Capítulo 4: Contraataque
1
Ishtar yacía tumbada en el piso sin saber qué fue lo que pasó. Estaba confundida; la caída no le dolió en lo absoluto, sin embargo, sentía una gran molestia en su brazo derecho, era el brazo que tomó Mulán al tumbarla. Los demás dioses estaban desconcertados, los únicos que pudieron tumbar con únicamente fuerza física a un dios fueron Adán y Raiden pero solo con ayuda de sus habilidades y volunds.
Enlil, que miraba a lo lejos estaba intrigado. <<¿Qué clase de volund tiene esa chica? Todo parecía indicar que su arma principal era su espada... Pero ¿para qué diablos son el arco y las flechas? ... Un segundo... Si no mal recuerdo, solo quedan 7 Valquirias capaces de convertirse en armas vivas, lo más seguro es que la chica no tenga un volund consigo... Eso explicaría el por qué trae tantas armas. Pero aún así, ¿cómo es que pudo levantar a Ishtar y azotarla en el suelo? Hmm, aunque ahora que veo bien a Ishtar no parece haber recibido ningún tipo de daño... Está claro que esa chica no tiene un volund... Geir ilusa. Sabes bien que no puedes dañar a los dioses sin armas divinas y aún así mandas a tus humanos sin ningún tipo de protección a morir.>>
- No estés tan seguro Enlil -le dijo Ereshkigal.
- ¡Maldición! ¿Puedes dejar de leer mi mente?
- Es algo que no puedo controlar y no deberías dar por sentado las cosas. Ese es tu mayor error Enlil.
- ¿De qué hablas? Es obvio que esa humana no cuenta con armas divinas.
- Yo no estaría tan segura... Tú viste el golpe que Ishtar le dio en la cara, la humana por unos instantes logró protegerse con su casco... Cualquier armadura normal hecha por hombres se habría hecho pedazos por el golpe de un dios, también habría matado a un humano. Y es verdad que hubo dos humanos que han podido aguantar los golpes de los dioses, uno por ser una copia de un dios y el otro por el gran desarrollo de su musculatura. En este caso... La armadura de la humana es el volund, sus armas son solo para despistarnos. No hay otra explicación.
Enlil lo analizó y concordó con Ereshkigal.
- Pero aún así, hay humanos sin volund por la falta de valquirias, eso quiere decir que tenemos seis victorias aseguradas.
- Puede que tengas razón... Sin embargo... No dudo que Geir haya buscado una solución para eso -contestó mirando fijamente a Geir que estaba al otro lado del estadio. Intentó leer su mente, pero la distancia no se lo permitió al igual que con Mulán.
Geir sintió la mirada de Ereshkigal, no le dio importancia. Ella estaba más interesada en el combate de Mulán.
- ¡Bien hecho Mulán! -gritó con emoción Yao quien estaba abrazado con Ling y Chien-Po. Los tres estaban entusiasmados de ver nuevamente a su vieja amiga.
- ¡Así se hace! -exclamó Ling.
2
Mulán, se apartó rápidamente y adoptó una nueva postura de guardia alzando sus manos a la altura de su cara, una detrás de la otra.
Ishtar se levantó del suelo lentamente, aún confundida, cuando estaba en pie se miró el brazo: Mulán le había dejado marcada su mano. Ishtar la observó y su ira iba incrementando.
- Tú... Te atreviste a ponerme la mano encima, e hiciste que me ensuciara mis ropajes...
- ¿Tanto te preocupa la ropa de ramera que llevas?
- Y sobre todo... ¡Sigues insinuando que soy una Prostituta!
Una vez más Ishtar tomó impulso con sus alas para abalanzarse sobre Mulán.
Mulán ya estaba preparada, pudo ver el ataque antes así que ya se lo había aprendido y sabe cómo contrarrestarlo, no obstante, Ishtar se detuvo a un metro de Mulán, no planeaba golpearla, no esta vez. Con su mano izquierda blandió su espada en un movimiento ascendente. Mulán apenas pudo esquivarlo retrocediendo un paso, lamentablemente la hoja de la espada de Ishtar alcanzó su ojo derecho y mandó a volar el casco de Mulán. Mulán estaba por gritar de dolor y llevarse la mano al ojo, pero Ishtar rápidamente golpeó a Mulán en el estómago haciendo que se le saliera el aire. Mulán se arrodilló frente a Ishtar, Ishtar no vaciló y pateó a Mulán en la cara revelando un par de patas de ave, semejantes a la de un halcón. Nuevamente Mulán alcanzó a apartarse llevándose consigo un par de cortadas en la frente y en el mentón. Mulán poco a poco recuperaba el aliento.
