CAP 3:Mi propósito

El mito de Helios, un mito que pocos conocen pero que puede ser una prueba de su desapareción, el mito trata de que su hijo Faetón, nacido de una humana, quiso demostrar que eres hijo de Helios y el modo fue conducir el carro solar de su padre, y aunque Helios no quiso, decidió aceptar por su sentimiento paterno hacia su hijo.

Pero como si la desgracia llamará, su hijo no pudo conducir el carro solar por su nula experiencia en conducir un transporte el cual solo los dioses sabían manejar, eso ocasionó que el fuego se saliera y que llevara a una lluvia de fuego la cual ocasionó desastres en toda el mundo, Zeus se tuvo que intervenir para evitar más desgracias de las que ya ocurrieron.

Viendo el desorden que se desataba y la magnitud de la amenaza, como "Padre del Olimpo" tuvo que tomar una decisión dolorosa pero necesaria, con un rayo certero, derribo a Faetón pero acabando con su vida en ese mismo instante, una dura desición pero por un bien mayor.

Helios al descubrir el destino de su hijo, quedó sumido en una profunda tristeza, negándose a montar su carro de nuevo, con eso el mundo se sumió por la oscuridad, sin embargo, así que otro tuvo que tomar el manto, por eso las personas empezaron a venerar al dios de las artes, Apolo, atribuyéndole todo lo relacionado al sol, su culto creció exponencialmente, sus estatuas se multiplicaron, la humanidad hablaba más de él que de Helios, hasta el punto de que hubo una remodelación en donde Apolo fue quien era él dios del sol.

Todo eso fue una transición natural de las creencias populares de ese entonces, donde los creyentes a Helios al no ver ya a su poderoso e omnipresente dios, tuvieron que dirigirse a otro para no perder lo que tenían, pero gracias a eso, el sol volvió a brillar en cada mañana diariamente, aunque dejando ahora casi en el olvido a aquel primer dios del sol.

Quien había sido un dios presente, se quedó olvidado en las sombras de la memoria colectiva, siendo ahora tomado como un personaje mitológico que lo que era antes, se volvió una parte esencial pero silenciosa de la historia, un eco de los tiempos antiguas cuando su brillocidad era indiscutible, pero que ahora ya ahora solo era visto como un dios más del montón.

O así es como dice el mito, ya que la desición por la cual desapareció, fue completamente diferente a como cuentan los humanos.

Hace milenios de años atrás, existía aquel verdadero dios del sol, Helios, teniendo un papel central en la vida de los mortales y dioses por igual, formando parte de una generación divina, la cual precedió a Zeus y sus contemporáneos, cada mañana, las personas esperan la anticipación de su carro en el horizonte del este, era un ritual diario, siendo la señal de su llegada el tintineo de sus arneses y el galope rítmico de sus 4 corseles de fuego que lo traían a el montado en un carruaje.

Humano(1):¡Ahí viene, Helios, ya se acerca! -afirmo con un grito, señalando detrás de las montañas de la cual una luz se venía venir.

Una bola de fuego ardiente salió volando hacia un pequeño pueblo, las personas salieron y se asomaron de sus casas para poder ver al destellante dios del sol, Helios, que montado en du caballo traía la luz del sol a sus vidas, aquel dios solo alza a su mano para saludarlos y su felicidad se mostraba en una gran sonrisa, ver a los humanos felices era lo que más amaba, le llenaba de una gran emoción.

Helios:¡¡Tengo un hermoso día queridos humanos!! -bajo su brazo para poder tocar la mano de un pequeño bebé que fue alzado por su madre, mientras la luz del sol lo perseguía para seguirlo hacia lo más lejos que fuese.

Y la gradual iluminación del mundo a medida del carro ascendía, con su paso, las sombras se disipaban, revelando campos, montañas y mares bajo la vastedad del cielo, sin embargo, así como su llegada era celebrada, cuando tenía que irse cuando llegaba la noche, era un sentimiento de melancolía, aunque feliz al tener a sus dos hermanas, Selene y Eos que eran su gran alegría y que las apreciaba bastante, a pesar de la pérdida que les género la muerte de Hiperión y Tea, los cuales eran titanes y que Zeus elimino cuando se hizo la Titanomaquia, aunque dejando vivir a los hijos al no verlos como malos seres.

Esta decisión de dejarlos vivir, fue por qué Hades no vio ningún tipo de mal en sus almas, eran adolescentes pero sin malas intenciones, así que Zeus decidió en darles títulos y las tareas que harían hoy en adelante, como dioses del Olimpo, aunque a Poseidón no le gustará eso, pero no comentó nada para objetar la desición que sus dos hermanos tomaron, eso incluía a Adamas que no le importó mucho eso.

Pudiendo también ver através de la luz del sol, ver cosas que otros no podían, como las acciones y palabras de algún dios o mortal, siendo los primeros que no estaban libres de eso, ya que a Helios le encantaba el chisme, aunque no era alguien malo, ya que le gustaba que la verdad se supiera y que la mentira no se saliera con la suya, siendo un dios que amaba a los humanos y que estaba completamente feliz al traerles la luz a sus vidas, siendo lo que más le emocionaba de su trabajo, que tanto atesoraba como a sus hermanas.

La rebelión que quiso hacer Adamas contra su hermano menor Zeus, estando celoso y enojado al este ser él líder que dirigiría al Olimpo, libero a los titanes del Tártaro y con la compañía de muchas criaturas las cuales estaban dispuestas a ayudarlo con su tarea de eliminar a Zeus, también fue a a pedirle ayuda a Poseidón, de que se uniera a él, aunque eso fue después de que tuviera una reunión con Helios.

Él era un titán, al igual que sus dos hermanas, para Adamas servirían de gran ayuda para la rebelión que quería hacer, creyendo que los tres tenían algo en contra de Zeus y los demás dioses al estos a ver asesinado a sus padres, pensó con quién hablaría primero de entre ellos tres y fue con Helios, al ser este él hermano mayor y que tal vez sus hermanas seguirían, si es que él dios solar decidía apoyarlo en su causa, así que organizo una reunión con él sobre eso.

Sentado en un trono extraño y casi deformado, Adamas tenía una expresión seria pero sonriente mientras miraba al otro extremo de la mesa a Helios que igual estaba sentado, aquel dios solar se mantenía distraído aunque la atención estaba puesta en Adamas con lo que tenía que decirle, el palacio era del dios solar y estaban en una sala, la cual estaba vacío y con ellos dos no más ahí.

