Si existe duda, viste de rojo
"Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!"
-Joseph Conrad
Existen 105 tonalidades de color rojo. Al color rojo se lo asocia con la pasión, el fuego, la atracción y el amor. Es un color tan llamativo que en ciertas personas resulta algo desagradable y vulgar, a mí siempre me ha gustado, siempre ha sido mi color favorito. Tessa dice que es porque el rojo simboliza el peligro y yo me siento atraída por aquellas cosas peligrosas y prohibidas. Ella dice que deseo aquello que no puedo tener y el rojo también es deseo. Tal vez y tiene razón.
-¿Qué les parece?-les pregunto a Leo y Alan mientras salgo del baño y les muestro el vestido que voy a utilizar esta noche en la fiesta.
Ambos hacen muecas y en sus rostros puedo ver que no les gusta en absoluto. No entiendo porque, es un vestido muy bonito, elegante y sexy. Me paro frente al espejo de cuerpo entero y observo el vestido negro. A mí me gusta.
-No me gusta, es un vestido bonito pero te tienes que ver más perra, diva, diosa esta noche. Es la primera aparición desde que llegaste y tienes que lucir fabulosa.-me dice Leo.
Alan asiente de acuerdo con su novio.
-No debería ser difícil para ti verte más perra, ya lo eres, solo sácalo a flote.
Camino hasta el baño para quitarme el vestido y salgo envuelta en una bata de seda azul.
-Saben, me caían mejor en Grecia.
Alan y Leo son mochileros que conocí por casualidad en Grecia. Nos llevamos muy bien y les dije que el día que decidieran pasar por Canadá ambos eran bienvenidos en mi casa.
-Es normal estabas tan ebria que te sorprendió que un perro ladrara porque lo confundiste con un gato.
Benjamín entra en ese momento en la habitación y le enseño el vestido negro.
-¿Qué piensas?-le pregunto.
-¿Sobre tu estado etílico o sobre el vestido?
Él se sienta en pequeño sillón blanco junto a la ventana. Leo y Alan están sentados en mi cama. Leo da pequeños brincos como si tuviera cinco años.
-Sobre el vestido.
Vuelvo a levantar el vestido para que él lo pueda ver. Su expresión me dice que tampoco le gusta.
-No me gusta.
-Ves, ves... VES-me recalca Leo-a nadie le gusta ese vestido. Thank u next, eso también va para tu ex. Cuidado y caes en tentación esta noche.
-Eso es-grita Alan- rojo es el color.
-Por supuesto- dice Leo con una sonrisa igual al gato de Alicia en el país de las maravillas- Si existe duda, viste de rojo.
Leo se levanta de la cama y empieza a revisar el armario que tanto esmero me costo arreglar. Miro a Benjamín y él solo se encoge de hombros.
-No me mires a mí, tú lo invitaste.
Veo como Leo busca entre mis vestidos y pega un grito cuando encuentra un vestido rojo del cual él dice que se enamoro a primera vista. Exagera obviamente. Aquel vestido me lo compré antes de mi cumpleaños, el año pasado y jamás tuve oportunidad de usarlo, creo que después de todo, esta noche es la ocasión perfecta para usarlo.
-Si, podría usar ese.
-No podrías, lo vas hacer o no sales de esta casa-me dice Leo y puedo ver en la forma que me mira que no esta mintiendo.
Benjamín trata de sofocar una risa pero al ver mi expresión se rinde y se ríe fuerte, Alan le sigue en la risa mientras Leo me sigue mirando serio y extiende el vestido rojo hacia mí. Tomo el vestido y al pasar mi mano por la tela decido con una sonrisa que Leo tiene razón, este es el vestido.
Dejo el vestido extendido sobre la cama y empiezo a buscar unos zapatos que queden con aquel vestido.
-Tu piel tiene un tono exquisito gracias al sol de la Habana.-me dice Alan- Deberías llevar el cabello recogido. Sin accesorios, solo serán tú, ese vestido y esos hermosos tacones de ahí.