Ishtar la volvió a patear, pero Mulán pudo cubrirse con ambos brazos, la patada fue tan fuerte que mandó a volar a Mulán.
- Mulán... -dijo silenciosamente con temor Ling al ver la escena. Al igual que Ling, la humanidad sentía temor. Los dioses vitoreaban.
- Vaya que esa armadura tuya es muy resistente... -Ishtar caminaba lentamente hacia Mulán- Ya me quedó claro... Esa armadura es tu volund, por eso no pude destruir el casco cuando te golpeé, por eso envainaste tu espada, para dañarme con tus propias manos... Ahora lo único que tengo que hacer...
Mulán trataba de reincorporarse, apenas logró voltearse frente a Ishtar cuando ella le puso una de sus grandes patas de ave en su torso haciendo que azotara en el suelo.
- ... Es destruirla... -Ishtar enterró una de sus garras en la armadura de Mulán logrando atravesarla, pero no logró herir a Mulán, al ver esto alzó su espada- Te arrepentirás de haberme llamado prostituta.
En el piso, Mulán veía el filo de la espada de Ishtar, estaba preparada para aceptar la muerte, vio su vida fugazmente mientras veía a su alrededor, vio a los dioses y a los humanos, entre la multitud logró divisar a sus amigos y reconoció a una persona más.
Era el general Ping Shang, el hombre que le enseñó todo lo que sabe de la guerra y los combates. Recordó cómo durante el entrenamiento inconscientemente se fue enamorando de aquel hombre, recordó la misión más difícil de su vida y la que fue la última para algunos de sus compañeros.
3
Mulán había completado con un gran éxito su entrenamiento, por su capacidad de aprender cualquier técnica con solo mirarla una vez, se convirtió en la soldado más letal de su brigada.
Al poco tiempo los demás soldados, incluido su general descubrieron la identidad de Mulán pero al ser una prodigio, la dejaron continuar. Mulán tuvo junto a sus camaradas varias misiones y la más importante había llegado: su brigada debía detener las tropas de los hunos en una de las cordilleras cercanas a la ciudad imperial hasta que llegasen los refuerzos.
Ping Shang había nombrado a Mulán como su segundo al mando, estaban listos para que la batalla comenzara. Después de formar a la tropa se encaminaron al confrontamiento. Tanto los hunos como la tropa de Mulán cabalgaban, pero no se esperaron una intensa lluvia de flechas que terminó con la vida de varios soldados, Mulán logró desviar las flechas con su espada y siguió adelante junto con el resto de soldados.
Cuando ambas partes se encontraron comenzó un intenso enfrentamiento con espadas a caballo. Mulán atravesó el ejército huno clavando su espada en los cuellos de sus enemigos. Llegó a matar a 90 hunos hasta que el grito de ayuda de Yao le llamó la atención.
El caballo de Yao había caído encima de él, Ling y Chien-Po habían ido a auxiliarle, pero los tres iban a ser atacados por por la espalda por un grupo de 5 hunos que se aproximaban a ellos a pie sigilosamente. Mulán rápidamente sacó su arco y apuntó dos flechas, las lanzó y dieron en el blanco, cada una de las flechas aterrizó en el pecho de los hunos.
- ¡Maldita! -gritó uno de tres hunos que restaban y se dirigió a ella con los otros dos.
Chien-Po y compañía finalmente se dieron cuenta de lo que pasaba y se apresuraron en poner a salvo a Yao.
Mulán bajó de su caballo y desenvainó su espada y se enfrentó a los hunos. Mulán logró esquivar y bloquear cada uno de los espadazos que le lanzaban y como si Mulán danzara entre los tres hunos fue destripándolos y degollándolos uno por uno.
Chien-Po, Ling y Yao estaban impresionados, se inclinaron en señal de agradecimiento y se fueron.
Un nuevo grito resonó, esta vez no era de ayuda, sino que era de agonía. A lo lejos Mulán vio a Shang bajo el pie de un enorme huno que le había enterrado en la pierna su espada y estaba por cortarle un brazo.
