escuche su voz, su verdadera voz, me emocioné y creí que Terra le había ganado la batalla a la oscuridad y que todo, con esfuerzo, volvería a ser como antes...Pero no fue así. El Reino de la Oscuridad amenazaba con borrarlo de la faz del mundo ¿Qué podía hacer sino? No pude hacer otra cosa. Me sacrifiqué para que él pudiera vivir.



Pero entonces...lo entendí. Alardeaba de ser la más valiente, la más responsable, la que cuidaba de todos, pero nunca le había dicho lo que realmente sentía. Y ahora...era demasiado tarde para sacar fuerzas de flaqueza. Solo esperaba que se acordara de mis ultimas palabras. Antes de quedar encerrada en una celda fantasma.



"Terra...tal vez nunca llegue a decírtelo en persona...pero espero que mi espada te lo haga saber de alguna forma. Yo...no he tenido el valor suficiente para decirte que te quiero...Ni siquiera pude decirle adiós a Ven...No podré despertarle...Por eso, por favor, si no vuelvo...Búscalo. Encuéntralo. Y cuéntale lo que pasó...para que esto no vuelva a suceder. Tenedlo en cuenta. Volveré. Aunque gasté todas mis fuerzas en ello...Hasta entonces...Adiós."



Y así es cómo empezó mi lucha. No me dejaré caer, no vacilaré en ningún momento si con eso puedo mantenerme fuera del alcance de este mundo que me llama inútilmente, porque nunca sucumbiré a él. Nunca tendrán a esta chica como una sombra de desesperación más. Lo he prometido. Y yo no rompo mis promesas.



Excepto, claro...una. Siemprejuntos.



Miré el medallón azul que yo misma había hecho hacía ya tiempo. Esa estrella celeste con bordes plateados cuyo brillo ya no reconocía. Se iba apagando poco a poco. Y no quería, era lo único que me mantenía cerca de ellos. Del mundo al que pertenecía. De mis trocitos de corazón que se habían quedado allí afuera, protegiendo lo que me importaba.



Seguí caminando.



Otra vez, me encontraba en esa playa de arena gris como la ceniza, cielo sin ningún farol que le diera vida y un horizonte tan vasto que mis pocas esperanzas de que saldría de allí se esfumaban. Me senté en una roca y cerré los ojos. El sonido de las olas al chocar con la costa me reconfortaba en cierto modo. Podía sentir como una tranquilidad inaudita me inundaba,  cómo mi ánimo se fortalecía, aunque fuera solo por una décima. Ese lugar y los recuerdos que aún conservaba, me ayudaban a mantenerme con fuerzas suficientes.



Apreté en mi mano el Siemprejuntos. Me dolía su agarre, pero no podía dejarlo ir. Nunca. Lo mantendría cerca de mí el tiempo que hiciese falta. Abrí mis azules ojos mientras imágenes y sonidos desordenados se iban sucediendo unos detrás de otros.



"¡Hey! Un día podríamos ir a la playa, ¿no?" Dijo Terra con una semi-sonrisa, sentado al borde del acantilado de la Tierra de Partida.


"¿A qué viene eso? ¿No que yo era el niño pequeño?"


"Y lo sigues siendo, enano." Le revolvió el pelo riéndose mientras Ven forcejeaba para que dejara de hacerle cosquillas.


"A mí me parece buena idea. Nunca he visto el mar." Dije, con las manos en la barbilla y mirando al horizonte, sentada en el banco de piedra que había cerca de una farola dorada, como una luciérnaga.


"Resulta irónico ¿no? Aqua...agua...mar..." Ven se echó a reír y Terra le siguió de cerca.



"Ja-ja, ¿Os creéis muy graciosos, verdad?" Con un rápido movimiento, invoqué mi Llave Espada e hice que llovieran sobre ellos grandes burbujas transparentes. De un segundo a otro, ambos estaban calados hasta los huesos y habían dejado de reír. Me crucé de brazos y miré hacia otro lado, molesta. Acto seguido, entre-abrí un ojo y miré por el rabillo a ese par de traviesos. Estaban intentando contener la risa de ver al otro tan empapado o escurriéndose la ropa. Yo no pude aguantar más y también estallé en carcajadas.



Qué buenos recuerdos...Ja...Resultaba irónico ¿no? Justo ahora estaba viendo el basto océano delante de mí y no sentía esa misma emoción y alegría que creía que sentiría cuando lo viera por primera vez, ¿Sería que lo que realmente quería es que ellos dos estuvieran a mi lado cuando eso pasara? Es muy probable...Ahora entendía muchas cosas. Cualquier mundo que visite, cualquier cosa nueva que haga, no se sentiría igual si ellos no están conmigo. Si no sé que están a salvo, contentos y buscando sus respectivas metas y sueños esperando para ser cumplidos. Ese mar me recordaba a mí...tan solitario y lleno de sufrimiento.