Miro los tacones que señala Alan y asiento con la cabeza.
-¿Seguro que no me quieres acompañar?-le pregunto a Benjamín.
Él ya me ha dicho antes que no pero tal vez y cambio de opinión.
-No, voy a salir con Leo y Alan en su última noche aquí. Mañana por la mañana siguen su camino.
Les dije que se podían quedar un poco más pero ellos dicen que son mochileros y la emoción de seguir recorriendo diferentes caminos los esta llamando.
-Tienen que prometer que van a mantenerse en contacto.
-Solo si nos prometes que no vas a volver a llorar por tu ex. Recuerda el thank, u next, de mi íntima Ariana Grande.
No puedo evitar reírme ante las ocurrencias de Leo. Creí que sus ocurrencias se debían al alcohol cuando lo conocí pero a la mañana siguiente, ya estando sobrios, él seguida diciendo incluso mas ocurrencias que cuando estaba ebrio o tal vez se debía que yo al estar sobria era más consciente de lo que hablaba.
-Caerías mal, amiga, muy mal si vuelves a llorar por él.
-Figura repetida no completa el álbum.
-Pasado pisado.
Los detengo porque sé que si no lo hago ellos seguirán de largo. Les digo que salgan porque voy a empezar arreglarme. Benjamín me da un beso en la mejilla antes de salir de mi habitación.
Me termino de maquillar, elegí por llevar mis labios en un suave tono rojizo, para que así resalte el rojo de mi vestido. Nada de accesorios como me recomendó Alan. Me observo en el espejo y sonrió complacida. Me gusta mucho como me veo, debo agradecer a Leo, él tenía razón, este vestido fue una buena elección.
Cuando salgo de mi habitación los demás ya están listos para salir, Benjamín me va a ir a dejar a casa de Alexander, por suerte no tengo que llevar maleta para quedarme ahí porque ya la mande en la tarde.
- Quítate tu que llego la caballota. La perra, la diva, la potra.-canta Leo cuando me ve y Alan le sigue con la canción.
Benjamín toma mi mano y me da una vuelta.
-Debo admitir que Leo tenía razón, eres un pecado en tacones.-me dice Benjamín.
-Yo siempre tengo razón, profesor sabelotodo. Siempre.
En el trayecto hasta la fiesta, Leo y Alan no dejan de darme consejos para esta noche y me dicen que no beba de más.
-Recuerda las reglas de Dua Lipa.-el tono serio de Leo me hace reír- no seas su amiga, sabes que te vas a despertar en su cama por la mañana.
- Y si estás bajo su control, nunca vas a superarlo.-sigue con la canción Alan.
Me da ternura la forma en que ellos se complementan. Se conocen desde hace diez años y son novios desde hace ocho años. Llevan siete años de mochileros y yo podría pasar todo el día escuchando las historias de sus viajes.
-Te amamos bebé, cuídate y no nos hagas sentir vergüenza ajena-me dice Leo cuando llegamos a la casa de Alexander.
-Te mandaremos una postal de cada lugar en el que estemos.
Me quito el cinturón de seguridad.
-Yo también los quiero, no se olviden de mí y no se aloquen mucho hoy. Cuídalos-le digo a Benjamín antes de bajarme del auto.
-Mueve esas caderas, bebe-me grita Leo- mueve ese trasero también.
Definitivamente los voy a extrañar.
La fiesta que organizo Lexi no me decepciona. Ella es increíble al organizar fiestas. Las decoraciones son en tonos dorado, algo de platinado y algunos toques de negro. Hay una alfombra roja y decoraciones en cristal. Tessa esta parada hablando junto a Dallas. Dallas pega un grito cuando me ve.
-¡Por Dios! Te ves divina-me dice Dallas mientras me abraza.
Desde que regresé ella no deja de abrazarme.
