Capítulo 1. El segundo Ragnarok

- ¿Eh? ¿U-Un segundo Ragnarok?

Geir estaba completamente atónita ante las palabras de todos los Dioses. A pesar de que su mente ya se había preparado lo suficiente, escuchar esas palabras directamente de todos los Dioses fue incluso más sorprendente de lo que ella pudo imaginar.

Zeus entendió perfectamente esos sentimientos en la valkiria, por lo que repitió sus palabras.

- Queremos la revancha contra los humanos. Después de haber sufrido una fatídica derrota... Queremos volver a sentir todas aquellas emociones que tuvimos en el Ragnarok pasado: tristeza, alegría, júbilo, gozo, desesperación, emoción... ¡Todo eso fue lindo a su manera! Y queremos nuevamente un torneo, para romper nuestro debate de si debemos dejar vivos a los humanos otros 1000 años, o si en esta ocasión... ¡Debamos derrotarlos y extinguirlos de una vez!

Geir había dejado de escuchar desde antes que hablara, ya que una avalancha de recuerdos golpeó repentinamente su cabeza: todas aquellas emociones y sentimientos que la habían inundado hace 100 años, en el Ragnarok.

Ver la primera derrota de la humanidad a manos de Thor, y contemplar por primera vez como era la muerte en el Ragnarok, y la gran tristeza que inundó sus ojos en lágrimas al enterarse que su hermana Rangdriz nunca regresaría.

La tensión que todo su cuerpo sintió cuando Adán peleó contra el mismo Dios que ahora sentado estaba proponiendo el segundo Ragnarok; su desesperación al ver que Adán se había quedado ciego, y que Zeus prefirió no tener piedad con el padre de la humanidad, hasta que murió junto con Reginleif que partió con una sonrisa en sus labios.

La muerte de su "hermano mayor" Hércules, a manos de Jack. A pesar de que ella había logrado perdonar al asesino, su corazón aún se quebraba al recordar las palabras que había dedicado Hércules a la humanidad entera, y su trágica despedida siendo el único Dios que abrazó a su oponente en el Ragnarok, a pesar de toda la maldad del corazón de Jack.

Las demás derrotas de la humanidad golpearon su cabeza como si se tratara de una potente cubeta de hielos. La masacre de golpes que le propino Shiva al mejor sumo de la historia, Raiden Tameemon. La muerte tan sangrienta de Rasputin frente al demonio Beelzebub. La derrota casi igualada de Sakata Kintoki frente a Bishamonten. La muerte que experimento Qin Shin Huang frente al Dios de la muerte, Anubis.

Pero, sobre todos sus pensamientos, una sola imagen se quedó grabada: la muerte de Brunhilde. Su tan amada hermana mayor, quien le permitió ver en primer plano como ella escogía a los humanos, su forma de hablar con ellos, y le permitió estar a su lado cuando ocurrieron todos y cada uno de los combates en el Ragnarok, que tan fatídicamente se despidió de ella para ir al 12° combate, y terminó perdiendo frente a su rival. Recordó la manera en que le dedicó una ultima sonrisa, antes de desaparecer e ir hacia el Nilfheim.

Fue tanta la conmoción que sintió en ese momento que se cayó al suelo y tuvo que poner sus manos en los escalones para evitar caer de cara sobre estos. Su mente se desconectó, y no podía pensar en otra cosa.

- … ¿Y bien, Geir-chan? ¿Te gustaría que tuviéramos un segundo enfrentamiento...?

« Este anciano... todos los Dioses... » levantó la vista, y vio perfectamente como todos los Dioses de todos los panteones dirigían miradas de intimidación y amenazantes, combinadas con un gran sentimiento de desprecio y odio hacia la valkiria, pero especialmente... ansias y emoción.

- Vamos, semidiosa. Queremos un segundo Ragnarok.

- ¡Responde a Zeus-sama!

- ¡Queremos volver a ver la desesperación en los humanos!

- ¡Esta vez les ganaremos en el Ragnarok!

- ¡Queremos aplastarlos!

- ¡Queremos acabar con ellos en el ring!

« ¿Acaso... Zeus-sama perdió completamente la cabeza? ¿Acaso olvidó que perdió a su hermano y a su hijo Hércules en aquella masacre de torneo? ¿¡Y dice que quiere repetirlo!? ¿¡Todos ellos quieren repetirlo!? »

- Vamos, Geir-chan, responde - insistió Shiva, dirigiéndose a la valkiria. Luego, su semblante se volvió sarcástico - ¿O será que... estás asustada?

Esas palabras golpearon profundamente a Geir: fueron exactamente las mismas palabras que Brunhilde había usado para provocar a los Dioses a realizar el Ragnarok en la ocasión pasada.

- ¡Jaja, maldita miedosa!

- Ni siquiera puede permanecer de pie...

- Supongo hermana podía al menos levantar el rostro.

- ¡Y aun así está muerta!

- ¡Jajaja!

Geir a duras penas lograba procesar todo lo que estaba pasando. Era evidente que los Dioses querian una respuesta rápida, o de lo contrario... incluso le llegó a la mente la idea de que Thor podría dejarla a su suerte frente a los Dioses en esa misma conferencia.

