Capítulo 55: Última carta
El pincel dictó los últimos detalles en el mural para darle color rojizo a la última escena de combate; al terminar ese decorado que trató por mucho tiempo, pasó una mano en su frente para limpiar el sudor.
– Eso fue difícil~
– Con un par de brazos extras lo pudiste haber logrado antes, ¿No?
– Pero… Yo solo tengo 2 brazos.
– En ese caso, yo no soy necesario aquí.
– ¡Espere, señor Shiva! ¡Ya voy con usted!
El dios hindú tomó asiento de nuevo y suspiró; hace varios minutos que estaba allí, en la antecámara de la humanidad. Ya había visto los libros en los estantes, comido todo un plato de galletas, y roto unos jarrones por aburrimiento. Todo mientras esperaba las respuestas que quería de la humana.
¿Por qué estaba allí? ¿Para qué fue puesto en contacto para una reunión privada desde el segundo combate?
Por fin ella descendió de las cintas que le dejaban al aire en el mural; en un instante sus piernas golpearon el suelo y afianzó su confianza, para caminar hacia Shiva.
– ¡Al fin…! – Shiva suspiró de alivio.
Sentimiento que desapareció cuando la humana se giró hacia una mesa junto a los sillones donde estaba Shiva, que le molestó al dios bastante.
– ¡Hey! ¡¿Qué haces…!?
– Veamos… "La sonrisa de la humanidad se--" No, esa frase no queda… Entonces, escojamos…
La humana llegó a la mesa y tomó un bolígrafo para impregnar su tinta en el papel frente suyo; el dios se interesó en eso por lo que se acercó al momento.
Las palabras fluyeron de sus dedos a la pluma, para grabarse en el papel con la tinta; su inspiración era evidente por la manera tan fluida y tranquila con que escribía. Shiva, en disimulo y cuidado, tomó una de las hojas que ya tenía escritas para leer su contenido; se llevó una sorpresa al deducir su significado.
– "El dividido corazón del desierto chocó con sus últimas emociones; todo cayó destruido en el jardín. La noche arrebató el último aliento de la última corona…" Esto es… ¿El final de la tercera ronda, entre la diosa Primigenia y esa humana?
– ¡Así es, señor Shiva! – la mujer sonrió emocionada – ¡Como esperaba de usted, lo dedujo!
Shiva tomó las otras hojas bajo la que tenía la humana para leer su contenido con curiosidad.
– Esto… Es el segundo Ragnarok… en un poema.
– De nuevo es correcto, mi señor. Me pareció lo más adecuado; de esta manera plasmar y contar la historia de este evento histórico que dará punto final entre los dioses y los humanos.
» El soldado y el asesino chocaron sus puños para sobreponer su fuerza…
» Dos reyes con distintos ideales pero el mismo legado que proteger…
» El corazón femenino de Egipto para cumplir deseos y ocultar secretos…
» Dos esclavos dispuestos a derramar su sangre por sus ideales…
» Ahora me pregunto… ¿Que pasará ahora? ¿El padre del cielo se llevará la gloria de la revancha? ¿La mujer vengativa calmará su sed con Grecia…?
La humana terminó de escribir, los versos finales de la cuarta ronda, y dejó el papel y bolígrafo en la mesa, para después reposar sus caderas a la orilla mientras dirigía su mano, de proporciones bellas pero apariencia de pintura, al labio inferior de la boca.
– Me pregunto de quién será mi siguiente poema…
Shiva arqueó su mirada en desacuerdo.
– Entonces, ¿Por qué no estás viendo el combate?
– Es una ocasión especial. Aún no quiero ver esta pelea… Tal vez al recordar lo que ocurrió hace 1000 años…
– ¿Yo debo pagar por eso también? – Shiva comentó mostrándose muy molesto – Yo quería ver otra vez a ese anciano pelear, ¿Tu serás la responsable de mi aburrimiento?
– No se preocupe… – le respondió la humana con una sonrisa tranquila – No tomaré mucho tiempo.
– Entonces vayamos al grano, ¿Qué hago aquí?
– Primero que nada, las presentaciones. Yo a usted lo conozco, pero usted a mi no. Creo que sido mal educada en ese aspecto.
– No me digas…
– Mi nombre es Gangambika, pero cuando vaya a pelear seré llamada "Gangadevi". Soy la segunda y tercera reina en generación del Imperio Vijayanagar, profesante de la filosofía de la unidad de Hari y Hara, el Hariharaadvaitamu*.
– ¿La unidad de Hari y Hara…? ¿Te refieres a…?
Shiva de repente estalló en risa de carcajada.
– ¡No me digas que de verdad te crees eso!
– Así fui criada toda mi vida, aunque…
Con pasos ligeros y coquetos, la humana se acercó a Shiva hasta posar una de sus manos sobre la cabellera del dios en coqueteo.
– No conozco al señor Vishnu, pero ahora le conozco a usted. Y… debo confesar que lo prefiero a usted~ ♡
El dios de la India podría haber considerado ese coqueteo cómo especial, considerando que la humana destilaba belleza imperial que incluso podría superar la de sus 3 esposas. Pero también tenía un aspecto físico que no le gustó a Shiva:
Gangadevi era más alta que él; su cabeza sobrepasaba algunos centímetros al dios por lo que debía elevar la cabeza un tanto. Únicamente eso le hacía perder el interés a Shiva.
– Una seguidora más… Me alegra oír eso.
Shiva separó la mano de Gangadevi de su cabellera con firmeza, cosa que provocó un bufido de la humana.
– ¿Otra cosa que deba saber de mi…? ¡Cierto! Soy una candidata a pelear en este Ragnarok.
