Capítulo 84: Deseos...
" Yo soy la hija favorita de Chuchu. Siempre lo he sido y debo serlo… Siempre yo y solo yo… "
Con el paso de los siglos, con el nacimiento de Atlach-Nacha como el primer éxito en crear una Criatura del Caos, los demás comenzaron su carrera para crear más individuos y aumentar sus posibilidades de éxito a futuro.
Por supuesto Cthulhu no fue la excepción, siendo que Atlach-Nacha solo fue el primer paso de sus planes. De inmediato replicó su formula ganadora con ligeros cambios, con los cuales tuvo una abundante descendencia de hijos e hijas, con posibilidades más prometedoras incluso que Atlach-Nacha, quien por culpa de su poca capacidad mental para raciocinio no podía explotar al máximo sus habilidades…
– … ¿Chuchu?
– ¡Enhorabuena! ¡Cthulhu ha creado otra más!
Poco a poco, Atlach-Nacha se estaba quedando atrás… Descuidada aunque no olvidada, pero… Para ese paso, ya no faltaba mucho.
Entonces la reina de las arañas comenzó a lidiar con su soledad: afuera del palacio de R’lyeh había mucha arena, con lo cual Atlach-Nacha podía construir castillos para jugar, aunque siempre se le caían una vez termina de hacerlos, lo cual le disgustaba bastante…
– Así no se levantarán.
Con movimientos casi silenciosos, una figura se acercó al "parque de diversiones": una mujer de joven adolescente con piel rojiza y pegajosa, tentáculos en vez de pies y alrededor de su cuerpo, dándole una apariencia muy similar a Cthulhu, a excepción de un suéter tejido que la cubría desde las caderas hasta el cuello.
Cthylla, la segunda hija del Señor de la ciudad R'lyeh; la criatura pulpo se agachó frente a las montañas de arena del suelo y, extendiendo su mano, dejó fluir agua que mojase la arena para mantener más firme las construcciones.
– ¿Lo ves? Así estarán mejor hechas…
La mujer pulpo sonrió y giró su cabeza a la reina de las arañas, quien no estaba contenta en lo absoluto: su cuerpo arácnido estaba contraído con las patas hacia arriba a manera de defensa, mientras que su cuerpo humano abrazado a sí mismo evitaba estar cerca de la chica.
– ¿Y esa expresión?
– Y-Yo… ¡Ya sé eso! ¡No soy una tonta!
– Nunca dije que lo fueras. Solo quiero ayudarte--
– ¡No quiero tu ayuda! ¡Vete!
La opinión de Atlach-Nacha respecto a Cthylla era clara: no quería a nada ni nadie que le quitase la atención de Cthulhu, mucho menos a ellos que los llamaba "hijos". Eso estallaba sus celos irracionales e instintos animales en gran manera, sentimientos que todos los hijos de Cthulhu también sentían por la reina de las arañas…
– … No quiero. Me quedaré aquí.
– ¡Vete, fuera… O te morderé!
– Hazlo si quieres, pero no me iré… Me gusta estar contigo.
Todos excepto Cthylla, quien entraría como la hermana menor de Atlach-Nacha; su inteligencia emocional era mucho más desarrollada, siendo que la chica pulpo sentía afecto y genuino amor por Atlach-Nacha.
Además de… lástima.
– Me gusta estar con mi hermana mayor… Mi onee-chan.
– ¡No me llames así! ¡N-No sé que significa, y no sé si es bueno!
– Es un buen término, no tienes que preocuparte. El señor Cthulhu me lo enseñó.
– ¿En serio…? ¡Entonces vete con él para que te enseñe más cosas!
– No quiero estar con él, justo ahora que tiene otro "hijo". Sabes cómo se pone con esas cosas…
– Claro que lo sé… ¡Ustedes son el principal problema para mi! ¡Me quitaron a mi Chuchu!
– "Chuchu"… – Cthylla sonrió de lado – ¿Sabes algo, onee-chan? Te tengo envidia… Eres la única que le puede decir así al señor Cthulhu sin que te rompa la boca por intentarlo. Además…
La chica pulpo tomó una manga del suéter que estaba usando; justamente había sido creación de Atlach-Nacha mediante sus telarañas. Puede que fuera una araña tonta, pero sus habilidades y técnica de tejido eran insuperables y perfectas.
– Tienes muchas cosas buenas, onee-chan.
– … Ya lo sé. Por eso soy la hija favorita de Chuchu.
– Eso… Por desgracia para ti y para mi, es una mentira.
¿Por qué Cthylla sentía lástima por Atlach-Nacha? Por los destinos con que habían sido creadas:
Atlach-Nacha debe construir el puente que conecte la superficie con el Nido de Hiperbórea, y el día que lo lograse se volvería desechable; en el caso de Cthylla, ella es el recipiente para la reencarnación de Cthulhu en caso que fuera asesinado, por lo que para cumplir su misión debería morir. Ambas, de algún modo u otro, estaban destinadas a ser usadas y desechadas…
Lo mismo que todos los hijos de Cthulhu y de los demás. El único motivo de alegría con el nacimiento de una nueva Criatura del Caos: un nuevo soldado o más carne de cañón… pero nunca una familia.
– Solo te quiere usar. Eso ya lo sabes, ¿Verdad?
– No digas eso de mi Chuchu.
– Es la verdad. Solo somos carne para cumplir su misión… Y después…
– Después, viviré con Chuchu por toda la eternidad.
– ¿Eso deseas? ¿De verdad eso quieres?
Cthylla suspiró y volteó al cielo, que era una cúpula que protegía el Nido de la Hiperbórea de las aguas del Lago Nun; sus ojos brillaron por lo bajo con cierto toque de fantasía.
– Hace unos años tuve un sueño lindo… Tú y yo íbamos a la Superficie y… Era un momento tan hermoso.
» La arena en dónde estamos sentadas también está allá arriba y podíamos jugar todo el tiempo, haciendo castillos de arena que no se caían. También…
» Vi cosas verdes con colores, que eran suaves y pequeñas, con tajos, ramas y hojas que no sé cómo se llaman… Solo nosotras, felices sin cumplir expectativas ni encadenadas a nada… Solo tú y yo, tomadas de la mano, y sonriendo…
» ¿No has pensado en dejar de tejer por siempre y ser… Solo tú misma?
Atlach-Nacha abrió los ojos con sorpresa, aunque su mente no había terminado de procesar esas palabras.
– Yo… Yo solo quiero tejer para Chuchu, por siempre.
– … ¿Eso es todo? ¿Siempre serás así? Eso te matará algún día… Y yo no quiero eso para ti--
– No moriré siempre que Chuchu esté bien.
– Pues temo decirte que eso no pasará. Yo estoy aquí para el día que él muera--
– ¡¿Cómo te atreves!? ¡¡No hables así de mi Chuchu!!
La poca paciencia de Atlach-Nacha se agotó; se lanzó sobre Cthylla y comenzaron a pelear una contra la otra, siendo que la reina de las arañas tenía mayor ventaja sobre su hermana pequeña; en un momento, mientras tejía un hilo especial que iba a usar como látigo, sus quelíceros se abrieron y abrieron una herida facial en Cthylla de la cual empezó a brotar muchas sangre.
– ¡Ay…! – Cthylla empujó a Atlach-Nacha de golpe, quien dejó caer su hilo especial a la arena.
– ¡¿Qué pasa!? – el alboroto terminó provocando que todos los hijos de Cthulhu salieran a ver el desorden.
– ¡Espera! ¡Cthylla, estás…!
– ¿Eh? ¡No, no! ¡Estoy bien, solo me caí!
– ¡Eso es una marca de mordida!
– ¡Fue culpa de esa maldita araña!
Todos tomaron a Atlach-Nacha como pudieron, aprovechando su número superior en cantidad para sujetar sus patas animales así como sus pedipalpos y los quelíceros; una vez la tuvieron sujeta, comenzaron a golpearla todos sin dudar, con puñetazos en dónde fuera que cayesen.
– ¡Déjenla en paz! ¡Es nuestra hermana mayor!
– ¡¡Maldito fenómeno!! ¡Conoce tu lugar!
– ¡¡Ya fue suficiente!!
Por último se apareció Cthulhu; ante el terror que sintieron en su presencia, todos soltaron a Atlach-Nacha, quien salió corriendo como insecto desválido para refugiarse debajo de los tentáculos piernas de Cthulhu a modo de protección.
– ¡Chu--! ¡Mi señor!
– ¡Señor Cthulhu, esa abominación le hizo daño a su heredera! ¡Debe ser castigada de inmediato!
– ¡N-No, señor Cthulhu! ¡Es un error, por favor… No le haga nada a onee-chan!
– ¡¿Sigues llamándola así!? ¡Es un monstruo!
– … ¿Tú hiciste esto?
La pregunta de Cthulhu dirigida a Atlach-Nacha, junto con el tono oscuro y serio solo podía significar una cosa; incluso en su sitio más cómodo la pobre Atlach-Nacha estaba desprotegida. Sin nada más que hacer, cerró sus llorosos y sangrantes ojos, se cubrió a sí misma con sus brazos mientras su cuerpo arácnido se contraía en miedo, esperando el peor escenario…
– ¡P-Perdón, Chu--!
– ¿Tú hiciste este hilo?
Un escenario que nunca llegó, sorprendiendo a todos incluso a Atlach-Nacha.
Ignorando los reclamos de sus hijos así como las heridas horribles en Cthylla, Cthulhu extendió uno de sus tentáculos al hilo que estaba tirado en el suelo, abierto por la mitad como tela rasgada… Dando como consecuencia un pequeño portal dimensional del que estaba asomándose una flor. Cthulhu tomó el hilo y arrancó la planta, tras lo cual el hilo tan débil se deshizo como papel.
– Esta flor… – Cthulhu olió un poco la flor – Está llena de "Shakti". Es de la Superficie.
– Eso… – Cthylla abrió su mirada con asombro – Es una flor…
– Atlach-Nacha, hiciste este hilo, ¿Verdad?
– … S-Si…
– ¿Sabes lo que significa?
– … N-No, perdón--
– ¡Funcionas! – Cthulhu tomó a Atlach-Nacha de la cintura y la levantó por los aires como si fuese una princesa – ¡Tus hilos funcionan! ¡El puente puede ser abierto!
La noticia se divulgó rápidamente y todas las Criarturas del Caos celebraron esta noticia, aunque Cthylla se mostró bastante reservada con ello. De cualquier forma, Atlach-Nacha solo pudo volver a sentir júbilo y emoción dentro de sus instintos animales y carencia emocional…
" Ese día Chuchu me reconoció… Miro mis hilos y supo que había funcionado. Por fin… Chuchu me volvía a mirar.
» Quiero que me mire por siempre. Quiero que me reconozca por siempre. Quiero ser su hija favorita y la única por siempre… Siempre, y siempre, y siempre… Te quiero, Chuchu… "
– ¡Mami te va a castigar!
La nueva Dziva echó vuelo con los puños cerrados en magia divina especial al tiempo que Atlach-Nacha levantaba sus patas en modo de ofensiva; la batalla se reanudaba nuevamente, y con la aparición de este nuevo ente divino, las posibilidades sonreían para todos los presentes en las gradas.
En especial en la zona del CAD, donde estaban concentrados unos cuantos dioses… Y todos los chicos adoptados por Dziva a lo largo de su vida.
– ¡Vamos mamá! – Sango levantó ambos puños con rabia – ¡Acaba con esa maldita perra!
– ¡Usted puede, señorita Dziva…! – Salike exclamó a su lado.
– ¡Mamá, enséñale a ese insecto que no se meta contigo! – gritó Ogun con todas sus fuerzas.
– ¡Tú puedes mamá…! ¡Tú puedes! – Babalú levantó las manos con un poco de timidez.
– ¡No te rindas y destroza a esa malnacida arranca-brazos! – Yemayá chocó los puños con mucho coraje.
– ¡Querida, mi amor! – Mwari levantó los puños cerrados – ¡Tú puedes! ¡Vamooooooooooooos!
– … ¡Amiga, melosa! – atendiendo contra sus propios instintos, Anansi levantó la cabeza a la figura celestial – ¡Dale, hasta que la silla se rompa!