Estaba completamente aterrada. Su cuerpo apenas podía moverse, y creía que no sería capaz de levantarse siquiera para decirle a los Dioses un "no". Pero, entonces... Un vago recuerdo llegó a su cabeza. Unas palabras que le dijo su hermana Brunhilde cuando terminó el cuarto enfrentamiento del Ragnarok.

« Juntas seguiremos adelante… por el bien de la humanidad. »

Entonces, miró algo más allá de aquella reunión divina, de las palabras de Zeus, del desprecio que le transmitian los Dioses, y del miedo que la congelaba completamente. Pudo ver algo aún mayor que todo eso.

Todo lo que ocurrió en el Ragnarok pasado no había sido hecho para la diversión de los Dioses de la reunión, ni porque Zeus lo hubiera decidido, ni porque los Dioses quería conocer la capacidad de sus creaciones, ni para vencer el miedo y elevar el orgullo que tenía Brunhilde como valkiria mayor en aquel entonces. Todo lo que había ocurrido tenía un único objetivo: proteger a la humanidad de los Dioses.

Brunhilde había convocado al Ragnarok a 13 hombres, quienes lucharon ferozmente hombro con hombro junto con las Valkirias, con el propósito de defender tanto su existencia como su orgullo frente a los Dioses. Y eso era lo que más importó durante el Ragnarok: no las peleas entre Dioses y Humanos, ni las derrotas y victorias que se conseguían, ni conocer al siguiente peleador. Todo giraba en torno a proteger a los humanos.

Y ese preciso momento no era la excepción. Geir pudo vislumbrar, entre toda la palabrería de Zeus que estaba ansioso por nuevamente pelear contra los humanos, aplastar su orgullo y, finalmente, cuando hayan caído en la desesperación, darles el golpe de gracia con su extinción.

Después de haber experimentado el carne propia el volund con el Rey Leonidas quien le enseño aquel ferviente deseo de vivir, y como actual y nueva líder de las Valkirias, su deber era estar dispuesta a oponerse a esa voluntad divina y sedienta de sangre; hacer todo lo posible para proteger a los humanos. Y con esa gran determinación, se puso de pie sorprendiendo a todos los Dioses; levantó la mirada, con una miraba bastante firme, y habló hacia Zeus.

- Zeus-sama, si me permite hablar... - antes de continuar diciendo cosas, pensó delicadamente sus palabras y ordenó sus pensamientos. A parte de que tenía que respetarlos porque podrían matarla ahí mismo, y a pesar de que su voluntad había logrado reestablecerla, tenía que pensar fríamente: no podía arrojarse a las fauces de los Dioses sin tener un plan. Debía actuar como Brunhilde actuó: debía tener en mente algo qué hacer, cómo hacerlo, y cómo actuar si ocurre algo que no esperaba. « Vamos, Geir, piensa... ¿Qué haría Brunhilde-neesama en esta situación? »

- ¿? ¿Y bien, Geir-chan? - preguntó Zeus con amabilidad sarcástica. Pero por su parte, Thor, el Dios supremo Nórdico, habló con voz de trueno que resonó por toda la sala.

- Habla, Geir.

- Si Me permiten, Dioses Supremos... - « ¡Ahhh, no puedo pensar con claridad! ¡Necesito mas tiempo para pensar en algo...! ¡Eso: tiempo! » - Me gustaría que, si ustedes hayan agrado ante mis palabras, me concedan un poco de tiempo para pensar en esta decisión.

- … - los Dioses se quedaron en silencio. Definitivamente no esperaban que diera esa respuesta. Por su parte Geir, sonriendo amablemente pero por dentro hirviendo en orgullo y su temor que se había atragantado, esperaba una respuesta de parte de los Dioses.

Pero, antes de que Zeus, Shiva, Afrodita que había estado en silencio y parecía querer hablar, o algun otro Dios pudiera decir algo, habló Thor con firmeza.

- Tienes 3 horas Geir.

Los demás Dioses guardaron silencio, esperando que Zeus, presidente del consejo del Valhalla, dijera siquiera alguna palabra, cosa que no tuvieron que esperar mucho.

- ¡Está decidido! Tendremos una larga pausa de 3 horas, mientras que nuestra querida Geir-chan toma una decisión con respecto al Segundo Ragnarok... ¡Espero que los aproveches bien, querida! - golpeó con su martillo de madera, y la sesión quedó pausada.

Entonces, Geir por su cuenta salió de la gran habitación con suficiente rapidez para evadir a los demás Dioses y a Hermes que estaba en la puerta. Y, una vez estando afuera de la conferencia, caminó por los pasillos del Valhalla de regreso a dónde estaba en un inicio.

A mitad del camino, el miedo se apoderó de ella y doblegó sus rodillas, cayendo al suelo para después abrazarse a si misma.

- Tengo la sensación... De qué tome una mala decisión... ¿Por qué lo hice? - Geir miró a su alrededor, y se sorprendió al identificar en donde estaba - A-Aquí... fue... - sus recuerdos la golpearon de repente - Aquí mismo fue donde me desplome después la reunión pasada... junto a Brunhilde... después de que ella declaró el Ragnarok...

