Capítulo 54: Titanes
En la arena de combate, ante tales palabras que sorprendieron a espectadores divinos tanto como humanos, Zeus rió por lo bajo. En una mezcla de diversión y… nerviosismo.
– Tomar mi vida… con tus manos… ¿No es una meta muy… ambiciosa, bombón?
La humana respondió con silencio de pensamiento; era cierto lo que decía, pues sabía muy bien que Zeus era un oponente muy poderoso que apenas podía igualar su ritmo de combate. Pero, a pesar de las pocas posibilidades…
– Yo… Yo juré que lo conseguiría… ¡Voy a vengar a mi padre, Zeus! ¡No importa lo que me cueste, lo haré!
A la par, la primera pareja de la humanidad, quienes desde sus propias perspectivas veían el combate, se llevaron un puño al pecho con empatía e impotencia por las emociones de su hija.
– Hija… – los labios de Eva, al igual que sus ojos, se movieron con ganas de llorar; cada vez que la veía a ella combatir también lo veía a él…
Desde el Nilfheim, Adán era quien más impotencia sentía; apretó su puño hasta tronar sus nudillos.
– Mi hija… ¡No tenías que hacerlo tú…!
Los espectadores humanos, en sintonía con aquellos sentimientos de odio y repulsión, se unieron a la humana por medio de vitores y exclamaciones emotivas; Heimdall, desde su posición en las gradas, no podía creer lo que estaba presenciando.
– ¡Esto es… increíble! ¡Zeus-sama, el Padre de los Dioses, ha sido acorralado por la mejor artista marcial de la humanidad!
Los dioses compartían miedo y pesar por esa declaración… parecía ficticia, pero era una realidad. Por otro lado, la perspectiva de los espectadores en Gimlé era otra muy distinta.
Sasaki fue el primero en hacerlo notar.
– Pues… Ella está en la cuerda floja.
– ¿Eh? – Hrist se confundió de su expresión – ¿Qué quieres decir?
– Es muy sencillo… – explicó Jack, ya entendiéndolo todo – Por una parte, sus técnicas Dragón y Serpiente son las mejores arma y defensa que tiene para herir a Zeus, más que solo un brazo…
» Pero también son un reloj contra su rendimiento; ambas habilidades pueden cobrar su parte en un momento muy crítico. Así como puede ganar todo de un golpe… Si se descuida, sus propias heridas acabarán con ella.
Pero Geir opinó lo contrario.
– No. La he visto entrenar en el Valhalla, y muchas veces yo misma fui víctima de sus técnicas especiales como experimento… ¡A pesar de los obstáculos y problemas, ella puede tomar la delantera y… cumplir el principal objetivo de Brunhilde onee-sama!
– Geir… – Hlökk quiso mostrarse más objetiva y realista, aunque pesimista – ¡¿No ves que tenemos todo en contra!?
– … De hecho, no creo que sea así…
A la par, en el palco de los griegos Ares tenía una conversación similar con su hermano Hermes.
– Dices que… ¿Nuestro padre está acabado?
– Por desgracia, si.
– ¡No digas eso! – Ares levantó a Hermes, tomándolo de su ropa para levantarlo y agitarlo en desesperación – ¡No puedes decir que es verdad! ¿¡Cómo una mujer podría, con solo usar sus dedos, terminar con nuestro padre!?
– Es fácil de explicar. Por ejemplo…
Hermes levantó el puño con lentitud para golpear en silencio la barbilla de Ares, que le hizo callarse y quedarse por fin quieto; más le asustó no haberlo visto venir.
– En cualquier combate, los golpes más aterradores son aquellos inevitables. Por ejemplo, un ataque que no ves… o un ataque que, con solo tocarte, te destruye…
» Para Ng Mui, ese golpe aterrador es la anulación de qi. No importa que tan fuerte golpee nuestro padre… si Ng Mui logra ponerle un dedo encima, sus habilidades serán anuladas.
» Lo único que puede hacer para seguir peleando es atacar sin ser tocado. De lo contrario…
Ares se sintió bastante preocupado y tenso, apretando las manos y dejando marcar las venas en su cuerpo.
– Relájate grandote.
Pero la voz del rey del Inframundo fue lo que le tranquilizó, además de su gesto de la mano levantada para silenciarlo de esas tonterías.
– Zeus no perderá.
– ¿Cómo puedes estar tan seguro? – Atenea acercó su rostro a Hades con interés – ¿Por qué afirmas con esa seguridad ciega que papi no perderá?
– Zeus es superior a ella en casi todos los aspectos: fuerza, velocidad, técnica de ataque, experiencia en combate. Por lo que he visto, todos los golpes que ha recibido de Zeus le han hecho mucho daño, y ha recurrido a sacrificar su cuerpo para ponerse a su altura.
» Debo reconocer que es muy inteligente y habilidosa, pero no será suficiente para ganar. Mi hermano la superará.
– Un análisis objetivo que cualquiera podría hacer… Dime, ¿Qué ves en especial en mi papi para darle tu voto? ¿Qué no estoy viendo yo?
El rey del Inframundo sonrió y cruzó sus manos en sus rodillas.
