Capítulo 5: La Primera Victoria
1
Mulán gimió por el dolor al mismo tiempo que retrocedía, quiso desenvainar su espada. pero sus manos estaban temblando demasiado como para sostenerla, además de que Ishtar no paraba de atacarla. Mulán a duras penas podía esquivar la espada de Ishtar, recibió varios rasguños. Ishtar logró cortar las correas de su hombrera izquierda haciendo que la perdiera.
Al ver cómo la hombrera cayó, Fleck dio un grito ahogado, Geir tragó saliva.
Ishtar logró darle un gancho en el estómago que Mulán no pudo cubrir bien, retrocedió varios pasos. Ishtar cesó sus ataques y rio.
- ¿Qué pasa mocosa? ¿A dónde se fue toda esa desafiante confianza? No me digas que ya estás por rendirte... Porque si es así, te daré la satisfacción de explicarte qué es el amor antes de que mueras.
Mulán jadeaba, sus cortadas y rasguños le ardían sobre todo su ojo que sentía como si se estuviera quemando.
- Ya te lo dije... No necesito que una prostituta me hable del amor.
Ishtar la miró seriamente, trató de mantener la compostura... No lo logró. Una vez más se abalanzó sobre Mulán dispuesta a matarla cortándole la cabeza.
Mulán se dio cuenta de que cada vez que la insultaba, Ishtar perdía el control y atacaba imprudentemente, sin embargo, Mulán no podía arriesgarse a intentar tumbarla otra vez, corría el riesgo de que lo anticipara. Así que se limitó a esquivarla. Al ver que Mulán la esquivó, Ishtar giró sobre su pata. Mulán había caído al suelo. Ishtar tomó su espada sobre su cabeza con ambas manos para dar el golpe final, Mulán desenvainó su espada y la sostuvo horizontalmente delante de ella para bloquear el ataque.
- Pobre ilusa -Ishtar la vio con lástima- ¡Eso no te servirá!
Ishtar dejó caer su espada con todas sus fuerzas esperando que la espada de Mulán se rompiera y la partiera a la mitad.
- Se acabó -pronunció Enlil, con una sonrisa en el rostro. Ereshkigal observaba en silencio.
Un gran estruendo metálico resonó intensamente en toda la arena. La espada de Mulán no sufrió ningún daño.
- Pero... ¿Qué...? -Ishtar veía incrédula a Mulán.
Gracias a la adrenalina, Mulán pudo sostener con fuerza su espada, la blandió y de un tajo cortó cuatro dedos de la mano derecha de Ishtar, la sangre le salpicó el rostro. Ella soltó su espada y gritó de dolor con lágrimas en los ojos.
En reacción conjunta todos los dioses se pararon de su asiento sorprendidos -a excepción de Ereshkigal y Hermes- ya que todos estaban seguros de que el volund de la humana era la armadura.
- Cómo es posible... -Enlil se inclinó sobre la grada furioso y consternado.
- Te dije que Geir seguramente había encontrado una solución al problema de las valquirias faltantes.
Enlil le miró.
- ¿Cómo? -preguntó con una voz siniestra.
- Solo hay alguien que puede crear armas capaces de herir a los dioses.
- ¡Hefesto! -dijo azotando la barda y generando una mueca de enojo.
Geir sonreía y los demás humanos vitoreaban. La preocupación de Fleck desapareció, lo entendió enseguida. Mulán no llevaba consigo una valquiria, por lo que el daño de su armadura no había afectado a ninguna de sus hermanas.
Ishtar se había alejado de Mulán dejando atrás su arma, abrazó con fuerza su mano, no dejaba de llorar. Miró a Mulán con furia quien ya se había puesto de pie.
- ¿Cómo es que tu armadura y tu espada puedan herir a los dioses?
- Esta espada y esta armadura... -Mulán recogió del suelo la espada de ishtar que estaba manchada de sangre- No son volund como tú creías. ¡Son regalos que fueron creados por manos divinas!
Mulán caminó hacia Ishtar, pero Ishtar extendió sus alas y se elevó al cielo. Ishtar sentía rabia, pero al mismo sentía algo que no había sentido en siglos... Miedo.
