💔- ONE-SHOT - 💔

Ya iban a ser las 10.00pm y el noruego seguía en su oficina realizando unos reportes cuando su celular empezó a vibrar, dirigió su mirada a este y vio que era una llamada de Tom.

Su exnovio.

Ya iban a ser 3 meses desde que rompieron y en estas últimas semanas, en las noches, recibía una llamada del de cuencas, siempre en un estado de ebriedad. Generalmente le preguntaba a que hora pasaría a recogerlo o le preguntaba como estaba, Tord siempre hacía lo mismo, recordarle que habían roto, se despedía y cortaba la llamaba.

Esta noche haría lo mismo.

«Pero... si te molesta tanto ¿Por qué siempre contestas?»

-Hola, commie ¿cómo estás? – Saludó con alegría el británico, a pesar de aparentar normalidad claramente estaba ebrio.

-Tom, ¿cuántas veces tengo que recordarte que hemos terminado? – Contestó el mayor, sin enfadarse, nunca se molestaba cuando esto pasaba – Por favor, deja de llamarme cuando estás ebrio...

-Oh, no te preocupes por eso – Comentó el chico, con... ¿alegría? – Esta es la última vez...

Ese tono de voz...

«Oh... está bien... si es lo que quieres... está bien, terminamos» Había dicho 3 meses atrás con esa falsa alegría y sonrisa cuando Tord le dijo que quería terminar con su relación.

Cuando lo escuchó otra vez al noruego le dio un vuelco en el corazón, tenía una sensación extraña en su pecho...

Gracias al silencio que se había echo presente entre los dos, el de cuernos pudo escuchar que había un sonido de olas de mar que provenía de la línea de Tom.

-Si el mundo se estuviese acabando... vendrías conmigo ¿verdad?

Se escuchaba que el menor empezaba a sollozar, pero se mantenía ese tono falsamente alegre.

-Tom ¿Dónde estás?

-Si el mundo se estuviese acabando... si estuviésemos a punto de morir... vendrías corriendo para estar conmigo ¿Cierto?

Los leves sollozos se habían convertido en llanto.

-Vendrías conmigo ¿v-verdad? Me abrazarías y... dirías que todo va a estar bien cuando en realidad no lo está, p-pero aún así lo dirías por que siempre quisiste que yo esté feliz... Si el mundo se estuviese acabando vendrías corriendo para estar conmigo ¿verdad?... ¿Tord?...

En la línea del noruego no se escuchaba nada, solo silencio.

-Lo sabía – Murmuró el de cuencas, sin dejar de llorar – No sé por que te llamé, amor... solo quería despedirme... quería recordarte que te amo, gracias por hacerme feliz cuando estuvimos juntos

Colgó la llamada, dejó el celular con cuidado en el suelo, junto a las botellas de alcohol que había estado tomando.

Se encontraba en un puente done transitaban autos, a esa hora no había ninguno. Miró hacia abajo, vio el mar, aspiró el abundante aroma salado que traía este. Alzó la mirada a uno de los edificios que había cerca, donde trabaja su amado, observó por la ventana de su oficina que su luz estaba prendida, sonrió para sí, susurró un «Te amo».

Se sentó en la baranda del puente, suspiro y se dejó caer al mar.

Si no hubiese estado tan ebrio tal vez hubiese escuchado a Tord llamándolo para que se baje, pero no lo hizo.

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- ¡THOMAS, DETENDE! – Gritó con todas sus fuerzas el de ojos rubíes, lastima que no sirvió de nada ya que el británico igual se dejó caer hacia el mar, intentando acabar con su vida - ¡¡TOM!! – Se apoyó en el barandal, no vio ningún rastro del anterior mencionado, solo un montón de agua y olas.

-Oiga, amigo ¿se encuentra bien? – Preguntó un taxista, al ver al chico apoyado en el barandal decidió pararse a preguntar.

- ¡Lame a la policía lo antes posible!

- Pero ¡¿qué sucedió?!

-Un intento de suicido – Se apresuró a decir el noruego a la vez que quitaba la chaqueta que traía puesta.

- ¡¿Intento de suicido?! Pero...

-¡¡AHORA!! – Le gritó desesperado para luego lanzarse al mar de igual manera que lo había hecho Tom.

El conductor se persigno con rapidez para luego buscar su celular y realizar la llamada que le había pedido el extraño.

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El agua helada lo había atontado un poco, le costó trabajo abrir los ojos, en cuanto lo hizo vio el pequeño cuerpo del británico un poco más abajo. Con rapidez se dirigió a este, lo abrazó con fuerza por la cintura y se dirigió a la superficie sin dificultad alguna, el cuerpo del menor estaba más delgado desde la ultima vez que se habían visto.

Cuanto sus cabezas hubieron quedado fuera del agua el noruego se dirigió hacia la orilla, había una pequeña "isla" de tierra por debajo de los soportes del puente, recostó al de cuencas con cuidado e intentó despertarlo... sin éxito.