– Mi hermano consigue todo lo que se propone, sin importar… cuánto pierda…
Esas últimas palabras le hicieron bajar el semblante a Hades, cosa que Atenea notó; en la arena de combate, Zeus escuchó las voces de los espectadores humanos que le hizo suspirar.
– Si que animaste a los espectadores, bombón. Te felicito, pero… – apretó su puño atravesado con firmeza – No eres la única con un propósito…
» Yo también quiero ganar… y voy a ganar.
De nuevo sus piernas se doblaron y, antes que la humana pudiera darse cuenta, volvió a saltar de lado a lado para rodear a Ng Mui por todas direcciones.
Mnimosýni: Chorós Terpsichóris
[ Mnemosine: Danza Terpsícore ]
La humana no tardó en adaptarse a su técnica; aunque su cuerpo estaba molido a golpes y herido por la sinestesia, ya se habían acostumbrado sus sentidos al griego.
– No importa lo que hagas Zeus… ¡Ya conozco tu habilidad!
Pocos instantes después apareció Zeus detrás suyo para intentar darle un golpe con el puño cerrado como un gancho lateral, pero… Ng Mui tuvo razón. Ni siquiera tuvo que terminar su frase para darse cuenta del ataque; dió un giro y movió sus caderas para esquivar el ataque.
Una apertura que aprovechó para dar otro contraataque.
Qǐzhòngjī: Lì zhuǎ bàofēngxuě
[ Grulla: Ventisca de garras ]
Tras un giro de 180° puso ambas manos en el suelo para darse soporte a si misma y, girando su cadera por completo dió un nuevo golpe; una patada que diera en Zeus que acababa de pasar tratando de dar su golpe.
El ataque dió en la espalda de Zeus y lo mandó casi a caer en el suelo de cara; una buena oportunidad para que Ng Mui pudiera lanzar otra técnica para dañar severamente a Zeus…
Pero no lo hizo; se contuvo por un instante. Instante más que suficiente para que Zeus recuperase el equilibrio y reanudara su estrategia de movimientos laterales para desaparecer de su alcance; en las gradas Mui Hin se mostró molesto por lo que ocurrió.
– Ya lo tenía en sus manos… ¡Pudo usar su técnica Dragón para destruirlo de una vez!
– No. No es tan sencillo… – de nuevo Chi Shin explicó la situación – De hecho, tal vez no habría resultado bien para ella: se puede ver que los efectos de Serpiente sobre ella todavía no pasan.
– Por desgracia, nuestra querida Ng Mui no tiene la pelea en su mano por completo. – comentó Pak Mei con tristeza – Mientras siga recibiendo desgaste por sus propias técnicas, no podrá mantener el ritmo.
Mui Hin se exasperó un tanto, aunque también estaba preocupado.
– ¡Vamos Ng Mui! ¡No te dejes vencer por ese horrible anciano!
Yim Wing-chun y Fung To-tak solo asintieron por lo bajo; no estaban del todo de acuerdo con el lenguaje de Mui Hin, pero el sentimiento era el mismo.
[ Nota de autor:
1) Yim Wing-chun
2) Fung To-tak
3) Mui Hin
4) Chi Shin
5) Pak Mei ]
Ng Mui esquivaba todos los ataques que le llegaban de parte de Zeus, para su fortuna, eran constantes golpes de puño cerrado basados en velocidad y fuerza únicamente, además que las altas velocidades de Zeus ya habían sido reducidas gracias a las heridas que tenía.
Una lluvia aleatoria de golpes sin plan estratégico; el campo que Ng Mui dominaba.
« ¡Esto será fácil! »
Zeus se aproximó desde su espalda para darle un gancho; la humana tuvo tiempo de girar, esquivar el golpe, y entrar en el espacio personal de Zeus. Aunque solo hubieron pasado pocos segundos de su anterior encuentro de frente, ya tenía fuerzas suficientes para soportar sus siguientes técnicas.
Shé: Mǎngshé shōusuō
[ Serpiente: Constricción de anaconda ]
La armadura y los dedos de Ng Mui formaron una garra con que golpeó el brazo de Zeus, con más fuerza que los ataques de anulación anteriores; de inmediato sus músculos se tensaron en gran manera, para provocarle al dios un calambre que casi le hizo soltar lágrimas.
– ¡Ay! ¡Eso duele!
Aunque en pocos momentos le esperaban las mismas consecuencias, Ng Mui sonrió. Tenía una nueva apertura.
– Te tengo~
Entonces la humana irguió su segundo brazo, el cual su armadura tomó forma especial para ejecutar una nueva técnica ofensiva del estilo Dragón. Pero… Zeus también ya estaba preparado.
Esa fue la razón por la que Zeus había decidido acortar distancia con Ng Mui.
Theïkó Tsekoúri
[ Hacha Divina ]
Su pierna se levantó y, al tiempo que sufría de su calambre en el brazo, ejerció la suficiente fuerza para que su técnica fuera efectiva hacia el costado abdominal de la humana intentando de nuevo atinar un ataque como el primero; pero ella fue capaz de ver lo que estaba por recibir.
