Capítulo 78: Sangre de la Luna y la noche
– Dime, gemela malvada, ¿Qué decides hacer?
La diosa de la luna sujetó el pelo de Dzivaguru para levantarlo en el aire, agravando el dolor de su cara y cuello, donde aún no se había curado.
Pero ese dolor no molestaba en absoluto a Dzivaguru; sólo le perturbaba tener a Chang'E tan cerca, y que siguiera sonriendo con tanta confianza.
– ¿Cuánto tiempo seguirás sonriendo así? ¡Maldita… hija de puta!
– … Niña grosera.
Chang'E dejó caer a Dzivaguru al suelo de golpe, y luego retrocedió a dónde había dejado el gigantesco arco de plata; al cogerlo por la empuñadura, el arma volvió a su forma original que la diosa lunar dejó reposar sobre sus hombros. La diosa africana se removió en el suelo por el dolor de volver a caer de bruces, deseando utilizar el Viridis Affinitatis para terminar de curar sus heridas…
« No. Eso no importa… Ahora que sé que puedo hacerle daño a esa desgraciada. »
No tenía ni idea de cómo lo había hecho, pero estaba segura de lo que sus ojos habían visto y de lo que su rostro había recibido: la sangre del pecho rebanado de Chang'E por su propia arma divina. Un paso más para ganar…
" ¡Nee-chan! ¡¿Por qué no puedo salir?! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Contéstame, por favor! "
El hechizo de control de Bamapana era lo suficientemente fuerte como para mantener el estado de Doppelgänger bajo el control de Dzivaguru; mientras el odio siguiera siendo su emoción principal, Dziva estaría sometida. El sentimiento de la gemela africana se agravó en cuanto volvió a oír la voz de su hermana, ya que los recuerdos de aquel día en el mundo humano acudieron a su mente.
La diosa apretó los dientes al sentir dolor en las zonas que no habían sido reparadas. Con mucho esfuerzo, se puso de rodillas y luego se levantó; lanzó sus ojos carmesí llenos de rabia a Chang'E, que enarcó las cejas con curiosidad.
– Así que… Ya tomaste tu decisión.
– Te voy a matar… ¡Dije que lo haría, bastarda, y lo voy a hacer! ¡Te voy a hacer pedazos!
– Sí, sí, ¿Es todo lo que sabes decir? Qué molesta eres.
– Deja de sonreír y de creerte el mejor… ¡Ahora, tengo ventaja sobre ti!
– ¿La ventaja?
– Puedo herirte, y ya lo hice… ¡Mis ojos fueron testigos! Y no sólo puedo hacerte sangrar, arrogante… ¡Puedo hacerlo otra vez! ¡Y lo haré otra vez, para borrar esa estúpida mirada de tu cara!
Chang'E guardó silencio y miró a Dzivaguru de arriba abajo, paseando la paleta de dulce en sus dientes.
« Realmente… De verdad esta loca, es la única que puede matarme… Qué "afortunada" soy.
» Sí, es ella… Por favor, que sea ella… Que lo haga ella, quiero morir. »
Sus ojos temblaron por lo bajo, como si se tratara de un tic nervioso; la diosa lunar cambió el Tejido de Jade a su forma de espada corta de doble filo, que ajustó a sus dedos y colocó a su lado.
– Debo admitir que el daño fue real. Lograste lo que muchos han intentado por milenios… Lo admito, aunque ya no exista…
» Así que, me gustaría ver si puedes hacerlo de nuevo… – Chang'E apuntó el filo de su espada a su propia mejilla – Hazme daño otra vez, hazme sangrar otra vez… Hazme sentir dolor, y te daré la victoria de este combate. También podría dejar que me mates, si me pones de buen humor~
» ¿Qué te parece? ¿Hacemos un trato?
– Me importa una mierda llegar a un acuerdo contigo… ¡Te voy a matar!
– Lo tomaré como un "Si mami". Bien, esperaré a que te quites esa cara fea y vayas a recoger tus armas, pero rápido y de buena gana.
Dzivaguru tensó los ojos con rabia y furia, al oír de nuevo el adjetivo utilizado contra ella.
– Maldición, no soy tan débil como crees… No soy débil, ni fea…
Dzivaguru abrió las palmas de ambas manos, concentrando una gran cantidad de energía oscura procedente de la magia prohibida, la Vetiti Affinitatis, de modo que se crearon en ellas un par de arañas oscuras, así como un aura que rodeaba todo su cuerpo como moscas.
En un oscuro laboratorio las pantallas retransmitían el combate mientras un par de dioses oscuros trabajaban.
Beelzebu, el señor de las moscas, sentado ante un escritorio con un ordenador, tecleando a buena velocidad para recoger los datos que le llegaban desde otro aparato; recopilando y asimilando diferentes resultados, para compararlos y comprobar que todo iba bien.
Por su parte, el caos de Australia, Bamapana observaba la batalla en una pantalla frente a su propio escritorio: un banco de trabajo químico, con vasos de precipitados con diversos líquidos en su interior, tubos de ensayo colgados en sus respectivos soportes, usando una pipeta para trasvasar líquidos de un lugar a otro, anotando los resultados en una pequeña tableta.
Todo sin apartar los ojos de las pantallas para observar el desarrollo de aquel combate que tanto interés le había causado: se suponía que iba a ser un combate más del Ragnarok hasta que Chang'E decidió tomar partido por la humanidad, contra la diosa africana que había convertido por encargo de la Trinidad principal de Egipto.
Ambos proyectos científicos de Bamapana en un combate a muerte, mientras él con las yemas de sus dedos golpeaba pipetas y tubos al ritmo del movimiento de los luchadores y de la voz de Heimdall. Ver a su compañero de laboratorio tan absorto en la pelea, sin prestar mucha atención a su mesa de experimentos, inquietó un poco a Beelzebu.
– Oye, mira lo que estás haciendo.
– ¿Huh? ¡Ah, sí! Muchas gracias, mi buen amigo…
Bamapana desvió la mirada a su experimento, un frasco con una especie de gusano muerto, al que estaba echando las gotas de su pipeta; atención que no duró mucho pues volvió a mirar la pantalla de combate.
– Una disculpa. Tengo que terminar mi pronóstico… – sus ojos, sin pestañear, captaron todos los movimientos de Dzivaguru y Chang'E – Debo admitir que mi predicción ha salido mejor de lo esperado.
– ¿En serio? ¿Y cuál es el resultado?
– Chang'E va a ganar la pelea. Esa marioneta de Egipto no tiene ninguna posibilidad…
» No debe tener oportunidad de ganar, o arruinará la muestra. Mi muestra perfecta…
– … Tienes razón. Chang'E es una muestra de… – Beelzebu terminó por reír por lo bajo – Me sorprende que hayas creado a semejante monstruo--
– ¡No es un monstruo!
Bamapana apretó tanto la mano que rompió la pipeta, dejando caer el líquido sobre su criatura de pruebas; tan ácido era el brebaje que de inmediato quemó al gusano que en realidad estaba vivo. Ignorando sus agudos gritos de dolor, Bamapana recogió el frasco y lo arrojó a un cubo de basura, para después cambiarlo por otra muestra para repetir el experimento, ahora más calmado.
– No es un monstruo… Es mi muestra perfecta, una obra maestra. Mi solución…
– Ya lo entendí. Deja de ponerte tan espeluznante, por favor… Incluso Satanás es más amable que tú.
» Pero estoy de acuerdo en que lo necesitamos… Mejor dicho, lo necesitas para tu gran proyecto científico… O lo que sea que tengas en mente.
– Cómo… ¿Cómo pude ser tan tonto? – Las manos de Bamapana comenzaron a temblar de turbación – Todo lo que pasó… El elixir de la divinidad que no tomé por error, la cantidad de gu que bebió, esos cadáveres, el tiempo y la hora, la comida, su mente rota… Todo estaba sincronizado con hermosa perfección…
» Todo, para crear mi muestra perfecta… La diosa que no puede morir ni ser asesinada… Finalmente, lo hice, ¡Sin saberlo!
– Es increíble que cada vez que no haces experimentos, las cosas van muy bien… Aunque me da un poco de pena esa "lunática". No me extrañaría que, con todo lo que le hiciste directa e indirectamente, esté tan loca que también quiera morir.
– No, no digas eso. No puede… No debe morir… Debo tener esa muestra perfecta en mis manos. Debo extraer hasta la última gota de su sangre y de su vida, estudiar cada célula de su cuerpo, conseguir la fórmula y replicarla… ¡Y abandonar estos malditos experimentos de mierda!
Bamapana se alteró apretó ambas manos sobre la mesa de trabajo; de sus dedos salió magia, igual que la que había usado para controlar la mente de Dzivaguru, pero con un efecto negativo diferente: expulsó un estallido que destruyó y evaporó todo el contenido de la mesa, además de partir la pantalla donde ambos veían la pelea.
