51: "Cartitas de amor"
Sol
—¿En serio terminaron?—me pregunta Mercurio.
Le acabo de contar todo lo que pasó con Luna y él está impactado, creo que no se lo esperaba.
—Aún no, cuando me valla—le digo.
—Pero ¿por qué? Podrían intentar tener una relación a distancia o que se yo.
—Tal vez lo intentaríamos si me quedaría en este continente, pero me voy a otro que queda a la otra punta del mundo. Va a ser muy difícil, además, ella se merece algo mejor que una relación a distancia.
Mercurio me escucha atentamente mientras pone cosas en su casillero, yo mientras tanto como una barra de cereal obligadamente, ya que no he tenido ganas de comer y mi amigo me ha intentado animar a hacerlo.
Últimamente no he tenido apetito, así que no he comido y Mercurio se dio cuenta, así que está intentando ayudarme.
—Y ¿qué tal cuando tengas 18 años? Lo volverán a intentar.
—Lo dudo no sé cuándo regresaré a aquí, mi madre me dejó muy en claro que no quiere que vuelva aquí y por más de que tenga 18 años no tengo tanto dinero para comprarme un pasaje sin ayuda de mi mamá y como ya dije Luna merece algo mejor, de seguro para ese entonces ya tendrá una nueva pareja—le digo a Mercurio.
—Sol ¿en serio crees qué Luna se olvidará tan rápido de ti? Tendrá 30 años y les contará a sus gatos su hermosa historia de amor—me dice él y me causa un poco de gracia.
—Puede ser, pero creo que esa hermosa historia de amor de la cual hablas ya tiene que terminar—eso lo último que digo antes de ir me.
⋇⋆✦⋆⋇
No estoy lista para esto.
Estoy parada en frente del equipo de porristas, no quiero separarme de ellas.
Este equipo es el que me acompañó por 3 años de mi vida y por más de que algunas chicas las conozco recién ahora o no tenga mucha relación con ellas hace que me arda el corazón tener que alejarme de ellas.
Pensar en el hecho que ya no las veré en toda la semana, que no les podré gritar más o que ya no compartiremos presentaciones, duele.
—¿Qué necesitas decirnos?—me pregunta Hydra.
Las convoqué a todas para hablar, o mejor dicho para despedirme. Todas están mirándome y yo estoy intentando buscar el valor que necesito para darles esta noticia.
No estoy lista para hacerlo.
Tomo un respiro intentando contener las lágrimas.
—Yo...—digo—, tengo que dar un anuncio importante.
Estoy intentando contener las ganas de llorar, pero en cualquier momento de seguro me tiraré al piso a hacerlo.
—¿Qué sucede?
—Ya no podré ser su capitana—digo cerrando los ojos—. En un par de semanas me mudaré, así que no podré acompañarlas estos últimos dos años que nos quedan, o para algunas este último año.
—¿Qué? ¿en serio?
—No queremos que te vayas, Sol—dice una de las chicas.
—Yo tampoco—digo mientras se me cae una lagrima—. Saben, tengo que agradecerles por estos últimos 3 años, cuando estaba triste venía y las veía y simplemente era feliz por al menos un par de horas y eso es gracias a ustedes. Las amo a cada una de ustedes por más de que no las conozca mucho y siempre las recordaré.
Todas se acercan a abrazarme y yo intento extender mis brazos lo más que puedo para que quepan todas, aunque no es imposible.
—Te extrañaremos tanto, Sol—dice una de las chicas.
—Okey, esto no es una despedida triste—les digo limpiando mis lágrimas—, también voy a anunciar a la nueva capitana.
Todas se alejan y yo me saco el silbato de capitana, estoy un rato mirándolo hasta que pueda volver a hablar.
—Marte—le digo a la pelirroja llamándola—, ¿puedes pasar al frente a recoger tú nuevo silbato?
Marte se acerca tímidamente y me abraza fuerte.
—Nadie va a ser tan bueno como tú, Sol—me dice la pelirroja.
—Tal vez no, pero tú lo harás genial.
Yo pongo el silbato en el cuello de Marte y a ella se le caen un par de lágrimas.