Si lanzaba su ofensiva, sin duda recibiría el ataque de Zeus. Tal vez… podría tener después otra oportunidad de atacar.
Qǐzhòngjī: Fēixíng de qǐ zhòng tuǐ
[ Grulla: Patas de elevación de vuelo ]
Levantó una de sus piernas además de impulsar el brazo con que atacaría para usarlo de escudo; recibió de lleno el ataque pero, ya estando preparada para este, solo fue un rasguño superficial en su armadura además de ser empujada varios metros lejos del dios.
Entre las antecamaras, Hathor se mostró furiosa por el resultado del choque entre ambos rivales.
– ¡Estúpida humana! ¡Zeus-sama estuvo tan cerca…!
– No lo creo… – le respondió Anubis, viendo el combate desde otra perspectiva – De hecho… Creo que Zeus-sama permitió esa defensa a… propósito.
Una vez que tuvieron distancia, Ng Mui posicionó ambos pies en el suelo y levantó los brazos para de nuevo lanzar su ataque; sin embargo, pocos segundos después, la sinestesia hizo efecto: su brazo derecho se paralizó y un gran dolor fue ocasionado, que le hizo llevarse una mano a su extremidad y bajar la guardia. Zeus sonrió al ver que había funcionado.
– Te tengo…
En Gimlé, las valkirias se enfadaron al darse cuenta de la estrategia de Zeus. Jack fue quien hizo la observación objetiva.
– Usando su propia sinestesia como ventaja; aunque él está siendo dañado, cada vez que sufre de anulación de qi ella eventualmente sufrirá. Una estrategia brillante…
– ¡Sucia querrás decir! – Hlökk apretó los dientes muy furiosa – ¡Maldito anciano decrépito, pervertido, bueno para nada, idiota…!
– Ma'am, ese lenguaje no es apropiado en usted…
Geir también se frustró cuando se dió cuenta de lo que estaba haciendo Zeus, así como la estrategia que tomó 1000 años atrás contra Adán; en la arena de combate, el dios griego preparó el puño izquierdo que todavía tenía fuerzas.
– Cómo pensaba, bombón, para pelear necesitas ambas manos… En cambio, yo no.
Zeus inhaló profundamente y cerró su puño hasta crujir sus articulaciones, provocando de nuevo un aura azul marino sobre este; Atenea sonrió ampliamente y sus ojos brillaron ante lo que sucedería.
– ¡Allí viene de nuevo!
– Al parecer, lo único que puede usar contra ella que tenga efecto… – comentó Hermes con sorpresa – La única carta que puede contra las barajas de la mejor artista marcial de la humanidad…
» El poder de los Titanes.
Zeus decidió seguir saltando de lado a lado con su técnica anterior, que con su puño azul pudo complementar para lanzar un ataque directo muy poderoso:
Okeanós: Treis chiliádes Okeanídes
[ Océano: Tres mil Oceánides ]
Así como la cúpula de ataques finales de Poseidón, Zeus comenzó a moverse a gran velocidad para crear un círculo alrededor de Ng Mui; cada nueva posición que tomaba, lanzaba un golpe con su puño que avanzaba en línea recta hacia Ng Mui. Tanto por los costados, cómo por arriba de su cabeza por todos lados.
En pocos momentos se formó una cúpula de puños azules que llenó la arena de pelea, como un tifón marino, que incluso desvió toda la lluvia sobre el campo.
– ¡Zeus-sama ha creado un tifón de golpes consecutivos que ha arrebatado todo el esfuerzo de Ng Mui! ¡La mayor artista marcial ha quedado acorralada por completo!
– Pensar que hasta ahora ha usado esas técnicas que ganó tras vencer a la mayoría en la Titanomaquia y la Gigantomaquia… – comentó Ares algo sudoroso – Es impresionante, y aterrador…
– Todas esas eran técnicas que Adán fácilmente pudo haber copiado… – respondió Hermes de inmediato – Fue sensato en dejar de atacar a lo bruto cuando Adán le torció el cuello.
– Pero, ahora es muy diferente… – Hades sonrió por lo bajo – Ng Mui no puede hacer nada contra eso.
Los golpes de Zeus avanzaron desde todas las posiciones que tomaba con su técnica especial hacia el centro, que era Ng Mui; tales eran muy lentos comparados con los primeros, tanto que podría esquivarlos sin sudar, pero… El problema no era ese.
Cada golpe era muy poderoso; cada que golpeaban el suelo que rodeaba a la humana, era como una pequeña bomba que pulverizaba todo lo que se le ponía en su camino: rocas, aire, suelo… incluso Ng Mui.
Recibir aquello desde todas direcciones era muy problemático, más todavía porque solo podía usar un brazo mientras en el segundo terminaba el efecto de sinestesia; haciendo uso de esa extremidad intentó realizar su defensa y ataque que podía hacer sin tener efectos secundarios:
Qǐzhòngjī & Lǎohǔ: Xiōng zuǐ shízì zhuǎjiān
[ Grulla y Tigre: Pico feroz y punta de garra en cruz ]
Su técnica fue bien ejecutada, y planeada para lograr desviar el ataque de Zeus que estaba más próximo.