– No puedo jugar más, ya no… El segundo Ragnarok está a punto de entrar en la fase más crítica: los últimos combates… Todos los líderes han sacado sus sacos de carne para morir o ganar, y el tablero está a mi disposición. Todo va según mis predicciones…
» Pero yo… Sigo en este maldito agujero. Si no tengo cuidado, caeré en las manos equivocadas… ¡No importa cuánto lo intente, mis predicciones se equivocan en mi contra! Mi única solución es… ¡Recuperar la muestra perfecta!
– Por desgracia, no es perfecta desde que fue atacada por Dzivaguru.
El comentario de Beelzebu hizo temblar los ojos de Bamapana.
– ¿No lo sabías, o estabas tan concentrado en perder la cabeza que no te importaba? – Beelzebu tomó un libro de los estantes de Bamapana, para abrir en la página indicada, y leer un párrafo – Veamos…
» "Magia divina, primera sección de Vetiti Affinitatis: magia prohibida o magia negra" … "El uso de la magia negra deja un rastro de veneno que corroe la vida; sólo el Viridis Affinitatis, la magia verde, puede retrasar y anular el efecto por completo…". No me hagas repetirlo todo. Ya deberías saberlo.
– Por supuesto que lo sé… Soy muy consciente de ello.
– Así que ya sabes que a estas alturas, la inmortalidad de Chang'E ya está muy desgastada por la magia negra. Y, al parecer por el corte que apareció en su pecho, también su invulnerabilidad.
– ¡Claro que lo sé! Todo se vino abajo cuando mi muestra perfecta decidió… Ahora me arrepiento de haber aceptado ese maldito encargo de esa estúpida trinidad… Me han metido en un buen lío.
» Pero no importa… El pronóstico sigue siendo bueno hasta ahora: Chang'E terminará la lucha, matando a ese maldito estorbo, y todo se resolverá para siempre.
Beelzebu arqueó uno de sus ojos con curiosidad.
– ¿De verdad estás pensando en eliminar a Dzivaguru?
– Es la única prioridad que debo asegurarme que ocurra.
– ¿No dijiste que también querías estudiarla? Te recuerdo muy disgustado cuando viste cómo cambió de cuerpo y de cara en la conferencia de hace 5000 años, y también emocionado cuando leíste entre tantos libros el único párrafo que lo explicaba…
» Creo que se llamaba… "Doppelgänger", diferentes almas viviendo juntas en el mismo cuerpo, y esa también debería ser la solución a tus problemas--
– No sé de qué estás hablando… Ahora no necesito ese estorbo. Lo único que me importa es que muera de una vez por todas y deje de hacer daño a mi perfecta muestra… ¡No, no!
» No debe morir todavía… Debe hacerle suficiente daño a mi muestra, para que sea más fácil de capturar y manejar tan pronto como me sea posible… Pero no debe sobrepasar el límite; de lo contrario, tendré que ir a matarla yo mismo y evitar que haga más daño a mi muestra perfecta.
El señor de las moscas se quedó con muy mal sabor de boca; más que por las palabras que usaba Bamapana, sino porque tenía planes distintos.
« Por supuesto que Dzivaguru importa… Mejor dicho, me importa más que nadie.
» Su condición de Doppelgänger podría ayudarme a investigar más sobre Satanás y, si lo estudio correctamente, podré deshacerme de esto de una vez por todas… Y tal vez también del sello de Lilith.
» Tengo tantas opciones a mi alcance, pero esa diosa africana debe seguir viva… Además… »
– Es verdad. Chang'E es una mejor opción ahora mismo, considerando los logros biológicos que ha conseguido… Aunque, eso también significa que la humanidad ganará una ronda más en este torneo…
El dios australiano guardó silencio por un momento, hasta que volvió a apretar las manos con una rabia incontenible; su magia oscura de nuevo escapó de sus dedos, como ríos de ácido que se derramaron al suelo.
– Esas ratas… Esas malditas ratas… Salieron de su cloaca, y su hedor está molestando mis planes… Odio la sola idea de tener que aceptar su existencia para que mis planes salgan bien… ¡Maldición!
» No importa. Si esas ratas se interponen en mi camino, tendré que usar mi 'juguete especial'.
– … No hablas en serio, ¿Verdad? – Beelzebu rió con un pequeño toque de nerviosismo.
– ¿Dudas que lo haya hecho bien?
Bamapana dirigió su mirada a Beelzebu, encendiendo sus ojos carmesí contra el señor de las moscas, como si estuviera a punto de atacarle sin importarle que fuera su aliado más cercano.
– ¿Dudas que "mi juguete", el que me ayudaste a crear, haya salido bien?
– El mío no funcionó.
– Corrección: el tuyo aún no ha despertado. No se han dado las condiciones óptimas de desarrollo para que tu juguete despierte. Aunque… – de inmediato la mala cara de Bamapana cambió a una cara más amable, mientras la magia oscura de sus manos desaparecía. – Por si te lo estás preguntando, según mis predicciones, las cosas van a salir bien en este Ragnarok.
– Honestamente, ya no me importa. Después de haber tenido que aguantar a ese monje molesto, ya no me importa si alguno de mis trabajos funcionó.
– Pero a mí me importa. Que la predicción saliera bien me dice que mi propio "juguete especial" saldrá bien. Sólo tengo que esperar el momento adecuado, y podré usarla a mi antojo para deshacerme de esas malditas ratas, por cualquier medio necesario…
» Pero, ante todo, necesito que mi muestra perfecta esté intacta… Necesito que esta lucha termine ahora…
Bamapana se volvió para mirar la pantalla de su habitación, la misma que había destruido hacía unos momentos en un arrebato de ira. Enfurecido, gritó y vociferó llamando a unas mujeres que se encontraban en otra habitación, ordenándoles que colocaran otra pantalla lo antes posible. Por su parte, Beelzebu observaba toda la escena sin darle importancia, siendo que ya tenía cosas en qué pensar:
« Dziva y Dzivaguru, las gemelas Doppelgänger que necesito… y Chang'E, la equivocada inmortal que él necesita… Es una decisión muy difícil, para ser honesto. Tenemos mucho que perder para ganar algo, sea cualquiera de nosotros…
» Aunque… el hecho es que Dzivaguru es mejor vencedora. No quiero tener que enfrentarme a otra delantera de la humanidad; estoy ya molesto porque Nut ayudó la primera vez, y sería peor si Chang'E se lleva el segundo puesto…
» Siendo así, ya he tomado partido: Dzivaguru debe ganar la pelea y, preferiblemente, eliminar a Chang'E… Eso será lo mejor. Pero, teniendo en cuenta a este loco dispuesto a todo para ganar su muestra… Si está dispuesto a lo que sea para lograr sus objetivos, yo tendré que estar a su altura… »
Un choque de ideales y mentalidad entre el caos australiano y el señor de las moscas; una diferencia que se daría a nivel interno, sin muestras significativas fuera de ellos… Algo que, tal vez muy pronto, podría cambiar las circunstancias en el segundo Ragnarok…
– ¡Muere!
De inmediato, la batalla se reanudó del lado de Dzivaguru.
La diosa africana apretó ambas palmas y se lanzó en una embestida frontal contra Chang'E, que sin dudarlo se lanzó al ataque utilizando su espada de filo corto para contraatacar: al chocar entre sí, comenzaron un intercambio entre la espada divina y los puños oscuros.
Vetiti Affinitatis: Anansi ka hakili
[ Afinidad prohibida: Espíritu de la Red de historias ]
Kuī tú yuè
[ Gibosa menguante. Caballero entre centenares ]
– ¡La batalla se reanuda! ¡Dzivaguru y Chang'E proceden a intercambiar sus armas y habilidades divinas con gran fervor! Viendo el deplorable estado en que se encuentra Dzivaguru y la ferocidad con la que ataca, ¡Parece que pretende acabar con la batalla de una vez!
– ¡Qué bien…! – Anansi se subió a los hombros de Mwari con mucha excitación – ¡¿Estás viendo eso, verdad, gorila incivilizado?!
– ¡No puedo ver nada a menos que me bajes de la espalda, idiota!
– ¡Yo le enseñé a usar eso! ¡Mi maldita técnica trifásica! ¡Con eso, mi amiga de seguro aplastará a esa tonta diosa engreída!
El intercambio directo entre las dos diosas estaba más que claro: la habilidad de Dzivaguru en el combate cuerpo a cuerpo era muy superior a la de Chang'E; por mucho que fuera una excelente tiradora de arcos y armas de largo alcance. Por mucho que intentara esquivar los ataques directos de las manos de Dzivaguru, o que su espada hiciera las veces de escudo, el par de arañas que decoraban las manos de la diosa africana golpeaban constantemente su cuerpo.