"¡Terra, no te vayas!" Exclamó un cansado Ven por haber tenido que correr mucho para alcanzarle.


"¡Ven, vuelve!"


"¡No puede irse!" Dijo el Maestro Eraqus, pero ya era demasiado tarde. El Portal Interdimensional se había cerrado.



Así empezó todo...



"Ja...¿Aún crees en tu "amigo"? Él ya no se acuerda de vosotros. Ha renunciado a la luz para sucumbir a su verdadero ser. La oscuridad es parte de él, acéptalo. Ha robado un corazón por mí, ¿Qué mas pruebas quieres?"


"¡Mientes, Maléfica! Terra no es así, yo lo sé. Tal vez las circunstancias lo sobrepasaron...pero él no te ayudaría nunca."


"Dí lo que quieras. La realidad es la que ves. Si eres tan necia como para ponerte una venda sobre los ojos...regresa con tu amiguito Ventus y no vuelvas jamás."


...


"¡Lo hemos conseguido! ¡Hemos vencido a ese gran Nesciente!"


"Somos un buen equipo." Corroboremos Terra y yo.


"Por cierto, eh...os quería dar esto." Ven sacó del bolsillo de su pantalón tres tarjetas con varios dibujos que se asemejaban a atracciones de feria. Nos miramos a los ojos sin entender que significaba. "Él me dijo..." Su sonrisa desapareció por un momento y miró las entradas con una emoción que no supe descifrar "...que llevará a dos adultos. Tomad"


"¿Nosotros?" Cogimos las tarjetas y le miremos con ternura. Una sonrisa se había dibujado en nuestras caras por fin. Pero Terra estaba preocupado por algo y ese momento no duró mucho.


"Ven...vuelve a casa."


"¡Pero yo quiero ir con vosotros!"


"No puedes, es...demasiado peligroso para ti. No queremos que te pase nada malo."


"¿Por qué? Yo soy fuerte...¡Yo le cerraré la boca ese enmascarado y no volverá a hablar mal de ti!"


"¿Qué?" Los ojos de Terra se agrandaron como si reconociera de quién estaba hablando su amigo y apretó su mano sobre su hombro. "¿Has visto al chico Enmascarado?"


"Eh... sí..."



"Vánitas..." Murmuró inaudiblemente. Lo miré con extrañeza ¿Qué estaba ocultándonos? "Vamos, Ven, acompaña a Aqua hasta nuestro hogar. Yo tengo que hacer unas cosas, pero prometo que volveré."  Ven lo volvió a intentar, pero cuando a Terra se le metía una cosa en la cabeza, era imposible de convencerlo de lo contrario. Sí, era mi misión traer a Ven a casa pero...¿Por qué se comportaba así? Sentía que ocultaba algo más. Y mis dudas crecían. "Tenemos una tarea muy peligrosa entre manos."



"¿Se puede saber que tan peligroso es eso que tenemos que hacer?" Me llevé una mano al pecho, dudosa sobre lo que iba a decir. "No parece que tenga que ver con lo que el Maestro te ordenó..."


"Quizás siga otra senda, pero lucho contra la oscuridad después de todo."



"Yo no estoy tan segura..." Me lamenté al instante por decir esas palabras. Y aún lo sigo haciendo hoy. Las cosas podrían haber sido de otra manera si, tal vez, hubiera cerrado mi gran bocaza, ¿Por qué le defendía en todos los mundos que había visitado después de él y luego soltaba algo como eso? No sé en que estaba pensando...Estaba preocupada, eso es todo. "He visitado los mismo mundos que tú y he visto lo que has hecho. No deberías exponerte tanto a la oscuridad..."


"¿Tú te estás oyendo, Aqua? ¡Terra jamás...!" Ven fue interrumpido por el mismo a quién defendía.


"Entonces me has estado espiando...¿Fue eso lo que te pidió? ¿Son órdenes del Maestro?" Sonaba herido. Yo y mis estúpidas dudas...Se supone que eramos amigos y que los tres teníamos que confiar en el otro, creer en que lo hacía por una buena razón.


"No, yo...Él simplemente..." Tartamudeé. Había tocado un camino que no sabía sobrellevar. Bajé la mirada, entristecida.


"Aqua..."


