Capítulo 9 "Museo de Louvré"
¡Gracias a todos porque ya llegamos a las mil leídas!
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— ¿No piensas levantarte nunca de ahí?
Preguntaba Cynthia a Jane, quién pasaba ya casi una semana pegada a la misma cama sin hacer o mover algún musculo, no se había bañado ni tenía ganas de comer.
—Espero pacíficamente mi muerte—dijo en un tono deprimente.
—Ya basta—Cynthia le quitó las cobijas—, ¡Mírate, Jane! Esto no es sinónimo de que tu vida se vaya a destruir.
—Es que eso... ya pasó.
Cynthia sintió un fuerte dolor en su garganta cuando escuchó eso, había hecho de todo para que Jane se sintiera mejor, intentar alegrarla o cosas por el estilo. Pero sus esfuerzos eran más inútiles que el otro y no tenía manera de lograrlo.
Así que decidió darle una buena noticia.
—Jane, he conseguido tres boletos. Julian, tú y yo.
— ¿Para?
— ¡Francia! He oído que ese lugar es magnífico y pacífico, la gente es amigable, los lugares son hermosos, los paisajes maravillosos, ¡En fin! Estoy segura que podrás superar todo y seguir adelante allí.
—No quiero irme a vivir a Francia...—musitó Jane con cansancio.
—Bueno... volveremos a Inglaterra cuando te sientas mejor y lista para seguir con tu vida.
—Pero no tengo dinero....—volvió a decir.
—Ya vamos, pagaré todo... no te preocupes.
Jane se levantó bruscamente de la cama, estaba despeinada, sucia, con gripe, somnolienta y siempre con unos ojos tan hinchados de tanto llorar, Cynthia suspiró, no le gustaba verla de esa manera. Así que se apuraron a hacer su equipaje y partieron a París esa misma tarde.
Se instalaron en un hotel cómodo y económico, Julian estaba emocionado, pero no dejaba de hacer preguntas respecto a su padre, mientras se instalaban... Jane decidió abrir ese tema de conversación.
—John sigue creyendo que fuiste tú quién nos delató, pero por lo que dijo Linda la otra vez... deduzco que te espiaron.
—Oh sí, eso... no fui yo, y con que me creas tú... me doy por bien servida.
—Cynthia, yo no creo en eso.
—Gracias... pero tengo un poco de culpa—suspiró con profundidad—, si me hubiera fijado mejor...
—Si él o la idiota que te siguió aprendiera a respetar la privacidad... de todas formas, lo que hicimos no fue correcto—dijo Jane vencida.
Como llegaron en la noche, solo comieron un poco de cenar y durmieron tranquilamente. Cynthia había alquilado un tour por toda la ciudad para que Jane no se quedara encerrada en su cuarto, pero en diferente país. Así que la primera parada de ese tour... fue al más recóndito y popular Museo de Louvré, Jane siempre quiso ir a ese lugar, pero con lo deprimida que estaba... ni siquiera sonrió o algo por el estilo.
—Oh vamos, estás piezas son bellísimas, el lugar lo es en general—dijo Cynthia, intentado subirle el ánimo.
—Sí... bueno, yo...
Jane se quedó sin palabras al ver que a lado de ella, estaba otra persona que nunca se imaginó ver, había escuchado que huyó de Estados Unidos para evitar cumplir una condena en la cárcel y de esa manera, inauguró el fútil año de 1971, exacto, hablaba del mismísimo Jim Morrison.
—Mira, es Jim—le dijo a Cynthia.
—Sí, escuché que se vino a París para no cumplir una condena—Cynthia dijo y seguía tomando fotografías.
—Eso no me importa... leí un artículo en la revista que "sacaba los trapos sucios de Linda- la nueva señora McCartney", y uno de todos esos... fue que había mantenido relaciones con Eric Burdon, Jimi Hendrix, Clapton y... ¡También él! Además de que ella me dijo que había tenido un breve romance con Mick Jagger.
—Toda una groupie.
—P-pero... Si tenía tantas opciones, famosos en el mundo del rock, mucho más fáciles de conquistar... ¿Por qué se quedó plagada con mi Paul? Cuando ella le empezó a hablar a Paul... ¡Yo todavía estaba comprometida con él!
—No sé, tal vez quería el premio gordo, tal vez ellos fueron su manera de ensayar para llegar al objetivo final.
—No, no creo que quisiera dejar la oportunidad de ser millonaria tan fácilmente, eso sería mucho más fácil que casarse con Paul... pero ¿Por qué? ¡Por qué con él!
—Ya basta Jane, no podemos meternos en la mente de Linda, sigue caminando.
Cynthia y Julian siguieron con el tour, Jane se quedó pensando y contemplando a Jim a lo lejos, en lo que lo esperaba para hablar con él, pudo recordar unas palabras de su hermano Peter.
—Estoy muy asustado—le dijo.
— ¿Por?
—Una loca groupie quiso tener sexo conmigo, pero... ¡No sabe que yo soy de Gordon!
—Espera, ¿Qué?—Jane runció el ceño.
— ¿Lo dije o lo pensé?
"¿Una loca groupie? Eso fue en 1967, tal vez me estoy pasando de paranoica... pero, ¿Si Linda era esa mujer que quería relaciones con mi hermano y buscó venganza por eso? No, no te pases, mejor ve a hablar con Jim, no voy a dejar a Linda ganar tan fácil y le haré pagar por todo." —Jane pensó decidida y caval.
Se acercó lentamente ante el personaje que tanto había espíado.