Pero no fue suficiente.
En cuanto su mano tocó el poderoso puño de Zeus, ni siquiera fue capaz de desviarlo en lo mínimo; su golpe avanzó hasta destruir el suelo y por poco, de no ser que lo quitó a tiempo, el propio brazo de Ng Mui.
Una situación que se repitió con todos los golpes de Zeus; cada uno era una fuerza abismal, como un gigantesco tsunami que se repetía y destruía todo. Ng Mui la tenía muy difícil: escombros se levantaban bloqueando su camino e hiriendo su cuerpo, rasgando su armadura, y agotando su cuerpo además de lidiar con su brazo anulado.
Por primera vez, Ng Mui estaba frente a una habilidad que no podía enfrentar… sin hacer un sacrificio.
« ¡Tendré que arriesgar todo todavía más…! ¡No perderé contra ti… Zeus! »
Tuvo que levantar su brazo sin fuerzas aunque le doliera; solo entonces podría hacer su técnica siguiente. Clavó una de sus piernas al suelo e irguió los brazos alos costados para agitarse de manera giratoria, de lado a lado.
Como si fuera un disco.
Entre la cúpula de golpes de Zeus se podía ver la técnica de la humana; Mui Hin no pudo evitar sonreír al verlo.
– ¡Allí viene~!
Por el contrario, Yim Wing-chun y Fung To-tak se mostraron bastante preocupados por lo que estaba por hacer Ng Mui.
– ¡Hermana, no lo hagas!
– ¡Todavía no estás lista!
¿El ruido del combate habrá ahogado sus palabras? ¿O Ng Mui fue consciente de la preocupación que mostraron sus compañeros? No importaba. Si no hacía nada sería devorada por Zeus, algo que nunca se permitiría.
Su pierna quedó inmersa en el aire y extendió el empeine, al tiempo que su armadura se concentró allí para formar una cuchilla y darle mayor peso; aquello aumentaría progresivamente el daño. Los dedos de sus manos se fijaron fuertemente en el suelo, y su giro se volvió más agresivo todavía.
Lóng: Xiān jiāo wǔ
[ Dragón: Danza celestial de inundación ]
Para responder a los golpes consecutivos de Zeus, la pierna de Ng Mui se volvió un arma capaz de golpear y repeler los ataques del griego; concentrando su qi de todo su cuerpo a sus piernas, la humana pudo derribar la técnica especial del dios. Cada vez que el puño de Zeus era desviado o golpeado con la técnica de la humana, sus nudillos y dedos recibían daño.
La humana apresuró su velocidad todavía para conseguir hacerle más daño a Zeus; de la misma manera, el dios aumentó como pudo la fuerza y velocidad con su único brazo, teniendo un choque de técnicas igualado.
Después de un momento la iniciativa del dios fue lo que cambió la balanza; dejó sus golpes consecutivos para elevarse por los aires, y caer junto con la lluvia en un golpe directo descendente. Ella también reaccionó a tiempo suficiente: dejó de girar para erguirse por completo con sus piernas, y levantó la vista mientras preparaba sus brazos. La armadura se concentró en estos y ella misma los levantó en un puño con las palmas entrecruzadas para responder.
Un nuevo choque de golpes del cual uno saldría vencedor.
Iapetós: Stýlos tis Dýsis tis anthropótitas
[ Jápeto: Pilar del Occidente de la humanidad ]
Lóng: Shǐ huáng shé dùn
[ Dragón: Escudo serpiente del primer Emperador ]
Ambos ataques colisionaron entre si, liberando una onda de choque que azotó todo el estadio desde sus cimientos; de inmediato los espectadores quedaron sorprendidos, y procedieron a apoyar cada quien a su peleador para que tomase la delantera.
– ¡Vamos, Ng Mui! – Sigrune, en Gimlé junto a las valkirias, levantó la voz como si pudiera escucharla – ¡No te dejes vencer!
– ¡Acaba con ese maldito anciano! – le acompañó Hrist 'la que ruge'.
– ¡Tú puedes! – Geir se dejó llevar también – ¡Cumple el objetivo de mi hermana y… mátalo!
Los humanos en las gradas; los maestros budistas y de artes marciales, además de sus amigos; y los dioses que miraban; los líderes de panteones, Ares y Atenea, y los demás participantes del torneo. Todos se unieron para exclamar por sus peleadores.
Su choque de golpes se extendió más de lo debido;en ese tiempo pudo percibir Ng Mui que su armadura estaba comenzando a ceder poco a poco. Lo mismo de hace unos momentos; la técnica de Zeus era muy superior a la suya, y tarde que temprano ella perdería ese duelo.
Una verdad que se negaba rotundamente a aceptar.
« No… ¡No puede ser! ¡Yo… lo he sacrificado todo! ¡Este asesino no puede ser más poderoso que yo! ¡No… no lo dejaré! ¡No dejaré que tu sacrificio sea en vano… papá! »
Sus ojos tomaron forma de estrella al tiempo que los dedos de sus manos comenzaron a separarse; la Conciencia de Guerra de Atenea le dió a conocer los siguientes movimientos, que le hicieron sonreír de oreja a oreja.
