Capítulo 29.5: Noche para Egipto... (Final alternativo)

Cleopatra se levantó con lentitud mientras el espacio negro seguía cayendo y abriendo el cielo más y más. Miró a Nut y se preparó para hablarle.

- Esto ya terminó, Nut. Ya no hay nada más que hacer.

Pero, la Diosa no pensaba de la misma manera.

- ¿No te lo dije, mierda asquerosa...?

La Diosa se levantó con dolor y escurriendo su sangre, y en medio de sus manchas se podía ver una escena triste de su vestido: estaba prácticamente apagado, salvo por unas pocas zonas que aún tenían estrellas.

La Diosa levantó su mano y Eternal Zodiac desapareció en su totalidad, para que segundos después el Bastón del Cielo apareciera en su mano con un aura dorada.

- La orden de un Dios se cumple, sin importar las plegarias de un simple humano - levantó el bastón y realizó su último dibujo - Zodiac...

Lentamente hizo un círculo; en cuanto lo terminó, dicha figura rodeó su cuerpo con, creando a su paso una simple armadura dorada para su cuerpo y dejando para el final un reptil venenoso que la rodeó, desde su cintura hasta posarse en su hombro.

- Décimo segundo dibujo del cielo... Ofiuco...

Cleopatra río a pesar del dolor en su cuerpo, y cambió el arco por el tridente filoso.

- Así que conoces la historia de la áspid... Me impresionas cada vez más...

La humana tomó el tridente con sus manos y tomó una postura ofensiva, mientras que Nut se posicionó de una forma similar con la serpiente dorada removiéndose en su hombro.

- No estás dispuesta a dejarme vivir solo para complacer tu ego divino... Mientras que yo no te dejaré vivir para que sufras por siempre.

Cleopatra encontró a sus hijos entre las gradas e internamente sonrió con felicidad, dejando caer lágrimas de sus ojos.

- Una última buena acción... Y podré tenerlo a ustedes en mis brazos de nuevo.

Geb se había adaptado nuevamente a la luz en el estadio y miraba con esperanza a su esposa, mientras que Isis y Osiris apretaron sus manos en el barandal del palco de Zeus, esperanzados en su madre. La mente de Nut se nubló unos momentos.

« Esos sentimientos... esa familia... Todo lo que tuve una vez... » Su cuerpo nuevamente sintió aquello que había experimentado en su primera cita con Geb: ser una mentirosa « ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué mi cuerpo lo clama a gritos!? ¿¡Por qué no entiende!? »

Sacudió su cabeza y volvió a mirar al frente.

« ¡No necesito nada de eso! ¡No lo necesito! ¡No lo quiero! »

Ambas luchadoras saltaron la una contra la otra al mismo tiempo, y se dieron sus últimos golpes.

Llenas de cansancio y dolor, eso no impidió que intercambiarán unos pocos golpes; la serpiente de Nut se lanzó para morder a Cleopatra, y ella interpuso su tridente como defensa; la humana usó el filo para cortar, pero Nut esquivo el ataque.

Todos en el estadio se sorprendieron. Confundidos, con las mentes embotadas por los drásticos cambios de arena, pero prestaron atención a ese último choque.

Después de esos intentos de ataques, ambas se separaron y prepararon sus golpes finales, donde apostarían de una vez todo.

Pero, no fue del todo así.

Cuando ambas se separaron, en el momento casi exacto, la humana logró extender más de su tridente al frente y así golpeó el cuerpo de Nut casi por suerte. La Diosa perdió el equilibrio y por poco cayó de espaldas por el ataque repentino; ese cambio de tiempo fue una ventaja que cambiaría las cosas.

Cleopatra creó nuevamente su arco y tensó el tridente en este, cargándolo de energía eléctrica y apuntando a Nut. Teniendo tan poca diferencia de distancia, la humana no se preocupó por hacer un golpe poderoso sino que fuera certero, apuntando justamente...

- ¡Selene-Helios-Cesarión!

... Al corazón de Nut.

La humana soltó el hilo y el tridente cortó distancia en menos de un segundo hasta llegar al frente de Nut. Ella no reaccionó, pero la serpiente de su armadura dorada si lo hizo a tiempo, aunque fue en vano.

El reptil estelar puso su hocico abierto al frente y su cuerpo contorsionado, en un intento de detener el ataque de la humana en seco, pero la poca distancia de separación además de la fuerza eléctrica que tenía atravesaron a la serpiente casi como mantequilla.

