36: "Más grande que Gianni Versace"

Sol

Luna es mi novia.

Mierda ¿Esas palabras son de verdad?

Quien diría que encontrarse a una chica fumando por la noche llevaría a esto.

—Asique ¿Ya son novias?—me pregunta Cassi y yo le respondo que si con la cabeza— me alegra muchísimo Sol, enserio.

—Gracias y tengo una duda—le digo—¿Cuál es la diferencia de psicólogo y psiquiatra?—le pregunto.

Hace poco descubrí que no era mi psicóloga, sino mi psiquiatra y no entiendo la diferencia si tengo que ser sincera.

—Bueno un psiquiatra es médico asique puede recetarte medicinas y diagnósticos, el psicólogo no puede hacer eso.

—Ah— le digo.

—¿Cómo te fue esta semana, Sol?—me pregunta ella.

—Muy bien, creo, pude seguir bien mi dieta, de mala gana porque me hacen comer lechuga y tomate injustamente.

—Es necesario para tu recuperación, deja de llorar—me dice ella bromeando.

—Mm, no he tenido ataques de ansiedad, solo uno, pero fue muy corto y pues me he sentido muy bien, no he pensado cosas feas de mi—le cuento a la psiquiatra.

—Me alegra escuchar eso, significa que los 3 meses de terapia están funcionando muy bien y creo que ayuda mucho que tu novio no esté interfiriendo.

—Sí, eso creo—le digo—él ahora está haciendo servicio comunitario ya que pudo reducir ese mes con eso, pero no lo he visto, sus padres lo castigaron—le digo.

Me alegra no ver a Júpiter, él me hace sentir mal y triste, siempre cuando estoy con él luego lloro por las cosas que me hace sentir, pero ahora no está a mi lado asique me encuentro mucho mejor.

—¿Cómo está tu madre?—me pregunta ella.

—Mm bien, creo—le digo—, sigue insistiendo en que no debo comer tanto, pero no le hago caso. Tengo la ventaja de que ella no está en casa nunca porque trabaja asique no ve lo que como.

—Eso es bueno. Sabes, me gustaría tener una sesión de terapia con tu madre—me dice ella.

—Ella no sabe que vengo a terapia—le digo.

—Lo sé, ese es el problema, pero si en algún momento puedes decirle podríamos tener una sesión las tres—me dice ella y yo asiento.

Ir a terapia me hace bien, antes sentía que no tenía a nadie para contarles mis problemas asiqué siempre los tuve en mi interior, pero ahora siento que la gente me quiere y que le importo asique se siente bien por fin poder hablar de eso.

Ahora estoy en mi cuarto, viéndome en el espejo. He intentado no hacerlo ya que siempre que lo hago me siento mal, pero a veces no puedo evitarlo. Siempre dije que el peso no importa, que alguien podía ser flaco o gordo y de igual manera era perfecto, que ser muy gordo o muy delgado no estaba mal, pero esa regla no aplicaba para mí, yo no podía ser gorda yo tenía que ser flaca y no tener ningún defecto. Por eso es tan difícil verme al espejo ahora, luego de tres meses de ir al nutricionista verme más gorda, según Luna y mi nutricionista estoy teniendo el peso que debería de tener y eso que aún no llego a ese peso, pero me siento tan mal al verme al espejo ahora, más de lo que ya era antes.

¿La gente me querrá de igual manera así?

Hay gente que comenta sobre mi peso y siento un poco de desprecio en sus palabras cuando lo hacen y me dan ganas de tirar todo a la mierda e irme al baño a vomitar, pero por suerte no lo he hecho, en tres meses solo he vomitado 4 veces, aunque no tendría que vomitar nunca es una cifra muy baja.

No puedo evitar mirarme y que se me escapen lágrimas de los ojos ¿Por qué tiene que doler tanto? Envidio a las personas que aman su cuerpo ¿Cómo lo hacen?

Intento secar mis lágrimas, pero estas siguen cayendo sin control haciendo que mi rostro se humedezca y nublando un poco mi visión.

Siento como unos brazos enrollan mi estómago y visualizo la silueta borrosa a través del espejo de Luna detrás de mi abrazándome. Ella me deja un beso en la mejilla y seca mis lágrimas.

—¿Crees que sigo siendo bonita? ¿Qué la gente me seguirá queriendo?—le pregunto entre lágrimas mientras ella acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—Tú siempre te vez bonita, siempre lo fuiste y siempre lo serás no importa que. No existen las personas feas, solo personas llenas de prejuicios y envidia que solo están para hacer sentir mal a otras persona—me dice ella mientras apoya su cabeza en mi hombro derecho—, y con respecto a si te seguirán queriendo, por supuesto que sí, las personas que te aman lo harán y las que no es mejor tenerlas lejos créeme—me dice ella y yo suelto una risita.

No hay palabras para describir lo bien que me siento con Luna, es simplemente hermoso y maravilloso, me siento tan segura en sus brazos, como si lo malo de afuera no existiera y fuéramos solo nosotras dos. Pero como dije no hay palabras para describirlo.

Me doy vuelta a su dirección y dejo un beso en sus labios.