—Gracias por la oportunidad—me dice ella—, prometo dar mi mayor esfuerzo.
—Sé que lo harás—le digo y la abrazo—. Llévalas al campeonato por mí. Un aplauso a la nueva capitana.
Todas aplauden a Marte y la felicitan.
Y yo me alejo del gimnasio con lágrimas en los ojos.
Estos días he estado triste, pero puedo afrontarlo. Intento no pensar que dentro de unos días tendré que romper con Luna y tendré que alejarme de mis amigos.
He estado visitando mucho la laguna y he estado tomando mucho té para curar la tristeza. También he estado con Luna haciéndole mimos para que no se sienta triste y he pasado tiempo con Mercurio, Venus, Saturno y Marte, y, aun así, estoy triste, pero he estado pensando en cosas positivas de todo esto.
Ir a vivir a otro lugar es muy buena oportunidad para conocer nuevas culturas, conocer a más personas y también para aprender un nuevo idioma.
Así que no considero mala idea tener que ir a vivir a Australia, considero mala idea tener que alejarme de las personas que amo, pero supongo que con el tiempo dolerá menos.
Me dirijo a mi casillero y veo una carta de Luna.
"Tenía sueño así que volví a tu casa a dormir :) . Espero que no te moleste que usurpe tu cama y si es así lástima.
Te veo luego para poder besarte mucho.
PD: Julieth rompió otra blusa tuya, lo digo por aquí así luego no me matas.
Te amo Solcito <3
Amo que Luna me escriba cartitas, me mejoran el día.
Ahgg, esa Julieth ya va a ver.
Saco un par de cosas de mi casillero hasta que escucho una voz que hasta en este momento solo escuchaba en mis pesadillas.
—¿Por qué tan deprimida, Sol?—me pregunta Júpiter.
Lo odio.
—¿A ti qué te importa?—le digo con desprecio.
—Veo que estás triste tal vez pueda ayudarte.
—Sí, ¿sabes cómo? Yéndote lejos de aquí.
—¿Qué es esto?—me pregunta sacándome la carta de Luna que tenía en mis manos— ..."te veo luego para poder besarte mucho... te amo Solcito"—dice riéndose— ¿me dejaste por esta cursilada? Que ridícula.
—Sip, soy muy ridícula—le digo—. Y esta cursilada es mejor que un idiota como tú—le respondo de la mala manera.
—Sí, claro—dice él—. Sabes Sol, te crees mucho y eres muy poco.
—¿Y a ti quién te pidió opinión sobre mí? —le digo riéndome—. En serio ¿tan difícil soy de superar que aún estás aquí? Parado frente de mí perdiendo la poca dignidad que te queda. Pareces un chiste mal contado.
Él no dice nada, solo se queda mirándome con rabia.
Odia que ahora tenga el control y yo amo que lo odie tanto.
—Tengo que ir a hacer cosas no tengo tiempo para hablar con imbéciles—le digo cerrando mi casillero—¿Me devuelves mi carta?
—¿Cuál? Esta de aquí—dice él rompiendo la carta en dos y pisándola—. Creo que ya no te servirá.
Yo me quedo mirando la carta que acaba de pisar con tristeza. Aunque solo sea una carta para mí es importante tenerlas, guardo todas las cartitas que me hace Luna.
—Aaw ¿te pondrás a llorar? ¿estás triste por qué tu cartita se arruinó?—me dice él en modo de burla.
—¡Eres un maldito!—digo juntando los pedazos de carta que quedan.
—¡Y tú una zorra!
—Mi sueño siempre ha sido ser una zorra, así que no me importa—le respondo encogiéndome de hombros.
Yo me doy vuelta para ir me, hasta que Júpiter dice.
—Espero que la vagabunda no esté tan triste con la noticia de que te vas, si quieres yo podría consolarla y follarla como se lo merece.
Me doy vuelta y camino hasta él para darle un cachetazo lo más fuerte que puedo.
Él ni siquiera se recupera, me agarra de las muñecas y estampa contra los casilleros y caigo al piso.
—¡¿Qué está pasando aquí?!—se escucha decir furioso al profesor Orión y Júpiter se aleja de mi al instante.