En muy poco tiempo, las ropas de Chang'E quedaron con muchos agujeros y aberturas; poco a poco su cuerpo estaba siendo desnudado por los ataques mágicos de Dzivaguru, que molestó bastante a la diosa lunar.
– ¡Oye! ¡Tú eres la exhibicionista aquí! ¡No quieras meterme en tus mañas!
– ¡Cállate! ¡Te voy a matar!
Las arañas en las manos de Dzivaguru vibraron con un sonoro ritmo chamánico mientras expulsaban una buena cantidad de magia negra en forma de nube negra; la araña de la izquierda abrió sus quelíceros* y, mientras Dzivaguru lanzaba su puño cerrado para asestar un golpe, otra criatura se entretejía con la nube de magia negra para usarla a su favor:
Una gigantesca pitón de escamas negras y ojos fosforescentes, que abrió su hocico del que apareció un bastón negro como la rama de un árbol.
Vetiti Affinitatis: Onini Palmier jiri
[ Afinidad prohidiba: Prueba de la palmera de pitón ]
El palo de la rama se lanzó a la cara de Chang'E, impactando de lleno en su boca y nariz, y haciendo que su cabeza se echara un poco atrás; aunque, sin ningún daño físico, más que la sorpresa en la diosa de la luna por el repentino ataque.
– ¡Kyah! – Anansi se sonrojó de emoción – ¡Si estás usando mi técnica especial, amiga!
– ¡Quítate…! – con un movimiento brusco, Mwari se liberó de la presencia de Anansi.
Chang'E había conseguido tragar parte de la madera oscura, que había bajado por su garganta a sus entrañas; siendo que aquellos trozos podían aumentar el efecto del veneno, escupió todo lo que pudo y con la espada de doble filo golpeó a la pitón y su rama.
– ¿No eres muy atrevida poniendo ese palo en mi boca? Me gustaría primero tomar un café, ¿Quieres?
En Nilfhiem, Wu Gang enarcó las cejas con curiosidad.
– ¿Tomar un café? Papi, ¿Qué quiere decir?
– No oigas eso, cariño… – con la cara enrojecida por la vergüenza, Houyi tapó los oídos y los ojos de Wu Gang – Son cosas que a tu mamá le gusta decir.
– Ya nos hemos dado cuenta… – Baldr estaba molesto mientras Nanna, a su lado, enrojecía y ardía como un tomate; Brunhilde y Siegfried compartían expresiones faciales de enrojecimiento y vergüenza al comprender el mensaje.
En el campo de batalla, Dzivaguru suspiró en voz baja con el rostro bastante contrariado.
– ¿De verdad crees que eres invencible, maldita desgraciada? ¡Averigüémoslo!
La pitón mágica negra procedió a envolver a Chang'E desde el torso hacia arriba, centrándose en apretar el brazo derecho de la diosa lunar, donde sujetaba la espada divina; de nuevo, Chang'E sonrió con picardía.
– ¡Vaya que eres masoquista! ¡Interesante, pero prefiero pasar!
– ¡Te voy a romper el brazo, puta de mierda! ¡Eso sí que te quitará la cara de estúpida!
La pitón oscura apretó con todas sus fuerzas hasta romperse en su intento de destruir el brazo de Chang'E; las ropas que cubrían esa extremidad así como su guante de plata fueron destruidos por la fuerza y la presión, pero su piel y su carne volvieron a quedar intactas.
– ¿Eso es todo? – Chang'E no se mostró muy feliz – No es emocionante en absoluto--
« Es igual… Al abrazo que me dio Wu Gang cuando cumplió 5 años. »
La mente de Chang'E le jugó una mala pasada dando vida a aquel recuerdo de su pequeña, abrazando y apretando su brazo de forma similar a como lo estaba sintiendo en aquellos momentos; el instante fue suficiente para que su Pseudo-Doppelgänger perdiera el control principal, y con ello el apretón en su brazo comenzó a hacer efecto, marcando su piel con un tono rojizo y a punto de estallar bajo la presión para dar lugar a un dolor indescriptible…
« Dolor… Por fin podré volver a sentir dolor--
» ¡Por supuesto que no! »
La segunda personalidad de Chang'E reapareció, haciendo que su brazo soltara la espada divina y cambiara de mano, para atacar desesperadamente para destruir a la pitón antes de que consiguiera destrozarle el brazo; su pierna se levantó y atinó una patada en el estómago de Dzivaguru, con la suficiente fuerza para crear una nueva distancia de separación
Pero ella ya estaba lista para el contraataque: una nueva criatura mágica oscura.
Vetiti Affinitatis: Osebo Dinge
[ Afinidad prohibida: Prueba del agujero del leopardo ]
El leopardo atravesó el campo de batalla rápidamente, abriendo sus fauces para lanzar una telaraña que inmovilizó ambos brazos de Chang'E para impedir el uso de su arma divina; en cuanto hubo terminado, la criatura se abalanzó sobre la diosa de la luna para intentar devorarla y lanzarle veneno de magia negra.
Pero Chang'E no descansó; en cuanto el oscuro animal estuvo encima de ella, levantó una de sus piernas para utilizar su geta como arma con la que partir el hocico del leopardo, y tras un giro completo asestó una segunda patada al pecho del animal y lo derribó al suelo. Con esfuerzo, Chang'E se liberó de las telarañas de magia negra que revelaron el estado de su cuerpo: lleno de aberturas en la ropa debido al poder de la magia.
Pero lo más importante era su brazo izquierdo; desde el hombro hasta la muñeca, pasando por la palma de la mano, había una marca rojiza e hinchada debido al apretón de la pitón, tal que (de no haber sido por la respuesta inmediata en el intercambio de mentes de Chang'E) podría haber perdido el brazo. Cosa que no era mucho problema, pues en segundos las marcas desaparecieron y dejaron su brazo como nuevo.
Presenciar que sus ataques habían surtido tan poco efecto molestó en gran manera a la diosa africana…
« ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Esa maldita zorra ha vuelto a hacer esa cosa que no entiendo y se sigue burlando…! ¡Se burla de mi! »
" ¡Nee-chan, nadie se ríe de ti! ¡Nadie se ríe…! ¡Pero deja de hacer esto, por favor! ¡Nee-chan…! "
Pero el hechizo de control sobrepasaba su raciocinio así como la naturaleza del Doppelgänger: ella seguiría manteniendo el control del cuerpo siempre que sintiera odio, pero… ¿Qué le pasaba a Dziva, cada vez que aumentaba de golpe la fuerza del hechizo?
" ¡¡Ahhhhhhhhhhh!! ¡¿Nee-chan, qué haces?! ¡¡Eso duele mucho!! "
Cada vez que la menor intentaba salir a la luz o que la mayor aumentara su furia, el hechizo forzaba a Dziva a quedarse dentro… Por las malas.
" ¡¡Nee-chan, duele mucho!! Por favor detén esto… ¡¡Te lo ruego!! ¡¡Para…!! "
Dzivaguru apretó los dientes y las manos, sintiendo también parte del dolor de Dziva; pero el hechizo de control también le obligaba a seguir peleando.
El plumaje de los hombros de Dzivaguru se extendió, llenándose de magia negra que los convirtió inmediatamente en un par de alas que la diosa africana pudo utilizar para alzar el vuelo.
Vetiti Affinitatis: Mweya we Asasabonsam
[ Afinidad prohibida: Espiritu del Hierro Devorador ]
– ¡¡Maldita diosa de mierda!!
De inmediato Dzivaguru se lanzó hacia Chang'E y agarrándola por los hombros, se elevó en el aire.
– ¿Ehhhh!? ¡Las alas permiten a Dzivaguru alzar el vuelo y cambiar de zona de combate!
– ¿Pero qué…? – Syf y Ares tenían caras de absoluta incredulidad – ¡¿Puede Dzivaguru hacer eso!?
– … ¿Qué acaban de ver? – Hermes no mostró tanta sorpresa.
– Jo jo… – Zeus rió divertido – Parece que las cosas van a cambiar a nuestro favor.
En el aire a alta velocidad, Chang’E rió un poco.
– ¡Gemela loca, sí que tienes unos trucos muy interesantes! ¡Me retracto de haberte llamado "aburrida"!
– ¡Ahora voy a hacerte sentir dolor! ¡¿Es lo que querías, verdad?! – Dzivaguru levantó la mano para apretar la mejilla de Chang'E – ¡Voy a esparcir tu maldita cara por este cristal!
– ¡Uhhhh…! ¡Mash foerte!
Chang'E no puso tanta resistencia mientras que Dzivaguru se acercaba al cristal de protección; dada su velocidad, el golpe estaba pensado para arrastrar la cara de la diosa lunar, aunque por su piel invulnerable no le pasaría nada…
« Así me apretaba Houyi cuando quería que le besara… Echo de menos besarle… »
Aunque, con su personalidad original intentando sobreponerse, la invulnerabilidad se perdería y saldría herida. Aunque siempre podría volver a regenerarse… Pero ese no era su objetivo.