La armadura estelar se hizo añicos rápidamente, mandando a volar por los aires varios fragmentos dorados al paso del arma divina. Nut ni siquiera supo en que momento el arma de esa humana había llegado tan cerca de ella, y antes de parpadear el filo del tridente ya había atravesado su pequeño cuerpo. La nueva armadura de Ofiuco era gruesa, por lo que el impacto del tridente fue mucho más doloroso para la deidad; más aún cuando sintió su corazón atravesado por el tridente.

La fuerza de impulso combinado con la pérdida de equilibrio provocaron de la pequeña deidad fuera arrojada por el campo de batalla, hasta caer de espaldas en el suelo frenéticamente.

- ¡Nut! - Geb soltó un grito, completamente asustado.

Los ojos de Osiris e Isis se abrieron como platos.

Nut escupió más de su sangre mientras rebotaba por el impacto tan fuerte de tridente. Cleopatra por su parte cayó de rodillas, muy cansada por usar tanto poder para ese flechazo y especialmente dejándose llevar por el impulso de reacción por tal ataque.

- ¡Madre! - Selene lloró soltando un grito.

Cesarión y Alejandro se quedaron boquiabiertos, sin palabras.

- ¡La escena que tenemos es muy... sorprendente! Nut ha sido atravesada completamente por el tridente que creó Cleopatra... ¡Un ataque que ha afectado a ambos bandos!

El silencio reinó por unos momentos, hasta que la deidad representante de los humanos se irguió con lentitud; aún con esa arma clavada a su pecho, la Diosa pudo levantarse en su totalidad.

Una vez de pie, Nut tomó el mango del tridente y trató de sacarlo de su cuerpo; sin embargo, la forma en que estaba clavada además de la presencia de la armadura Ofiuco hacían que el tridente estuviera muy atascado. Nut jaló del mango un par de veces, pero el arma no se movió.

« ¡Demonios! ¡El arma no sale! » Nut escupió sangre de su boca « Si no saco esto, no podré usar mi regeneración adecuadamente y esto podría matarme de verdad. Tendré que deshacerme de Ofiuco primero. »

Cleopatra fue la segunda en erguirse, solo que ella levantó la mirada primero y se encontró con Nut tratando de sacar el tridente de su cuerpo; eso provocó que sus ojos se contrajeran en gran manera.

« No… Di en el blanco, pero no cumplí mi objetivo » la humana se puso de pie más rápido, a pesar del cansancio en su cuerpo « ¡No puedo dejar que te quites ese tridente! »

Cleopatra extendió sus piernas y corrió a toda velocidad hasta llegar a la Diosa. Aprovechando el agujero en su hombro derecho, la humana permitió que el mango del tridente pasara por esa herida para acercarse más aún a Nut, quien se asustó mucho cuando la vio tan cerca y en tan poco tiempo.

- ¿¡Pero qué!?

- ¡No lo hagas Nut!

Cleopatra tomó las manos de Nut y empujó a la deidad hasta que ambas cayeron en el suelo, dejando a la Diosa boca arriba y debajo de la humana.

Las manos de la humana sujetaron y extendieron las pequeñas manos de la Diosa, con sus piernas consiguió inmovilizar las extremidades inferiores de la deidad, y las puntas del tridente saliendo de la espalda de Nut se clavaron en el suelo; de forma que la Diosa no tenía forma físicamente posible de escapatoria.

La deidad se movió de lado a lado tratando de zafarse, sin obtener éxito alguno. En ese punto soltó un grito de enojo a la humana.

- ¡Suéltame!

- ¡No lo haré y no porque no pueda! - dijo haciendo referencia al mango del arma dentro de su hombro - ¡Nut-chan, tienes que parar ahora mismo!

- ¿¡Nut-chan!? - los Dioses de la Trinidad y los hijos de Cleopatra se sorprendieron por esa forma de hablarle.

- ¿¡Qué dices!?

- ¿Acaso... no te das cuenta?

Cleopatra dibujó en su rostro una expresion de empatía, cosa que sorprendió a Nut lo suficiente para que dejara de moverse por un segundo.

- ¿Darme cuenta...? ¿¡Darme cuenta de qué!? - de manera involuntaria, la deidad vomitó un poco de sangre que salpicó el rostro de la humana.