– ¡Qué lindo! ¡Una lucha de estrellas!
Zeus también se percató de los ojos de Ng Mui, cosa que indicaba que en pocos instantes el transcurso del combate de volvería en su contra.
Él tampoco podía permitirlo; bajó su cuerpo para impactar sus piernas en el suelo mientras mantenía su choque con la humana, y su pierna se elevó para ejecutar otra patada. Pero… esta vez fue diferente.
Su pierna emitió un brillo estelar bastante llamativo y luminoso, que llenó el campo de batalla consiguiendo cegar a todos e incluso a Ng Mui que solo pudo cerrar los ojos. El momento ideal para ejecutar su último ataque que podría cambiar las cosas a su favor.
Yperíon: Stýlos tis Anatolís tou Íliou
[ Hiperión: Pilar del Oriente del Sol ]
Una nueva patada se aproximó a Ng Mui desde su punto ciego mientras ella se enfrentaba al puño descendente; ella pudo deducirlo gracias al resplandor cegador, pero estaba en una posición que la comprometía demasiado…
Solo había una opción; separó sus manos y una de ellas la dirigió al suelo para sujetar la pierna de Zeus, en un intento de detener ese segundo ataque. Táctica que parecía buena idea al principio pero, ahora enfrentándose a 2 ataques tan poderosos al mismo tiempo, ya no lo era; no había tiempo suficiente para anular alguno de los 2.
« Parece que… no tengo opción… »
Ng Mui tuvo que actuar en sacrificio:
Soltó el puño descendente de Zeus y movió su cuerpo tratando de esquivarlo; dejó pasar la técnica del dios, que golpeó sobre su hombro destrozando la armadura y abriendo una sangrienta herida en ese lado, además de casi tirarla al suelo y una onda de choque abrió otro agujero en el suelo.
Con el puño liberado se enfocó en la patada resplandeciente; su poder iba en aumento al igual que el calor, cómo si estuviera sosteniendo al sol mismo. Tampoco podría anularla, pero podía enfrentarla con la misma técnica que estaba realizando.
Lóng: Shǐ huáng shé dùn
[ Dragón: Escudo serpiente del primer Emperador ]
Pocos instantes después ambos cedieron; la pierna de Zeus, desde el empeine hasta la rodilla, obtuvo un corte severo y sangriento que manchó el campo de batalla. Por su parte, Ng Mui levantó su rodilla para complementar la defensa, pero de igual manera recibió el poder titánico del dios, agrietando toda su armadura y mandándola por los aires.
Ella cayó y rodó de espaldas mientras que Zeus cayó de rodillas para recuperar fuerzas y sostener su pierna que se desangraba.
– ¡De nuevo ambos sueltan sus mejores ataques, y ambos se han visto afectados!
– ¡Muy bien! – Ares sonrió con felicidad – ¡Padre ha conseguido superarla!
Hades sonrió con orgullo de lado.
– Les dije que mi hermano lo lograría.
– Interesante decisión de papi… – Atenea copió la postura de Hades: las piernas cruzadas y ambas manos en las rodillas – Un par de ataques al mismo tiempo, que la forzaron a atacar sin darle tiempo de usar la anulación. Por desgracia, significó recibir daño serio en su pierna.
– En definitiva, yo no hubiera apostado algo así. – se excusó Hermes al instante.
Atenea lo pensó un par de veces.
– Yo tal vez si, o tal vez no… ¡En cuanto Ng Mui gane, la desafiaré a un duelo!
– Tu padre va a ganar. Deja de pensar eso.
El dios arrancó otro pedazo de la falda para cerrar la herida de su pierna en un torniquete; así se levantó por completo y movió un tanto su cuerpo para relajarlo. Por su parte, Ng Mui se levantó haciendo usó de sus manos y jadeando mientras escupía sangre.
La humana también estaba bastante malherida: su hombro derecho estaba en muy mal estado y sin armadura, con un corte que casi le llegaba al cuello, y la armadura de su pierna izquierda que usó como defensa fragmentada, sin mencionar el agotamiento de sus propias técnicas.
Una situación que le ponía muy de mal humor.
– Maldición… No puedo… superarlo…
Los maestros de shaolin se preocuparon bastante; ante la tensión deprimente entre los espectadores, su alumna Yim Wing-chun no dudó en darle su apoyo.
– ¡Hermana, por favor no pierdas! ¡Esas tontas heridas no pueden hacerte daño! ¡Haz picadillo con ese tonto anciano!
– … ¡Tiene razón! – Mui Hin le apoyó de inmediato – ¡Tu puedes hacerlo, Ng Mui!
Los humanos le apoyaron en ese momento; ella solo escuchó detrás de sí voces de los espectadores, ¿Apoyo? ¿Abucheo? No eran cuestiones o dudas que de verdad le importaran; desde que entró a pelear solo tenía un objetivo que iba a cumplir.
De nuevo se puso de pie y levantó los puños, a pesar del dolor en su hombro; Zeus se sorprendió de su nueva determinación.