—¿Quieres ir a pasear?—le pregunto secando mi húmeda mejilla.

—Claro, podríamos ir a tomar un café.—me dice ella.

—¿Por qué no un helado? Es mejor.

—No puedo creer lo que estás diciendo—me dice ella y yo me río.

—Ven, luego vemos en el camino que hacemos—le digo agarrándola de la mano y saliendo de mi habitación.

Con Luna bajamos las escaleras mientras discutimos y defendemos nuestros gustos.

¿A quién le puede parecer mejor el café? Es demasiado fuerte y no tiene un color lindo.

En cambio el helado tiene diferentes colores, es suave y puedes ponerle chips de muchos colores.

—Ma, voy a salir— le digo a mi madre quien se encuentra abajo.

—De hecho, necesito hablar contigo—me dice ella y yo miro a Luna extrañada y ella me mira de la misma manera—, asique deberás esperar para salir.

—Okey—le digo confundida—. Acompañaré a Luna a la puerta—le digo y con Luna vamos a esa dirección.

—¿Qué quiere?—me pregunta Luna.

—No lo sé, si llego a tu casa llorando o con maletas no te sorprendas—le digo.

—Avísame ¿sí?— me dice ella.

—Si claro— le digo—, adiós—ella se despide de mí y cierro la puerta.

Tengo que admitir que estoy asustada ¿Qué querrá mi madre?

—¿Qué pasa, mami?—le pregunto sentándome en la mesa frente a ella.

—He notado—me dice ella— que has estado comiendo de más—me dice ella.

Sabía que este momento llegaría, el momento donde mi madre se opondría a todo esto. Solo tengo que hacer lo que mi psiquiatra me dijo, que no le dé importancia a lo que diga mi madre sobre estos temas, que ella esta equivoca.

—Lo sé, también lo he notado, empezaré a hacer una hora más de ejercicio, y empezaré a comer ensalada—le digo a mi madre.

—Eso espero, porque ahora si te pareces a una ballena.

Ella no tiene razón, ella no tiene razón.

—Otra cosa—me dice ella—, Júpiter vendrá a visitarte, no hoy, mañana, asique quiero que lo trates como el caballero que es, se merece lo mejor después de ir a la cárcel.

La realidad que se merece más cárcel, pero prefiero no decir eso.

—Okey, yo también tengo algo que decirte— le digo a mi mamá y ella me mira sin expresión alguna lo que significa que puedo seguir hablando.

Si hay momento para decirlo es este, en algún momento tengo que hacerlo.

—Es sobre mi futuro—le digo yo— concordamos que estudiaré economía.

—Sí, así será—me dice ella con seguridad— así me ayudarás con la empresa de tu padre.

—No haré eso—le digo y ella me mira con el ceño fruncido.

—¿Qué?—me dice ella con un tono un poco enojado.

Mi corazón late a mil y siento que se acabó el aire del mundo, pero no me importa, lo haré.

—Estudiaré moda— le digo con firmeza.

Dios mío ¿Enserio dije eso? Me arrepiento, me querrá matar.

—¿Moda?—me dice ella casi riéndose.

—Sí, es lo que me gusta hacer y quiero dedicarme a eso en un futuro porque creo que soy muy buena en eso y sé que tendré mucho éxito si me esfuerzo—le digo a mi madre.

Le estoy diciendo lo que Luna siempre me dice, que si me esfuerzo y lucho por ese sueño lo lograría, la diferencia es que ahora si lo creo.

—¿Has visto alguna vez la ropa que hago?

—Sí, son las ridiculeces que usas todos los días Sol, dudo que llegues a hacer grande con ese trabajo.

Ella no tiene la razón, ella no tiene razón...

—Yo sí creo llegar muy lejos. Gianni Versace me verá desde arriba orgulloso de mi por ser aún más grande que él—le digo con una sonrisa.

—¿Es ese hombre al cual admirabas de pequeña?—me pregunta ella.

—Que admiro de hecho—le digo.

—Tu sueño es una tontería Sol, jamás llegarás lejos con eso—me dice ella.

—Si lo haré, estaré en la fashion week de Paris viendo como las modelos desfilan con mis vestuarios y luego al final saldré yo a saludar al público, y te veré a ti en el lugar de primera fila que te guardé junto con el asiento vacío de papá el cual estoy segura que no estará vacío—le digo con una sonrisa.

Ella se queda un rato callada viéndome y luego se levanta, se dirige a mi lado, ella se acerca a mí y me mira a los ojos.

—No sé qué habré hecho para tener una hija tan estúpida como tú—me dice ella y yo repito en mi mente que ella se equivoca—. Si tú haces eso considérame más muerta que tu padre—me dice ella y se va del lugar yo me quedo procesando lo que me dijo.

Luna

—¡Julieth, ya deja de romper eso!—le digo a mi gata, quien está rasgando una blusa— ¿Marte por qué la gata está tan alterada?

—No lo sé, es tu gata, no la mía— me dice la pelirroja

—Voy a traer a Mercurio así juegas con él y no con mis cosas— le digo al gato y cuando estoy por intentar agarrar mi blusa ella me rasguña mi mano—.¡Auuu! ¿Sabes qué? quédatela— le digo ya rendida.