Apretó con nostalgia su mano izquierda, la cual hace 1000 años estaba aferrada con el mismo miedo que ahora sentía a la de Brunhilde justo después de haber salido de la reunión de los Dioses. Entonces, la conversación revivió en su mente.

[ Ambas caminaban en el pasillo. Brunhilde miraba hacia el frente con seriedad, pero por su parte Geir estaba con una cara llena de miedo y duda. Después de un momento, la pequeña se desplomó en el suelo, tomando la mano de la mayor. Ella, con amabilidad, le preguntó.

- ¿Qué ocurre Geir?

- No puedo aguantar más, hermana... - confesó Geir - ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué te opusiste a la voluntad de los Dioses, y los hiciste enojar? ¡¡Estás pidiendo que te maten!!

Brunhilde soltó un leve suspiro, como si todo el tiempo estuviera esperando la pregunta de parte de su hermana menor, y habló a ella.

- Geir… eres una aprendiz de valkiria, así que aún no puedes entender esto... - su voz se volvió más dulce y amable - El lazo entre los humanos y nosotras, las valkirias, es más profundo del que tenemos con los Dioses.

Se apartó de Geir unos pasos, y juntó sus manos en el pecho.

- Es imposible que pueda... abandonarlos...

- Hermana... - « Se está arriesgando por el bien de la humanidad. Qué valkiria más increíble... Solo Onee-sama puede hacer algo así. Es increíble como esta protegiendo a la humanidad hasta tal extremo... » ]

- Recuerdo perfectamente las palabras que dirigí hacia ella... - confesó con nostalgia. Y, mientras seguía apretando su mano, comenzó a reír sarcasticamente - En su momento, admiré a Onee-sama por lo que hizo en la junta de los Dioses. Pero, yo acabo de hacer lo mismo... Parece que Brunhilde-neesama no es la única, después de todo, que puede hacer algo tan extremo como hablar cada a cara a los Dioses por la humanidad...

Se levantó de su sitio, y respiró con profundidad.

- Bien, debo continuar. Debo pensar lo mejor para la humanidad, y de ser posible... - emitio una pequela sonrisa de orgullo - Puede que escoja a los nuevos Einherjer, de ser necesario...

Continuó caminando, hasta llegar a una habitación. La misma en la que Brunhilde había escogido a los siguientes peleadores combate tras combate. Estando ahí, Geir tomó la misma tableta que había usado Brunhilde para decidir a los peleadores del Ragnarok pasado. Le sacudió el polvo que tenía, y prendió la misma, la cual de inmediato le mostró una lista de todos los humanos que existieron en los pasados 7 millones 1000 años.

Había variadas opciones entre las listas. Sus ojos prestaron atención primeramente en los generales bélicos, militares, y guerreros de varias civilizaciones y naciones.

Alejandro Magno, Adolf Hitler, Julio César, Guillermo el Conquistador, Saladino, Escipión, Eugenio de Saboya, Federico II, Welintong, Cristobal Colon, Zhukov, Genngis Khan, Tamertán, El Gran Capitán, Lawrence, Romnel, entre muchos otros.

También halló a grandes pensadores y científicos de varias épocas.

Aristóteles, Sócrates, Platón, Isaac Newton, Galileo Galilei, Thomas Alva Edison, Albert Einstein, Stephen Hawking, Charles Darwin, Sigmund Freud, Nicolas Copérnico, Alexander Fleming, Pitágoras, John Dalton, y a otros más.

Los nombres se todos aquellos y también de muchas mujeres aparecieron ante sus ojos:

Mahoma, Confucio, Cai Lun, Johannes Gutenberg, Louis Pasteur, Euclides, Augusto, Antoine Lavoisier, Constantino el Grande, James Watt, Michael Faraday, James Clark Maxwell, Martin Lutero, George Washington, Karl Marx, los hermanos Wright, Adam Smith, William Shakespeare, Anton van Leewenhoek, William Morton, Guillermo Marconi, Oliver Cromwell, Alexander Graham Bell, Ludwig van Beethoven, Warner Heisenburg, Louis Daguerre, Simon Bolivar, Rene Descartes, Miguel Angel...

¡Las listas eran bastante amplias! ¡Habia miles y miles de humanos que escoger! ¡La decisión era difícil! Simplemente todos ellos eran muy buenas opciones para poder pelear en su revancha contra los Dioses.

Estaba apunto de escoger, con base al entusiasmo que encontró al momento, pero rápidamente paró sus movimientos.

- Cálmate Geir. Esto definitivamente no lo haría Brunhilde-neesama - dijo ella misma para sus adentros, logrando así frenar sus impulsos del momento - Solamente veremos a quienes puedo escoger para hacerles frente. Pero... - pensó un momento lo que diría, y entonces continuó - Solamente tenemos 13 lugares, así que debemos escoger a los más indicados si es que vamos a hacer un segundo Ragnarok...

