Capítulo 40: "Traidores malos"

– Mmmm…

– Sabes a dónde vamos, ¿No?

– ¿Mmmm?

– Debemos ir con el traidor, niña.

– ¡Mmmhm!

– ¡Dinos a dónde ir, pequeña--!

– ¡Ya cállese, Dios egipcio!

El grito de la valkiria tomó por sorpresa a Khonsu, aunque le hizo caso. Mientras tanto la valkiria puso de nuevo la mano bajo su barbilla para pensar, además de cerrar los ojos con fuerza.

– Veamos… El traidor de los Cielos… ¿Dónde, dónde? ¿Quién, quién?

El Dios halcón egipcio la miró estupefacto.

« No puedo creerlo. La venganza de mi hermano… ¿¡Depende de esta niña!? »

Líf terminó por golpear su puño derecho con la mano izquierda.

– Si. Esa es la respuesta.

Los 6 Dioses presentes le voltearon a ver con curiosidad.

– ¿La respuesta? ¿Cuál es?

– No tengo nada.

– … ¿¡Qué!? – Las emociones del sexteto se volvieron confusión y repentino enojo – ¿¡Qué dices!? ¿¡Hemos estado dando vueltas sin sentido!?

Pero antes que el pánico y enojo los dominara, Líf levantó un dedo para llamar la atención.

– Lo que quiero de decir, Dios egipcio y Dioses de la fortuna, es que estamos trabajando con nada. No hay nada.

» Nuestro objetivo es grande y noble; castigar al traidor y purgar los Cielos para que haya paz en este segundo Ragnarok, más aún habiendo ya sabido lo que acaba de pasar en la tercera ronda…

Líf por fuera se mostraba serena, pero por dentro explotaba de rabia.

« ¡Si tan solo no me hubiera dejado llevar por mis fantasías, habría disfrutado de esa pelea de Egipto: el poder de 2 mujeres traicionando a sus bandos y ver en vivo la destrucción de los Campos Elíseos! ¡Demonioooooos! »

– Pero no tenemos nada claro. Nuestro objetivo es muy extenso, tal que podríamos estar detrás de una red mafiosa divina. Aún así no tenemos siquiera un nombre para empezar…

» Si vamos a seguir con esta encomienda, debemos hacer una lista de nuestras futuras presas. Ir por los primeros peces, para dejar sin suministro a los tiburones y terminar con las ballenas.

Benzaiten asintió con duda.

« Creo que así no es la cadena alimenticia. »

– Díganme ustedes, Dioses de la fortuna y Dios egipcio… ¿Con quiénes comenzaremos para ir tras los grandes?

El silencio reinó entre ellos por largo rato, mientras Líf cruzó ambos brazos.

« ¡Bien! Justo como una vez me dijo Mist nee-sama… Antes de ir por las grandes cosas, hay que terminar las pequeñas tareas. Aunqu, no creo que se hubiera referido a esto…

» ¡No importa! También puede ganar tiempo para seguir jugando y hacer un plan para salir de aquí en caso de emergencia. »

Khonsu se enfadó bastante y acercó a la valkiria sobre el Dios de la fortuna Daikokuten.

– ¿No se supone que sabías a dónde iríamos?

– ¡Ah! – Líf salió de sus pensamientos y empezó a ponerse nerviosa – O sea… Somos un equipo. No puedo hacer todo el trabajo yo solita… ¡Tan solo soy una niña!

– No pensabas lo mismo cuando comenzaste esto.

– N-No es eso… Es solo que… y-yo…

Líf giró la cabeza de lado a lado, sintiéndose muy asustada; justo cuando Khonsu estaba cerca de la valkiria, el Dios Daikokuten extendió su mano para detenerle.

– Está bajo la tutela de los Dioses de la fortuna. Por el momento no puedes hacer nada.

Khonsu bufó molesto, mientras que Líf de alivio.

« ¡De la que me salvé! Un poco más y hubiera… Espera… » la niña pensó de más en las últimas palabras del Dios « Daikokuten dijo… ¿¡"Por el momento"!? ¿¡Entonces van a hacerme daño pero aún no!? ¿¡A-Acaso saben quién soy!? »

– Muy bien, niña… – Jurojin se acercó amenazante a la valkiria – Dinos la lista, ¿Con quién comenzamos?

Líf comenzó a sudar frío con tal grupo de Dioses frente a ella; una pequeña lágrima comenzó a asomarse por su ojo.

« Estoy muerta… Este es mi final… Espero haber tenido una buena vida…

» ¡Espera un segundo! La onee-sama de mi onee-sama, Brunhilde, pudo desafiar a todos los Dioses del Cielo… ¡Ella sola!

» ¡Si ella pudo, yo también puedo! Solo tengo que lidiar con 6 Dioses. Comparado con ella, ¡Esto no es nada! »

Con mucho cuidado, la valkiria saltó del hombro de Daikokuten al suelo sobre las losas y mármol del pasillo. Volteó varias veces a sus costados, encontrando un pequeño jardín con tierra a nivel del suelo, y sin dudarlo corrió allí.

– ¿Qué haces? – preguntó Khonsu muy confundido.

– ¡Encontrar dónde escribir!

Se agachó sobre el montículo de tierra, y con los dedos comenzó a escribir; los 6 Dioses se acercaron y vieron el título que había puesto: "Traidores malos"

– Empecemos… – Líf puso el primer nombre sin dudar – "Gautama Buddha".

– ¿No habías dicho que era muy obvio? – le preguntó Fukurokuju.

– Lo es, y por eso encabeza nuestra lista. ¡Le daremos cacería! – Debajo del nombre del iluminado, Líf procedió acercaron escribir su siguiente candidata – "Nut". La Diosa de Egipto.

– ¡Pero ella es mucho para nosotros! – exclamó Benzaiten de inmediato – Ya lo habíamos dicho en la enfermería.

– De todas formas, ustedes quieren darle un castigo divino por la tercera ronda. ¡Hay que tenerla en cuenta para contar recursos!

– ¡Esos nombres no son nuevos para nosotros, niña! – exclamó Jurojin muy serio – ¿¡Nos estás tomando el pelo!?

– ¡Por supuesto que no! ¡Es solo que--!

Justo en ese momento, la mente de Líf recordó la conversación que había tenido con cierto Dios griego hace un rato. Con eso movió su dedo para anotar el tercer nombre en la lista; los 6 Dioses se asomaron para verificarlo, y de inmediato todos se asustaron en gran sorpresa.

– ¿¡Qué!? ¿¡Dices que… Atenea podría ser una traidora!?

– Conozco cosas de ella – sonrió con seguridad la valkiria – Sé que ha tenido relación estrecha con la humanidad; y por una fuente confiable, en este Ragnarok apoyó a los primeros 2 Einherjers.

– No puede ser… – Khonsu se llevó una mano a la cabeza – No puede ser, ¡Ella es… la hija de Zeus!

– ¡Exacto! – concordaron los demás – Ella no puede ser una traidora.

Líf negó con la cabeza, apuntando con el dedo sucio a los 6 presentes.

