52: "Mi último adiós"
Luna
—Ya basta, Sol.
—Solo uno más.—dice ella en manera de súplica.
—No.
—Poorfis.
Como odio que ella tenga tanto poder en mí.
—Okey—digo de mala gana y Sol me pega más brillitos felizmente.
—Aaw, estás divina.— me dice ella agarrando mi cara.
—Tú también estás divina—le digo y la beso.
De seguro esta es la última vez en la que Sol insiste en ponerme brillitos, luego ella se irá y no la veré por mucho tiempo.
Intento no pensar en eso, pero aun así lo pienso y cada vez que lo hago me deprimo.
Sol también está muy triste, ella intenta disimularlo, pero no le sale muy bien. Más de una vez la encontré llorando en el baño o por las noches. Yo también estoy muy triste, pero intento ser fuerte así apoyo a Sol.
Ella ahora está mirándose en el espejo y yo voy y la abrazo de atrás.
—Recuerdas cuando me miraba en el espejo y lloraba—me dice ella.
—Sí— le digo—. Estoy tan orgullosa de ti.
—Gracias—me dice ella—. Ahora vamos, no quiero perder más tiempo.
— ¿Quiénes irán?
—Mm, casi todos son amigos míos, así que las personas que te caen mal.
Yo me quejo y acompaño a Sol está abajo.
—Ya me voy—le dice Sol a su mamá.
—Okey—le dice ella—. No quiero que bebas, Margaret.
Sol ignora a su madre y partimos rumbo a la fiesta.
⋇⋆✦⋆⋇
—Ay, Sol, no era necesario—dice Saturno abriendo su regalo.
—Te recuerdo que el regalo también es de parte mía, aunque no pagué nada—le digo.
—Muchas gracias, chicas—dice Saturno abrazándonos.
—No hay de que—le responde Sol—. Linda fiesta.
—Gracias, la mesa de comida está ahí, la barra por allá y la pista de baile está allá. Diviértanse.
—Oye—le dice Sol—, ¿invitaste a Júpiter?
Yo corro mi cabeza hacia la izquierda y veo a Júpiter con un grupo de chicos.
—Mm, no, no lo invité, vino con ese grupo de chicos—dice Saturno—. En serio no quiero que esté aquí, pero si tengo que ser sincera me da mierda echarlo.
—Está bien—dice Sol—. No me molesta.
—¿Segura?
—Por supuesto—dice Sol con una sonrisa y Saturno se va a saludar más invitados.
—¿Estás bien?—le pregunto a Sol.
—Sí, claro—me dice—, él no me molestará, puedo manejarlo.
—Si te molesta le parto la madre—digo y ella se ríe.
—Ven, busquemos a Marte y a Venus.
Estamos un rato buscándolos hasta que los encontramos en unos sillones junto con Mercurio.
—Oigan, regalo gatitos en un par de meses por si alguno le interesa—le digo a los chicos.
—Yo quiero uno naranja—dice Venus.
—Venus, la gata es negra dudo demasiado que salga un gato naranja.
—No importa, dame el más colorado—dice Venus.
—Yo quiero uno con manchitas—dice Sol.
—Oigan, quieren dejar de ser tan pretenciosos con los colores del gato, aun no nacen, no sé de qué color saldrán.
—No importa, yo quiero uno marrón—dice Mercurio.
Ay, estos ya me colman la paciencia.
—¿Te piensas quedar con algunos gatitos? —pregunta Marte.
—Mínimo con 3—le digo—, nuestra casa se llenará de gatos, Marte, lo siento.
—Mm, hablando de casa—dice Sol—, quiero proponerle algo a las dos.
—¿Qué pasa?
—He estado pensando, y cuando me vaya quiero ofrecerles mi casa—nos cuenta Sol y yo me impacto.
—¿Qué? ¿estás segura de esto?
—Sí, eso, no es necesario, Sol.
—Sí que lo es, esa casa va a quedar abandonada y no quiero eso—dice Sol—. Además, solo estarán ahí un año y medio antes de ir a la universidad, quiero que pasen ese año ahí. Se merecen un buen hogar, chicas, y yo puedo ofrecérselos.
—En serio, gracias Sol—dice Marte y la abraza.
—No hay nada de que agradecer—nos dice y yo la beso.
—Ya pido, me quedo con el cuarto de Sol— digo y Sol se ríe.
—Mmm, yo quiero el cuarto de la mamá, podríamos hacerle un cuarto personalizado a Julieth y sus gatitos—dice Marte.
—Por fin tienes una buena idea, amiga—le digo y chocamos los cinco.
—Yo iré a buscar algo para tomar— dice Sol levantandose.
—Te acompaño—le digo y voy con Sol a la barra.
Saturno decoró su casa muy bien. Hay muchas luces y cortinas brillantes, y la barra también está muy bien decorada.