Pero, a Cleopatra no le importó esa mancha en su rostro.

- Ya no necesitas cubrir de oscuridad tu corazón, ni debes vivir más en esa soledad que te acongoja. Ya no tienes que luchar más.

- ¿De qué hablas? ¿¡Por qué dices esas tonterías!? ¡No te entiendo!

- No me entiendes porque sigues siendo así de necia.

Nut respiró profundo, dejando salir sangre de su nariz; sin tener otra opción, empezó a prestar más atención a las palabras de la humana.

- No tienes que ser perfecta porque eso ya lo eres Nut-chan. Ahora solo te falta ser feliz otra vez, para que seas completa, tal como me lo dijiste.

El rostro de Nut se enfureció

- Feliz... ¿Qué es la felicidad? ¿¡Qué es esa felicidad, dime!? - de manera involuntaria, sus ojos empezaron a soltar lágrimas de rabia - ¿¡Cuál es el sentido de ser feliz!? ¿¡Acaso debo ser feliz porque así tendré de nuevo la posibilidad de ser traicionada!?

Geb se quedó sin aliento mientras escuchaba a su esposa hablar de esa forma.

- ¿Para eso debo ser feliz? La única vez que abrí mi corazón fue para cumplir la estúpida lujuria de un insignificante Dios que quería embarazarme para tener a sus hijos, mediocres intentos divinos de tener realeza y linaje en Egipto... Ni siquiera había terminado de cumplir ese propósito cuando esos malditos Dioses me traicionaron: me atacaron por la espalda quienes más les había confiado mi vida y mi corazón. Morí de forma literal tantas veces que he perdido la cuenta, y he vivido tantas veces que también he perdido la cuenta. Al final... ¿Cuánto duró la felicidad? ¡Nada! ¡Toda mi vida he vivido sumida en la oscuridad como tu le dices, porque esa estúpida felicidad no duro nada más que un pestañeo! ¡Esa felicidad no fue nada más que una ilusión hecha para tratar de destruir mi divinidad! ¡No quiero esa mierda de felicidad para mi vida!

Las palabras de Nut fueron como una espada para los Dioses, especialmente para los de la tierra de Egipto.

Isis cayó de rodillas inmediatamente, asustando a Ares y quien trató de ponerla de pie de nuevo. Osiris solo se quedó de pie, con la mirada petrificada por el shock en su madre. Quien más estaba afectado era el mismo Geb; puso sus manos sobre su cabeza, completamente asustado y preocupado mientras soltaba lágrimas llenas de amargura.

- Mi amor... - sacudió levemente su cabeza en señal de negación - ¿Qué te... hice...? ¿Qué te he hecho?

- ¡No quiero nada de eso! ¡Si ser feliz implica sufrir, no quiero ser feliz!

Cleopatra estaba atónita por las palabras de la Diosa, quien volvió a sacudirse de lado a lado para zafarse de esa situación aunque sabía que sería en vano.

- ¡Déjame salir, maldita! ¡Déjame salir de una vez, maldita huma-

Antes de continuar con el griterio, la Diosa escuchó una voz en su cabeza. Como un susurro culposo, su conciencia empezó a invadirla de forma abrupta y sofocante con las mismas palabras con que había sido golpeada y masacrada por milenios.

« Eres una mentirosa. »

- ¿Qué? ¡No es cierto! - Nut empezó a sacudirse con más violencia que antes - ¡No es cierto!

Cleopatra sentía cada vez más lástima por Nut; sentía como su propio corazón sufría al ver antes esa deidad, tan pequeña y frágil como su preciosa Selene, actuar de esa manera tan sádica y radical ante tanto sufrimiento.

- Nut-chan... Estás sufriendo de una manera tan grotesca... - Sin evitarlo, la humana empezó a llorar - ¿Por qué no quieres dejar de sufrir? ¿Por qué quieres vivir con eso? Necesitas liberarte de tu dolor.

« Eres una mentirosa. »

- ¡No es cierto! ¡No es cierto!

« Eres una mentirosa. Eres una mentirosa. Eres una mentirosa. »

- ¡Cállate, no es cierto! ¡Yo soy Nut, la perfección del-!

« No es cierto. Eres una mentirosa. »

- ¡Cállate, ya cállate, ya cállate!

- ¡Nut, ya no quiero verte sufrir! ¿Qué puedo hacer para que-?