– Eso debería ser obvio; una reina, por más poderosa o reconocida que haya sido en vida, no puede tener estos lujos en los Campos Elíseos solo porque sí.
– No dude del poder de un rey, señor Shiva… Menos en un mundo donde los humanos le arrebataron la vida a 6 dioses.
– ¿Así que quieres hablar del Ragnarok conmigo?
– No exactamente… Quiero hablarle de una propuesta que usted, gran señor Shiva, podrá atender de manera adecuada, que está involucrada con este segundo Ragnarok…
» Una propuesta que involucra el futuro humano…
Los ojos inferiores de Shiva se abrieron ligeramente en curiosidad. La humana ya tenía toda la atención del dios.
– Te escucho.
– Verá…
Gangadevi acudió a tomar asiento en un pequeño sillón con suficiente espacio para ella y Shiva; el dios, por seguirle el ritmo, decidí sentarse junto a ella mientras expresaba sus palabras.
– Cómo dije, en un mundo donde humanos han matado dioses todo puede ocurrir, pero… También hay cosas que son imposibles o muy difíciles de ver cómo… ganar 2 ocasiones consecutivas. Puede haber segundas oportunidades, pero no segundas victorias…
» Por eso mismo, quien tiene segundas oportunidades hace todo lo que esté en sus manos para aprovecharla, sin importar lo que pueda perder o las artimañas que use…
» Conozco a una mujer que… fue una muy cercana amiga mía, que tuvo la visión de perder por su segunda oportunidad. Muchos la juzgaron mal, otros han alabado su astucia entre los que me incluyo yo misma, pero… todo eso fue destruido por la noche.
Gangadevi acomodó sus piernas de manera que "encerrara" a Shiva en su espacio, y de esa manera mantenerlo quieto para continuar su metafórico discurso.
– Esa misma inteligencia me gustaría mostrar con mi propuesta, mi señor Shiva… En caso que nuestra segunda oportunidad se apague, me gustaría ser parte de las estrellas del cielo; alguien como yo que ha luchado tanto por la cima se merece ese regalo, ¿No…?
» Pero… Si esta segunda oportunidad resulta ser un fruto agradable para nuestro siguiente amanecer… Sea usted la estrelle que tome lugar conmigo en esa nueva mañana…
» ¿Qué le parece, mi señor Shiva?
¿Que fue eso? Un discurso metafórico con las palabras de Gangadevi para hacer un poema. Algo probablemente molesto y difícil de entender para cualquiera… pero no para Shiva. Escuchó todo lo que tenía que decir, y su mente fue capaz de leer entre líneas para entender su significado.
Significado que no le gustó en lo absoluto.
– ¡Tú…! ¿¡Cómo te atreves a decirme que traicionarás a la humanidad!?
– "Traicionar" es un término inapropiado. Prefiero… "velar por el futuro".
– Y todavía… ¿Hacerte pasar por una diosa para huir de tu final si los humanos pierden? ¿¡O tomar el crédito desde las sombras si todo sale bien!? ¡No juegues conmigo!
– Yo… ¿Hacerme pasar? Eso es mentira… No debo fingir algo que ya soy.
– ¡No digas tonterías…! – que dijera esas cosas no era lo que le estaba molestando – ¿¡De verdad crees que los humanos perderán el Ragnarok!?
– Tan solo veamos las cosas de manera objetiva, señor Shiva… 4 humanos han entrado a pelear, y solo uno ha salido. Esta segunda oportunidad no es tan fructífera cómo quiere creer… De no ser por mi amiga Cleopatra, estaríamos en mucha desventaja.
– ¿Tu amiga? ¿¡A esa humana traidora la consideras una amiga!?
– Usted ve mal las cosas, mi señor Shiva. Ella tuvo sus objetivos aunque su ambición fue débil. En cambio yo… Yo debo estar en la cima. Yo debo ser la única reina.
» Nosotros, los reyes del segundo Ragnarok, estamos dispuestos a cualquier sacrificio, incluso perder la humanidad con que nacimos, para alcanzar nuestras metas… No puedo permitir que otros humanos pierdan y arruinen mi destino.
» Sin embargo, no hablo con usted únicamente por un futuro trágico… Hablo con usted por un futuro de victoria. En el nuevo mundo que nacerá por 1000 años más, yo debo ser la reina y… quiero que usted gobierne conmigo. Seamos la reina y el rey del nuevo mundo.
Shiva parpadeó un par de veces anonadado ante lo que oía con tanto descaro de parte de la humana; ella se reclinó un poco más en el sofá y acercó coquetamente su mano a la barbilla del dios hindú…
Acción que fue detenida de inmediato por la mano de Shiva y una carcajada furiosa suya.
– Que tontería… ¡No seguiré oyendo esto!
En su mente, Shiva solo pudo tener presente el recuerdo de una persona que conoció… Dispuesto a cumplir su sueño pero velando por el bienestar de quienes lo apoyaron…
« "Quiero arriesgar mi cuerpo. No… Todo mi ser en esto… ¡Porque, después de todo, soy un rikishi!" »
– ¿De verdad quieres alcanzar la cima? ¡Tendrá que ser en la arena de combate, dispuesta a morir por ello! ¡No con trucos sucios ni decisiones egoístas! ¡Ni creas que seré parte de esto… traidora!
La humana abrió sus ojos ante el rechazo directo del dios que adoró por mucho tiempo. En respuesta a ello…
– Qué hombre tan difícil~
Sonrió.
– Mi señor Shiva, no le conviene hacer enojar a una mujer, y menos a una reina.