– Las mentes de todos ustedes son muy pequeñas… ¡Este Ragnarok ya no es tema de supervivencia, sino de ego! ¡Todo es válido!

Los Dioses le miraron con gran sorpresa; Líf sonrió con mucha seguridad para calmarlos, como si tuviera un plan entre manos.

– No se preocupen, hermanos Dioses. Tengo ojos en ella; si hace una jugada que confirme nuestras sospechas, lo sabré de inmediato.

Toso se miraron unos a otros muy confundidos; aunque fuera una teoría demasiado descabllada… de algún modo sonaba creíble. Mientras ellos tenian su discusion mental, Líf anotó un cuarto nombre en la lista.

– Vamos a incluir "Seguidores de Buddha".

– ¿Eh? – Khonsu se confundió – ¿Por qué?

– ¿No es obvio? Escuché muchas cosas de Buddha: no sólo que por lagunas legales aún no ha sido expulsado del Consejo del Valhalla, sino que ha sido excluido de las decisiones importantes. Pero también un dato interesante…

» Después de haber aceptado la derrota frente al profeta del siglo Michel Nostradamus, siendo el primer Dios en perder sin morir, adquirió una larga lista de fans que se hicieron seguidores de la iluminación.

» Acaso sus cabezas no han concebido que… ¿Tal vez uno de sus seguidores esta dentro del círculo de Dioses más importantes del Valhalla, trastornando o filtrando información relevante?

Las mentes de los Dioses de la fortuna, en perfecta sincronización, tuvieron la misma conclusión sorpresiva.

« ¿¡Cómo nunca se nos ocurrió esto!? »

– En ese caso, hay un nombre especial que dar…

Khonsu se acercó y agachó junto a la semidiosa para escribir, con una línea para conectar el apartado de "Seguidores de Buddha", otro nombre para la lista. Al leerlo, la pequeña se sorprendió bastante.

– ¿"Chang E"?

– Si. La Diosa china de la luna; gracias a Hathor, sé que ella fue tal vez la primera aprendiz de Buddha tras el Ragnarok. Además que por un tiempo… tuvo una vida humana; no me sorprendería si es una traidora.

Líf se sorprendió de tal conclusión; uniendo cabos en su mente, asintió con ferocidad.

– Así que su nombre en la lista del segundo Ragnarok es solo una fachada para ocultar sus intenciones… ¡Me gusta tu forma de pensar, Dios egipcio!

– ¡Yo tengo otro nombre! – Benzaiten se acercó para escribir debajo de la hija de Zeus – "Dziva". La Diosa africana de la curación.

– ¿¡Eh!? ¿¡Otra peleadora del Ragnarok!?

– Ella está "bajo el mando" de la Trinidad egipcia, mis líderes – explicó Khonsu – Fue obligada a entrar por sus dotes herbolarios sorprendentes; pero también está a favor de la humanidad.

Líf miró a todos con decepción.

– … ¿¡Quién escogió a sus representantes del segundo Ragnarok!? ¡Ya llevamos 4 de la lista que pueden traicionarlos!

– Y tal vez un quinto… – susurró para si mismo Fukurokuju, recordando cierto nombre que no quería poner en la lista.

De hacerlo, Líf podría estar en peligro por tal presencia… ¿Problemática? No, más bien, una existencia diabólica.

Mientras tanto, siguieron llenando la lista con todos los posibles candidatos:

Debido a la traición de Nut fueron fichados también los Primigenios, pero fuera de la lista principal por si las dudas. Siguieron extendiendo los nombres de los seguidores de Buddha, con varios Dioses y semidioses de varios panteones que lo podían hacer objetivos, e incluso incluyeron a Hermes junto a Atenea, por su relación de urbanos y su papel como mensajero.

Varios minutos después la lista estaba tan llena que casi no se distinguían las separaciones; con tremenda cantidad de posibles traidores, Líf llegó a una conclusión.

– ¡Hay que acabar con todos los budistas!

– ¿Eh? – los Dioses de la fortuna le miraron – ¿Por qué exactamente?

– En primer lugar, casi todos allí son budistas. En segundo; nombres importantes se han vuelto budistas, y en tercero… ¡Son budistas!

Líf apuntó la lista con su mano extendida.

– No podemos ir tras Chang E y Dziva; después de todo, son peleadoras del Ragnarok, e ir tras ellas podría ser malinterpretado por los líderes de panteones. Atenea es la favorita de Zeus, así que será intocable, y si está con Hermes a él tampoco podremos llegar. Los Primigenios son muy poderosos, física y tal vez políticamente, por lo que podríamos quedar muy mal si vamos contra ellos.

» En cambio… ¡Hay budistas por todas partes! ¡En especial, son Dioses que no llaman mucho la atención si aparecen golpeados violentamente! Incluso su red budista puede guiarnos a ballenas que no conozcamos, o confirmar lo que tenemos en esta lista.

» Además, puede servir como una estrategia para implantar miedo en los Campos Elíseos: en primer lugar, todo el que vea lo que hacemos sabrá que es por la causa justa de limpiar los Cielos; y en segundo lugar… Gautama Buddha sabsabrá que ele queda poco tiempo mientras ve cómo cazamos a sus discípulos… Y, como bonus, ustedes entrenan para ir tras las ballenas.

Una sonrisa avaricioso infantil apareció en los labios de Líf.

– Este plan es… ¡Maravilloso!

Los 6 Dioses miraron con poco entusiasmo como la niña parecía estar a punto de retorcerse por una risa malvada infantil. Daikokuten extendió las manos de su muñeco gigante y tomó a Líf en ellos.

– Cómo digas. Siguiente misión…

– ¡Castigar y golpear a todo el que sea budista! – en los ojos de Líf se encendió una radiante flama de diversión.

En la arena de batalla las cosas estaban muy complicadas por ese último encuentro entre el celta y el mexicano, tanto para el humano que recibió sus propias balas como para el Dios acribillado en todo su cuerpo.

Entre los espectadores divinos, una mujer levantó la mirada para rebuscar entre las gradas con curiosidad. Al no encontrar lo que buscaba, se dirigió a uno de sus… ¿Súbditos o… espíritus?

– ¿Dónde están los Dioses de la fortuna?

– No lo sabemos, ma'am. Después que terminó la pelea pasada, fueron a Abatón, y desde entonces no hemos tenido contacto.

– No debemos preocuparnos por ellos, ma'am. Son muy inteligentes y fuertes; Bishamonten-sama lo demostró hace un milenio.

– No me preocupa su bienestar, sino su paradero…

Tal mujer era Amaterasu: Diosa japonesa del Sol, hermana menor de Susano'o No Mikoto y líder del panteón sintoista.

Vestida con un lujoso kimono que marcaba su realeza japonesa, sentada en un trono y rodeada de varios yokais que eran su guardia personal; sobre su cabeza descansaba una corona dorada como el sol, además que ese mismo astro radiante irradiaba en la tela que cubría todo su cuerpo.

En una mano sostenía un abanico que agitaba para provocar una ligera corriente de aire a sí misma, y a sus espaldas descansaba la espada de su hermano, la Kusanagi–no–Tsurugi, que hace mucho tiempo había sido un regalo suyo en disculpa por sus actos; ahora ella, en honor de su memoria, portaba esa arma como propia.

