Capítulo 23 "Enfrentamiento"

N*AS

Capítulo para los desvelados jejeje.

¡Gracias por sus buenas vibras! Saqué 8 en mi examen extraordinario de Química, es una maravilla saber esto <3, ¡Muchas gracias por sus comentarios de aliento y ayuda!

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Jane era la más escéptica de las cuatro, miró con desconfianza y hasta ingratitud las palabras de Pattie, mientras que ella parecía estar mucho más segura de sus palabras. Cynthia no juzgaba, estaba abierta y dispuesta saber más teorías, por más improbables que parecieran.

— ¿Por qué dices eso? —cuestionó con el ceño fruncido.

—Oh... les diré en seguida...

Pattie procuró que ninguna Apple Scruff la escuchara, miró a los lados para asegurar que George o Ringo estuvieran presentes. Una vez que halló el camino despejado, corrió por un pequeño baldío a lado de los estudios de Abbey Road, hizo señas de que la siguieran. Cynthia le siguió, Jane fue después y Mo' no se sentía invitada, hasta que Jane la jaló de sus brazos. Llegaron a un lugar sumamente recóndito, en dónde su único compañero era un perro abandonado.

—George es un gran fanático de la cultura hindú, investiga mucho sobre esas cosas. Yo, en particularidad para salvar nuestro matrimonio, decidí hacerlo.

—Entonces... ¿Vienen detalles sobre brujería o así? —preguntó Jane.

— ¡No! Como no me llamó en lo más mínimo la atención, estuve buscando otro tema. Brujería: Negra y Blanca, y... por lo que entendí... John y Paul tienen todos los síntomas de estar francamente hechizados.

— ¡Explícate, Patricia! —pidió Cynthia desesperada.

—Tranquila, tranquila—Pattie movió sus manos en frente, como señal de protección—, les diré los síntomas y visiones de una persona embrujada, ustedes lo determinarán. No sé cuánto tiempo esté pasando esto, pero preveo que tal vez... estén maldecidos desde mucho, muchísimo tiempo antes.

Boyd dijo:

- Malestar en todo el cuerpo; decaimiento general, debilidad falta de energía.

Jane recordó como estaban los chicos, sin poder moverse, como muñecos... eso le hizo entender la primera señal.

- Fracasos continuos en el amor sin causa aparente, interferencias para lograr una relación amorosa duradera y feliz.

Jane volvió a recordar la situación de Paul, todos esos tropiezos que tuvieron para lograr su amor.

- Perdidas continuos de dinero gastos inexplicables; fracaso en los negoción y contratiempos en todo lo que emprenda relacionado con el bienestar económico y material.

Las cuatro chicas recordaron el fracaso y la pérdida de dinero que había llevado la Apple Corps en esos instantes.

- Verse constantemente involucrado en realidades, intrigas, chismes, mentiras y problemas con todo el mundo general, llevando la peor parte de cada una de estas situaciones.

Cynthia recordó los problemas que tuvo John a principios de 1969 y finales de 1968,

- Continuo de dolores de cabeza, sentirse un peso en los hombros y en la nuca, insomnio pesadillas frecuentes, desasosiego general, nerviosismo inexplicable, falta de paz espiritual.

- No hallarse bien y sentirse intranquilo, ni en su casa ni en su trabajo, ni en ninguna otra parte donde se encuentre, viviendo en zozobra y depresión profunda y grande.

Cynthia sintió como las veces en que John se despertaba enloquecido, su insomnio crónico de él y sus temores, volvían a hacerse presentes.

- Situaciones muy notorias de frecuentes accidentes, ya sean de tránsito o de cualquier otra índole, que excedan lo normal.

- Accidentes raros y en muy extrañas y raras situaciones, sin explicación ni lógica alguna.

Curiosamente, John y George habían tenido accidentes fatales, ambos en 1969.

- Cambio repentino de personalidad, cambio violento de actitud, hacia familiares, amigos conocidos, graves cambios con los hijos y con la esposa.

- Violencia y agresividad desmedida para con extraños y con los seres queridos.

"John era peculiar, raro, desinteresado. Pero desde 1968, hace todo eso, tuvo un cambio terrible con todos, conmigo...con Julian, se volvió extremadamente violento." pensó Cynthia, conforme Pattie decía las palabras.