– Tu título son solo palabras hasta que lo hayas demostrado… ¡Con la victoria en alto o la derrota con orgullo!
– No necesito probarlo. Ni necesito aprobación de nadie…
– … ¿Eso crees? ¡Pues yo no lo apruebo! ¡Yo tomaré esa decisión por ti!
La humana abrió los ojos más todavía.
– Usted… ¿Me está retando?
– Eso mismo… ¡¿Crees que ser una reina te dará una victoria en el Ragnarok!? ¡Que nuestros puños lo decidan!
Shiva se levantó en un instante del sofá y preparó sus puños, listo para comenzar su danza de golpes. Gangadevi solamente se le quedó mirando por unos momentos con asombro, para después bajar la mirada y reír con diversión sarcástica.
– Si así lo quiere… – se levantó de su asiento con lentitud y sensualidad – ¿Quién podrá negarse?
– ¡Ven a mí--! – Shiva no lo pensó 2 veces y se abalanzó sobre ella.
Pero tuvo que frenar en seco.
La razón fue la espada que apareció en la mano de Gangadevi, levantando su filo para apuntarle a su rostro. Shiva hubiera continuado, sabiendo que un arma humana es incapaz de hacerle daño a un dios…
Pero… Algo dentro suyo le dijo que no era un arma humana.
– A diferencia de lo que piensa, no soy una diosa por dar un discurso sinfín cómo esa tonta egipcia. Soy una diosa porque es mi esencia; esta espada divina que yo misma en vida forje es prueba de ello…
La sonrisa de Gangadevi se volvió una curvatura arrogante y relajada.
– ¿Entonces lo hacemos… mi señor Shiva?
En tan solo unos pocos instantes, momentos de segundos, la quinta ronda del segundo Ragnarok se volvió una situación contra la humanidad. Algo que se debe recopilar, punto por punto.
Ng Mui cerró sus ojos y comenzó su etapa de meditación; a los pocos segundos su cuerpo comenzó a mostrar de manera involuntaria los resultados de su intento por la iluminación:
Aunque estuviera de ojos cerrados frente al poder titánico de Zeus, poco a poco sus movimientos de defensa se hicieron más fluidos y veloces, aunque manteniendo tranquilidad como la superficie del agua, al tiempo que su respiración subía y bajaba muy relajada.
A simple vista parecía quedarse dormida, y aún así controlar la pelea con tanta facilidad; hecho que sorprendió a los dioses.
– ¡No puede ser…! – Amaterasu abrió bastante sus ojos – ¡Está… igualando a Zeus-sama… sin siquiera verlo!
– Ella está… está… – en el palco griego Ares no se refrenó – ¡Está por alcanzar la iluminación!
– ¡Cool! – Atenea aplaudió a la par – ¡Octava Conciencia, anulación de qi, artes marciales…! ¡Todo lo ideal para golpear de manera correcta la cara de papi!
– Algo que obviamente no sucederá… – respondió Hades con firmeza, lo que atrajo la atención de Atenea.
– ¿Por qué lo dices? ¿"Mi papi es muy superior a Ng Mui", "Mi papi es el rey del Olimpo"? ¿"Mi papi es el mejor conquistador de mujeres"? ¿Qué dirás ahora, tío~?
– ¿No es obvio? La humana misma es la respuesta a tu pregunta…
– ¡Eres tan pesimista! ¡No le pasará nada!
– Ya veremos…
Ares no entendió a qué se referían, por lo que se acercó a Hermes.
– Hermano, ¿A qué--?
– En un momento muy crítico, Ng Mui trata de alcanzar la iluminación – ya sabiendo la pregunta que haría, Hermes respondió al momento – Puede que lo consiga, o el odio que tiene contra nuestro padre le juegue en contra. Todo será cuestión de tiempo.
En cambio, todos los participantes y espectadores humanos que observaban el combate tenían el mismo pensamiento positivo: Fung To-tak, Yim Wing-chun y los otros 3 maestros de shaolin; las valkirias en Gimlé junto a Geir y los Einherjer presentes en el mismo lugar; Lífthrasir en compañía de Abel, Cain, Eva y Awa; Jeanne junto a Kondo y Okita, con sus manos cruzados frente a su pecho con el corazón casi en la boca.
– Vamos, Ng Mui. – como una joven en apuros, Jeanne se sentía bastante nerviosa – No pierdas, no pierdas, no pierdas.
– ¡Quiero pelear contigo Ng Mui! – alcanzó a exclamar Okita con mucha emoción – ¡No pierdas!
– ¡No te rindas Ng Mui! – Yim Wing-chun se sintió a punto de llorar por la intensidad.
– ¡Vamos, tu puedes lograrlo! – Fung To-tak apretó ambos puños, mostrando en sus gritos ese íntimo cariño que le tenía – ¡Haz llegado hasta aquí por este día!
– ¡Ng Mui! – Geir cerró los ojos con fuerza – ¡Confío en ti!
Entre esos espectadores había un grupo pequeño en una habitación llena de dibujos extraños que arruinaban el estilo del lugar; uno de ellos, de corta cabellera, vestimentas extravagantes y acento francés, sonrió como maníaco de repente.
– ¡Un vistazo a la luz! ¡Lástima que el fuego despierte el sueño!
La situación en la arena era muy igualada y pasó a tener un ganador en el balance; los golpes de Zeus dejaron de rozar a Ng Mui mientras ella conseguía movimientos más fluidos, casi invisibles al ojo humano.
Parecía que todo iba a tomar un curso… Pero no fue así.
Los ojos de Ng Mui comenzaron a moverse como si estuviera en una pesadilla, sus manos comenzaron a ponerse rígidas y el ritmo decayó. De repente, su mirada se abrió repentinamente, con lo cual la meditación falló otra vez.