Su objetivo era no ser herida, ni perder contra nadie… Ni siquiera contra esa diosa africana.
« ¡Qué no! »
Los ojos de Chang'E volvieron a cambiar de ojos, el Tejido de Jade cambió de forma para volver al par de ballestas, que recargó y apretó con todas sus fuerzas contra el vientre de Dzivaguru, antes de que la diosa africana pudiera estrellarla contra el cristal o reaccionar a su movimiento.
Liúxīng
[ Estrellas fugaces bajo la Luna ]
Ambas ballestas vaciaron su contenido rápidamente, incrustando todas sus flechas en el estómago de la diosa africana; algunas de ellas le salieron por detrás dada la corta distancia, que le provocó a Dzivaguru hacerle perder la concentración; frenó de golpe y tanto ella como Chang'E se estrellaron contra el cristal protector, provocando un estallido además de una grieta poco profunda en el mismo.
Dzivaguru trató de revisar las heridas mientras Chang'E notaba que en la espalda dónde se había estrellado, con un ligero dolor por el choque; algo que no debería ocurrir, a menos que…
« La magia negra… Se está volviendo más fuerte… En tan poco tiempo… »
Dzivaguru escupió una gran cantidad de sangre, dado el número de heridas que adornaban su estómago.
– Eso fue peligroso… Así que no te dejaré tener otra oportunidad.
Chang'E volvió a atacar por sorpresa a Dzivaguru; levantó su ballesta derecha, que recargó con más flechas, y descargó todo su contenido en el brazo izquierdo de la diosa africana, consiguiendo abrirle sangrientos y dolorosos orificios desde la muñeca hasta el hombro, e incapacitándola al momento. Después de ello, la diosa lunar apretó con su mano izquierda las raíces capilares de Dzivaguru.
Ella apretó el puño derecho y asestó en Dzivaguru un golpe directo en la cara, abriendo nuevas heridas y agravando las que ya tenía; en cuanto la diosa africana echó la cabeza para atrás, Chang’E la detuvo con la mano en su cabello. Dio otro puñetazo, esta vez con más fuerza, y procedió a realizar aquella rutina destrozando la cara de Dzivaguru.
– ¿Huh? – Adamantino abrió los ojos mal sorprendido – ¡¿Estás jugando?! ¿¡Ahora esa traidora la utiliza como saco de boxeo!?
Zeus suspiró suavemente y alzó los hombros con inocencia.
– ¿Qué te digo?
– ¡Qué fue mala idea aceptar esto, maldita sea!
Di Jun y Xihe también estaban muy molestos por la ventaja que Chang'E estaba obteniendo con suma facilidad, consiguiendo ahora tener a Dzivaguru en sus manos; ambos tenían cuentas que saldar contra ella, Xihe contra la mujer que hizo que el Emperador de Jade lo perdiera todo, y Di Jun contra quien había asesinado a sus hermanos a sangre fría.
– No te perdonaré… – el recuerdo de sus hermanos agravó su conciencia, de modo que empezó a llorar.
– Vas a pagar… Por todo lo que has hecho… – Xihe asintió enojada – No te saldrás con la tuya… Por enfadar a los dioses.
– ¡Dzivaguru, cuñada…! – Mwari alzó la voz todo lo que pudo – ¡Aguanta, por favor! ¡No dejes que hagan daño a Dziva!
– ¡Amiga, deja de hacerte la tonta! – exclamó furioso Anansi – ¡Se supone que debes romperle el hocico, no dejar que te lo rompan!
Dzivaguru empezó a perder el conocimiento; tantas heridas mortales en su cuerpo, una pérdida de sangre que no controlaba, y aquellos golpes tan fuertes que se estrellaban contra su rostro y le hacían perder la sensibilidad poco a poco… En algún momento, su alta resistencia cedería y terminaría derrotada, además de humillada en gran manera…
" ¡Nee-chan! ¡¡Nee-chan!! ¡Despierta! ¡¡Tengo que salvarte!! ¡¡Por favor, déjame salir!! "
Hasta la aparición de la voz de su hermana pequeña, suficiente para avivar sus emociones y mantenerla despierta.
« Dziva… ¡Cállate! ¡Haré esto con mis propias manos! ¡No te necesito…! »
La diosa africana se impulsó en el momento en que Chang'E levantó el puño para darle otro puñetazo; su cabeza esquivó la mano de Chang'E y acabó azotando en su frente, haciéndola rebotar en el cristal protector sobre el que aún se encontraban y generando otra grieta.
Hubo entonces un pequeño silencio, interrumpido por la respiración agitada y cansada de Dzivaguru; unos segundos después, Chang'E levantó la cabeza para mirar a su oponente: tenía la frente hinchada y manchada de sangre, aunque era la sangre de la diosa africana.
– No está mal… – Chang’E le sonrió de lado – Ese golpe fue bueno…
Los ojos de Dzivaguru se abrieron de par en par ante las palabras de Chang'E, y el brillo carmesí que había en ellos durante un segundo se apagó para revelar en un instante el brillo amarillento de sus ojos originales. Cada vez estaba más cerca de su objetivo… A cada segundo, conseguía herir el orgullo de Chang'E y, muy pronto, su cuerpo…
– ¡Ahora es mi turno, preciosa!
– ¿¡Huh!?
La diosa lunar apretó sus pies contra el cristal de proyección mientras presionaba con ambas manos los hombros de Dzivaguru, aprovechando sus heridas abiertas para enterrar parte de sus dedos y tener un mejor agarre; uso toda la fuerza que pudo sobre el getas para sacarlos a ambas del "cráter" de cristal en el que se encontraban para volar por los aires.
Pero era Chang'E quien tenía el control del vuelo entre ambos; con el factor sorpresa aún de su lado, la diosa procedió a girar en el aire para impulsar a Dzivaguru de la misma manera, y en el momento menos esperado expulsar sus dedos de sus heridas para liberarla y lanzarla al campo de batalla. El impulso lanzó a Dzivaguru al otro extremo, haciéndole chocar contra el cristal protector; sus alas le permitieron aterrizar y quedarse allí un momento para respirar e intentar recuperarse de sus heridas…
– Argh. Maldita…
– ¡No le hables así a mami!
Pero Chang'E, redirigiendo el movimiento a su favor, también quedó suspendida en el aire en dirección a Dzivaguru, con el Tejido de Jade convertido en la hoz-pala.
Yuèyá
[ Luna creciente. Bosque de bambú eterno ]
Dzivaguru ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar: la diosa de la luna se acercó a ella y, tras impulsar su arma divina desde la espalda con ambas manos y reunir toda su fuerza, descargó un golpe descendente directamente sobre la cabeza de la diosa africana. El golpe arrastró lo suficiente para derribar a la diosa de su posición al suelo, y abrir un considerable agujero donde se enterrase su cabeza; para colmo, Chang'E descendió al suelo y colocó uno de sus getas sobre la cabeza de Dzivaguru.
– ¡Otro punto a favor de Chang'E! A pesar de que hace unos instantes se encontraba en apuros ante la magia oscura de Dzivaguru, ¡Ahora ha conseguido tomar las riendas del combate a su favor!
De inmediato se escucharon los gritos de la humanidad a favor de la diosa de la luna, así como los comentarios bajos de los dioses respecto a su propio luchador que una vez más fue derrotado.
– ¡Vamos, señora Chang'E! ¡Usted puede!
– ¡Maldita sea, esa diosa de la luna es tan fuerte!
– Incluso más que el propio Apolo… ¡No puedo creerlo!
– ¡Es tan fuerte y hermosa! ¡Más que esa loca!
– ¡Deberían habérselo pensado dos veces antes de dejarles pelear!
– ¡Hâo! – Los 5 emperadores de antaño sonrieron y aplaudieron al mismo tiempo con abundante felicidad.
– ¡Excelente! ¡Bien hecho, nuestra querida Chang'E!
– ¡La mejor mujer y con mayores nalgas del Cielo! ¡Eso explica por qué nuestro padre la eligió como su secretaria personal!
Shùn procedió a reír sarcásticamente en voz alta mientras se llevaba una mano a la cara.
– Ahora lo entiendo… ¡Qué envidia del hombre que logró conquistar el corazón de esa mujer, tan hermosa, y tan libre!