"Ya veo." Terra nos dio la espalda y entonces comprendí mi error, ¿Había sido culpa mía que nuestro destino se torciera hasta tal punto? Yo solo quería...


"¡Terra!" Ventus quiso ir detrás de él para aclararle las cosas, pero le detuvo en seco, con una voz notablemente enfadada. La había cagado. Yo sola.


"¡Ni te muevas! A partir de ahora...Estoy solo, ¿Entendido?"


"¡Terra, por favor, escúchame!" Pero ya no había fuerza que lo detuviera.


"Te has colado..." Me reprochó dolido Ven. "Lo de Maestra de la Llave Espada se te ha subido a la cabeza... Me voy en busca de Terra. " Y se marchó corriendo por el mismo camino por el que había visto partir a Terra. Había dañado a mis dos mejores amigos...Había perdido su confianza. Y me costaría mucho recuperarla. Si es que la recuperaba.



Y yo misma preparé el camino para que Xehanort se hiciera con el control de nuestros caminos...Nos utilizó sin compasión. A todos.



"¡Ven!" "¡Terra!" La imagen de Ventus siendo congelado y tirado al vacío como simple basura me aterró. Sus ojos azules me miraban con temor. Tenía miedo. Él mismo lo había dicho antes de que la lucha comenzara. Estaba aterrado, temblando de frío y de incertidumbre y yo también lo estaba. Ese hombre era muy cruel...¿De qué sería capaz? ¡Era solo un niño, maldita sea!



Cuando alcancé a Terra estaba totalmente cambiado. Su pelo se había vuelto plateado y sus ojos no eran castaños...eran de un amarillo temerario. Retrocedí unos pasos, pero me decidí a luchar para devolverlo a la "vida". Le iba a ayudar. Pero al final...acabé aquí encerrada, sin saber a ciencia cierta si por lo que tanto había luchado se había hecho realidad o se había estropeado aún más. Ya no estaba tan segura.



"Por fin pareces una chica."


"¿Qué quieres decir con eso, Terra?" Dije molesta pero ambos se echaron a reír. Levanté mi espada y Ven se escondió detrás de él, usándolo como escudo.


"¡Hey, ven aquí traidor! "Entre risas, Terra levantó por los aires a Ven mientras este forcejeaba por volver al suelo entre risas forzosas.


"¡Suéltame!"


"Ah. Ahora ya no te crees tan mayor, ¿Eh?" Con una rápida patada baja, desequilibre los pies del mayor y ambos cayeron al suelo con la sorpresa dibujada en sus graciosas caras. Menudo golpe seco.


"Pero contra más grande más doloroso será el golpe cuando caiga." Reí tapándome la boca con una manga. "Ahora, ¿en qué estábamos...? ¡Ah sí! Vamos a darle su merecido al traidor." Guiñé un ojo, fingiendo una alianza y me agaché para empezar a hacerle cosquillas a Ven. Terra se recompuso rascándose la cabeza, pero poco después también se unió a la causa. La Plaza cerca del Castillo se llenó de risas y alegría. Alegría que ahora dudaba de sí volvería.


...


"¡Vamos, chicos, tenemos que ganar esta pelea!" Exclamé en medio de una nube de Llaves espadas muertas, controladas ahora por gente con malvados propósitos, envidia y rencor hacia el mundo entero.


...


"¡NOOOO! ¡Deja a Aqua en paz, YA!" Escuché a Ven gritar mientras seguía inconsciente por el golpe que me había propinado por sorpresa ese chico enmascarado.


...


"Volveré a despertarte Ven...Espérame." Le sonreí antes de marcharme del Castillo del Olvido, dónde mi pequeño amigo se recuperaría de la gran herida que le había partido el corazón. "Antes de que te des cuenta todo estará arreglado." Que gran mentirosa que estoy hecha...


...


"¡Terra, eso es, tú puedes ganar esta pelea!" Animaba con todas mis fuerzas a esa mezcla entre el odio de Xehanort y las ganas por vivir de mi amigo. Entre cada nueva cuchillada y ruidos de choque metálico, por su parte y por la mía, no podía dejar de animarle. Sabía que estaba ahí, en alguna parte, y que aún quedaban luces que lo trajeran de vuelta.


"Aqua..."


"¡Eso es, eso es, sigue así!"


...


"Prométeme...Prométeme que buscaras a Ven, los despertarás y le explicaras todo...Dile que pronto volveré. Tan solo esperádme un poco más."  Una pequeña sonrisa se esbozó en mis labios antes de que ese portal de odio y oscuros sentimientos me engullera, sin nada que me pudiera proteger. Había sacrificado mi protección, mi Llave y mi armadura, por la salvación de mi amigo. Era lo correcto. Lo necesitaba mucho más que yo. Una lágrima brilló en el vacío.