Adamas:Helios, dios del sol, yo y mis hermanos te concedimos en el pasado él título de dios, te dimos piedad junto a tus hermanas y convencimos a nuestros demás hermanos de que no los mataran -mueve su dedo por la mesa- tú nos debes mucho a nosotros, tu lealtad y deber está con nosotros, así que tú cumplirás con toda voluntad cada petición que nosotros te demos.

Helios:Si lo miras de ese modo, pues es verdad.

Adamas:Exacto, es por esto que cité una reunión en tu palacio para hablar sobre lo que vine aquí -lleva su vano para tocar su pecho- Zeus es mi hermano menor, siendo el último de nosotros, y tú entiendes que él puesto como líder debe ser tomado por él hermano mayor, ¿no es así?.

Helios:Él venció a Cronos en un combate a muerte, tiene ganado su puesto como dios del Olimpo después de todo, ya si tú junto a tus demás hermanos hubieran derrota a Cronos, entre todos juntos, pues ya te entendería -ya estaba suponiendo a lo que vino él dios, desde las ventanas podía ver a un gran ejército de titanes y criaturas.

Adamas:¿Y me entiendes? los hermanos menores siempre deben respetar a sus hermanos mayores y nunca menospreciarlos, tú cómo hermano mayor de Selene y Eos, ¿puedes entender lo que siento al ver como mi hermano me menosprecia y tengo que recibir órdenes de parte de él? es absurdo, intolerable y bochornoso, no es digno de ocupar él trono y por eso vengo aquí Helios, a ti dios del sol, a pedirte que te unas a mis fuerzas para poder destituirlo de su cargo.

Helios:-mueve un cáliz con su dedo, girando lo por los bordes, de una manera desinteresada- ¿quien se unió a tu causa?.

Adamas:La mayoría de los dioses están dispuestos a renunciar a Zeus cuando yo llevé acabo mi ataque, Hermes también me está apoyando, todos decidieron atacar cuando yo ataque, Zeus no tendrá nada con que defenderse al ver como todos lo traicionan.

Helios:Ya veo, ¿y tús demás hermanos, ellos también están en esto?.

Adamas:Hades no sabe sobre esto, pero se que Poseidón a eptara unirse a mis filas, por ser mi hermano menor es seguro que aceptara unirse a mí como hermano mayor que soy, y los últimos que faltan por unirse eres tú y tus hermanas, Helios, ¿quieres a tus padres?.

Helios:Un poco, no ocultare lo que ellos junto a su raza hicieron, pero me sentí triste por sus muertes, aunque ya ahora no me importa lo del pasado.

Adamas:Pues entonces haz que ese amor por ellos se vuelva un odio contra Zeus, él fue quien los mato y te los quito, debes de tener ese odio contra él, muy en el fondo se que lo odias por lo que hizo, así que por eso Helios, vengo aqui a pedirte de que te unas a mi ejército, contigo y tus hermanas seres lo suficientes como para derrotar a Zeus, incluyendo a mi hermano Poseidón -sonrie, confiado a que él titán aceptaría.

Helios:No estoy interesado en unirme a ti o a tu ejército, disculpa pero paso, no quiero traicionar al dios que con su hermano me otorgaron piedad y título de dios del sol, eso también incluye a mis hermanas, así que perdona Adamas pero no voy a traicionar la lealtad que le tengo a Zeus, por él y Hades es que digo vivo -ve al dios que su expresión mostraba sorpresa- protegere a mis hermanas, e ir contra Zeus es un peligro de que mueran por culpa mía, así que no, no lo haré.

La sala se quedó por unos minutos en si silencio, la mirada de Helios seguía en Adamas que no daba ningún ruido, pero al instante su expresión cambio a una de enfado y dio un golpe a la mesa en forma de protesta contra lo que dijo él dios que solo se preparó por si él contrario intentará algo.

Adamas:¡¿Como te atreves?! maldito dios menor, ¡debes estar agradecido conmigo por también haber aceptado en dejarte vivir junto a tus hermanas!, ¡tú lealtad también debe ser conmigo y seguir todas mis órdenes que yo te mandé! -enojado, saco su hoz listo para hacer un ataque- ¡tal insolencia no será perdonada!, ¡te me unes o mueres ahora!.

Helios:¿Quieres hacer esto? Adamas, te respeto como dios y hermano de la trinidad del Olimpo, pero no puedo ocultarte de que estás siendo un completo inmaduro, la decisión que estás tomando de ir contra Zeus es algo traicionará y más al tratarse de tú propia familia -alza su dedo- como hermanos mayores, tenemos la tarea de ayudar y proteger a nuestros menores, ¿puedes acaso entender tal simple concepto familiar?.

Adamas:-apreta los dientes, lanzando un gruñido el cual Helios solo ignoro- ¡claro que lo entiendo, pero también los hermanos mayores deben de darle una lección y castigar a sus hermanos menores por los errores que hacen!,¡así que piensa bien lo que te estoy diciendo, te estoy dando una segunda oportunidad con la cual decidir estar de lado mio o en contra!.

Helios:Ya decidí Adamas, no me unirse a ti, la reunión se acabó, ahora te pido que te retires con tu ejército -se encontraba calmado, pero la seriedad en su rostro era otra cosa.

Adamas:¡Bien, pero hablaré con tus dos hermanas, seguro ellas tendrán más razonamiento en esto! -se levantó de su trono, pero vio a los ojos de Helios él cual se había iluminado.

Helios:Te atreves a hablarles, y le diré a Zeus y a Hades lo que estás tramando -su tono cambio a una casi frío y serio- no dejaré que te las acerques, así que retiraré o enfrenta la irá de tu hermano mayor, es mi última palabra.

La sala quedó en un completo silencio, los dos dioses se veían fijamente y sus intenciones ya se estaban mostrando, de un gruñido de molestia Adamas se dio la vuelta y se fue del palacio de Helios, tenía otras cosas que hacer, que estar perdiendo el tiempo con un trio de hermanos idiotas, así pensó y se fue con su ejército, dejando a Helios él cual solo volteó a una columna de la sala, ahí se encontraba Hermes que había escuchado todo, teniendo su típica expresión la cual Helios solo hizo poner una sonrisa.

Aunque, desgraciadamente, ocurrió aquella desgracia la cual marco a Helios, aquella que provocó que fuera olvidado por los mortales y por a los dioses se les prohibiera hablar de él.

Un joven chico conocido como Faetón, era un mortal pero hijo del dios del sol, Helios, para demostrar el parentesco con su padre, por esa razón, llamo a Helios y le pidió conducir el carro del sol através del cielo, para así dar a reconocer que era su hijo hacia los dioses y mortales, a pesar de que era una tarea peligrosa, reservada solo para los dioses.