2
Hace miles de años Ishtar vivía feliz y plenamente a lado de su esposo Dumuzi; -el dios sumerio de la fertilidad- ambos vivían muy felices juntos hasta que un día todo cambió.
Todo comenzó con la llegada de un mensaje de Ninshubur -la segunda diosa Inanna*- donde redactaba que había sido secuestrada por los demonios en el inframundo.
Confiada, Ishtar bajó hasta el inframundo gobernado por Ereshkigal. Ishtar pensó que sería una misión fácil, solo debía infiltrarse sigilosamente, encontrar a su amiga y salir de ahí, sin embargo, no sabía lo que le esperaba dentro.
El ambiente era siniestro, el lugar emanaba un olor muy intenso a putrefacción y azufre; pasando la entrada del inframundo había un inmenso campo de espinas, Ishtar intentó atravesarlo cortando las espinas con su espada, pero estas no se podían romper, no tuvo otra opción más que atravesar el campo a gatas, al poco rato las espinas le rasgaron toda su ropa al punto de quedar totalmente desnuda y sufrió varias cortadas por las espinas. Para cuando cruzó el campo se topó de bruces con tres demonios que parecían estar esperándola, eran Pazuzu, Asag y Asmodeo.
Cuando Ishtar se levantó quiso pasar de frente ignorando a los tres. Asmodeo le dijo algo a los otros dos y tomaron hostilmente a Ishtar. Ishtar logró herir a Pazuzu, su corazón latía a mil por hora, estaba aterrorizada, estaba en un lugar totalmente desconocido para ella y ahora la atacaban los demonios, intentó huir, regresar por donde vino, pero los demonios se aprovecharon de ella.
Tres días completos fue violada por los demonios.
Su padre Enlil llegó a su rescate y la sacó del inframundo solo para encontrarse con el hecho de que fue acusada de prostituta y su esposo al saberlo decidió suicidarse.
Ishtar decidió hacer como que nunca pasó nada y le declaró la guerra a Ereshkigal, afirmando que conspiró contra ella y le tendió una trampa poniéndole esos tres demonios.
3
Ishtar veía desde arriba a Mulán con furia, le había hecho daño, tanto físico como psicológico y lo peor es que ahora le temía. Era bastante claro que Mulán era superior en el combate a corta distancia y ahora contaba con dos espadas, enfrentarla directamente sin ningún tipo de arma era la muerte segura. Ishtar era una diosa de la guerra sí, pero jamás había aprendido a pelear, siempre atacaba desde el cielo y ahora era tiempo de usar su último as bajo la manga... O el ala.
- ¡Quiero preguntarte algo Ishtar! -gritó Mulán, caminando al centro de la arena- ¿Qué es para ti el amor? Te proclamas la diosa del amor, pero yo no veo que transmitas ninguna clase de amor.
- El amor es un gran sentimiento de afecto, pasión, compromiso y lealtad que sientes por alguien más.
- ¿Estás convencida de eso? -Mulán se detuvo.
Ishtar estaba por afirmarlo, sin embargo, las palabras "lealtad y compromiso" no le permitían responder. Su exesposo había decidido suicidarse en vez de hablar con ella y arreglar el malentendido. <<¿Realmente había amor entre nosotros?>> Pensó.
Ishtar evadió la pregunta.
- Para ti, ¿qué es el amor, humana?
- Puede que nuestro concepto de amor no sea tan distinto... Pero para mí, va más allá de lo que tú dijiste...
4
Mulán recordó cuando regresó a casa. Recordó ser recibida por su madre. Quien la abrazó fuertemente con lágrimas en los ojos.
- ¿Dónde está mi padre?
- Oh Mulán... -Li lloró amargamente- Tu padre murió hace un año... Murió durmiendo... Pero, a pesar de todo... Parecía que estaba feliz...
- No... Eso no puede ser... -Mulán se derrumbó en el piso, su madre la abrazó- No pude hablar con él una última vez...
Li volvió a aparecer con un pergamino en la mano.
- Él te dejó esto...
Mulán lo abrió, era una carta.