Estoy tirada en el suelo llorando por mi espalda adolorida y Júpiter está parado delante de mí respirando agitadamente.
—Jones, a detención ahora.
—¿Qué? ¡Yo no hice nada, fue ella quien me atacó!
—¡A detención ahora!—le grita el profesor y Júpiter se va a regaña dientes.
El profesor Orión se me acerca y ayuda a que me levante.
—¿Te encuentras bien, Sol? ¿no te lastimaste?
—No, no, estoy bien, no me pasó nada.
—Espérame aquí, iré a regañar a Júpiter.
Yo no le hago caso, me voy a mi casa.
⋇⋆✦⋆⋇
Mi día va de mal a en peor. Tuve que despedirme del equipo de porristas, me golpearon, saqué un 9 en matemáticas en vez de un 10, me tropecé subiendo las escaleras y demás cosas.
Gracias a Dios mi madre está muy ocupada con la mudanza así que puedo estar tranquila.
Entro a mi habitación y lo primero que veo es a Luna durmiendo despatarrada en mi cama.
Aaw, que linda que es cuando duerme.
Me acerco a ella y le doy un beso en la cabeza.
Luego de eso me dedico a tomar té y guardar un par de cosas en cajas para la mudanza.
—¿Felices por conocer Australia?—les pregunto a mis peces los cuales nadan felizmente—. Yo no estoy feliz por eso, pero me entusiasma conocer Australia, creo.
Dios santo Sol ¿estás hablando con un par de peces?
Si tengo que ser sincera son muy buenos escuchando.
—¿Y tú qué Irina?—digo agarrando mi gatita—. ¿Estás triste porque ya no verás más a Julieth? Esa desgraciada rompió mi blusa, es mala influencia.
Si Luna me escuchara decir eso de Julieth me mataría, suerte que está dormida.
Mi tarde se basa en guardar cosas en cajas, llorar un poco, hablar con mis pescados y tomar té.
Busco en mi mochila y veo la cartita que me escribió Luna.
Voy a matar a Júpiter por romperla, no le basta haber roto mi corazón ahora tiene que romper las cartitas que hace Luna también, imbécil, lo odio.
Intento pegarla con cinta y se podría decir que funcionó, pero no es lo mismo, está un poco borroneada y arrugada.
Me gusta guardar las cartitas de Luna en una cajita y leerlas cuando estoy triste. Mejoran mi día siempre.
—Sol—me dice mi madre—, ¿quieres dejar de hacer tanto ruido?
Ahgg, ya tiene que venir a molestar.
—No haría tanto ruido si alguien no me obligara a mudarme—le digo.
—No lo digo por ti lo digo por tu novia, se escuchan sus ronquidos desde mi cuarto que se calle—dice molesta.
La verdad es que estoy tan acostumbrada a los ronquidos de Luna que ya ni los escucho, aunque son muy tiernos.
—Ay, déjala dormir tranquila, está muy cansada.
—Está aquí desde las 10 del medio día durmiendo, Sol—me reclama mi madre— ¿Qué tanto puede hacer para estar tan cansada?
—Primero que nada, ella trabaja hasta horas altas de la madrugada, y su colchón es como una lámina se duerme fácilmente en el mío—le digo—. No tardará en despertar tranquila.
—Okey—me dice mi mamá—. Oye... ¿te gustaría qué cenemos las dos juntas hoy? Hace mucho no lo hacemos.
—No, no me gustaría—le digo secamente—. No tengo ganas de hablar contigo y además tengo una fiesta está noche.
—¿Una fiesta?
—Sí, es el cumpleaños de Saturno y hace una fiesta—le digo—. Ahora ¿te puedes ir? Tengo que seguir empacando.
Ella se queda mirándome unos segundos y luego se va.
¿Por qué quiere cenar conmigo? Antes ni siquiera quería que cenara.
Mi madre está muy rara, tal vez ¿cercana a mí? No lo sé, pero yo me alejo de ella o la rechazo siempre que me sugiere para hacer algo. No quiero estar con ella.