El abanico cubrió el rostro de Amaterasu tras soltar una corriente de aire.

– ¿Debo preocuparme que no estén aquí; que tal vez estén haciendo algo malo?

– No lo creo, ma'am – respondió uno de sus yokai – Son los Ejecutores del Cielo; nadie puede ser más fiel a los Cielos que ellos.

– Tal vez su ausencia es porque estén haciendo algo importante.

La Diosa rozó el abanico por su barbilla con calma.

– … Si, tienen razón – se aclaró la garganta y prestó atención a la arena – Mejor sigo esperando que Cernnunos haga su trabajo limpiando el marcador.

– ¿Le gustaría otra bebida ma'am?

– Si; esto está tardando más de lo que esperaba.

– Enseguida.

En la arena, Zapata avanzó lentamente por la nueva calle; la herida en su pierna izquierda era lo que menos le permitía moverse con libertad, sino que tuvo que cojear hasta que se acostumbrara al dolor.

« ¡Debes de más cuidadoso chico! » dentro del Volund, Mist le regañó muy seria « ¡Nos pudo haber costado la vida recibir esa lluvia! »

– Ya lo sé chamaca, pero no había otra opción… ¡Estabas conmigo--!

« ¡Tampoco hables en voz tan alta! » esta vez su regaño, aún cuando no se escuchara en el exterior, fue en susurro « Recuerda que aún no lo sabe. »

– Si, eso también es cierto… – asintió levemente con la cabeza – Nuestro compa aún no sabe de este Volund.

« Aunque no haya actuado aún, tenemos una buena ventaja contra él. Sin embargo, Cernnunos por ser guardián del bosque es demasiado perceptivo en mínimos detalles; si no tenemos cuidado-- »

– En cuanto sepa que estamos chambiando juntos, se jodió.

« … Si, así es. »

El celta avanzó hacia el edificio donde había escapado Zapata; sus orejas se movieron un poco al captar vibraciones inusuales en el ambiente.

« ¿Eh? ¿Un murmuro en el aire…? »

Sus orejas animales se levantaron, como de perro curioso, para prestar más atención al murmullo; sin embargo, la perforada ya no podía captar bien los sonidos como antes de la pelea.

« Un murmullo… Y a juzgar por su acento, debió ser del humano. » Cernnunos volteó con confusión « Por su actitud, estoy seguro que no era un susurro de derrota, ¿Pero qué pudo… ser…? »

Sin hacerse esperar, Cernnunos dejó el torque divino en su cuello y con las palmas de las manos extendidas tomó escombros del edificio recién destrozado, además que se adentró sobre éstos; a pesar de sus distancias pudo encontrar al humano, quien cojeaba para salir del escenario principal.

En el palco de Geir, Lífthrasir exclamó en gran voz para apoyar al mexicano.

– ¡Vamos, Emiliano Zapata! ¡Sé qué todavía puedes!

En cambio Hlökk y Eva tenían sus rostros preocupados en gran manera.

« ¡Está muy confiado! ¡Ha apestado a ego y alcohol desde que lo conocimos! ¡Debe hacer algo pronto, o Mist podría salir herida por su culpa! » la valkiria se mordió las pocas uñas que quedaban en sus dedos.

« Mi hijo está en muy grandes problemas. Ese Dios está consiguiendo herirlo de manera muy grave… » Eva se llevó una mano apretada al pecho, sintiendo el tembloroso latir de su corazón « No puedo más que sentirme mal, en especial por lo que le dije antes… No mueras hijo. »

Cernnunos pudo ver que tal calle estaba en su mayoría intacta otra toda la destrucción que estaban haciendo; un nuevo lugar donde comenzar una nueva etapa de la pelea. Sujetando los escombros en sus manos, Cernnunos estaba más que decidido a seguir peleando, viendo además como Zapata estaba en mal estado a unos metros de él.

« Así que de nuevo quieres huir; inteligente para recuperar fuerzas, considerando esa pierna, pero… No te dejaré. »

Sus manos apretaron las rocas que sostenían y rápidamente el Dios celta comenzó una lluvia, usando sus brazos como ligas que lanzaron rocas al tiempo que regresaban para reabastecerse.

– ¡La pelea se reanuda, ahora con una lluvia de escombros de parte del celta que llega desde la espalda del mexicano!

En las gradas humanas, las mujeres se asustaron bastante que expresaron al mismo tiempo en un grito femenino que llenó su sección; por su parte, Zapata con los oídos atentos a lo que ocurría a su alrededor no se mostró siquiera preocupado.

« … ¡Ahora! »

La valkiria dió la señal a lo cual Zapata obedeció; su pierna derecha se volvió un pivote para dar un giro de 180°, y ahora avanzaba de espaldas frente a tal lluvia de escombros.

Sus manos cambiaron el fusil por el revólver que había tenido antes además de uno adicional, que era diferente al ser de color blanco y con el cañón un poco más largo; con tal punta del arma, Zapata expulsó 10 balas de las cintas que rodeaban su cuerpo para recargar el primer revólver, y con ello disparó sin dudar la mitad de la carga a los escombros voladores.

Tal lluvia de respuesta eran balas efecto, que en contacto con los escombros explotaron y los destruyeron en casi su totalidad, además que liberaron grandes nubes de polvo; Zapata siguió atacando y descargó las 5 balas que le quedaban hacia tal densa nube.

En cuanto entraron en contacto con el humo que se disipaba, las balas explotaron pero esta vez volviéndose pequeños pedazos de metralla que volaron directo al Dios celta como una lluvia frontal de minúsculos fragmentos de metal divino.

El celta usó los brazaletes en sus brazos para tratar de defenderse, pero muchos de esos pedazos le dieron directo en el cuerpo; ante ello emprendió carrera hacia el humano con toda velocidad.

Para detenerlo, Zapata usó el segundo revólver directo a un edificio; con una primera bala efecto, explotó sobre la construcción sin generarle daño significativo pero si una nube de polvo, e inmediatamente después dio otro disparo que al entrar en la nube dio lugar a una explosión tremenda, que sacudió la zona donde ellos estaban peleando.

Eso fue más que suficiente para tirar el edificio sobre Cernnunos, quien no tuvo tiempo siquiera de percatarse por completo antes que la construcción cayera de lleno sobre sí mismo.

– ¡En menos de un segundo, Emiliano Zapata destruye un edificio que tira encima de Cernnunos! Aunque sabemos que eso no tendrá resultado.

Tal como había dicho Heimdall, segundos después salió Cernnunos de los escombros sin heridas nuevas en su cuerpo; al menos aquello había logrado detener al Dios celta el tiempo suficiente para que Zapata pudiera ponerse de pie con más calma y recuperase el aliento por su pierna herida.