"Querida Mulán, ha pasado un año desde que te fuiste de casa y no pasa un solo día en el que me arrepienta de haberte dicho que me avergüenzas, no era verdad. Lamento mucho no haber podido disculparme en el momento. Posiblemente te sentiste humillada y que eras una deshonra para mí. Quiero que sepas que nunca necesité que trajeras a casa un buen esposo o mucho dinero para honrarme, tú has sido y siempre serás mi mayor orgullo. Desde el momento en el que naciste te amé con todo mi corazón y ahora solo deseo que regreses a casa sana y salva. Le ruego a los cielos que puedas leer esta carta o que el día de mañana estés nuevamente en mis brazos, de no ser así... Te veré en el mundo de los espíritus donde podremos reunirnos una vez más.
Atentamente: Tu padre que te ama."
Mulán lloraba, era justo lo que necesitaba saber, sonrió y una vez más y abrazó a su madre.
5
- ... Para mí... Amar es entregar la vida por tu familia, salvar a tus amigos de la muerte... ¡Amar es aceptar enfrentar a los dioses por el bienestar de todas las personas a tu alrededor!
Ishtar ardía en cólera por su comentario, estaba claro que Mulán había experimentado el verdadero significado del amor y la envidiaba por eso.
Furiosa, Ishtar abrió sus alas lo más que pudo.
- Ahh... -dijo melancolicamente Ereshkigar- Ese maldito ataque me costó la vida de varios demonios.
- ¡Toma esto! -Ishtar sacudió sus alas hacía dónde estaba Mulán saliendo decenas de plumas cual si fueran flechas.
El alcance que tenía Ishtar con sus plumas abarcaban tres metros a lo largo -la misma distancia que había de una punta de su ala hasta la otra- y dos metros aproximadamente a lo ancho. Eran plumas grandes, medían un metro y veinte centímetros aproximadamente, Mulán retrocedió unos pasos esquivando algunas flechas y desviando otras con las espadas pero una alcanzó a atravesarle el muslo derecho, Mulán gimió, Ishtar rio y después de unos segundos lanzó una nueva oleada de plumas. Esta vez Mulán no podía moverse con más libertad que antes así que con todo su esfuerzo desvío las plumas que se dirigían a ella, algunas flechas le rozaron los brazos y el torso cortando su armadura.
La humanidad estaba expectante. Yao y los otros dos miraban preocupados al igual que los padres de Mulán que habían estado viendo el combate todo este tiempo en silencio. Geir y fleck estaban angustiadas, sin embargo el ex general Ping Shang no mostraba ningún signo de angustia o preocupación, se mantenía serio; sabía que Mulán tramaba algo. Los dioses estaban dando por ganado este combate y solo estaban esperando el remate, la pluma que lograría atravesar la cabeza de la chica.
Terminada la segunda oleada de plumas Mulán ya se encontraba exhausta, miraba a Ishtar jadeando, sin embargo, pudo notar que se encontraba más cerca del suelo y cada vez se tardaba más en lanzar sus plumas, fue entonces cuando se le ocurrió un plan.
La tercera oleada de plumas cayó sobre Mulán, intentó desviarlas lo mejor que pudo pero recibió más rasguños y la última pluma logró cortarle la oreja izquierda.
Ishtar estaba aún más cerca del suelo y a pesar del dolor, Mulán le lanzó la espada que Ishtar había dejado. Ishtar logró esquivarla por muy poco. En tierra era ágil pero en el aire y en espacios pequeños no lo era tanto. Ishtar se dio cuenta que estaba más cerca del suelo así que se elevó una vez más. Aún no tenía las suficientes plumas como para atacar a Mulán con una oleada así que tomó una con cada mano para lanzarlas enseguida, no obstante, cuando volvió la mirada a Mulán, esta le apuntaba con un arco y una de sus plumas.
Inmediatamente después de que Mulán lanzara la espada, se dirigió a su arco que había dejado al inicio de la pelea en el centro de la arena, tomó una de las muchas plumas que había en el suelo e intentó correr, no dio ni un paso cuando su pierna le indicó que no podría hacerlo así que se lanzó al suelo, recogió el arco, y apuntó la pluma a Ishtar quien ya se había recuperado. Por un segundo ambas se vieron y al mismo tiempo lanzaron las plumas. Una de las plumas que lanzó Ishtar aterrizó justo en el hombro de Mulán mientras que la pluma de Mulán atravesó el cuello de Ishtar. Ishtar dejo de aletear, el aire le estaba faltando, y cayó bruscamente de frente provocando que la pluma se enterrara aún más en su cuello.