– ¿Seguiremos de nuevo tan pronto bombón? ¿No deberías tomar un descanso?
– Descansaré todo lo que quiera cuando… cuando acabe contigo…
– En ese caso… ¡Déjame descansar a mi, bomboncito! En un momento… vamos por el round dos…
– … Levanta tus puños.
– ¡Por favor! No seas pesada, bomboncito… ¡Con todo lo que has hecho, ya deberías estar orgullosa de ti!
– C-Cállate… Y levanta los puños…
– Con esa actitud, dejaras de ser un bombón… ¡Serás un pastelito!
– ¡Solo sigue peleando… maldito viejo…!
Dioses y humanos se sorprendieron del grito tan atrevido y directo de la humana; todos conocían muy bien la fama de Zeus, ya fuera en persona o por los mitos, de su ira cuando inhumano o dios le faltaba al respeto, cosa que comprobaron cuando Adán le llamó "anciano". Todos voltearon al campo de batalla esperando la reacción de Zeus ante tales palabras…
Pero la respuesta que obtuvieron fue diferente; todo lo contrario.
Zeus le miró sorprendido para después estallar en una carcajada divertida, que dejó a todos con los ojos abiertos de incredulidad. Incluso Ng Mui cambió su expresión por la respuesta del dios.
– De… ¿De qué te ríes?
– ¡Perdón! Es que… tu actitud… ¡Es tan horrible! ¡Malhumorada, pesada, de malas… Creo que podrías gustarme, bombón!
El motivo de la sorpresa en los espectadores cambió, y ahora todos ellos estaban con los ojos como platos y estupefactos. En especial los espectadores en Gimlé; Sigrune fue la primera en reaccionar.
– … ¿¡Qué!?
– ¿¡Qué está haciendo ese anciano!? – Hrist 'la que ruge' frunció su rostro en enojo – ¡¿Cómo se le ocurre decir eso…!? ¡Ni crea que le funcionará como a Sobek! Al menos ese lagarto tenía algo bueno que ofrecer.
– … ¿Qué? – Sasaki le volteó a ver.
– ¡Maldito viejo! – Hlökk apretó los puños en furia total – ¡Ni crea que podrá tomar la ventaja con eso!
– No…
Pero, el único que no opinó lo mismo fue Jack: al parecer las pantallas no le dejaban ver por completo lo que pasaba, por lo que fue corriendo a la salida, seguido de Hlökk.
– ¡Hey, ¿A dónde vas, chico?!
La cara de Geir estaba roja de la vergüenza de escuchar a Zeus hablar así, pero su confianza en la humana no cambió. Hecho confirmado con la respuesta que dió la artista marcial; de tener un rostro enojado y concentrado, cambió a…
– … ¿En serio? ¿Es todo lo que dirás?
Fastidio.
– ¿Qué esperabas obtener con eso…?
– Nada, nada… – Zeus suspiró con cierta decepción, llevándose una mano al cuello – Perdón. Es solo que… me recordaste a Poseidón y Apolo. Ellos eran tan malhumorados y nunca me hacían caso… Te hubieras llevado bien con ellos…
Entonces ocurrió algo más que provocó la sorpresa en Ng Mui, pues fue una situación que su mente nunca hubiera podido concebir. El rostro de Zeus cayó en semblante, sonriendo de lado, y por primera vez sus palabras no fueron de diversión o seriedad.
Eran palabras de melancolía… provenientes de un hombre dolido.
– Ella también era como tú… Pero, a ella le caía bien…
Antes que alguien pudiera reaccionar a esas palabras, Zeus tomó una nueva iniciativa.
En un instante apareció enfrente de Ng Mui, con el puño apretado listo para dar un golpe directo.
– ¡Mejor que nuestros puños hablen!
Con un único puño lanzó un golpe directo que despertó la defensa de Ng Mui, quien interpuso sus codos para usarlos como escudo. Una vez que hubo lanzado tal primer ataque, con su segunda mano se decidió por otra técnica especial de Titán, que provocó un brillo oscuro en su mano.
Koĩos: Nychteriná astéria drákou
[ Ceo: Estrellas del dragón nocturno ]
Una gran cantidad de golpes oscuros bombardearon a Ng Mui por todos lados desde el frente; tan veloces que apenas pudo responder con su defensa.
Qǐzhòngjī: Chéng qún qiānxǐ
[ Grulla: Migración de parvada ]
Pero, a diferencia de sus anteriores golpes torrenciales e infinitos, esa técnica era diferente: la velocidad había aumentado mil, o incluso 10 mil veces más todavía, que ni siquiera era capaz de ver la sombra cuando ya estaba recibiendo millares y millares que herían su cuerpo.
Cortes en la armadura, su pies era rebanada, agujeros en los guantes divinos, en las mallas, e incluso… dentro de sí. La velocidad era tan fugaz y la cantidad de golpes tan infinito que incluso sintió varios ataques atravesar su cuerpo, sin que ella siquiera se diera cuenta.
Como una lluvia de estrellas; antes que su cuerpo comenzaba a reaccionar a las heridas que estaba recibiendo, debía atacar para deshacerse del dios.