En ese momento, la mente de Cleopatra se iluminó por un momento: una idea le llegó a la cabeza; una idea un poco loca.

« Esa... esa idea no creo que sea muy recomendable en un caso como este, pero... ¡Definitivamente podría funcionar! ¡Sería como un balde de agua fría, y con el elemento sorpresa de mi lado...! »

- ¡Cállate! ¡Yo no soy una mentirosa!

« No es nada nuevo para mi… Ya lo había hecho unas cuantas veces para conseguir apoyo de otras reinas, solo que esta vez... Será por una buena causa. »

Cleopatra soltó las muñecas de Nut y recargó las palmas a los lados de la cabeza de la deidad; para su sorpresa, Nut ya no estaba prestando atención al hecho de estar encerrada sino que sus manos socorrieron de manera inmediata a apretar su cabeza, como una forma de suprimir esa voz.

« Mentirosa. Mentirosa. Mentirosa. »

- ¡Ya cállate! ¡No quiero oírte más! ¡No quiero oírte nunca más!

Cleopatra respiró fondo para reprimir el dolor que su cuerpo empezaba a sentir por la falta de adrenalina; levantó su mano derecha y con los dedos tomó firmemente la barbilla de Nut, consiguiendo que ella dejara de mover su cabeza casi al instante.

Lla sorpresa en Nut fue grande, tanto que le miró fijamente y frente a frente más que nada por inercia.

- ¿Qué?

- La razón por la que debes ser feliz de nuevo, Nut-chan, es para volver a sentir esto. - Cleopatra acercó su rostro rápidamente, cerró sus ojos, y...

Conectó sus labios con los de Nut en un beso.

- ... ¿¡Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!?

Todos en las gradas quedaron boquiabiertos totalmente.

Heimdall, Osiris, Isis, Ares, Hermes, Zeus, Atenea, Geb, Alejandro, Cesarión, Selene, Eva, Lífthrasir, Geir, Leonidas, Sigrune, Skuld, Hrist, Nostradamus, Sasaki, Brökk y Eitri, Afrodita, los 7 Dioses de la fortuna, Shiva y sus esposas, Rudra y Lakshmi, Thor, Syf y Forseti, Bamapana.

Todos los que miraban la pelea, ya fuera por medio de pantallas en sus habitaciones o en vivo desde las gradas del estadio, soltaron un grito con los ojos saltones mientras miraban ese beso tan repentino.

Al principio, Nut se sorprendió en gran manera; sus ojos se contrajeron y quiso separarse de la humana de inmediato, pero su propio cuerpo no respondió, sino que se quedó quieto en su totalidad recibir y captar todo lo que conllevaba ese momento: la sensación de los labios, la cercanía de esa mujer, la calidez del toque y de su respiración firme y cansada, su cabello cayendo en su cara, y ese rostro tan ensangrentado que ahora no se veía de esa manera; todo eso despertó en Nut recuerdos de un pasado muy distante.

El beso duró algunos largos y eternos segundos, no más de 10; al finalizar, Cleopatra separó sus labios y alejó unos centímetros su rostro del de la deidad para mirarla y captar la reacción de la divinidad:

El rostro de Nut estaba más que nada sorprendido y atónito, sus ojos estaban abiertos en su totalidad y sus mejillas sonrojadas como nunca antes lo había visto, tanto que resaltaban más que la sangre que le manchaba. La humana soltó una sonrisa coqueta y soltó la barbilla de Nut.

- ¿Por qué ser feliz de nuevo? Para sentir eso de nuevo. Un simple y sencillo, pero poderoso acto de amor que alguien está dispuesto a hacer por ti... Siendo como eres, ese beso no habría significado nada para ti, pero... dejando a la felicidad entrar en tu vida, el amor florecerá para que estés completa.

Extendió sus dedos índice y medio para apartar los mechones de cabello de Nut y acomodarlos detrás de la oreja de la Diosa, de forma que podía ver su rostro sin obstáculo alguno.

- Si, tienes razón. Abrir tu corazón de esa manera conlleva el riesgo de ser traicionada; de sufrir porque tu felicidad te ha sido arrebatada o porque tu amor ha sido aplastado. Entiendo tus temores, más aún porque hacerlo de nuevo será muy difícil, ¿Pero sabes algo? Eso no importa.

Acarició la mejilla de Nut con esos dedos y después extendió su pulgar para apretar el cachete de la Diosa de una forma cariñosa y juguetona.