 « Chamaca, no es por presionar… » esta vez Zapata se comunicó con su valkiria por medio de los pensamientos « Aunque ya acabamos de hacerlo, ¿Cuándo usaremos por completo tus poderes mágicos? »

« Va a ser difícil que podamos volver a hacerlo. Ahora pudimos, pero fue mucha exposición; además, estás en contra de aplicarlo cómo hace 1000 años. »

« ¿Solo se te ocurre hacer eso? ¡No soy ningún pinche cobarde para ocultarse en esas nubecitas! »

« ¡Hey! ¡Más respeto para Simo! » Mist bufó molesta « Gracias a mis "nubecitas" pudimos vencer a Apolo… ¡Y era tan aterrador y poderoso como este Cernnunos frente a nosotros! »

« Si, él no tiene la culpa. Le pido una disculpa, chamaca. »

« … De acuerdo. » La valkiria respiró con más calma « Como te decía, ahora pudimos pero debemos ser más cuidadosos; debemos usarlo solo en los momentos adecuados. De lo contrario, Cernnunos sabrá del Volund, y los trucos se habrán terminado. »

« Aún así… ¡Ya pudimos hacerlo chingado desde hace rato! »

« Lo estás subestimando demasiado, chico. Él es muy fuerte y resistente para caer incluso con toda mi habilidad. »

Dando grandes pasos, Cernnunos salió de los escombros quitándose de encima los pequeños pedazos de roca que le cubrían el cuerpo.

– Es no será suficiente para derrotarme.

– En efecto, compadre. Pero al menos me puede dar tiempo para recuperar al aliento… por estas heridas – señaló su pierna atravesada.

– ¿Recuperar el aliento…? No creo que lo necesites… en el Nilfheim.

Cernnunos estiró su mano y tomó de las rocas escombros que estaban detrás de él; sus cuernos se prendieron en luz verde fosforescente, y tal magia pasó a la palma de esa misma mano.

– Viridis Affinitatis, Torrent abhainn a'Bhradain*!

El Dios celta tomó los escombros y los arrojó al humano en una nueva lluvia, pero esta vez fue distinto a la anterior: de la mano de Cernnunos surgió la magia verde en forma de pescados salmones que flotaron junto a las rocas.

Zapata a gran velocidad recargó su primer revólver y con ambos en las manos soltó una primera oleada de balas "efecto de nube" que deshicieron los escombros; sin embargo, los peces mágicos de Cernnunos emergieron del humo ilesos de las balas, y sin cambiar dirección fueron directo a la zona del mexicano.

– ¿¡Pero qué--!? – Zapata tuvo que empezar a escapar de espaldas de nuevo al mismo tiempo que acribilló una nueva ronda de balas.

Entonces el mexicano se percató que la magia de tales peces era distinta; las balas los atravesaron en limpio como si fueran aquellas nubes de polvo que Dalian de las caídas de escombros, lo que asustó un tanto al humano.

– ¡No puede ser! – Eva y Lífthrasir se asustaron bastante – ¿¡Esos salmones no pueden ser disparados directamente!?

– ¡La ráfaga de salmones van hacia el humano, mientras que a su vez las balas van en camino directo y limpio a Cernnunos!

En efecto; las balas que atravesaron a los peces siguieron su camino a Cernnunos, y estando el campo prácticamente limpio llegaron en un santiamén a su objetivo colateral.

Los 3 alumnos del celta se asustaron junto con Lugh, mientras que Morrigan por lo bajo se mordió los labios con gran malestar. Al ver llegar la ráfaga, Cernnunos entrecruzó sus brazos y tomó una gran bocanada de aire mientras sus cuernos se llenaban del polen fosforescente mágico.

– ¡Viridis Affinitatis; Plataichean lùbte Armadillo*!

En los antebrazos de Cernnunos tal polvo formó 2 enormes escudos, hechos con placas sobrepuestas que tomaron una forma curva de acuerdo a sus extremidades; interpuso las defensas al frente y los movió de lado a lado, de forma que las balas resbalaron y rebotaron por la forma de las placas hasta golpear y acribillar por todo el suelo a su alrededor.

Mientras tanto el mexicano tuvo que lidiar con los salmones mágicos; las balas no le hacían efecto y continuaron su camino en recta descendente, de forma que al golpear el suelo se desvanecían en polvo fosforescente. Viendo esa reacción Zapata tuvo una idea.

« ¡Hey…! Tal vez podamos hacer lo mismo de antes… »

« ¿¡Por qué tardaste tanto…!? » se quejó Mist con voz un tanto temblorosa « Toda su magia ha hecho algo en especial, pero estos peces son diferentes… ¡Deshazte de ellos antes que descubramos qué hacen, y asegúrate que ese cornudo no nos vea! »

« ¡A la orden, señora! »

Zapata apuntó con un ojo entrecerrado y disparó a uno de los salmones; la bala, al entrar a su cuerpo, de inmediato detonó como la explosión que había tirado el edificio sobre Cernnunos; el celta deshaciéndose de las demás balas que llegaban apenas se percató de ello.

– ¡Excelente! – exclamó contento el mexicano, al ver que la explosión consiguió deshacerse de inmediato de todos los salmones a su alrededor.

Pero cantó victoria antes de tiempo. Un único salmón consiguio escapar y dio directo en el estómago de Zapata.

El impacto resultante no fue como lo esperaba: no fue un golpe duro y seco como si el salmón fuera una roca, sino un viento que rozó su cuerpo y se esfumó como un ligero soplo. A pesar de eso, lo siguiente fue lo más aterrador: sintió como las fuerzas desde su zona abdominal le abandonaron dejándolo quieto en ese lugar, aunque sus extremidades no sufrieron cambio alguno.

– ¿¡Eh!? ¡Habiendo recibido ese pez mágico en su estómago… Emiliano Zapata ya no se sigue moviendo!

– ¡Magnífico, maestro! – Taranis habló con gran entusiasmo – ¡Igual que un salmón en la vida real, capaz de atravesar una corriente poderosa de agua para continuar su camino; ahora ha destruido la corriente de fuerza de ese humano!

Morrigan rió por lo bajo con mucha diversión.

– ¡Genial! ¡Si sabes pensar!

« ¡Chico! ¡Debes moverte de aquí! »

« Eso me gustaría, chamaca… » el mexicano tragó saliva al tiempo que empezó a mover el tronco de su cuerpo « Pero siento que mi cuerpo se durmió… »

Cernnunos observó desde la lejanía el resultado de los salmones; detrás de su máscara craneal soltó un suspiro de satisfacción.

Rápidamente emprendió carrera hacia el humano, usando toda la fuerza en sus piernas para llegar a él antes que recuperase la fuerza en su cuerpo; Eva frunció el rostro en una enorme preocupación materna.

– ¡H-Hijo…! ¡Ten cuidado!

Cernnunos llegó hasta el humano, quien ya había recuperado una parte de sus fuerzas aunque no las suficientes para escapar. Levantó la mano con su revólver para disparar a Cernnunos aprovechando la poca distancia, pero el celta pudo desviar el disparo con las placas en sus brazos.

Abrió la defensa con gran rapidez, al tiempo que la magia en sus brazos se volvió polvo que redireccionó a su mano derecha en una especie de guante.

– Viridis Affinitatis: Clach a' Tolladh Tìgear*!