Lo siguiente fue lo que asustó a los espectadores: su cuerpo comenzó a recibir los golpes de Zeus, con la armadura hecha pedazos e incluso algunos le hicieron perforaciones en su cuerpo. Tratando de liberarse de ello, usó su ataque de anulación para detener el ataque del dios, acto desesperado que funcionó pero…
Sin darse cuenta que no era toda la apuesta de Zeus; al contrario, tenía algo más qué hacer. Su cuerpo concentró muchos músculos, su brazo derecho comenzó a brillar y su postura tomó una forma familiar.
– ¡No puede ser…! – Yim Wing-chun abrió las palmas de sus manos – ¡Hermana--!
– ¡Mui, sal de ahí! – Fung To-tak terminó el grito de desesperación.
La humana también se percató del cambio de postura del dios; el único ataque de Zeus que, sin importar cuánto entrenara o qué hiciera siquiera para intentar replicarlo, era la única carta de Zeus que nunca pudo enfrentar.
Pero no era motivo para no intentarlo.
Lóng: Xiān jiāo wǔ
[ Dragón: Danza celestial de inundación ]
Sus brazos se levantaron para intentar hacer su giro y darle su golpe lateral cortante con la fuerza que tenía; tal vez eso podría pelear contra el puño especial de Zeus.
Los dedos cortantes de Ng Mui se dirigieron a Zeus al tiempo que el griego ejecutaba su ataque final; conforme avanzaba su puño, el tiempo a su alrededor comenzó a congelarse y dejar todo como estatua de piedra.
Los espectadores, divinos y humanos; ganadores del primer Ragnarok y candidatos para el segundo; las valkirias que quedaron con rostros de impotencia y terror, en especial el de Geir; la misma Ng Mui quien, desde su perspectiva, tenía chance de golpear a Zeus.
Pero no era así; con el tiempo detenido, Zeus pudo girar para evitar el brazo de Ng Mui y tener abertura suficiente para dar de lleno con su puño en el cuerpo de la humana, pasando también por su pierna levantada y el brazo extendido.
Un instante que duró menos que un instante.
Chrónos: Grothiá pou Xepérase ton Chróno
[ Cronos: El puño que superó el tiempo ]
El impacto liberó tanta energía que el tiempo congelado se quebró, volviendo a la realidad y dejando a Ng Mui inmersa en ese momento de realidad alterada…
Cosa que le dañó todavía más; su técnica Dragón fue destruida al instante y la humana salió volando por los aires hasta golpear de lleno el suelo de la arena, recibiendo también daño de la lluvia que fue como una ráfaga de balas sobre ella. A su alrededor, todo volvió a la normalidad y con ello los espectadores pudieron apreciar el resultado.
– ¡Zeus-sama ha ejecutado su… su golpe más poderoso! ¡En un instante que nadie ha visto, la pelea ha quedado en manos del rey del Olimpo!
En el palco griego, Atenea estaba con los ojos como platos; de un instante a otro, de estar discutiendo con su tío, ahora su padre parecía tener la victoria.
– … ¿Qué?
– El mejor golpe de mi hermano… – Hades le explicó – "El puño que superó el tiempo". Aquel ataque que adoptó en respeto y odio Zeus de nuestro padre tras derrotarlo en la Titanomaquia. El ataque que le da control sobre el tiempo mismo.
– … ¡Maldita sea! – Atenea pasó a hacer berrinche de inmediato – ¿¡Están jugando conmigo!? ¡La primera vez que presencio ese ataque y… ni siquiera pude verlo!? ¡Demonios! ¡Quiero verlo de nuevo!
– Te enseñará esa técnica cuando termine con esto.
Los dioses estaban atónitos pero sonrientes ante el hecho de que el DPDC había logrado darle un golpe directo a Ng Mui; por si parte, Zeus apretó su puño y lo miró por un segundo mientras dejaba sentir la lluvia sobre él.
– Con esto quedamos a mano… ¿O no?
Pero los humanos no estaban nada sonrientes ni emocionados; todos ellos tenían los rostros pálidos de preocupación y tristeza. Sus compañeros del templo shaolin, aquellos que veían desde otros sitios como Eva que estaba tirada de rodillas o Jeanne que tenía los labios mordidos.
Desde el Nilfheim, el primer padre de la humanidad estalló en impotencia y furia incapaz de ver ese escenario más tiempo.
– ¡No puedo soportarlo! ¡Debo hablar con Hela!
– ¡Adán…! – Reginleif se levantó para intentar detenerlo al interponerse en su camino – ¡No lo hagas! ¡No es un buen momento!
– ¡No me importa! ¡Debo salvar a mi hija!
– ¡No hay nada que puedas hacer!
– ¡Eso lo decidiré yo!
La lluvia de los Campos Elíseos golpeó sobre la arena de batalla siendo al parecer el único sonido en ese lugar; poco después, de entre los escombros, apareció la sombra de aquella persona que había sido arrojada allí.
Ng Mui en las peores condiciones posibles:
La armadura de su cuerpo hecha pedazos y su estómago con heridas graves; la armadura de sus brazos en trozos apenas sostenibles, las mallas de sus piernas casi desaparecidas. Cubierta de heridas abiertas y sangre desde la cabeza a los pies, su cabello suelo, y la mitad de su vista dañada.
Apenas podía estar de pie; de hecho tuvo que ponerse de rodillas y escupir bastante sangre para poder respirar con jadeos exhaustivos. Su vida apenas estaba en un hilo.