Todos en el estadio se reunieron para gritar en favor de Dziva: también los pocos dioses que se encontraban todavía, como la Trinidad de Egipto, Amaterasu con el Emperador de Jade y sus yokais, el palco griego… TODOS. Una escena que conmovió a las lágrimas a la propia Dziva.
« Esto es… ¡¡Tan lindo!! Y me siento… ¡Me siento tan fuerte! »
¿Tal vez su nuevo cuerpo divino conformado por una energía que nunca había experimentado? Si, podría ser… Pero no era por eso. La motivación que recibía de parte de los espectadores, sean amigos o enemigos… Todo eso era una nueva fuerza.
Un nuevo sentimiento que se alojaba en su corazón, impregnado con los corazones de su hermana mayor y su mejor amiga.
– Esto… ¡Me encanta!
Dziva cerró uno de sus puños, que concentró la triple magia: afinidad verde, magia negra, e iluminación. Con ello la diosa se acercó de golpe a Atlach-Nacha y acertó un puñetazo en la mejilla de la reina de las arañas, haciéndola caer al suelo al instante con resonancia.
– ¡¿Qué es esto!? – en la habitación de los Primigenios, el caos era inexplicable.
– ¡Pero qué bonito! – para Deví, eran como buenas noticias – ¡Esa mujer tan bonita acaba de aparecer! ¡Y se siente igual que yo! ¿Es una de tus amigas perdidas, Nut-chan?
– ¡¿Qué tonterías dices!? ¡Por supuesto que no!
Nut estaba con los ojos abiertos, siendo que ella así como todos en la sala sentían lo mismo:
« Esa diosa es la misma que estaba hace un momento antes de ser devorada… Pero está… ¡Está emitiendo energía original, Shakti! ¡La única explicación es que se trate del nacimiento de un Primigenio, pero…! ¡Esa diosa no puede ser un Primigenio! ¡No es posible! »
Altach-Nacha se levantó del suelo con rapidez y furia; su mejilla estaba hinchada por causa del golpe de magia extraña. De no haber sido por el cuerpo invulnerable de la diosa lunar, podría haber salido más herida todavía…
– No puede ser… ¡No puede ser! ¡¡Tú, maldita, te había comido!! ¡Tienes que estar en mi estómago y no en--!
Al voltear bajo sus piernas, se percató de las esferas de cristal rotas que había destruido hace unos cuantos momentos atrás: sus ojos se abrieron en sorpresa.
– ¿Eh?
– ¡Ahora es nuestro turno! – de nuevo Dziva cargó magia triple en su puño libre, con el cual acertó otro golpe directo en la cara de la reina de las arañas.
Buda y Beelzebu estaban sorprendidos de lo que estaban viendo en esos precisos momentos, en especial el iluminado que estaba usando su Octava Conciencia.
– Pero… ¡Qué bien! ¡Parece que todas están vivas y ya salieron del cuerpo de esa araña rompe-hogares!
– Si… Así parece.
– … Entonces, ¿Por qué la arañita sigue aquí? ¿No se suponía que debería desaparecer?
– … Tal vez por el Doppelgänger… – Beelzebu se llevó una mano a la barbilla – Siendo que logró separar el cuerpo y alma de Chang’E para la metamorfosis, entonces quitar el alma no destruirá lo que ya está hecho.
– … ¿En español?
– Que ahora tenemos mejores probabilidades. Solo debemos destruir el cuerpo que, sin el alma de Chang’E para completar la metamorfosis, perderá sus propiedades poco a poco. Solo debemos seguir golpeando hasta que ceda…
Beelzebu entonces retomó su ritual con el bastón de Apomyus para concentrar las vibraciones ofensivas y defensivas; Buda apretó el agarre de su Rokudō convertido en la hoz salvaje rota.
– ¡Hagamos un último tiro, querida!
La cabeza de león expulsó de su aliento gran cantidad de energía iluminada mientras Buda se impulsaba con los pies; levantó el arma y apuntó a Atlach-Nacha directo a la cabeza.
Karmanirodha Samsara Sasvata
[ Destructor de Karma del Samsara: Eterno ]
– ¡¡Eso no te funcionará, dios!! – pero Atlach-Nacha levantó una de sus patas y la interpuso de frente como escudo.
Pero Buda no se rindió: a pesar del impacto y de la muy dura capa de piel de la araña, siguió cargando poder divino en el arma hasta conseguir una herida… Al cabo de un tiempo, dibujó con corte transversal en el dermoesqueleto de Atlach-Nacha, a costa de perder el Rokudō por completo haciéndose añicos en las manos de su portador.
– ¡Listo…! – Buda le guiñó un ojo a Atlach-Nacha y le sacó la lengua – ¡Prepárate para perder tu pata, araña rompe-hogares!
– ¡¿Huh…!?
Buda cayó al suelo y se retiró, al tiempo que Beelzebu terminaba de preparar su técnica final: con todas las vibraciones concentradas en el pequeño cráneo saltó y con ambas manos descendió su arma divina en la herida recién abierta. Un ataque que, de no ser por estas circunstancias extremas, sería un peligro para los Campos Elíseos
Cháos
[ Pecado Original del Inframundo: Caos ]
Se produjo una esfera negra de gran tamaño que consumió tanto a Beelzebu como la pata de Atlach-Nacha, y segundos después una explosión devastadora arrasó en el campo de batalla; no tan intensa como los ataques de la araña, pero considerable de forma que todos los espectadores se cubrieron por la onda de choque. El humo residual de la explosión se levantó, dejando caer a Beelzebu al suelo con graves heridas de cortes en todo el cuerpo; del otro extremo salió Atlach-Nacha, todavía viva…
Pero no ilesa: la herida de la pata se había agravado en gran manera, con cortes en el dermoesqueleto por doquier y un agujero sangrante que le incapacitó parte de su extremidad, tanto que casi perdía el uso de la misma.
– ¡¡Ahhhhh…!! – Atlach-Nacha chilló con rabia dolorosa – ¡Esto duele mucho!
Mayor fue su sorpresa cuando levantó su mano y no pudo usar el polen fosforescente para curarse como hace unos momentos; sus ojos se abrieron en mayor sorpresa que antes.
– N-No… No puedo… ¡¡Malditos!!
Atlach-Nacha ya se disponía a atacar a los indefensos Buda y Beelzebu, hasta la aparición de Dziva; sobrevolando en el campo de batalla empuñó su arco divino y creó varias felchas de magia triple que lanzó a la araña, de forma que aunque no logró hacerle mucho daño, la distrajo lo suficiente para rescatar a Buda y Beelzebu.
En el aire, Dziva acomodó a ambos dioses en sus brazos tomándolos por debajo de sus axilas para abrazarlos; dejándose llevar por sus sentimientos, dió un beso a ambos a modo de recompensa.
– ¡Chicos! ¡Muchas gracias por su ayuda! Ahora pueden descansar… ¡Yo me encargo de lo que queda!
– ¿Y perderme esta diversión asesina? – Buda sonrió de lado – Lo siento, nueva señorita Dziva, pero nos quedaremos a ayudar.
– ¿Huh? – Beelzebu levantó las cejas – ¿"Quedaremos"?
De nuevo Dziva se sintió emocionada al respecto, hasta que Atlach-Nacha interrumpió el momento: habiendo creado un gran arsenal de arcos con hilos, se dispuso a intentar cazar al pequeño grupo de dioses.
– No estoy derrotada, malditos insectos… ¡¡No crean que han ganado!! ¡¡Quien ganará… soy yo!!
Filliae Leng. Infinitum Hunt
[ Hijas de Leng. Cacería infinita ]
La nueva Dziva tuvo que responder de inmediato; llegó al suelo, dejó a ambos dioses en el suelo, y echó a volar de nuevo con rapidez.
– ¡Oye, tú! ¡Yo soy tu oponente!
– … Si… – Atlach-Nacha fijó su mirada asesina en la diosa sobrevolando – Claro que lo eres… ¡Maldita!
» Debiste haberte quedado en mi estómago para ser parte del propósito de mi Chuchu… Pero ahora me has fastidiado con tu existencia. Así que ya no te comeré…
» Voy a borrarte de la existencia… ¡¡No quedará suficiente carne para darte una mordida!! ¡¡Voy a destruirte!!
– ¡Inténtalo, araña hija de puta!
Ambas cargaron sus armas y de inmediato soltaron sus ataques una contra la otra:
Filliae Leng. Infinitum Hunt
[ Hijas de Leng. Cacería infinita ]
Triplex Affinitatis: Xīn límíng de Liúxīng
[ Triple Afinidad: Meteoros del nuevo Amanecer ]
Ambas soltaron ráfagas de flechas a la velocidad de la luz: fueran hechas con telañaras concentradas o con magia triple. Los disparos comenzaron a hacerse notar con las luces ráfagas que se visualizaron en el campo de batalla, así como los agujeros que se comenzaron a abrir en lo que quedaba del vidrio de protección…
Con ello, los pocos espectadores que quedaban en el campo de batalla estaban expuestos a salir heridos; rápidamente Dziva se dió cuenta de ello.
– … ¡N-No! ¡Ellos van a…!
Dziva apretó los dientes y decidió pasar a la defensiva: concentró una buena cantidad de magia triple en sus manos al tiempo que depositaba su arco divino a sus espaldas para tener los brazos libres.
Triplex Affinitatis: Zviyero Zvengwena
[ Triple Afinidad: Escamas sagradas de Cocodrilo ]
En ambas manos la diosa creó un escudo improvisado de magia divina que extendió para intentar recibir la mayor cantidad de flechas y evitar que a sus espaldas los espectadores fuesen heridos.
Pero no fue del todo posible: la concentración de flechas de parte de la reina de las arañas aumentó drásticamente mientras Atlach-Nacha perdía la cabeza con cada segundo, lo que desestabilizó las orillas del escudo y terminaron por romperse y dándole impactos múltiples a la diosa:
En parte de las piernas como los tobillos y las pantorrillas, los hombros, el costado de su estómago; la sangre empezó a visualizarse en el campo de batalla aéreo y la diosa no pudo evitar toser sangre ante las heridas que le aparecían.
« ¿¡Pero qué…!? ¿¡Incluso con este nuevo cuerpo, todavía no soy rival para esta araña!? ¡¿Me estás jodiendo…!? »
Dziva respiró hondo y siguió recibiendo todas las flechas, dispuesta a cumplir con su objetivo primordial de salvar a los espectadores de ese espectáculo de violencia. En especial, porque también quería demostrar hasta dónde estaba dispuesta a llegar; no a los dioses, ni a sus hijos, ni siquiera al cielo esperando que Sobek su nuevo hermano mayor la pudiera ver…
Demostrar a una pequeña niña que había cuidado en su regazo hace unos combates atrás; demostrarle y probar que podía dar en confianza más que solo sus palabras…
– ¿Qué está pasando… afuera…?
El silencio reinó en ambas mujeres divinas por un momento un tanto largo, siendo interrumpidas por la lluvia de ofrenda que hace pocos minutos atrás había comenzado a caer.
Eso y los gritos de espectadores que apenas se escuchaban en la lejanía para celebrar el final de la cuarta ronda: la caída del Caudillo del Sur y la victoria del guardián de la naturaleza.
Dziva conocía bien de eso debido a que estuvo viendo parte de la batalla mientras la valkiria seguía inconsciente, procediendo a apagar la pantalla cuando ella se despertó. Una noticia que ella no quería darle…
– No estoy segura de lo que pasa afuera. Pero por ahora… Descansa.
La valkiria estaba por hablar de nuevo, pero sintió muchas ganas de vomitar, a lo cual Dziva le puso otra cubeta bajo su boca.
– Si, sigue sacándolo todo… Pero tampoco tanto, o te desmayarás otra vez.
– … ¿Otra vez? – en cuanto terminó, Geir levantó la cabeza – ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
– Pues… Más o menos, 10 minutos.
– ¿¡Qué!? ¡¿Ha pasado tanto en poco tiempo!?
– Eres una niña pequeña e hiperactiva, capaz de hacer muchas cosas al mismo tiempo… ¡Me gusta, pero me preocupas!
No pudiendo aguantar más, Dziva de nuevo abrazó a Geir sin importarle su cara a medio limpiar el vómito.
– Tienes que cuidarte y no hacer tantas cosas, o te desmoronarás.