- ¡NO! -Mulán corrió a toda prisa, pero cuando llegó con Shang, ya había perdido el brazo. El huno estaba levantando una vez más su espada cuando Mulán de un tajo le cortó la mano para posteriormente degollarlo.
Los refuerzos finalmente habían llegado y al ver cómo Mulán había acabado con el soldado huno más grande y que una nueva horda de soldados chinos se aproximaban, el ejército huno se dio a la retirada.
Mulán se arrodilló al lado de Shang, puso su cabeza sobre su regazo y le peinó el cabello.
- Mulán... -el general Shang Ping empezó a hablar con esfuerzo, estaba pálido y respiraba con mucha dificultad- Quiero decirte... Que fue un honor poder pelear a lado de una mujer tan talentosa y... Hermosa como tú.
Mulán tenía lágrimas en su rostro.
- No tienes por qué decir eso, vas a estar bien -miró el cuerpo de Shang que yacía rodeado de un gran charco de sangre. Shang quiso negar con la cabeza, pero no logró hacerlo.
- Ahora... Eres la líder de la tropa... -Shang desvió la mirada al cielo- Cómo me hubiera gustado...
Mulán ya estaba llorando amargamente.
- ¿Shang? ¡Shang! -sacudió su cuerpo pero ya no respondía, la vida del general Shang Ping se había ido. Shang murió mirando el cielo, Mulán lo abrazó y susurró- Yo quería estar contigo...
El ejercito chino logró vencer a los hunos en esa batalla, resultando con más de 200 bajas incluyendo la de Shang.
Durante la recolección de cuerpos, Mulán se retiró de donde estaban todos los soldados sobrevivientes. Yao quedó cojo pero aún así siguió a Mulán acompañado de Chien-Po y ling.
- Mulán, -dijo Ling suavemente- queremos agradecerte por salvarnos del ataque de los hunos.
Los tres hicieron una reverencia pero Mulán no dijo nada, estaba mirando al suelo, aún lloraba pero en silencio.
- Lamentamos mucho la muerte del general -dijo Chien-Po.
- No pude salvarlo -dijo al fin- si hubiera corrido más rápido... Tal vez...
- Mulán... En la guerra siempre habrá bajas, todos nosotros desearíamos que nadie mueriera, y aunque haya personas que no podamos salvar... -dijo Yao- Habrá más gente que podamos proteger.
Mulán levantó la mirada.
- De no ser por ti, nosotros también estaríamos entre los que murieron. -continuó Yao- Y yo... Te agradezco profundamente que nos hayas salvado.
Mulán vio a los tres, se abrazaron, lloraron de felicidad y se alegraron de estar con vida.
- Tienes razón Yao, -dijo Mulán- por eso, mientras esté con ustedes los protegeré, voy a protegerlos a todos.
Después de esa batalla Mulán fue ascendida a general y por un año cazó hunos alrededor de toda china por más de tres años. Llegó a matar a más de 500 hunos a espada y fue reconocida por el emperador quien le ofreció un puesto más alto, Mulán declinó y volvió a casa.
4
"Voy a protegerlos a todos". Eran las palabras con las que vivió Mulán el resto de su vida. Antes de que entrara al Ragnarok creía que las había cumplido, pero no es así. Debía pelear una última vez para proteger a sus amigos... No, ahora debía pelear para proteger el destino de la raza humana.
Mulán recobró fuerzas e intentó zafarse de las garras de Ishtar, pero por más que intentaba levantarse, ella le ponía más peso encima.
Ishtar pudo sentir cómo el corazón de Mulán latía de una forma muy peculiar, pudo sentir el amor en ella, bajo su pie Mulán intentaba levantarse desesperadamente. Por un segundo Ishtar bajó su espada.
- ¡¿QUE HACES?! -gritaron los dioses- ¡ACABA CON ELLA DE UNA VEZ!
Ishtar puso más peso y levantó una vez más su arma sin embargo Mulán le estaba pegando con toda su fuerza en su tarso*, Ishtar retrocedió por el dolor y sobre una pata se sobó, Mulán se levantó.
Los dioses en conjunto hicieron un gesto de decepción y desagrado mientras que el miedo en Geir, Fleck y los humanos desapareció dando un fuerte "¡SII!"