—Qué linda vas vestida—me dice Sol con una sonrisa.
—Lo sé, lo diseñó la futura mejor diseñadora del mundo—le digo y le doy un beso.
Soy fan de la ropa que hace Sol, es muy buena en lo que hace y conoce bien mis gustos, así que soy afortunada de tener a una diseñadora para mí.
Con Sol llegamos a la barra y el barman nos atiende.
—¿Qué necesitan?—pregunta el hombre.
—Yo solo jugo—le digo.
—Mmm, yo un vodka—dice Sol y yo la miro extrañada.
—¿Qué no era que no te gustaba el vodka? —le pregunto.
—Quiero darle otra oportunidad—me dice ella.
Sol nunca toma alcohol, bebe muy poco y odia el vodka puro, así que voy a controlarla esta noche. Teniendo en cuenta que está muy triste últimamente de seguro hace esto de forma de desahogo.
Además, no sé qué tan playa será Sol.
—Sus tragos, señoritas—dice el barman pasándome un vaso de jugo y a Sol uno pequeño de vodka.
—Salud—me dice Sol levantando su trago y tomándolo de una.
Ella hace una mueca de asco y sacude la cabeza una vez que tomó la bebida.
—Sol.
—¿Qué pasa?
—Si te sientes mareada dime ¿sí?—le digo.
—Mm, okey—me dice ella y pide otro trago.
Sol
Nunca en mi vida tomé alcohol. Solo lo probaba y lo dejaba porque no me gustaba.
Así que es la primera vez que tomo y la primera vez que me embriago, Yupii.
—Estás muy alegre—me grita Saturno en el oido—, más de lo usual.
Estamos bailando juntas en la pista de baile, hay mucha gente y muy alta.
—Ay, ¿es qué cómo no estarlo? ¡Es tu cumpleaños!—le digo con felicidad—¡Hay que darte un fuerte plauso! ¡todos aplaudan a Saturno! Yeyyy.
Todos aplauden a Saturno y ella se ríe.
—¿Qué se siente estar ebria por primera vez?—me pregunta Saturno.
—¿Quién te dijo que estoy ebria? No estoy ebria—digo mientras me tambaleo porque alguien me empuja.
—Todo de ti dice que estás ebria, Sol—me dice ella y yo me rio fuerte.
—Okey, okey, si lo estoy. Me descubriste, pero no le digas a Luna porque ella se preocupará y se querrá ir y en 2 semanas esta es la primera vez que soy feliz—le digo a Saturno y ella solo niega con la cabeza.
—¿Dónde está ella?
—No lo sé, la perdí de vista hace un rato, me distraje con las lucecitas de colores, son muy bonitas las quiero en mi cuarto—le digo a Saturno mirando las luces.
—Sol, estoy mirándote ¿okey? Si haces una estupidez te llevo a tu casa—me dice ella.
—¡Sí, jefa! —digo y choco con alguien de atrás.
No entiendo porque todos se preocupan porque estoy ebria, cuando Luna se embriaga no hacemos nada solo la dejamos ser ¿Por qué a mí no?
Subo las escaleras y voy a los cuartos de la casa. Intento entrar a uno, pero resulta estar ocupado je, je.
—Aay—digo cerrando la puerta—. Disculpen. No vi nada. Nada de nada. Si quieren me borro la memoria, aunque no vi nada de nada, o bueno si vi, pero poquito. Disfruten, bayy—digo alejándome de la puerta.
Es divertido estar ebria ¡el mundo da vueltas! Es divertido que de vueltas. Además, las luces se ven más bonitas y tropezarse es divertido, ya tengo como 6 moretones en las rodillas.
Entro a otro cuarto y veo a Mercurio y a Libra.
—Uyy, que bueno que ustedes no están cogiendo porque los de la habitación de haya la están gozando—les digo a Mercurio y a Libra.
—¿Sol? ¿estás ebria?
—Aay, nooo, ¿Saturno te dijo? Que cruel que es, no me deja ser feliz.
—Ay, no puede ser—dice Mercurio refregándose la frente—¿Luna está contigo?
—Mmm—digo pensando—, sip—les digo finalmente—. Me tengo que ir, bayy.
Yo sigo recorriendo el lugar, me choco con gente, corro, bailo, salto. Es divertido embriagarse, lo haré más seguido.
Voy a la parte de afuera y veo a Plutón sentado allí. Je, je voy a ir a molestarlo.
—Hooolis—le digo cuando llego donde está él y lo abrazo.
—Hola, Solcito hermosa—me dice él—.¿Disfrutando la noche?
—Por supuesto que sí ¡hice de todo!—le digo alegremente—. Bailé, salté, corrí, me caí, bebí, solo me falta coger, pero Luna de seguro no va a querer conmigo en este estado—digo y Plutón se ríe.