Lóng: Suì zhǐ jī yǔmáo wěibā
[ Dragón: Cola emplumada trituradora ]
Su pierna recorrió desde el suelo hasta los aires, generando en el campo de batalla un gran daño que fue visto por los espectadores: una línea recta que atravesó el campo de batalla y cortó todo lo que estaba en su camino.
Un golpe dirigido a Zeus… quien no estaba allí.
Ng Mui se dió cuenta de ello hasta que terminó su técnica, llevándose esa sorpresa mientras tenía la pierna levantada a su lado.
– … ¿Qué?
– Atrás tuyo, bombón.
Ahora Zeus estaba en las espaldas de Ng Mui.
Ng Mui se giró para actuar, pero fue recibida de inmediato por esa misma lluvia de golpes estelares que destruyeron su armadura y cuerpo; solo tuvo tiempo de levantar sus brazos en defensa y tratar de desviarlos.
La situación se repitió poco después cuando sintió que el ritmo de ataque de Zeus disminuyó, por lo que levantó la guardia y se preparó para atacar otra vez; pero por segunda ocasión el dios no estaba allí sino que apareció repentinamente a su costado a unos metros de ella para volver a lanzar otra ráfaga de ataques.
Estrategia que repitió sucesivamente.
– ¡Ng Mui ha sido encerrada en los nuevos ataques de Zeus-sama! ¡Por primera vez, el Padre de los Dioses ha podido acorralar de manera exitosa a su rival!
Ares tragó saliva un poco molesto.
– Lo dice por Adán… Si hubiera usado esas técnicas contra él las hubiera copiado.
– No importa cuánta habilidad y estrategia tenga esa humana… – respondió Hades – No será capaz de superar todo eso.
– A menos que… ¡Aparezca un as! – Atenea se levantó sobre el sillón para demostrar su emoción – ¡Un as bajo la manga de Ng Mui que dará la vuelta!
– ¿De verdad crees que tiene algo más qué mostrar? – Hermes bufó sorprendido – Si de verdad lo tuviera, ahora sería buen momento para usarlo… Ahora que está siendo superada.
En su habitación personal, Afrodita tenía una sonrisa de oreja a oreja que al mismo tiempo flaqueaba cada tanto.
– Hace mucho tiempo que Zeus no peleaba con esa desesperación… Así como con ese niño. – Su mano se elevó de su rodilla para tomar una uva de una copa junto a ella – Lástima que ella no puede hacer nada ahora…
» Todo habrá terminado… Otra más con un final lamentable~
Los golpes de Zeus desaparecían y reaparecían por los alrededores de Ng Mui; sin importar cuánto se esforzara en desviarlos, eran muy veloces para su cuerpo ya herido y desgastado. Sin olvidar que cada descanso era solo un momento para que Zeus tomara nueva locación para atacar desde otro ángulo.
Otra vez, la mayor artista marcial era superada y derrotada… por una técnica.
Esa idea realmente fastidiaba a Ng Mui… Haciéndola enojar.
« No puedo… ¡No puedo perder aquí! ¡No lo permitiré! »
Sus manos tomaron el control automático para desviar como pudiera todos los ataques que le llegaban, al tiempo que sus ojos se cerraron y de nuevo entró a su estado de meditación…
Ahora todo corrió desde su punto de vista.
Habiendo cerrado los ojos y permitir que su mente comenzara a desalojar todos los pensamientos y emociones que tenía al momento, todo de lo que existía a su alrededor desapareció: las gradas, los espectadores, los escombros, Zeus y sus golpes, las heridas en su cuerpo…
Todo se fue, quedando ella inmersa en un espacio oscuro como si flotara en la nada. Ese era su estado de meditación que… le permitiría hallar la respuesta que quería.
– Ahora que estoy frente a este nuevo poder… ¿Cómo puedo vencer a Zeus?
Estando en ese estado de inmersión total, su cuerpo comenzó a adaptarse al vacío a su alrededor; la calma comenzó a fluir en ella, expulsando aquellos pensamientos, ideas, recuerdos y emociones que querían hacerle volver a la realidad.
– Vamos, vamos… Tú puedes.
Un nuevo intento de alcanzar su objetivo final: la iluminación.
En el anterior Ragnarok también pudo presenciar ese estado gracias a la undécima ronda, de Nostradamus contra Buda Gautama; aunque para su decepción la deidad que adoró resultó ser un adolescente rebelde, la realidad de la iluminación era innegable: la Octava Conciencia. Aquella habilidad le permitiría ver el alma de Zeus para lograr vencerlo, y sus debilidades humanas quedarían en el pasado.
Todo al alcance, y lo único que debía hacer era tomarlo. El momento perfecto para que su meditación lo consiguiera.
– Vamos… Ya casi… yo puedo hacerlo…
En medio de esa calmada oscuridad pudo percibir un rayo de luz que iluminaba su camino; como una rendija de luz que indicaba dónde se encontraba la puerta que debía cruzar.
Sintió su propio cuerpo, espíritu, mente y alma dirigirse a aquella luz en cuando la percibió; la calma en sus sentidos ya era completa, y ningún sentimiento se albergaba en su corazón.