Ishtar levantó la mirada y vio a Mulán frente a ella de rodillas con su mano derecha sobre su hombro lastimado, estaba jadeando y la veía fijamente.
<<¿Cómo es posible? Una humana logró superarme en todos los aspectos... Incluso en el amor>> Pensó Ishtar al mismo tiempo que lloraba.
Nuevamente recordó su experiencia con los demonios y la guerra que inició... Pudo recordar cómo terminó.
6
Ereshkigal ya había tenido suficientes muertos y decidió confrontar a Ishtar directamente para poder acabar con la guerra. Acordaron verse fuera de la entrada del Inframundo.
- Ishtar -dijo Ereshkigal- te cité aquí para que podamos arreglar este asunto diplomáticamente.
- ¡¿Después de lo que tú y tus demonios me hicieron?! ¡Ustedes tienen que pagar!
- Precisamente es de lo que quiero hablarte, Ishtar... Yo te juro que no fui quien mandó a los demonios, descubrí que fue alguien más.
Mencionaste que antes de que te sometieran uno de los demonios dijo algo, pero no recuerdas exactamente qué dijo, ¿cierto?
Ishtar asintió.
- Si me lo permites voy a entrar en tu mente y veré qué fue lo que dijo, ya que ese comentario es clave.
- De acuerdo...
Ereshkigal puso su mano sobre la frente de Ishtar y respiró, ambas entraron en trance. Pudo ver cómo Ninshubur le dio la noticia de que su esposo de había suicidado, vio como fue violada y llegó al recuerdo que necesitaba. Era demasiado difuso y algo incomprensible esa parte del recuerdo pero con un poco de esfuerzo logró descubrir el comentario "Ella es la chica de la que Ninshubur nos pidió encargarnos" había dicho Asmodeo. Las dos salieron del trance. Ishtar no lo podía creer.
- Me temo que esa es la realidad, Ishtar y podemos comprobarla.
Detrás de ella aparecieron los tres demonios que se aprovecharon de Ishtar, estaban demacrados y heridos.
- ¿No es verdad que Ninshubur les ordenó violar a Ishtar? -preguntó violentamente Ereshkigal.
Los tres asintieron.
Enseguida Ishtar se fue a hablar con Ninshubur seguida por Ereshkigal.
En cuanto llegaron con la diosa, Ishtar la confrontó.
- ¿Por qué me hiciste esto?
- Así que ya lo sabes... -contesto con serenidad- La verdad es que te tengo envidia querida Ishtar, deseaba a tu esposo y les pedí a los demonios que te secuestraran. intenté seducir a tu esposo, pero él no me aceptó y... Si no era mío ... No lo sería de nadie.
Ishtar estaba de rodillas llorando, Ninshubur intentó degollarla pero Ereshkigal la detuvo y la apuñaló hasta la muerte.
- Lo lamento tanto Ishtar -le dijo Ereshkigal consolándola.
7
Ishtar se preguntaba por qué había reprimido ese recuerdo y lo comprendió al fin, no podía soportar la idea de que su mejor amiga le haya traicionado. Ishtar no había apartado la mirada de Mulán. Recordó su testimonio del amor, era obvio que ella tuvo amigos fieles a diferencia de ella. Nuevamente se sintió triste e insignificante pero entonces se dio cuenta de que se había equivocado. Su difunto esposo había mostrado lealtad hasta la muerte, realmente la amaba y eso era suficiente para ella. Poco a poco se empezó a convertir en polvo hasta que no quedó nada.
Hua Mulán ganó el primer combate con una duración de 10 minutos cerrados siendo la técnica ganadora la pluma de Ishtar.
Glosario
Innana se refiere a una de las diosas principales de la mitología sumeria.
Nota: Mulán le decía prostituta a Ishtar por su vestimenta que le parecía atrevida y obscena.
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