Capítulo 10 "Plan"
—P-pero Jane...—Cynthia escuchó petrificada— ¿Por qué lo harás? Más bien, ¿Qué harás? ¡Eso no es lo correcto!
—Y dime, ¿El chantaje de los Eastman fue lo correcto?
—No... pero ¡No puedes pagar de la misma manera!
—. ¡Estoy harta de ser la buena de la historia!—gritó Jane con desesperación— ¡Los buenos nunca ganamos! Algo que he aprendido durante este periodo es... ¡Si no tienes las agallas y la falta de valor para hacer algo, nunca ganarás! Siempre permitirás que te pisen y te hagan mierda, eso fue lo que hizo Linda conmigo, ¡Pero ya no se lo voy a permitir! Es mi turno de ganar.
—P-pero Jane... eso no es verdad, ¡Las personas buenas siempre ganan!
—No quiero sonar grosera, Cyn... ¡Pero tú y yo fuimos timadas! ¿Cómo lograste ser la esposa de John? ¡Con paciencia y mucho amor! ¿No estás enojada de que algo que te costó tres años en hacer, Yoko lo haya hecho en menor tiempo? ¡Pues yo sí! Linda no estuvo ahí en la maduración de Paul, no estuvo ahí en sus peores momentos, ¡Yo sí! ¡Tengo derecho a quedarme con él!
—Bueno... nuestra situación es distinta, John me dejó, tengo que respetar sus decisiones.
—. ¡Pero no te puedes quedar de brazos cruzados! ¿Yoko estuvo ahí cuando John no era nadie? ¡No! Ella lo conoció cuando ya era famoso, ¿Y tu tiempo de antigüedad? ¿Eso no vale? ¡No, no, y no! Me voy a vengar de Linda, y tú deberías hacer lo mismo con Yoko.
—Es que no puedo—aceptó Cynthia decaída—, a pesar de todo el daño que me hicieron los dos... jamás podré pagarles con la misma manera. Yo te recomiendo que no lo hagas, ¡Tal vez Paul si tenía razón! El verdadero amor siempre triunfa.
—No en está historia, ¡No es una telenovela mexicana!
Jane se cepilló el cabello y le dio la espalda a Cynthia. Tenía una combinación rara de sentimientos que no la dejaban pensar ni siquiera un poco, era una mezcla extraña: odio, resentimiento, dolor y tristeza. Ella nunca hubiera hecho eso, jamás usaría a una persona mentalmente inestable como Jim Morrison para lograr sus objetivos crueles y terribles. Pero estaba en esa etapa en dónde todo aquello que "nunca haría" se volvió en parte "lo que estoy dispuesta a hacer".
Y ella haría de todo para vengarse de Linda.
—Además, no sé tú, pero yo no tengo sentimientos de odio. Mi corazón es demasiado bueno como para llenarlo de resentimiento.
—Pues ese corazón bondadoso, jamás triunfará en nada—Jane se puso los aretes y salió del departamento.
Cynthia debería haberse sentido dolida por las palabras tan crueles que escuchó y que hirieron su moralidad, pero no pudo. Simplemente, era Jane, era ella quién lo había dicho. A pesar de un insulto, (casi) ella todavía mantenía su postura.
—Madre de Dios, pongo en tus manos la cordura y bondad de Jane, no dejes que el odio ciegue y destruya su vida—rezó.
Pero era demasiado tarde, Jane estaba dispuesta a usar todas sus propias tácticas para ganar está batalla. Era su momento para hacerlo, puesto que Linda creía haber sido la ganadora, no sabía lo que le esperaba.
Jim y Pamela se estaban quedando en un cuarto de una modelo francesa llamada Elizabeth "Zo Zo" Lariviére, se podría decir que Jane se había vuelto una especie de amante para Jim, o una "Pamela II" como él podía pensar. Y ella lo aceptaba, no le importaba revolcar su dignidad con tal de lograr sus objetivos. Conocía los pasos y los horarios de la pareja Morrison a la perfección, y también los de "Zo Zo", así que el momento indicaba que era momento de hacer su segunda parte del plan.
—Hola Jim—dijo ella al llegar.
—Hola, pasa, tienes suerte. No está "Zo Zo" ni Pamela.
—Mira... qué casualidad—mintió, sabía que ellas no estaban.
A pesar de todo, Jane disfrutaba mucho la compañía de Jim, podía deducir que si ellos no hubieran estado con otras parejas, su relación hubiera durado mucho. Era una figura misteriosa e icónica de la época, aunque claro, un rebelde para los burgueses y ella lo había visto así durante sus primeros años de su carrera, en el año de 1967, para ser exactos.
—Jim... deberíamos tener una relación o algo así—le dijo plagada por su belleza.
—Creí que ya lo teníamos—respondió pícaro.
—No importa, lo que sea...
—Pero Pam...
—Dijiste que te engaña con un conde, ¿No?
—Claro, eso hace—admitió entristecido—, pero... a pesar de todo, la amo con desdén y locura. Hemos vivido tantas cosas desde hace unos años, me ha soportado tantas cosas y yo a ella. Somos un raro complemento, un Ying-Yang que funciona a la perfección... no voy a romper eso.
—Entonces... ¿Seré el segundo plato?—cuestionó Jane intencionalmente, tampoco tenía interés de darle celos a Paul con Jim.
—Pues... lamento decirte que sí, no creas que porque eres famosa tienes un lugar más importante que Pam—dijo Jim mientras encendía su cigarro—, las famosas no me gustan, ni siquiera Nico.
