La primera vez que lo vi


Capítulo 1: La primera vez que la vi

Jada, Jade, Jeido. Su nombre aun suena en mis oídos, la vi y era hermosa, tan bella como una flor de Sakura que florece y se desprende en la primavera, pues ella cada vez que la veía florecía. Era mía desde el primer momento en que la vi, si mía. Aunque estuviéramos separados ella me pertenecía y yo le pertenecía. Por siempre juntos.

Había ido a Marruecos como estudiante de intercambió, estudiaba relaciones internacionales, pues mi padre quería que en el futuro yo me hiciera cargo de nuestra empresa familiar Takeshi industrias Company una empresa muy importante pues se dedicaba a la recolección de algodón. Aunque sigo preguntándome del porqué mi padre me envió a Marruecos si en esa ciudad no hay nada, es solamente arena y viento. Fui recibido por un socio amigo de mi padre el señor Mohamed Ramsés un hombre menudito gordo que me dio hospedaje en su casa que estaba muy cerca de la Universidad a la que yo asistiría. Él me contó que tuviera cuidado pues a los de Marruecos no les gustaban mucho los extraños y mucho menos los japoneses. Le seguí el consejo, aunque sin mucho interés.

Kaworu siguió leyendo la historia, todavía le parecía absurda, después de leer unas cuantas páginas llegó al encuentro tan esperado de Nagano con Jada.

La escuela ha estado normal, los profesores me tratan bien, me he hecho amigo de un chico muy simpático llamado Omar Abbdallah quien me ha invitado a comer a su casa. He aceptado gustosamente, Omar Abbdallah vive en una zona más lejos de nuestra casa un poco a las afueras de Marruecos en una casita sencilla y pequeña. La casa por dentro está bien dispuesta no es para nada lujosa, tiene una televisión, un ventilador, comedor y un pequeño altar dedicado a Alá. Omar Abbdallah me presenta su madre de nombre Badra una mujer rechoncha y de expresiones agradables, luego a su padre Fadel un hombre un tanto más rígido pero que igual me tratan bien. Antes de que comamos Omar se me acerca y me dice.

- No tarda en venir mi hermana, debes tener cuidado, pues es poseedora de una belleza que no es de este mundo, así que no te enamores de ella pues ya está comprometida.

Hice caso omiso a las advertencias de Omar pues ninguna mujer de esta tierra se compraba con las mujeres que teníamos allá en Tokio quienes eran muy hermosas. De hecho ya era tiempo que me buscara una pareja, de regreso a Tokio me dispondría a conquistar a una. Tenía que ser rica, bella y culta pues una compañera perfecta no era una compañera. Finalmente llegó la hermana de Omar vestida con sus habituales túnicas tapándole el rostro, no negué que me llamó la atención pues tenía unos ojos preciosos que parecían como si estuviera contemplando dos gemas. Intenté por todos los medios ignorar aquellos ojos, pero me fue imposible quería verle el rostro, quería hacerlo. Cuando terminó la comida, Omar me escoltó a la salida, pero yo no me fui. Por una de las escaleras que había en la casa subí a ella y di con el cuarto de la hermana de Omar, en ese momento su hermana se quitó la túnica para ponerse la pijama pues ya era tarde, se quitó el velo y pude contemplar su hermoso cabello negro. Trate de ocultarme bien y viéndola a través de la ventana, le vi el rostro. Quede petrificado en ese momento pues su rostro era lo más agraciado que había visto en toda mi vida. No sabía si estaba en la presencia de la mismísima Amaterasu o la diosa Izanami, pero aquella belleza era enorme, aquellas mujeres en Tokio no sé comparaban con la hermana de Omar.

Kaworu cerró el libro y pensó "Más absurda, está historia no podría ser" aunque, se dijo el muchacho de ojos rojos, "cuando yo vi por primera vez a Shinji-Kun sentí lo mismo que Nagano cuando la vio a ella" Dicho esto Kaworu dejó el libro al lado de su cama y se quedó dormido. A la mañana siguiente, Kaworu se vistió de nuevo como Tayuyá Goethe y salió de la habitación a esperar a que Shinji saliera de su cuarto, aunque quien se encontró fue a Asuka quien estaba al lado de una puerta recargada con expresión de reproche. Tayuyá se le quedo mirando y le dijo.

- Buenos días, Asuka-San.

Asuka no la saludó y le dijo.

- Shinji-kun sigue dormido. Dijo ella de forma fría.

- Oh ya veo, entonces será mejor que espere.

- No confío en ti, sabes. Podría jurar de que intentas hacerle daño a Shinji.

- No le haré ningún daño. Él prometió que saldría conmigo, así que aquí me tienes. Aunque esa forma que tienes tan obsesiva de querer saber todo de Shinji podría malinterpretarse, ¿sabes?