- No importa el riesgo de sufrir, porque el esfuerzo que hagas para abrir tu corazón de nuevo valdrá la pena cuando escuches las... palabras de recompensa...

La humana se quedó en silencio, pasando las yemas de sus dedos en el rostro de Nut una y otra vez con un sentimiento de envidia.

- Tienes un rostro muy lindo y una figura hermosa, incluso mejor que la mía. De verdad te envidio.

- Esas... palabras... - Nut, atónita de las sensaciones que percibía su cuerpo, habló con un tartamudeo - ¿Cuáles son... las palabras de... recompensa?

La egipcia suspiró y entonces quitó su mano de la cara de Nut para acomodar su propio cabello, antes de soltar su respuesta.

- "Te amo Nut".

Esa fue la gota que derramó el vaso de Nut.

Pero, esta vez no era un derrame para corromperla, sino un derrame para unirla de nuevo.

La cabeza de Nut se llenó de recuerdos y emociones que hace tanto tiempo había olvidado. Ese beso de Cleopatra, sus dedos en su cabello, el apretón a su mejilla; todo le recordó a las caricias, besos y afectos que había recibido de Geb milenios atrás. Ese acto de Cleopatra fue la primera vez que milenios que era siquiera tocada por algún ser viviente más que ella, lo que recordó a todo su cuerpo el ser tocada de forma amorosa que había recibido y había dado a sus 5 pequeños hijos cuando eran bebés en sus brazos.

Nut recobró ese recuerdo suyo que había charlado con Cleopatra en "La Grande que alumbra a los Dioses", al mismo tiempo que la voz en su cabeza se callaba para siempre.

La deidad quebró por fuera; su rostro dejó de estar sorprendida para entonces quebrar en llanto y cerrar sus ojos.

- Tú... - en medio de sus lágrimas, Nut trató de hablarle; de hecho, incluso el tono de la voz con que hablaba cambió de manera tan drástica - Tu... no me hiciste caso...

Cleopatra se dio cuenta de con quien estaba hablando ahora y solo pudo soltar una risa divertida.

- Me costó algo de tiempo entender tu indirecta, pero pude hacerlo antes de tiempo.

- No es justo... Cleo-chan, no es justo lo que me hiciste.

- ¿¡Cleo-chan!? - nuevamente los Dioses de la Trinidad y los hijos de Cleopatra se sorprendieron.

- ¿Qué te puedo decir? No quería dejarte de esa forma tan lamentable.

- Yo... te conté todos mis secretos... me abrí contigo... No para un hicieras ese beso y todo tu discurso tan lindo... No es justo. Yo quiera... que me matarás para que dejara de sufrir de una vez... quería irme en paz de este mundo...

Cleopatra solo pudo soltar una risa de diversión, mientras a Nut levantaba sus manos para limpiarse las lágrimas de sus ojos.

- No es justo, porque ahora ya no me quiero morir. Quiero vivir y quiero ser como antes. Quiero ser amada y quiero ser feliz otra vez.

Cleopatra apartó las manos de la deidad y se acercó a ella, para que de la forma en que pudiera le diera un abrazo. La Diosa correspondió de la misma manera rodeando con sus pequeños brazos el cuerpo de la humana y llorando a gritos, soltando sus lágrimas y mocos combinadas con su sangre sobre el hombro de Cleopatra.

- Hice un buen trabajo, ¿No crees?

- No lo sé, Cleo-chan - Nut respiró con dificultad - No quiero volver a sufrir. He vivido con este dolor por tantos años que ya no quiero volver a sentirlo en mi vida.

- Yo te ayudaré - Cleopatra movió su mano izquierda y con sus dedos acarició la cabeza de Nut - Aún eres muy inmadura y temerosa en el tema del amor, casi como mi hija más pequeña. Pero ahora estoy aquí contigo, y te ayudaré a salir adelante en esta nueva vida... ¿Si?

- ¡Si, por favor! Quiero que me ayudes Cleo-chan.

Cleopatra irguió su brazo derecho y el tridente que las clavaba a ambas en el suelo se deshizo, de forma que pudieron ser libres. La humana se levantó como pudo mientras mantenía a Nut en su abrazo, quién seguía llorando y expulsando todos sus sentimientos.

- Ya terminamos... Esta vez si terminamos, ¿no?

- Si, Cleo-chan. Ya terminamos.