Helios le concedió su deseo, no pudiendo evitar ceder ante su amor paternal por su hijo, pero Faetón no pudo controlar los caballos del sol, y desencadenó un desastre, causando incendios y sequías en Grecia, Zeus finalmente tuvo que intervenir, lanzando un rayo que mato a Faetón para detener el caos, y al saber eso, Helios quedó sumergido en una tremenda tristeza, aunque teniendo que cobrar un costo al ser cómplice de todo este caos que desató su hijo

Un juicio, un juicio contra él se llevó acabo, los 12 dioses del Olimpo y otros más que completan la sala, todos llamados para decidir el castigo del cual le darían a Helios, todos en una sala, reunidos, mientras Helios estaba encadenado de muñecas, cuello y tobillos, estando parado en el centro de todo mientras Zeus lo miraba.

Hermes:Señor dios del sol, se le acusa de complicidad de haber dejado que su hijo Faetón, conducirá su carro solar, provocando el caos en Grecia, ¿tiene algo que decir al respecto?.

Helios:-con la cabeza agacha, solo pude moverla en negación, no pudiendo responder ante el dolor que lo estaba hundiendo en su inteior-

Hermes:En este juicio, los doce dioses que usted ya conoce, decidirán el castigo que le pondrán, por lo que se le acusa, le sugiero mantenerse en silencio.

Zeus:-golpea con su martillo la mesa que estaba al lado de su trono- iniciemos con esto -ve al dios del sol él cual estaba parado y con cadenas rodeando sus manos y pies- Helios, tú sabías de la gravedad de las cosas que sucederían, no le advertiste o enseñaste a tu a hijo a usar antes tu carro -alza la mirada para ver a sus hermanos- quien va a empezar.

Hércules:¡Me parece injusto que hagamos esto! -declaro, estando en apoyo del dios solar- todos aquí hicimos cosas malas y jamás llegamos al punto de que nos juzgarán y dieran un castigo, entonces ¿porqué a él le hacemos esto?.

Apolo:Tal vez porque algunos no lo ven con buenos ojos, siendo la razón que tenga sangre y sea hijo de dos titanes -dio una rápida mirada a Poseidón el cual era el más serio de todos aquí.

Zeus:Nada de eso, todo aquí es lo que la ley manda, nuestra ley, y por la gravedad del asunto de lo que su hijo provocó, debemos de tomar cartas en el asunto -viendo al dios de las artes él cual solo soplo por esto- las ninfas y dioses menores nos alertaron, todo era un caos y si no fuera por nuestra intervención, ya todo Grecia y tal vez el mundo estaría en cenizas.

Hércules:¡Entonces así no más haremos esto! -molesto, mientras daba un golpe con su arma al suelo- ¡si, cometió un error, pero no quiere decir que podamos decidir lo que él haga, aunque sea juzgemoslo de una manera la cual sea buena!.

Poseidón:Es solo sangre sucia -sin mirar a nadie- fue un error concederle misericordia a él y a sus hermanas, como hijos de titanes, era de esperarse que trajeran caos a la tierra, propongo que los decapitemos para evitar más de estos accidentes.

Las palabras del dios hicieron que otros empezarán a susurros y murmullos, algunas ya pensaban que la idea de matarlo era buena, así evitarían más de estas desgracias las cuales casi acaban con Grecia, siendo la central parte del mundo donde los veneran y rezan como lo que son, dioses, todos hablaban de cual sería la mejor opción, pero ya era obvio lo que eligirán, la cual le convenía más a todos, dejar a tres titanes vivimos sería tal vez su mayor error, debían de resolverlo como ellos mandarán y decidieran, Zeus permanecía en silencio y escuchaba ya como la desición era tomada, así que solo faltaba que él la dictará, aunque alguien lo interrumpió.

Helios:¡¡No, a ellas no!! -ve al líder del Olimpo el cual lo veía con una ceja alzada- ¡¡propongo que me olviden, que humanos y dioses me olviden, a mi, que ya nadie hable o me mencioné, que todo lo que yo este relacionado pase a otro dios!!, ¡¡pero que mis hermanas no sean víctimas de mi error!!.

Zeus:Suena una desición justa, casi como lo que hicimos con Adamas pero siendo más drásticos contigo -piensa un poco- está bien, Helios, al habernos servido durante muchos y largos años, seré más amable contigo, eso incluye tu castigo, así que ¿quien será él dios que tome tu lugar?.

Helios:-mira a todos los dioses, para ver a alguien en específico, a su mejor amigo- ¡¡Apolo!!, ¡¡él será que tome mi lugar, todas mis cosas, mi título, mi corona, todo lo relacionado a mi!!.

Zeus:Mm, bien, es un castigo justo para alguien como tú Helios, pero me da curiosidad saber tu respuesta y la declaración que dirás por esto -da una pausa- ¿que pasara con la ciudad y el coloso de Rodas? es la mayor ciudad donde te alaban y veneran, no creo que así por así empiecen a alabar a otro dios que no seas tú.

Helios:..... -cierra los ojos, apretando los puños y moviendo su cabeza, tratando de pensar en una respuesta justa para aquella ciudad llena de humanas que ama y quiere, pero no había nada que los salvará, incluido él- envíen un terremoto que destruya mi estatua, con eso creerán que los abandone......

Zeus:Es una buena opción, está bien Helios, tu propio castigo el cual dictas pues es aprobado, pero tendrás que irte del Olimpo, jamás más a poder volver ni pisar un pie de aquí, dios y humana no podrán tener contacto contigo, jamás -suavisa su mirada- pero para ser bueno contigo y que no pienses mal de lo que todos aquí estamos haciendo, se permitirá que tus hermanas te visiten.

Con aquella declaración, Zeus golpeó con su martillo la mesa, dejando acabada esta reunión, quien tuvo que dejar todo de si, acarició a sus corceles por última vez, abrazo a sus hermanas en un doloroso y triste despedida, para ser llevado por su mejor amigo Apolo ,hacia la zona más alejada del Olimpo y donde no hubiera ningún tipo de vida más que solo el desierto, el mismo desierto en donde él ayudo a Hércules, ahí fue donde su amigo lo dejo a petición de Helios y ambos se dieron un apretón de manos, para él dios ahora del sol alejarse y dejar a su amigo quien solo se quedó viendo lo irse.

(.....)

Hermes:Esa es la historia de Helios, la verdadera y de cómo fue que se convirtió en un dios desconocido para todos los panteones -termino de hablar, dirigiendo su vista a Geir que tenía una mirada triste y apenada.