En su mano y brazo la magia dibujó la pata felina, en especial enormes y largas garras, y lo descendió al mexicano. No había escapatoria; sin sus fuerzas recuperadas por completo y con la poca distancia entre ellos, era imposible para Zapata salir ileso de esas garras.

De hecho había una opción, aunque no tan inteligente.

« ¡Haz tu nubecita! ¡Ahora! »

« ¡Trata de distraerlo, si puedes! »

« ¡Es justo lo que haré! »

En el poco tiempo que quedaba Zapata apuntó con el revólver al suelo, justo frente a las piernas del Dios, y soltó su disparo de gracia.

La bala, moviéndose por lo bajo como si estuviera temblando, viajó hasta impactar el suelo; al contacto, como una granada, se fragmentó en mil pedazos que volaron estrepitosamente por todos lados.

La explosión, en conjunto la luz y el sonido que emanaron además de los pedazos de bala que le golpearon, robó la atención de Cernnunos en ese pequeño lapso de instante. Sus garras mágicas siguieron su camino, terminando en ondas de corte que a su vez viajaron desde sus manos por el campo de pelea, hasta golpear y cortar una construcción al fondo de la calle.

Todo lo que quedó en el escenario fue una estela densa de humo, por el balazo repentino y la magia céltica.

– ¡Un ataque directo anticipado…! ¡Cernnunos lanzó sus garras al tiempo que Zapata acribilló a la deidad con un último disparo! ¡Todo lo que ha quedado es el humo de sus choques!

Amaterasu sonrió con bastante soberbia, tomando un sorbo de la pequeña y abundante copa en su mano; Atenea soltó un chillido sorpresivo abrazando el brazo de Hades; desde su diván Afrodita soltó un suspiro acogedor y poniendo una mano debajo de su mentón. En el lado celta los 3 Dioses alumnos sonrieron en triunfo con un salto.

– ¡Así es maestro!

– ¡Muy bien hecho!

– ¡Mata a ese miserable humano! – Morrigan se unió a los jóvenes Dioses en el salto.

– ¡Ese es… mi maestro! – sonrió Esus por lo bajo, mientras que Lugh sonrió y cruzó los brazos con orgullo floreciente.

– Tantos animales en su magia, y aún no ha mostrado sus técnicas sobre criaturas mitológicas. Muy pronto esta pelea habrá terminado.

– Pero, ese humano ha mostrado ser más que palabras. – comentó Esus a Lugh con preocupación.

– Dije que sería pronto, más no fácil – Lugh se reacomodó en la silla – Tienes razón. Ese humano es un rival muy fuerte y habilidoso, algo que Cernnunos no había enfrentado… Casi como si fuera un counter perfecto.

El Dios celta en la arena respiró con tos repetidas veces por ese humo; se llevó una mano debajo del cráneo a la boca, dándose cuenta que sus tosidos llevaban consigo sangre.

« Maldita sea. Las heridas que me ha provocado ese humano se han vuelto más graves con esto; ya han llegado a un punto importante en mi cuerpo…

» Si tan solo no hubiera actuado tan agresivo con Dziva, ella me hubiera enseñado las técnicas curativas que necesito para arreglar un poco de esto. A partir de ahora tendré que mantenerme más alerta con respecto a las heridas…

» Ahora bien… ¿En dónde… dónde está ese bandolero? »

Cernnunos descendió la mirada a la nube de polvo frente suyo, donde se supone que iban a estar al menos los restos del humano.

Sin embargo, cuando se disipó la nube, el Dios no pudo ver nada. Al contrario; el polvo se había disipado y abierto paso a unos metros lejos del celta, como si el viento lo hubiera arrastrado. Allí donde el humo terminaba y se volvía menos denso, apareció Zapata saliendo del humo a paso pesado.

El Dios celta miró dónde estaba el humano y la sorpresa se dibujó en su expresión.

– … ¿Eh?

– ¿¡Qué…!? – Heimdall volteó con sorpresa para verificar que la escena que veía era real – ¿¡Qué significa esto!? ¡Zapata reaparece metros lejos de su rival en un instante; lo que parecía un ataque directo no fue más que…!

El Dios vocero pudo ver a Zapata cojear más que antes, por lo cual se ajustó los lentes para observar mejor.

– N-No sé cómo pasó, pero no fue un acto ileso… ¡Las garras mágicas del Dios celta lograron cortar el cuerpo del Caudillo del Sur!

Poniendo más atención en el humano, las gradas pudieron ver por las pantallas aquello:

En su lado izquierdo, desde el hombro hasta el codo, había un corte largo que consiguió atravesar la chaqueta. Caminaba cojo por cargar con tal brazo herido que le pesaba para levantarlo, además que con la mano derecha lo sujetaba tratando de recuperarlo.

Eva y Lífthrasir chillaron con miedo; Hlökk en cambio se mostró más aliviada que el par.

« Puedo ver que está usando las habilidades mágicas de Mist…

» Su nombre significa "Niebla"; su poder provoca que incluso las nubes de polvo que resulten por la destrucción del campo de batalla sean peligrosas. Hace mil años lo uso para ocultar a su peleador del campo de visión de Apolo, y ahora para detonar y potenciar sus balas, además de medio de escape.

» Muy bien pensado hermana, considerando que esta pelea ha sido muy corta en distancia. En especial, ahora que pudieron escapar de una muerte muy segura por esas garras… Aunque…

» Me inquieta que no hayan usado sus habilidades divinas especiales hasta ahora. Tal vez sea su plan, así como el niño lo hizo conmigo hace un milenio, pero… Que hayan aguardado hasta ahora les están costando muchas y terribles heridas. »

Los humanos y mexicanos soltaron gritos de susto y preocupación en gran manera, todos viendo a Zapata contra las cuerdas y malherido de nuevo.

– ¡No puede ser! M–Mi general… – Ignacio se llevó una mano a la cabeza.

– Perdió su brazo izquierdo, o al menos mucha movilidad… – Eufemio bajó la cabeza – Sin los 2 brazos, no podrá el rifle Mondragón, y mucho menos recargar los revólveres.

– ¿¡Qué dicen!?

El grito confiado de Palafox llamó la atención de los presentes.

– Nuestro general no ha perdido ningún brazo.

– ¿¡De qué hablas, pinche traidor!?

– Yo solo veo un corte, y su brazo sigue ahí… ¡Si sigue ahí, aún cuando se desgarre en dolor, podrá seguir usándolo!

– ¡Exacto! – sonrió Pancho a su lado – El Caudillo del Sur no se hace pendejo solo por un pinche brazo puteado… ¡Emiliano Zapata es más que eso!

Mientras los hombres discutían, las mujeres mexicanas en las gradas no dudaron en mostrarse angustiadas; en especial un grupo minoritario que, al parecer, fueron todas aquellas que tuvieron una relación romántica con el Caudillo del Sur.

– No puede ser… El señor Zapata está… tan herido.

– ¡No va a salir bien de esta lucha!

Sin embargo, una de ellas levantó sus mano y dio un fuerte golpe en la cabeza aquellos todas las que pudo para callarlas de una vez.

– ¿¡Eh!? ¿¡Pero qué--!?

– ¡Dejen de decir tonterías, bola de pendejas! ¡Emiliano Zapata no va a perder, viejas tontas!