Entonces, Geir comenzó su búsqueda. De manera firme, ella buscaba entre cada unas de las distintas categorías de las listas, y buscaba entre los nombres a las personas que consideraba más ideales, u cuando una persona le llamaba la atención, leía todo su perfil para entonces considerarlo o no.

Tras estar un largo rato así, había logrado juntar a un total de 5 de los 13 lugares para la lista de peleadores.

- ¡Vamos bien! - dijo, mientras se estiraba - Puede que, siguiendo este ritmo, entonces declaremos un segundo Ragnarok... pero... - se quedó un momento pensativa - Si Brunhilde-neesama estuviera aquí... ¿Qué pensaría? ¿Creería que es necesario tener un segundo Ragnarok, o simplemente dejaría a los Dioses la decisión? Y, si quisiera volver a pelear contra ellos... ¿Cómo escogería a los siguientes?... De hecho, no recuerdo que lo hubiera hecho. Creo entonces que tengo ventaja porque ellos me dieron la opción de decidir lo que pasará de aquí en adelante...

Se quedó en silencio, mirando hacia un punto fijo por largo rato.

- Si ella hubiera tenido opción... ¿Cómo los escogería?... - se volvió a preguntar - Bueno, tomaría primero en consideración a los Dioses... Los estudiaría,  y trataría de escoger a los más aptos de acuerdo aptos cuenta los Dioses... También, tendría en consideración sus perfiles y habilidades. Y, lo que no faltaba, también hablaría con nuestras hermanas para que|

Entonces, una bandeja de agua llenó su cabeza; algo que surgió al instante en que dijo esas últimas palabras. Brunhilde le habia dicho de manera clara que simplemente los humanos no tenían la más mínima posibilidad de derrotar a los Dioses, de no ser... por la ayuda de las Valkirias. Junto a ellas, los volund se volvían en el enlace ideal para que los humanos fueran capaces de enfrentar a los Dioses. Pero, actualmente, solo eran 7 las valkirias que quedaron después del Ragnarok, obviamente insuficientes para los 13 combates designados: si es que quería mantener a sus hermanas restantes con ella era imperativo conseguir 7 victorias seguidas al comienzo, lo cual simplemente sería  imposible. Y mientras su mente tenía esa idea, una segunda, peor aún, entró a su mente:

- Espera... si hacemos un segundo Ragnarok... ¿Significa que... ? - su voz se cortó en seco - ¿¡Qué Líf y Lífthrasir van a tener que participar también!? ¡Diablos! - gritó con muchas fuerzas - ¡No había pensado en eso! ¡Y-Y tampoco en la posibilidad de que perderé a más hermanas!

Rápidamente borro la lista que tenía, ya que no había considerado el volund en ellas, y entonce comenzó a buscar desesperadamente en las listas gente que fuera bastante fuerte y poderosa. Lo suficiente para lograr vencer a los Dioses sin necesidad de hacer el volund.

Urbano II, Ashoka, Agustín de Hipona, William Harvey, Ernest Rutherford, Juan Calvino, Gregor Mendel, Max Planck, Joseph Lister, Nikolaus August Otto, Francisco Pizarro, Thomas Jefferson, Iosif Stalin, Ciro II el Grande, Homero, John Locke, Edward Jenner, Wilhelm Röntgen, Johan Sebastian Bach, Lao Tse, Johannes Kepler, Enrico Fermi, Leonhard Euler, Jean-Jacques Rousseau, Nicolas Maquiavelo, John F. Kennedy...

Pero, al final no encontró ninguna en las listas.

- No hay nadie... - suspiró con cansancio - No hay nadie que sea capaz de vencer a un Dios con sus propias manos... Sin necesidad de tener una arma divina... - miró la tableta con tristeza - Es imposible. No podré tener una lista con los nuevos Einherjer en la que pueda proteger a mis hermanas de este nuevo suceso... ¡Será imposible pelear contra los Dioses y proteger a mis hermanas! Simplemente... tendré que ir al consejo, y decirles que rechazo el reto, y dejar... El destino de la humanidad nuevamente en las manos de los Dioses.

Una profunda tristeza la invadió rápidamente, a lo cual bajó la mirada por unos largos segundos. Para cuando la volvió hacia arriba se asomó a la hora de la tableta.

- Ha pasado una hora... Solo me quedan 2 horas de las que me concedió Thor-sama... - golpeó su rostro en la mesa - ¡Esto se ha terminado! ¡No podré ser capaz de salvar a la humanidad de la extinción si es que los Dioses así lo determinan!

Se quedó ahí recargada por un buen rato, hasta que alguien golpeó la puerta de la entrada.

- ¿Geir-sama? ¿Podemos pasar?

- ¿? - ella se sorprendió bastante por el "sama", así que les dejó pasar - Pasen... - volteó para ver de quienes se trataba, y sus ojos se llenaron de asombro - ¡! ¡Ustedes, son...!

...

La corte de los Dioses comenzó a entrar en impaciencia. Ya solamente faltaban 5 minutos para que se terminarán las 3 horas que había concedido la corte para que Geir pensará en su decisión.

- Se tarda mucho esa semidiosa - comenzaron a murmurar los Dioses.

- Dejar que una simple semidiosa escogiera el futuro de la humanidad fue completamente una pésima idea.