Geir:Que injusto -se sentía triste por lo que pasó con Helios- no merecía tener tanto castigo en su vida, después de lo de su hijo.

Hermes:Así son los dioses, señorita Geir, a veces podemos ser tan bondadosos pero tan despiadados a la vez -devolvio su vista a la arena, al igual que la Valkyria.

Él dios se movía usando las estructuras como impulso para ir más rápido hacia el lugar donde estaba aquel humano, mientras aquel humano solo se tapaba con su escudo del sol, pensando en una forma de derrotar a aquel dios, mientras la humanidad y los dioses desde las gradas veían en los paneles como aquel dios desconocido para ellos avanzaba más y más acercándose al lugar donde se encontraba ese humano, lo cabe decir que los hijos de Constantino junto a sus más grandes se encontraban preocupados, mientras los dioses sonreían esperando a que esto acabará rápido, no conocían al dios pero al ser la personificación del sol, ya esperaban a que ese humano no durará nada.

Se detuvo, estando así a unos extremos frente al humano, ambos se vieron, ninguno daba el primer movimiento, él dios saco una funda de espada y su mano brillo para que una energía corriera através del mango vacío de la espada, de la cual se estaba haciendo una especie de garrote pero con dos 5 filos los cuales le daban un aspecto casi similar a una estrella, él dios de su brazal de su antebrazo derecho lo agito para así activar un escudo el cual salió, así dejando ver el armamento que tenía consigo, mientras que Constantino solo se puso en posición defensiva, con su escudo al frente y su espada agarrada de manera para contratacar, los dos se veían mientras movían sus dedos y apretaban sus espadas con fuerza.

Heimdall:¡¡LOS DOS REPRESENTANTES DE AMBOS LADOS YA ESTÁN FRENTE A FRENTE, AMBOS ESPERANDO A QUE EL OTRO DE EL PRIMER GOLPE!!, ¡¡LAS TECNICAS DE COMBATE GRIEGAS CONTRA LAS TECNICAS DE COMBATE ROMANAS!!,¡¡SERA UN DUELO ENTRE HOMBRES!!.

Hebe:La espada y escudo de Helios -ve con detenimiento aquellas armas- ¿tú se las devolviste? -viendo al dios de las artes él cual tenía una sonrisa en su rostro, apreciando lo que está apunto de pasar.

Apolo:Me las pidió, así que se las preste, además originalmente son suyas, solo que por nuestro padre me las termino dando eso y más.

Aquellos representantes de cada bando se veían, sus miradas mostraban seriedad y amenazas, aunque del lado del humano este se encontraba más calmado, mientras que la del dios mostraba dedicación, con eso, el primero en atacar fue Helios quien se lanzó con un pisotón en el suelo y dando un salto, siendo un impulso para que utilizar su arma, la apunto directo a la cabeza del humano queriendo terminar esto rápido, pero su arma fue recibida por la espada la cual él humano uso como cubierta.

Él dios dio un rodillazo directo a la barriga del humano pero que fue cubierto por su escudo, Constantino dio un cabezazo recto hacia la frente del dios él cual por sus cascos fue un choque que hizo que ambos retrocediera, Helios sacudió la cabeza y miro de nuevo al humano el cual dio un impulso para atacarlo por sorpresa, él dios puso su escudo el cual mínimamente empezó a cargar luz, Julius dio un espadazo pero que fue recibido por el escudo el cual soltó un brillo junto aún grito, ese ataque defensivo uso cegar a Constantino el cual fue aprovechado por Helios que le dio un espadazo directo al pecho y le dio un golpe con su escudo.

Los humanos se asustaron ante el grito que soltó el escudo al brillar, Helena se aferró a su asiento preocupada por su padre y Constante apretó los dientes, el brillo no dejaba ver lo que pasaba pero los dioses creyeron que ya esto había acabado, fue un espadazo directo al pecho, cualquier humano no resistiría tal golpe de un arma de los dioses, aunque los que se mantenían serios eran Ares y Forseti junto a Hermes los cuales esperaron que pasara algo, y así fue.

Aquel brillo se disipó y dejó ver al humano él cual seguía de pie, tocando el pecho la cual la armadura lo habría cubrió y resistido el golpe, eso le hizo sonreír, Helios lo veía un poco sorprendido, al igual que el resto de dioses los cuales estaban con expresiones bien abiertas por ver al humano que seguía en pie, esos golpes no le habían hecho nada, en cambio, una gota de sangre se deslizó y cayó del brazo del dios del sol, él cual se llevó la mano a su brazo y la paso para ver que seguía sangre, le habían hecho un corte.

Heimdall:¡¡ESTO ES IMPRESIONANTE SEÑORAS Y SEÑORES, ÉL HUMANO PUDO RESISTIR DOS ATAQUES DE PARTE DEL DIOS Y TODAVÍA LE OUDO HACER UN CORTE EN EL BRAZO SUPERIOR IZQUIERDOS!!.

Forseti:(Entonces si aprovecho bien a los enanos) -recuesta su cabeza en su hombro- (las palabras de esa pelirroja si que le sirvieron de ayuda).

En el balcón del dios líder de Egipto, él se encontraban serios y con su poder hicieron temblar su balcón, Horus dio una mueca de enojo ante lo que vio, era indignante, insultante, humillante, como en el anterior Ragnarok fue.

Horus:La primera herida y es contra nosotros -dirigio su mirada hacia el balcón Griego, viendo a Atenea y a Ares- nuestro primer representante, y se trata de un desconocido.

»No debi confiar otra vez en los Griegos, su trinidad terminó muriendo, lo que quedan ahora son solo restos.

Los humanos gritaron en señal de fuerza hacia su representante él cual seguía de pie, los dioses se encontraban con los ojos abiertos, la primera herida y fue hacia ellos, aquella herida podía ser solo de un dios, pero al tratarse de su representante, de su primer representante, les causaba una ira y nervios tremendos, recordando el antiguo Ragnarok y de cómo fue con ellos, Selene y Eos se asustaron viendo con preocupación a su hermano él cual seguía viendo la sangre, para en unos minutos moverla y salpicar el suelo con está.

Helios:Vuelvo de un retiro y lo primero que recibo es una herida -sacude su mano para pararla y ver al humano que estaba parado en posición defensiva contra él- bien humano, haz sentir que mi regreso sea de lo más grande.