– ¡¿Qué!? ¡Usted es…!

Aquella mujer estaba vestida muy elegante y fina, resaltando bastante entre las mujeres en las gradas. Además porque, sobre su vestido fino había un chal agraril, y sobre su cabeza con peinado refinado un sombrero de paja igual al de Zapata. La mujer les miró a todas con ojos feroce.

– ¡No dejaré que hablen mal de mi Emiliano Zapata, pinches gatas rompehogares! ¡Si alguien va a decir algo mal de él, solo seré yo!

Josefa Espejo Sánchez; la única esposa en términos legales de Emiliano Zapata, también llamada "La Generala".

Las demás mujeres se quedaron en silencio, con lo cual Josefa pudo tomar la palabra.

– Yo conozco muy bien a ese encantador idiota. Hace pendejadas, a veces con mucha constancia, pero no significa que perderá. Ni siquiera un brazo cortado puede hacer llorar a mi Zapata.

– ¡Así se habla, señora Zapata!

Josefa se percató de la presencia de Palafox, a lo cual le sonrió como buena amiga.

– ¡Manuel, aquí estás! Me da gusto ver qué, gracias a tus pendajadas, pudiste reflexionar y entrar en el lado correcto.

– Si, ¡Apoyando a nuestro general Zapata…! Espere, ¿Qué dijo?

Josefa rió divertida por lo bajo; era una mujer agresiva, quien siempre decía las cosas sin filtro, y con esa expresión volvió la mirada a las pantallas. Por su parte, Zapata trastabilló lentamente para alejarse de la nube de polvo.

« ¡Eso fue toda una victoria para mí! » El mexicano sonrió por lo bajo, pero Mist le regañó de nuevo.

« ¿Victoria? ¡Eres un idiota! ¡Casi pierdes el brazo! »

« Solo es un corte; duele más de lo que esperaba, pero puedo seguir usándolo. »

« No importa… Aunque, de hecho no puedo decir nada. Solo felicitarte porque pudiste actuar a tiempo en ese momento tan frenético. »

« Supongo que fue el precio a pagar, para evitar ser rebanados como jamón. Fue mejor de lo que pensé, para seguir vivos y mantener nuestro secretito~. »

« … ¡Tengamos más cuidado! » Mist se incomodó con ese comentario, que le provocó una sonrisa coqueta a Zapata.

« ¡Cómo ordenes, chamaca! »

El celta no creía lo que veía; su mente trabajaba en analizar las posibilidades, pero no conseguía resultado alguno mientras seguía tosiendo sangre.

– Sigues vivo…

– Como diría en mi tierra, compadre… "Mala hierba nunca muere", si así usted lo quiere ver.

– No… – el celta frunció el rostro – No lo entiendo del todo, pero… Lo que sé es que la mala hierba se poda para no matar la cosecha.

– ¡Ja! – de inmediato los ojos de Zapta se iluminaron – Hablamos el mismo dialecto, mi compadre. No somos tan diferente--

– Eso no. – se negó de inmediato – No me compares contigo, un simple bandolero rebelde, y en definitiva hipócrita y egoísta en busca de sus intereses personales.

Zapata se molestó con esa descripción.

– ¿Cuándo aprenderá a verme de otra forma, compadre?

– Eres un humano. Y como humano, eres todo eso.

Cernnunos posicionó sus piernas y de nuevo se lanzó al ataque, por lo cual Zapata tuvo que volver a correr aun cuando tuviera que cojear.

– ¡Tras ese último impacto que salió más confuso de lo que creímos, de nuevo Cernnunos y Emiliano Zapata se enfrascan en su combate de persecución!

El humano empezó a mover su brazo izquierdo aunque con evidente dificultad.

« ¿Aún no lo puedes mover, chico? »

« ¡Claro que puedo usarlo…! ¡Menos pendejadas y más balaceras! »

Tomando las armas con ambas manos, Zapata hizo lo mismo de hace un momento para recargar las balas de sus cintas en los revólveres, y con eso descargó balazos hacia el celta.

Cernnunos lo vio y activo los escudos de armadillo en el brazo izquierdo para repelerlo; al ver como las balas cayeron al suelo y se fragmentar onda como granadas por todos lados, el celta pudo deducir que ese "efecto metralla explosiva" era otra de las habilidades que tenía el humano.

Las balas comenzaron a rebotar por el ambiente como locas, golpeando en el cuerpo del Dios celta debido a la poca defensa que había escogido; Zapata siguió lanzando sus ráfagas de balas, consiguiendo que las balas metralla destruyeran parte del campo de batalla y le hicieran daño colateral como pudiera.

Una vez que su primer revólver quedó vacío, Zapata abrió el cartucho y con la segunda pistola recargó como pudo; sin embargo, la repentina cercanía del celta solo le permitió preparar 5 balas.

– ¡Aquí tiene, compadre!

Zapata disparó al celta con ráfagas pero, por la corta distancia algunas balas terminaron por tomar trayectorias cúrveas y rodear al Dios celta.

– ¡Verga..! – tales balas golpearon un edificio, que de inmediato lo hicieron caer al suelo con sonido estrepitoso; la pelea estaba centrada en el humano, así que el Dios no debería estar interesado en un error que cometió su rival.

Pero no fue así.

Las orejas de Cernunos se levantaron al percibir un extraño sonido que procedió del lugar dónde caería el edificio; en seco el celta se frenó, enterrando las pezuñas al suelo, y dio un salto en reversa para ir allí aunque eso significó que el mexicano pudo alejarse más.

Sin más, el edificio se cayó y el celta se metió a la zona de impacto interponiendo su espalda entre los escombros que aparecieron; Zapata se extrañó bastante, tanto que casi cayó al suelo al momento de frenar.

– ¿Eh?

¡Un disparo fallido tiró un edificio del coliseo, y aunque eso no debió ser problema… por algún motivo, Cernnunos se redireccionó a la zona del impacto!

Lífthrasir movió los brazos con desesperación infantil.

– ¡Esto no está bien! ¡Nee-sama, si tú hubieras hecho Volund con Zapata, ese edificio podría haber acabado con Cernnunos; más porque se metió voluntariamente!

Hlökk suspiró; tranquila por el bueno receso en la pelea, pero un poco arrepentida.

« Tiene razón. Estoy comenzando a considerar si fue buena idea negarme rotundamente cuando sacó el tema. »

– ¡Ese edificio se cayó, pero el idiota de Cernnunos se puso enfrente! – Morrigan se enfadó bastante – ¿¡Acaso es una cabeza hueca estúpido!? ¡Es una tontería!

– No… No lo es.

La declaración seria de Esus llamó la atención a sus amigos y a la misma Morrigan; pero el Dios estaba en completo seguro de su maestro, habiendo visto algo en especial.

– No se metió bajo el edificio por tonterías.

– Que bueno que alguien más lo vio~ – sonrió Lugh a su lado, mostrando la misma confianza.

El mexicano aprovechó para descansar de las heridas y recuperar el aliento; avanzar tan pronto en la batalla y con tanta rapidez comenzaba a agotarlo más de la cuenta.