- ¡Sería más fácil si simplemente destruimos a los humanos y ya!

- Creo que tienes razón...

- ¡Si! ¡Ahorremonos tiempo y mejor acabemos con ellos!

- … - Thor recién llegaba, después de que a las 2 horas salió de la reunión diciendo que discutiría algo. Pero ahora que volvió en silencio al alboroto alrededor de su trono, se le podía notar molestia en sus movimientos. Una vez que se sentó, murmuró con dicho sentimiento - Geir, si no llegas a tiempo, aún después de nuestra charla, personalmente me encargaré de ti...

- Bien, Dioses del Valhalla - habló Zeus fuertemente, retomando su asiento - Parece que la pequeña Geir ha dictado con su ausencia su decisión de dejar a la humanidad a nuestra suerte. Es realmente una pena saber esto...

Los demás Dioses se rieron burlonamente ante el comentario de Zeus.

- Bien, demos inicio entonces a la segunda parte del|

- ¡Por favor, esperen un momento!

- ¿Hmmm? - Zeus volteó a ver de donde provino el grito, y se encontró con Geir que estaba cruzando las puertas de la reunión. Zeus-sama visualizó un recuerdo, y su mente sospechó « Que curioso. Me pareció ver a Brunhilde-chan en vez de a Geir-chan »

- … - Geir exhaló e inhaló profundamente repetidas veces « No debo, dejarles ver... que hace 5 segundos salí de la habitación  y que vine aquí corriendo a toda prisa » - Dioses, si me permiten hablar... Ya tengo mi decisión hecha.

- Que bueno es oír eso - habló Zeus - Y cuéntanos... ¿Que has decidido?

- ... - Geir se quedó en silencio unos segundos, hasta que volvió a hablar - Me gustaría decir algo antes de decirles mi decisión.

- ... Continúa - le invitó Afrodita desde su asiento, provocando que todos los Dioses guardarán silencio para escuchar a la Valkiria.

- ... - Geir se quedó en silencio unos segundos. Soltó un suspiro para aliviar la tensión, y comenzó a hablar - Cómo bien saben, Dioses, este torneo tiene un significado muy profundo para ambos bandos: la supervivencia de la raza humana... Mas que estar frente a un torneo creado, tal vez por accidente o tal vez por premeditación, estamos con una decisión bastante importante, que es sobre la decisión firme de pelear contra la creación para decidir si son dignos de vivir más accidentados,  por lo que... - puso sus manos en su pecho - Como valkiria reina del Valhalla que soy, puesto que se me otorgó gracias al sacrificio de mi hermana mayor durante el desarrollo del Ragnarok pasado, estoy dispuesta a luchar, incluso si es contra ustedes, para defender a la humanidad de sus garras... - con una mirada decidida, miró a todos la conferencia entera - Es por esto que mi decisión es la siguiente: por parte del Valhalla, nosotras las valkirias declaramos nuestras intenciones de comenzar un segundo Ragnarok, para defender nuevamente a la humanidad.

Todos los Dioses estaban completamente atónitos. Ninguno de ellos esperaba, en lo más mínimo, que la valkiria se atreviera a decir siquiera la mitad de las palabras que había declarado. Un sentimiento común se produjo en la asamblea: sorpresa, confusión, y una creciente ira y enojo.

- ¿C-Cómo te atreves?

- No Debiste haber dicho todo eso...

- Así que escojes la muerte, semidiosa...

- ¡Matenla!

- Si que tienes una boca muy grande para un cuerpo tan pequeño... - comentó Afrodita entre susurros.

- En otras palabras... - habló Zeus tranquilamente - Esto significa, ¿Qué aceptas un segundo Ragnarok?

- En efecto, Zeus-sama... Y, no sería solamente aceptar este enfrentamiento...  - la valkiria sacó un papel doblado que estaba en uno de sus bolsillos y lo levantó orgullosamente - En este papel, Dioses, están escritos los nombres de los nuevos peleadores de la humanidad.

- ¡! - Los Dioses se sorprendieron bastante.

- Así que aprovecharte el tiempo que se te dio para crear la lista de los peleadores... - habló Hermes - Una decisión sabia, aunque hasta cierto punto es muy obvio hacer eso...

- Comparada con tu hermana la otra valkiria... Tienes mucha más ventaja en este segundo Ragnarok - comentó Ares tranquilamente.

- Muy interesante...

Los Dioses observaban con inquietud a la semidiosa, mientras seguía levantando el papel.

- En este caso... ¡Esta decidido! - Zeus golpeó en su silla con firmeza - ¡Con esto, ha sellado declarado el segundo Ragnarok! ¡Y esta sesión se levanta!

De inmediato los Dioses se levantaron, y cada uno por su parte se estuvieron yendo a su respectivo panteón. En cambio, Geir seguía de pie, levantando el pequeño papel en sus manos, y viendo como pos Dioses a su alrededor la ignoraban mientras iban pasando.

« Bueno… Creo que esto salió mejor de lo que esperaba... » pensó Geir, mientras el orgullo creciente en su pecho se apoderaba de su pequeño cuerpo.