– E-Está bien… – Geir ya estaba empezando a acostumbrarse a eso, aunque todavía le incomodaba – Señorita Dziva… ¿Hará esto todo el tiempo que me vea--?
– Quiero hacerte una pregunta.
Pero el momento se cortó con una duda interna que surgió en Dziva mientras seguía abrazando a Geir; algo que debió preguntar antes de confesar que quería ayudar a los humanos…
– Tú… ¿De verdad quieres salvar a la humanidad?
– ¿Qué? ¿Por qué me pregunta eso?
– Lo digo por tu… tu hermana.
– … ¿Eh?
La mancha negra del primer Ragnarok en el Valhalla: las intenciones originales de Brunhilde.
La historia dice que Siegfried, el amante eterno de Brunhilde, fue enviado al Tártaro por órdenes de Odín, lo que obligó a la valkiria a tramar un plan para rescatarlo: el Ragnarok. Pero Odín tenía todo en manos: sobornó a Brunhilde con la liberación de Siegfried a cambio de matar a los dioses que él pidiera, convirtiendo el sacrifico de la humanidad y de valkirias en un pago adelantado por servicios.
La situación fue desvelada tras la undécima ronda entre Buda y Nostradamus, la única fuera del plan original, y gran parte de los involucrados se enteraron de esta treta; entre ellos, Geir…
El Valhalla fue testigo de la acalorada y rabiosa discusión entre Brunhilde y Geir, dónde la pequeña recriminó tantas muertes por culpa de un hombre; todo terminó con su separación y la partida de Brunhilde a la duodécima ronda, con la esperanza que junto a Sakata pudieran vencer a Bishamonten… Cosa que no logró.
El motivo por el que Geir tuvo ese sueño antes de despertar fue porque aquel fue el intento desesperado de la pequeña para perdonar a su hermana mayor y abrazarla una última vez… Sin embargo, sus manos nunca lograron tocarse, y todo terminó para las hermanas inseparables; la gran culpa que cargaba desde entonces Geir y que, de no ser por Leónidas, la habría llevado a la rendición y derrota del primer Ragnarok.
La mancha que contaminaba el legado de Brunhilde, aquella que Geir había hecho todo lo posible por borrar y cubrir para evitar que las nuevas generaciones supieran la verdad… Aunque, al parecer, la diosa africana estaba enterada.
– No sé de qué habla.
– No tienes que ocultarlo. Lo sé todo--
– Está equivocada. Mi hermana nunca hizo nada dudoso… – los ojos de Geir por un momento dibujaron enojo – No se atreva a hablar así de ella.
Dziva suspiró por lo bajo, sin intenciones de rendirse.
– ¿Sabes algo? Yo también tengo una hermana mayor, mi "nee-chan" que me quiere y me protege de todo… La amo demasiado, y por eso hice algo pensando que la ayudaría… Pero, la traicioné, así como Brunhilde lo hizo…
» Entiendo a tu hermana; hizo cosas muy malas con buenas intenciones, sacando luz en medio de las tinieblas… Solo que ella tuvo éxito porque logró protegerte, pero yo… Yo no pude cuidar a mi nee-chan.
» Por eso… No quiero juzgarte porque no estoy en posición; que quiero ayudarte… Que siempre elijas la luz sin importar cuánto te tiente la oscuridad; que no cometas los errores de tu hermana y míos… Y esperar que pueda tomar tu mano y andar contigo en el camino correcto para enmendar mis errores…
» Mi pequeña Geir… ¿De verdad estás dispuesta a salvar a los humanos?
La pequeña valkiria permaneció en silencio por un rato, suficiente para recordar la discusión que había tenido con Brunhilde: las últimas palabras que ella escuchó de su boca. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su voz tembló en el brazo de Dziva.
– … Onee-sama…
– Perdón. Te pido perdón… en nombre de tu hermana… – Dziva apretó su abrazo; más como excusa para extraer parte de sus sentimientos reprimidos.
Al cabo de unos segundos de estar de esa manera, Geir se separó de Dziva y, tras limpiarse la cara con una mano, la miró cara a cara.
– Ella… Mi hermana puede que haya hecho cosas dudosas, pero… No fueron errores. Ella me dejó una herencia que debo cuidar: mis hermanas, la humanidad, nuestro hogar… Todavía tengo mis dudas sonbre por qué me eligió a mi para cargar con todo esto, pero…
» Ella nunca cometió errores; todo lo hizo para que "juntas salvemos a la humanidad". Estoy dispuesta a seguir sus pasos… Cueste lo que cueste, voy a proteger todo lo que tengo en las manos.
La primera vez en toda su vida que la diosa hablaba cara a cara con una diosa con tanta firmeza para exponer sus pensamientos; una situación que la dejó temblando por los nervios. Dziva sonrió con dulzura y cruzó sus manos en sus rodillas.
– No eran las palabras que esperaba… Pero me alegro que pienses así. Ahora yo… ¿Puedo ayudarte?
Geir no respondió; no quería mostrarse grosera, pero tampoco quería permitir que una diosa se metiera en sus deseos. Ya tenía más que suficiente con lidiar con los planes retorcidos de Afrodita para querer que alguien más en los Cielos metiera sus manos; además… También aprendió de Brunhilde que los dioses no eran de fiar, lo cual ya había podido comprobar desde hace 1000 años y con todos los eventos más recientes.
– No hay respuesta… Entiendo. – Dziva volvió a sonreír, aunque en su rostro se mostraba parte de su decepción – Está bien. En ese caso… Te demostraré que puedes confiar en mi.
– ¿Demostrarme?
– La siguiente vez que nos veamos… ¡Estoy segura que lo lograré! Por ahora, como primer paso… Te devolveré a la enfermería, en dónde te encontré. Seguro tus hermanas y tus amigos deben estar preocupados.
– ¡Cierto! No los he visto en mucho tiempo. Seguro ellos saben qué está pasando allá afuera.
– Si… Tal vez ellos lo sepan… En ese caso, vámonos. Con cuidado.
Dziva ayudó a Geir a levantarse de su camilla y, caminando con pasos lentos, le ayudó para que ambas regresasen a Gimlé dónde estaban los Einherjers y valkirias. La primera caminata que daban juntas, que podría ser parte del camino que formarían más adelante…
– ¡¡Señorita Dziva!!
Entre el dolor sangriento que la arremetía de pies a cabeza, el dolor emocional y la fatiga de seguir en esa batalla tan desesperada… Entre las infinitas de lluvia que caían del cielo y las telarañas que la amenazaban constantemente, y apenas entrando en sus sordos oídos… Una voz se abrió paso. De forma involuntaria, Dziva volteó al origen de aquella voz, encontrando una imagen…
La imagen que había estado buscando: Geir con las manos cruzadas una con la otra, los ojos hinchados de la desesperación pero brillando en esperanza…
– ¡Señorita Dziva, por favor…! ¡¡Por favor, salve a los humanos!!
Un grito pequeño entre tantas voces y tanto caos…
Para Dziva, la voz más importante.
« … Muchas gracias, mi pequeña y querida Geir… ¡Gracias por dejarme estar en el camino correcto! ¡¡No te decepcionaré!! »
Dziva apretó su cuerpo y forzó una carga de magia verde con éxtasis, tal que todas las heridas desaparecieron en un instante menor que un parpadeo; acto seguido, la nueva diosa dejó la defensa para cargar la magia triple en la punta de sus dedos, de forma que pudiese crear una flecha mágica, la más fuerte que quisiera disparar. Por desgracia, la lluvia de telarañas no le permitía aumentar la energía divina, pero… Sería más que suficiente.
Triplex Affinitatis: Adi Parashakti
[ Triple Afinidad: Corazón y alma de las 3 diosas ]
La flecha disparada avanzó hasta impactar en Atlach-Nacha; por desgracia, el frenesí del momento no le permitió apuntar bien, lor lo que terminó golpeando en una de las patas de la reina de las arañas. Para sorpresa de ambas, la extremidad que golpeó fue cortada de golpe además de generar una gran pexlosión que amplificó el daño, demostrando que esa nueva magia… Podía funcionar. Por fin, podrían vencerla…
– ¡Argh! – Atlach-Nacha dejó escapar pequeñas lágrimas de dolor – ¡¡Maldita pedazo de carne!! ¿¡Quién te crees para hacerme daño, yo un ser superior a ti--!?
– ¡¡Cállate, maldita araña!! ¡¡Tú, cómo te atreves!!
La nueva diosa guardó el arco divino en sus espaldas y cargó ambos puños con magia divina especial, a lo cual se lanzó al ataque para embestir de nuevo a Atlach-Nacha de frente; frenéticamente llegó hasta su cuerpo humano, poniendo los pies sobre la cabeza arácnida, y a alta velocidad así como fuerza arrojó un puñetazo directo en la cara de la reina de las arañas.
– ¿¡Cómo te atreves a romper y usar el cuerpo de mi mejor amiga, Chang'E a tu antojo!? ¿¡Cómo te atreves a romper su alma y jugar con ella como si fuera tu diversión!?
De nuevo Dziva apretó su mano, ahora la segunda qu tenía preparada, y de nueva cuenta atinó un golpe en la reina de las arañas: ahora en el estómago humano, que la hizo toser sangre en gran cantidad.
– ¿¡Cómo te atreves a cortarle un brazo y un ojo a mi nee-chan para comértelos y disfrutarlos!? ¿¡Cómo te atreviste a romper su corazón de nuevo!?
Atlach-Nacha reaccionó y levantó ambas manos humanas, con lo cual logró sujetar las manos de Dziva para no salir más herida; pero le faltó la cabeza, la cual la nueva diosa cargó de energía mágica triple para arremeter con un cabezazo.
– ¿¡Cómo te atreves a comerte a mi mejor amiga frente a mis ojos, a hacerle daño a mi nee-chan, y a meterme en tus asquerosas entrañas!? ¡¿Cómo te atreves a hacerle daño a los dioses y a los humanos!?
El golpe dió de lleno en la frente de Atlach-Nacha, triándole algunos dientes con el golpe; acto seguido, Dziva se liberó de las manos de la araña, dio un giro completo, y se impulsó con ambas alas para lanzar una patada llena de magia triple que diera de lleno en el pecho y cara de la reina de las arañas; lo suficiente para que la misma saliera volando hasta impactar con el muro de contención.
– ¿¡Cómo te atreves a hacerle daño a todos los que están aquí!? ¡¡La única que se merece morir… eres tú!!
La reina de las arañas con desesperación comenzó a producir una gran cantidad de seda para crear su golpe certero de impacto directo.
Filiae Leng. Gradus qui Caelum tangit
[ Hijas de Leng. Escalera que toca el Cielo ]
Una telaraña que rápidamente fue esquivada por Dziva; a continuación la reina de las arañas tuvo que acudir a otra técnica especial de sus hilos tejidos.
Filliae Leng. Web obscurae
[ Hijas de Leng. Red tenebrosa ]
Los hijos presurizados viajaron por el campo de batalla, creando grandes zurcos de destrucción a su paso entre el suelo de la arena, el muro de contención, y alcanzando las gradas vacías; a todo esto, la nueva Dziva pudo esquivar con mayor facilidad todos los ataques, sin importarles cuántos pudiera recibir pues su éxtasis de magia verde la curaba en instantes.
– ¡¿Huh!? ¡¿Huh!?
De nueva cuenta, Dziva llegó hasta la reina de las arañas y asestó un golpe en la cara; esta vez cargado con mayor fuerza física y potencia de la magia combinada especial, de forma que uno de sus ojos inferiores fue rasgado y el globo ocular salió volando hasta las gradas vacías.
– ¡¡Maldita…!! – Atlach-Nacha se giró para intentar atacarla aprovechando la proximidad – ¡¡Maldita pedazo de carne--!!
Hasta que un objeto divino volador a alta velocidad se elevó por los Cielos, golpeando de lleno el rostro de la reina de las arañas y distrayendo sus intenciones originales; un mazo gigante, que por la inscripción parecía ser un arma africana…
– ¡Bien! ¡No he perdido mi puntería! – sonrió Buda, el culpable de haber lanzado lo que era el mazo de Mwari – ¡Qué amable sujeto, prestando sus cosas!
– Ahora me toca a mi.