Las gradas soltaron un grito de júbilo con ese inesperado pero al parecer final feliz para ambas luchadoras.

- La pelea ha terminado... - Heimdall soltó una lágrimas de emoción - Y tal parece que esta vez no tendremos un ganador para la tercera pelea del segundo Ragnarok.

Sigrune sonrió con más esperanza que antes, y apretó sus puños con emoción.

- No sé que rayos haya pasado allá, pero... Todo parece estar bien ahora.

Geir respiró pesadamente, pero después de lo que había visto se sintió un tanto reconfortada y esperanzada, más que antes.

- Puede que no haya sido un gran error mandar a Cleopatra.

La humana siguió abrazando a Nut por un largo rato, mientras la pequeña seguía desahogándose con sus lágrimas sobre su hombro. Después de ello, Nut se separó de un pequeño salto de la humana, y hasta ese momento Cleopatra empezó a respirar profundo mientras se llevaba una mano al pecho.

- Bien... Ahora... Yo necesito... descansar un momento... ¿Está... bien?

Antes de decir algo más, la humana soltó un suspiro agotador y se desplomó en el suelo con pesadez. Nut se sorprendió y asustó en su totalidad.

- ¡Cleo-chan!

- ¡Mamá! - sus hijos se asustaron.

Cleopatra escuchó unos cuantos gritos, pero no entendió lo que hablaban; como si sus oídos se hubieran tapado al momento. Poco a poco sintió sus fuerzas desaparecer, y sus ojos finalmente se cerraron mientras perdía el conocimiento...

...

Los ojos verdes de la humana se abrieron de golpe, dándose cuenta del nuevo lugar en donde estaba.

Un techo blanco y liso, y cortinas a los lados. Giró su cabeza y pudo verse encerrada en una especie de cuarto de cortinas, con una pequeña mesa a su lado que tenía un florero lleno; sintió extraño su cuerpo y levantó la mirada para verse a si misma, llevándose la sorpresa de que todo su cuerpo estaba lleno de vendajes; incluso sintió que su frente estaba con vendas.

Pero, esa no fue la mayor sorpresa para ella.

- ¿Sigo... viva?... - a través de sus dedos vendados empezó a tocar su cuerpo con lentitud.

Movió su mano izquierda y tocó su hombro derecho que había sido perforado; ahora solo había un venda que la cubría completamente, y ya no había sensación de que hubiera un agujero.

Levantó su mano derecha también y empezó a palpar con suavidad todo su cuerpo repetidas veces. Pecho, cuello, brazos, abdomen, espalda, pelvis, caderas, piernas, muslos; también tocó su cabeza, para confirmar un vendaje cubría la mayor parte de su frente y le rodeaba. Toda estaba llena de vendajes y al parecer ya no tenía ni una sola herida o rastro de alguna.

- Sigo viva... A pesar de estar en ese tan mal estado, sigo viva...

Trató de recordar lo último que su mente había grabado; aquello era el momento antes de desplomarse, cuando había terminado la pelea y por fin Nut había cambiado para bien.

- ¡Nut! ¿Estará bien? Digo... mi ataque le hizo mucho daño... ¿¡De verdad estará bien!? ¿¡Pudo regenerarse a tiempo...!?

- Si, si. Esa Diosa está bien.

Escuchar esa voz masculina de nuevo la sorprendió en gran manera. Giró su cabeza con sorpresa y vio de quien se trataba: su hermano menor, Ptolomeo XIII; mejor dicho, su cabeza y parte superior de su cuerpo asomado por la cortina que la separaba del exterior.

- Her... Hermano...

Ptolomeo suspiró y terminó de entrar a ese cuarto pequeño.

- Poco después de que te desmayaste, se regeneró por completo y usó de su poder para curarte. Gracias a ella, estas casi como nueva.

La egipcia seguía un tanto confundida, por lo que Ptolomeo decidió seguir hablando.

- Hermana... Si que eres un gran tonta, ¿Lo sabías?

- ¿Eh? - Cleopatra se confundió - ¿Nos vemos por primera vez en más de mil años... y eso es lo primero que me dirás de tu parte?

- ¿Disculpa? - Ptolomeo se molestó aún más - ¿La primera vez que te veo después de más de mil años; veo como estas luchando en nombre de toda la humanidad y se te ocurre traicionar a toda tu raza para satisfacer tu ego de "ser una Diosa"? ¿¡Qué diablos estabas pensando, idiota!?

