La amenaza
A la mañana siguiente, Shinji se dirigió al salón totalmente desanimado. Se sentó en una de las butacas, no quería hacer nada, ocultó su cara entre sus brazos e ignoró todo, hasta que sintió que alguien le tocaba el pelo, asustado, Shinji se volteó a ver de quién se trataba. Suerte, solo se trataba de Asuka, ella notando el malestar de su amigo le preguntó qué le pasaba, Shinji iba abrir la boca pero en ese momento entró el profesor. Por lo que Asuka se tuvo que ir a su asiento al lado de Hikari. El profesor entró al aula y presentó al nuevo estudiante intercambio, en ese momento Shinji comenzó a encogerse en su asiento era Kaworu, no lo podía creer ¿iba estar en el mismo salón que él? Qué horror, qué había hecho Shinji para merecer aquello. Lo único que esperaba era que al profesor no se le ocurriera sentarlo a su lado, pues en la banca de Shinji había un lugar desocupado. Por desgracia para Shinji, el profesor sentó a Kaworu al lado de él para satisfacción de Kaworu. El muchacho de cabellos grises se sentó al lado de Shinji quien en ese momento estaba temblando de pies a cabeza. Kaworu le dirigía una que otra sonrisa siniestra, mientras comenzaba a tocarle la entre pierna y a meter su mano dentro de su pantalón donde le tocaba el miembro por debajo de la tela de los boxers, Shinji se retorcía ante las caricias de Kaworu, apartó su mano y mirando a Kaworu enojado le dijo.
- Ya basta, le diré al profesor lo que estás haciendo.
- ¿En serio? Dijo Kaworu divertido. Si se lo llegas a decir alguien, haré que te arrepientas. Dijo mientras agarraba el lápiz que sostenía en la mano y se lo enterraba con fuerza en la pierna de Shinji. Éste asustado comenzó a decir
- No, no, basta eso duele. Dijo haciendo un esfuerzo por no gritar por lo que se mordió el labio con fuerza, mientras sentía como unas gotas de sangre le salían por el labio.
- Entonces harás lo que te digo. Dijo Kaworu con rudeza.
- Lo prometo. Dijo Shinji. Tratando de contener las lágrimas. En ese momento, Kaworu retiró el lápiz, y Shinji se sobó la pierna, mientras contemplaba el hoyo que el malvado de Kaworu le había hecho. Shinji lo miró con rabia a lo que Kaworu le respondió con una mirada romántica. Las clases terminaron y Shinji se dirigió a la salida, esperando a Asuka Touji, Kensuke o Hikari. No quería regresar solo a casa, pues sabía que si lo hacía, Kaworu aprovecharía para secuestrarlo y violarlo. Estaba asustado y espero a que saliera alguien del salón, pero solo vio salir a Flow acompañada por su grupo de amigas que no dejaban de reírse como tontas. Flow se percató de la actitud de Shinji, se separó un poco de sus amigas y se dirigió a donde se encontraba Shinji con la cabeza entre las rodillas.
- Ikagi ¿estagas, bien?
Shinji se sorprendió Flow le estaba hablando. La chica rubia se sentó al lado de Shinji y le puso su mano en la espalda, Shinji estuvo a punto de decirle a la joven francesa lo que le pasaba pero en ese momento vio salir a Kaworu acompañado por su melliza, Rei. Kaworu le dirigió una mirada muy seria a Shinji, advirtiéndole que si decía algo, le iba a ir como en feria. Shinji rápidamente dijo.
- No, no es nada. Flow, todo está bien.
- ¿Estas, segugo? ¿no quieges que te acompañe a tu habitación?
- No, no te molestes. Deberías irte, se te hará tarde. Flow miró a Shinji un poco desconfiada y luego miró como Kaworu y su hermana se alegaban.
- Ese garçon nuevo, sega muy beau pego es muy gago. No entiendo que le ven mis amigas y el resto de las filles, estuviegon hablandog de él todo el reste.
- Si la verdad, tienes razón, no tiene nada de especial.