— ¿Qué no es de Sol esa blusa? —me pregunta Marte y yo miro bien la blusa y tiene razón.

—Mierda, Marte tráeme agua— le digo a la pelirroja y alejo a la gata de la blusa con eso— Sol me matará— le digo a Marte viendo la blusa toda rasgada.

—Si te ama de verdad te matará, pero luego te revivirá— me dice la pelirroja y yo le saco el dedo del medio.

—¿Hay té?— le pregunto a la pelirroja.

—Sí, Sol de encargo de que haya ¿Por qué preguntas?

—Porque dentro de un rato de seguro vendrá llorando y para calmarla siempre le doy té— le digo a Marte.

—¿Por qué vendría llorando?—me pregunta extrañada.

—Porque hoy su madre me hecho de su casa porque tenía que hablar algo importante con Sol— le comento.

—Uhh, eso no será nada bueno—me dice la pelirroja— ¿Y si se enteró de que están saliendo?

—Na, salimos desde hace dos semanas, casi tres, no somos tan obvias—le digo a Marte.

—Okey, yo tengo que irme, saldré con Venus— me dice Marte.

—Diviértete—le digo a mi amiga que se está dirigiendo a la puerta para irse.

Creo que no pasa un minuto que ya me está llamando.

—¡Luna!—me grita ella y yo le responde con un ruidoso que— ¡ven!—me dice y voy a su dirección.

—¿Qué necesitas?—le pregunto y cuando termino de decir esas palabras veo a Sol empapada en la puerta y a Marte agarrando la puerta para que no se cierre.

—¿Puedes traer una toalla? Y un paraguas de paso, no sabía que estaba lloviendo— me dice la pelirroja.

Yo busco una toalla y se la pongo a Sol quien está empapada y temblando de frio, le digo que se seque y se cambie de ropa y ella me hace caso y luego prendo la chimenea y nos sentamos delante de ella con una computadora y té.

—No sabía que tenías una chimenea, tampoco sabía que tenías una computadora— me dice ella mientras yo la tapo con una manta y me siento a su lado.

—La chimenea la hice yo golpeando a la pared con un martillo— le digo—, y la computadora se la robé a Júpiter de hecho.

—¿Fuiste tú?—me pregunta y yo le digo que sí—¿de qué es tu té?

—Frutos del bosque— le digo—¿Quieres este o el de manzanilla?—le pregunto.

—El de manzanilla—me dice y le acerco la taza.

—No debiste venir hasta aquí caminando con la lluvia—le digo y ella toma un sorbo de su té.

—No tenía quien me traiga, además, me agrada la lluvia— me dice ella.

—Sí, pero ahora te engriparás y me pasarás la gripe a mí— le digo y ella se ríe—¿Qué te dijo tu madre?— le pregunto y se queda callada un tiempo.

—Primero me dijo que tenía que comer menos y yo le dije que sí, luego me dijo que mañana tengo que ver a Júpiter y le dije que quería estudiar moda.

—¿Qué te dijo?—le pregunto.

—Dijo que si yo llego a hacer eso que la considere más muerta que mi padre—me dice la rubia mirando para abajo.

Ay, eso me dolió hasta a mí.

Dicen que cada madre ama a su hijo a su manera, pero la madre de Sol no ama a Sol y no entiendo como alguien no puede amarla.

Yo la envuelvo con un brazo y la acerco a mí.

—¿Cómo te sientes?—le pregunto.

—Ahora que estoy contigo mejor—me dice ella—, pero si me entristece que mi madre no quiera apoyarme, aunque si tengo que ser sincera ya estoy acostumbrada a ello— me dice la rubia.

—Bueno, que tal si dejamos las tristezas para cuando tengas terapia ¿sí? Intentemos mejorar el día—le digo— ¿Quieres ver Friends o desfiles de Versace?—le pregunto.

—Mierda Luna, mira la decisión que me haces tomar— me dice y yo me rio.

—Okey ¿te parece si vemos primero un desfile y luego un capítulo de Friends?—le sugiero y me dice que si con la cabeza.

Creo que pasamos gran tiempo de la tarde y de la noche así, cuando estoy con Sol se me olvida el tiempo, pero luego ella se queda dormida y yo igual.

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🐛 Nota de la autora 🐛

Holaa ❤💫.

Hoy fue un capítulo tranquilo.

Las ganas de matar a la mamá de Sol 📈.

Ella solo quiere ser Gianni Versace 🥺☀.

Quiero contarle que voy a subir un dibujo de Luna y Sol a Instagram, asique si quieren verlo pueden pasar por ahí.

Hoy no tengo mucho que decir.

Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1

🍄 ¿A quien prefieren? ¿La mamá de Sol o Júpiter? 🍄

🍂 ¿Helado o café? 🍂

🍁 ¿Les cae bien Marte? 🍁

SPOILER: Sol verá de nuevo a Júpiter.
Que desgracia.

Nos vemos el viernes ❤🥺.

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