Una puñalada en el corazón

"Y yo, siendo fuego, pude apagarme el día que mi calor, ya no era suficiente para tí, pero no fue así"🔥


Lo he perdido, él ahora está con ella y es feliz. Tal vez y ella sea la indicada para él, tal vez yo nunca lo fui, aunque una parte de mí aún me grita que soy yo, que él debería estar tomando mi mano y diciéndome a mí cuanto me ama. Pero yo lo deje ir y él se fue, siguió adelante. A mí aún me cuesta un poco seguir, verlos juntos es demasiado difícil pero lo intento. Lo intento todos los días, pongo una falsa sonrisa en mi cara y les digo lo feliz que estoy por los dos, no es del todo mentira. Ella es una gran persona, Amanda lo quiere y se preocupa por él. Ella lo hace feliz, es hermosa y quizás lo ame de la forma en que yo no pude. Espero que sea así, él se lo merece, James merece ser amado.

-Déjame contarles lo que nos paso el otro día-nos dice ella con gran entusiasmo.

Ellos tienen entrelazadas sus manos sobre la mesa y él la mira de aquella forma que solía mirarme a mí y siento otra punzada de dolor atravesar mi pecho. Sonrió, mis mejillas empiezan a dolor por fingir sonrisas pero es todo lo que puedo hacer ahora. Escucho vagamente la historia que ella cuenta, tiene que ser algo divertido porque todos en la mesa se ríen y hablan sobre eso. A todos nos agrada Amanda, ella poco a poco esta siendo parte del grupo. Lo extraño es que desde que yo volví me siento la intrusa, siento que ya no pertenezco aquí. De alguna forma es lo que hace todo aún más difícil. Las cosas han cambiado mucho desde que me fui, también han cambiado las personas junto a mi.

-Vamos a irnos de viaje-nos dice James.

Sonreír y fingir que todo esta bien. Callar y decir que me alegra verlo con ella. Decir y repetir una y otra vez que mi relación con él no tenía futuro cuando yo creí que sí. Tragar el nudo en mi garganta cuando él la abraza. Soltar toda esperanza cuando sus labios se juntan y sus manos no se separan. Agachar un momento la cabeza para contener las lágrimas y volverla a levantar con una sonrisa aún mas amplia. Decir estoy bien una y otra vez cuando todos me miran cada vez que él le dice algo romántico. Ignorar la pena y lastima en sus miradas. Ignorar todo y tratar de no sentir nada. ¿Pero como puedo hacerlo? Lo intento, en serio lo intento, he luchado contra este sentimiento por todo este tiempo y no puedo arrancarlo de mi pecho o de mi mente. ¿Cómo lo hizo él? A veces creo que tal vez él no me amo tanto como me decía o él creía. Si lo hubiera hecho estaría igual de miserable que yo. Pero no, él esta ahí sentado junto a ella, su nuevo amor, sonriendo y hablando como si entre los dos nada hubiera pasado. Suspiro y me rio de una broma que no escuche. Si él estuviera prestando atención se daría cuenta lo miserable que estoy, lo falsa que es mi sonrisa y lo hueca que suena mi risa. Pero él no me ve, ya no, ahora solo tiene ojos para ella. Me digo que solo necesito tiempo ¿Cuánto tiempo? Para eso no tengo una respuesta. Trata de ser positiva a pesar que algunos días me cuesta. Seguí adelante aunque algunos días lo hago solo por inercia.

-Será nuestro primer viaje juntos.-nos dice Amanda.

Mi teléfono suena y lo enciendo para leer el mensaje.

-¿A dónde van a ir?-les pregunta Alexander.

Leo con atención el mensaje y contengo la respiración mientras trato de procesar lo que acabo de escuchar.

-Quiero ir a Praga- dice Amanda.

Todos me miran a mí pero yo a penas tengo tiempo para analizar lo que ella acaba de decir. Me levanto de la mesa aún con mi mirada fija en mi teléfono y les digo que tengo algo importante que atender. Miento y camino hasta el baño con una sonrisa, estoy cansada de sonreír falsamente. Para mi buena suerte no hay nadie en el baño y dejo caer la máscara. Me sostengo del lavado porque siento que en cualquier momento voy a caer. Me cuesta respirar o pensar con claridad. Me miro un momento en el espejo y no me gusta mi reflejo así que aparto la mirada. Estoy cansada de todo esto, de James, de Amanda, de ver la lástima en la mirada de todos. De fingir que lo supere ¡Solo me fui tres meses y medio! ¿Cómo lo pude haber superado en ese tiempo? Si solo hace tres semanas le dije a James que quería que lo volviéramos a intentar.

La puerta del baño se abre y entra Dallas. No trato de esconder mi expresión de dolor y estrés, detrás de una sonrisa como lo he venido haciendo porque sé que no vale de nada frente a Dallas. Ella ya se dio cuenta que algo no está bien.