- Ehhh... - Cleopatra se rascó la frente con nerviosismo - ¿Me repites tu pregunta?

- ¡Eres una idiota! ¡Estúpida arrogante! ¡Por eso te odio más que cuando éramos faraones!

Ptolomeo se acercó y le dio un par de golpes a la mujer; eran golpes suaves, pero el estado de Cleopatra, aunque estable profundamente marcada por dicho combate, por lo que esos golpes fueron un tormento de dolor para la egipcia.

- ¡Ah! - soltó un grito sin evitarlo - Eso... duele mucho...

- ¡Hubieras pensando eso antes de hacer tu estupidez!

- ¡Estaba peleando contra una inmortal! ¿No crees que mis actos tienen un poco de justificación?

- ¿Viste el Ragnarok hace 1000 años? Hubo personas peores que tu, pero ni un solo traidor.

- Si, si... lo que digas...

Cleopatra se acarició con delicadeza las zonas golpeadas para calmar su dolor, mientras que Ptolomeo suspiró y recargó su espalda en la pared que conectaba la cabecera de la cama de su hermana.

- ¿Sabes? Siendo honesto, no hubiera visto tu pelea por voluntad propia.

- ¿Sabes? - la egipcia respondió con sarcasmo - Después de una pelea a muerte de semejante calibre, escuchar esas palabras reconfortan mi alma.

- Pero... - Ptolomeo giró la cabeza a un lado con cierta vergüenza - Ver tu espíritu luchar de esa forma tan decidida y firme. La forma en que llevaste la contraria a todos los Dioses, sin importar lo que te dijeran. Y... esa manera tan rara y tuya en que salvaste a esa Diosa... Fue muy admirable. Me gustó ver ese lado de ti.

Cleopatra sonrió de lado.

- No hubiera visto tu pelea por voluntad, pero... No me arrepiento de haberla visto.

- ¡Awwwww! - la egipcia soltó un grito de emoción - ¡Sabía que en fondo me has querido!

- ¿Qué esperas? Soy tu hermano: trabajo es odiarte exteriormente y por dentro sentir lástima por ti.

- ¿Lástima? ¿No querrás decir... "amor de hermanos"?

- Cállate. Nunca admitiré eso.

Cleopatra soltó una risita risueña, y entonces Ptolomeo se separó del muro.

- Bueno... Estás viva, aunque inconsciente por 4 peleas...

- ¿¡Qué!? ¿¡4 peleas inconsciente!? Eso significa que estamos en la séptima u octava pelea del Ragnarok... ¿¡Cómo va el marcador!?

- Tú descansa; ya tendrás tiempo para digerir el marcador... - suspiró Ptolomeo - Lo que te quiero decir es que... Sigues viva, e hipotéticamente sigues siendo una representante en nombre de los Dioses.

Cleopatra se quedó en silencio.

- Debo confesar que, ante mis ojos es un completo error que hayas hecho eso. Hiciste que dudara de ti, tus 2 amantes te abandonaron y soltaste muchas lágrimas de tus hijos, ¿Eres consciente de ello?

Como si estuviera siendo regañada, Cleopatra solo atinó a asentir con la cabeza. Por ello, su hermano se dispuso a continuar.

- Para mi es un error, pero... otra cosa que debo admitir de ti es tu fríamente fraude ver el mundo. Tienes una visión tan peculiar que solo una copia de ti podría entender; solo tu puedes entender porque traicionaste a más de 7 millones de años. Si crees que lo que hiciste no fue un error, usa tu cabeza y saca el mejor provecho que puedas, pero...

Ptolomeo respiró hondo.

- Si fue un error, te pido que salgas de este asunto lo más pronto que puedas. No me gustaría verte siendo castigada o algo así por una tan mala decisión.

Cleopatra asintió con firmeza.

- Si hermano. A estas alturas... estoy confundida con lo que hice. Pero tal vez pueda tener una nueva oportunidad con esta decisión.

Ptolomeo la miró por un momento antes de dirigirse a las cortinas para irse; en ese momento, Cleopatra le estiró la mano al recordar otro asunto.

- Espera un momento. Hablando de cambios de bandos y eso... ¿En qué terminó mi pelea?

Ptolomeo se detuvo, y dándole la espalda le respondió.