—Wow... ¿Jim Morrison?—Jane preguntó.
Él volteó lentamente y portaba unos lentes negros, acompañado de una camisa azul cielo y unos típicos pantalones de cuero. Jane quedó impresionada.
—Oh... lo confundí.
—No, no, soy yo.
—Ah... hola—sonrió—, creí que eras más delgado.
—Creí que eras más pelirroja.
— ¿M-me conoces?
— ¡Claro! ¿Cómo no conocer a las mujeres de los Beatles? Todo el mundo habla sobre ello—dijo tranquilamente—, además... yo tengo una obsesión con las pelirrojas.
—Eso explica a tu pareja—dijo Jane con un poco de ego.
—Sí—se entristeció cuando le mencionaron eso.
—Y... ¿Dónde está ella?
—Es amante de un conde francés, fue con él aunque me dijese lo contrario, nos engañamos y peleamos, tenemos una relación muy conflictiva...—le pesaba decir esas palabras— Pero yo la amo a pesar de todo.
—Oh, eso es muy lindo...
—Sí, me alejé del mundo de la farándula, pero aún es viral todo lo que pasa con los famosos Beatles y sus novias, claro, si no te molesta que pregunte—dijo Jim con curiosidad.
—Creí que ya sabías, la maldita prensa se ha encargado de destruir verdaderos sentimientos para volverlos una cosa aberrante y monetaria.
—Siempre hacen eso, te entiendo—Jim le tomó el hombro.
Jane y Jim se fueron al pequeño jardín del museo y se dedicaron a hablar de sus penas. Fue con él con quién se sintió libre en expresar el dolor real que tanto le aquejaba desde que vio las terribles noticias en dónde transmitían la "fantástica boda de los McCartney" y de cómo había pasado los últimos meses de 1970 en total llanto y depresión. Jim no se quedó atrás, él tenía muchas cosas para quejarse también, de la injusta condena que había recibido, de lo mal que se sentía y su manera de recurrir a las drogas. Después de que Jane escuchó todas sus quejas y peticiones, al fin tuvo el valor para ir a lo que a ella le interesaba.
—Mmm... Hablamos de lo tuyo, pero solo por curiosidad, ¿Es cierto que tuviste sexo con Linda?
— ¿Eh?—recordó con dificultad— Sí, sí me acuerdo... una rubiecita que fingía escucharme y sólo quería tomarme fotos, sí...
— ¿Y? ¿Te quería conquistar o algo así?
— ¡Claro! Ella me quería sólo para ella, me quería alejar de Pamela... de mis amigos; Ray, Robbie y John, de mis otros compañeros, me quería controlar. Decía cosas como: "No necesitas de esos tres para ser grande" o, "Tú puedes dar una mejor carrera solitario, yo te ayudaré". Dime paranoico, pero creo firmemente que estaba obsesionada con ser una estrella del rock o algo parecido.
Y es ahí, donde Jane empezó a unir las piezas del rompecabezas.
"Paul antes de lo que pasó estaba separado de los Beatles, lo alejó de muchas maneras... eso quiere decir... quiere decir qué... ¡LINDA QUIERE ARMAR UNA BANDA! Y por eso quiere a Paul a su lado, ¡Eso explica todo!"
— ¿Jane?—Jim la miró con extrañeza.
—Eh—ella volvió a la realidad—, nada, lo siento... si te escuché, solo era curiosidad.
—Bueno... nos vemos.
— ¡Espera!—lo detuvo del brazo antes de que se fuera— ¿Tienes algún número para seguir en contacto?
—Oh, sí, claro...
Jane no solía pensar con frivolidad o egocentrismo, pero cuando recibió el papelito con el número del lugar donde Jim y Pamela se estaban quedando, sintió como si la sangre le hervía por las venas, y en su mente ya se le ocurría un plan genial y brillante.
Los días que siguieron, Jim y Jane se empezaron a citar más y conocerse uno al otro, ambos contaban lo que les aquejaba y él no tenía ni la más ligera idea de que estaba siendo utilizado para un plan vengativo en contra de Linda, pero aquí la pregunta era... ¿De qué manera se iba a vengar Jane? Pues daría su primer paso.
—Yo creo que las cosas ya mejoraron en Estados Unidos, si hacer música, si crear poemas y darles música de fondo es tu pasión... ¡Deberías volver a ello! Con tus amigos, con tus fans, todos te extrañan—dijo Jane compasiva.
—Lo sé, y cada vez lo extraño más... pero aun no arreglan mi situación legal.
—Pero deberías hacer cara a ello, arreglarlo y luego seguir con naturalidad tu vida, ¡Tus sueños!
—Sí... creo que tienes razón Jane—le tomó sus manos—, quiero volver a Estados Unidos.
"Pero antes, me harás un gran favor" —Jane se estaba volviendo en una especie de maléfica de closet.
Volvió a su departamento con Cynthia, ella estaba muy enojada, porque desde que llegaron a París, no hicieron juntas, Jane se dedicó a irse con Jim nada más y a hablar sola durante sus largas duchas.
— ¿Puedo saber?
—Claro que puedes, voy a usar a Jim Morrison para vengarme de Linda.
— ¿Cómo lo harás?
—Ya lo verás Cynthia...—dijo con una sonrisa perturbadora— ¡Ya lo verán todos! ¿Crees que voy a dejar que me gane tan fácil? ¿Crees que me di por vencida así sin más? ¡No! Tengo el plan perfecto que hará que Paul se separe de ella... ¡De una buena vez y para siempre!
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