– ¡Nooo--! – Hlökk se llevó ambas manos a la boca – N-Ng Mui…
– ¡No…! ¡Lo recibió de lleno! – Sigrune se tapó el rostro con ambas manos – ¡Estamos… acabados…!
Un pensamiento similar en los Einherjers presentes.
– Un golpe tan poderoso de frente, que ninguna técnica de anulación o ataque puede detener… No es nada bueno.
– Rayos… – Sasaki rió con cierta tristeza – No estamos nada bien.
– No… No…
Pero lo que estaba pasando le estaba golpeando peor a Geir: su rostro cayó en palidez y preocupación, temblorosa como una gelatina.
Estaba viendo caer a otro de sus Einherjers, y no era a cualquiera; la mujer con quién 1000 años entre los Ragnarok creó un vínculo, empezando como conocidas y terminando en profundas amigas…
– ¡Maldita sea!
– ¡Ahhh--!
El grito de Geir le hizo darse a conocer a Ng Mui, quien entrenaba en uno de los patios del Valhalla con muchos muñecos de madera, de los cuales la mayoría estaban hechos pedazos. Desde hace tiempo Geir la había estado observando desde las sombras, escondida detrás de un pilar; no quería ser descubierta por la mujer que golpeó a todos los Einherjers sin dudar.
Cosa que ella misma rompió con su grito de sorpresa al escucharla maldecir; Ng Mui volteó a su ubicación y Geir solo pudo asomar su cabeza con algo de miedo.
– ¿Señorita Geir?
– ¡L-Lo siento…! ¡No quería interrumpirla! Solo que grité porque me asusté… ¡Me iré de--!
– No hay problema.
La humana respondió con voz muy tranquila y cordial; juntó las palmas de sus manos e hizo una reverencia que de nuevo sorprendió a la valkiria.
– No debe disculparse. A fin de cuentas, yo soy la intrusa.
– ¿Eh? Bueno… es cierto pero…
– ¿Ha estado mucho tiempo observándome?
– ¡N-No! Solo un poquito… Bueno, tal vez un poco más de eso…
– Está bien. No me siento incómoda por eso; de hecho, me gustaría el punto de vista de alguien más respecto a mis técnicas.
– ¿A-Ayudarle…? – los ojos de Geir se abrieron bastante, dando lugar a qué pudiesen brillar en emoción – ¡Claro que sí!
El principal motivo para espiarle fue justamente la curiosidad y emoción de Geir; aunque sus hermanas mayores eran guerreras, siendo Brunhilde la más experimentada de ellas, nunca había visto a una maestra de artes marciales entrenar. Su fluidez y determinación, la fuerza y rapidez, todo con gran calma y seguridad… Eso le era emocionante. Habiendo pasado apenas 5 años del primer Ragnarok, la todavía poca madurez de Geir se emocionaba ante Ng Mui.
La valkiria se sentó en los escalones que conectaban el patio con los pasillos del Valhalla para apreciar la siguiente técnica de Ng Mui; ella tomó posición frente a un muñeco de madera, con los dedos extendidos de la mano izquierda al frente y la derecha hacia atrás con el puño cerrado.
E hizo su ataque; se abalanzó sobre el muñeco en un santiamén, arrojando su mano trasera en un golpe ascendente y después girar la cadera para con la izquierda hacer un golpes descendente. Terminó de pie con la misma postura a escasos centímetros del muñeco, que se hizo pedazos como si hubiera sido cortado por una espada.
– ¡Wow! – Geir aplaudió cómo niña pequeña – ¡Que increíble corte, sin espada! ¡Estoy segura que a Sasaki y Okita les gustaría!
Pero Ng Mui se irguió por completo y frunció el rostro, apretando sus manos un poco.
– No. Todavía no es suficiente.
– ¿Eh? ¿Por qué no? ¿No debías cortar la madera?
– Debía atravesarla, no solo cortarla. Debo hacerlo de nuevo.
– ¿Eh…? Okey. Pero eso fue genial…
La humana tomó otro de los muñecos de madera que tenía apilados; quitó los restos del primero y puso el segundo, para después intentar de nuevo su ataque; en ese nuevo intento la velocidad aumentó y la agresividad con que cortó la madera, pero Ng Mui se golpeó la frente con el muñeco que le provocó una invisible sonrisa a Geir.
Ese ataque lo intentó Ng Mui por varias horas, desde la Geir interesada y emocionada hasta la Geir que se quedó dormida con una mano en la barbilla; así fue incapaz de ver el nuevo fallo de Ng Mui, siendo que hubiera logrado atravesar al muñeco pero su pierna quedó atascada en los pedazos de madera y cayó de cara contra el suelo.
De nuevo volvió a estallar en enojo.
– ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Maldita sea!
– ¿¡Ehhhh--!?
La valkiria despertó de golpe y se cayó de cara, pero se levantó de inmediato como si nada hubiera pasado, y pudo ver a Ng Mui también tirada en el suelo.
– ¿Qué pasó? ¿Ya lo conseguiste?
– … No. Volví a fallar.
– ¡Espera! – Geir vio que la pierna de Ng Mui comenzó a tornarse roja, además de una herida aen su frente y en las manos – ¡Estás sangrando!
– No es nada.
– ¡Debo ir por el botiquín, de inmediato! ¡Quedaré mal si mi huésped se desangra!
– Ya te dije que--
Ng Mui no terminó pues Geir ya había salido corriendo por el botiquín; trató de levantarse pero la herida en su pierna le dolía más de lo que debería, por lo que aceptó sentarse en los escalones a descansar un momento.
Entonces pudo verse por un momento; las heridas en sus manos y en su pierna.