Beelzebu dió un salto y, apretando el bastón de Apomyus con ambas manos, concentró gran cantidad de vibraciones ofensivas que usó en un golpe descendente.
Sorath Bet
[ Caída de Ecrón ]
Las ondas vibratorias golpearon en la coraza animal del cuerpo arácnido, abriendo una profunda grieta que arrebató uno de los ojos animales; chorros de sangre bombearon de la nueva herida y le provocaron un intenso dolor a la reina de las arañas que la hizo perder la concentración. Por último, Dziva con su arco divino cargado con la magia triple, levantó una flecha más que disparó sin dudar…
Triplex Affinitatis: Mahadevi
[ Triple Afinidad: Fuerza única de la trinidad ]
… Para golpear la cabeza de Atlach-Nacha; la flecha viajó a la velocidad de la luz e impactó en su objetivo, levantando una nube de polvo y sangre tras una explosión de grandes dimensiones.
Para la desgracia de los dioses, la reina de las arañas no murió con el impacto; pero tampoco salió bien librada: ya 2 patas heridas de las cuales una estaba cortada, uno de sus ojos animales y uno humano perdidos, y ahora la flecha que se había abierto paso en la herida facial para clavarse en su rostro.
– ¡Malditos, malditos! – sin remordimiento aunque con mucho dolor, Atlach-Nacha se arrancó la flecha de la cara y la deshizo con rabia – ¡Insignificantes pedazos de carne! ¡¿Cómo se atreven a interponerse en el camino de Chuchu!? ¡Malditos!
Aún estando en ese estado, no se le veía en lo mínimo agotada o cansada; de eso se hicieron conscientes los 3 dioses…
– A pesar de estar dando todo…
– Ella no cae… Sigue con fuerza y poder.
– Maldición… ¿Qué tenemos que hacer para destruirla de una vez? ¿Seguiremos así…?
« No importa. » la misma Dziva respondió a su pregunta « Vamos a sobreponernos… Y vamos a ganar. »
– ¡¡Ya me cansé de ustedes!! ¡¡Los mataré de una vez!!
Toas las patas de la reina de as arañas, las 6 que le quedaban, se enterraron con fuerza en el suelo del campo de batalla; de tal forma que el impacto provocó un terremoto que sacudió al grupo de dioses en la arena así como a los espectadores. Acto seguido, Atlach-Nacha comenzó a producir una gran cantidad de seda, la cual direccionó a los agujeros del suelo mediante sus patas enterradas, y sin previo aviso comenzó su contraatque:
Filliae Leng. Stella Pariunt
[ Hijas de Leng. Engendro Estelar de Cthulhu ]
Del suelo comenzaron a brotar las redes de araña de forma aleatoria con gran agresividad, destruyendo todo lo que encontraban a su paso: escombros, el campo de batalla, las gradas, el muro de contención y el vidrio de protección. Un ataque de grandes dimensiones que actuó como una especie de tormenta que encerró a los 3 dioses; Beelzebu apretó su bastón para crear vibraciones defensivas que encerrasen a él y a Buda para protegerse de aquel caos, mientras que Dziva se mantuvo volando en el aire exterior para intentar contraatacar…
Lo cual se le hizo casi imposible: la cantidad de telarañas que había era mayor a lo que había presenciado hasta el momento de tal forma que sin darse cuenta todo su cuerpo estaba siendo constantemente cortado y cercenado en pedazos con su sangre bañando el campo de batalla; aun con su magia verde potenciada que regenaraba su cuerpo una y otra vez sin parar, la cantidad abrumadora de heridas la estaba fatigando. Aun con todo eso, cada vez que levantaba su arco divino y soltaba con magia triple sus flechas a la velocidad de la luz, sin importar cuántas se clavasen en el cuerpo de la araña, ella seguía con su técnica de telarañas.
– ¡¡Esto es inaudito, malditos pedazos de carne!! ¡¡Los borraré a todos antes que puedan rogar perdón por sus vidas!!
La reina de las arañas levantó sus pedipalpos en los que comenzó a concentrar energía osucra especial mientras sus dedos tejían a alta velocidad: estaba naciendo en sus yemas de los dedos el tercer hilo especial.
– ¡N-No…! – Dziva intentó levantar su arco para socavar su intento, pero la tormenta de telaraña la mantenía controlada y enredada.
– ¡¡Los odio, los odio a todos…!! – Atlach-Nacha comenzó a llorar de rabia en los ojos que le quedaban mientras sus pedipalpos terminaban de tejer el tercer hilo especial para cargarlo de magia del vacío – ¡¡No me agradan, así que los mataré!! ¡¡Nadie se meterá en mi--!!
Una mano cerrada en puño golpeó de lleno su boca y la calló.
Así como un sonido de ráfaga de las gradas destruidas, el vidrio de protección roto, y una masa sobrevolando a toda velocidad entre las telarañas, solo para golpear en la cara de Atlach-Nacha.
Una mano que no pertenecía ni a Dziva, ni a Buda, ni a Beelzebu.
– ¿Qué?
Aquella mano impactando en Atlach-Nacha terminó por romper una de sus mandíbulas inferiores y mandarla directamente al suelo, a pesar de la forma en que estaba de pie y la fuerza con que se sostenía; de hecho, este golpe tan brutal que la azotó en el suelo hizo temblar el estadio entero, así como la araña lo habia hecho pero sin tanto caos además que acabó por completo la técnica destructiva que estaba en el campo de batalla.
Dziva, Buda, Beelzebu y todos los presentes abrieron los ojos con gran sorpresa; ¿Quién podría ser aquella sombra que había logrado un milagro en un momento desesperado…?
– ¡H-Hijo…! – Coatlicue abrió los ojos con sorpresa al identificarlo – ¡Se trata de…!
– Pero si es el jefe… ¡Vaya, qué es muy fuerte! – Huitzilopochtli sonrió y estalló en carcajada de emoción.
– ¡Nut-chan! ¡Mira, mira, por fin apareció en la tele! – Deví extendió sus brazos y encerró a Nut entre ellos.
– Maldita sea… – Nut torció la boca, aunque soltó un suspiro de alivio – Por fin se aparece ese idiota.
El humo se desveló para dar a conocer su figura divina: un cuerpo gigante y macizo, de piel oscura con pequeños tramos de pelaje decorando sus extremidades desnudas, así como joyas de oro y piedras preciosas que decoraban de pies a cabeza, donde también se situaba una corona de plumas muy llamativa. Sus ojos negros con pupilas doradas se concentraron en el desastre provocado por la reina de las arañas y gruñó con fastidio.
Tezcatlipoca, el señor de lo invisible y lo oscuro; poseedor de todas las cosas. El temido y reverenciado por toda América como el dios asesino.
La simple presencia de esta deidad en el campo de batalla cambió las emociones en los 3 dioses presentes; una gran presión, como si de una energía oscura gigantesca se taratse, se había apoderado de la atmósfera en su totalidad, lo cual pudo confirmar Buda al activar su Octava Conciencia que le dio noticias no muy agradables.
– Un… – incluso Beelzebu abrió los ojos con sorpresa – Un Primigenio.
– Uno de los peces gordos… – Buda trató de sonreír para calmar las emociones que había sentido al ver a través de su alma – ¡Por fin aparecen a ayudar!
Dziva tragó saliva con cierto temblor.
« Él es uno de los Primigenios, así como la señora Nut. Es cierto… Su presencia y su poder son distintos… Siento que no soy nada frente a él. Es tan… imponente. »
– Hey, diosa africana.
– ¡Ahhhhh! – las palabras fuertes y profundas de Tezcatlipoca asustaron a la pobre Dziva que estaba tratando de procesar.
– Tú… – Tezcatlipoca abrió sus ojos con sorpresa – Emanas mucho Shakti, ¿Acaso eres una Primigenia?
– ¿¡Ehhh!? Este… Supongo que si…
– … ¿Y todavia no has logrado matar a esta araña? Qué verguenza.
– ¡H-Hey! ¡No me faltes el respeto! ¡Además… a-acabo de nacer!
– … ¿Huh? No importa… – Tezcatlipoca volteó al par de dioses que se encontraban en la arena de batalla todavía – Ustedes… No son Primigenios. Lárguense de una vez si no quieren morirse.
– ¡¿Qué dices?! – Buda fue el primero en oponerse – ¡Por si no te has dado cuenta, seguimos vivos, así que podemos seguir peleando!
– En mi caso, preferiría no morir por esta araña. – Beelzebu levantó una mano a modo de excusa – No quiero morir tan horrible.
– ¿¡Te estás acobardando, Bubu!?
– No me llames así.
Antes que pudiera seguir la discusión entre el pequeño grupo de dioses, Atlach-Nacha se incorporó del suelo nuevamente; herida en la boca en gran manera de forma que apenas podía hablar ante la sangre de su mandíbula rota.
– ¡¡M-Mi cara…!! ¡Esto es tan humillante! ¡Me las van a pagar, malditos pedazos de carne!
– … ¿Tú otra vez? – Tezcatlipoca suspiró con fastidio – Si que eres pesada… Y muy resistente. Veamos cuánto más.
En cuanto la reina de las arañas comenzó a preparar su técnica d ehilos destructivos, Tezcatlipoca también se preparó para el contraataque:
Sus manos apretaron su cuerpo, rodeándolo por completo al tiempo que una magia negra le rodeaba todo la la piel expuesta así como la ropa real que estaba usando. Comenzó a alumbrar entonces como si se tratase de un sol negro: su cuerpo creció en tamaño y musculatura, todo le rodeó y tomó forma como de rocas oscuras, de manera que su cuerpo ahora parecía un golem* de energía divina especial; los puños se cargaron en magia que formró rayos eléctricos negros, mientras que sus pies tomaron forma como garras de ocelote*.
Nahui Océlotl
[ Primer Sol: Gigantes de las montañas ]
Un nuevo cuerpo y forma estética física que tomó por sorpresa a Dziva, tanto que sus mejillas se sonrojaron.
– Wao~
– Diosa, saca a esos inútiles de aquí, y… Intenta no estorbarme.
De inmediato el dios oscuro se lanzó hacia la reina de las arañas: mostró gran agilidad para saltar en el campo de batalla de forma que esquivaba de manera impune todos los ataques aleatorios que comenzó a sacar Atlach-Nacha, sin recibir ni un solo rasguño que curar. Tanto Dziva como los demás dioses se sorprendieron en gran manera por ese nivel de combate tan perfecto; una vez que Tezcatlipoca su hubo acercado a su objetivo, lanzó su puño negro hacia la araña.
Tezcazollotl
[ Destello oscuro de alma ]
Un golpe muy distinto a cualquiera que podrían lanzar los 3 dioses ya presentes, casi como una obra maestra pintada con el lienzo de los Campos Elíseos: el golpe eléctrico del dios azteca golpeó en el dermoesqueleto de la araña, justo por encima de uno de los ojos que había perdido por el impacto de Beelzebu. El resultado fue distinto por completo a lo que se esperaban todos los que lo presenciaron: el puño de Tezcatlipoca destrozó aquel ojo sin el menor esfuerzo, dejando salir sangre y carne por los aires. Para complementar el efecto de herida, los rayos de su puño se desataron para golpear aleatoriamente a Atlach-Nacha y aumentar el rango de daño, haciéndola chillar de dolor.
– ¡¿Aghhhhhh…!?
Tezcatlipoca repitió el ataque con la otra mano, levantándola para golpear la cara de Atlach-Nacha; esta vez ella respondió con mejor reacción moviéndose en el último segundo.
– ¡¿Qué es esto!? ¿¡Quién eres tú, pedazo de carne!?
– Así que no me conoces… Entonces me presento. Soy tu peor pesadilla.
Tezcatlipoca levantó una de sus piernas en la que cargó aquella energía divina electrizante y pateó en el estómago de Atlach-Nacha, con la esperanza de abrirle un agujero en las entrañas; para su suerte la araña había interpuesto sus garras a modo de protección en el último segundo aunque perdió todas esas pequeñas extremidades extras. De todas formas, el golpe si consiguió dar en su objetivo y herir a la reina de las arañas.
– ¡Agh! ¡P-Pero soy invencible…!
– No hay nada lo suficientemente duro que pueda resistirse a mi, araña estúpida.