A dudas lado, pasó Thor, al parecer liderando un grupo de Dioses, de los cuales la semidiosa pudo distinguir a Zeus, Hermes, Ares, Shiva, y otros Dioses.

- ... - Thor se detuvo a su lado, y le dirigió la mirada a la valkiria - Iremos al ala oeste. Por nuestra parte, designaremos a nuestros 13 combatientes, por lo que no queremos que ninguna de ustedes interrumpa. Después me reuniré contigo para juntar las listas de peleadores.

- ¡! De acuerdo, Thor-sama... - « A pesar de que sea dueña del Valhalla… ¡¡Thor-sama sigue dando demasiado miedo!! »

- ¡Por cierto! - habló Zeus-sama desde la fila de Dioses - Debido a que no podemos usar el Valhalla, se me ocurrió usar mis queridos Campos Elíseos para la arena del torneo... Si no es mucha molestia...

- Eso lo discutiremos después, Zeus...

- ¡Okey!

Dicho ello, los Dioses se abrieron paso entre el Valhalla, guiados por Thor, para realizar su conferencia aparte para sus combatientes.

- Jeje... - Shiva río ligeramente al pasar a un lado de Geir - Para ser tan pequeña, si que eres valiente...

- ¡!

Una vez que toda la asamblea quedó vacía, Geir suspiró muy pesado, liberando todos los barrios que sentía en su cuerpo.

- ¡Diablos! Aunque prácticamente sea una diosa... ¡Si que los Dioses dan miedo! Pero... - Geir sonrió para sus adentros - Con mi plan, aparte de que dejarán de verme como la pequeña que era hace 1000 años, dejarán en paz a la humanidad, y a nosotras las valkirias.

Con ese pensamiento, Geir guardó el papel en sus bolsillos y salió del lugar. Comenzó a caminar entre los pasillos, hasta encontrarse con sus hermanas valkirias, que estaban con los Einherjer y con el pequeño par. Geir sonrió y camino hacia ellos, hasta que su mente actuó más rápido.

« Debo calmarme… Acabo de salir de una conferencia donde declare claras intenciones de volver a pelear con los Dioses, además de que no quiero involucrar a mis demás hermanas... Tengo que mantenerme tranquila, y no mencionar absolutamente nada de lo que hablamos en la conferencia. »

- Y entonces, ahí estaba... - hablaba Kojiro, con emoción mientras agregaba suspenso a su narración - Poseidón nuevamente me había superado, y esta vez por mucho... Uso su mortífera habilidad, "Inundación de los 40 días y 40 noches", para dejarme sumergido en su gran y monstruoso poder... Estaba totalmente perdido, y aunque usaba mi "Defensa de las mil imágenes" con todas mis fuerzas, simplemente me encontaba derrotado nuevamente... A pesar de que estaba acostumbrado a siempre perder, ese día... mientras recibía miles de veces el tridente de Poseidón en mi cuerpo, este día algo cambió...

- ¡! - las pequeñas hermanas estaban emocionadas. Líf, la más grande, abrazó emotivamente a su hermana, mientras se dejaba llevar por el suspenso.

- Justo cuando estaba llegando al fondo de mi perdición... Las voces de mis maestros, de mis rivales... De toda la humanidad... Todos se unieron para darme ánimos y apoyo, y hacerme recordar una única cosa... El motivo por el que estaba en esa arena... Para darle la victoria a la humanidad.

- ¡! - las pequeñas emitieron una gran sonrisa de emoción.

- Y, después de desviar su lanza, lo mire a los ojos y le grite: "¡Yo voy a ganar!". Y entonces llegó  lo que necesitaba para terminar esa pelea... Gracias a toda la humanidad, pude leer cada movimiento en esa arena para vencer a Poseidón... - Sasaki mostró un sentimiento de nostalgia ante aquella parte de la historia - "Manju Musou"... Pude leer perfectamente y a tiempo todo lo que ocurría en esos últimos momentos de la batalla, y entonces me acerqué hasta quedar frente a frente con el tirano de los mares... - cerró los ojos, mientras recordaba segundo a segundo los últimos instantes de la tercer pelea del Ragnarok - Agradecí de todo corazón a aquellos que forjaron mi camino... y... ¡Un brazo! - dijo, levantando su brazo derecho - El brazo derecho de Poseidón voló por los aires, mientras ejecutaba mi ataque final, "Niten Iwaryu"...

- ¡! - las hermanas que acompañaban a Líf y Lífthrasir también se emocionaron escuchando el relato.

- Y entonces... ¡Otro brazo! - levantó su brazo izquierdo - Cuando Poseidón tomó su tridente con el brazo izquierdo y contraatacó, logre cortar su otro brazo... En ese punto, la batalla ya estaría terminada... ¡Pero no! ¡Porque el tirano de los mares no se rinde tampoco! ¡Y con sus dientes, tomó el tridente y se lanzó al ataque! - Sasaki bajo los brazos, mientras los colocaba suavemente en el suelo - Yo como mis brazos cruzados, y el poniendo todo su empeño en lanzar su último golpe, y... - dibujo un tache en el suelo - Entonces, la batalla terminó: usé el último movimiento de mi "Niten Iwaryu", y corté a Poseidón en 2... su cuerpo muerto cayó en el suelo, mientras el silencio y la conmoción en las gradas divinas era interrumpido por los gritos de los humanos, festejando conmigo el delicioso sabor de la victoria. Su cuerpo se convirtió en polvo que voló por los aires, y yo, junto a su hermana Hrist, fuimos a la enfermería para atender mis heridas de combate... - abrió con los ojos con satisfacción - Y así, la humanidad obtuvo la primera victoria frente a los Dioses...