- ¿Cómo es posible...? -se preguntó Ishtar frustrada- ¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE UNA SIMPLE HUMANA ME HAYA HECHO BAJAR LA GUARDÍA A MÍ, LA DIOSA DEL AMOR, DE LA VIDA Y DE LA GUERRA?!"
- Así que... ¿Además eres la diosa de la guerra? -contestó Mulán adoptando una postura de combate- ¡Pues ven a demostrármelo! ¡Tengamos un combate a puño limpio!
- Ya verás... -Ishtar envainó su espada y con su mano derecha le indicó a Mulán que se acercara- Ni siquiera tengo que ponerme en guardia.
Mulán esbozó una pequeña sonrisa y se acercó a ella.
5
El primer golpe que lanzó Mulán lo esquivó sin problemas Ishtar lanzando un contrataque que Mulán desvió con su mano derecha seguido de una patada alta que alcanzó a Ishtar.
Ishtar dio un paso atrás, Mulán le dio un izquierdazo en la cara, Ishtar quedó un poco aturdida por los dos golpes seguidos que le dio Mulán y cuando vio que Mulán estaba por darle el tercer golpe se cubrió con sus brazos, el golpe cayó en su antebrazo izquierdo. Mulán al ver su defensa, procedió a patearle el costado derecho seguido por una patada en el costado izquierdo de Ishtar, poco a poco ella retrocedía aún más.
Todos los espectadores -incluidos los dioses- estaban impresionados por el gran rendimiento de Mulán. Geir sonreía orgullosa.
Ping Shang al ver a Mulán pelear a lo lejos le hizo recordar todas las sesiones de entrenamiento que tuvieron. Al principio Mulán no sabía desenvolverse en una pelea, sin embargo, después de ver a los demás pelear, y con mucho esfuerzo logró superarlos a todos. Nadie la podía vencer, ni siquiera él mismo.
Ping también estaba orgulloso.
Después de la serie de patadas a los costados que le propinó Mulán a Ishtar, Mulán dio una patada más, esta vez la dirigió al frente de Ishtar y rompió su defensa. Mulán le lanzó un derechazo, pero Ishtar lo desvió y contratacó con un derechazo también, no obstante Mulán lo esquivó rozando y le metió un rodillazo en el estómago a Ishtar sacándole el aire, no se arrodilló, solo se inclinó e intentó darle un puñetazo en la cara a Mulán. Mulán detuvo el golpe y de otra patada en el estómago mandó a volar a Ishtar.
Enlil estaba sorprendido, no podía creer lo que estaba viendo: una humana mandó por los aires a su hija.
- Vaya que es una humana muy hábil -dijo Ereshkigal.
- Hm, no hay de qué preocuparse, Ishtar aún no está peleando al cien porciento, -contestó Enlil.
Ishtar estaba muy adolorida, se reincorporó y miró con furia a su contrincante. Corrió hacia ella y dio un gran salto en el aire alzando su puño, al caer también puso toda su fuerza en su golpe, Mulán esquivó el ataque. Cuando Ishtar aterrizó partió el suelo, enseguida le lanzó un gancho con su otra mano, Mulán retrocedió. Ishtar avanzó hacia ella intentando golpear a Mulán pero ninguno de sus puños la alcanzaba, todos sus ataques eran esquivados o desviados.
Mulán la veía detenidamente, se aprendió cada uno de los ataques que le estaban lanzando y buscó una abertura, un punto ciego. <<No está usando sus patas, ¡eso es!>>. Mulán descubrió que Ishtar tenía un patrón al atacar, cada cuatro, golpes daba un paso atrás para impulsarse y descargar un golpe estirando todo su brazo, esperó ese ataque.
Ishtar tomó impulso e intentó golpear a Mulán con toda su fuerza estirando todo su brazo derecho, Mulán lo evadió dando un salto lateral a la izquierda situándose en el costado izquierdo de Ishtar, le dio una fuerte patada alta que de no ser por la pechera que llevaba Ishtar, le hubría roto las costillas, aún así recibió mucho dolor lo que la hizo entrar en desesperación.
- ¡AGH!, ¡ESTOY HARTA! -Ishtar desenvainó su espada y atacó a Mulán.
Mulán se cubrió con los brazos, Ishtar logró cortar la armadura y también logró cortar ligeramente los brazos de Mulán.
Glosario
El tarso es la estructura más larga de la pata de un ave.
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