Él humano no dijo nada, con eso ambos se lanzaron a atacarse, antes que diera un ataque con su espada, él dios respondió primero con una patada la cual impacto en la espada que hizo que él humano la soltara, la espada salió lo ando a una distancia muy alejada de donde estaban, él humano puso su escudo para protegerse de los espadazos del dios él cual con cada ataque causaba algún que otro destello y chispas, él humano trataba de mantenerse firme, pero la ferocidad de atacar del dios le hizo retroceder.

Llevo una mano y agarro la funda de su espada, la misma donde metió un pequeñito trocito de su corona de laurel, Helios atacaba para retroceder y dar una patada cargada de su poder la cual envío a retroceder a Constantino que se arrastró contra una pared, siguiendo aún de pie, Helios se acercó y movía su espada la cual daba reflejos del sol, corrió y lanzó el ataque para golpear contra el escudo del humano que pudo aguantar el impacto de la espada, de manera rápida él humano lanzó un ataque con su arma directo a la parte infierno del dios.

Soltó un quejido, Helios retrocedió y bajo la mirada para ver su pierna, viendo que tenía un corte de una espada, alzó la mirada y vio al humano él cual en su mano tenía agarrada la funda de su espada, Helios se quedó confundido sin entender como aquella funda le pudo haber causado ese golpe, los de las gradas tampoco lo entendieron.

Estaban igual de confundidos que él dios, ¿como es que ese humano pudo hacer un corte con la funda de la espada?, y no solo ellos, los humanos estaban igual, no entendieron lo que pasó, solo estaban en silencio esperando que sucediera lo siguiente.

Hebe:Ese humano no es estúpido -su hermano de la guerra la voltea a ver- lo está estudiando, no por nada fue quien comando muchas guerras, Constantino I está estudiando a Helios, quiere saber con qué clase de dios se está enfrentando y como es su forma de atacar, la estrategia es su más grande virtud y en esta combate es donde más le servirá usar.

La asistente de los dioses tenía razón, Constantino miraba las armas de Helios con detenimiento, pensaba como podría aprovecharlas, no sería quitárselas al dios, sino que sería más bien atacar y con su brillo cegador aprovecharlo en algo, con eso ya en mente, se lanzó al ataque con la funda de su espada como arma, Helios igual atacó con su espada la cual Constantino se cubrió con su escudo, aquel golpe rezono por toda la arena y él Romano lanzó un espadazo hacia el escudo del dios él cual empezó a brillar, cerró los ojos, y el escudo solito un brillo cegador el cual Helios puso encontra del Romano.

Pero lo que no espero es que él lo atacará directo a la cara, tuvo que retroceder dando un salto hacia atrás y estando ahora unos pasos lejos de aquel humano, se tocó la cara y vio que solo tenía algunos raspones, la funda no lo había alcanzado, pero si fue lo suficiente cerca como para que le hicieran unas pequeñas heridas.

Constantino miraba a Helios él cual cerró su mano en un puño la cual fue cubierta con una energía anaranjada calorífica, Helios estiró su brazo y dio un golpe directo al suelo el cual soltó una onda que empezó a quebrar todo a su paso, Constantino se apartó de la línea de destrucción y fue corriendo donde su espada para recogerla, ahora tenía otro lugar en mente a donde ir.

Utilizando algunos escondites y espacios en donde no se pudiera ver el sol, Constantino se metió entre estos para alejarse de su contrincante, debía de tener un plan el cual fuera para poder contrarrestar contra los poderes solares del dios, así que permaneció escondido detrás de unos morís los cuales lo dejaban entrar la luz del sol, mientras él dios lo buscaba con la mirada y empezó a caminar para encontrarlo.

Hebe:Helios cambio mucho, no es el mismo dios amable y tranquilo del cual Hércules solía hablarnos cuando lo conoció en un décimo trabajo, hasta que nuestro padre dio esa orden -viendo desde los panales como él dios se quitaba el casco.

Apolo:Esa es la razón por la que lucha, o tal vez haya alguna más escondida -hablaba mientras veía en los paneles como aquel humano se dirigía hacia los Foros Imperiales.

Siguiendo en su escondite, el humano veía la funda y su espada, solo las apretó y se quedó ingeniendose un plan para poder distraer al dios, un dios solar, algo que en obvias razones era un contrincante bastante difícil de vencer, la personificación del sol en un solo ser, debía de tener cuidado, asomó un poco su espada y como reflejo pudo ver al dios que en la lejanía estaba caminando, buscándolo con la mirada.

Volvió a meterla, pensó un poco de cómo debería llevar su plan acabo, vio la estructura la cual estaba, era una casa, con eso siguio la idea de utilizar su entorno, pero debía de ser cuidadoso de que cosas le servirían como arma, Constantino alza la cabeza y escucho unos pasos venir de afuera, tuvo que darse la vuelta con sus dos armas en mano, cubriéndose de un ataque de Helios el cual destruyó la pared para poder atacar al Romano que pudo protegerse a tiempo, ambos dos se vieron y Constantino dio un salto hacia atrás.

Helios:Soy él dios del sol, ¿acaso creías que sacar tu espada como reflejo, sería buena idea? -tuvo un tono un poco burlón- te entiendo, no estás acostumbrado a enfrentarte a cosas así, como a un dios.

Tuvo que acercar a un lado y poner su escudo para poder protegerse del ataque de Constantino que corrió contra él, pero él Romano paso de lado y salió corriendo de la casa, Helios lo volteó a ver un poco sorprendido por ese acto del humano, empezando a perseguirlo, esto confundió a mucho de los espectadores los cuales no entendieron lo que pasaba, los humanos sintieron una vergüenza por no creer lo que veían, su representante estaba corriendo del dios.

Constantino(II):¿Ese viejo está huyendo? -apretando los dientes, su sorpresa era notable al ver a su propio padre huir de un combate.

Helena:No digas eso, padre jamás saldría corriendo de un combate, lo que esté haciendo tal vez debe estar relacionado al plan que quiera tomar a cabo contra aquel dios -un poco molesta por lo que dijo su hermana y junto a las expresiones de las personas.

Constante:Espero que por pasar mucho tiempo muerto no se haya dejado llevar por el relajo y la pereza, eso le afecta hasta a los más grandes guerreros -recibio la mirada molesta de su hermana- solo digo, igual comparto lo que dices.

En la persecución, Constantino apretó por arriba el mando de su funda y volteó su cabeza para ver al dios él cual casi lo alcanzaba, era el plan ahora o nunca, dio un salto para darse la vuelta y lanzó su espada directo hacia la cabeza del dios él cual abrió los ojos ante la sorpresa de ese ataque, tuvo que poner su escudo para que el impacto cayera en este.