-Ella tiene razón ¿Estuviste haciendo ejercicio? Tu cintura se ve aún más pequeña.-Tessa me observa con ojo crítico.- Lo que sea que hayas hecho, te hizo bien y me alegro por ti.
Un camarero pasa junto a nosotras y todas tomamos una copa de champán.
-No brinden sin mí-Lexi me da un beso en la mejilla mientras sonríe al verme.
Realmente tengo que a ver lucido fatal antes de mi "retiro" o ellas no se sorprenderían tanto al verme así ahora. Lo bueno de todo esto, es que ya no dudan que logre sanar y me encuentro bien. Hubiera detestado regresar y seguir viendo aquellas miradas llenas de lástima.
-¿Porqué estamos brindando?-pregunto.
-Por ti-se limita a decir Lexi mientras levanta su copa.
Todos brindamos.
En ese momento lo veo, esta riendo de algo que dice Alexander, hasta ahora no me había detenido a pensar en como debería saludarlo sin que resulte extraño pero todos mis temores se desvanecen cuando Alexander me da un fuerte abrazo levantandome del suelo y haciéndome girar. Cuando me deja en el suelo James me da un beso en la mejilla en forma de saludo y lo extraño es que no resultó algo incómodo. Lexi tenía razón, el tiempo nos hizo bien a los dos.
-Pero mira que bien te ves-me dice Alexander.
Toma mi mano y me hace girar. En serio tengo que a ver lucido terrible y no entiendo como nadie dijo nada o tal vez lo dijeron y yo no preste atención.
-Estoy bien-le digo- conocí a alguien y nos casamos en una boda rápida en una pequeña playa en Tailandia. Me voy a mudar con él, ya compramos una casa y hablamos sobre los hijos que vamos a tener, yo quiero cinco.
Le doy un sorbo a la copa de champán mientras trato de mantenerme seria todo el tiempo posible pero al ver sus expresiones me resulta casi imposible. Lexi luce como si en cualquier momento fuera arrancarme la cabeza y la expresiones de James es ilegible.
-Es una broma-les digo.
Lexi golpea mi brazo con su pesada mano. Theo se une a nosotros en ese momento junto Apolo. Ambos me abrazan y me dicen lo feliz que están de verme. Me alegra estar de vuelta con todos ellos. Cuando regresé de Australia no me sentí bien, sentí que no encajaba y me esforcé por encajar, en tratar de estar bien con los demás pero no funcionaba, sentía que algo estaba mal. Ahora no siento eso, se siente bien, siento la calidez de estar de vuelta y aquella tranquilidad que antes no sentí. Tal vez porque ahora yo estoy tranquila y sin aquel dolor que no me dejaba respirar.
-¿Qué ha pasado mientras no estaba?
Casi todos empiezan hablar al mismo tiempo y me cuesta entender algo de lo que dicen y por más que trato de detenerlos y hacer que hablen uno a la vez, me resulta casi imposible.
-¿Lexi conoció a alguien?-pregunto sin tratar de ocultar la sorpresa en mi cara-¿Quién?
Lexi rueda los ojos y camina en busca de otra copa de champán.
-Se llama Roxana, todos le dicen Roxy, es muy bonita e igual de salvaje que Lexi-me dice Tessa.-Es modelo para la nueva colección de Lexi.
-Pensé que Lexi salia con aquel banquero.
Dallas mueve su cabeza y sus cabellos rojos se mueven con gracia.
-No más, ahora solo tiene ojos para Roxy.
-No puedo creer que a Lexi le guste alguien más que su propio reflejo.-digo con una sonrisa ganándome otro golpe en el brazo por parte de Lexi.
-Aún prefiero mi reflejo que a ella. Solo hemos salido un par de veces no veo porque hacen tanto escándalo. No es la gran cosa.
Ella trata de restarle importancia pero si es importante. Lexi no tiene citas y si las tiene no pasan de una. Que haya salido con alguien un par de veces es sorprendente.