—Ya veo, dame este vaso es mejor que pares de beber un poco—me dice sacandome mi vaso— ¿Dónde está tu novia?
—No lo sé, no la he visto, debe de andar por ahí con Marte.
—Claro, y adivino ¿has tenido una mala semana y por eso estás así?
Yo me rio ante su comentario y digo.
—Mala no es suficiente para describir lo mal que me he sentido últimamente—le digo—. Se siente feo tener que abandonar todo lo que amas.
—Yo te extrañaré mucho, Sol—me dice Plutón.
—Y yo a ti—le digo—. Como siempre, la estúpida de mi madre haciéndome la vida imposible.
—Oye, ¿exactamente qué te dijo tu mamá cuándo te dijo que se mudarían?
—Dijo que consiguió un ascenso, pero no me dijo más—le digo.
—Ah—dice el chico—. Oye, tengo que contarte algo, no iba a hacerlo, pero eres mi amiga y creo que deberías saberlo.
—¿Saber qué?—le pregunto.
—Bueno, digamos que hace un par de semanas atrás me junté con los amigos de mi novio, o sea los amigos de Júpiter, y bueno hablaron de ti.
—¿Dijeron que soy una zorra lesbiana?
—Sí, pero eso no es lo importante aquí—me dice él—. Ellos estaban hablando de ti diciendo que eres una zorra y demás cosas hasta que Júpiter dijo que él no se iba a quedar de brazos cruzados después de que lo avergonzaras, así que dijo que le dió la idea a sus padres de que le ofrezcan un trabajo en otro lugar a tu mamá para que tú te vayas y Luna se quedara sola.
Yo estoy intentando procesar lo que acaba de decir.
—¿Eso dijo?
—Lo oí con mis propios oídos.
La impotencia y enojo que siento ahora mismo creo que es algo indescriptible.
Ese imbécil me ha hecho la vida miserable desde el primer momento que lo conocí y resulta que ahora por culpa de ese idiota tendré que separarme del amor de mi vida y de todos mis amigos.
En serio ¡¿Yo qué mierda le hice?! Hasta cuando me trataba como una mierda yo lo apoyaba en todo.
Siempre fui buena con él ¡jamás le hice nada malo!
—Iré a hacer algo. —le digo a Plutón.
Oigo que él me habla atrás, pero yo lo ignoro.
Ni siquiera miro a la gente a mi alrededor, me dirijo a paso fijo a dónde está ese imbécil.
—¿En serio eres tan miserable que no aceptas que yo sea feliz?—le digo a Júpiter, quien se da la vuelta a verme.
—¿Qué?
—Sé que fue idea tuya que vaya a vivir a Australia.
—Ah, ya te enteraste—dice él con superioridad—. Sí, yo fui él de la gran idea y eso te pasa por ser una zorra.
—¿Por qué?
—¿En serio creíste que después de avergonzarme delante de toda la escuela te ibas a salir con la tuya? Que iba a dejar que todos te tuvieran pena por haber sufrido violencia, por favor, Sol, ambos sabemos bien que te merecías cada uno de esos golpes y que te merecías más. No iba a dejar que toda la escuela piense "pobrecita de Sol, ella sufrió violencia hay que apoyarla" y que todos me tiren mierda a mí. No, yo no iba a dejar que pasara eso y como pasó no me quedó otra que vengarme.
—¡Eres un maldito!
—¡Y tú una maldita zorra que llora cada vez que alguien le dice algo malo de su aspecto! Eres solo una rubia presumida con miedo al que dirán y te aseguro, Sol, cuando tú te vayas no dejaré de hacerle la vida imposible a Luna, haré que cada día de su vida sea una miseria por lo que me hiciste tú a mí. Maldita Zorra.
—¿Con que soy una zorra? Mira que tan zorra soy— digo agarrando una botella de vidrio y partiendosela en la cara.
Luna
—Marte, no tengo tiempo para esto—le digo .
—¡Pero necesito encontrarlo!
—¡De seguro lo dejaste en la casa y no te acuerdas!—le digo a Marte.
Me ha tenido por una hora buscando su celular y perdí de vista a Sol, quien estaba a un vaso de embriagarse. Voy a matar a Marte.
—¿Y si no? No tengo dinero para comprar uno nuevo, Luna.
—Lo robas y ya, no te hagas la santa ahora toda tu vida robaste—le digo—. Tengo que ir a buscar a Sol.
—Luna, deja respirar a la pobre chica. No es la gran cosa que se embriague. Tú lo haces, yo lo hago, todos lo hacemos.
—Todos no son Sol, Marte. Y no tengo problema con que se embriague, que tome lo que se le dé la gana, pero me gustaría estar allí para ella por si se mete en algún lio.