Los demás emperadores asintieron al mismo tiempo, y luego susurraron entre ellos en adulación a Chang'E; pero Shùn no se unió a ellos. Tenía otro pensamiento en la cabeza, sobre la diosa de la luna…
« Aún recuerdo el día que volvió al palacio para hablar con nuestro padre… Estaba muy sucia y sudada. Supongo que era porque tenía prisa de arriba abajo por encontrar una solución… Aunque también pudo ser por "eso" » se rió por lo bajo « Todo lo que viviste en 30 años, todo lo que sacrificaste con tu loco plan, y todo lo que sufriste en el Tártaro y en los Cielos… Todo por culpa de un hombre…
» Mejor dicho, por tu familia. Eso… Es algo bueno de tu parte. »
Shùn procedió a mirar hacia arriba y echar un vistazo entre las gradas humanas, con la esperanza de encontrar alguna fuente de apoyo más ferviente a su favor. Pero, ninguno de los hombres humanos tenía los ojos de un esposo; eso mostró preocupación al emperador divino.
« Aunque… Parece que esa familia no está aquí. Eso… No es bonito. »
En el Nilfheim, Wu Gang saltó de los brazos de su padre.
– ¡Mami volvió a vencer a esa mujer! ¡Que bien!
– Qué sorpresa, más bien… – comentó Brunhilde, con los ojos bien abiertos – Haber derrotado tantas veces seguidas a esa diosa africana, líder de panteón, y usarla como su trapo sucio… Debí haberme dado una vuelta en la Luna para intentar reclutarla.
– Seguro que si… – respondió Baldr con una sonrisa – Seguro a esa diosa traidora le iría mejor contigo hace 1000 años que ahora…
– … ¿Eh? – Wu Gang levantó las orejas con curiosidad – ¿¡Por qué dicen eso de mi mami!? ¡Ella va a ganar! ¡Estoy segura de ello!
– Claro que lo hará… – Houyi volvió a cubrir las orejas de Wu Gang – Solo dicen cosas que nosotros no vemos… Y cosas que no sucederán, en cuanto ella gane.
« Lo dice por esa cosa del veneno de la magia negra, o algo así… » pensó Houyi con rostro poco agradable « ¿De verdad piensan que mi esposa será consumida por eso, antes de vencer. Es porque no la conocen… Yo la vi resistir a 10 dioses en una batalla, sin fatigarse… También la vi dar su vida por mi y nuestra pequeña antes de expirar… ¡Ella es la mujer más fuerte que conozco! ¡Ella ganará, sin lugar a dudas! »
La diosa de la luna se llevó la pala divina a los hombros, para apretar un poco más el pie con el que estaba pisando la cabeza de Dzivaguru a modo de arrogancia extrema.
– Han pasado milenios desde que alguien me lastimó… ¿Creíste ser la excepción por ser la marioneta especial de los dioses, gemela loca? Bonitos pero ilusos sueños… Lo bueno es que aquí no está tu hermana, para ver cómo te hago pedazos.
» Diría que no es personal… Pero después de todo lo que tuve que vivir por culpa de ustedes, lo siento muy personal. Tengo una vida que recuperar, más importante que tú… Así que por favor, muere ahora--
« ¡No la pises! »
Su cabeza volvió a perder el control principal, haciendo que su cuerpo actuara por inercia: su pie se apartó de la cabeza de Dzivaguru, dio un paso atrás y tosió una pequeña cantidad de sangre debido a las heridas internas causadas por la magia negra.
« Mierda, es esto otra vez… » se limpió la boca rápidamente, antes que alguien pudiera verla, y sus ojos se tensaron con rabia.
Mientras Chang'E tenía su conflicto de personalidad, a Dzivaguru en el agujero le costaba respirar a través de la suciedad y los escombros, por lo que podría perder el conocimiento ahogándose. Sin embargo, era la presencia despierta y lúgubre de Dziva lo que la mantenía lo más despierta posible.
" ¡Nee-chan! Por favor, escúchame. Necesito que me dejes salir, ahora… ¡Chang'E no sabe de nuestra conexión! ¡Sigue luchando contigo sin saber de mí! ¡Nos matará a las dos! "
Una verdad hecha posible por el hechizo de control: mantenía a Dzivaguru en control sobre el estado de Doppelgänger rompiendo con las leyes de su naturaleza, como el cambio de alma por inercia ante un peligro de muerte. Hasta ahora, Dzivaguru corría un gran peligro de morir si seguía luchando; con su estado bloqueado, sería la muerte de las gemelas.
" Por favor, nee-chan… Déjame salir, por favor. Te lo pido de todo corazón; podemos arreglar esto, puedo ayudarte a arreglar las cosas… Sé que no quieres hacer esto… "
« ¿Quién te ha dicho eso? »
Por fin, tras casi 1,500 años de silencio entre los gemelos, Dzivaguru rompió la ley del hielo. Aunque no tenía intenciones de ser amistosa con ella.
" Nee-chan, ¿Qué dices? "
« ¿Quién te dijo que no quiero hacer esto? »
" ¡Nee-chan, debes despertar! No eres tú, es parte del hechizo de ese demonio… ¡Sólo quiere cumplir sus caprichos, a costa de nuestras vidas! ¡Despierta, por favor! "
« ¿Despertar? Nunca me he sentido… Tan libre, como ahora. »
" ¡Nee-chan, esta no eres tú! "
« ¿¡No soy así!? ¡¿No me conoces?! ¡¿No te suena el apodo "el demonio de Shona", ese apodo que tú misma me pusiste el primer día que supiste de mi existencia?! Deberías saberlo mejor que nadie; eres mi otra mitad… La mitad que todos aman, la mitad que hace felices a todos, la mitad que se cree la salvadora del mundo…
» ¡Te conozco, y ya deberías saber que soy yo! ¡El demonio de Shona para todos, incluso para mi propia hermana! ¿¡No es así!? »
El silencio reinó sobre ambas hermanas, y tanto Dzivaguru como Dziva tenían los ojos llorosos: la más joven con tristeza y pesar, mientras que la mayor quería contener su impotencia y rabia.
« Gracias a ti, soy este demonio… Gracias a ti, ganaré… O caeremos… »
" … Nee-chan… Perdóname-- "
– ¡Ahhhh!
El odio en el corazón de Dzivaguru aumentó de repente; eso infligió un golpe muy fuerte a Dziva para encerrarla de nuevo, mientras levantó su cabeza con todas sus fuerzas, liberando una ola de magia negra que lanzó a Chang'E por los aires, además de arrojar todos los escombros a su alrededor.
– ¿¡Huh!? ¡La diosa africana se levanta de nuevo! ¡Por segunda vez, Dzivaguru no se rinde!
Chang'E aterrizó inesperadamente en el suelo; tras recuperar la compostura y el control de su Pseudo-Doppelgänger, volvió a sonreír.
– ¡Increíble! ¡Eres tan molesta, pero divertida! ¡Me encantas!
– Tú… ¡Tú! ¡Maldita… hija de… perra…!
La magia negra se concentró de nuevo en sus manos, formando de nuevo el par de arañas que esta vez crecieron en tamaño hasta cubrir sus brazos por completo, y agitaron sus cuerpos para formar un sonido de cascabel muy intenso; entre ello, pudo escuchar los gritos de los humanos que apoyaban a Chang'E, así como a muchos dioses asustados y preocupados por el estado de Dzivaguru.
Palabras que estaba cansada de oír.
– ¡Todos ustedes! ¡Ya cállense, maldita sea! – grito dirigido en especial contra los dioses, del CAD, de Egipto y del Oriente, quienes no tenían tanta confianza en ella; en cuanto el silencio reinó, Dzivaguru volvió su mirada hacia Chang'E – Ahora sí, acabaré contigo de una vez por todas… ¡No volverás a burlarte de mí!
El sonido de los tambores que emanaban de las arañas era muy intenso, de modo que la atmósfera acústica del campo de batalla se llenó; nubes de magia negra emergieron para dar lugar a un ejército de avispas de magia negra que rodearon el espacio de Dzivaguru.
Vetiti Affinitatis: Mboro Gourd ye
[ Afinidad prohibida: Prueba de la lluvia de calabaza de avispas ]
– ¡Esa es la tercera parte! – exclamó Anansi muy divertida – ¡Mi favorita!
Pero Dzivaguru no se detuvo ahí; provocó un cambio en el ritmo de tambores de las arañas, de modo que la nube de magia negra creó también otras criaturas oscuras que se agruparon con las avispas iniciales: ahora eran enjambres de pequeñas langostas* que aterrizaban en el suelo, alzando las alas y listas para atacar en cuanto se diera la orden.
Vetiti Affinitatis: Skoteinó smínos akrídon apó tin Aígypto
[ Afinidad prohibida: Nube oscura de langostas de Egipto ]
– ¿Vas a usar eso? – Isis se levantó de su asiento, muy sorprendida – ¡P-Pero eso es una técnica prohibida por Egipto!
– ¡Dzivaguru…! – Mwari se mostró bastante preocupado – ¡No puedes usar 2 encantamientos de magia negra tan poderosos al mismo tiempo! Harás mucho daño, ¡Y tu magia verde no podrá restaurarlo!