– Chinga… No debí tener esa peda antes de pelear.

« ¡Debiste seguir entrenando, como lo estuviste haciendo toda la noche! »

« No me tiene que gritar, chamaca. Ahora lo entiendo mejor… »

El Dios celta salió del montículo de rocas, dejando caer por su espalda los escombros que le cayeron. En efecto, estaba ileso dejándose pies a cabeza, que le confundió más al mexicano.

– Oiga compadre… – habló el mexicano con voz alta – No era necesario ponerse abajo de ese edificio-- ¿Eh?

Zapata guardó silencio cuando escuchó por lo bajo un chillido animal, mientras el celta terminaba de erguirse para revelar lo que hizo:

Sobre sus manos Cernnunos sostenía un grupo de patitos, todos ellos cubiertos de polvo por el derrumbe, a lo cual sopló levemente para limpiarlos.

– Tengan cuidado. Saben que no deben estar por aquí.

Los patitos chillaron repetidas veces, a lo cual Cernnunos asintió seguro; salió de la zona del derrumbe con sus enormes aunque malheridas piernas de cabra, y se acercó a un callejón en donde depositó a los patitos agachándose con movimientos lentos por su estado físico.

– Váyanse; su mamá debe estarlos buscando.

Los patitos chillaron en agradecimiento y sin dudar corrieron al interior del callejón. Ya habiéndose ido, Cernnunos volvió a levantarse y dirigió la mirada al mexicano; lo que le sorprendió mucho fue ver al humano con una sonrisa tierna.

– ¿Qué?

– Mi querido compadre vegetariano tiene sentimientos… ¡Nunca lo creí de usted!

Cernnunos comenzó a caminar a paso lento hacia su rival.

– Ya te lo había dicho, humano. A diferencia de ustedes, los humanos que tienen propósitos y metas que esconden sus intenciones egoístas, maliciosas y avariciosas, soy auténtico en mis propósitos y metas de cuidar y proteger la naturaleza--

Cernnunos podría haber comenzado su discurso respecto a sí mismo como Dios celta astado de la naturaleza.

De no ser por la repentina interrupción de una manada de vacas y ovejas que aparecieron en el campo de batalla.

– ¿¡Pero qué--!? – Heimdall abrió los ojos en gran manera, casi por reírse – ¡De repente han aparecido vacas y ovejas en el sitio donde estaba desarrollándose esta cuarta pelea!

– ¡Esas son…! – los Dioses alumnos del Dios celta se sorprendieron, aunque pudieron unir los cabos – ¡Los animales que estuvieron durante su presentación! Aquellos que pidió como condición por el cambio de arena.

Morrigan estaba en blanco, pasando a gran molestia.

– ¿P-P-P-Por qué… C-C-Cernnunos pidió… o-o-ovejas y v-vacas para… para su… presentación…? ¿¡Por qué lo hizo!? ¿¡Qué clase de gigantesco idiota sin cabeza es!?

– Cálmate Morrigan – trató de tranquilizarle Lugh – Sin esos animales, la magia verde de Cernnunos sería débil.

– ¿¡Quién carajos lleva vacas y ovejas a una pelea!?

Amaterasu quedó boquiabierta mientras sus yokai no evitaron soltar risas por la situación; Ares y Hermes compartieron rostro sorprendido, mientras Atenea y Hades rieron por lo bajo con diversión. Lífthrasir, Eva y Hlökk se quedaron también sorprendidas y con los ojos como platos, aunque la valkiria quería reírse.

En la enfermería en Gimlé, Leonidas atendía a su valkiria que ahora tenía fiebre repentina; mientras, los que aún seguían allí quedaron pasmados con la pelea.

– ¿¡Qué!? – Hrist 'la que tiembla' abrió los ojos muy sorprendida – ¿¡Cernnunos dejó entrar ovejas y vacas a la arena!?

– ¡No lo puedo creer! – Sigrune quería reírse, pero las heridas en su estómago no le permitían levantar mucho la voz – ¡Justo en un momento… tan crucial!

El perro de Simö ladró varias veces viendo a las ovejas, pero el finlandés puso con delicadeza una mano sobre la cabeza de su mascota.

– Tranquilo. Es solo una grabación.

Después volvió la mirada a la pantalla, mostrando de nuevo su preocupación inicial.

– Mist… ¿Por qué te ofreciste a esto? Tal vez para que tus hermanas no tuvieran que cambiar de opinión, pero… en estos momentos, yo soy el preocupado.

El momento se vio interrumpido por un gemido sorpresivo de la valkiria pelimorada, que había expulsado por una toalla fría en su frente que dejó caer el soldado espartano.

– ¡L-Leonidas! Eso es… muy frío…

– Espero que pueda bajar tu temperatura de una vez.

– ¿Bajar…? ¿Para qué queremos bajar? ¡Hay qué subir; ese es nuestro nuevo destino!

– No puedes subir en ese estado.

– ¡Zapata puede, así que yo--!

La valkiria sintió su estómago revolverse y su rostro obtuvo expresión de malestar; de inmediato Leónidas tomó un balde metálico que ya guardaba sus anteriores regurgitadas. La chica metió su cabeza al balde y expulsó el interior de su estómago mientras su Einherjer le sujetó el cabello; en cuanto terminó, volvió a recostarse en la camilla mientras el espartano limpio su boca con una toalla.

– Ten más cuidado. Ya no puedes seguir vomitando, sabiendo que no has comido nada desde ayer.

– ¿Qué puedo hacer…? ¡Solo sale!

– No puedes seguir perdiendo alimento. En ese caso te traeré de comer.

– ¡Si, si! – asintió la valkiria con entusiasmo – Una pechuga asada… ¡Tan grande que deje a Afrodita en ridículo!

– Ya la buscaré, linda – Leonidas le acarició la cabellera y se levantó – No te muevas de aquí.

– ¡Si, señor! – estando acostada Geir trató de hacer un saludo militar.

El espartano fue a la salida de Gimlé, tomando por sorpresa a la segunda hermana valkiria.

– ¿A dónde vas?

– Iré por algo de comer para Geir.

– Puedes pedir el servicio especial – Hrist, 'la que ruge', levantó una tableta junto a su camilla – Los Dioses griegos tienen un servicio especial para esta sección.

– Prefiero buscarle en persona. Cuídenla mientras estoy fuera.

Sin esperar más, el espartano salió un tanto apresurado; una vez que estuvo lejos se la enfermería, sacó de su ropa el teléfono de Geir que se había estado guardando, y con ello envío un mensaje de texto… para el informante.

"Debo hablar contigo, ahora."

En la sala de los Primigenios Deví soltó una risa risueña, llevándose una mano en su frente sudorosa.

– ¡Mira, Audumbla–chan! ¡Allí están tus amigas! – la vaca nórdica solo respondió con un mugido.

En la arena, Cernnunos estaba bastante sorprendido por la aparición del ganado.

« ¡No puede ser! Debieron entrar aquí por el edificio que se cayó. »

– ¡Ustedes…! ¡Tienen que irse de aquí!

Las ovejas balaron en conjunto, además que algunas vacas mugieron con malestar; la respuesta de los animales le molestó bastante.