- ¿De qué hablas?

- Creo que todos lo saben. Tus interacciones con Shinji y tus celos hacia cualquier persona que se le acerque es porque estas enamorada de él ¿Por qué no le declaras tu amor y listo?

- Eres una idiota. Por supuesto que no estoy enamorada de Shinji. Yo lo quiero como si fuera mi hermano, además...

- ¿Además qué?

- Hace algunos años la madre de Shinji murió en un terrible accidente automovilístico, desde aquella vez el padre de Shinji-Kun y Misato-San se olvidó de que tenía hijos y los dejó solos, Misato tuvo que hacerse cargo de Shinji y ocupar el lugar que su madre dejó. Cuando conocí a Shinji él era un niño muy recaido y melancolíco, sentí en ese momento las ganas de protegerlo y cuidarlo. Aunque he fallado porque Shinji fue violado hace poco en nuestro internado por un saco de basura. A pesar de eso Shinji no sea derrumbado ni ha pensando en el suicidio y eso a sido gracias a mí y a Misato- San. De no ser por nosotras, Shinji hubiera muerto de pena.

"muerto de pena" se preguntó el joven Nagisa. Kaworu no entendía nada, Shinji solo lo necesitaba a él no necesitaba a nadie más. Él podría llenar su vacío, si tan solo se lo permitiese. Kaworu (Tayuyá) miró fijamente a la joven pelirroja y ésta prosiguió a decirle.

- Si a Shinji le pasará algo... te juró que no me lo perdonaría nunca. Yo voy a proteger a Shinji-Kun con mi vida si es necesario. Kaworu miró esto último con una gran sorpresa, ¿proteger a Shinji-Kun? Kaworu estaba realmente confundido, ¿Qué era proteger? Nunca se lo habían enseñado. Durante su infancia y adolesencia a Kaworu solo le habían enseñado a ser cruel con las demás personas para así alcanzar sus intereses, pero nunca se había preguntado ¿qué pasaba después? ¿Qué pasaba cuando los tenía? Kaworu creía firmemente de que la protección se basaba únicamente en privarle al objeto de interés todo contacto físico, el quitar de en medio a las personas que se interponían entre su interés y él. Kaworu se preguntó ¿acaso no estaba yo protegiendo a Shinji-Kun? Ahora Kaworu entraba en una enorme confusión y por primera vez tuvo dudas sobre sus sentimientos hacia Shinji.

Tayuyá (Kaworu) vio salir a Shinji de su habitación con expresión soñolienta, y con pasó alegre se acercó a él. A Shinji se le iluminaron los ojos al verla y despertó de inmediato. Ignorando el ceño fruncido de Asuka. Después de un rato los tres bajaron a desayunar para luego en la tarde irse al cine, Shinji intentó convencer a Asuka que los acompañara pero ella se negó alegando que tenía cosas más importantes que hacer. Por lo que solo fueron Shinji y Tayuyá, ambos chicos salieron de la mansión y se fueron al cine. Shinji como toda buena persona le dijo a Tayuyá que eligiera una película de su agrado, Tayuyá tardo mucho en elegir y se decidió por una película alemana de drama. Ambos entraron al cine y se sentaron en los asientos de hasta atrás para tener mayor privacidad. Shinji observaba como Tayuyá miraba la pantalla de lo más atenta, Shinji comenzó a percatarse de lo bonita que era y de lo fácil que era hacerle platica. A lo mejor podría ser el nuevo amor de Tayuyá quien se veía a leguas de que era una muchacha necesitada de cariño. Cuando termino la película, Shinji y Tayuyá se dirigieron a un restaurante sencillo. Shinji ordenó el platillo de la casa y Tayuyá una ensalada pues la comida alemana no le gustaba mucho. Poco después rentaron una lancha y navegaron por el rio Havel, contemplando lo hermoso que se veía la luna tocando el rio. Después dieron un pequeño paseo por el parque, Shinji caminaba con los brazos detrás de la nunca y Tayuyá con ambas manos cruzadas, de vez en cuando Shinji le daba a Tayuyá una que otra sonrisita a la cual ella respondía con toda la sinceridad del mundo. Poco después ambos se sentaron debajo de un árbol.

- Sabes algo. Nunca me la había pasado tan bien con una chica.

- Yo tampoco, es algo nuevo para mí. Dijo Tayuyá con una sonrisa. Shinji se le quedo mirándola de la misma forma que en el cine. Shinji pensaba en declararle su amor, pero pensaba tan solo la conozco de dos días ¿y ya estoy enamorado de ella? Eso no podía ser tenía que conocerla más. Pensó en Shinji en hacerle una pregunta trival a Tayuyá para conocer más sobre ella, si se generaba una mayor confianza comenzaría a preguntarle cosas más intimas.