-Vamos a casa, cariño-me dice ella.

Asiento con la cabeza y la sigo fuera del lugar. Tomamos un taxi y no hablamos hasta que llegamos a mi apartamento. Ella hace algo de café y me da una taza antes de sentarse junto a mí en el sofá.

-¿Qué sucede Eva?-me pregunta ella.

Bebo un sorbo de café antes de hablar.

- Quiero continuar, seguir adelante pero no puedo, este sentimiento no me deja seguir. Estoy bien o creo estarlo, me rio de algo y de pronto el dolor se abre paso en mi pecho y el aire me empieza a faltar. Todo empieza a doler de nuevo y pasan los malditos días y el dolor no se va ¿Porqué no se va? Quiero continuar pero siento que debería estar con él, quiero estar con él. Lo que él y yo teníamos era especial, único y jamás tendré eso con nadie más. Eso es tal vez lo que me duele más, que tenía algo realmente valioso y lo dejé, lo perdí. Perdí mi oportunidad.

Esa noche sigue en mi cabeza, sus palabras y el hecho que él la eligió a ella. Duele, me duele verlo con ella y al mismo tiempo me obligo a ser feliz por él, James merece ser feliz y ella parece hacerlo feliz.

-Deberías decirle eso, Eva, estoy segura que si él te escucha las cosas cambiarán y aunque me agrada Amanda estoy segura que él te va a elegir a ti.

Una media sonrisa aparece en mi rostro. Siento ganas de llorar al escuchar eso.

-Él ya eligió, Dallas-trato de no sonar dolida- y no me eligió a mí.

Aparto la mirada porque no quiero que vea cuanto me duele. No debería doler, pero lo hace. Incluso me duele escuchar su nombre.

Dallas me mira y luce confundida por lo que acabo de decir. Me encojo de hombros y trato de restarle importancia pero su mirada me dice que espera una explicación.

-Cuando estaba en Australia vi la boda de mi mejor amigo y tuve un Deja vú, fui a Hawái para cerrar el ciclo y todo eso pero al estar ahí mirando el atardecer solo quería estar con James. Habían pasado solo tres meses y su cumpleaños estaba cerca así que sin pensarlo compré un vuelo de regreso a Vancouver para verlo y decirle que deberíamos volver, que no quiero estar sin él. Habían pasado solo tres meses desde que me fui, solo tres meses.

Guardo silencio un momento y concentro mi mirada en el vaso que sostengo entre mis dedos para tratar de no dejarme llevar por aquellos sentimientos que me provocan ganas de llorar y gritar cada vez que pienso en esa noche. Yo nunca debí regresar, debí quedarme en Australia, debí pensar con claridad y ser racional. Pero no, quise ser la que apostará esta vez, quise tener fe y no funciono.

-Sabía que él estaba conociendo con alguien cuando me fui pero jamás creí que podría superarme tan rápido al punto de tener algo serio con ella.- Ella viene a mi mente, sus ojos de un color diferente a los míos, con su cabello  castaño y esa enorme sonrisa que lo tiene cautivado a James- Fui con él y le di un hermoso discurso, le dije que lo amaba pero él... él la eligió a ella.

Amanda, la eligió a Amanda. Debí saber que él elegiría a una castaña, siempre le han gustado las castañas. Creo que soy la única rubia con la que ha estado. Ella es bonita, inteligente, amable, no puedo decir algo malo de ella porque las pocas palabras que cruzamos me hicieron ver que James eligió bien. Ella puede darle todo aquello que yo no puedo. Ella lo hace feliz, lo vi y aunque me dolió, me alegré mucho por él. Una parte de mí quiere ser la razón de su felicidad pero yo perdí mi oportunidad.

-Sabes que él aún te ama ¿Verdad?

No, al menos no de la forma en que yo lo amo. Tal vez nunca me amo realmente, solo amo a la mejor amiga y todo se confundió en el proceso. ¿Cómo podría amarme y olvidarme tan rápido? ¿Qué pasó con todos los te amo? Yo aún sigo tratando de olvidar todo lo que pasó entre nosotros.

-Yo no creo en las almas gemelas-o no creía en eso antes de James- pero antes cuando él me miraba sentía que podía ver mi alma y su mirada lograba alejar todos mis temores. Ahora cuando él me ve, espera ver a alguien más y veo la decepción en su mirada cuando no ve a quien él esperaba ver. No sé que espera ver en mí pero siempre luce decepcionado y ya estoy cansada de eso, de sentirme una impostora en mi propia piel. De fingir que estoy bien.

Dejo el vaso en el piso porque mi mano empieza a temblar ligeramente y me cuesta seguir sosteniendo el vaso.

