Secretos
En cuanto esa voz terminó de articular palabra, Shane estrelló el celular contra el piso y Damián corrió enseguida para cogerme el cabello al identificar que estaba a punto de vomitar. No había nada en mi sistema para ser expulsado pero el pánico se había apoderado de mí con intensidad. Sentí como me dolía el abdomen del esfuerzo que hacía y sobre todo ese sabor amargo.
De manera rápida también identifiqué a Shane sobarme suavemente la espalda.
Era un completo desastre.
—No lo retengas. Está bien. Todo estará bien. Estoy contigo —escuché la voz de mi novio.
Sabía que para él también todo estaba siendo muy difícil.
Mis lágrimas habían invadido mi rostro y me sentía demasiado débil.
Isabela me ayudó a incorporarme y me llevó al baño para lavarme. Le seguí sin protestar y al observar mi imagen en el espejo vi la influencia terrible que ese hombre tenía sobre mí. Una pesadilla que nunca había desaparecido.
—No pasa nada. Eres muy valiente —dijo Isabela pasándome papel toalla.
Luego de limpiarme dejé que ella me empezara a lavar sin decirnos una palabra más.
Al salir del baño nos topamos con el cuerpo de Shane, quien se mantenía solo mirándome a mí desde su sitio. La mano de Isabela soltó la mía y me mostró una sonrisa para luego alejarse.
Estando solos Shane no dudó en caminar hacia mí y apegarme contra la pared atrapándome en un abrazo. Aún podía seguir sintiendo sus latidos desesperados y me sorprendía que a pesar de todo lo que había pasado su corazón siguiera latiendo de esa forma.
—No le perteneces a nadie. Tampoco soy digno de decir que eres mía. Te amo locamente pero tú eres libre Kiara. Siempre lo fuiste de niña y lo sigues siendo —sus palabras calentaron a mi corazón y me volvieron a entrar unos fuertes deseos de llorar.
—Tengo miedo.
—Si no lo tuvieras me preocuparía —se separó un poco para dejarme un pequeño beso en la frente.
Al separarnos vi la figura de Damián parado al inicio del pasadizo observándonos. Cuando nuestros ojos chocaron él bajó la cabeza y se dio la vuelta para regresar.
—¿Era Damián?
—¿Cómo?
—Pones una cara de preocupación cuando se trata de él.
Me mantuve callada por unos segundos.
—Todo es muy extraño.
—Imagino que sí. Tener a tu ex y a tu actual novio juntos cuidándote debe ser muy extraño.
—¿Te molesta?
Vi a Shane negar con la cabeza.
—Será un cabezotas por tener un amor no correspondido pero ese amor también te protege —se volvió a acercar poniéndome entre la pared y su cuerpo —Aunque honestamente preferiría que solo te mantengas apegada a mí.
Solté una pequeña risa que me dejaba sentir alivio. Un alivio tranquilo que disfrutaba solo con Shane.
—Debería enfrentar todos mis miedos.
—Lo estás haciendo muy bien.
—Pero no es suficiente. Duele pensar en mi pasado, ni si quiera puedo comerme un plato como una persona normal.
—Recuerdas lo que siempre nos decía el psicólogo —detallé sus ojos por más de un segundo —Todo lleva un proceso. Sanar lleva un proceso. No te desesperes.
Volvió a alejarse de mí y tomó mí mano con gentileza.
—Lamento... —le tapé la boca con mi mano.
—No lo digas, por favor.
Sabía lo que quería decir y prefería seguir guardando ese tema hasta que pudiera conversar de ello sin sentirme totalmente hundida.
Quité mi mano lentamente y empecé a observar el suelo mientras que jugaba con mis pies.
—Te amo —le escuché decir.
Me mantuve en silencio sintiéndome tonta por no poder enfrentarlo. Era la segunda vez que volvía a decírmelo.
—Quiero también aprender a amarte —me sorprendió mis propias palabras.
Shane tomó mi mentón y me obligó a observarlo. Sus ojos marrones brillaban y por un momento me sentí hipnotizada por su mirada hasta que olvidé todo cuando me jaló hacia él para besarme. Sus besos eran perfectos y me encantaba que supiera callarme tomándome desprevenida. Solo ahí podía olvidar todo. Disfrutaba de la perdición que tenía cada vez que me besaba.
—Solo continúa descubriendo todo lo que yo puedo originar en ti y así aprenderás a reconocer que comienzas a amar a alguien.
Y estaba funcionando. Lo podía sentir porque con Shane comenzaba a explorar muchas cosas.
—Hey. ¿Y si mejor bajan a ayudar? —nos interrumpió Alice asustándonos al aparecer sin hacer ruido.
—¿De dónde saliste? —preguntó Shane.
—Estuve observándolos desde hace varios minutos atrás. Se veían muy dulces y tiernos—Alice nos respondió con una sonrisa.
—Mejor bajemos —me cogió de la mano Shane y me jaló consigo.
A nuestro atrás escuchamos a Alice reír y también seguirnos.
Cuando llegamos a la sala vimos a Isabela servir arroz chaufa en unos platos y a Clear servir la gaseosa que había comprado.
—Quise pedirle a Petunia que nos prepare algo pero ellos insistieron en comprar chaufa y la gaseosa —escuchamos la explicación de Alice.
—Hace muchos días que no teníamos una cena así —Isabela botó la bolsa donde habían comprado la chaufa en la basura — Lo hacíamos muy seguido antes.
—Y nos poníamos a ver una maratón de películas —concluyó Clear.
Era cierto. Lo hacíamos muy seguido, pero sucedieron muchas cosas y perdimos el mismo contacto de antes.
—Podemos tener una pijamada todos juntos —Damián intervino dejándome aturdida por lo que había dicho.
¿Una pijamada? Creo que era cuando muchas cosas se daban a conocer y peor aún, también muchos sentimientos se despertaban. Yo lo sabía, en realidad creo que todos lo sabíamos pero no lo detuvimos. Al contrario, accedimos a hacer esa pijamada.
—¿Qué les parece si cenamos primero y luego comenzamos con un juego? —se escuchó a Alice emocionada.
—Dalo por hecho —afirmó Clear sentándose en la mesa.
Problemas. Todo ello significaba problemas para todos porque ese círculo tenía a los integrantes que más secretos guardaba y lo peor era que aquellos secretos estaban ocultos en lo mas profundo de nuestros corazones.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top