Eres hermosa
La cena fue totalmente silenciosa. Solo se escuchaba el sonido de los platos y a Petunia caminar junto con Julián. Isabela se había ido también una hora después de que Clear lo había hecho.
—Tranquila. ¿No crees que es mejor que ya se haya enterado? —escuché hablar a Shane.
—Él ya lo sabía —dejé los cubiertos en mi plato —Lo sabía pero nunca dijo nada.
Podía asegurar que Isabela en esos momentos estaba desorientada con demasiadas preguntas en su cabeza y lo que más me inquietaba era que en cierta parte yo podía entender a Clear. Hice lo mismo que él. Sabía que Shane sentía algo por mí pero tampoco nunca quise hacer caso a esa evidencia. Una parte mía se preocupó por pensar en que ambos fuesen a fallar y cometieran un grave error. Uno en el que la amistad que tenían fuese terminada por completo.
—Sé lo que estás pensando Kiara, pero déjalo. Solo ellos saben qué es lo mejor y creo que es momento de que Isabela deje de engañarse y confiese lo que realmente siente.
Yo lo sabía pero también conocía la debilidad de mi amiga y ese lo era Clear. Ella nunca podía dejar de cometer torpezas estando con él y sabía que el hecho de que Clear siempre supiera que tuvo oportunidad la dejaba mucho más inestable.
Shane me sacó de mis pensamientos cuando tomó mi mano y me mostró una sonrisa que solo sabía transmitirme tranquilidad.
—Todo estará bien.
Asentí con la cabeza también sonriéndole.
—Gracias por estar conmigo Shane.
Por el cambio de gesto que presentó supe que mis palabras le habían asombrado.
—Gracias a ti por venir a mí.
Estar con él me traía la estabilidad que yo necesitaba y era porque comenzaba a aceptar todo lo que él podía originar en mí. Eran muchas emociones que sabía que en cualquier momento explotarían sin poder controlarlos.
Petunia recogió los platos y se dirigió hacia la cocina, mientras que nosotros también nos levantábamos de nuestros sitios.
—Muchas gracias Petunia. Todo estuvo delicioso —agradeció Shane y no esperó a que ella respondiera porque me jaló consigo para salir.
Era muy de noche y debía descansar porque ya no podía seguir faltando al trabajo ni tampoco a clase. Había pasado el tiempo suficiente para que yo recuperara mi energía y retomara otra vez a mi vida.
Me di una ducha y luego cepillé mis dientes para encaminarme hacia mi habitación. Al hacerlo me topé también con Shane. Él estaba parado en la puerta de su cuarto observándome. Ambos nos sonreímos cómo respuesta y luego nos adentramos a nuestros respectivos cuartos.
Caminé unos cuantos pasos cuando escuché a mi puerta tocar. Al dirigirme para abrir identifiqué a Shane parado.
—¿Pasó algo? —pregunté al verlo rascándose la parte trasera de su nuca.
Él liberó su mano y asintiendo caminó hacia mí. Fue en ese momento cuando sentí sus labios poseer los míos. No era un beso tranquilo como siempre me lo daba, era uno desesperado que por el atrevimiento repentino me hizo retroceder hasta que mi espalda chocó con la pared.
Shane me tomó el mentón y yo automáticamente subí mis brazos para rodear su cuello. Fueron unos segundos que parecieron una eternidad cuando se separó de mí y me abrazó dejando caer su rostro en mi hombro.
—Te amo, Kiara. Lamento tener que decírtelo cuando sé que tú aún intentas sanar de tu relación pasada pero necesitaba decírtelo.
Yo me quedé callada intentando procesar lo que había pasado y sobre todo lo que él había dicho.
Se separó de mí y tomando mi rostro entre sus manos me detalló por un pequeño segundo.
Yo no sabía cómo responder a su confesión por lo que soltando un suspiro hice solo lo que sabía hacer en esas situaciones. Acerqué mi rostro al suyo y mirando por un corto tiempo sus ojos marrones oscuros no dudé en también acercar mis labios a los suyos.
Le besé permitiéndome explorar las emociones que comenzaban a surgir en mí. Shane me tomó de la cintura y me presionó contra él eliminando cualquier espacio que podía haber entre nosotros.
Al cabo de otro tiempo volvimos a separarnos por la falta de aire y me permití volver a ver sus ojos, se veían tan hermosos que mi corazón empezó a latir como loco.
—No quiero que pienses que no te amo Shane. En realidad es mucho lo que siento por ti —cogí su mano e hice que tocara mi pecho y sintiera los latidos desesperados de mi corazón.
Eso fue suficiente para que sus besos volvieran a aparecer. Era increíble cómo empezábamos a sentir de todo. Antes era solo amistad y protección por el pasado que habíamos tenido; sin embargo, en ese momento, sintiendo sus besos desesperados podía creer que siempre hubo una conexión más que especial entre ambos. Todo de él me trasmitía mucho más que protección.
Volvió a separarse de mí para detallar mi rostro.
—Eres hermosa.
Esa sensación desastrosa volvió a mí y una fuerte inseguridad me golpeó con fuerza. Me costaba creer en sus palabras. Todo de mí estaba dañado y él aún no podía comprenderlo.
—Lo siento —me solté de sus brazos y me alejé un poco.
Shane identificó mis acciones y rápidamente me tomó de la mano.
—¿Es difícil poder ver lo que yo veo? —me preguntó acercándome hacia él de un jalón.
—Es difícil cuando no puedes entenderlo Shane.
—Entonces déjame entenderlo.
Vi la desesperación reflejada en sus ojos y unas inmensas ganas de vomitar se apoderaron de mí. No podía confesarle lo que había pasado conmigo. Eso también lo destruiría a él.
—Yo no soy normal y lo sabes.
—¿Y crees que lo normal me enamora?
Me callé unos segundos pensando en sus palabras cuando otra vez me volvió a jalar pero fue para presionarme en un abrazo.
—Entiende que te he amado durante muchos años. Todo de ti me parece hermoso.
Me animé también a contestar su abrazo y dejar que me tratara con mucho amor muy a pesar de que mi mente se retorcía por eliminar esos recuerdos de un pasado.
—Lo siento. Cuesta cuando hace mucho tiempo perdí mi escencia humana.
—Te estás esforzando por comer y nadie te puede exigir más.
Él conocía esa parte de mí. Esa parte en que yo prefería dejar la comida de lado. Cuando creía que la comida era un problema. Pero él no conocía la otra parte y eso era lo que más me destruía. Ahí en sus brazos yo era feliz pero me daba miedo volver a caer a esos días de atrás.
Me animé a asentir para dar por finalizado a esa conversación.
Shane me cargó y nos arropamos ambos en mi cama. No me importaba lo que había pasado minutos antes. Podía seguir lidiando con ello después. Quería ese tiempo para seguir sintiendo el amor y cariño de Shane conmigo. Quería descansar tranquila y sabía que eso nos iba hacer bien a ambos porque a Shane también le acompañaban pesadillas de su pasado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top