—Descuida—suspiró, fingiendo dolencia—, lo entiendo. De todas formas, creo que mi único amor se ha casado para siempre con los labios que te besaron.
Jim entendió y sabía que Jane y él no podían tener algo de amantes o siquiera formal. Eso lo comprendió, era una persona sabia y sensible, podía notar que su único gran amor era Paul McCartney.
—Deberías volver con él.
—Quiero, pero no puedo. Todo esto lo hago por su libertad, y ellos están casados.
—Linda se veía tan buena, y tonta—dijo Jim, recordando viejos tiempos—. No puedo creer que haya hecho semejante cosa.
—Sí...—Jane se notaba triste— La única manera en la que ellos pueden romper es... sí Linda es infiel.
Jim miró a Jane con unos ojos de sorpresa y en cierto punto, sabía lo que quería dar a entender. Jane lamió los sus labios, intentando notarse "atractiva" o por lo menos, tentativa.
—Entiendo... ¿Quieres qué...?
— ¡Te ayudaré a retomar a los Doors! A pagar la fianza, no sé... algo importante, en algo te puedo ayudar, si tú me ayudas...
—Espera, espera ¿Tener relaciones con Linda?
— ¡Sí! Yo tomaré las fotos y se las enviaré a Paul, a un abogado, a la policía, a la prensa, ¡Yo que sé! Paul se separará de ella, Linda no tendrá poder de decir nada y... ¡Seré feliz con él!
—P-pero ¿Yo como gano?—preguntó el astuto Jim.
—Bueno, cuando las cosas mejores, mi hermano Peter y yo convenceremos a mi madre de que vuelva a darme el prestigio que perdí, luego de eso, tomaré parte de toda mi herencia otra vez... y ¡Puedo pagar al juez que sea o a quién sea para que no seas linchado en Estados Unidos! ¡Piénsalo Jim! Puedes retomar tu carrera, tu poesía, ¡Tu arte! Y hasta a Pamela.
Jim escuchaba atentamente, no estaba convencido, pero las palabras magníficas de Jane fueron suficientes como para hacerle creer que era lo correcto.
—Podrás tomar la paz de nuevo, amor, poesía... ¡Todo lo que desees! Solamente por acostarte con la esposa de Paul, ¡Todos salimos ganando!
Jane estaba nerviosa, se arrepentía de haber confesado sus planes de una manera tan rápida, pensó que debió de haber dejado más tiempo. Sinceramente, Jim Morrison era de esas personas que no solían aceptar las peticiones ajenas o mejor conocidas como "ordenes", pero está vez, podía ser una clara excepción.
—De acuerdo, tienes razón. Te ayudaré y me ayudarás—asintió Jim.
— ¡Perfecto! Nos vamos a Inglaterra mañana mismo—Jane lucía bastante feliz.
—Espera... antes... necesito practicar.
—P-pero ¡He visto todo lo que dicen en la prensa sobre ti! ¡"Chaman del sexo"! ¡Increíble! ¿Cómo vas a perder tus dotes?—cuestionó ella temblorosa.
—Pero el tiempo pasa, Pamela me ha dejado solo y "Zo Zo" es una especie rara de lesbiana/travestí, además de que este tiempo sin drogas... me ha hecho mucho daño. ¿Qué tal si Linda no quiere tener nada conmigo? ¡He perdido mis dotes de sensualidad!
Jane sintió un gran nerviosismo correr por sus venas, no tenía interés de tener alguna relación sexual con Jim Morrison,
Pero estaba dispuesta a hacer todo lo que pudiera con tal de ganar. Además, si lo hacía, su plan saldría exactamente como ella lo espero. Nadie se enteraría jamás de eso, ella no se lo diría a nadie, ¿Qué es lo peor que podía pasar?
Sin más, Jane besó en el cuello a Jim y él tardó para volver a retomar su confianza sexual en sí mismo, tocó la piel blanca y delicada de Jane, le quitó la ropa con lentitud. A su lado, Jane parecía la experta en el sexo.
Fue un momento agradable para ambos, ya que habían pasado por tiempos difíciles y situaciones preocupantes que habían dejado la intimidad muy de lado. Jane se sintió maravillada, porque a pesar de lo que había dicho, pudo comprobar todos los rumores y habladurías que decían sobre tener sexo con Jim Morrison.
Se quedó dormida poco después de que acabó el encuentro, estaba preocupada, pero cruelmente feliz, no había duda de que ganaría esa batalla.
(...)
Jane sintió los rayos del sol caer sobre su enorme cabellera roja, miró el reloj que estaba a lado de la cama y se espantó. No quería preocupar a Cynthia, esperaba ver a Jim a su lado y poderlo despertar para que volvieran a Inglaterra, pero él ya no estaba.
Caminó descalza por todo el departamento de "Zo Zo", se había puesto su playera y un short de Pamela, temía encontrarse a la modelo o a la misma Courson, podían pasar cosas terribles si no encontraba a Jim primero para convencerlo de que hicieran su plan. Pero no, afortunadamente, ni Pamela o Elizabeth Lariviére se encontraban en el departamento. Sólo estaba Jim, tomando un buen trago de vodka y con unos cigarrillos alrededor. Jane lo miró con miedo, como si fuera otra persona que no conocía, se observaron, pero no dijeron nada, Jim sonrió con malicia y finalmente, le dijo:
—Te engañé.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top