- Bueno, Ikagi.. Nos vemos mañana. Adieu
- Adieu
Shinji se paró y se fue a todo correr al cuarto que compartía con Misato antes de que la noche cayera y se topara con sorpresas no muy agradables. Shinji llegó al cuarto, todo sudoroso cerró la puerta con seguro, y se sentó en el sofá viendo la televisión. Ante cada persona que pasaba, Shinji se estremecía y ocultaba su rostro entre las rodillas. Después de unas cuantas horas, tocaron a la puerta, Shinji tembloroso fue abrirla, asomándose por el orificio. Suerte que solo se trataba de Misato. Shinji fue abrirle la puerta.
- Okaeri, Nee-san
- Shinji-kun. Dijo Misato abrazando a su hermano pequeño. ¿Cómo te fue?
- Bien- mintió Shinji. Oye ¿crees que podría hablar con papá? ¿mañana?
- ¿Por qué, qué te pasó estás bien?
- Quisiera pedirle algo. Se excusó Shinji
- Shinji-kun. No tienes porqué pedirle nada para eso estoy yo. Todo lo que necesites puedes pedírmelo a mí.
- Pero esto es urgente.
Misato miraba desconfiada a su hermano, le parecía raro que le pidiera algo a su padre. La joven peli azul dio un suspiro y dijo.
- Muy bien.
Shinji sabía que lo que acaba de hacer era jugar con fuego, pero valía la pena intentarlo. Si lo hacía tal vez el director podría hablar con Kaworu para que le llamara la atención, solucionado su problema. Aunque las probabilidades de que su padre lo defendiera eran nulas, no hablaban casi nada, y las pocas veces que tenían pláticas era cuando el padre de Shinji, debía firmar la boleta de calificaciones Pero Shinji quería intentarlo, en estos asuntos desesperados era necesario tomar las medidas necesarias para que todo saliera bien
Mientras tanto en otro cuarto cerca de la torre, una muchacha de cabello azul guardaba toda su ropa interior en el cajón, al lado de ella se encontraba su hermano realizando las tareas. En ese momento la muchacha dejó de guardar su ropa y contempló a su mellizo. Este dejo de hacer las tareas y miró a su hermana dedicándole una sonrisa. La joven Rei Nagisa, no se molestó en devolverle la sonrisa a su gemelo, en su lugar lo observó con unos ojos melancólicos, Kaworu borró la sonrisa de su rostro al ver a Rei. Algo le decía que ella sabía lo que estaba haciendo a altas horas de la noche.
- Te van a descubrir. Dijo Rei-ya no lo hagas.
- ¿A qué te refieres? Si apenas estoy comenzando. He esperado seis años para este momento y es hora de aprovechar.
- Nuestra madre no lo aprobará. La razón por la que te fuiste es porque mi mamá quería que fueras un chico de bien.
- Si ya soy una persona de bien. Dijo Kaworu, mofándose. Puedo usar mis encantos para manejar a la gente a mi antojo. Papá me dijo que con mi belleza podría lograr lo que me proponía y eso voy hacer, voy a tener a Shinji-kun.
- ¿y con eso crees que te amé? Pregunto Rei de forma seria. Aunque no lo aparentaba estaba muy impresionada por las palabras de su gemelo, había pasado de ser una persona amable y cariñosa a una cínica y sádica.
- ¿amar? Quién lo necesita. Con el miedo, haré que se enamoré de mí. Kaworu dejando los libros se acercó a su hermana y la tomó del brazo de forma ruda. Rei asustada, comenzó a querer librarse del agarré de su mellizo pero todo era inútil, Kaworu era más fuerte que ella. Así que abrió la boca para gritar, Kaworu la detuvo.
- Y si tú, hermanita, te atreves a decirle a alguien sobre lo que hago. Te prometo que amanecerás en la Morgue
- No lo harías.. Kaworu... no serías capaz.
- Ya no hay nada de lo que no sea capaz. Dijo susurrándole en el oído. Mejor sé una buena hermana, si haces lo que te digo, todo irá muy bien.
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