– ¡Les dije que no!

Extendió las manos y empujó a algunas ovejas, pero fueron muy necias como para moverse de lugar.

« ¡Maldita sea! » otra cosa que le molestó fue ver al humano quien ahora estaba contemplando el escenario que montaba el ganado « He expuesto esta debilidad frente a ese humano… Debo llevarlas a un sitio alejado, antes que quiera tomar ventaja de esta situación; no voy a permitir que les haga daño… ¡No dejaré que tome ventaja…! »

Dentro del Volund, Mist estaba confundida por la manera que Cernnunos hablaba con los animales, pero no le importó.

« ¡Chico, tenemos una ventana! » exclamó la valkiria al mexicano « No será muy bonito, pero podremos atacar ahora que está distraído… ¿Chico? ¿Me estás escuchando?… »

El mexicano dio una profunda inhalación, llevándose una mano a los labios. Metió un par de dedos a su boca, y soltó el aire que estaba guardando que resultó en un silbido fuerte, el cual llamó la atención tanto de Cernnunos como de los animales.

– ¡A ver escuinclas! ¡Largo de aquí!

Cernnunos y Mist se confundieron bastante.

– ¿Eh?

El mexicano guardó las armas en su cinturón y con las manos libres también procedió a empujar al ganado para tratar de sacarlo. Al ver la ineficiencia de sus manos, se agachó a tomar un palo cercano proveniente de los escombros y con este golpear ligeramente a las criaturas; por una parte, al celta le molestó que hiciera eso pero, pero quedó sorprendo por su manera de hacerlo tan leve y al mismo tiempo firme.

Así trató de hacerlo el Caudillo del Sur, pero de nuevo fue en vano por la cantidad tan abrumadora de los animales. Entonces Zapata procedió, usando la madera en su mano como bandera, llamar la atención del Dios celta.

– ¡Compadre! Acá atrás seguro no hay nadie. Si le parece bien, vayamos a partirnos la madre allá.

El Dios celta miró con los ojos atónitos al humano; no esperaba en definitiva ninguna de las cosas que hizo el Einherjer. Sin embargo no quiso dudar demasiado de ello; tomando la propuesta como oportunidad, asintió con la cabeza.

– De acuerdo.

La deidad comenzó a avanzar por en medio de las ovejas y vacas con sumo cuidado para evitar hacerles daño, mientras el mexicano emprendió camino a paso lento para alejarse del lugar, sin sacar sus armas en ningún momento.

– ¿¡Ehhhh!? – Heimdall estaba por completo sorprendido – Emiliano Zapata y Cernnunos están colaborando juntos para salir de este escenario con animales… ¡Por segunda vez han hecho algo juntos este par de peleadores desiguales!

En las gradas, Atenea tenía su teléfono en la mano mirando su contenido con gran curiosidad. Tal expresión llamó la atención de Hades.

– ¿Qué haces?

– ¿Eh? ¡Nada…! Más bien algo. – Atenea giró el teléfono para mostrarle a Hades lo que hacía – Quería tomarle fotos a Emiliano Zapata, ya que su cuerpo es tan bien formado como el de mi lindo Aquiles… ¡Pero esas tontas ovejas no me dejan enfocar la cámara!

Ares volteó a verla con duda y desconcierto.

En cuanto Cernnunos terminó de cruzar los rebaños de animales, comenzó a avanzar a paso rápido para alcanzar al humano que ya tenía un buen tramo de distancia. En cuanto escuchó sus pezuñas cerca de él, el mexicano soltó una risa ligera.

– Supongo que no estoy tan mal. – bromeó por lo bajo de manera que le oyera – Le ayudé para intentar sacar a sus animales del campo de pelea; además, compartimos gustos por las plantas y los animales. No me diga usted que--

– Solo porque decidiste no usar a las vacas y ovejas como carne de cañón o distracción significa que seas un humano especial… diferente a tu raza.

Ya estando un tanto alejados, Cernnunos se detuvo y plantó cara al humano que volteó a verlo.

– Ya te lo dije. Tu especie, los humanos, no son más que un manojo mentiroso, hipócrita, asesinos, poniendo maquillaje inocente sobre sus peores deseos. No les interesa nada que no sean ustedes mismos… No tiene sentido pelear por tales seres tan inmundos.

– ¿Eso cree de nosotros? ¿Así piensa de mi o…?

– De toda la humanidad. Todos estos milenios que han vivido lo han demostrado, incluso en estos 1000 años extras que ganaron tras el pasado Ragnarok han vivido de esa misma manera, a pesar que saben lo que hay en los Cielos.

» Desde el primer padre de la humanidad, quien traicionó a todos los Dioses por una mujer, he visto como su especie entera solo trabajan para sus estómagos y corazones… Incluso a costa de los inocentes y pobres que viven bajo sus narices.

En el palco especial de Geir, las 2 valkirias, en especial la más pequeña, se enojaron con sus comentarios; en cambio, Eva tembló por la mención de su marido, haciéndole recordar ese día del juicio.

– ¿Crees que somos iguales, tu y yo, solo porque labramos la tierra y cuidamos animales? Lo que haces no es comparado con mi trabajo; yo no labro la tierra para tener sustento de ella, sino que la cuido por ser vida.

» Animales, plantas, el ecosistema en su conjunto… Todo eso es vida que debe ser protegida, y yo me encargo de defenderla. Tú defiendes y peleas en nombre de los humanos, ese montón de monstruos que marchitan la naturaleza, asesinándola para tomar ventaja de ella e incluso explotándola por mero placer…

» No somos iguales.

El mexicano bajó la mirada, dejándola oculta tras su sombrero de paja. Josefa llevó una mano al pecho, apretando los dedos con mucha seguridad en su marido que se expresó mejor en sus palabras.

– Vamos cariño… Demuéstrale la verdad; que tú no eres cualquier pendejo. Que tú eres el Caudillo del Sur.

Zapata soltó una risa burlona por lo bajo, para después levantar la mirada mostrando una expresión que no esperaba el celta: una sonrisa de confianza.

– Es cierto. Tal vez no seamos iguales… Pero déjeme decirle una cosa; la mera verdad, aunque duela.

– ¿Qué cosa?

– La verdad es que, aunque no somos iguales, diría que soy distinto a los demás humanos…

Fecha de publicación: 23/06/22
ASFD

Nota de autor: UwU. El único motivo por el que hubo capítulo doble es para agilizar las cosas, ya que en borradores estoy próximo a concluir esta cuarta ronda para ir por la quinta. Esto será muy épico papus.

Sin más que decir, ¡Los leo en el siguiente capítulo!

Recordatorio: La publicación de capítulos es cada 21 días.

***

Nuevos términos

Términos no explicados marcados con (*) que se han usado para el Viridis Affinitatis de Cernnunos. Todos ellos fueron traducidos del idioma "gaélico escocés":

* Torrent abhainn a'Bhradain – Torrente fluvial de Salmones.

* Plataichean lùbte Armadillo – Placas curvas de Armadillo.

* Clach a' tolladh Tìgear – Garra perforadora del Tigre.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top