Un destello de luz, como un flash, me devolvió a la realidad. Ja...qué ilusa. Por un segundo pensé que todo había sido un mal sueño y que al abrir de nuevo los ojos, me encontraría en mi habitación decorada con conchas, una alfombra de terciopelo azul, tan suave como la espuma, y un gran ventanal que me ofrecía todas las noches una fabulosa visión del cielo estrellado que rodeaba a Tierra de Partida. Mi hogar. Pero no era así, la realidad estaba ante mis ojos y tenía que aceptarla. Aunque deseara lo contrario.



Un último recuerdo, el más brillante de todos, cruzó mi mente como una estrella fugaz fugitiva.


"He hecho estos amuletos para nosotros" Sonreí bajo un cielo estrellado. "Pillad esa."


"¿Oh?" Terra lo cogió al vuelo y lo miró detalladamente. Ven también cogió el suyo.


"Woah, ¿Para mí también?"



"Claro, uno para cada uno." Acerqué mi estrella azul y ellos hicieron lo mismo. Los tres amuletos, naranja, azul y verde, se juntaron en un mismo punto. Mi mirada se dirigió al cielo. "En algún lugar ahí afuera hay un árbol que da frutos en forma de estrella. Esa fruta representa un vínculo inquebrantable." Caminé un pasos hacia atrás. "Así que mientras unos amigos lleven un amuleto con esta forma...Nada los podrá separar. Siempre hallarán la forma de volver a estar juntos. " Dije mientras lo miraba fijamente. "Técnicamente había que hacerlos con conchas...pero se ha hecho lo que se ha podido jeje."



" ¿Sabes? A veces sale la chica que hay en ti. "


"¿Cómo qué a veces?"


"Entonces...¿Esto no es un amuleto de verdad?" Preguntó un poco desilusionado Ven.


"Eso ya se verá." Sonreí con ternura y guiñé un ojo. "Pero eso sí, si que les he lanzado un pequeño hechizo. 


"¿En serio? ¿Cuál?"  El entusiasmo volvió a los ojos del pequeño y Terra volvió a desordenarle el pelo.


"Un Vínculo Inquebrantable." Levanté mi estrella hacia el cielo, Terra hizo lo mismo y Ven nos imitó. Su brillo de diferentes colores conjuntaba a la perfección con los miles de farolillos que adornaban la bóveda oscura.


-o...o-


-Siempre juntos...Encontraremos la forma de volver a estar juntos.- Le susurré a la nada, sin aflojar ni un ápice mi agarre, mientras mi voz se veía envuelta por el murmullo de las olas. Me levanté y contemplé el horizonte con un brillo especial en los ojos.



"Ja...Superación...suena tan lejos..."


"Pero no. Aunque estés roto, dormido, recuperando ese trozo de tu corazón dañado por quién te robó la alegría que tantos días nos regalabas y que nos daba alientos para esforzarnos por nuestro sueño...Mi amigo, mi hermano pequeño a quién proteger y al que le fallé..."


"Aunque estés poseído, perdido, luchando por recuperar tu razón, tu corazón y tu cuerpo. Por encontrar el control y expulsar de ti a esa persona que te carcome cada vez más con su envidia, su rencor, su odio y oscuridad...llevándose tu verdadero ser; paciente y familiar...A quién yo amo..."


"Yo...seguiré luchando. Me liberaré. Esta chica que ha cometido muchos errores y que también ha hecho cosas buenas no ha dicho su última palabra en esta historia. Es solo el principio de un largo camino. He prometido que os salvaría."



"Te despertaré. Y volveremos a reír todos juntos."


"Te liberaré. Y por fin podré decirte lo que en verdad siento."


"Saldré de aquí. Y dejaré de sufrir por mis errores y por las acciones de otros."


"Solo...esperad un poco más."



~"Si las cosas hubieran sido de otra manera...

¿Donde estaría yo ahora?"~


El murmullo de las olas se hizo más fuerte y la valiente guerrera...por fin vio la luz.




~~ Bueno, es la primera vez que escribo sobre esta saga, pero me ha encantado esta historia y necesitaba hacer algo <3 La canción que me inspiró es la que está en la multimedia, si la escuchan mientras leen, estoy segura de que se meterán mucho más en el papel. Y nada más que decir, espero que les haya gustado. ~~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top