- ¡! ¡Increíble! - exclamó Líf con brillo en su rostro.

- Nunca me canso de oír esa pelea - habló Nostradamus alegremente - En especial si es de la boca de quien nos otorgó la primera victoria frente a los Dioses.

- ¡No digan eso solo de mi! - refutó Sasaki - Esa bella dama llamada Hrist también fue pieza clave para vencer a Poseidón.

- Me halagas, Sasaki - habló Hrist.

- Realmente me emocioné mucho cuando vi tu pelea - habló Okita, sentado junto al espadachín - Creo que de toda la pelea lo que más me llamo la atención fue el Re-volund. Aunque después nos dijo Brunhilde que solo Hrist hacia Re-volund.

- Me parte favorita fue tu Manju Musou - habló Tesla - Realmente me puso de pelos saber que por un momento fuiste capaz de leer todo el universo para ser capaz de acercarte a Poseidón.

- Lo que más me gustó fue tu voluntad de nunca detenerte, a pesar de estar frente a un Dios que nunca estuvo dispuesto a ceder - comentó Simo, junto a su antigua compañera valkiria - Tu perseverancia y firmeza permitieron que continuaras peleando, aunque todo se volvía contra tus oportunidades... lo que realmente venció a Poseidón fue aquel corazón guerrero...

- ¡Pero todos sabemos una única cosa! - exclamó Lífthrasir con una gran sonrisa - ¡Gracias aquella Sasaki Kojiro-sama, hemos hecho que los Dioses odien el sushi!

Todos en la reunión comenzaron a reír alegremente ante las palabras de la pequeña valkiria.

- ¡Eso sí!

- ¡Ese chiste nunca pasará de moda!

- ... - « Bien, ahora que están ellos distraídos… pasaré de largo, me reuniré con los chicos para discutir esto, y| »

- ¡Pero miren quien esta aquí! - exclamó Leonidas, llamando la atención de todos los presentes - ¡La valkiria que nos ayudó a derrotar a los Dioses, y mi antigua compañera de batalla: Geir!

- ¡! - La valkiria se asustó. A pesar de haber pasado 1000 años y haber hecho volund con él, para la chica el Rey espartano seguía siendo una figura imponente de autoridad y fuerza.

- Podrán decir lo que quieran de la batalla de nuestro amigo Sasaki - habló el Rey espartano, al tiempo que abrazaba a la valkiria menor por el hombro - Pero nunca podrán negar que nosotros 2 terminamos su trabajo, encargándonos de Odín.

- Eso sí que es de respetar, onee-sama - exclamaron las más pequeñas valkirias - ¡Cuéntanos la historia!

- E-Eh... - Geir se quedó un momento congelada.

- ¿? ¿Qué pasa?

- ¡N-Nada! Es solo que... eh... - Geir salió del agarre de Leonidas, y comenzó a caminar hacia los pasillos del Valhalla - Hace poco fue la reunión de los Dioses, y|

- ¿Que? ¿Los Dioses regresaron al Valhalla? - los presentes se asustaron, pero Geir rápidamente detuvo sus pensamientos.

- ¡Tranquilos! No hubo nada grave... Es solo que hubo muchas discusiones diplomáticas, cosas de política, y se arreglaron muchos asuntos pendientes, y yo también quería terminar de arreglar esos asuntos antes de que Thor-sama se fuera a Asgard... y...

- ¿Geir, estás bien? - le preguntó Leonidas con preocupación.

- ¡C-Claro que si! Es solo que, ya saben como es Thor-sama: callado y poco paciente, así que quería terminar esas cosas antes de que se enojara,  y aparte... eh... ¡Sigan con lo suyo, que los alcanzaré más tarde! - dicho esto, la valkiria corrió en dirección contraria, dejando a todos con un mal sabor de boca.

- ¿Qué estará pasando?

...

- ¡Uf! Logré salir de ahí - suspiró Geir. Pero, una voz exterior le saco de sus pensamientos.

- ¡Geir!

- ¡Hermana Hrist! - volteó a ver a la valkiria, que venía corriendo.

- Te conozco bien, hermana... - habló seriamente, mientras le tomaba de los hombros - Dime, por favor, que ocurrió realmente en la junta.

- ¿? ¿De qué hablas? Ya se los dije...

- Nos estas ocultado algo, como que en primer lugar los Dioses habían a no volver a tocar tierras del Valhalla...

- Oh, eso... - comenzó a explicar la valkiria menor - Pues, es obvio que usarán nuevamente el Valhalla para su reunión. Me explicaron que querían usar este recinto por última vez, para también declarar oficialmente que... De ahora en adelante, el sede del consejo divino serían los Campos Elíseos...