Constantino se deslizo un poco y se levanto, el dios se había detenido al haber recibido aquel ataque repentino, Helios estaba con su escudo apretando su pecho mientras la punta del arma estaba clavada en su escudo, una gota de sudor cayó por la frente del dios, casi recibe una herida mortal sino no fuera por su rápida reacción.

Empezó a correr directo hacia él dios el cual seguía en la misma posición, dio un salto para caer arriba de su funda y con la cual se impulsó para dar otro salto, alzando su espada en el aire para dar un ataque el cual él se protegió poniendo su arma, Helios dio una rápida patada a la barriga del soldado para mandarlo algunos metros lejos de donde él estaba, Constantino cayó de pie al suelo y se agarro la barriga, sintiendo un poco del dolor pero que gracias a la armadura pudo protegerse de algo grave, Helios agarro la funda y la saco para tirarla hacia los pies del Romano él cual respiraba para recuperar aire, sin perderle la vista al dios.

Helios:Eso ........ fue un inteligente ataque, me engañaste para que te perseguiera, así porvel momento tu aprovechaste en atacarme ante mi atención en perseguirte -baja la mirada para ver su escudo- si hubiera estado más cerca, no me hubiera podido proteger de ese ataque.

Recogió su arma y otra vez empezó a correr en dirección contra el dios, que alzó su arma listo para dar un ataque, pero en cambio él humano se agachó y dio una voltereta en el suelo como si fuera un salto el cual con sus dos armas se movía por arriba del dios para atacarlo desde ahí, dándole dos cortes los cuales dejaron marcas en las hombreras de Helios que se agachó.

Constantino cayó al suelo y volteó a ver al dios él cual estaba agachado cubriéndose el rostro, esto le hizo pensar al Romano que le había hecho un corte cerca a la cara o más bien el cuello, puso su escudo como defensa y se acercó a paso lento hacia Helios que seguía con la cabeza agacha.

Selene:Hermano....

Ya estando cerca, alzó su espada, pero su expresión seria cambio a una de asombro al dios voltear se y atacarlo con brillo cegador que hizo que Constantino fuera mandado a una distancia muy considerable de donde estaba, cayó bruscamente al suelo pero pudo volverse a poner de pie, viendo a Helios que tenía ojos y boca completamente iluminados, solo para en unos segundos apagarse y volver a su antigua mirada, viendo con una sonrisa a su contrincante que ya había recibido un golpe, pero del suelo.

Helios:Dime humano, ¿cuales son tus razones para pelear aquí? no creo que para demostrar tú valía como guerrero, ¿o no? Emperador -hizo una actuación de una reverencia.

Otra vez corrió contra él dios que igual corrió contra él, no se esperaron a una respuesta para así ambos pelear, Constantino lanzó la funda de su espada al aire y se agachó para esquivar el ataque del dios, agarrando de espada ya estando del otro lado y propinándole dos rajaduras en la armadura de atrás, Helios volteó y con su arma dio unos rayos del sol hacia los ojos del humano, pero por esto tuvo que retroceder unos cuantos pasos, respiro un poco y se alzó para verse ambos brazos, solo tenía la herida del comienzo de la pelea pero nada más, pero eso no le importaba.

Cuando atacó, vio como los ojos del Romano estaban cerrados, denada hubiera servido esa distracción como para parar el ataque que le haría, gracias a eso esquivo un espadazo que iba directo a su cabeza, Constantino abrió los ojos y vio al dios alejado de donde estaba parado, ya supuso que se dio cuenta de lo de sus ojos, el silencio se hizo y ambos se veían, los rayos del sol los tocaban pero ninguno hacía nada, solo se veían.

Constantino(I):Respondiendo a tú pregunta -lleva su mano a su pecho- quiero morirme, más de lo que ya estoy.

Helios:¿Morirte? -agacha la cabeza para moverla en negación- ustedes humanos, por cada cosa que hagan siempre sienten culpa, esos deseos no servirán de nada cuando ya estén muertos.

Él que corrió fue ahora él dios que se lanzó con unos ataques rápidos los cuales él humano pudo esquivar, Helios uso su escudo y Constantino puso el suyo para protegerse del choque, siendo empujando contra la pared de una casa, Helios movió su arma y la impacto contra la pared del hogar la cual se destruyó, con eso empujó al humano entre el medio de la caída de los escombros para que recibiera todos los golpes, Constantino de un salto se alejó y dio un salto giratorio junto con sus dos armas, corte los escombros que en ese punto caían y casi llego a Helios sino fuera de que él otro retrocedió para atacar con su arma, él Romano puso su escudo y recibió el golpe que lo hacía ir a chocar contra la columna de una casa.

Se recompuso para dar un salto aún lado, esquivando el impacto de la arma del dios que destruyó e hizo caer la columna, Helios la sostuvo como si nada y la tiró para otro lado, para seguir enfrentándose al humano él cual solo retrocedía y daba algunos ataques los cuales Helios se protegía con su escudo, Constantino puso las dos espadas a los lados del arma del dios y así hacer un forcejeo, pero Helios dio un giro el mando de su arma para hacerla rotar y esto hizo que las armas del Romano bajaran, eso condujo a la baja de su guardia y tuvo que dar un salto hacia atrás para alejarse de algún ataque del dios, pero lo que recibió fue un puñetazo el cual se pudo cubrir con su escudo.

Pero en un ataque sorpresa, Helios le dio un rodillazo en la barriga y un golpe con su mango en la espalda del humano que puso sus dos armas para clavarlas en el suelo, evitando que cayera, pero de una patada fue mandado algunos metros lejos de donde estaba, uso su escudo para protegerse del impacto contra el suelo, vio su mano izquierda la cual había sido quebrada, se llevó su funda a su boca para morderla y de un fuerte movimiento reponer los huesos de su mano, dio gruñido mientras sus dientes mordían la funda con fuerza, la saco de ahí y agitó su mano para que pudiera estar bien de nuevo, todo mientras veía al dios acercarse.

Helios:Enviaste a tú hijo a la horca, para después saber que fue tú esposa quién lo hizo,e igual la enviaste a matar, cargaste el odio de tus hijos por lo que hiciste y moriste sin pena ni gloria, ¿que tanto debe de sufrir un hombre para que esté así? como tú -mirando al humano que solo se arreglaba por completo la mano- bueno, vamos a averiguar lo.