- Vi que te hiciste amiga de Nut-sama. No sé porque no me sorprende, pero... ¿Te reconfortaría saber que, por causa de tu repentino desmayo, a ella le dieron la victoria?

Cleopatra sonrió con un suspiro.

- No era lo que me hubiera gustado, pero... Si. Me reconforta mucho saber que ella... fue la ganadora. Se lo merece.

- De acuerdo - y entonces Ptolomeo recordó algo muy importante también - Hablando de las peleadoras de la tercera ronda... Hay unas pequeñas personas que han querido verte desde hace 4 combates.

Ptolomeo salió por las cortinas, y después de un par de minutos de espera regreso, abriendo la cortina en su totalidad. A un lado suyo, estaban aquellas 3 caras que la mujer había visto durante toda su pelea, cuyos nombres había usado en su ataque final para salvar a Nut:

Selene Cleopatra, Alejandro Helios, y Cesarión. Los 3 jóvenes adolescentes sonrieron de emoción al ver a su madre de nuevo, y la pequeña joven no evitó en soltar lágrimas de alegría.

- Estos 3 me pidieron guía para buscar a su madre. Y aquí están, de nuevo contigo. Los dejaré solos en su reunión familiar.

Ptolomeo se dio media vuelta y se fue.

En esa pequeña habitación, los 3 niños vieron a su madre nuevamente frente a ella, en carne y hueso. Después de haber pasado por la caída de Egipto en que ella fue una exhibición de guerra para cuidar de ellos; después de verla combatiendo con tanta ferocidad contra una Diosa tan poderosa que pudo haberla matado en cualquier instante; después de todo eso, tenerla tan cerca de nuevo era casi como un sueño.

- Mamá... - Selene quería hablar, pero no sus propias lágrimas le hacían tartamudear.

- Estás... bien... - Alejandro se llevó las manos a la boca.

Cesarión dio un par de pasos al frente y sonrió con incredulidad.

- Mamá... yo... mis hermanos y yo... te...

Cleopatra recordó de inmediato aquel día en la tesorería de Egipto, a punto de morir con esa promesa. La mujer sonrió emocionada y levantó ambos brazos hacia sus pequeños retoños.

- ¿No les había prometido que volverían a estar en mis brazos? Ya vencí a un Dios así que no se contengan más. Pueden abrazar a mamá.

Los 3 hijos rompieron en llanto al mismo tiempo y a una se lanzaron sobre su madre. Ella sabía que estaba a punto de sentir un dolor tal vez superior al del combate, pero saber que ese doler sería causado por sus hijos hacia que no le importará en lo más mínimo.

Los 3 niños aterrizaron sobre ella: Selene bajo su derecha, Alejandro en su izquierda, y Cesaron al centro sobre su pecho. Cleopatra cerró sus brazos y formó un abrazo grupal con sus hijos; la primera vez que los 4 estaban de esa forma.

Los 3 hijos lloraron a la par, soltando barridos y toda la angustia que habían  guardando. Y en ese escenario, Cleopatra sonrió sintiendo su amor de madre que la había mantenido hasta el final, en su vida terrenal y ahora para la eternidad futura.

...

Nut vs Cleopatra VII
Duración del combate: 42 min. y 39 seg.
Ganadora por K.O.: Nut.
2 - 1

...

ASFD

Nota de autor: Tal como les prometí, aquí tenemos el final alternativo. Mucho más pronto de lo que esperaba, pero ya está hecho.

Y si me disculpan, me iré a llorar por un mes entero mientras recapacito haber tomado la decisión de matar a Cleopatra en el canon :").

Debo decirles que este final alternativo es diferente a lo que había imaginado en un inicio; pero, si tengo tiempo y ganas (xd) les hablaré este tipo de cambios que se han presentado en mi sección de "Noticias Ragnarok".

Hasta el momento sigo sin tener ideas para la cuarta pelea (esto ya no es divertido. Es triste), pero sigo esforzándome para traer una pelea digna del segundo Ragnarok.

La fecha del 27 de enero no está en lo más mínimo afectada, así que no se preocupen por ello. Solo si les informo que tendremos relleno para explicar y detallar todos los espacios y asuntos que estará dejando esta tercera pelea para antes que comience la siguiente ronda; prepárense para lo que se estará viniendo detrás de cámaras UwU.

Y ahora si, sin más que decir, ¡Los leo en el siguiente capítulo!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top