Tezcatlipoca volvió a patear a Atlach-Nacha, aunque no con energía divina pues se le había agotado en esos golpes; la araña salió volando hasta el muro de contención, donde cayó estrepitosamente y provocó una nube de polvo mientras el dios azteca volvía a cargar su energía divina especial…
– ¡Espera, espera un segundo! – Dziva echó vuelo y se interpuso de inmediato.
– ¡¿Huh!? ¡¿Otra vez tú!? – el dios azteca mostró mala cara en poco tiempo – ¡¿Qué quieres!? ¡Dije que no me estorbes!
– ¡Ay…! – Dziva cerró los ojos y juntó las palmas de las manos – ¡Perdón por molestarle! ¡Pero por favor no siga peleando aquí, sino provocará más daño en el coliseo y mucha gente saldrá herida! ¡Se lo pido por fis!
El dios azteca estuvo a punto de responder con negativa hasta que pensó en la propuesta de Dziva.
– … En un espacio reducido, no podré ejecutar todas mis técnicas, y ella tendrá más posibilidad de seguirse levantando para atacar…
– S-Si… Si así lo quiere ver, supongo que está bien…
– Tienes razón, mujer. Solo porque eres una Primigenia, te haré caso.
– P-Pero le digo que acabo de nacer--
– Otra cosa. – Tezcatlipoca lanzó una mirada asesina a Dziva – Que nunca salga de tu boca que te di la razón, si quieres seguir viviendo.
– … Está bien. – asintió la diosa con sonrisa temblorosa y ojos poco llorosos.
El dios azteca desactivó su armadura de golem y concentró toda esa magia en su pecho, moviendo sus plumajes colgantes como si se tratase de una muleta de tauromaquia*; en su pecho había una especie de vidrio muy opaco por el cual se lograba ver parte del abdomen del dios azteca, aunque esto era porque la técnica que iba a usar estaba desactivada por el momento…
En cuanto comenzó a convocar la técnica oscura, el vidrio se oscureció hasta volverse una placa negra, y de las manos del dios así como del cristal comenzó a emerger una nube de magia oscura especial, así como la magia negra de Dzivaguru solo que más potente.
– Quítate de aquí, mujer, y no aspires el humo.
– ¡S-Si…! – de inmediato Dziva se tapó la nariz y boca.
– Respecto a ti, reina de las arañas. Tengamos nuestra revancha en otro sitio…
El espejo expulsó una gran cantidad de humo oscuro con rayos negros, que envolvió a la reina de las arañas y a Tezcatlipoca en un santiamén.
Titlacahuan
[ Aquel de quienes somos esclavos ]
El humo se expandió a gran velocidad y justo antes que llenase todo el estadio se consumió a sí mismo, desapareciendo por completo del escenario; de igual forma, Tezcatlipoca y Atlach-Nacha estaban esfumados dejando el estadio con destrucción y escombros, además de el silencioso caos residual…
Por su parte, al mismo tiempo abajo del estadio de los Campos Elíseos que sobrevolaba el lugar, la nube apareció de repente y tras volverse a consumir a sí misma dejó suspendidos en el aire a ambos rivales huéspedes: Tezcatlipoca y Atlach-Nacha…
– ¿¡Pero qué…!? ¡Mi técnica falló! ¡¿Por qué estamos en el maldito aire?!
» Maldita araña loca… ¡¿De verdad eres tan fuerte que no te pude cambiar de lugar por eso!? ¡¿O acaso alguien se metió dónde no--!?
La segunda ooción era la correcta, para desgracia de Tezcatlipoca: en el aire junto a él aparecieron la nueva Dziva, Buda y Beelzebu, sobrevolando en el aire.
– … ¡Holi! – la diosa africana solo atinó a sonreír con pena.
– … ¿¡Me están jodiendo!?
Entonces la gravedad divina hizo su efecto; de inmediato todos los dioses que estaban en el aire comenzaron a caer en picada al suelo floral de los Campos Elíseos.
– … Ah…
Pero todos actuaron de inmediato: Dziva extendió sus alas para activar su magia triple y echó a volar para rescatar a Buda y Beelzebu de la misma forma que lo había hecho antes; por su lado, Tezcatlipoca se abrazó a sí mismo a manera de formar una esfera, y cayó girando en su propio eje para amortiguar el golpe. La única que no tuvo opción de escape fue Atlach-Nacha, que cayó así como estaba herida y confundida.
Todos cayeron en el suelo con su propio estilo de aterrizaje: Dziva abrazando a ambos dioses como niños, Tezcatlipoca rodando en el suelo como canica, y Atlach-Nacha… De todas formas menos con salud.
– Chicos… ¿Están bien?
– Claro que si… ¡Por cierto, nunca había visto todas las pocilgas del señor Hades! – Buda sonrió y levantó la vista para admirar el paisaje – Creo que plantaré un árbol aquí.
– No te distraigas. – negó Beelzebu con mala cara – Estamos en una pelea. Deja de jugar.
Dziva sonrió de nuevo, viendo que las expresiones de Buda y Beelzebu le recordaban bastante a sus niños; sin dudarlo volvió a abrazarlos del cuello y los besó como niños pequeños, provocando de nuevo sorpresa rojiza en ambos.
– ¡Son tan lindos! ¡Cuánto quisiera adoptarlos!
– ¿Qué mierda están haciendo?
Las palabras fuertes y profundas de Tezcatlipoca volvieron a asustar al equipo; todos ellos se giraron para darle la cara y, casi por inercia, agacharon las cabezas en sumisión y respeto.
– Les dije que se fueran de aquí, ahora me jodieron la técnica de teletransportación. No la podré usar hasta que recargue todo mi espejo de nuevo… ¡¡Además, no soy ningún niñero para cuidarlos--!!
– ¡Cuidado!
De repente Atlach-Nacha salió del agujero donde cayó, con sus patas sobre la nube de humo que había dejado y, además de lanzar golpes aleatorios con estos, ejecutó una serie de hilos de telaraña veloces y destructivos; por la postura de Tezcatlipoca, terminaría recibiendo todo en su espalda sin posibilidad de defenderse, lo cual podría ser perjudicial en esos momento…
Hasta que Beelzebu dando un salto y con su báculo en mano izquierda, concenrtró gran cantidad de vibraciones defensivas.
Sorath Zayin
[ Armada celestial de Ángeles ]
Moviendo su arma divina de lado a lado, el dios creó una ráfaga de vibraciones que funcionaron como un escudo más prolongado aunque menos estable; lo suficiente para repeler la primera tanda de telarañas que azotó, aunque no evadirían la pata animal que se les aproximaba. De eso se encargó Buda, apretando el arma divina de Mwari en sus manos y usando su energía bendita de la iluminación para aumentar su poder.
Aksayya
[ Espada del rayo indestructible ]
Con aquella técnica, no la más fuerte pero la más versátil, el dios iluminado desvió el golpe de la reina de las arañas; por último, Dziva extendió sus alas y tomó todos los dioses para alejarse: a Buda y Beelzebu los abrazó del cuello igual que antes, mientras que la larga coleta de su cabello se amarró al cuello de Tezcatlipoca y, dejándose llevar por la inercia, también fue arrastrado.
– ¡¿Ugh!?
– Cierto… – el esfuerzo provocó que Dziva, una vez cumplida su misión, cayera al suelo de rodillas para recuperar el aliento – Es cierto que no es un niñero…
» Pero nosotros no somos niños. También somos dioses… Dispuestos a hacer caer a esa araña.
Tezcatlipoca levantó la ceja, un tanto irritado pero también satisfecho por ver esa actitud en los dioses que apoyaba.
– No se queden atrás. No respondo por muertos.
– ¡Entendido! – asintieron los 3 dioses, siendo que Dziva fue la única que levantó su mano como soldado.
De inmediato el grupo de dioses se pusieron en marcha, mientras Atlach-Nacha salía por completo del agujero para revisar las heridas de su cuerpo, que aunque eran muchas y algunas graves, no se sentía en lo mínimo agotada ni mermada en fuerzas. Todavía tenía mucho por dar.
– ¡¡Malditos pedazos de carne!! ¡¡Eso me dolió mucho, mucho!! – apretando los pocos dientes que le quedaban en su boca destrozada escupió sangre – ¡¡No permitiré que ustedes, malditos gusanos insignificantes, sigan existiendo!!
La araña entonces reveló sus pedipalpos, la parte de su cuerpo que más había cuidado durante la batalla, con sus manos casi intactas continuando con el entretejido de su tercer hilo especial; la forma indicaba que estaba muy cerca de abrirlo, y los 3 dioses del Valhalla sabían que saldrían mal librados si libraba ese hilo en campo abierto.
– ¡Hay que evitar que use esa hilo! – exclamó Dziva a Tezcatlipoca – ¡Si lo vuelve a usar--!
– ¡Nos morimos todos! ¡Ya lo sé, mi hermano la enfrentó antes!
– … ¿"Antes"? ¿Tu hermano…?
– Es una larga historia. No necesitas saberlo para matarla, ¿O si?
Buda fue el primero en atacar.
– Me gusta como tejes, arañita rompe-hogares… ¡Pero no hoy!
Con el arma divina de Mwari soltó un golpe descendente cargado con todas sus fuerzas además de energía iluminada divina; el mismo dio en las puntas de los dedos de la araña, provocando el mismo dolor como si hubiera enterrado una astilla entre la uña y la carne de su dedo.
– ¡Ay! – suficiente para hacer llorar a Atlach-Nacha como niña pequeña – ¡Eso duele! ¡¿Cómo te atreves!?
Beelzebu se aproximó desde la espalda de Atlach-Nacha, con su báculo ya listo psra soltar otro ataque ofensivo con gran cantidad de vibraciones.
Sorath Vau
[ Ángel Caído de la Gula ]
Aquel golpe masivo de ondas cortantes golpeó en la espalda de la reina de las arañas; no lo suficiente para provocarle una herida grave, pero lo necesario para crear una distracción que hiciera girar su cabeza hacia el dios de las moscas.
– ¡Toma un poco más de iluminación, rompe-hogares!
Buda apretó el mazo con ambas manos para dar un golpe al estómago humano de Atlach-Nacha con suficiente fuerza para sacarle todo el aire.
Nirvana
[ Fin del sufrimiento ]
Sin darle tiempo para descansar, el siguiente en atacar fue Beelzebu directo a la “mochila” que tenía atrás, que servía como conexión neurológica; en otras palabras, un golpe que consecuentó en mucho dolor.
Sorath Bet
[ Caída de Ecrón ]
– ¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…!! ¡¡Quítense de mi vista, malditos insectos!!
Atlach-Nacha levantó sus manos humanas para sujetar a Buda de la cara y lanzarlo directamente contra Beelzebu y deshacerse así de ambos; tras ello, comenzó a fabricar telarañas en sus dedos para atacar al par de dioses. Con la atención dirigida en ellos, olvidando por completo al par de Primigenios que, habiendo cargado Shakti en sus armad divinas, se acercaron para atacar.
La primera fue Dziva con su arco y las poderosas flechas de luz divina.
Triplex Affinitatis: Xīn límíng de Liúxīng
[ Triple Afinidad: Meteoros del nuevo Amanecer ]
Las flechas golpearon de forma aleatoria el cuerpo de la reina de las arañas, abriéndole heridas por doquier incluso en su cuerpo humano; poco a poco la invulnerabilidad se estaba agotando, lo que indicaba que en cualquier momento podrían causar una herida fatal para acabarla…
El dios azteca había activado su nueva forma física: un leopardo de piel grisácea con apariencia de nube, que le permitió moverse rápidamente de un sitio a otro sin ser detectado.
Nahui Ehécatl
[ Segundo Sol: Viento asesino de monos ]
– ¡Cómete esto!
El dios Primigenio de situó bajo el estómago inferior de la araña, cargó su energía de rayos en uno de sus puños y golpeó con todas sus fuerzas en un golpe parecido a un uppercut.
Tezcazollotl
[ Destello oscuro de alma ]
El golpe que dio de lleno expulsó sangre y el aire de su cuerpo animal, lo cual la desconcentró por completo; ideal para que Dziva cargase energía en una sola flecha, la cual quería disparar a las manos de la araña para evitar que siguiera tejiendo el hilo especial.