- Desgano general ara el trabajo y para emprender cualquier plan, actividad o labor por pequeña que esta sea.

- Una actitud negativa y pesimista ante la vida en general, ver el futuro oscuro sin esperanzas, ser fatalista, vivir echado en una cama, con total desgano para comer, asearse salir de casa.

Pattie temía que sus compañeras la vieran con extrañeza o la tildaran de loca, pero no, desafortunadamente, más de un síntoma eran presentes para Lennon y McCartney.

—Pero eso no explica gran cosa, si suponemos que John y Paul fueron "embrujados" desde el 68... ¿Por qué actuarían así ahora? Digo, tuvieron malos y buenos momentos, se supone que debió haber reinado la maldad en todos estos años—dijo Jane, aún sin querer creer.

—No, no Pattie, cuando te embrujan... no es para siempre, y tiene distintos niveles. No podemos saber si han efectuado anteriormente está acción. Con Paul no lo has visto tan seguido, pero... ¿Ahora? ¿Dejarte de hablar de esa manera? No tengo duda, están embrujados.

—Y... ¿Si tan sólo es una broma de ellos? —cuestionó Mo' pesimista.

Cynthia dio la media vuelta y miró al perro que comía lo primero que se encontraba a lado del basurero. Lo acarició sin temor y permitió que sus lágrimas salieran lentamente. Pattie fue la primera en darse cuenta y fue a consolarla, a preguntar el motivo de su llanto.

—No, no puede ser. Conozco a John Lennon desde 1957—dijo en respuesta—, nada de lo que él hacía me sorprendía, nada, absolutamente nada. Lo conocía de pies a cabeza, hasta que cambió radicalmente. Últimamente, con esta aventura y desde que se involucró con la señora Ono, definitivamente, ya no es el mismo del cual me enamoré. Muchos me han dicho: "Cyn, él ya ha cambiado, todos lo hacemos". Lo sé, pero no lo asimilo ni lo acepto. Pasado ayer, cuando lo sacaron del restaurante a patadas por no pagar, y fue a hablarme, lo sentí por primera vez sincero, más sincero que nada ni nadie en este mundo. Podía notar sus ojos, ya no mentía, no estaban agitados. Era John Lennon, era John Winston Lennon otra vez, por eso—se limpió la nariz—, acepté a una nueva oportunidad. El títere que iba en coche no era John, ni siquiera era alguien... no sé qué está pasando, es algo que me perturba y estresa demasiado.

Pattie le dio palmaditas en la espalda, ella dejó de acariciar al perro y este partió de nuevo por su camino. Jane no sabía que decir, sabía perfectamente los sentimientos que ella tenía, mientras que Maureen, la más sentimentalista, acompañó en cuestión de tristeza a su gran amiga. Jane suspiró y dijo decidida:

—Broma... no sabemos, brujería, no sabemos. Pero ¿Qué queremos saber? La verdad, tenemos que saber si en verdad ellos pueden hablar, o son presos de algún ente maligno, queremos conocer que está pasando. Eso es todo.

—Definitivamente—apoyó Pattie—, no los podemos dejar así. No podemos ser negligentes y decir... "Púes que hagan lo que quieran"... ¡No! Definitivamente no, por ellos, son nuestros amigos, amigos de nuestros esposos, nuestros chicos, no los dejaremos. Nos uniremos como "Beatle- Girls" si es necesario.

—P-pero... ¿Qué haremos? —Cynthia intentó tranquilizarse.

—Le diré a Ringo que contacté a ambos para que vengan—propuso Mo'—, no importando si vienen con Yoko y Linda, lo vital es que se presenten.

—Y... ¿Qué más? —preguntó Jane.

—Escuchen... se me ocurre un plan...

(...)

En la llamada telefónica:

—P-pero... Starkey—decía la voz atolondrada de Yoko— ¡Él no puede ir! Está sumamente cansado y dormido, tienen que esperar hasta mañana.

—Lo siento Yoko, pero es de sumamente necesario que venga aquí. ¿Estás con Linda o algo por el estilo?

—No... ¿Por qué?