Ambos corrieron para él dios dar un golpe en su garrote directo a la cabeza del humano que se agachó para pasar cerca al brazo extendido de Helios, con sus armas hizo dos cortes los cuales siguieron hasta llegar a la hombrera de la armadura y solo retrocedió unos cuantos pasos más, Helios se quedó parado por unos segundos, llevó su arma a su brazo y la paso por su brazo del cual la sangre brotaba y caía, la vio por unos instantes para sacudir su arma hasta limpiarla, Helios volteó a ver al humano él cual seguía de espaldas y con sus armas a su al frente, solo empezó a correr preparando un ataque.

Él Romano se volteó para recibirlo con un ataque de doble espada, con sus ojos cerrados se cubrió del ataque cegador del dios, pero recibiendo un escudazo en las rodillas y una matada la cual le hizo sentir como uno de sus huesos se fracturaba, atacó con sus espadas al cuello del dios pero este se cubrió con su escudo, con eso dio un ataque giratorio chocando escudo contra la cara del humano y haciéndole una profunda herida con su garrote, haciéndolo caer al suelo, Helios se alejó y se quitó el casco mientras él humano ya se ahí tirado.

Con su espada se ayudo a levantarse, otra vez, pero fue de un fuerte golpe del arma de Helios contra su torso que fue mandado volar y en proceso a chocar se con construcciones de la ciudad, siendo seguido por él dios que se acercó donde cayó el Romano que se estaba poniendo de pie, se tocó el torso el cual le ocasionaba mucho dolor, el arma pudo rajarle su armadura y cortarle la piel, se levantó y movía sus hombros para poderse despertar, tenía que estar atento al ahora estar bajo la mirada del dios que le había enviado a una calle donde la cual el sol daba a cada lugar, esto le provocaba desventaja.

Se lanzó otra vez contra él dios y movió sus espadas para dar un golpe doble contra el escudo, sacando un brillo él cual Constantino quiso volver a aprovechar pero esta vez Helios no le dejo hacerlo al agarrarlo por detrás del hombro y alzarlo por el aire, para con su escudo hacerlo chocar contra él suelo que se quebró y hundió ante el impacto del arma contra él Romano que dio un respiro, Helios añejo su arma y vio al humano que con dificultad se volvía a poner de pie, Constantino se golpeó el pecho varias veces para mover su cabeza, alzó sus espadas otra vez para ir a atacar contra él dios que solo agachó la mirada.

Helios:¿Porqué sigues atacando tan vagamente contra mi?.

Esquivo él ataque del humano que movió sus espadas sincronizada mente para poder darle una rajadura al casco del dios que en verdad iba directo al cuello del mismo, Helios atacó desde abajo a las piernas de Constantino con su escudo pero él humano bajo su escudo y pudo protegerse del ataque aunque hizo que retrocediera, Helios se alzó y fue corriendo contra él humano para dar un brillo cegador desde su cara para con su garrote dar un fuerte ataque del cual Constantino puso su escudo para protegerse, pero ante la potencia del ataque hizo que fuera a chocar contra una columna y Helios se moviera para atropellar lo con su escudo, haciendo lo atravesar múltiples paredes y estructuras la cual él recibía de relleno.

Hebe:Al no tener protección en sus brazos y piernas, son las partes más vulnerables a recibir daño, si Helios hubiera dado el golpe, pudo hacer caer al humano o hasta querer romperle una pierna.

Apolo:Tal vez solo este probándolo, como una especie de juego con lo cual analiza al humano de una manera más interna, creo que eso.

Fue chocado contra una pared y Helios se alejó para poder ir otra vez pero con un ataque de su garrote, Constantino puso su escudo del cual pudo protegerse del ataque que hizo que la pared de atrás se quebrara, saco su escudo para con sus espadas poder ponerlas de nuevo entre el garrote para poder moverlas hacia las manos de Helios que se hizo su cabeza para atrás.

Con el retroceso se impulsó y dio un fuerte cabezazo contra la cabeza del humano, ambos cascos chocaron lo cual provocó que el sonido rezonara dentro de ellos, Helios se volteó y atacó con ataque de su garrote que fue contra la barbilla de Constantino que por el anterior golpe, no pudo protegerse a tiempo.

El golpe del garrote lo alzó contra el techo de la pared y bajo para recibir un golpe del escudo de Helios que le hizo atravesar la pared, para ser tomado de hombro y tirado hacia la calle, se deslizó de la espalda para arriba hasta detenerse y se volvió a levantar, se llevó la mano derecha a la barbilla y la tocó para poder sentir como su mandíbula estaba un tanto quebrada

Ahora tuvo que volverla a poner en su lugar pero sin morder nada, un crujido se escuchó cuando lo hizo y abrió su boca varias veces para poderla acomodar, todo mientras Helios desde la otra calle se venía acercando hacia él, alzó sus espadas y fue corriendo por el alrededor del dios que se encontró ahí parado, viendo lo que hacía él humano.

Helios:Después de tanto tiempo, sigues poniendo la culpa bajo tus hombros, creyendo ciegamente que la muerte es un castigo y donde crees también que de ahí llegará la redención, puros pensamientos estúpidos.

Por ese comentario, Constantino recordó aquellos momentos que lo terminaron marcando, eso le hizo apretar su expresión ante el dolor de recordar eso.

<.....>

Hace tiempo atrás, estando en el palacio Romano, Constantino fue informado de que su esposa estaba diciendo de que casi sufre una violación de parte de su hijastro, Crispo de 25 años, ahora mismo, su segunda esposa Fausta y su hijo de algunos años joven, estaban parados frente a él, mientras cuatro guardias estaban atrás de ellos.

Fausta:¡Él fue Constantino, él me intento seducir y quiso proceder a algo conmigo!! -señala al joven chico que se molestó por tal mentira.

Crispo:¡Es mentira padre, ella fue contra mi para aparentar que yo le estaba haciendo algo, lo que se me acusa es una mentira! -molesto, viendo a la mujer la cual solo se alejó de él, actuando asustada.

Fausta:¡Él dijo que conmigo podría servir para poderte sustituir como Emperador de Roma, por favor créeme amor mío, mientras que tú estabas en otro lado!.

Crispo:¡No le creas padre, aunque no nos conozcamos mucho, tú sabes que jamás haría eso, soy sangre tuya y tu pudiste comprobar que yo jamás sería capaz de poder hacer eso! -alzo la voz, viendo a su padre que solo se mantenía pensando.

Las dudas lo carcomian por dentro, no podía decir si es verdad o mentira lo que ambos dicen, nadie estuvo ahí para poder ver tal escenario del que ambos hablaban, su mujer decía que él la arrinconó para empezar a susurrarle en el oído sus planes, mientras su hijo de su primera mujer le decía que ella lo arrinconó y le agarro sus manos para ponerlas en sus partes íntimas, como si la estuviera ultrajado, ante tal cosa, solo tomo aliento y fue al lado de su mujer para agarrarla de la cintura.