Yo termino de guardar cosas en cajas y de limpiar y me tiro a la cama agotada. Mi espalda me duele como nunca por el empujón de Júpiter al igual que mi muñeca.
Cierro los ojos y suspiro. Estoy cansada de absolutamente todo.
Siento como alguien me deja un beso en la mejilla y sonrío cuando abro los ojos y veo a Luna. Yo me acurro a su lado y ella me abraza.
—Hoola—le digo con una sonrisa.
—Hola, Solcito—me dice mientras se acerca para besarme.
—Lamento haberte despertado.
—No lo hiciste, de hecho, estabas dormida cuando me desperté.
—¿Qué? ¿en serio?
—Sí.
Supongo que me dormí como por 15 minutos, no me sorprende la verdad me siento muy agotada.
—¿Cómo te fue hoy?
—Mmm, no horrible—me muto a decir—, tuve que despedirme del equipo y más cosas.
—Entiendo ¿Qué te pasó en las muñecas? Las tienes todas rojas—me pregunta.
—Es que—digo tapándome mis muñecas—, digamos que hoy me pelee con Júpiter—le digo.
—¿Qué? ¿te hizo algo?
—En realidad yo a él—le aclaro—. Él se me acercó, me molestó y dijo algo horrible, yo me moleste, lo golpee y él me agarró de las muñecas y me tiró contra los casilleros—le cuento a Luna—. Por suerte el profesor Orión llegó en ese momento.
—Y ¿tú estás bien? No te ves bien.
—Estoy cansada de ese imbécil es todo—le digo a Luna—. A demás...
—¿A demás qué?
—Él rompió la cartita que me hiciste—digo con tristeza.
—¿Qué?
—Eso que escuchaste. El idiota ese rompió la hermosa cartita que tú me hiciste, yo quería guardarla y él la pisoteo y la rompió—digo—. Yo quería guardarla como todas las demás—a mí se me cae una lágrima.
—Ay, Sol, está bien. Puedo hacerte más cartitas si quieres—me dice ella acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
—No, no está bien, tú perdiste tú hermoso tiempo para hacerme una cartita tan linda como esa para que yo sea feliz y ese idiota vino y la destruyó, yo quería guardar esa cartita, esa cartita es especial porque la hiciste tú y él la rompió—digo llorando.
Últimamente lloro por todo. No sé si es por el viaje o porque estoy en mi periodo.
—Sol, tranquila—me dice Luna con una risita—, puedo hacerte más cartitas si quieres.
Ella me da un beso en la sien y limpia mis lágrimas.
—No me molesta perder el tiempo en hermosas cartitas para que tú seas feliz—me dice.
—Ahora me siento triste—le digo sacando una lágrima que se me cae.
—Mmm ¿una sopita de letras te ayudaría? —me pregunta y yo sonrió.
—Tal vez sí.
—Okey—dice Luna levantándose—, iré a hacer la sopa y a darle de comer a Julieth.
—Dale también a Irina, plis—le digo a Luna—. Recuerda que hoy tenemos el cumpleaños de Saturno.
—Sí, lo sé, tú porque crees que dormí—me dice y yo me rio.
La amo tanto, lástima que dentro de un tiempo tendré que alejarme de ella.
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💫 Nota de la autora 💫
Hoola 🥺💗
Júpiter, te odiamos mucho.
Y Sol despidiendose del equipo de porristas </3 me rompió el corazón.
Oficialmente solo faltan 3 capítulos para terminar esta historia, ahh 🥺💙.
Sugieran nombres para los gatitos de Julieth:
Instagram: dell_h16.
Tik tok: dell_h1.
🍄 ¿Creen que el final los deje sin estabilidad emocional? 🍄
🍁 ¿Les gustaría leer más cartitas de Luna? 🍁
🦊 ¿Qué personaje extrañarán más?🦊
SPOILER: en el próximo capítulo conoceremos a Sol borracha.
Ahh, ya quiero que lean el próximo capítulo es uno de los mejores.
Los veo el lunes con el antepenúltimo capítulo (creo que se dice así, sino corriganme por favor jaja) 🥺💙.
Looss amooo 🧡.
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