– ¡Impresionante…! – Heimdall, desde su percha, intentó vislumbrar el campo de batalla – ¡Una nube negra ha rodeado el campo de batalla! ¡Es casi imposible ver nada en medio de tanta destrucción y oscuridad!
Tal y como dijo Heimdall, el campo de batalla se había inundado de un gigantesco enjambre de estas criaturas aladas, así como un tercer ritual oscuro se había unido para crear un centenar de pequeñas arañas de magia negra en el suelo. Al final, era todo un enjambre de magia negra a disposición de la diosa africana de la oscuridad.
– ¿Lo ven? – Zeus sonrió con más confianza que hace unos instantes – Les dije que mi hija tenía sus razones.
El inmenso enjambre de magia negra se abalanzó sobre Chang'E, como un tsunami de oscuridad; el primer impacto fue más que suficiente para lanzar a Chang'E al otro lado del campo de batalla, haciéndola chocar con fuerza contra el muro de contención. De no ser por su Pseudo-Doppelgänger activo, podría haber resultado gravemente herida en el impacto.
– ¡No se ve nada! ¡El oscuro mar de magia negra de Dzivaguru ha cubierto el campo de batalla en su totalidad! – las pantallas de grabación con las que se retransmitía el combate empezaron a ser devoradas y destruidas por las criaturas mágicas de Dzivaguru, cubriendo poco a poco de sombras el campo de visión de los espectadores.
– ¡Un golpe directo! – Sigrune se llevó ambas manos a la boca – ¡Dzivaguru le ha vuelto a golpear con todas sus fuerzas!
Leónidas procedió a sacar un puro de su cinturón para fumar.
– Supongo que esto lo decide todo.
– ¿Tú crees?
– Esa cosa debe ser su segundo o tercer truco más poderoso… No por la cantidad de poder destructivo, sino por su alcance multilateral. Por muy invencible que sea Chang'E, dentro de esa nube no tiene punto de escape… Y en cuanto Dzivaguru encuentre su debilidad, le será muy fácil matarla en ese espacio cerrado.
– … Supongo que tienes razón. La lucha ya ha llegado a su fin…
Geir tenía ambas manos entrelazadas bajo mucha tensión; las cosas seguían yendo mal para cualquiera de los dos luchadoras, pero quería seguir aferrada a la idea de que ambas podrían salir bien paradas de la pelea. Una idea bonita… y muy inocente.
Tras caer del muro de contención, Chang'E se incorporó tranquilamente del suelo y se ajustó la ropa que le quedaba.
– ¡Demonios! ¡Qué juego! ¿Así que quieres encerrarme aquí, mi niña--?
Chang'E no tuvo tiempo de terminar, pues la oleada de magia negra volvió a abalanzarse sobre ella; como si todas las criaturas mágicas tuvieran conciencia de colmena, sabían que su objetivo era destruir a Chang'E. Todas las criaturas oscuras se reunieron y, como si formaran un par de palmas, descargaron un par de golpes certeros sobre la diosa lunar que la hicieron volar por los aires al otro extremo del campo de batalla.
Una vez que aterrizó, el enjambre oscuro volvió a ponerse en marcha, cosa que arqueó el rostro de la diosa lunar.
– Molestas moscas… – Chang'E apretó su Tejido de Jade, convertido en pala-hoz – Esto no me ayudará a deshacerme de ellos. Pero conozco la herramienta adecuada.
El Tejido de Jade se convirtió en grandes fibras que se unieron a un bastón considerable, para acabar formando una especie de escoba. Las fibras se dispusieron como una palmera con hojas caídas, y Chang'E suspiró con satisfacción.
En la sala de espera de Dziva, los Einherjer y las valkirias abrieron los ojos con gran sorpresa.
– ¿¡Pero qué…!? – Hlökk fue la primera en exclamar – ¡¿Una escoba?! ¿Su arma es una escoba?
– En realidad, parece más bien un trapo… – respondió Sasaki, aunque estaba tan intrigado como la valkiria – Un extraño trapo…
– ¿¡Qué hace con una escoba, o trapo…!? – acordó Hrist 'la que ruge' – ¡¿Cómo demonios quiere luchar con un trapo!?
– Puede que nos llevemos una grata sorpresa. – dijo Jack muy tranquilo – Hasta ahora, lady Chang'E nos ha sorprendido bastante con su modus operandi. No hay que subestimarla.
– … Tienes razón… – Hlökk suspiró, respirando hondo tratando de calmarse… Cosa que no pudo hacer – ¡No, no está bien! ¿¡Por qué usa una escoba!?
En otra antecámara de la humanidad, un par de espadachines estaban más familiarizados con el concepto que veían en pantalla.
– ¡Kondo-san! ¡Mira eso! – el niño demonio Okita Souji levantó una de sus manos con una amplia sonrisa en los labios – ¡Parece un matoi*!
– Por supuesto. – asintió Kondo con expresión tranquila – Esa diosa de la luna tiene un curioso repertorio de armamento.
– ¡Y aún así es tan fuerte! Puede usar todas sus armas al máximo, es tan veloz y se mueve con mucha gracia… ¡Cómo me gustaría luchar con ella!
– ¡Por supuesto! – Kondo rió un poco divertido, tras haber notado las expresiones que soltó su pupilo al mirar la pelea – Por supuesto que quieres 'pelear' con ella. Lo entiendo, lo entiendo…
– ¿Huh? ¿De qué estás hablando, Kondo-san? ¡Digo la verdad!
– Si la joven Jeanne estuviera aquí, seguro que te daría una paliza por pensar esas cosas…
Kondo apartó la mirada del asiento vacío junto a Okita, donde se suponía que estaba la francesa hasta que la llamaran para luchar.
– Sigue encerrada, ¿No es así?
– ¡Lo entiendo perfectamente! – dijo Okita con cara tranquila – Yo también me habría enfadado mucho si me hubieran cambiado el turno en el último momento.
– Supongo, aunque… Me preocupa que esté tanto allá dentro.
– … Lo entiendo bien… – finalizó Okita, bajando un poco la mirada – Una negación a algo que quería con muchas ansias… Un deseo que le arrebataron.
– Si lo dices de esa forma… No puedo decir nada al respecto. Tienes toda la razón…
En el campo de batalla, en cuanto el enjambre de moscas cargó sobre la diosa de la luna, ésta actuó con su nueva arma divina.
– ¡Hora de sacar la basura!
Hángbān
[ Vuelo veloz a la Luna ]
El pincel de Chang'E se convirtió en un feroz tornado; las hebras de tela empezaron a girar con el rápido movimiento de Chang'E, dándole forma de afiladas y delgadas hélices que la diosa lunar interpuso y utilizó como escudo. Los enjambres de animales oscuros chocaron contra aquel escudo torbellino y fueron destruidos en su mayoría, pero muchos otros lograron escapar para atacar a la diosa mediante golpes directos; no muy fuertes, pero en conjunto resultaron molestos.
Pero ese no fue su único resultado: la destrucción de los enjambres liberó la magia negra con la que estaban hechos, consiguiendo llenar de nubes negras el entorno que rodeaba a la diosa; esto provocó una nube venenosa de la que Chang'E no pudo deshacerse fácilmente…
– ¡Argh…! – pocos segundos después, el veneno dentro de su cuerpo le causó daños muy graves, hasta el punto de que volvió a toser sangre y su ritmo de defensa se interrumpió.
Eso, a su vez, provocó que los enjambres oscuros no se detuvieran, dando a Chang'E otro golpe directo y enviándola volando contra el muro de contención. Un nuevo dolor recorrió su cuerpo al sentir el ardor del veneno en su interior.
– ¡Mierda…! – aún más se sintió afectada con su inmortalidad afectada el tiempo suficiente para tomar tiempo para regenerar su cuerpo – ¡Gemela estúpida…!
« Está funcionando… ¡Está funcionando! ¡A este ritmo, podré morir--!
» ¡No voy a dejarme matar por esta diosa! ¡Ya cállate! »
En medio del shock mental de la diosa lunar, apareció de repente Dzivaguru, con sus alas desplegadas en magia negra así como ambos brazos envueltos en el par de arañas gigantescas; aprovechó el impulso y lanzó un golpe con uno de sus puños. Chang'E no pudo preverlo a tiempo y recibió un puñetazo directo en la cara; aunque obviamente no le había hecho daño físico visible.
– ¡Te había echado de menos, mi amiga y gemela loca!
– ¡Voy a acabar contigo ahora mismo, pase lo que pase!
– ¡Sigue diciéndotelo hasta que te lo creas!
– ¡Cállate y muere!
