♡﹙segunda parte﹚
—¡JiMin, espera! ¡Espérame por favor! — el omega iba detrás de él, tratando de alcanzarlo.
El alfa, al estar tan sumido en sus pensamientos más negativos e hirientes, no fue capaz de escuchar. Rápidamente se dirigió a la biblioteca en donde sabía que nadie estaría a esas horas y quizás lloraría un buen tiempo. A esas alturas perder sus últimas horas de clase ya no le importaba. ¿Cómo entraría nuevamente al salón sin sentirse humillado y estúpido?
No quería ver a YoonGi, no quería ver como el omega se burlaba de él o lo miraba con vergüenza.
JiMin sabía que no iba a poder soportarlo.
El omega castaño notó a donde se dirigía, así que se detuvo y decidió caminar con calma, tratando de regular su respiración por haber corrido más rápido de lo que normalmente hubiera podido.
Se adentró al lugar y su corazón se encogió algo triste por ver como el alfa estaba sentado en el suelo abrazando sus piernas flexionadas y con el rostro escondido.
Los sollozos podían ser escuchados mientras más se acercaba y YoonGi decidió ponerse de cuclillas a su lado.
JiMin se tensó al percibir el dulce aroma del castaño y ya no supo cómo podía ser posible huir con rapidez. Sintió una onda de electricidad chocante al simple toque de la mano del omega en su hombro, haciendo que levantara la cabeza y sus ojos chocaron con los del castaño.
—¿Sentiste eso? — preguntó YoonGi, para luego esbozar una pequeña sonrisa.
—Yo... S-sí. — las mejillas de JiMin volvieron a teñirse de un tono rosado y pudo admirar mejor el precioso rostro del omega al estar tan cerca suyo.
—N-nosotros... eh, bueno — el pelirosa se contuvo las ganas de abrazar por completo a YoonGi al ver sus mejillas ruborizadas y como su mirada era algo cohibida. — Yo lo supe hace poco, pero, nosotros... s-somos predestinados, JiMin.
El alfa expandió sus ojos claramente sorprendido, ¿Cómo es que no se dio cuenta?
—¿Ha-hablas en serio? — titubeó. Deseaba con todo su corazón que no fuera una broma de mal gusto. Él sabía que el bello omega no sería capaz de destruirle el corazón.
Soltó un gran suspiro de alivio al ver como YoonGi asentía con la cabeza.
—No sabía cómo decírtelo. A-apenas me enteré hace unos días después de contárselo a mi mamá.
El ceño fruncido del pelirosa denotó la confusión que sentía en ese momento.
— Bueno, mi lobo y yo, si-siempre tuvimos ese impulso de estar cerca de ti, de abrazarte y permanecer el mayor tiempo posible contigo. Eres un alfa muy l-lindo, pero nunca tuve esas ansias de querer estar al lado de un alfa, y una tarde cuando le conté a mi mamá todo lo que sentía cada vez que te veía disimuladamente, — esbozó una sonrisa apenada. — pudo explicarme la verdadera razón.
— ¿En serio lo somos? — su sonrisa se ensanchó cuando el omega asintió de nuevo; hasta que cayó en la realidad de aquellas palabras. Park siempre tenía que pensar en algo negativo. — Pero, pero es por eso que quieres estar a mi lado. ¿Verdad?
— ¿Qué dices?
— Tu lobo reconoce al mío como su alfa, pero simplemente es por eso que tú, la parte humana, quiere estar conmigo. ¿Solamente es por eso verdad? — dijo sintiéndose totalmente dolido.
— ¿Qué? No, no, JiMin. Antes de eso yo...
— No es necesario que lo expliques. — lo interrumpió. — Debía saber que un omega tan lindo como tú no puede estar como un alfa como yo. Pero ¿A quién engaño? Ni siquiera me asimilo a uno, solo soy un tonto...
— JiMin, no digas eso, déjame
—...que piensa que algún puede tomar la suficiente seguridad para poder cortejarte. — negó lentamente con la cabeza y sintió sus ojos picar. — Soy patético, real-
Las palabras de JiMin fueron interrumpidas al sentir como el omega juntó sus finos belfos con los suyos. Sintió un cosquilleo en su abdomen y sus ojos se abrieron de par en par. YoonGi sostuvo su rostro entre sus suaves manos y JiMin colocó las suyas en la cintura del omega. Cerrando los ojos con lentitud, disfrutando del dulce contacto y las miles de emociones que se mezclaban en él. Estaba besando al omega dueño de sus únicos suspiros y anhelos, sueños y latidos, sonrisas y sonrojos.
Poco a poco el alfa fue el que comenzó a acariciar con sus esponjosos labios, el labio superior de YoonGi, tomando el ritmo y el control del acompasado e inocente beso. Una sonrisa se dibujó en su rostro y terminaron por separarse hasta quedar solo sus narices juntas, acariciándose con parsimonia y disfrutando de la mezcla de sus aromas, creando un verdadero deleite.
— Sí que eres un alfa bobo. — susurró YoonGi, con cariño, posando sus manos en los hombros del pelirosa.— Creas muchas cosas antes de escuchar. — sonrió levemente.
— Yo, uh... — el omega volvió a darle un corto beso, transmitiéndole seguridad. — Yo realmente estoy enamorado de ti, Yoon.
El castaño sonrió ampliamente y se abalanzó hacia el alfa mientras enredaba sus manos en la chaqueta de JiMin.
— Yo también estoy enamorado de ti, alfa. — le dio otro casto beso en aquellos esponjosos labios. — Solo que siempre tuve algo de inseguridad al respecto. Eres tan introvertido y callado que jamás creí posible poder relacionarme contigo, y esa idea me dolía. Porque no importa lo que los demás puedan decir de ti. Yo te quiero demasiado y estaría orgulloso de ser tu omega.
El alfa sintió como las sensaciones más hermosas recorrían su organismo; felicidad, amor, emoción, simplemente todo estaba tan mezclado que la sonrisa en su rostro no desapareció y abrazó al omega con toda la fuerza permitida. Como pudo se levantó con YoonGi entre sus brazos y lo cargó levemente, haciendo que el omega dejara de tocar el suelo y en su cambio estuvieran dando vueltas mientras ambos soltaban risitas genuinas.
— Me haces el alfa más feliz, yo... yo jamás creí que esto me estuviera pasando contigo.
El pelirosa baja a YoonGi con mucha delicadeza y el castaño se pone de puntitas para encerrar el cuello de JiMin con sus brazos, el alfa más que complacido y alegre, besa aquellos labios que sabe que nunca se cansará de probar.
— Te quiero demasiado — susurró JiMin, sintiendo sus mejillas arder de nueva cuenta. — Yo también quiero ser tu alfa. ¿Podrías a-aceptarme?
El omega sonríe de esa manera que derrite el corazón de JiMin y asiente efusivamente.
— ¡Sí, sí quiero! — YoonGi comienza a repartir cortos y suaves besos por el rostro del alfa y este sonríe en el proceso, sosteniendo al omega de su pequeña cintura.
Ambos sumamente sumergidos en su nueva y cálida burbuja de amor, empiezan una nueva etapa juntos. Una que empezaría con las raíces más fuertes y estables que son permitidas por el profundo y mutuo amor que se tienen y que saben que seguirá creciendo.
Porque uno nunca sabe cuándo está listo para poder ser feliz, pero cuando ese momento llega, sabes que no puedes dejar esa oportunidad.
— Te quiero, mi tierno y tímido alfa.
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