Triplex Affinitatis: Mahadevi
[ Triple Afinidad: Fuerza única de la trinidad ]
La flecha estaba planeada a atacar uno de los pedipalpos, pero la arama reaccionó a tiempo levantando la mano evitando el daño… Pero, a cambio, su cabeza animal recibió la flecha de lleno en uno de sus quelíceros y por debajo de sus ojos. La sangre empezó a brotar, el dolor recorrió todo su cuerpo en un santiamén, y su cuerpo empezó a retorcerse como gusano.
– ¡A-Ah…! – a ese punto las heridas ya le estaban preocupando; con cara de niña asustada intentó retirar la flecha de la nueva herida, para no causarle más agravio a su cabeza animal – ¡No, no, no, no, no…!
Los demás ojos animales se percataron que la sombra de Tezcatlipoca se estaba acercando a su derecha, lo que la hizo enfadar.
– No me hagas más daño… ¡Aléjate! – levantó una de sus patas animales y su pedipalpo derecho para intentar golpear al dios y alejarlo.
Pero, todo lo que golpeó fue una nube de sombra que se desvaneció con el golpe; el verdadero Tezcatlipoca se estaba acercando a su izquierda, con su cuerpo de jaguar de nubes. Una técnica de distracción bastante efectiva.
Youalli Ehécatl
[ Viento nocturno ]
– ¿Q-Qué…?
Una vez que el dios azteca estaba en el sitio dónde quería estar y que la araña estaba distraída sin suficiente tiempo para reaccionar por completo, este levantó sus manos como garras y sujetó el pedipalpo de Atlach-Nacha con mucha fuerza: sus garras se enterraron en el dermoesqueleto, consiguiendo romperlo sin mucho esfuerzo, y empezo a cargar energía oscura divina.
– ¿¡Ehhhh!? – el rostro de la araña dibujó gran y genuina preocupación – ¡Espera, espera, espera…!
– Debiste pensarlo antes de nacer… Basura.
Tezcatlipoca concentró gran cantidad de energía oscura en sus manos hasta arrancar por completo la extremidad de la reina de las arañas: mus vistoso y sonoro, grandemente doloroso y sangriento… Para sus instintos de cacería, exquisitamente satisfactorio.
Tlacalli Tezcazollotl
[ Gran destello oscuro de alma ]
– ¡Ahhhhhh…!
Los rayos de energía oscura resultados del ataque se esparcieron por doquier, dañando todavía más el cuerpo de Atlach-Nacha y destruyendo el hilo especial en sus dedos que estaba a nada de terminar. Por último, el dios azteca apretó la extremidad con sus manos y la arrojó a la cara de Atlach-Nacha, golpeándola de lleno y mandándola a volar varios metros lejos de él.
– ¡Impresionante! – Dziva se acercó volando a Tezcatlipoca, con las mejillas rojas de la emoción – ¡Eres muy fuerte!
– Eso es obvio. Después de todo… Soy un Primigenio.
La reina de las arañas quedó en el suelo bastante malherida: sin 2 piernas, 2 ojos perdidos, su boca animal seriamente dañada, y sin uno de sus pedipalpos que le ayudaban bastante. Su cuerpo de araña, lleno de dolor y sangre chorreante, se encogió buscando protección en el suelo y cerró sus ojos, mientras su cuerpo humano sin hacerse esperar empezó a llorar mientras se revisaba las heridas.
– Ay… ay… ¡Buahhhhhhhhhhh!
– Así ya dejaras de joder, maldita araña. Ahora es momento de destruirte.
Dziva se mostró un poco compasiva al ver la cara de Atlach-Nacha llorando, teniendo el mismo aspecto que Chang'E; pero, sabiendo que su amiga lunar estaba a salvo, ya no tenía más que dudar. Apretó el arco divino en sus manos y, junto con Tezcatlipoca, Buda y Beelzebu, comenzó a acercarse a la reina de las arañas para terminar la pelea.
La araña se contrajo todavía más cuando vio a los dioses acercarse con malas caras; más todavía le frustraba haber perdido su pedipalpo con el que hacía los hilos especiales de Cthulhu, y sin ellos…
– No… No, no, no, no, no, no, no, no, no… ¡No me puede estar pasando esto a mi! ¡No es posible, no es posible…!
– ¿Alucinaciones en tus últimos momentos? – Buda sonrió de lado – Típico de las rompe-hogares.
– No puedo estar así… No puede pasarme eso… Si no hago el puente Chuchu no me querrá de nuevo… No me volverá a reconocer y ya no seré su hija favorita…
– ¿Chuchu?
Tezcatlipoca se detuvo al escuchar ese nombre, haciendo uso de su memoria para encontrar los recuerdos que compartía con los demás Primigenios: alguien le había comentado un nombre similar… Alguien, alguien…
– Chuchu… ¿Te refieres a Cthulhu?
Atlach-Nacha abrió los ojos con sorpresa.
– L-Lo… ¿Lo conoces… a mi Chuchu?
– ¿Sabes quién es? – rápidamente Dziva se acercó a Tezcatlipoca para interrogatoo con curiosidad – ¿Lo conoces?
– No directamente…
» Esta cosa y Cthulhu son Criaturas del Caos, seres que nacieron al mismo tiempo que los Primigenios y contra quienes peleamos para ordenar el Cosmos.
» No conozco muy bien a ese pulpo, ya que fue mi hermano quien peleó contra él… Lo único que sé y me importa es que está muerto.
La declaración de Tezcatlipoca silenció el ambiente en su totalidad, de forma que el grupo de dioses pudo escucharlo a la perfección; también la reina de las arañas.
– ¿Qué? ¿Chuchu… está…? Está…
Tezcatlipoca siguió hablando con el grupo de dioses, ignorando a la reina de las arañas que tenía el rostro pálido y los ojos muy abiertos.
– O eso espero. Esta estúpida araña está aquí cuando debería estar muerta… Pero, no ha habido más movimiento, así que supongo que está muerto.
– ¿No lo sabes?
– Yo no peleé contra esas cosas; solo me encargué de matar a Cipactli, la primera Criatura del Caos, junto con mi hermano… Mejor dicho, yo hice todo el trabajo mientras mi hermano se llevó el crédito.
– ¿Tienes un hermano? – los ojos de Dziva brillaron con curiosidad – ¿En serio? ¿Cómo se llama?
– ¿¡Huh!? ¿¡En qué momento esto se volvió una plática sobre ese maldito fracasado?!
– Chuchu no puede morir… ¡Yo escuché su voz! ¡Él está aquí--!
– ¡¡Tú cállate!!
Tezcatlipoca saltó hasta Atlach-Nacha, levantó su mano y golpeó de lleno su cara con magia oscura que le potenció más, de forma que la mandó por completo al suelo y casi la deja inconsciente.
– Deja de chillar… ¡Es la verdad! ¡Los dioses nos encargamos de matar a ese tonto pulpo…!
" ¿Qué es esto? ¿Son mis memorias…? ¿Estoy recordando…? "
Temblores azotaban la ciudad de R'lyeh, provenientes de un enemigo que se aproximaba; la reina de las arañas, ante el gran pánico que la llenó, se fue a ocultar en una esquina del palacio principal, con las manos en la cabeza y su cuerpo arácnido comprimido.
– ¡Atlach-Nacha! ¡¿Qué rayos haces aquí?!
Cthulhu en cuanto la vio, de golpe la expulsó de su escondite. Al instante Atlach-Nacha fue a refugiarse bajo las piernas tentáculo del dios pulpo.
– ¡Chuchu! ¿Por qué hay tanto ruido? ¡Tengo miedo!
– Está sucediendo… Los dioses mataron a nuestro padre Cipactli y ahora vienen para acá… ¡Se nos adelantaron, así que tendremos que actuar!
Cthulhu sacó a Atlach-Nacha de debajo de sus piernas y la sujetó con firmeza de los hombros.
– Ahora es tu turno. Abre el puente antes que ellos lleguen aquí.
– ¡P-Pero Chuchu…! – Atlach-Nacha intentó acercarse de nuevo a Cthulhu para abrazarlo, pero él se lo impedía – ¡Tengo mucho miedo! ¡No sé qué hacer!
– Para esto te has preparado toda tu vida ¡Ahora cumple con tu propósito!
– ¡N-No…! ¡Quiero estar contigo, Chuchu--!
– ¡Obedece!
El dios pulpo con la paciencia agotada golpeó la mejilla de Atlach-Nacha, con tanta fuerza que la tiró al suelo y abrió un pequeño agujero en el suelo bajo su espalda; la arañita se llevó una mano a su mejilla, descubriendo sangre borbotando además de un intenso dolor.
– ¡Obedece de una vez, Atlach-Nacha! ¡Toda tu existencia solo importa para este momento! ¡Cumple con tu propósito, maldita sea, y abre el puente!
Atlach-Nacha comenzó a llorar por lo bajo con la mano en su mejilla; sus patas se levantaron con temblor ante la inminente sensación que volvería a ser herida, y rápidamente se movió para la salida…
– Está… ¡Está bien, Chuchu!
Atlach-Nacha subió a la cúpula del Nido de la Hiperbórea para la construcción del puente: consistía en 7 hilos especiales que debía cargar con mucha magia del vacío original, lo que consumía mucha energía de su parte. Pero no habría problema; en cuanto llegasen los dioses, habría un festín de carne que podría saciar a la reina de las arañas.
« … Tengo que hacerlo… Hacerlo bien esta vez… » eran los pensamientos de la reina de las arañas, con el corazón dolido y la mejilla envuelta en hilos de seda que cubriesen la herida « Chuchu se enojó conmigo porque… Porque soy una tonta que no obedeció… Por eso me merecí ese golpe.
» Ahora debo abrir el puente… Eso volverá a alegrarlo. Estoy segura… »
Sin previo aviso, la cúpula del Nido del Hiperbórea fue destruido por culpa de una mujer que, extendiendo sus brazos los cuales en un principio eran cuatro y se fueron multiplicando más y más hasta ser incontables, usando gran cantidad de energía Shakti. Esto incluso afectó a Atlach-Nacha, aunque ella se contuvo a proteger sus hilos especiales.
– ¡Atlach-Nacha! – desde suposición Cthulhu exclamó para dar la orden final – ¡Ya están aquí! ¡Abre las puertas y termina el puente! ¡Ahora!
– … ¡S-Si, Chuchu!
Sin embargo, entre las aguas del lago, apareció una figura divina que se abalanzó de inmediato contra Atlach-Nacha: plumaje como ropa, piel oscura, cabello largo, y ojos profundos…
Aquel ser asestó un golpe con una de sus manos a la reina de las arañas, lo suficiente para hacerle perder la concentración, después de lo cual la sujetó del cuello con una de sus manos gigantes, con la suficiente fuerza para mantenerla quieta.
– ¡H-Hermana…! – Cthylla trató de subir a la cúpula para ayudar a Atlach-Nacha.
– En nombre de los Primigenios… Te libero de tu existencia, Criatura del Caos.
Lo último que vieron sus ojos fue la sombra de aquel atacante, usando un arma divina como un palo con muchos picos filosos, mientras de fondo uso ver a la mujer que había destruido la cúpula con su arma divina y otra mujer gigante de piel negra con estrellas que se extendía en el campo de batalla…
Sus ojos medio abiertos también fueron capaces de ver parte de la superficie del Lago Primordial debido a la luz que se reflejaba en la espalda de la sombra; aquel resplandor iluminó sus ojos tan solo un instante.
« Eso… se ve bonito… »
» Perdóname, Chuchu… Fui una mala hija, no te merezco… Pero prometo volverlo a intentar, una vez más… Espero algun dia poder hacerlo de nuevo y…
» Volver a ser la hija favorita de mi Chuchu… »
Un golpe seco fue dió de lleno en el cuello, tras lo cual escuchó un sonido de sangre borbotando así como un dolor inimaginable… Pero pocos segundos después, el silencio fue todo lo que ocurrió. Frío, oscuridad…
Soledad.
El último recuerdo de su vida original.
" Así que… Chuchu en verdad está… Mi Chuchu está muerto… Y yo no pude salvarlo… "
– ¡Y lo mismo ocurrirá contigo! ¡Criatura asquerosa!