-TOM, DESPIERTA, ¡¡POR FAVOR!! No puedo perderte, simplemente no puedo...

El mayor empezó a aplicar la respiración boca a boca, a lo lejos empezó a escuchar las sirenas de policía, pero no les prestó atención, solo quería que el menor abriese sus cuencas...

-Por favor, Tommie... - Unas pequeñas lágrimas empezaron a acudir a sus ojos.

De la nada, el británico empezó a toser, vomitando el agua con la cual se había ahogado.

-¡¡THOMAS!! ¡Estás bien! – Abrazó con algo de fuerza, al contrario.

-T-... ¿Tord?

-Tranquilo, Tommie, vas a estar bien... yo te voy a cuidar

-Te amo... - Murmuró el menor para después quedarse dormido.

• • •

La joven pareja estaba echada en el sofá de su apartamento, afuera estaba nevando y ambos estaban acurrucados con una manta, más que la calefacción, se aferraban al calor del contrario.

-Amor... ¿Siempre vamos a ser así? – Preguntó algo adormilado el británico.

- ¿Cómo "así", Tommie?

- ¿Siempre nos vamos a amar? ¿Me prometes que siempre estarás conmigo cuando te necesite?

-Lo prometo, amor, no importa cuan lejos esté; si me necesitas vendré contigo, no importa lo que pase, estaré contigo.

• • •

Sentía un calor agradable, comparado con el frío del cuál había sido victima anteriormente, no quería moverse de su sitio... aunque seguía con los ojos cerrados, no se quería mover.

Sintió como una mano acariciaba sus cabellos, luego pasó por su mejilla y finalmente sintió unos suaves labios en su frente.

Esa clase de cariño solo se la podía dar una persona.

- ¿T-tord?

Se atrevió a abrir sus cuencas y, efectivamente, divisó el rostro del noruego.

Por unos segundos se miraron a los ojos, hasta que el menor se incorporó en el sofá con algo de brusquedad, miró el espació donde se encontraba y el corazón le dio un vuelco. El departamento de Tord.

- ¿¡Qué estoy haciendo aquí!?

-Tom, cálmate, debes guardar reposo – Se apresuró a decir el noruego y no necesitó repetirlo ya que el británico sintió dolor en todo su cuerpo – Tomate esto, te dará calor – El mayor le dio una taza de té un tanto caliente, el contrario la aceptó.

Dio un débil soplido a la bebida y tomó un pequeño sorbo, suspiró y volvió a recostar en el sofá.

Se percató que estaba usando prendas del noruego, le quedaban grandes. Respiró la sudadera roja que tenía puesta. Había extrañado tanto ese aroma.

También estaba envuelto en una manta, eso le proporcionaba mayor calor, pero no era por esa razón por lo cuál sus mejillas estaban coloradas.

Tord se limitaba a mirarlo con algo de preocupación y cariño.

- ¿P-por qué estoy aquí?

El de cabellos color miel suspiró con pesadez, desvió la mirada hacía el suelo.

-Thomas, intentaste matarte hace unas horas

Sus cuencas se tornaron blancas por el susto.

- ¿Q-qué? – Unas lágrimas aparecieron en los bordes de sus ojos.

El de cuernos se sentó a su lado, se las secó con delicadeza y lo miró a los ojos, él también estaba al borde del llanto.

-Lo lamento... Tommie, eso pasó por mi culpa... no sabes cuanto lo siento... - Abrazó con cariño el cuerpo ajeno y dejó salir sus lágrimas, el menor también rompió en llanto.

-Perdón por fastidiarte, Tord... debí dejarte en paz p-pero simplemente no quería dejarte ir... yo no quería...

-No es tu culpa, amor, estaba teniendo un mal momento en el trabajo y estaba demasiado estresado... perdóname por romper contigo... por favor, perdóname...

Esas palabras se quedaron en el corazón del más pequeño, sintió un calor especial, dejó la taza en la mesita de la sala y se separó del abrazo del noruego para poder tomar su rostro entre sus manos.

-M-me llamaste "amor" ...

-Te amo, Tommie... perdóname – Le dio un suave beso en la frente a su amado, sintió como el de cuencas vacías lo jalaba del cuello de su polo, bajó su mirada y sintió los labios del contrario en los suyos, dejó caer unas ultimas lágrimas y abrazó al menor.

-Sí – Murmuró el noruego.

- ¿Qué?

-Me preguntaste que si fuese el fin del mundo vendría contigo, mi respuesta es que sí. Pero no sería necesario venir porque...

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siempre estaré aquí para ti, incluso si no hay necesidad, siempre estaré a tu lado.

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Espero les haya gustado este One-Shot, está basado un cómic de instagram, si quieren publico el comic, dándole los respectivos créditos a su autor(a) por supuesto.

La primera vez que escuché la canción me dieron ganas de llorar y... no sé, se me ocurrió plasmarlo en una mini-historia.

Muchas gracias por leerlo, si quieren más pueden ver mi perfil ^^
Bye~

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