—Curiosamente, Paul también tiene... "mucho sueño".

—Ni siquiera me fui con Linda—mintió—, pero no, no puede ir... ¿Para qué lo quieres? Yo atenderé sus asuntos.

—Escucha—Ringo era muy pacifico, pero las palabras de Yoko lo hicieron enfadar—, no tengo nada en contra de ti, en serio, o de tu relación con John. Pero por favor, te pido que venga, es cuestión que un BEATLE tiene que atender, no tú. Está bien que hayan aceptado ese término de "Ser uno solo", pero entiende que John es John, John es mi compañero, John es un Beatle. Veremos la decisión final, Eastman o Klein, no más. Y tú, no puedes estar presente sola, si no vienes con John, mejor ni vengas, solamente dile que es realmente urgente que se presente.

—De acuerdo—asintió Ono con enojo—, iremos para allá.

Ringo, con influencia de Maureen, lograba convencer a Linda y Yoko de presentarse nuevamente a los estudios con John y Paul. Yoko se mantuvo fuerte, pero terminó accediendo, lástima que Linda...

—Paul dice que Eastman, es su suegro, claramente.

—Linda... ¿Podrías pasarme con él? —preguntó molesto.

—No, no puedo Ringo—su voz se escuchaba bastante nerviosa—, ¡Está en el baño!

—Bien... ¿Van a venir? No basta con que tú digas el apellido que tu padre se puso al estar en Estados Unidos, ¡Él necesita firmarlo!

—Ringo... carajo, ¿Cuántas veces te tengo que decir que no puede? ¡Dejen la sesión para mañana!

— ¡Allen Klein es un hombre de pocos escrúpulos y cero paciencia! —exclamó furioso— ¡Vengan, tardará menos de cinco minutos! A menos de qué... quieras que nosotros vayamos directamente hasta su departamento.

— ¡NO! —gritó aterrada— ¡Iremos allá en cinco minutos!

George, Pattie, Ringo, Maureen y Allen Klein esperaban tranquilamente en la sala principal de los estudios, escondidas se hallaban Cynthia y Jane, esperando el momento preciso para ejecutar el enfrentamiento.

A diferencia de lo que había dicho Linda, no estuvieron allá en cinco minutos, sino en una hora entera, y fue una tremenda "casualidad" que las dos parejas llegaran simultáneamente.

Y las pobres de Yoko y Linda, tenían que cargar con los cuerpos pesados de John y Paul, quienes ya ni siquiera se podían diferenciar si eran títeres gigantes o personas auténticas.

—Hola, ya están aquí—dijeron al mismo tiempo y los votaron en un sillón.

—Mmm... ¿Se pueden despertar? —preguntó George con el ceño fruncido.

—Son unos flojos, denle tiempo—dijo Linda y se sentó a lado de Paul, cruzó sus piernas y miró atentamente el escritorio—, ¿Qué asuntos son?

—Decidiremos formalmente si... el nuevo administrador de finanzas será el buen Allen Klein o el demonio judío de tu padre—respondió Harrison con sátira.

—John dice que Eastman—aseveró Yoko.

— ¡Jajaja! —Ringo río enfáticamente— Eso es imposible, John jamás diría eso.

—Me lo dijo en el coche.

—Dilo, John.

Pero no, ambos seguían completamente dormidos, como si realmente estuvieran muertos. Yoko, estúpidamente, acercó su oído a los labios de John y dijo:

—Eastman.

—No somos tarados—señaló Ringo.

—Bueno... ya, ¿Por qué nos citaron? Saben excelentemente que Paul prefiere a mi padre, no sólo porque es su suegro. Sabe a la perfección la disposición profesional y experta que tiene el gran Lee Eastman, mi señor padre, no por nada, mi hermano es su abogado—dijo Linda presumidamente—, así que no era necesaria nuestra presencia aquí. Nos iremos.

—Lo mismo, él ya dijo Eastman, si ustedes no quieren creer—Yoko iba a cargar a John—, es su problema.

George y Ringo se miraron enfáticamente, ellos sabían del plan que ejecutarían las "Beatle-Girls" pero si se iban... no podrían hacerlo. Pattie y Mo' se vieron con ese mismo enfado y decidieron actuar antes de que fuera demasiado tarde, por su parte, Allen Klein estaba sumamente confundido, pero ese sería el factor suficiente.