Tezcatlipoca levantó el otro puño cargado de magia oscura para dar el siguiente golpe, preparándose para dar la mayor paliza que se le hubiera ocurrido en su vida, mientras que Dziva, Beelzebu y Buda afianzaban sus armas divinas en caso que tuvieran que intervenir.
En cuanto el puño de Tezcatlipoca fue lanzado, la mano humana de Atlach-Nacha detuvo en seco su golpe, usando una fuerza sobrenatural que no había mostrado hasta ahora.
– ¿Eh? – cuando el dios oscuro intentó retirar la mano, se llevó la sorpresa que Atlach-Nacha le estaba sujetando de tal forma que no podía moverse en lo absoluto – ¿¡Pero qué…!?
« Después de todos mis ataques… ¿¡Sigue siendo tan fuerte!? No, espera… Está fuerza no debería tenerla… ¿Entonces…? »
– Chuchu ya está muerto… Así que ya no importa nada… Nada ni nadie.
Un comportamiento explicado y aplicado en el libro de enseñanzas militares y estratégicas "El arte de la guerra" del escritor chino Sun Tzu:
Cuando quieras acorralar a tu enemigo, déjale una vía de escape; esto lo agotará psicológicamente en un intento de escapar y perderá la batalla. En cambio, si lo acorralas y no le dejas escapatoria, su única opción será pelear o morir y dará todo, lo que dejará mermado a tu ejército.
Lo mismo se aplica para seres vivos, tales como humanos animales, plantas… incluso dioses y Criaturas del Caos… Si retiras su única fuente de seguridad, su comportamiento se volverá agresivo y difícil de controlar…
Alguien que no tiene qué perder, no tiene miedo a la muerte.
– ¡¿Pero qué…!?
Atlach-Nacha se levantó del suelo con más violencia que antes; su pedipalpo se arrancó la flecha que tenía clavada, sin importarle la sangre que salió esparcida; con otra mano humana sujetó el brazo de Tezcatlipoca, el izquierdo, y apretó con todas sus fuerzas hasta romperlo por completo.
– Muere… ¡Muere, muere, muere!
Con mucha violencia, la reina de las arañas arrancó ese brazo del dios azteca y le clavó varias telarañas a su cuerpo a manera de infringirle heridas; una vez lo hubo hecho, lanzó el cuerpo de Tezcatlipoca por los aires varios metros de distancia.
– N-No… – Dziva abrió los ojos con susto total – ¡No!
– ¡¿Pero qué!? – Buda levantó su arma con sudor frío – ¡Se volvió más fuerte de golpe!
– ¡No perdamos el tiempo! – concordó Beelzebu con el bastón de Apomyus ya preparado – ¡Vamos a--!
Filliae Leng. Stella Pariunt
[ Hijas de Leng. Engendro Estelar de Cthulhu ]
Sin dudar, la reina de las arañas engendró su técnica de destrucción masiva con los hilos que salían de todos lados; Buda y Beelzebu fueron heridos por estos y salieron volando, mientras que Dziva, a pesar de su regeneración, estaba siendo constantemente dañada.
« ¡Maldita sea…! ¡Su ataque se volvió más fuerte! ¿¡Todavía tenía mucho guardado por dar!? ¡Tienes que estar bromeando! »
Encerrada en su esfera de hilos destructivos, Atlach-Nacha movió sus patas animales para tomar el pedipalpo que le había sido arrancado; sin miedo ni dudas comenzó a comérselo, llenando su cuerpo y cara de sangre con sonido grotesco.
– Ya no importa… Ya no importa nada… Así que, ya no debe haber nada… Nada ni nadie.
– ¡¡Detente!! – Dziva levantó su arco y preparó su disparo más potente, aunque el ambiente cambiante y tormentoso no le permitía.
Ahora que había comido de nuevo, aunque fuera su propia carne a modo de canibalismo, la reina de las ranas había recobrado fuerzas para su ataque máximo: las manos humanas actuaron como los pedipalpos y comenzaron a tejer con gran velocidad. En cuestión de pocos segundos, Atlach-Nacha ya tenía en sus manos 3 de los 5 hilos especiales que le faltaban por abrir.
– Si no hay Chuchu, no habrá vida.
Atlach-Nacha metió los dedos en los hilos especiales y no se contuvo en lo más mínimo, siendo que tal truco la dejaría mal herida de nuevo: abrió de golpe aquellos 3 hilos…
Y desató el vacío original en los vados de los Campos Elíseos.
El vacío original convirtió a los Campos Elíseos en una zona de destrucción: una tormenta semejante a la de sus hilos destructivos, pero mucho peor.
Explosiones y ráfagas de vacío original capaces de borrar todo se expandieron en una esfera que empezó a crecer de tamaño para consumir todo a su alrededor, dejando afuera a Buda y Beelzebu quienes sin dudar salieron corriendo para evitar ser consumidos por aquella destrucción sin precedentes.
La única ventaja era que aquellos hilos abiertos solo tendrían una duración maxima de 10 segundos expulsando vacío original…
La mala noticia es que eran 10 segundos que Dziva, quien se había quedado en el epicentro de la catástrofe, tendría que soportar.
– ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
La diosa fue sacudida por el viendo destructivo de la magia del vacío original; en cuanto se percató que estaba recibiendo heridas superficiales que su magia triple no podía curar por más fuerte que fuera, así que de inmediato intentó ponerse a la defensiva.
Triplex Affinitatis: Zviyero Zvengwena
[ Triple Afinidad: Escamas sagradas de Cocodrilo ]
Levantó ambas manos y creó el escudo divino de magia triple para evitar salir dañada; sin embargo, una ráfaga concentrada de magia del vacío que asemejaba a un portal dimensional, dio de lleno en el mismo y lo destruyó en pedazos, además que se tragó los trozos como si se tratase de un agujero negro.
« ¿¡Ehhh…!? ¡¿No puedo curarme ni defenderme!? »
9…
8…
Faltaba poco tiempo para que la magia del vacío terminase, pero a ese ritmo… Dziva no sería capaz de soportarlo.
« Es… Es lo mismo que le pasó al ojo de nee-chan, así como mis piernas y mi brazo…
» Esta magia destruye todo… Y no hay vuelta atrás… »
7…
6…
« Entonces… Solo me queda una opción. Tendré que hacerlo, aunque… ¡Aunque me cueste la vida! »
El mismo concepto de la desesperación en batalla también puede aplicar en una diosa amorosa cuando su corazón y la gente que quiere salvar se ven en peligro.
Dziva continuó con su carga de energía divina especial mientras movía sus alas para intentar no mantenerse en el mismo sitio y evitar salir dañada lo más posible. De todas formas: varias concentraciones de magia negra salieron disparadas como chorros de agua a presión y abrieron agujeros en el cuerpo de la diosa, en sus brazos, piernas, el estómago y parte de su pecho.
– ¡Agh…! – Dziva tosió una gran cantidad de sangre ante tales heridas.
5…
4…
– Todavía no… ¡Todavía no!
Apretando los dientes, siguió cargando energía divina triple en su cuerpo y siguió avanzando con sus alas, que también estaba sufriendo daños por culpa del vacío original.
En su vuelo llegó hasta la posición de Atlach-Nacha, quien en el centro de la tormenta su propio cuerpo no podía soportar tampoco la propia magia del vacío original: poco a poco su piel se desprendía con heridas superficiales o cortes graves.
Pero nada de eso le importaba.
3…
– ¡No dejaré que termines esto!
Dziva irguió su cuerpo y apuntó su arco divino a la reina de las arañas habiendo cargado el golpe más poderoso hasta el momento con el propósito de terminar el enfrentamiento. Con indiferencia, Atlach-Nacha abrió los ojos ojos que le quedaban y le dedicó una mirada asesina a Dziva.
– Chuchu… Me enseñó cómo borrar seres molestos cómo tú.
La reina de las arañas dejó de tejer y en sus manos expandió gran cantidad de vacío original, aunque las palmas de sus manos quedaron quemadas al instante.
Atlach-Nacha, siendo una Criatura del Caos, no solo sabe manejar hilos con la maestría de un profesional perfecto; ella también es capaz de manipular el vacío original a su antojo para provocar heridas. Así como Cipactli, así como Cthulhu…
Solo que lo había olvidado; hasta que Tezcatlipoca le recobró sus últimas memorias.
Caos: Vhoorl
[ El que susurra en la oscuridad ]
Aquellas ráfagas de vacío original concentrado fueron disparadas por las manos de Atlach-Nacha, llegando a su objetivo Dziva antes que ella pudiera darse cuenta…
2…
Varios cortes atravesaron su cuerpo y lo despedazaron en varios pedazos: estómago y vientre, parte de su brazo izquierdo, y cruzando el pecho. Dziva abrió sus ojos con sorpresa al sentir aquel golpe letal, indoloro hasta segundos después, y cómo los pedazos de su destrozada existencia caían para pronto desaparecer…
Pero, aún no había terminado.
Con las últimas fuerzas de su cuerpo roto y su boca sangrando, Dziva estiró los brazos y apuntó su flecha divina, dejando caer en ella toda la magia que le quedaba, para soltar aquella flecha con la esperanza de salvarlos a todos…
Triplex Affinitatis: Adi Parashakti
[ Triple Afinidad: Corazón y alma de las 3 diosas ]
1…
La flecha viajó a la velocidad de la luz e impactó en el pecho humano de Atlach-Nacha, atravesándole por completo; la reina de las arañas sintió el aire escaparse de su boca y cayó de espaldas mientras la flecha continuaba su camino y atravesaba el dermoesqueleto de su cuerpo arácnido para destruir sus órganos internos.
– ¡Aghhhhh!
0…
Con ello, la tormenta de magia del vacío llegó a su final: las ráfagas terminaron y la nube se esparció para dejar a la vista el mundo exterior, pero un gran terremoto sacudió los Campos Elíseos con ferocidad; con aquella apertura, tal como lo dijo Nut, estaba más cerca la unión de los mundos…
Pero no era momento de preocuparse de ello; al menos no para Buda y Beelzebu, quienes entraron en el espacio de destrucción para encontrar a la diosa.
– ¡¡Dziva…!! ¡¿Dónde estás!?
– ¡M-Maldita…! ¡Maldita…!
Atlach-Nacha empezó a toser bastante sangre ante la mayor herida que había sufrido hasta el momento; con furiabmetió las manos en su herida para intentar quitarse la flecha, que estaba demasiado bien clavada.
– ¡Maldita, maldita! ¡T-Te borraré! ¡Te--!
Una mano gigante con garras le rasgó la cara de inmediato, sacándole más sangre de la que ya tenía; se trataba de Tezcatlipoca, que había activado la última forma de su poder divino especial, su forma nahual* de jaguar gigante de color oscuro, quien había reaparecido paea terminar todo de una vez.
Nahui Ollin
[ Quinto Sol: Corazón y sangre del sacrificio ]
– ¿¡Huh!? ¡¿Otra vez tú…!?
Atlach-Nacha golpeó de vuelta a Tezcatlipoca para enviarlo al suelo, asustándose cuando vio que el dios azteca se volvía a levantar para volver a atacar.
– No… ¡No, no, no…! No te voy a dejar tocarme de nuevo… ¡No…!
La reina de las arañas se dió cuenta del brazo cortado que le había arrancado al dios azteca, todavía a su alcance; se movió hacia este y lo sujetó con ambas manos para llevarlo a su boca.
– Si me lo como… ¡Si! ¡Esto me ayudará a matarlos a todos--!
» ¡¿Argh!? ¡¿Qué es esto!?
Atlach-Nacha ni siquiera pudo terminar de morderlo sin que los dientes que le quedaban se molieran y cayeran; además de ello, el sabor era muy horrible, por lo que lo vomitó y en sus manos lo observó para ver de qué se trataba, algo que nunca antes había probado:
El brazo que tenía en manos, para su gran sorpresa, era una prótesis metálica compuesta de circuitos, cables y aceite chorreante.
– ¿Qué?
– ¿No lo sabías, mediocre pedazo de basura? Tu padre Cipactli ya me había quitado ese brazo…
El dios azteca llegó hasta el frente de la reina de las arañas, y concentró mucha energía divina especial en sus ojos para ubicar los órganos más importantes de Atlach-Nacha: sus corazones. También, el sacrificio que más le agradaba al señor oscuro desde tiempos antiguos para aplacar su ira.