-Ahora solo falta que me digan que Alexander se va a casar.
Todos nos reímos cuando Alexander pone una expresión de pánico ante mis palabras.
-No, la única que se va a casar es Lexi.
Ella empieza a maldecir en ruso y al ver la expresión de sus hermanos estoy segura que nos dijo incluso de qué nos vamos a morir. Si hay alguien que es buena insultando, esa persona es Lexi. A veces incluso crea insultos nuevos y es muy creativa para eso.
-Y ahí va la promesa de no más insultos ¿Cuánto duro? - Alexander pregunta.
-Nueve días, todo un récord para ella-le responde Theo.
Veo a todos hablar sobre una apuesta que han hecho y quien le debe dinero a quién. Había olvidado lo mucho que solemos apostar sobre nosotros. Amanda camina hacía nosotros en ese momento.
-Aquí esta mi hermosa novia-la saluda James mientras le da un beso en la mejilla.
Sé que todos disimuladamente me están mirando para ver mi reacción pero yo solo sonrió y la saludo con cortesía. No me importan sus muestras de cariño ahora.
-Es bueno verte Eva, te ves muy bien-ella me dice y veo que lo dice genuinamente.
Ella lleva un vestido verde olivo muy bonito pero no es algo que yo usaría. Ella es lo opuesto a mí, en todos los sentidos.
-¿También apostaste contra Lexi?-le pregunto.
Ella mueve la cabeza.
-No, no me gustan las apuestas.
-Ya veo.
Veo como Lexi me da una mirada dándome a entender que esos pequeños detalles no tienen nada que ver con que ella no se adapte al grupo ¿Cuál es la razón? Nosotros nos conocemos desde hace años y es normal que compartamos bromas privadas e historias que a ella se le debe hacer difícil de entender pero mientras hablamos me doy cuenta que ella no es solo diferente a mí, es diferente a todos. Pero no es desagradable, sigo creyendo que si la hubiera conocido en otras circunstancias pudimos ser amigas.
-¿Te vas a quedar a la madrugada de juegos?-le pregunta Lexi a Amanda.
Ella mueve su cabeza y le da una sonrisa mientras se disculpa por no poder quedarse.
-Será una buena forma de conocernos mejor.-le dice Dallas.
-Y de saber nuestros oscuros secretos-agrega Apolo.
Pero Amanda sigue sin aceptar y al final todos dejan de insistir. No puedo evitar mirarla un poco más y perderme en mis pensamientos. No es hasta que escucho la voz de mi hermana que vuelvo a la conversación sobre momentos vergonzosos.
-Al menos yo no me desmaye para evitar hablar con mi ex-le digo a Tessa.
Ella abre la boca ofendida por lo que acabo de decir.
-Recuerdo eso, incluso llamaron a una ambulancia-dice Alexander entre risas.-Tessa empezó a condicionar no sé si por seguir con la mentira o por la vergüenza de aquella situación.
-Yo creo que por ambas razones.
-Ya saben amigos, si se encuentran a su ex lo único que tienen que hacer es fingir un desmayo y si eso ni funciona, empiecen a convulsionar -dice Lexi con voz de infomerciales.- Llegará una ambulancia y los llevará a un hospital lejos de su ex. Para mayor información no duden en llamar.
Tessa se cruza de brazos.
-Yo no dejé a un hombre desnudo esposado a su cama.-me dice ella.
-Fueron dos.
-Gracias por el apoyo James.
-¿Aún cargas esposas en tu bolso?-me pregunta Lexi.
Muevo mi cabeza y abro mi pequeño bolso para que vean.
-Ese retiro en serio te cambio.
-No tienes idea.
La pantalla de mi teléfono se enciende y lo tomo para leer el mensaje que me acaba de llegar. Una enorme sonrisa aparece en mi rostro al ver de quién es el mensaje.
Charlie: Nos vemos pronto.
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