-Eva, ¿Porqué no me habías dicho nada de esto antes? No debes guardarte cosas así. Esta situación, el verlos a ellos juntos, no tienes que hacerlo, cariño. No esta bien, no es sano. Él esta sanando a su manera y tú deberías empezar a sanar también. 

Dallas luce muy preocupada y no veo lastima en su mirada, solo preocupación por mí. Bueno, al menos la lástima se fue, estaba cansada de ella.

- No voy a correr tras él, tampoco voy a huir de él como la última vez. Solo me voy a quedar aquí y fingir que estoy bien, voy a sonreír y a reír, a bailar y cantar como si no hubiera mañana. Voy a fingir que todo esta bien, que no me duele verlo con ella, que no me falta el aire cuando lo escucho reír a su lado. Voy a quedarme aquí y sonreír porque quiero que él sea feliz.

Ella suspira y veo como busca la forma de decir aquello que quiere. La veo mirarme y mover sus manos de manera nerviosa. Mi pobre Dallas quiere ayudarme y no sabe como. Lo irónico de esta situación es que James sabría como, él sabría que decir, siempre sabía.

-No quiero que corras, Eva, quiero que camines, que sanes, que dejes de sufrir. Y no trates de negar porque veo como sufres, veo lo mal que estás y me duele verte así.

Me muerdo el labio. Una parte de mí tiene miedo de sanar y olvidar, de dejar todo aquello atrás, incluso el dolor. Porque el dolor me recuerda que fue real, que todo lo que paso no es solo producto de mi imaginación. El dolor me dice que él y yo si nos íbamos a casar, que íbamos a tener un bebé, que éramos una familia. El dolor es todo lo que me queda, sin el no tendré nada a lo que aferrarme. No me puedo aferrar a los recuerdos porque sin el dolor solo parecen sueños, fantasías para llenar un vacío.

-No huiste hace meses, Eva, no lo veas así, todos sabíamos donde estabas, incluso James.

Sé lo  que ella trata de decir. Todos sabían donde estaba y podían ponerse en contacto conmigo en cualquier momento pero él decidió no hacerlo. Él decidió seguir adelante sin mí.

-Creo que necesitas un espacio libre de James, libre de todos nosotros.-ella se levanta a buscar su bolso y saca un folleto- un retiro espiritual en Tailandia.

Ella me entrega el folleto y lo leo con atención. Es un retiro de cuatro meses donde puedo meditar y conectarme conmigo, alejar los malos pensamientos y energías negativas.

-Agosto esta a solo tres días, puedes ir ahora y regresarías en diciembre.

Diciembre fue cuando todo empezó. En diciembre es mi cumpleaños, recuerdo nuestro primer viaje a Hawái cuando cumplí diecinueve. Recuerdo aquella hermosa puesta de sol y como supe en aquel momento que estaba enamorada de él. Lo supe ahí aunque me costó casi seis años admitirlo. Seis años de amistad. Hawái es nuestro lugar especial. El diecisiete de diciembre él me dijo que quería apostarlo todo por nosotros y pocos días después me pidió matrimonio. Estábamos muy felices, fue una época feliz. En febrero me enteré que estaba embarazada y a pocos días de eso murió mi hermana menor, mi pobre Lena, y después perdí a mi bebé. Después de eso todo simplemente empeoró. James y yo no podíamos estar en una misma habitación sin pelear, no sabíamos como lidiar con la situación y fui yo quién decidió ponerle un punto final a nuestra relación porque creí que esa era la única manera de poder salvar nuestra amistad. Nuestra amistad es una de las cosas más valiosas que tengo y ahora también perdí eso. ¿Qué me queda ahora?

Yo, quedo yo, me tengo a mí. Como siempre y debo ser fuerte

-Eva, a mí me importa una mierda James o sus sentimientos, así como me importa una mierda Amanda. La única persona que me importa eres tú y creo que lo mejor que puedes hacer es pensar solo en ti. A la mierda James y su felicidad, a la mierda todos los demás. No puedes seguir así, no puedes seguir fingiendo.

Sé que ella tiene razón, sé que debo seguir adelante pero no sé como hacerlo, yo no sé manejar los sentimientos, soy buena con cosas científicas, puedo saber con exactitud que pasa en mi cerebro ahora pero no sé como dejar de sentirme triste, si supiera lo haría.

-Piensa sobre esto-me dice ella mientras señala el folleto.

Observo el folleto de nuevo y la idea de alejarme de todo suena bien.

-Yo solo quiero dejar de sentir esto-le digo a Dallas- este dolor en mi pecho cada que respiro, solo quiero que deje de doler.

Ella se acerca a mí y me abraza.

-Lo hará cariño, el dolor se va a ir. Todo pasa, Eva, el dolor que sientes por no estar con él también pasará.

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