Constantino(I):Es cierto, no nos conocemos mucho, así que no puedo confiar en tú palabra, mientras que en mi esposa si puedo, ya que ella estuvo a mi lado durante mucho tiempo.

Crispo:.... -su mirada y expresión mostraban shock, shock total de cómo su padre aceptaba las mentiras de aquella mujer, que solo puso una sonrisa disimulada que cubrió al apegarse a su marido.

Constantino(I):Guardias, manden lo a ahorcamiento, ese será su castigo al haber ultrajado a mi querida esposa -señalo a su hijo, para desviar la mirada y así no verlo, no merecía tener su mirada.

Crispo:¡¡PAPÁ!! -grito mientras era agarrada y jalado por los guardias hacia las puertas- ¡¡PAPÁ POR FAVOR, YO NO ESTOY MINTIENDO, TÚ DUDAS, POR FAVOR, CRÉEME, NO DEJES QUE ESTO PASE!!, ¡¡PAPÁ!! -su mirada fijada en su padre que lo vio por última vez, antes de que sea sacado y las puertas se cerraran.

Su hijo lloraba y tenía una completa mirada de miedo, tuvo un instinto de ir por él y tomarlo entre sus brazos para que no tuviera miedo, pero su esposa lo retuvo con un abrazo y así dejara que se fuera, después de eso, ocurrió el ahorcamiento de su hijo, donde fue tirado con los demás cadáveres.

<.....>

Poco después de eso, fue con su madre, Helena, ella le dijo que confiara en su corazón y que interrogará a su esposa, saber la verdad es complicado y tienes que buscar más a profundidad para poder encontrarla, su madre siempre tuvo un predilección por su nieto de la primera mujer de su hijo, Constantino siempre lo supo, así que decidió seguir su consejo y confrontó a su mujer, así ambos en la sala del trono, pelearon, hasta ella ya cansada le reveló la cruda verdad.

Fausta:¡Si, yo fue quien lo ultraje a él, pero fue por un buen propósito, fue para nuestros hijos! -agarro el brazo de su esposo que se empezó a alejar de ella- él era primogénito tuyo, de tu sangre, sería un futuro enemigo para nuestros hijos, ellos nacieron en la realeza, mientras que él en las calles, nuestros hijos son más merecedores del trono de Roma que él, tú lo sabes.

Él hombre movió su brazo para que lo soltara y la volteó a ver, asustando a su mujer que vio en los ojos de su esposo una ira y culpa incontrolable, apretando los dientes y cayendo lágrimas de sus ojos, respirando agitadamente, en su expresión se reflejaba el desprecio que ahora sentía por aquella mujer parada frente a él.

Constantino(I):¡¡Tú inculpaste a mi hijo, a mi sangre, al que yo después de mucho tiempo lo volví a ver y lo crié porque era mío!! -camino contra su mujer que retrocedió ante el miedo al ver a su esposo en ese estado- ¡¡TÚ NO TIENES DERECHO, NINGUN DERECHO, AL HABERME MENTIDO PARA HACER TAL COMPLOT CONTRA ÉL, CONTRA MI HIJO QUE ERA INOCENTE!!.

Su esposa no podía decir ninguna palabra, chocando contra la pared y su esposo la tomo por el cuello para agarrarla con fuerza, quería ahorcar la y matarla con sus propias manos, ella le engaño y culpo a su hijo inocentemente, solo para librarse de él y de que en el futuro tendría la posibilidad de tomar el trono, Constantino(I) veía los ojos de su esposa la cual empezó a llorar y decir palabras en suplica para que no la matará, Constantino(I) agachó la cabeza y cerró los ojos mientras respiraba agitadamente, tratando de calmarse mientras las lágrimas seguían cayendo.

Soltó a su esposa la cual cayó al suelo y se agarro el cuello para poder respirar, él Emperador de Roma se dio la vuelta y solo se llevó la mano para taparse los ojos, estuvo por unos momentos así, para dar un fuerte grito desgarrador que vino desde el alma, para darse la vuelta y ver a su mujer que temblaba de miedo.

Constantino(I):Guardias, llevarse a esta mujer al calabazo, que el castigo por traición y culpar a un hijo mío, sea de ebullición.

Los guardias se acercaron y tomaron de los brazos a su mujer para llevársela arrastrando, su ahora ex esposa grito en desesperación por quererse liberar, viendo a su esposo que camino hasta llegar al trono e hizo oídos sordos a sus gritos, las puertas se cerraron y se sentó en aquel trono, alzando la cabeza para ver al techo, dando un respiro que estaba lleno de lamentación y culpa.

En unos días, se llevó el castigo de su ex mujer, que murió asfixiada en un baño caliente, Constantino(I) junto a sus demás hijos, vieron como sacaban el cuerpo muerto de su esposa y se lo llevaban para tirarlo con el resto de cuerpos podridos, aunque sus hijos estuvieran enojados, a él no le importó en absoluto, solo siguió con su vida, mientras arrastraba el tormento por haber dado muerte a su hijo el cual era inocente, todo eso le dejo un profundo remordimiento.

Busco y busco pero ningún sacerdote pagano le daba perdón, así que poco a poco empezó a acercarse al cristianismo en busca de aquel perdón, justo a helechos de su muerte, Adriano Eusebio le terminó bautizando y así sus pecados sean expirados, aunque de verdad, eso jamás ocurrió, si hubo un bautizo, pero sus pecados siempre lo persiguieron, incluso ahora en la muerte.

(.....)

Constantino(I):Tú no sabes lo que es ser el responsable de la muerte de tú propio hijo, así que no hables de eso -serio y frío, se dirigió al dios que solo preparó su arma mientras la agitaba.

Helios:No tengo derecho a hablar sobre tus problemas familiares, pero si aconsejarte y señalarte que lo que tanto buscas, no será bueno para ellos, no como tú crees.

Él Romano se lanzó contra él dios, alzó su espada y la dirigió contra el ojo derecho del dios él cual raspaba el suelo con el movimiento de su garrote, ambos se dieron una mirada, ambos mostrando deseos, morir y vivir es lo que estaba en desición aquí, aunque Helios pensaba en otras cosas sobre él humano que le atacaba ahora, alzó sacó unas chispas y al instante se encendió en fuego, dirigiendo su ataque al estimado del humano, Constantino y Helios listos para dar sus ataques.

TR
29/02/2024

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