—John... pero creí que éramos amigos, te brindé acciones detalladas de lo que haría en el primer mes de finanzas... ¿Sabes por lo menos el plan de trabajo del señor Eastman?

Lo único que recibió Klein como respuesta, fue un "Urggg", producto de un la garganta destrozada de Lennon.

— ¿John?

—Ya basta—Yoko lo logró levantar—, sí, sí lo conoce. Lo vimos ayer en la noche.

—Nosotros decimos Klein—dijo Ringo e impidió el paso.

—Pero John y Paul son los dueños de Apple Corps—Linda no tenía ni idea de lo que decía—, así que su decisión es inapelable, gana Eastman.

—Me gustaría hablar con ambos, a solas—pidió el inocente Klein.

—No, no, imposible—ya iban de salida—, no, no...

Pattie y Mo' debían actuar, así que Ringo se puso frente a la puerta. Alguien tomó las manos de Yoko y Linda, eran las primeras, hicieron que Paul y John se cayeran sobre la alfombra y las sacaron de los estudios. Se provocó una discusión que interrumpió las sesiones de grabación de otros artistas, (entre ellos, Mary Hopkin), pero lograron el objetivo, al dejar a Lennon y McCartney listos para una observación minuciosa.

—Perfecto—Jane salió de su escondite y Cynthia le siguió—, ¡A verlos!

—No hagas mucho ruido—dijo Ringo, mientras su espalda mantenía la puerta cerrada.

—Me... me estoy confundiendo—confesó el pobre Allen Klein.

—Shh...—George lo chitó.

Jane miraba a Paul y Cynthia a John. Inconscientes, sin ganas de moverse, tenían los ojos casi abiertos e intentaban emular un par de palabras, sin éxito. Su piel se había vuelto más blanquecina de lo normal, John tenía la misma ropa que hace dos días y su respiración parecía casi inexistente. Tuvieron que revisar todo rápidamente, ya que Yoko y Linda estaban desesperadas por entrar de nuevo, provocaron una gran discusión con Maureen y Pattie, que pudo haber acabado en pelea.

—. ¡Rápido! ¡Mira eso! —dijo Cynthia aterrada.

La prueba final, aquello que determinaría completamente que estaban embrujados, era si tenían la manzana de su garganta mucho más débil, casi como una gelatina. Ambas tocaron el cuello de sus chicos, y sí... pudieron comprobarlo...

—Brujería—dijeron al mismo tiempo.

Luego, el pobre Ringo, ya no podía sostener la puerta. Agentes privados de los Eastman intentaban derribarla, Yoko y Linda no dejaban de gritar, en cualquier momento... ellas se harían presentes y podrían hacer las peores cosas con cada uno de los que se hallaban en la sala. George gritó:

—. ¡Salgan, pueden matarlas!

Desesperadas, Cynthia y Jane se miraron con terror, no podían esconderse, ya no había lugar. La puerta fue bruscamente golpeada con un palo de madera, que terminó por destruir justo a unos centímetros de la cabeza de Ringo, él estaba nervioso, sus ojos azules se abrieron con lágrimas de miedo. George estaba intentando hacer que John y Paul reaccionaran, Allen Klein quedó estático ante tanta emoción.

—No tenemos alternativa—dijo Cynthia—, tenemos que salir antes de que...

La manija ya había sido destrozada, ya era cuestión de abrir, Ringo dio un grito como de niña, así que sin decir nada... Jane y Cynthia corrieron hasta la ventana, era su única alternativa para salir, salieron literalmente, volando por ahí. Los vidrios rotos que sonaron en el asfalto de Abbey Road, provocaron el miedo, y despertaron la curiosidad de las Apple Scruffs, ellas cayeron de espaldas y rectificaron que no tuvieran ningún daño. Escucharon el sonido estridente de la puerta abrirse y el grito desgarrador de Ringo, no dejaron perder ningún momento. Jane sacudió los vidrios que quedaron en su cuarto, ayudó a Cynthia levantarse, huyendo lo más pronto de ahí.

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