- ... Entonces, suponiendo que eso discutieron... ¿Qué más dijeron? Ya que por algo te pidieron ir personalmente a la junta...

- ... - « Vamos Geir, piensa... ¡Piensa en algo! »

- ¿Y bien?

- Oh, bueno... sobre esos asuntos diplomáticos... - Geir soltó un suspiro leve - En realidad, es poco probable que nos dejen el Valhalla a nosotras y a los Einherjer...

- ¿? ¿De qué hablas?

- Verás... - comentó Geir, mientras se frotaba los cabellos - No están del todo dispuestos a dejarnos el Valhalla, a pesar de que Brunhilde arregló  las cosas con ellos. Por lo que podrían haber más visitas seguidamente...

- No entiendo a que te refieres...

- ... - « Hermana, espero que esta mentira no te haga armar todo un escándalo, pero esto es por tu bien » - Muy probablemente los Dioses volverán a gobernar el Valhalla.

- ¿Qué? ¡No no! - exclamó la valkiria - Peleamos por este lugar hace 1000 años. Perdimos a muchas de nuestras hermanas: Rangdriz, Reginleif, Prour, e incluso a Brunhilde para tener nuestra libertad, para que esos malditos bastardos vengan con sus cosas de "Dioses" y demás estupideces como para que quieran de nuevo el Valhalla... ¡Pero ahora mismo arreglaré las cosas con ellos! ¡Dime donde esta Thor-sama para que le diga todo lo que estoy| !

- Calma, hermana. Por favor cálmate - habló Geir, sujetando de los costados como podía a su hermana mayor - Estoy arreglando la situación, pero si llega a ocurrir, las valkirias conservaremos nuestra autonomía.

- ¿Conservar nuestra autonomía? Ese no era el trato.

- Se que estás enojada. Yo también me moleste mcho cuando hablaron de eso. Pero por eso estoy tratando de arreglar esto, aunque tengo que encontrar todo lo que guardo Brunhilde-neesama para declarar que este lugar nos pertenece.

- Esta vien. Te ayudare|

- P-Por favor, me gustaría hacer esto yo sola... - habló la valkiria, tratando de forzar una sonrisa - Quiero demostrar mi valía y el puesto que me dejó Brunhilde-neesama como valkiria gobernante del Valhalla, así que me gustaría arreglar esta situación yo sola...

- P-Pero, no tienes que estar esto sola para demostrar algo que|

- Sé que no lo tengo que hacer sola, pero... me gustaría hacerlo. Quiero hacer aquello que le hubiera encantado a Brunhilde-neesama observar: crecer. Así que me gustaría arreglar esto solo yo con ellos...

- ... ¿Estás segura?

- Completamente. Y también... me gustaría entonces que esto se quede como un secreto entre nosotras...

- ¿? ¿No se lo contarás a nuestras demás hermanas?

- No creo que todas se tomen tan bien la noticia, y podría salirse esto de nuestras manos, así que... prefiero hablar con los Dioses, llegar a un acuerdo justo entre ambos, y después les diré yo misma a todos lo que terminamos haciendo.

- ... - Hrist aun tenía una mirada con poca confianza clavada en su hermana, pero suspiró - Brunhilde-neesama te designó como la jefa de todos, así que no puedo negarme... Está bien, hermanita: guardaré el secreto.

- Muchas gracias hermana Hrist...

- Pero... - habló con tono serio, mientras la miraba fijamente - Si necesitas ayuda con esto, no dudes en llamarnos a tus hermanas. Y estaremos dispuestas a ayudarte en todo lo que podamos...

- Muchas gracias... - Hrist se separó de la menor y comenzó a andar de vuela con los demás. Pero, cuando estaban antes una distancia lejana, Hrist concluyó la conversación con unas últimas dudas.

- Casi lo olvido... Ya que ganamos la vez pasada, había muchas cosas que festejar pero, quiero preguntarte algo más... - Hrist regresó la mirada a Geir - ¿Qué discutieron los Dioses sobre la humanidad? ¿A ellos los dejarán en paz?

- ... Por supuesto... - comentó Geir - En realidad, llegué a la reunión tiempo después de que comenzaron, así que no se que dijeron exactamente de los humanos. Pero... ellos me dieron su palabra de que su decisión fue dejarlos vivir otro milenio...

- ¿? ¿En serio? ¿Tan fácil? ¿No hubo discusiones ni nada...?

- Como te digo, llegue después, así que que no sé que dijeron exactamente...

- ... Está bien... supongo que es si puedes decirles a los demás...

- Completamente.

Hrist continuó con su camino, haciendo que Geir soltara un suspiro de alivio.

- Me preocupa cuando Hrist se pone así de agresiva... si hubiera hablado de más, muy probablemente este me habría hecho sacar todo...

La valkiria levantó la vista, y continuó con su camino.

- Muy probablemente Thor-sama y los demás terminen con su lista dentro de un par de horas, así que... tengo tiempo suficiente para hablar con ellos...

ASFD

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