—¿En qué lio podría meterse? De seguro anda con Saturno por ahí. No creo que le esté pasando algo malo.
Cuando Marte termina de decir esas palabras se escucha como un vidrio se rompe.
—¿Escuchaste eso?—me dice Mate.
—¿Quién podría no escucharlo? Tal vez se rompió una ventana—le digo.
Todos se dirigen al origen del ruido y Marte y yo no somos la excepción. Empujamos mucha gente hasta llegar donde todos están mirando y veo a Sol golpeando a Júpiter.
Júpiter está tirado en el piso cubierto de sangre con pedazos de vidrios por todos lados mientras Sol está arriba de él golpeándolo y gritándole barbaridades.
Ay, mierda.
—Bueno, creo que me equivoqué, Luna.
Sol.
Ya ni sé que estoy haciendo, pero pedazos de vidrio vuelan y Júpiter está tirado en el suelo y yo arriba de él golpeándolo.
—¡Maldito! ¡Hijo! ¡De puta!—grito golpeándolo.
Si tengo que ser sincera creo que jamás me sentí tan viva, estoy descargando todo lo que me guardé en un año.
Mis nudillos duelen cada vez más con cada golpe que doy, pero no me importa, la rabia que siento en este momento es más fuerte.
¡Por culpa de él me iré a Australia! Por su culpa tendré que abandonar a Luna y a todos mis amigos.
¡Por su culpa tengo el corazón lleno de curitas para intentar sanarlo!
—¡Sol, para!—escucho la voz de Luna y siento sus brazos alejándome del cuerpo inconsciente de Júpiter.
Él está tirado en el suelo, inconsciente, lleno de sangre.
—¡Sol, tranquila mírame!—me dice Luna poniéndose delante de mí y veo sus hermosos ojos azules—. Ven, vamos a fuera ¿sí?
Luna me lleva a fuera como puede y cuando llego me empiezan a dar ahorcadas y cuando quiero acordar estoy en el piso vomitando mientras Luna sostiene mi cabello y me tranquiliza.
Ya se me hacía extraño ese sentimiento de ahorcadas y ganas de expulsar todo.
—Shh, tranquila, está bien—me dice Luna mientras me limpia la boca con la manga de su campera y yo la abrazo.
—Yo...—intento hablar con la voz temblorosa.
—Shh, no digas nada, está bien—me dice ella.
—Luna—escucho decir a Marte.
—¿Él está vivo?—pregunta Luna.
—No lo sé, Luna.
—¡¿Cómo que no lo sabes?! ¡¿No tiene pulso?!
—Eso creo, pero no sé yo...—dice Marte y se toma su tiempo para respirar—. Ya llamamos una ambulancia, está en camino— escucho decir a Marte—¿Cómo está Sol? ¿ella está bien?
—Solo tiene un par de cortes—dice Luna—. Tú ve y ocúpate de ese imbécil, yo me ocupo de Sol ¿sí?
Marte hace caso y se va, y en eso viene Saturno con una botella de agua.
—Toma—le dice a Luna pasándole la botella.
Yo extiendo la mano pensando que me dará la botella para tomar agua, pero en ese momento siento toda el agua congelada en mi cara haciendo que me sobre salte y luego una cachetada muy fuerte de parte de Luna haciendo que me cara se de vuelta.
—¡Luna!—dice Saturno regañándola.
—¡¿Qué?! Necesito que recupere la sobriedad de alguna manera.
¿Qué tienen todas mis parejas con golpearme? ¿Acaso me ven como un saco de boxeo?
—Pero no la golpees, pobrecita—dice Saturno.
—Luna—le digo a la peli azul—, me siento mareada.
Luna me abraza y yo empiezo a llorar, hasta grito saltando todo el sufrimiento que viví estas dos semanas y toda mi vida.
Solo quiero que termine.
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🍁 Nota de la autora 🍁
Holaa.
Dios, que capítulo.
Gracias Sol, por pegarle tal botellazo a Júpiter todo queriamos hacerlo.
Ella está tan triste, no puedo 😭💛.
Admito que se me hizo muy satisfactorio escribir esa escena 😊.
Solo quedan 2 capítulos 😭💛.
Cambiando de tema, volví a hacer mi cuenta de Instagram privada. Allí les di una explicación muy larga del porque y demás cosas, pero en conclusión es porque alguien que no quería se enteró y bueno.
Acepto todas las solicitudes 💜😁.
Instagram: dell_h16.
Tik tok: dell_h1.
🦉 ¿Qué les pareció este capítulo? 🦉
🪐 ¿Tristes por qué se acerca el final? 🪐
Hoy no habrá spoiler, lo siento.
El viernes se publicará el ante último capítulo, estoy que lloro.
Nos vemos luego 💗.
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