– Yo… ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Con esto podré vengarte… papá…?
– ¡Ya llegué! – la valkiria entró al sitio con el botiquín en mano – ¡Debemos atender tus heridas, para que no te enfermes!
Ng Mui volteó a la valkiria seria.
– No… No creo que un alma pueda enfermarse.
La valkiria se sentó junto a ella y entonces tomó sus manos y la pierna para revisar sus heridas, limpiarlas con alcohol que apenas inmutó a la humana, pinzas para retirar las astillas, y gasas para envolver y cubrir. Proceso que de nuevo sorprendió a la valkiria al notar la frialdad y dureza con que actuó Ng Mui.
– Ya terminé, pero… ¿No te dolió?
– No. Solo fue un poco incómodo.
– ¡Cool! – de nuevo los ojos de Geir brillaron – ¡Eres fuerte y resistente! ¡Me recuerdas a mi… hermana mayor!
– Ojalá ella me hubiera entrenado.
Un comentario inocente sin malas intenciones, pero que le pegó a Geir indirectamente; una frialdad que apagó su emoción. Ella se hubiera quedado en silencio, pero… tenía más curiosidad…
– Entrenar con tanta determinación todos los días por 5 años, sin mencionar tu actuación con los Einherjers para llamar mi atención…
» Solo sé que quieres matar a un dios pero… ¿Cuál es tu verdadero motivo? ¿Por… por qué haces esto?
La humana pensó la respuesta a ello un poco, ¿Dudaba de si misma? No, pero la duda la tenía en la valkiria… ¿Sería buena idea contarle sus secretos? ¿Podría confiar en ella…?
La pequeña valkiria pudo sentir la indecisión de Ng Mui al poco; una de las cualidades ocultas de la décimo tercera hermana era leer entre líneas y darse cuenta de los sentimientos de la gente con solo verlos por un momento. Ng Mui no era la excepción; así que para abrirla decidió abrirse a sí misma…
– ¿Sabes algo? Yo soy… muy miedosa, ¿Lo sabías?
– … No es difícil de descifrar.
– Cierto, pero… Quiero decir… Tengo miedo, no por las personas o las situaciones, sino… al fracaso…
» Brunhilde onee-sama me dejó todo su legado en un segundo: el Valhalla, mis hermanas y los Einherjer. En estos 5 años he hecho todo lo posible para cuidar todo esto, con miedo a fracasar: hacer algo indebido, no cumplir bien, provocar decepción en mis hermanas… No llenar sus zapatos.
» Creo que ella te hubiera caído mejor que yo; era una mujer fuerte, decidida, valiente, feroz… Cómo tú. Si hubiera aprendido artes marciales sería tu copia. Ella era todo lo que no soy…
– Me estás diciendo que… – Ng Mui le miró curiosa – ¿No cumples como líder valkiria pero sigues aquí?
– … Una manera brusca de decirlo, pero si.
– ¿No deberías entonces… dejarlo en manos de alguien más--?
– Sigo aquí por ella. Porque ella confió en mí.
Geir apretó un puño que dirigió a su pecho.
– Ella depositó su confianza en mi poco antes de salir a pelear con Sakata Kintoki. Dijo… "Geir, si yo fracasara, todo por lo que hemos luchado y ganado hasta ahora quedará en tus manos. Prométeme… cuando llegue el momento de decidir, harás lo correcto."
» Confió en mi para cumplir su sueño y no voy a decepcionarla. No importa cuántas veces fracase, cuántos errores cometa, cuántas heridas me provoque… Yo lo haré. Seré la líder valkiria que ella quería que fuera.
» Ser como ella… Lo haré por ella.
Esas palabras tomaron por sorpresa a Ng Mui pues le recordaron a su misma, y su juramento de hace 5 años al terminar esos 7 minutos. Un pequeño discurso que le permitió abrirse a la semidiosa.
– Yo… Quiero matar a Zeus.
– … ¿Eh? – los ojos de Geir se abrieron – ¿¡Matar a… A Zeus-sama…!?
– Por haber matado a Adán… mi padre.
– Oh, ya entiendo… ¿Quieres vengar la muerte de Adán… mediante la muerte de Zeus-sama…?
– Si; por eso entreno todos los días con tanta determinación. Cuando lo ví morir, tome juramento de vengar su nombre, tomar la vida de Zeus con mis manos, y así… así…
Ng Mui se detuvo en ese punto, ¿Habría algo más? ¿Qué más conseguiría una vez que hubiera logrado vengar a su padre matando a Zeus? ¿Qué seguiría tras haber conseguido su venganza…?
Geir esperó su respuesta por unos segundos.
– Te refieres a… ¿Proteger el legado que Adán nos dejó: no hay ningún motivo para pelear con aquellos que amamos?
La humana suspiró por lo bajo agachando la cabeza, para después levantarse de su sitio.
– Debo continuar.
– Pero, ya es de noche--
– ¡Geir!
Del pasillo del Valhalla apareció el rey Leónidas, justamente buscando ala pequeña valkiria con el rostro fruncido.
– ¡Aquí estás! ¿¡Dónde te has ocultado todo el día!?
» No importa. La cena ya está lista y te estamos esperando.
– ¿En serio? ¡Voy--!
La valkiria se estaba encaminando a la salida cuando se detuvo en seco un momento; volvió en sus pasos y llegó hasta Ng Mui para tomarla de la muñeca.
– ¡Ven!
– ¿Eh? Pero dije que--
– ¡Tienes todo el tiempo del mundo para entrenar, pero casi nunca comes! ¡Ven con nosotros!