¿Será posible…? Por fin lo lograría…
– Hoy… ¡Hoy puedo hacerlo--!
De repente, una mano le sujetó con fuerza la muñeca para detenerla. Su mirada se giró por mera inercia para ver de quién se trataba, llevándose una horrible sorpresa…
– Mi niña. Por favor perdóname.
Una imagen mental de su padre Lui Sei-leung.
Tan solo ver aquella imagen fue suficiente para destruir toda la inmersión oscura en donde estaba; su cuerpo y mente revivieron en carne propia el día de la destrucción del templo.
De nuevo su cuerpo percibió el calor sofocante, el humo oscuro, la carne de los niños masacrados por la bola de cañón, los soldados a punto de matarla; incluso su propio cuerpo se volvió el de aquella joven muchacha de 22 años.
Lui Sei-leung apretó la muñeca de Ng Mui para no dejarla ir, repitiendo las mismas palabras con arrepentimiento en sus labios:
– ¡Perdóname! ¡Vamos, tenemos que salir de aquí!
– … No… ¡No de nuevo!
Ng Mui arrebató su mano de Lui Sei-leung y se apartó de inmediato.
– ¡Aléjate de mi!
– ¡Hija, ¿A dónde vas?! ¡Ven con tu papá!
– ¡No te acerques… monstruo! ¡Te odio, te odio, te odio--!
De nueva cuenta, lo perdió todo.
De nueva cuenta, no pudo alcanzar la iluminación.
De repente aquel recuerdo que veía se desbarató por completo, y su mente fue arrebatada de ese estado mandándola de golpe a la realidad: sus ojos se abrieron, su cabeza se mareó, y volvió a la actualidad: su combate desesperado contra Zeus.
Al instante todo su cuerpo se paralizó por los mareos que le invadieron, con lo cual los golpes especiales de Zeus sin detenerse impactaron de lleno en el cuerpo de la humana. Se formaron aberturas en su armadura, sus brazos recibieron agujeros que le atravesaron, los guantes fueron dañados significativo, su cabello fue cortado en varios lados, y…
Varios golpes le atravesaron el abdomen de lleno; aunque crearon agujeros bastante pequeños, por medio de ellos escapó una gran cantidad de sangre además de la poca vitalidad que le quedaba; su boca vomitó gran cantidad de sangre.
Ante la sorpresa de estar siendo herida de esa manera, Ng Mui pudo hacer únicamente lo que sus mareos no pudieron impedirle; su mano se levantó en forma de garra y la arrojó de inmediato a Zeus en un desesperado ataque especial.
Shé: Yǐnxíng yǎnjìngshé dúyè
[ Serpiente: Veneno invisible de cobra ]
Su mano consiguió impactar sobre el brazo extendido que tenía Zeus para su técnica; su carne vibró y la fuerza de qi en aquella extremidad se apagó de inmediato, con lo que pudo destruir el ataque y ritmo ofensivo que estaba manteniendo el dios…
Pero… aunque había conseguido apagar la fuerza vital de Zeus… No fue en todo su cuerpo.
Los músculos de Zeus estaban muy marcados y con un color rojizo, no habitual incluso comparado con la sangre de sus heridas; mientras que brazo caía con su fuerza vital apagada, se dió a conocer el otro puño que tenía oculto a sus espaldas con el cual estaba preparando un golpe, y del que emanaba una estela de energía amarilla y blanca.
De inmediato, todos los espectadores en las gradas, dioses y humanos por igual, supieron de qué se trataba…
– No puede ser… ¡Ng Mui! – Geir chilló con miedo verdadero – ¡Sal de ahí, ahora!
– ¡No puede ser! ¡Es…! – el aliento se escapó por completo de Eva, haciéndola caer de rodillas al suelo.
– ¡Hija, no lo hagas! ¡No lo recibas…! – Adán exclamó con gran impotencia y apretando sus puños hasta sangrar.
– ¡Acaba con ella! ¡Hazla pedazos ahora Zeus! – Amaterasu se levantó de su asiento con la emoción y frenesí.
Todos los espectadores lo supieron… incluida Ng Mui.
La postura, su cuerpo, la energía y tensión… Ella también supo de qué se trataba, y en primera fila pudo contemplarlo:
Chrónos: Grothiá pou Xepérase ton Chróno
[ Cronos: El puño que superó el tiempo ]
Fecha de publicación: 20/04/23
ASFD
Nota de autor: ¡Muy buenas gente! Espero que les haya gustado este capítulo y en especial el final… ¡Porque será único capítulo en esta ocasión! ¡Muajajajajaja…!
Bueno, tal vez no sea único capítulo. Si este anuncio desaparece entonces lo será.
Uno de los primeros capítulos que ya tenía muchas ansias por escribir; de hecho, esta es la primera pelea que más ganas he tenido de escribir, y por fin estoy llegando a los momentos que más he esperado publicar… ¡Qué emoción! ¡Esto está saliendo mucho mejor de lo que esperaba!
Sin más que decir… ¡Los leo en el siguiente capítulo!
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