Dzivaguru se enzarzó de inmediato en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con Chang'E, un tipo de duelo que ya había intentado antes y que no había resultado del todo a su favor; pero ahora contaba con el apoyo del enjambre oscuro de insectos para aumentar el alcance de los ataques simultáneos que recibía la diosa lunar, de modo que en todo momento tenía delante a un enemigo con el que luchar.
Una estrategia para abrumar a la diosa lunar, que por muy invencible e inmortal que fuera no era inmune al desgaste; la propia Chang'E comenzó a notar que el ritmo de su movimiento de hélice con el cepillo empezaba a ralentizarse, mientras que sus golpes contra Dzivaguru para intentar arrollarla ya no eran tan rápidos. Poco a poco, el cansancio comenzaba a entrar en su cuerpo, notándose con el sudor que goteaba de su rostro, además del constante veneno que recibía en aquella nube negra de criaturas mágicas, notándose con las molestias en el interior de su cuerpo y las constantes ganas de vomitar sangre.
Chang'E empezaba a perder, poco a poco; como la lucha le estaba llevando más tiempo del que imaginaba, el veneno de la magia negra devoraba su inmortalidad a pasos agigantados. Muy pronto podría quedarse sin su preciado recurso para vivir eternamente…
« Finalmente… Puedo morir, puedo morir… Por fin me reuniré con ustedes, mis amores… Por fin viviremos en paz, como siempre he querido con ustedes… Por fin, por fin… »
Una idea muy tentadora, la verdad… Pero no quería realizarse todavía.
« … Primero… Paguen por todo lo que me hicieron… Jade, ese maldito demonio, y tú… Tú también, gemela loca… Por hacerme daño. »
El Tejido de Jade volvió a cambiar de forma: una lanza con un asta de al menos tres metros, una punta metálica de tamaño mucho menor y una cinta esmeralda alrededor como adorno; aunque el arma era mucho más grande que Chang'E, podía manejarla con facilidad. La principal motivación de su nuevo éxtasis era la nueva ira que sentía contra los dioses.
« No moriré sin antes matarlos a todos. »
La diosa de la luna cogió el asta con ambas manos y golpeó directamente a Dzivaguru, que interpuso ambos brazos cubiertos por las arañas de la magia negra en un intento de cubrirse.
" ¡Nee-chan, es un golpe muy fuerte! ¡No podrás resistirlo! "
– ¡Cállate! ¡Sé lo que puedo--!
Chang'E puso mucha fuerza en sus pies y getas para concentrar todo el ímpetu físico posible, con tal de que su empuje fuera el más fuerte que había dado en su vida.
Yǐngzi
[ Umbra del eclipse lunar ]
La estocada fue lo suficientemente fuerte para romper el hechizo de las ambas arañas de magia negra, y en el proceso cortó la mano derecha de Dzivaguru, por no mencionar que la sacudida la lanzó por los aires hasta chocar contra el muro de contención; lo suficiente para que una onda expansiva abriera una brecha en la niebla oscura para que los espectadores se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo en la batalla.
– ¡Maldición! – Osiris y Horus se levantaron de sus asientos – ¡No pierdas, diosa estúpida! ¡Levántate en nombre de Egipto!
Dzivafguru tosió una gran cantidad de sangre antes de caer al suelo; todas sus heridas estaban en un estado deplorable, ahora más con una mano menos en dónde empezó a mermar su sangre. Más que nunca, necesitaba atención médica para seguir viva…
" ¡Nee-chan! ¡Déjame ayudarte! "
– Te lo dije… Voy a terminar esto por mi cuenta… ¡Ya cállate la boca!
Aquel grito aumentó la intensidad del hechizo de control de Bamapana, provocando otro agudo chillido de dolor en Dziva; la diosa africana abrió la mano que le quedaba y concentró en ella una gran cantidad de magia negra, que se convirtió en una especie de transmisor en directo con el que controló a distancia el enjambre de criaturas mágicas oscuras.
– Voy a terminar esta lucha… No quiero ni necesito el perdón de nadie… ¡Voy a acabar con esto, por mi propia mano y fuerza! Todos… ¡Todos me respetarán de una vez! ¡Tú también, maldita traidora! Aprenderás a respetarme… ¡De rodillas!
Dzivaguru bajó la mano hasta golpear el suelo, provocando que el enjambre actuara de la misma manera: todo se unió para formar una especie de esfera de magia negra y azotó el suelo, impactando en la zona dónde estaba Chang'E.
Vetiti Affinitatis: Shanigo Menifesi
[ Afinidad prohibida: Espíritu de la Mano de Trueno ]
La mano envolvió a Chang'E en magia negra con un fuerte estallido que limpió gran parte del campo de batalla, de modo que los espectadores tuvieron de nuevo campo libre para ver lo que estaba ocurriendo. Un pequeño momento de triunfo para los dioses, que no duraría mucho…
Chóuyún
[ Penumbra del eclipse lunar ]
La mancha negra recibió un corte y se separó por la mitad, con un ataque que sólo podía haber recibido desde dentro; de inmediato apareció Chang'E desde el interior, con la ropa destrozada y bañada en el líquido negro de la magia negra… No, no era eso.
Dada la distancia que los separaba, Dzivaguru no pudo distinguir que se trataba de la sangre de Chang'E: había perdido el control de su Pseudo-Doppelgänger en el último momento del impacto, lo que le había hecho recibir heridas muy graves que su inmortalidad apenas podía controlar; por no hablar de que el veneno circulaba por su interior con mucha más fuerza que antes.
– Estuviste muy cerca… Pero no lo suficiente. Ahora es mi turno.
– ¡Vamos, mami! – Wu Gang levantó ambas manos con excitación y deslumbrante felicidad.
– ¡Hazlo! – se dejó llevar Brunhilde por la niña – ¡Gana y ayuda a mi hermana a terminar con esto!
– ¡Acaba con esto, mi amor! – Houyi acompañó a su hija con el puño en alto – ¡Gana contra todos esos dioses!
El Tejido de Jade volvió a cambiar de forma, esta vez para adoptar el arma gigantesca que mejor se adaptaba a las emociones oscuras y negativas que la diosa lunar sentía en estos momentos: el arco de plata que enterró en el suelo, sobre la mancha negra de la magia oscura, en el que depositaría toda la fuerza y destreza de sus mejores habilidades.
Mǎnyuè
[ Luna llena. Luz de Luna de Artemisa ]
– ¡Maldita sea…! – el Emperador de Jade apretó ambas manos con rabia – ¡Ocurrirá de nuevo!
– ¡Otra vez…! – Mwari se llevó ambas manos a la boca para aumentar el volumen de su voz – ¡No lo recibas!
– ¡Lo que dijo el gorila incivilizado, mi amiga! – Anansi le acompañó inmediatamente – ¡Aléjate de esa maníaca de las flechas!
" ¡Nee-chan! ¡El escudo está a pocos metros de nosotros! ¡Si lo alcanzas, lo podrás evitar…! "
Dzivaguru apretó los dientes con muy notable fastidio; el escudo tenía hasta el momento suficiente resistencia para aguantar todos los disparos de Chang'E. Eso aumentaría sus posibilidades de recuperarse; tendría que acudir a ello, aun cuando fuera por sugerencia de Dziva.
Chang'E con mala cara depositó en sus manos un puñado de flechas platinas que convirtió en una sola.
– ¿Y esa cara fea? Dijiste que terminaríamos esto… Supongo que hablabas por tí misma…
La diosa depositó la flecha en el arco y apuntó a Dzivaguru, para después dispararla contra ella: la pierna de la diosa africana sufrió una perforación en un instante que ni siquiera pudo reaccionar y luego sentir un calor infernal proceder de aquella herida.
Chang'E cargó más flechas y empezó a disparar, mientras Dzivaguru se lanzaba por el aire con el impulso que podía para alcanzar el escudo divino.
La lluvia invisible de flechas inundó de inmediato el campo de batalla; la mayoría acribilló a la diosa africana, que apenas pudo esquivar los disparos saltando de un lado a otro. De lo que no se dio cuenta fue de que las flechas seguían su camino: chocaron contra el muro de contención y el cristal protector, que para sorpresa de todos cedieron ante la fuerza y velocidad, abriendo agujeros por los que las flechas cruzaron para impactar contra los espectadores.
– ¡Ahhh…! ¡Salgan de ahí! – inmediatamente las gradas comenzaron a vaciarse mientras las flechas golpeaban y quemaban los asientos.
– ¡La lucha de dios contra dios se está saliendo de control! ¡Las flechas de Chang'E atraviesan el muro de contención y comienzan a impactar en las gradas…! ¡Ahhh! – Heimdall se movió a un lado cuando vio que un destello dorado estuvo a nada de darle en la cara – ¡Sálvese quien pueda!