- Dime, Tayuyá-San ¿qué es lo que te gusta hacer?

- ¿Qué me gusta hacer? dijo Tayuyá sorprendida. En realidad a Kaworu nunca le habían preguntado qué era lo que realmente le gustaba hacer, pensó en manipular a los demás, realmente le gustaba manejar a la gente a su antojo y que sufrieran, eso lo hacía sentir poderoso, importante pues tenía control sobre sus víctimas. Pero ahora que lo pensaba bien, si había una cosa que le gustaba más que el sometimiento y era.

Flashback

- Muy bien, Kaworu- Kun. Esa es una pieza muy complicada. Dijo una mujer de cabellos rubios a un niño pequeño de cabellos plateados, que estaba tocando el himno de alegría con gran fluidez y gracia. Realmente le gustaba tocar el piano y más cuando había trabajado tan duro. Normalmente los domingos él y su hermana no tenían mucho que hacer de nuevo su madre se había ido y los había dejado con su amiga Kyoko Soryu Shikinami una señorita muy amable que cada que venía les traía: cuentos, libros de teoría, dulces y de vez en cuando juguetes. Kaworu miró a la mujer y a su hermana quienes lo observaban fascinadas. Kaworu miró a su gemela y le dijo.

- Toma, Rei, es tu turno.

La niña Rei se sentó en el piano y con la misma fluidez tocó el himno la Alegría. Kyoko se sorprendió, definitivamente ambos gemelos eran muy listos y perspicaces. Aunque no lo parecía Rei también parecía disfrutar el tocar el piano. Cuando finalmente terminaron, Kyoko le dio unas caricias en la cabeza a Kaworu y Rei, les dijo a los dos.

- Realmente les gusta tocar el piano.

- Sí. Es una de las cosas más bellas que tiene el ser humano.

- Eso es cierto Kaworu-Chan. Dijo la mujer.

Fin del Flashback

- Tayuyá- San, Tayuyá-San. Dijo Shinji mientras contemplaba como su compañera se quedaba con la mirada perdida. Tayuyá dejó a un lado su trance y le dedico una sonrisa a su amigo.

- Una disculpa, recordaba lo que me gustaba hacer.

- Ah, sí ¿y qué era?

- Tocar el piano.

- ¿te gusta la música, Tayuyá-San?

- Si la música es una de las cosas más bellas que tiene el ser humano. Dijo repetiendo lo mismo que había dicho en aquellos años de inocencia.

- Me gustaría algún día, oírte tocar.

- Algún día me oirás. Dijo. Ambos se quedaron, callados. Tayuyá dio un enorme suspiro y le pregunto a Shinji.

- Shinji- Kun.

- Dime. Dijo Shinji.

- Quisiera hacerte una pregunta.

- Si, adelante, hazla.

- ¿Qué es proteger?

- ¿proteger? Pregunto Shinji extrañado.

- Sí. Es que Asuka-San me dijo en la mañana algo muy duro acerca de ti y me dijo que intentaría protegerte con su vida, como si fuera tu novia o algo así.

- Oh. Bueno dijo Shinji-. La verdad es que no me gusta hablar del tema pero... En mi antigua escuela un chico se obsesionó conmigo y pues él me violaba, decía que yo le pertenecía y que debía obedecerle sino todos mis amigos sufrirían. Pero yo aguante todo porque quería protegerlos, sabía que si mantenía contento a ese muchacho, mis amigos no tendrían que sufrir pero todo fue en vano. Él igual hizo de las suyas, mandó a golpear a la prima de Asuka, amenazó con herir a mi hermana y a Asuka, además de...

- ¿de qué?

- De acostarse con mi padre. Dijo Shinji asqueado.

- ¿lo odias? Inquirió Tayuyá.

- No.  dijo Shinji. Yo no lo odio. Pero si llegara a tocarle un solo pelo a mis amigos y a mi hermana, yo nunca se lo  perdonaría. Por mi puede hacer lo que quiera conmigo pero no con mis amigos. Kaworu suspiro realmente no lo odiaba, pero eso no lo tranquilizo en lo más mínimo. Ahora que tenía más cerca de Shinji, pensaba en que quizás Kyoko tenía razón, tal vez si apartaba a Shinji de todo ambiente social, realmente lo iba a perder y no quería perderlo.

- Yo... dijo Tayuyá en voz baja.

- ¿Tayuyá-San?

- Yo.. tampoco quisiera perderte, Shinji-Kun.


Hooola, me he tardado una eternidad en actualizar. Lo siento mucho, pero ya saben lo regular problemas con la escuela, en especial con una maestra bi-polar que no me deja en paz. Afortunadamente hallé tiempo para venir y actualizar. Como recompensa por haberme esperado les daré doble capítulo. Cuídense.  

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