Con su fuerza Geir comenzó a arrastrar a la humana aunque ella quería poner resistencia a su agarre; al principio su rostro se frunció en inconformidad por la insistencia de la valkiria y la mirada confundida e incómoda de Leónidas. Pero pocos momentos después la humana no tuvo más opción…
Se dejó llevar y fue arrastrada por Geir para ir a los comedores del Valhalla. Por primera vez haría algo que no estaba del todo de acuerdo, pero… Por algún motivo, su corazón quiera hacerlo.
– Está bien. Vamos.
– ¿Estás de acuerdo…? – Leónidas se acercó susurrante a Geir – Estamos hablando de la mujer que--
– ¡Todos en el Valhalla merecen una buena cena, incluida ella! ¡Más porque ha estado todo el día entrenando su técnica y… es fantástica! – Geir volteó a Ng Mui con ojos brillantes – ¿Crees poder hacer una demostración para nosotros?
Ng Mui bufó por lo bajo y le fulminó con la mirada.
– Ni lo sueñes.
– No importa… – Geir sonrió con confianza – ¡Pero un día te veremos pelear! ¡Y yo estaré allí para apoyarte!
La valkiria apretó una de sus ambos ante el miedo que estaba sintiendo, al ver al mismo dios que le quitó a una de sus hermanas ahora quitarle a su amiga.
– No… Por favor, no otra vez…
La humana estaba jadeando con bastante dificultad apenas capaz de levantarse, aunque se curveaba ante las terribles heridas en cada parte de su cuerpo. Ante el grotesco escenario que la humana daba, Zeus apartó los ojos un breve instante.
– Te lo dije bombón. Tengo un objetivo y voy a ganar… – levantó su puño para hacer el mismo ataque – Terminaré con esto ahora.
Las gradas de humanos y dioses llegaron a la misma conclusión, incluidos sus compañeros Einherjer y los maestros budistas que habían puesto su confianza en ella: la tercera derrota de la humanidad era una realidad en manos del rey del Olimpo. Entre los humanos había dolor y desesperación mientras los dioses tenían sonrisas en sus rostros.
Ng Mui apenas podía oír todo lo que a sus espaldas y alrededor suyo se hablaba, pero… No los entendía. Más bien, nada de eso se quedaba en su cabeza.
Puesto que su cabeza ya estaba ocupada con un pensamiento.
– Yo… Yo…
Con una decisión que debía hacer ahora o nunca.
– Voy… voy a… debo…
Su cuerpo se irguió cómo pudo, apretando manos y levantando la sangrienta cabeza, tratando de tomar una postura ofensiva que tomó por sorpresa al mismísimo Zeus.
– Bombón, ¿Te encuentras bien? ¿No sería mejor dejar que yo termine…?
– Debo… debo… voy a… a superarte… – sus músculos se tensaron ante lo que estaba por hacer – Usa tu… usa tu ataque… otra vez…
Aún con la lluvia Zeus pudo escuchar la petición de Ng Mui que le sorprendió bastante.
– ¿De qué hablas?
– ¡Úsalo de nuevo!
Su garganta juntó fuerzas para dar un grito sonoro, así como su cuerpo adquirió fuerza para tomar su postura ofensiva; la mano derecha en puño desde la cadera y la izquierda con los dedos extendidos al frente.
– Usa tu golpe de nuevo… ¡Yo voy… voy a superarlo, Zeus! ¡Tu ataque que supera el tiempo, yo lo superaré… tu ojo será prueba de ello…! ¡Hazlo de nuevo!
– ¿¡Qué…!? ¡Ng Mui apenas puede estar de pie con su fuerza de voluntad pero… ¿Quiere recibir el ataque maestro de Zeus-sama de nuevo?!
– ¡¿Pero qué…!? – Jeanne abrió los ojos en incredulidad – ¿¡Qué estás haciendo Ng Mui!?
– ¡Está perdiendo la cabeza! – exclamó Okita, casi a punto de reír – ¡Ese golpe debió zafarle todos los tornillos! ¡Así no se debe hacer un duelo adecuadamente!
– Está loca… – concordó Isami Kondo de inmediato – No puede hacer nada contra un ataque que supera el tiempo y destruye cualquier defensa, ¿Qué está tramando?
Todos en Gimlé se sorprendieron de esa respuesta tan loca de la humana, aunque Geir pudo ver algo más; la postura que adquirió le recordaba a aquel día.
– Eso es…
Los dioses de las gradas también abrieron los ojos en incredulidad y sorpresa.
– ¿¡Pero qué…!? – Ares y Hermes abrieron los ojos estupefactos – ¿¡Qué rayos está diciendo!?
– ¡No…! – Atenea cerró los ojos en berrinche – ¿¡Qué tonterías pides, mi linda Ng Mui!? ¡Me harás quedar como tonta si te sigo apoyando y dices esas locuras!
– Vaya tontería está pidiendo… – Hades arqueó la mirada – Si es lo que quiere, todo terminará mucho más rápido.
Zeus mismo parpadeó perplejo varias veces mientras su cabeza terminaba de procesar aquellas palabras; pero ante la situación que el mismo había puesto, no tuvo otra opción.
– Si tu lo quieres bombón… Voy a darte a probar mi golpe de nuevo~
Su musculatura se intensificó de inmediato y tomó de nuevo aquel color rojizo, mientras que su puño se llenó de la misma luz amarilla blanca parte de su poder titánico; todos los espectadores se supieron bastante atentos a la situación que estaban por presenciar.
– ¡Ante la destrucción de su cuerpo completo, Ng Mui apenas le quedan fuerzas para retar a Zeus-sama a usar de nuevo su mejor ataque…! ¿¡Por qué quiere esto!? ¿¡Qué sucederá a continuación!?