Su cuerpo se llenó de tanta energía divina especial que lo rodeó y formó la forma de una cabeza de jaguar; Atlach-Nacha fabricó un último hilo en sus manos para intentar detener a ese dios, que le recordaba demasiado al mismo que le había quitado la vida en la época antigua.
Tezcatlipoca cargó energía divina especial y se lanzó sobre Atlach-Nacha: con la mano gigante de garras, partió el cuerpo de la reina de las ranas y arrancó su corazón humano. El jaguar de energía divina especial abrió sus dientes y rompió todo el dermoesqueleto del cuerpo arácnido por la mitad, de forma que Tezcatlipoca con su boca mordió el corazón arácnido y lo arrancó de su sitio.
El ataque más fuerte del dios asesino más temerario entre los Primigenios.
Con el rostro bañado en sangre, Tezcatlipoca aterrizó en el suelo y se incorporó; dejó caer el corazón arácnido al suelo mientras esté se desangraba, y llevaba el corazón humano en su mano a la boca, que sin dudar comenzó a devorar a mordidas violentas y sangrientas. Mientras tanto, el cuerpo destrozado de la reina de las arañas cayó hecho pedazos en el suelo con violencia, mientras lo último que le quedaban de fuerzas la abandonaban.
Su boca empezó a respirar a grande bocanadas imposibles de contener aire, lo que le dió una mala señal; sin más que hacer, sus ojos se giraron por el capo de batalla con debilidad…
Para su gran sorpresa, un evento prácticamente imposible por la aleatoriedad de los ataques de vacío original: una flor de color negro, con toques púrpuras en sus pétalos, en medio de una pequeña sección de pasto verde, muy cerca de su rostro; aquello le recordó a la escena que había compartido con Cthulhu, Cthylla y sus demás… "hermanos".
– Se parece… a mi…
Con débil movimiento, la mano humana que seguía conectada a su cuerpo se extendió para arrancar la flor y acercarla para contemplarla con mejor detalle: los colores y la disposición eran iguales a los de su pelaje, además que su aroma era algo nuevo que nunca había sentido. Un olor todavía más agradable que el de la sangre.
– Qué bonita…
« Si, es cierto… Estoy dónde los dioses viven… Así que estoy… Estoy en la Superficie…
» Hermana, Cthylla… Tenías razón. Este lugar… es hermoso… »
Una vez que Tezcatlipoca terminó de darse su festín de corazones, deshizo su forma de nahual y, cargando sus puños con magia divina especial, se abalanzó sobre el cuerpo de la reina de las arañas y comenzó a golpear de forma aleatoria y asesina para terminar de matarla.
– ¡Muérete, maldito saco de basura! ¡Muérete de una vez!
– ¡¡Dziva…!!
No todo eran tan buenas noticias para el equipo divino.
Después de buscar en el ambiente lleno de caos y destrucción, Buda y Beelzebu al fin encontraron a Dziva, o mejor dicho lo que quedaba de ella: su cuerpo partido en pedazos y su rostro apagado.
– ¡¡Dziva, Dziva…!! – exclamó el dios iluminado mientras la movía de lado a lado – ¡Vamos, responde, y usa tu magia para curarte!
– No creo que sea posible… – a su lado Beelzebu no tenía los mejores ánimos para ser optimista – Si recibió ese poder de los hilos especiales, no hay forma de--
– ¡Beelzebu, si no vas a ayudar, no estés--!
– ¡Ahhh…!
La tos de Dziva llena de sangre y aire nada retenido terminó de golpe la pelea entre Buda y Beelzebu.
– ¡Dziva, querida! ¡Vamos, levántate para curarte tus--!
– Buda… Beelzebu… – pero, aún estando en ese estado precario, la diosa africana solo tenía un pensamiento – ¿Lo logramos? ¿Los… los pudimos salvar…?
El dios iluminado se quedó helado sin ser capaz de responder; así que Beelzebu se acercó a la reunión, se agachó para estar a su altura lo mejor posible, y depositó con cuidado una mano en la frente de la diosa.
– Todo ya terminó, Dziva. Los… Los salvamos a todos.
Dziva sonrió débilmente en respuesta.
– Gracias… Beelzebu, Buda… Muchas gracias…
" ¿Eh? ¿Qué es esto? ¿¡En dónde estoy!? "
Su cuerpo sintió aquel espacio oscuro y vacío, tan frío como el invierno mismo y lo suficientemente desolado para que su dulce alma y corazón se sintieran acongojados.
" Por favor, gemela pequeña. Deja de chillar, si no tendré que partirte la cara. "
Entre aquella oscuridad, con pasos delicados como por encima del agua, una figura divina especial se apareció frente a frente para encararla; sus labios sonrieron con emoción al identificarla.
" ¡C-Chang’E! "
" Si, la misma en persona… No vivita pero si coleando. "
Dziva se abalanzó sobre ella y la abrazó con fuerza, tanto que Chang’E casi cayó de espaldas.
" ¡Cuidado! "
" Veo que estás bien… ¡Por fin estás bien! "
" La verdad que si. Mi cabeza ya dejó de escuchar voces y ahora me siento más aliviada… Una carga menos para mi alma…
» En verdad te lo agradezco… Que hayas intentado hacer todo lo posible para mi. "
" ¡A fin de cuentas es mi deber! "
" No tienes remedio, hermanita. "
Detrás de ella apareció también con pasos delicados su hermana mayor Dzivaguru, dejando a Dziva con piel helada.
" ¿Nee-chan? Estás… estás separada de… de mi… "
" Supongo que ahora que somos almas, ya podemos estar separadas.
» Y también supongo que es un mal momento para hablar las cosas como deben ser, ¿No--? "
" ¡¡Nee-chan!! "
La diosa amorosa saltó sobre ella y la rodeó en sus brazos, sintiendo por primera vez en toda su vida la mayor satisfacción posible. Su deseo imposible por fin se le cumplía:
" ¡Por fin te puedo abrazar, nee-chan! ¡Por fin te puedo sentir! ¡Estoy… tan contenta! "
" … Yo también… "
Ninguna de las hermanas gemelas pudo contenerse y se abrazaron la una a la otra con fuerza además que comenzaron a llorar sobre sus hombros; momento emotivo y hermoso, pero interrumpido por la diosa lunar.
" ¡Yo también quiero un abrazo! ¡Mamá se los ordena! "
" ¡Chang’E, espera! ¡Este es un momento entre mi hermanita y yo! "
" En ese caso, yo seré su mami, ¿Qué les parece? "
" ¡¿De qué rayos hablas!? ¡Eres menor que nosotras! "
" Por eso, gemela loca… Por eso. "
" ¿¡Por eso qué!? "
" No importa quién sea quién. Estoy tan feliz de estar con ustedes, una vez más "
" Bueno… Una vez más y para siempre, supongo. "
Dziva movió su cara con un poco de temblor emocional, sintiendo que algo todavía le faltaba por hacer. Pero, haciendo memoria… Ya todo había quedado cumplido.
« Lo logramos… Pudimos salvarlos a todos, tal como se lo prometí a Sobek, a mi cariño, a mis niños… A todos.
» También a la pequeña Geir… Cumplí mi palabra de demostrarte que haría todo lo posible para salvar a los humanos que tanto amamos… Espero que lo hayas visto, querida valkria…
» Dejó todo en tus manos… Termina de salvar a mis queridos humanos, por favor… »
Las 3 diosas se abrazaron y dejaron que la oscuridad y el frío alrededor de ellas las envolviera eternamente. Aunque… sus corazones unidos nunca permitirán sentir frío ni oscuridad, nunca más…
Sus ojos se apagaron por completo y sus sonrientes labios soltaron su última expiración. Tras ello, el cuerpo destrozado de Dziva comenzó a brillar para fragmentarse en pedazos que se elevaron por los aires de los Campos Elíseos, decorando con belleza aquel ambiente destruido y desolado que había quedado por la batalla.
Buda levantó la vista con asombro y tristeza, dejando que unas cuantas lágrimas bañasen sus ojos, mientras que Beelzebu permaneció agachado y con la cabeza baja para no mostrar sus sentimientos.
Los pedazos de alma también se pasearon por Tezcatlipoca, quien no se mostró más que indiferente ante aquel espectáculo tan maravilloso; los pedazos luminosos se reflejaron en los restos apenas reconocibles de Atlach-Nacha por última vez, así como en el inmenso charco de sangre que se expandía poco a poco sobre el destrozado suelo de los Campos Elíseos.
Terminó su recorrido en las nubes en lo alto, desde dónde seguía cayendo la lluvia de ofrenda para los caídos del primer y segundo Ragnarok hasta el momento.
Pero ahora, esta lluvia sería de consuelo y de lamentación para ambos bandos…
Fecha de publicación: 24/05/24
Autor: ASFD
Editor: Darklord331
Nota de editor: ¡Uf! Lo hicimos. Después de un largo rato de edición poco a poco vamos llegando a la conclusión. Honestamente, nunca pensé que una criatura de un ser sobrenatural sería tan asombrosa, especialmente una que está relacionada con Cthullu. Me gusta cómo va esto, espero que ustedes, lectores, hayan disfrutado de este trabajo que nuestro querido autor ha hecho para todos ustedes, estén atentos a lo que viene a continuación.
Bonitas palabras de nuestro querido editor UwU. Ahora, el momento triste.
Justo como lo prometí, un final triste e inesperado en todos los sentidos. Adiós a mis queridas bebés: Chang'E, Dzivaguru, Dziva y Atlach-Nacha (seguro yo seré el único que le lloraré XD). Otro evento canónico para LR, con más ganas después del chistecito del gato cíclope jsjs, aunque esto ya lo tenía planeado antes que Chang'E y Dzivaguru empezarar a pelear.
La verdad, esta era una pelea que tenía muchas ganas de hacer, por el tema de los lovecraftianos y para meter más lore a los Primigenios. Y terminé haciendo tremenda pelea emocional, tanto como la anterior; espero que les haya provocado los mismos sentimientos que a mí me provocó :"3. Un momento que no podemos celebrar de victoria completa ni llorar de derrota completa: la humanidad y los dioses fueron salvados, pero ¿A qué precio? Hemos perdido a la amorosa, la nee-chan tomboy y la muslitos sabrosos de China. En definitiva, perdimos.
Uff, logré sobreponerme a mi enfermedad asesina y terminé la pelea a tiempo. Ahora dormiré bien UwU, aunque probablemente esté desconectado un rato (esto lo digo por quienes tienen obras que yo estoy leyendo; trataré de ponerme al corriente en lecturas pero no prometo nada).
Respecto a la publicación de LR; espero para inicios de julio tener listo el interludio respectivo entre combates (esperaba que fuera de 4 capítulos, pero tal vez sea solo de 3 caps). De acuerdo a lo que sucederá respecto a la decisión de esta pelea desesperada, puede que haya una pelea más para este arco (ganamos UwU).
¿Alguna pista de la siguiente ronda? La única pista que daré es que la siguiente pelea está en mi top de "Peleas que tengo tantas ganas de hacer que cambiaría todo LR para escribirla" (recordando que la primera pelea con este título fue Ng Mui vs Zeus). En otras palabras, se vendrá una pelea de las GOD, espero que así lo logre; y ya XD (no daré más pistas para evitar que lo adivinen muy pronto, así que estaré atento a sus comentarios y teorías UwU).
También aprovecharé este tiempo para llorar a mis pequeñas; no esperaba encariñarme tanto con ellas… Pero al final fue así UwUn't. Las extrañaré, mis pequeños solecitos todos bonitos, todos sabrosos, con sonrisas que no pudimos proteger :"3
Sin más que decir… ¡Los leo en el siguiente capítulo!
***
Nuevos términos
* Golem – Un ser animado fabricado a partir de materia inanimada; normalmente barro, arcilla o un material similar, dándole apariencia de un coloso de piedra.
* Ocelote – Especie de felino de mediano tamaño, proveniente de Mesoamérica; el tercero más grande después del jaguar y del puma.
* Muleta – En tauromaquia, instrumento de torear que consiste en un paño o tela de color rojo que el matador usa para provocar al toro.
* Nahual – Especie de brujo o ser sobrenatural que tiene la capacidad de tomar forma animal, tanto el humano como el animal mismo.
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