Dzivaguru tampoco fue una excepción, ya que recibió varios disparos en el cuerpo: el pecho, el brazo, el hombro, aumentando la herida de su mano cortada y dejando un par de agujeros en sus pies. Las heridas dolían mucho, tanto que la diosa africana se sentía quemada con cada flechazo que recibía.
" ¡Nee-chan, date prisa…! "
La diosa africana quiso ignorarla, aunque era lo único que la mantenía cuerda para evitar caer destrozada por los disparos de la diosa lunar; tras unos eternos segundos, la diosa africana alcanzó por fin el escudo divino en el suelo. Lo levantó como pudo usando su única mano, y golpeándolo emuló el sonido del tambor que dio origen a su anterior hechizo de magia negra.
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[ Afinidad prohibida: Espíritu del Devorador de Almas ]
Al menos con ese escudo podía aguantar la lluvia de flechas invisibles; pudo verlo cuando las flechas impactaban de lleno en el escudo y rebotaban, para acabar entrando en las gradas. Algo que a Dzivaguru no le importaba… pero a Dziva, sí.
" ¡Nee-chan! ¡La gente está siendo herida! ¡No les desvíes las flechas a ellos--! "
« ¡Cállate, cállate! » Dzivaguru se llevó el muñón* del brazo derecho a la cabeza para intentar calmar la discusión mental con su hermana « No quiero que te metas en mi camino, ¡Maldita sea! »
La respuesta de Dzivaguru aumentó la fuerza del hechizo de control, que infligió un daño mayor a Dziva, hasta el punto de soltar un chillido agudo que rebotó en el cráneo de la hermana mayor.
" ¡Nee-chan…! " con el dolor físico y emocional, Dziva rompió a llorar " ¡Por favor, perdóname por todo! ¡Soy yo quien te ha causado todo el dolor que sientes…! Pero ninguno te ha hecho daño: ¡Ni los humanos, ni Chang'E! ¡Por favor, perdóname por convertirte en esto…! ¡Perdóname por todo, soy responsable…!
» ¡Perdóname por haber nacido! ¡Es culpa mía--! "
« ¡Cállate, y no vuelvas a decir eso, ¿Me oíste?! ¡Tú no tienes la culpa de nada! »
Un grito desde el interior de Dzivaguru, que ni siquiera surgió de la premeditación: fue directamente un grito desde lo más profundo de su corazón, aquel que aún se conservaba intacto del hechizo de Bamapana. Un grito que estremeció tanto a Dziva como a Dzivaguru…
– Yo… ¿Dije eso…?
Un golpe muy duro la devolvió a la realidad, mostrándole que de nuevo estaba en apuros: Chang'E había concentrado su lluvia aleatoria de flechas en el escudo de Dzivaguru, de modo que pudiera desgastar lentamente la magia negra para atravesarlo. Siendo capaz de soltar un gran número de flechas a la velocidad de la luz, en unos instantes había conseguido su objetivo de debilitar el escudo de Dzivaguru; sólo le faltaba un paso más…
– Casi me quedo sin flechas por culpa de ese maldito escudo. Pero ya no importa… Sólo necesito una flecha más… – Las manos de Chang'E formaron el juego especial de flechas de platino, recogiendo un puñado de las que le quedaban en el bolsillo del muslo.
No había mucho que decir, ya que esa última flecha era la misma que casi había acabado con el combate…
– ¡Dispara! – los emperadores de antaño se levantaron de sus asientos emocionados – ¡Acaba con la lucha de una vez por todas, Chang'E!
– ¡Vamos…! – Yu el Grande fue arrastrado por el éxtasis y se levantó de su asiento al igual que las doncellas que estaban a su lado.
– ¡Chang'E, dispara…! – Geir se aferró a las gradas con ambas manos.
La diosa china pudo oír los gritos de apoyo fuera, de todos los espectadores. Algo que habría aumentado su orgullo y arrogancia…
« No, no me apoyen… No quiero nada de eso, sólo quiero morir… Por favor, déjenme en paz. » su conflicto emocional interno la detuvo por un momento; sus manos temblaron por el cansancio y el dolor de su cuerpo, y sus ojos cambiaban de color con cada parpadeo que daba. « Morir y tomar la salida fácil… Ganar y tomar lo que quiero… Perder y salvar a otros…
» Qué… ¿Qué dirían de esto mi amor y mi pequeña de esto…? »
Dzivaguru apretó los dientes y decidió soltar un grito para sacar todas las emociones que tenía en ese momento: odio y rabia que le quedaban del hechizo de control de Bamapana… Amor y orgullo por sí misma.
Retiró el escudo, aprovechando que la diosa de la luna había dejado de lanzar sus flechas; en el muñón derecho comenzó a concentrar energía oscura, en la que formó una esfera que comenzó a crecer en tamaño hasta llenar el espacio aéreo inmediato de la diosa africana. En cuanto alcanzó un tamaño considerable, se elevó en el aire para seguir creciendo.
– ¡No puede ser…! – Mwari abrió los ojos con sorpresa y horror al identificar la esfera de magia negra – ¡Es la misma que utilizó en aquella ocasión!
– ¡Me lleva la…! – Anansi se llevó las manos a la cabeza muy sorprendida – ¡Esto es nuevo! ¡Siempre quise ver la falsa acusación de mi mejor amiga!
La diosa de la luna recuperó su rostro del indestructible Pseudo-Doppelgänger y notó la esfera de magia negra de Dzivaguru; sus labios ensangrentados sonrieron de lado y redirigió la flecha de plata en su arco divino.
– Eso se ve mucho mejor… ¡Veamos quién es más fuerte, gemela loca!
– Esto… No es mi culpa… ¡Maldición!
Tan pronto como la esfera creció en tamaño hasta abarcar una gran área en el campo de batalla, Dzivaguru la lanzó por encima de Chang'E: casi de la misma manera que lo había hecho la mano mágica negra, aunque ahora era diferente con la diosa de la luna con su arco que no dudó en disparar su flecha de plata.
Argyrotoxos
[ Flecha de plata que perfora el alma ]
La esfera negra se concentró en poder y descendió en un instante contra la flecha de la diosa lunar, aumentando su magia oscura ante el rostro eufórico y las emociones burbujeantes de la diosa africana.
– ¡Mierda, que se jodan todos!
Vetiti Affinitatis: Misodzi Yeruvengo
[ Afinidad prohibida: Lágrimas de odio ]
La esfera oscura chocó con la flecha plateada; al entrar en contacto, el disparo de la diosa de la Luna quedó completamente destruido y se dirigió hacia Chang'E, quien quedó con los dos ojos abiertos de par en par, incrédulo por la sorpresa. En cuanto la esfera tocó su cuerpo, estalló en una explosión negra que llenó de magia negra el campo de batalla y parte de las gradas. La luz iluminó los Campos Elíseos, el estremecedor sonido resonó en los tímpanos de todos los presentes…
Y entonces se hizo el silencio del final de la batalla…
Fecha de publicación: 11/04/24
Autor: ASFD
Edición: Darklord331
Nota de autor: Hola, muy buenas mi querida gente.
Un momento tenso, tanto en la batalla como para la plataforma en general (según dicen todos seremos baneados. Desde el más allá los veo ajsjsjsjs).
Chang’E y Dzivaguru han soltado todo de sí, hasta destruirse por completo, ¿Qué sucederá en lo que queda de la batalla, que ya no es mucho? ¿Este ataque logrará destruir la maldición de la diosa lunar? ¿Pronto acabará el hechizo de control en las gemelas? ¿Jeanne dejará de hacer berrinche porque la lunática le quitó su puesto y se declarará a Okita, rompiendo su voto de santidad? ¿Thor está planeando el coito de reconciliación con su waifu, preparando también la botarga de Lu Bu para que la cosa sea más UwU?
Todo esto y más lo sabremos más adelante; el segundo capítulo se atrasó mucho, así que espero tenerlo a más tardar mañana. Por el momento, disfrutemos de la calma antes de la tormenta:
Primera parte del meme, uno de los que más me ha gustado dadas mis tendencias a hacer algo que nadie esperaba; veremos quién adivina qué viene en la segunda parte, aunque dudo mucho que lo descubran ajsjsjsjs. Los leo en un rato más UwU…
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Nuevos términos
* Quelíceros – Partes de la boca de algunos artrópodos, comúnmente llamadas mandíbulas, utilizadas en defensa y ataque; también pueden contener glándulas venenosas, como los arácnidos.
* Langosta – Etapa de ciertas especies de saltamontes o saltamontes con cambios en el cuerpo y el comportamiento (como la agrupación en enjambres migratorios). Conocida en la antigüedad como una amenaza para la agricultura.
* Matoi – Bandera utilizada en el Japón del periodo Edo por los bomberos para avisar a la población de un incendio cerca o dentro de un edificio.
* Muñón – Parte restante de un miembro amputado que permanece unida al cuerpo tras el corte, entre la cicatriz y la articulación.
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