Zeus preparó su golpe juntando toda la energía que le quedaba para que fuera todavía más potente que el anterior, mientras la humana tenía ya su postura hecha que le costaba mantener considerando todas las heridas de su cuerpo; por un segundo cerró sus ojos para clamar el dolor…
Pero también para intentarlo de nuevo; una apuesta que podría costarle todo y perder… O costarle todo para ganar.
El silencio reinó entre los espectadores; la lluvia golpeó a ambos contendientes, y un haz de vapor salió de sus bocas…
El momento llegó.
El primero en atacar fue Zeus; sus piernas se doblaron y le dieron suficiente impulso para lanzarse al ataque y acortar distancia en un santiamén, mientras su puño ejecutaba la congelación del tiempo.
Mientras avanzaba el dios, a su alrededor todo se detenía como una gota de tinta depositaba en una hoja blanca: lentamente todo se congelada como estatua desde Zeus hasta alcanzar a Ng Mui quien quedó atrapada en ese espacio con su mirada cerrada.
Desde el punto de vista del dios griego, todo había terminado; solo era cuestión de dar su golpe y la pelea estaría concluida…
Pero no fue así.
Poco antes de conectar su golpe, los ojos de Ng Mui se comenzaron a abrir lentamente hasta estar por completo despierta, con un nuevo brillo en ellos además de las estrellas: un par de flores. Por si fuera poco, la armadura de su cuerpo se quebró de pies a cabeza por completo y…
Emitió un sonido similar a un tambor… No, similar a un latido.
– … ¿¡Qué…!?
En primera fila Zeus vio cómo Ng Mui se liberó de aquella prisión de tiempo mientras su armadura se quebraba y convertía en líquido que, transitando por su cuerpo con un nuevo brillo, adquiría nueva forma en otras partes de ella. Esto sin mencionar lo más aterrador para el dios; Ng Mui se estaba moviendo a través del tiempo congelado.
Una situación imposible… tan imposible, como Adán devolviendo ese golpe en su cara.
Chrónos: Grothiá pou Xepérase ton Chróno
[ Cronos: El puño que superó el tiempo ]
Zeus ejecutó de inmediato su ataque frontal con el puño cerrado para darle a la humana como pudiera, juntando toda su fuerza restante.
Pero ahora las cosas eran diferentes; la humana usó los dedos de su mano extendida para elevarlos y chocar con el puño del dios. Al instante la fuerza de su golpe fue apagada y su brazo desviado por completo, anulando aquel ataque.
– ¿¡Pero qué--!?
Pero no era todo lo que iba a hacer; con esa postura, la humana tuvo apertura para usar su puño guardado a la cintura y elevarlo en un golpe ascendente y estirando los dedos, que terminaron ejecutando la función… de espadas.
3 cortes se dibujaron en el pecho de Zeus que recorrieron hasta los brazos, casi como si los hubiera cortado por completo; la sangre comenzó a fluir a borbotones con lo que el dios quedó inmovilizado. En el brazo izquierdo de Ng Mui, el arrabio de su armadura se volvieron cintas que le envolvieron la extremidad y también tomaron parte en sus dedos, los cuales ejecutaron un golpe descendente para concluir su técnica. Otros 3 cortes más se dibujaron en el cuerpo de Zeus; uno para cada pierna dando encima de sus muslos, que también derramaron mucha sangre que pintó el escenario, y el tercero…
Sobre su cara. Para ser más específicos, en el lado derecho de su cara, con lo cual le arrebató el ojo.
Para terminar su técnica, la humana levantó su pierna para tocar la cabeza de Zeus e impulsarse hasta sus espaldas; de ese movimiento, su frente recibió una porción de sangre divina; Ng Mui terminó por aterrizar con la misma postura de ataque a sus espaldas y dar una bocanada de aire profunda.
¿Qué… qué acaba de pasar?
Una combinación de situaciones que le dieron a Ng Mui suficiente impulso para alcanzar su primer objetivo, que combinado con su experiencia en ese ámbito ahora daba fruto a su verdadero potencial.
Sexto estilo de arte marcial de Ng Mui.
Shàngdì: Dì sān huǒ – Yànwù zhī Shé
[ Dios: Tercer fuego – Serpiente de aversión ]
Al terminar su técnica de ataque sobre Zeus, este moribundo sin saber qué rayos ocurrió terminó por caer en el suelo para terminar de desangrarse; el tiempo regresó a la normalidad, y con ello todos pudieron ver el resultado de su choque de ataques.
Un resultado que los hizo quedar boquiabiertos; Ng Mui había cumplido literalmente sus palabras.
– … ¿¡Ehhhhhh…!? ¡¿Qué acaba de pasar!? ¡Zeus-sama está… rebanado y tirado en el suelo… mientras Ng Mui está de pie…!
Fecha de publicación: 20/04/23
ASFD
Nota de autor: Muy buenas mi querida gente.
Espero que este capítulo sea de su agrado; del mío no tanto, ya que con este final significa que tal vez deba alarga el combate más de lo que había previsto. Pero ya quiero acabarlo para comenzar la siguiente ronda UnU.
Pero bueno, por el momento seguiré disfrutando este recorrido que me ha gustado demasiado; en especial con este dibujo final, que es mi top 1 UwU.
Sin más que decir por el momento… ¡Los leo en el siguiente capítulo!
Recordatorio: La publicación de capítulos es cada 21 días.
***
Nuevos términos
* Hariharaadvaitamu – filosofía hindú religiosa que predica la unidad divina: Shiva (Hara) y Vishnu (Hari) son uno mismo.
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